Hola a todos, por fin esta el septimo capitulo de Mariposa, ojala que lo disfruten, y esten atentos pues una batalla se acerca entre dos seres muy peligrosos.
Amor Prohibido
Los rayos del sol empezaron a emerger del cielo, lentamente el bosque era iluminado anunciando un nuevo día. Los pájaros comenzaron a cantar al mismo tiempo que todo el lugar volvía a la vida. Dos niños aun seguían durmiendo, cubiertos por una manta al mismo tiempo que la luz del sol los alumbro.
-Mmm, déjeme dormir otro ratito más- murmuro la niña mientras se cubría con la capa.
-Rin – exclamo el chico quien despertado por los rayos del sol, se levanto. Su mirada se poso en la chiquilla mientras sonreía. De pronto unos ruidos provenientes del bosque lo alertaron, se arreglo un poco el traje y dándole un beso a Rin en la mejilla, partió hacia las montañas.
-¿Rin? – se escucho una voz.
-Kohaku, aun es temprano – balbuceo Rin mientras se acurrucaba debajo de la capa.
-¿Kohaku¡Niña no digas babosadas¡Despierta! – grito la voz.
-¿Eh? – exclamo la niña. Rápidamente abrió los ojos y lanzo un fuerte grito al ver un rostro espantoso a unos centímetros de su cara.
-¡Que diablos te pasa¡Estas loca o que! – grito asustado Jaken, blanco por el susto de aquel grito.
-Disculpe, no fue mi intención – exclamo la niña mientras se rascaba la cabeza.
-Bien, ahora dime ¿Aun no ha regresado el amo bonito? – pregunto Jaken mientras veía de reojo a Rin. La chiquilla sonrió y exclamo:
-No.
-Esto no me gusta. Si vuelve con esa mujer, va provocar más problemas. Y lo que más me molesta es que a pesar de que le doy la lista de líos en que nos ha metido esa youkai, el no me hace caso. De veras que el amo Sesshomaru es un gran testarudo. – dijo con fuerza el viejo sirviente. De pronto, un gran golpe recibió en la cabeza que hizo que cayera de bruces. Cuando se levanto para ver el autor de tal ofensa, se quedo frió al ver quien era.
-Jaken – exclamo Sesshomaru al mismo tiempo que miraba de manera feroz a su sirviente.
-Amo bonito – balbuceo el pobre sapo.
-¡Largo! – grito Sesshomaru al mismo tiempo que Jaken se escondía tras unos árboles. De pronto un suave olor hizo que se olvidara del infortunado y comenzó a buscar el origen de dicha esencia. Rin se quedo quieta por culpa del temor, pues sabia muy bien de donde provenía aquel olor que Sesshomaru había percibido.
-¿Qué es esto? – exclamo el youkai al mismo tiempo que levantaba del suelo la capa de Kohaku. - ¿Acaso recibiste visitas anoche Rin? La niña se quedo en silencio, sabia muy bien que el guerrero no toleraba la cercanía del muchacho quien sabía muy bien que era una marioneta de aquel hombre llamado Naraku. Iba a decir una mentira cuando una figura femenina camino hacia ella, el rostro de la chiquilla se ilumino y olvidando la pregunta, corrió hacia la figura.
-¡Señorita Kagura! – grito con jubilo mientras abrazaba con fuerza a la youkai.
-¡Oh Kanna¡Cuánto te extrañe! – respondió Kagura, abrazado a su vez a la chiquilla.
-Rin – se escucho una voz. La niña soltó a Kagura y se dio la vuelta al mismo tiempo que agachaba la cabeza para evitar ver el rostro de Sesshomaru.
-Amo Sesshomaru – murmuro.
-Quiero que sea la última vez que veas a este chiquillo. – dijo duramente el youkai.
-Pero…- balbuceo la niña.
-¡La ultima vez! – exclamo enérgicamente Sesshomaru. Mientras su mirada se posaba sobre la chiquilla. Está solo asintió con la cabeza ante la mirada triste de Kagura. De pronto una idea se le cruzo por la mente y acercándose a Rin, dijo:
-Rin ¿Qué te parece si vamos al pequeño río de donde venimos Sesshomaru y yo? – tras decir esto Kagura, la niña alzo su rostro para mirarla y tras ver un guiño por parte de ella, respondió.
