Hola a todos, aqui les traigo en Octavo y antepenultimo capitulo de Mariposa, muchas gracias por su apoyo en los reviews, nos vemos y ojala que disfruten el capitulo.

Decisión Final

Las sombras de la noche cubrieron todo a su paso. Todos estaban dormidos sin ningún temor debido a que se sentían protegidos por la tenue luz que dejaba escapar la luna sobre ellos. Solo una persona no podía dormir bien, moviéndose de un lado para otro, murmurando mil cosas sin sentido.

-Vete, déjame en paz. Maldito aléjate, Naraku.

-Jamás, no te dejare en paz hasta el último día de tu vida. – se escuchaba una voz decir en la mente de Kagura. – Te haré vivir un infierno hasta tu muerte y no podrás hacer nada, me voy a divertir mucho con tu sufrimiento, jajaja, jajaja, jajaja.

-¡Basta¡Maldito Bastardo¡Aléjate de mí¡Te odio! – comenzó a exclamar la mujer.

Los gritos comenzaron a despertar todos pues iban en aumento. Sesshomaru al ver que Kagura comenzaba a convulsionarse, la tomo de los brazos y la zarandeo.

-¡Kagura despierta! – exclamo Sesshomaru al mismo que la youkai abría los ojos. No pudo evitarlo y estallando en lágrimas, abrazó al guerrero. Este solo atino en abrazarla mientras sentía como su corazón sufría al ver como esa mujer se derrumbaba lentamente.

-¿Amo Sesshomaru¿Qué le pasa a la señorita Kagura? – pregunto Rin preocupada por el aspecto de la mujer.

-Nada, solo tuvo una pesadilla, eso es todo. – respondió el youkai mientras veía a la pequeña. –Ahora váyanse a dormir, ahora. – repuso fríamente. El viejo sirviente y la niña obedecieron y regresaron a dormir.

-¿Qué paso¿Qué soñaste? – pregunto Sesshomaru al mismo tiempo pero se levantaban el y la mujer. Ambos caminaron hacia un pequeño claro, iluminado por la luz de la luna.

-Lo mismo que he soñado desde hace 2 noches, la misma vil pesadilla que a comenzado a atormentar mi alma. – respondió Kagura mientras una lagrima rodaba por su mejilla derecha.

-¡Dime¡Dime tu sueño¡Por favor! – suplico Sesshomaru mientras se posaba detrás de Kagura y colocaba su mano sobre la cintura de la mujer.

-Cada vez que cierro los ojos, me ve en medio de un enorme pantano. Puedo percibir aquel olor a muerte y cadáver proveniente cada rincón. Comienza a soplar un frío viento al mismo tiempo escucho esa carcajada diabólica saliendo de los árboles, de la tierra, de mi corazón. Comienzo a correr en medio de una gran neblina que ahoga tus sentidos, tratando de huir de ese maldito engendro cuando tropiezo y caigo en el asqueroso fango, levanto la mirada y mi alma se petrifica al ver su figura frente a mí. Puedo sentir toda esa maldad que encierra en su cuerpo, todo ese odio, lujuria y frenesí por mi sangre. Me levanta del lodo con fuerza y me sujeta de los brazos. Empiezo a gritar cuando siento como entierra sus garras sobre mi piel y la sangre comienza a fluir por todo mi cuerpo.

De pronto se quedo callada, sentía como un nudo se hacia en su garganta y comenzaba a sudar frío.

-¿Qué mas? – susurro Sesshomaru.

-Empieza a taladrar mis oídos con esa maldita risa enfermiza mientras encaja sus garras en mi carne herida. Comienzo a gritar de dolor, cuando siento como el veneno empieza a quemarme debajo de la piel y mi vestido se empapa cada minuto de más sangre. De pronto se calla y lentamente me habla al oído.

-¿Qué es lo que te dice?

-"Jamás te dejare" "Te haré sufrir hasta el ultimo momento" "Haré de cada día que te quede, un infierno" "Jaja, jaja, jaja" – con esas ultimas palabras, la youkai rompe en el llanto. - ¡Por favor¡No dejes que se acerque a mí¡Te lo suplico!

