ADVERTENCIA: El tabaco puede producir cáncer. Ministerio de salud… ¡Oh me equivoque de advertencia!

ADVERTENCIA: Este capítulo contiene escenas lemmon, así que si no son de tu agrado, por favor no leas esto o ¡Haz el trabajo de buscarlas y saltártela po! (Jhahajhajhaja lo siento) No sé, cuando empiece te lo saltas 0… Hay varias opciones, tú decides, di ¡NO! A la droga ¡Mierda! De nuevo me fui para otro lado ¬¬

Bésame, idiotízame, ya no me importa ser un ser sin alma, atrápame… (Cantando)

Hace más de dos semanas que Hanamichi estaba como zombi, todos intentaban animarlo, pero simplemente no podían, algo había perdido el pelirrojo y todos estaban desesperados por encontrarlo… Faltaba su vitalidad, su risa, su presencia en Shohoku y todo se veía muy muerto… Sus amigos sabían que era, se había enojado con Rukawa de nuevo, pero esta vez no sólo por dos días, ya llevaban más de dos semanas sin hablar y Hanamichi se veía totalmente destrozado y cada vez que el preguntaban se le llenaban los ojos de lágrimas y después se iba sin decir nada y eso era el pan de cada día.

Mientras estaban enojados fue San Valentín y al kitzune le llegaron tarjetas, chocolates y regalos de una forma exagerada, pero se los llevó todos a su casa, los leyó, no porque le interesaban, quería saber si había uno del do'aho, y luego votó todas las cartas y los regalos y se quedó sólo con los chocolates, eran muchos, sabía que no se podría comer todos, pero esperaba un día reconciliarse con el do'aho y poder comer juntos. Se preguntaba si algún día volvería hablar, lo extrañaba tanto, pero el do'aho tenía que hablarle primero y pedirle disculpas, aunque no sabía si podría aguantar mucho y al final él terminara hablando primero.

Sakuragi tuvo uno San Valentín agridulce, cuando vio todas las cosas que recibió el kitzune casi se larga a llorar, no estaba muy seguro del por qué, pero cuando fue a ver su casillero encontró una tarjeta que sólo decía 'Y eso que estoy enojado' y un regalo, lo abrió, era una caja de música que cuando se abría se veía a un jugador de basketball con la pelota haciendo una clavada y con una música de fondo (era la del opening)… Sabía quién se lo había dado, el kitzune, pero no podía mirarlo a la cara, no aun, el daba mucha vergüenza, se sentía tan mal, aun no podía hablarle y no sabía si algún día podría hacerlo… Aun daba vueltas por su cabeza cuando dijo: '¡Entonces actúa como uno!'. Fue la única vez en toda su vida que había escuchado a Rukawa levantar la voz, fue una de las imágenes que quería borrar para siempre de su mente.

Era un miércoles lluvioso, la lluvia era tan fuerte que suspendieron las clases en todo el sector, pero él no se quedaría sin entrenar, la única forma de dejar de pensar en el pelirrojo era jugando basketball, así pesco su paraguas se puso un impermeable y se fue al gimnasio de Shohoku. Paso por el parque para aprovechar de dar un paseo y ver la lluvia que le traía unos recuerditos agradables. Decidió pasar por el parque donde había besado al do'aho, ya que su mente estaba acaparada por él y aun no llegaba al gimnasio para distraerse al fin… pero grande fue su sorpresa cuando ve en los mismos columpios donde le dio el beso al do'aho al do'aho con uniforme, con ambas manos en las cadenas que sostenían el asiento, con la cabeza baja y mojado, sin nada más, ni mochila ni paraguas. No sabe que le produjo la imagen, pero no pudo evitar acercarse, no dijo nada, sólo se acerco lo suficiente para el paraguas cubriera a ambos de la lluvia. Hanamichi no se dio cuenta de nada, pero alzó la mirada al no sentir agua cayendo en su cabeza. La lluvia golpeando fuertemente el piso era el único ruido por unos segundos, el pelirrojo por suerte que no tuvo que evitar la mirada zorruna ya que esta miraba hacia en frente evitándolo.