-Si, vamos. – y diciendo esto, partieron hacia el cuerpo de agua. Mientras se alejaban, Sesshomaru nos le quitaba la mirada de encima y tras esperar que ellas se hubiesen internado en el bosque, las siguió.
En otra parte del bosque, un chico se movía ágilmente entre las copas de los árboles. De pronto se detuvo frente a la gran neblina que cubría el valle y que el sol no había sido capaz de disipar con su calor. Sabía que tenía que atravesar la neblina puesto que el castillo abandonado donde Naraku y todos sus siervos se encontraban alojados.
Comenzó a caminar lentamente entre la niebla, alerta por cualquier peligro. De pronto se detuvo cuando diviso entre la capa de humedad una alargada y enorme sombra. Iba a atacar cuando una voz conocida le hablo:
-Hola Kohaku.
-Hola Mouryoumaru, disculpa mi actitud pero creí que era un enemigo.
-No hay problema, yo también te iba atacar, así que estamos a mano.
-Vaya, con que eras tu- se escucho una tercera voz. Kohaku se asombro que al lado de Mouryoumaru se encontraba Hakudoushi.
-Bien ya que estamos todos reunidos, volvamos al castillo. – exclamo el enorme youkai y los tres partieron a su destino.
-Por cierto Kohaku ¿Cómo estuvo tu visita al campamento de Sesshomaru? – exclamo Hakudoushi mientras miraba de reojo al chiquillo. Kohaku se quedo callado, pero su leve sonrisa dibujada en su rostro y el rubor de las mejillas, respondieron a la pregunta del albino.
-Ya veo, que bueno que te guste esa chiquilla pero ten cuidado ese amor que sientes puede llevarte a la tumba.
-¿Te refieres a Naraku? – exclamo preocupado el joven.
-No, me refiero a Sesshomaru.
-No entiendo – respondió Kohaku ante las palabras de Hakudoushi.
-Muy sencillo, tu eres un humano exterminador de youkais que esta enamorado de una niña que es protegida por un youkai, por un ser por el que debes tener odio. Es más, para aquel youkai, tu presencia es desagradable por tu oficio y por que ya una vez intentaste matar a esa niña.
-Eso lo se, pero ya pedí perdón ante Rin, ella sabe mas que nadie que no la lastimaría.
-Es cierto, pero Sesshomaru piensa lo contrario. Así que ten cuidado cuando vayas a ver a Rin pues ese youkai puede matarte.
-Las palabras de Hakudoushi son ciertas, yo he conocido a youkais como Sesshomaru y se de lo que son capaces.
-A pesar de eso, no me alejare de Rin. Aunque tenga que pelear contra ese ser, no la dejare. – respondió el chico ante las palabras del gigante.
-Ahora bien¿Mouryoumaru hiciste lo que te pedí?
-Si Hakudoushi, logre interceptarla y logre entretenerla lo suficiente para que Sesshomaru la alcanzara.
-Perfecto.
-Aun así no entiendo el porque de dicha acción. – exclamo Mouryoumaru.
-¿Sesshomaru la alcanzara¿De que hablan? – pregunto Kohaku confundido ante las palabras del enorme youkai.
-Hakudoushi me ordeno a visitar a Kagura y evitar que tratara de huir de lado de Sesshomaru.
-¿Por qué? – exclamo el chico, mas confundido por aquellas palabras.
-Eso mismo pregunto.
-Por diversión.
-¿Diversión? – exclamaron Mouryoumaru y Kohaku ante tal respuesta. El albino sonrió y exclamo:
-Es muy entretenido ver como Kagura trata de vivir o mejor dicho de sobrevivir en los pocos días que le quedan. Me interesa ver como expresa odio, amor y otros sentimientos en estos últimos días.
-¿Odio¿Amor? –exclamo Mouryoumaru.
-¿Acaso eso tiene que ver con las preguntas que me hiciste hace unos días?
-¿De que preguntas hablas Kohaku? – dijo el enorme youkai.
-Hakudoushi me pregunto que era el amor y cuando le respondió, murmuro que era posible que estuviera enamorado.