-Nunca permitiré que se acerque a ti, nunca lo permitiré. Sabes que jamás te dejare, nunca lo haré. – dijo Sesshomaru mientras que su mano comenzaba a oprimir el abdomen de la mujer.

-Sesshomaru – murmuro Kagura. – Me lastimas, Sesshomaru basta.

-Nunca te dejare, jamás lo haré.

-Sesshomaru por favor, suéltame¿Qué te pasa? – exclamo Kagura. Trato de darse la vuelta pero no pudo pues sintió como otra mano sujeto su cuello.

-Zorra, jamás te dejare vivir – se escucho una voz siniestra. Kagura sintió como su corazón se helaba al reconocer esa voz. Como pudo logro zafarse y al darse la vuelta, lanzo un grito desgarrador, frente a ella estaba Naraku con las manos llenas de sangre y alrededor de el, los cuerpos mutilados de Rin, Jaken y de Sesshomaru.

-Jamás te dejare Zorra, siempre serás mía, siempre lo serás... – murmuro mientras se acercaba lentamente hacia Kagura mientras extendía sus manos manchadas de rojo, la youkai no pudo soportarlo y lanzando un grito de terror, cayo desfallecida.

-Kagura, despierta. – se escucho una voz provocando que Kagura lentamente comenzara a abrir sus ojos, la luz del sol golpeo de lleno su rostro al mismo tiempo que veía una silueta negra sobre ella, esta recordando la pesadilla que había sufrido en la noche, comenzó a gritar desesperada.

-¡Aléjate de mi¡Bastardo! – grito asustada la youkai mientras trataba de defender con patadas y manotazos. Pero la silueta en lugar de alejarse, se acercaba más ella mientras extendía un brazo.

-¡Kagura¡Soy yo¡Sesshomaru¡Reacciona! – exclamo el youkai. Kagura se quedo en silencio mientras trataba de asimilar la situación. Las lágrimas envolvieron su rostro y aterrada, se abalanzo hacia Sesshomaru y lo abrazo con fuerza contra su cuerpo.

-¡Estas vivo¡Ese Bastardo no te mato!– exclamo en medio de sollozos la mujer. - ¿Y Rin y Jaken¿¡Están bien¡Dime!

-Están bien, tranquilízate, fueron al bosque en busca de comida.

-Gracias – fue lo único que salio de los labios de Kagura. Sesshomaru levanto delicadamente el rostro de la joven mujer y suavemente limpio sus lágrimas.

-Nunca dejare que ese maldito se acerque a ti. Jamás lo permitiré, te lo juro. – susurro el youkai mientras besaba la frente de Kagura.

-¡Amo Sesshomaru¡Ya volvimos! – se escucho gritar una voz infantil salir del bosque. De entre los árboles aparecieron las siluetas de Rin y de Jaken, este último llevaba en su espalda, 4 pescados.

-Amo bonito, trajimos pescado para el desayuno. – exclamo Jaken. Sesshomaru asintió y el viejo sirviente hizo una fogata. Mientras comenzaba a asarse los pescados, Kagura se alejo un poco del campamento, al mismo claro donde había sucedido la pesadilla.

-¿Aquí fue? – pregunto Sesshomaru mientras se posaba detrás de ella y con su brazo, rodeaba la cintura de la mujer.

-Si, fue lo más aterrador que he soñado. – respondió ella.

-Hmmm, creo que debemos partir al sur, para alejarnos de estas tierras.

-No creo que eso sea posible. – murmuro fríamente Kagura.

-¿Por qué?

-Porque mañana voy a morir.

-Eso no es posible, aun no…

-Mañana termina mi plazo, cuando el día de mañana llegue y los primeros rayos del sol bañen este valle, Naraku habrá acabado conmigo.

-Eso no va a pasar, no permitiré eso, no lo haré.

-No lo puedes evitar, mi destino esta sellado. Solo queda disfrutar del poco tiempo que nos queda. – susurro tristemente Kagura. Sesshomaru se quedo callado al mismo tiempo que Kagura se daba la vuelta. Una pequeña sonrisa se dibujaba en su cara, mientras abrazaba al youkai – Gracias por tenerme a tu lado, gracias por amarme de esa forma, muchas gracias. – Murmuro finalmente. Sesshomaru no contesto, solo se limito en abrazarla mientras el viento soplaba un triste ulular.