-"Te acompaño hasta tu casa, para que no te mojes"

Sakuragi se levantó y comenzaron a caminar uno junto al otro, sin decir nada, Kaede sólo miraba al frente serio y Hanamichi de repente el suelo, de repente se quedaba viendo al kitzune, de repente la calle, estaba muy nervioso y no se podía mantener quieto. Llegaron a la casa del pelirrojo con un trayecto silencioso, estaban en la puerta y seguían sin mirarse a los ojos.

-"Gracias" – Dijo con la cabeza baja cuando ya estaba abierta la puerta.

-"¿Quieres hablar?" – Había caído, él, el ser más frío y calculador no había podido evitar el hablar primero, es verdad que él quería que Hanamichi lo buscara, pero era el momento perfecto y… sólo quería poder hablar con él.

-"Puedo contar con los dedos de una sola mano todas las veces que tu inicias una conversación" – Mostró una sonrisa triste – "Mejor te vas a tu casa ¿No?" – Quería hablar con él, pero no sabía si podría, no se sentía listo, su corazón dolía mucho cuando pensaba en eso.

-"Adiós Hanamichi" – Se fue para su casa… Ya no tenía ganas de jugar basketball.

-"Chao" – Entró a su casa muy desanimado y apunto de llorar.

Se sentía pésimo, débil, no debió ir a clases ese día ¿Sería un resfriado? Eso le pasa por salir a la lluvia sin paraguas, de todas formas no le dolía la garganta ni tenía mocos, debía ser que no comía nada del día anterior, aunque no culpaba a nadie de eso, no tenía hambre hace tiempo que había perdido el apetito al igual que el sueño… Mientras sacaba unas cosas de su casillero escuchó unos gritos chillones de niñas, era la señal que un pelinegro de ojos zorrunos se acercaba. Volteó la cabeza y sus miradas se cruzaron por un segundo, pero cada uno siguió haciendo lo que estaba haciendo.

-"Me duele al cabeza" – Dice el pelirrojo, cuando de repente todo se torna negro.

-"Hanamichi ¡Hanamichi! ¡Hana!" – Lo sacudía Kaede, pero no reaccionaba. Le molestó que la gente se empezara a acercar para ver el espectáculo, pero eso no era importante en esos momentos.

-"¡Ahgr! ¡Mi cabeza!" – Se toca el lugar que le duele y siente un chichón – "¿Qué mierda pasó? ¿Cómo llegué aquí?" – Estaba en al enfermería acostado en una camilla, no era la primera vez que estaba ahí.

Mueve un poco su pierna y siente que algo le impide moverse como quiere, alguien no deja que mueva las sábanas con facilidad. Baja la mirada y ve un pelo negro azabache en la cama, Kaede estaba durmiendo sentado en una silla y usando los brazos como almohada sobre la camilla. No puede evitarlo y le acaricia el pelo.

-"Do'aho" – Se despierta de golpe y lo queda mirando.

-"Ah" – Se asombra, pero su expresión cambia rápidamente – "¡Jajajajaja! ¡Nunca te había visto despertar tan rápido!"

-"Mmm… supongo que estaba alerta" – Se soba los ojos.

-"Eso no impide que duermas ¿No? Jajaja ¡Oye! ¿Cómo llegué aquí?"

-"Yo te traje, al parecer soy la única persona que te puede" – No sabía si al do'aho le había dado amnesia, pero actuaba como si nada hubiese pasado, eso le agrado.

-"¡¿Me estás diciendo gordo!"

-"Si hiciera eso ¿No me estaría llamando gordo a mí también?"

-"Mmm… ¡Jajajajaja!" – De la anda se calló, se puso rojo y bajo la cabeza, hace tanto tiempo que no hablaba con el kitzune así – "Gracias por el regalo de San Valentín"

-"De nada… Aunque tú no me diste nada" – No sabía si era el momento de hacer bromas, pero intentaba que volvieran a tener la relación de antes.