-¿Hakudoushi enamorado? – exclamo Mouryoumaru. - ¿Quién será la desafortunada chica que ha robado tu corazón? – dijo con son de burla el gigante.
-Eso no es de tu incumbencia. – respondió tajantemente Hakudoushi. Los otros dos no dijeron nada pero en sus mentes empezaban a imaginar quien era la chica.
De pronto los tres se detuvieron tras ver que enfrente había una pequeña y blanquecina figura. Hakudoushi la reconoció y no pudo evitar ponerse feliz y exclamando dijo:
-Kanna ¿Qué haces aquí?
-Lo mismo quiero saber de ustedes – se escucho una voz a las espaldas de la niña. Una sombra lentamente apareció mientras Kohaku, Hakudoushi y Mouryoumaru se quedaban fríos ante la impresión.
-Naraku – susurro Hakudoushi al ver la figura del hanyou detrás de Kanna.
-¿Acaso ya has recuperado todo tu cuerpo? – pregunto Mouryoumaru. Naraku sonrió y respondió.
-El aun sigue en el castillo regenerándose, yo simplemente soy una de sus tantas marionetas. Ahora bien ¿En donde se han metido ustedes?
Los tres se quedaron fríos, sabían que si aquella marioneta se enteraba de lo habían hecho, provocarían que Naraku enfureciera. Pasaba el tiempo y el silencio cubría al grupo hasta que…
- Mouryoumaru y Kohaku fueron al campamento de Inuyasha para ver si podíamos atacarlos y robar el fragmento que Naraku no has podido obtener. – exclamo Hakudoushi.
-¿Y tu? – lo espeto la marioneta con cierta molestia.
-Yo me he quedado aquí para evitar que alguien ataque el castillo.
-¿Seguro?
-Si, si no me crees, pídele a Kanna que te muestre lo que hemos hecho si no me crees. – respondió Hakudoushi, Kohaku y Mouryoumaru se quedaron callados, estaban preocupados por lo que haría la marioneta.
-Esta bien pero recuerden que los estaré vigilando. – murmuro la marioneta y dándose la vuelta, se perdió en medio de la espesa niebla.
-Ufff- dijeron al mismo tiempo el joven exterminador y el enorme youkai.
-Nunca vuelvas hacer eso – exclamo Mouryoumaru.
-Ahora que ya nos libramos de esa molestia, es hora de partir a casa. – respondió Hakudoushi. Las cuatro siluetas siguieron su camino y lentamente desaparecieron entre la neblina.
Las risas de una chiquilla se esparcían por todo el bosque. El agua del rió que una vez fue un lecho para Kagura y Sesshomaru ahora servia como lugar de juego de Rin y la youkai.
-Rin basta, jajaja – exclamaba Kagura mientras corría para evitar el agua que Rin le arrojaba.
-¡No¡Kagura¡Jajaja! – grito la niña, cuando por fin Kagura la domino y comenzó a hacerle cosquillas. Estuvieron por unos momentos así hasta que cayeron desfallecidas en el verde césped.
-Kagura.
-Dime Rin.
-¿Por qué el amo Sesshomaru odia a Kohaku?
-Es que el cree que aquel joven te puede lastimar.
-¡Pero eso es mentira! – exclamo Rin mientras se levantaba. - ¡El amo Sesshomaru se equivoca!
-Kanna por favor, tu como yo sabemos que es una marioneta de Naraku por lo que puede ser un peligro para ti.
-¡No es justo¿Porque el si puede amarte a ti pero yo no puedo amar a Kohaku si ambos son siervos de ese hombre!
-¡Rin!
-¡El te ama aun a pesar de quien eras¡Aun cuando trataste de matarlo te siguió amando y te dio una segunda oportunidad¿Por qué no lo hace con Kohaku¿Por qué? – grito en medio de lagrimas Rin al mismo tiempo que se sentaba en el suelo.
-¡Rin, mi niña! – susurro Kagura mientras la abrazaba. –Se que es duro pero Sesshomaru ya ha tomado esa decisión. Aunque el te ama, ambos saben que su amor no es posible aunque no lo quieran admitir.
No se daban cuenta que entre los árboles se encontraba escondido Sesshomaru quien tras escuchar las palabras de Rin se quedo pensativo.