El viento soplo sobre un viejo castillo abandonado que se erguía en medio de los árboles. Dentro de este, una figura blanca con un bebe en los brazos, caminaba entre las habitaciones. Parecía muy preocupada y cada momento apretaba con fuerza al bebe quien solo se mantenía con los ojos cerrados. De pronto se detuvo frente a un joven de cabellos blancos y de mirada fría.

- ¿Estas preocupada por ella?

-Si.

-Mañana es el día.

-Lo se.

-¿Y que harás?

-No lo se, pero debo de idear algo para ayudarla. Si tan solo pudiera…

-¿Pudieras que?

-Akago me ha dicho, que si lograba obtener el corazón de Kagura, se lo podíamos devolver y salvarla de morir. Pero no sabemos como hacerlo, Naraku se daría cuenta y nos castigaría. No se que hacer y se nos acaba el tiempo.

-Ya veo, no te preocupes, todo saldrá bien. – respondió Hakudoushi mientras comenzaba a desvanecerse.

-¿Cómo lo sabes? – murmuro Kanna. Este solo sonrió y mirándola fijamente a los ojos respondió.

-Confía en mí. – y con eso ultimo se desvaneció.

-Confiar en el¿Qué hará? – pensó Kanna mientras seguía su camino y entraba a una habitación. En el centro había una mesa y sobre esta una tetera y una taza, Kanna se sentó en gran futón rojo y dejando al niño en otro futón, se sirvió una taza de te. Cuando dio el primer sorbo, el bebe hablo.

-Mi hermano al parecer desea ganar tu aprecio.

-¿Tu crees eso? – respondió ella sin inmutarse.

-Eso pienso, últimamente ha estado muy al pendiente de ti, incluso sintió mucha curiosidad hacia tu preocupación.

-No lo creo. No puede haber nada entre el y yo, somos "hermanos"

-Eso dirás tú, pero tu corazón no me engaña, lentamente le estas tomando cariño.

-Eso es cierto.

-Si no lo es Dime ¿Por qué aun sigues pensado en el beso que te dio?

Kanna no respondió, solo coloco en la mesa el te mientras se llevaba una mano sobre su corazón. No podía negarlo, desde aquella ocasión, no dejaba de pensar en Hakudoushi, era la primera vez que un hombre se atrevía a darle un beso, era algo que la confundía pero al mismo tiempo provocaba un grato sentimiento.

-Creo que estas conociendo aquel sentimiento que hechizo a tu hermana – sentencio el bebe mientras miraba fijamente a Kanna. Estas solo sonrió al mismo tiempo que sonrojaba.

En el techo del castillo, dos siluetas miraban hacia el horizonte, serios y muy preocupados.

-Mañana va a morir. – exclamo con la voz turbada el exterminador.

-No digas eso Kohaku, aun se puede salvar. – murmuro Mouryoumaru.

-¿No hay nada que hacer?

-No se, pero siento una gran admiración hacia ella. A sabiendas de su terrible destino, ha logrado superarlo y disfrutar de aquella libertad efímera que se le ha concedido.

-Es cierto, es algo que muchos no logran, pero aun así siento, lastima por ella.

-Solo espero que logra disfrutar sus últimos momentos al lado de ese Youkai antes que sea tarde. – finalizo el gigante. De pronto noto una extraña sombra salir del castillo con rumbo al bosque. - ¿Kohaku que eso que se ve ahí?

-Déjame ver…. ¡No puede ser! – exclamo Kohaku con una expresión de terror en su rostro.

-¿Qué pasa¡¿Quién es!

-Es….es…Naraku… - murmuro asustado el chico.

-¡Eso no puede ser¡Aun no se ha terminado de regenerar¡De seguro es una marioneta! – exclamo Mouryoumaru al mismo tiempo que desplegaba sus enormes alas y bajaba del techo. La sombra detuvo su camino al ver que el gigante caía frente a el, con un gesto amenazador.

-¿Por qué te interpones en mi camino? – exclamo la sombra.

-¡A dónde vas?- pregunto amenazante el youkai. La sombra sonrió y con tono burlón respondió:

-Jajaja, te crees muy valiente hablándome en ese tono, ya que sabes que soy una marioneta del poderoso Naraku. Bueno si quieres saber, voy en busca de una oveja descarriada.