-"Lo… Lo siento… Es que…" – Comenzó a jugar con las sábanas.

-"No te preocupes, sólo era una broma" – Le sorprendió al actitud de Hana, por un momento pensó que iba hacer como si nada hubiese pasado y se hubiesen puesto a pelear.

-"Quería comprarte algo, pero… de todas formas tú recibiste muchos"

-"Una tortura, busqué en cada una de las tarjetas para ver si una era tuya y después tuve que botarlas"

-"Lo siento" – Se puso triste, pero de una formar radicalmente rápida cambio de ánimo – "¿Y qué hiciste con todos los chocolates que recibiste?"

-"Están en mi casa"

-"¡¿Y te los vas a comer todos tú solo!"

-"No lo sé" – Levantó una ceja – "¿Por qué?"

-"¡¡Porque podrías darme unos a mí, kitzune egoísta!"

-"La enfermera dijo que te faltaban vitaminas"

-"¡¿Ya y!"

-"Eso da por no comer bien o por no dormir bien, no puedes comer dulces ni comida chatarra hasta que se regulen las vitaminas en tu organismo"

-"¡¡Pus guarda unos para cuando me recupere!" – Se dio cuenta que le pedía al kitzune sin ninguna vergüenza y que en realidad debería él le debía una disculpa, bajo la cabeza de nuevo desanimado.

Se formó un silencio, Hana quería decirle tantas cosas, el problema era que no sabía que era lo que el tenía que decirle.

-"Kitzune…" – No estaba seguro de que diría, pero haría lo que siempre hacía… Dejarse llevar por sus impulsos.

-"¿Mmm?"

-"¿Por qué no estás en clases?"

-"Me dejaron faltar todo lo que queda, igual al entrenamiento"

-"¿Para cuidarme?"

-"Sí"

-"Ahaaaa"

De nuevo el silencio, no se veían a los ojos hace un buen rato.

-"Kitzune"

-"¿Mmm?"

-"Y tú…" – Ya no sabía por qué hablaba, qué hablaba, pero era como si las palabras salieran solas de su boca – "… ¿Acompañarías a… tu novio a su casa?" – Cuando se dio cuenta de lo que dijo se tapo la boca y quedo mucho más rojo de lo que había estado antes.

-"¿Novio?" – Lo miró con el ceño fruncido, no era que estuviera enojado, pero no entendía lo que el do'aho le quería decir.

Otro silencio mientras cruzaban sus miradas, una mirada era fría y segura y la otra era nerviosa y preocupada. Kaede ya sabía que hacer, sacó las manos de la boca del pelirrojo y se acercó para besarlo, poco a poco fue quedando encima de él y Hanamichi le fue correspondiendo el beso. Al principio fue nervioso, luego tierno y luego se abrazaban y se revolcaban en la camilla como si ese lugar no fuera una escuela pública. Kaede se metió debajo de las sábanas para hacer el contacto de los cuerpos más directo y su mano comenzó a tocar todo el cuerpo del pelirrojo, este se dejaba… La verdad es que ambos lo deseaban hace tanto tiempo que ya no importa el lugar… Cuando Rukawa bajo la mano y tocó su miembro, el pelirrojo sacó un gemido.

-"¡Ya llegué señor Rukawa!" – Se escuchó de la puerta.

El pelinegro se levantó sentó en la camilla cuando dejó de sentir los labios de Hanamichi y este se dio vuelta por la vergüenza.

-"¡Señor Rukawa! ¡La camilla es sólo para los enfermos!" – Se acercó la enfermera, que era relativamente joven y bonita.

Kaede se sentó en la silla que estaba anteriormente y se quedó mirando serio el entorno.

-"¡Que bueno que despertaste Hanamichi!" – Llegó con un montón de frutas y unos jugos naturales.

Kaede la miró con un odio y frialdad que casi la congela ¿Por qué tanta confianza? Sin embargo, aunque la enfermera se dio cuenta, no el importó en lo absoluto.