-¿Crees que algún día cambie sobre Kohaku?
-No lo se, quizás si Kohaku le demuestra a Sesshomaru que es "digno" de ti, puede que permita su relación. Pero aun son unos niños y no deben aun en preocuparse por eso. – contesto con énfasis Kagura para tranquilizar a la criatura.
-Kagura ¿estarás con nosotros para siempre? – pregunto Rin mientras se secaba las lagrimas y sonreía a la mujer. Esta sintió un nudo en la garganta pues sabía de antemano que solo le quedaban 4 días y luego de ese lapso de tiempo, partiría al viaje sin retorno.
-Pues…- murmuro Kagura mientras pensaba que decirle a la niña.
-Por fin las encontré, ya es hora de irnos – exclamo Sesshomaru mientras salía de entre los árboles. Kagura se alegro de verlo y levantándose del suelo junto a Rin, partieron de vuelta con Sesshomaru.
-¿Señor Sesshomaru?
-¿Si?
-¿Puedo hacerle una pregunta? – murmuro Rin.
Kagura se quedo fría, era posible que la niña le preguntara al youkai el porque de su odio hacia el chico exterminador, un raro escalofrió sintió tras pensar que Rin le gritara lo mismo a Sesshomaru provocando un problema mayor.
-Rin espera…
-¿Usted tendrá hijos con la señorita Kagura?
-¿Qué! - exclamaron ambos youkais ante aquella indiscreta pregunta.
-¿Por qué preguntas eso? – dijo Sesshomaru mientras trataba de mantener la calma.
-Es que como ambos se quieren es de suponer que se van a casar y tendrán hijos. Así que ¿Cuántos "hermanitos" tendré y como se van a llamar?
-¡Rin! – exclamo Kagura mientras se ponía roja de pena. -Rin, esas son cosas que una niña no debe preguntar.
-Pues a mi me parece muy normal. Por cierto ¿Cómo vienen los bebes?
-¿De donde vienen los bebes! – exclamo alarmado Sesshomaru mientras se ponía rojo y sentía como el sudor recorría su cuerpo. Se notaba que el youkai era un experto en batalla pero un fracaso en explicar los hechos de la vida.
-Pues los bebes viene… - murmuro Kagura. En un instante se acerco a Sesshomaru y susurrándole al oído dijo.- ¿Qué le decimos?
-A mí que me dices…
-Pues fue a ti que te pregunto sobre los bebes.
-Oye pero…
-Y bien ¿De donde vienen los bebes? – volvió a decir Rin.
Ambos al verse en tal aprieto decidieron decirle una mentira. Estaban apunto de decirle que los bebes eran traídos en una carroza de oro conducida por un anciano de dos cabezas cuando una voz chillona los interrumpió.
-¡Amo Sesshomaru¡Que bueno que regreso!
Kagura y Sesshomaru suspiraron y mirando con malicia al pobre sirviente, exclamaron en coro.
-¡Que Jaken te diga! – y diciendo eso, la pareja se alejo. El sirviente se extraño y le pregunto a Rin.
-¿Qué quieres que te diga?
-¿De donde vienen los bebes?
-¿Los bebes? Pues, esta yo, mira, los bebes, yo digo…. – comenzó a balbucir el pobre sapo, quien había sido victima del nerviosismo.
-O por lo menos dígame como una mujer y un hombre pueden tener un hijo.
-¿Una mujer y un hombre? Dios creo que me falta el aire – y diciendo esto, Jaken cayo al suelo inconciente.
-¡Señor Jaken¡Despierte¡Señor Jaken! – comenzó a gritar la niña mientras trataba de despertar al sapo. Sesshomaru y Kagura los miraban desde lejos, riendo por la divertida escena y alegres por haberse salvado de aquellas explicaciones.
-Solo quedan 4 días.- susurro Kagura mientras miraba al cielo.
-Lo se, pero juro que serán los mejores – respondió Sesshomaru mientras abrazaba a Kagura y la besaba tiernamente.
Bueno espero sus comentarios y nos vemos el proximo capitulo "La Decisión Final" pues el final de este fic se aproxima, nos vemos y feliz navidad y prospero año nuevo.