-¿Oveja descarriada¿Qué quieres decir con eso?

-Muy pronto lo sabrás, todos lo sabrán, jajaja – finalizo la marioneta. Rápidamente dio un gran salto y se escabullo en el bosque.

-¿Mouryoumaru¿Qué tienes? – pregunto Kohaku quien salto del techo y aterrizo en el hombre del gigante.

-Esa marioneta.

-Si.

-Va por Kagura.

Las horas pasaron, un suave calor se sentía por todo el valle, provocado por el sol de medio día. Las criaturas que habitaban el bosque, se mantenían ocultas en sus húmedos escondrijos mientras que los humanos de las aldeas aledañas descansaban en sus frescas casas. El silencio se esparcía por todo el lugar y solo los grillos hacían su habitual sonido, aunque a lo lejos se escuchaban risas. En un arroyo, una niña jugaba en sus aguas con un viejo sirviente ante la mirada de una mujer sentada a la orilla del cuerpo de agua y que su lado se encontraba de pie un youkai.

-¡Amo Sesshomaru¡Venga a jugar¡Jajaja! – exclamo Rin mientras derribaba al pobre Jaken.

-¡Auxilio¡Esta niña me quiere ahogar! – grito asustado el sapo.

-Ve con ellos, anda.

-Claro que no, sabes que no me gusta eso. – respondió Sesshomaru mientras miraba entretenido la escena. Kagura se levanto y suavemente se poso detrás del guerrero.

-¿Estas seguro que no quieres entrar al agua? – susurro la youkai al oído de Sesshomaru. Este solo movió la cabeza en señal de negación, Kagura solo sonrió y empujo al youkai al agua, este no pudo evitarlo y cayó sentado en el agua. Rin comenzó a reír de el mientras Jaken corría al lado su amo para ayudarlo.

-Así que te ríes de mi – vocifero Sesshomaru – Ya veras, pagaras por ello – exclamo al mismo tiempo que comenzaba arrojar agua a la niña. El sirviente se quedo petrificado al ver que su amo jugaba con el agua como si fuera un chiquillo. Kagura sonrió al ver como Rin y Sesshomaru jugaban en el río como padre e hija y alegremente pensó en entrar al agua para unirse al juego cuando una opresión en su corazón la detuvo.

Se dio la media vuelta y viendo hacia los árboles del bosque, pudo sentir como una extraña fuerza la llamaba. Ágilmente se alejo de ellos y rápidamente se interno en el bosque, y después de caminar cierto trecho, se topo con una gran piedra. Algo de aquel obstáculo parecía llamarla una y otra vez al mismo tiempo que una rara opresión aumentaba en su pecho.

-Hola Kagura – se escucho una voz al mismo tiempo que una sombra aterrizo sobre la piedra. La mujer se quedo petrificada al ver al ser que se elevaba ante su mirada y trato de retroceder pero el dolor de su pecho se lo impido.

-¿Duele?- pregunto la criatura.

-¡Maldito que haces aquí¡Naraku! – respondió furiosa Kagura.

-Oh no te preocupes, yo no soy Naraku, soy otra de sus tantas marionetas.

-¿Acaso el no puede venir personalmente a matarme¡Patético!

-No he venido a matarte sino ha hacerte una oferta.

-¿Oferta? – murmuro Kagura.

-Si, como lo oyes, te vengo a hacerte una oferta que se que no te rehusaras. Si regresas y juras lealtad hacia tu creador, tu vida será perdonada.

-¿Y si no quiero volver?

-Bueno, entonces morirás. Así de fácil, así de sencillo. Durante el trascurro de esta noche, sentirás como tu corazón es oprimido lentamente hasta que ese órgano sanguinolento explote. Y eso sucederá cuando los primeros rayos del sol acaricien esta tierra. – explico fríamente la marioneta. Kagura no podía gesticular palabra alguna, no sabia que decir.

-¿Por qué¿Por qué quiere que vuelva?

-El no le importa si vuelves o no, solo quiere ver que es más poderoso en ti, si tu amor hacia ese Youkai o el amor que tienes a tu vida. Será muy interesante ver que es más fuerte en ti. Te advierto que solo tienes hasta la media noche para decidir, así que será mejor que empieces a empezar que es más importante. – finalizo la marioneta.