-"Mira que buen amigo es el señor Rukawa, me dio dinero y me dijo que te fuera a comprar comida para cuando te despertaras" – Le deja la bolsa en sus piernas – "Cuando te comas todo te puedes ir y el señor Rukawa te puede acompañar a tu casa, ya pedí el permiso para que salgan de la escuela" – Se dirige de nuevo a la puerta – "Chao, cuídate Hanamichi, anda al doctor mañana" – Se va.

-"¿Por qué tanta confianza?" – Le dice con un tono enojado.

-"La verdad verdad es que paso mucho aquí, mis amigos pasan en peleas y los vengo a ver… Creo que si no le hubiese hecho esa promesa al gordito yo también pasaría aquí, aunque, por alguna razón, casi nunca terminaba lastimado en las peleas, así que igual no serías muchas, aunque igual…"

-"Cállate y come"

-"¡Pero que enojón! ¡Tú nunca cambias!" – Comenzó a comer al principio lento, pero luego desesperado, no se había dado cuenta del hambre que tenía.

-"¿Y por qué no haz comido bien?"

-"Cómo sabes yo siempre me hago toda mi comida, pero últimamente no tenía ganas de nada, ni apetito, también me ha costado mucho dormir, supongo que por eso me desmayé"

-"¿Y eso por qué?"

-"¡¿Y tú por qué crees!" – Lo mira enojado – "Ya terminé ¡Larguémonos de aquí!"

Iban caminando a casa de Hanamichi, como si nada hubiese pasado, molestando, peleando hasta que al fin llegaron.

-"Hace mucho tiempo que no te veía reír"

-"¡No seas exagerado kitzune! ¡Yo nunca te he visto reír a ti, así que no tienes derecho a extrañar esta hermosa sonrisa del tensai!" – Abrió la puerta, se dio vuelta quedando frente a frente y sus mejillas se tornan algo rosadas – "Oye ¿No quieres pasar aquí la noche?" – Lo mira directamente, como queriéndole decir algo entre líneas – "Podrías faltar a clases mañana" – No sabía muy bien porque le decía todo eso, pero no quería pensar en eso, sólo quería dejarse llevar.

Kaede se le acercó y le dio un beso.

-"Mañana después del entrenamiento te vengo a ver, hoy aprovecha de descansar"

-"Mmm" – Haciendo pucheros – "¿Y te quieres quedar mañana?"

-"Bien, de todas formas es viernes… Así nos vamos juntos al entrenamiento del sábado, aunque eso dependa de lo que te diga el doctor mañana"

-"¡No voy a ir al doctor! ¡No soy un debilucho! ¡Soy un tensai!"

-"Anda, tal vez te de unas vitaminas" – Le dio otro beso y al terminarlo le mordió el labio – "Nos vemos mañana" – Se fue.

Ya había quedado todo claro, Kaede estaba feliz, al parecer al fin todo estaría bien para él y Hanamichi, aunque estaba feliz, tenía miedo, miedo a lo que diría la gente, sus amigos, le gustaba el kitzune ¡Eso no lo negaba! Pero no podía dejar de sentir vergüenza y miedo ¡Era un hombre, por Dios! ¡Esto era antinatural!... Esperaba que esos pensamientos se le pasaran algún día.

-"¡Ya voy!" – Se iba poniendo la ropa mientras caminaba a la puerta, acaba salir de la ducha – "¡¡Que ya voy!" – Abre la puerta.

-"Do'aho"

-"¡¿Por qué tan impaciente kitzune! Ya ¡Pasa rápido!" – Se encamina a la cocina y el pelinegro lo sigue – "¿Quieres sopa? Justo iba a comer ahora"

-"Bueno ¿Puedo ir a dejar mi mochila?"

-"¡No pidas permiso! ¡Haz estado aquí miles de veces!"

-"No venía hace tiempo do'aho"

-"¡Anda dejarla a mi cuarto y apúrate!" – Puso los platos y poco después volvió su invitado.