-Hasta la media noche…. ¡Bastardo! – exclamo iracunda Kagura al mismo tiempo que abría su abanico y despedazaba a la marioneta.

-Hasta la media noche tienes Kagura, hasta la media noche……- fue lo último que murmuro la marioneta mientras se disolvía en el viento.

-¿Qué haré¡Diablos! – exclamo Kagura. Con dificultad se levanto de pie pues el dolor de su pecho era aterrador. Regreso otra vez por el mismo camino, cuando llego vio que no había nadie.

-¡Señorita Kagura! – se escucho un una voz infantil. Kagura vio como una pequeña corría hacia ella y a la abrazaba. Detrás de ella, venían Sesshomaru y Jaken.

-¡Señorita Kagura¿En donde estaba? – pregunto Rin.

-Pues….

-Eso mismo quisiera saberlo- dijo fríamente el youkai.

-Solo salí a caminar un poco al bosque, eso es todo.

-Pero eso hace tres horas- espeto el sirviente a Kagura. Esta no dijo nada y solo atino en bajar la cabeza.

-Será mejor que nos vayamos, ya es tarde y muy pronto caerá la noche. – dijo Sesshomaru y todos comenzaron a caminar en dirección al campamento. Espero que se alejara un poco Jaken y Rin, y se acerco a Kagura.

-¿Qué tienes?

-Nada, solo cansancio es todo.

-¿Segura? Yo tengo el presentimiento que estas preocupada.

-No, no tengo nada, solo estoy cansada, ya te dije – respondió Kagura mientras abrazaba a Sesshomaru. – Solo quiero llegar y dormir a tu lado. – susurro la mujer. Sesshomaru no dijo nada, abrazo a Kagura y juntos siguieron a la chiquilla y al sirviente.

Las horas pasaron, aumentando la tensión en Kagura. Desde el campamento se podía apreciar el bello atardecer de aquel día. Lentamente las sombras de la noche comenzaron a extenderse sobre todo el valle. Jaken y Rin ya se habían dormido cerca de la calida fogata, mientras Kagura y Sesshomaru se mantenían juntos.

-A esta misma hora, estaré muerta mañana.

-No digas eso, aun no puedes dejarte por vencida- murmuro Sesshomaru. Un largo bostezo salio de los labios del youkai, demostrando así su cansancio.

-Será mejor que te duermas, para que así en la mañana, preparemos todo de acuerdo a lo planeado. – susurro Kagura. Sesshomaru con recelo se negaba a dormir pero el cansancio y los arrullos de la mujer lo terminaron de vencer.

-Te ves tan hermoso – murmuro Kagura mientras besaba la frente de su amado. Después miro al cielo y triste contemplo la luna. En su mente aun recordaba las palabras de aquella marioneta: Hasta media noche…. Hasta media noche…… media noche……

-No se que hacer, estoy tan confundida¿Qué debo hacer? – se preguntaba a si misma, tratando de saber que hacer cuando una voz se escucho en su mente:

-Lucha, no te dejes vencer, no dejes que ese demonio te gane.

-¿Luchar¿Cómo¿Quién eres?

-¡Quien más que tu conciencia¡No debes rendirte¡Lucha!

-Para que, si se que he de morir.

-Es cierto, morirás, pero será con honor, será peleando. Recuerda lo que dijo Mouryoumaru: Lucha hasta el final, no te dejes vencer. – fue lo ultimo que dijo la voz.

-¿Luchar hasta el final? Ya se que lo tengo que hacer. – y con esas palabras, se levanto se encamino en dirección al castillo. Tomo delicadamente la pluma de su cabello y subiendo sobre ella, partió hacia Naraku. En el suelo, una silueta blanca observaba la partida de la youkai. -Lucha Kagura, no te rindas – exclamo Hakudoushi al mismo tiempo que se desaparecía. A lo lejos una mujer iba surcando el cielo, con el único pensamiento de luchar hasta el final, sin saber que su destino ya estaba marcado.

Y que tal? Interesante verdad, nos vemos en el proximo capitulo y no se olviden de checar mis otros fics, adios y cuidense.