-"¿Y fuiste al doctor?"

-"Sí y tenías razón, me dieron unas pastillas con hierro y otras con otra cosa así"

-"Te dije que tenías que ir"

-"Sí, sí, sí, como sea"

-"Tus amigos me preguntaron por ti hoy"

-"¿Y qué les dijiste?"

-"Que estabas bien"

-"¡¿Nada más!"

-"No"

-"Lo antisocial no te lo quita nadie, ni este tensai" - Estuvieron unos segundos en silencio, mientras tomaban la sopa.

-"Me llamaron mis padres"

-"¡Que bueno! ¿Y qué te dijeron?" – Cada vez que lo llamaban, Sakuragi se alegraba más que el propio Rukawa.

-"Que van a tener un hijo"

-"¡Felicidades kitzune! ¡Vas a tener un hermanito!"

-"Sí…" – No estaba muy emocionado – "También me dijeron que… se van a establecer en una ciudad"

-"Oh" – Se puso serio – "¿Se van a venir a vivir acá de nuevo?"

-"No, se van a quedar viviendo en Estados Unidos y quieren que me vaya a vivir con ellos" – De nuevo un silencio incómodo.

-"¿Y te vas a ir con ellos?"

-"No sé, si me voy sería cuando salga de la preparatoria"

-"Entonces seguirías con tus planes, de irte a estudiar en una universidad allá ¿No? Supongo que te irías a vivir con ellos"

-"Depende"

-"¿De qué?"

-"De la ciudad en que quedes por la beca, supongo que me iría a la misma ciudad tuya y si por alguna casualidad quedas en la misma que mis padres, tampoco viviría con ellos"

-"¿Y con quién vivirías?" – Intentaba disimular no saber la respuesta obvia, en una de esas se equivocaba y no pensaba quedar como un tonto frente al kitzune.

-"Con la vecina… Contigo idiota ¿Quién más? ¿O es que acaso no quieres?" – Levantó una ceja.

-"Lo voy a pensar" – Sonrió satisfactoriamente, terminó su sopa y vio que su acompañante también – "Anda a ver tele al living mientras yo lavó esto" – El kitzune muy pocas veces hablaba tanto y muy pocas veces le contaba de su vida personal, esto era para celebrar.

Rukawa no dijo nada, sólo se fue y prendió la tele. Cuando ya se estaba medio durmiendo llega le pelirrojo y le quita el control remoto.

-"Do'aho"

-"Cada vez que me vez me dices eso ¿Qué no conoces otras palabras?"

-"Do'aho" – Se le acercó y le quito el control, apagó la tele – "Me gusta como suena" – Lo tiró al sofá y se acostó sobre él.

-"Pero a mí no"

Rukawa se acercó para besarlo y justo antes tocar sus labios, Sakuragi levanta la cabeza para apresurar el beso, se besaban desesperadamente, el control de la tele había sido lanzado metros del lugar sin importarle a ninguno. Obviamente Kaede tomaba la iniciativa para todo y puso su mano bajo la camiseta blanca sin mangas que llevaba puesta y no esperó mucho para quitársela… La verdad es que no era la primera vez que llegaban a segunda base, cuando era amigos con ventajas también había pasado muchas veces, pero Hanamichi siempre encontraba una excusa y lograba escapar de las manos del zorrito, así fue como este fue dando cuenta que él no estaba muy interesado en establecer una relación, pero ahora era muuuy diferente y ambos lo sabían. Sonó el timbre, pero sin ponerse de acuerdo, decidieron ignorarlo. En un momento el kitzune comenzó a succionar una parte del cuello del pelirrojo, sólo concentrándose ahí. Sonó de nuevo el timbre, pero ya Hanamichi comenzó a preocuparse ¿Por qué aun no se iba? ¿Quién sería?

-"Kaede tal vez…" – Un besó lo calló y sin importarle más puso ambas manos por debajo del uniforme y acarició su espalda. Otra vez había sonado el timbre, al parecer no se pensaba ir quién quiera que sea.

-"Ya" – Lo empujó, pero este puso resistencia – "No, kitzune ¡Sale!" – Lo tiró al piso y se puso de nuevo la camiseta – "Tal vez sea importante" – Fue abrir la puerta.

-"¿Qué quiere?" – Dijo antes de ver a sus visitas.

-"Hola Saku…" – Era Haruko que de una sonrisa pasó inmediatamente a una cara de asombro al ver a Hanamichi todo despeinado, con una camiseta al revés y con un…

-"¿Haruko? ¿Yohei? ¿Qué hacen aquí?"

-"¡Jajajajajajajajajajajajajajajajajaja! XD Hola Hanamichi" – Nunca pensó encontrar a su amigo así, al menos no hasta entrar a la universidad.

-"¡¿De qué te ríes!" – Frunció el ceño.

-"¿Te lo digo o te vas a mirar al espejo?" – Dijo con una sonrisa burlona.

-"Mmm… Pasen, entren al living, está el kitzune" – Se fue corriendo al baño y su boca calló al suelo al verse en el espejo – "¡¡¡AHAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!" – Estaba todo chascón, con la camiseta al revés y con un… ¡¡¡CHUPÓN EN EL CUELLO! – "Estúpido kitzune, sabiendo que si hacía eso me dejaría un chupón, pero el nunca piensa en las consecuencias, nooooo ¡Como el no tiene vida social! Eso explica porque su conciencia es del porte de una mierda de conejo" – Lo insultaba mientras se arreglaba, no tenía como esconder el chupón, así que se puso un chaleco cuello de tortuga, luego bajo aun insultando al kitzune – "Pero un día me las va a pagar, él se cree muy listo, pero no sabe que con quien se mete es el gran tensai…" – Llegó al living y se asustó al ver una cara asesina por parte del kitzune, una de burla por parte de Yohei y una algo asustada por Haruko – "¡¿Qué!"

-"¡Jajajajajajajajaja! ¡Hanamichi haz dado un grito que de seguro espantó hasta a los perros de afuera! ¿Y por qué esa ropa? Jajajajaja" – Hace un tiempo que sospechaba que su amigo andaba con alguien y creía saber quién es, pero prefería no meterse y dejar que su amigo le dijese algún día.

Aunque aun era invierno, no hacía tanto frío como para andar con chaleco ¡Y mucho menos uno de tortuga! Todos pensaron eso, pero Hana ni se dio cuenta, aun seguía siendo inocente y despistado, a pesar de todo.

-"¿Y qué los trae por aquí, amigos?" – Ya olvidándose de todo se sentó un sillón individual, igual que Yohei y Haruko aprovechando la oportunidad, se sentó en el gran sofá con Rukawa.

-"Yo y los otros le preguntamos por ti a Rukawa hoy y decidimos venir a verte, pero los demás están trabajado, así que no pudieron venir, pero Haruko se ofreció a acompañarme porque también estaba muy preocupada por ti… Los demás te envían saludos"

-"Estoy bien no te preocupes, hoy fui al doctor y me dio unas pastillas y eso"

-"Ayer te llamé, pero no contestaste" – Seguía hablando su mejor amigo, ignorando la mirada de odio del kitzune que prácticamente los estaba pateado fuera de ahí, y la cara de enamorada de Haruko seguramente feliz por que nunca había pensado estar tan cerca de su amor.

-"Me quedé dormido ¿Recuerdas que te conté que estaba sufriendo insomnio? ¡Ayer dormí como una roca! Al igual que hoy" – Dijo con una sonrisa sincera.

Yohei se sintió muy feliz al verlo de nuevo con todos los ánimos que siempre habían caracterizado a su amigo, apenas lo vio abrir la puerta lo notó y por eso no le importó largarse a reír apenas lo vio. Sabía que estaba así por Rukawa y sabía que ahora que se habían reconciliado había recuperado toda la vitalidad, era la segunda vez que se ponía así por la misma persona y, por más que lo negase, sabía que para Hanamichi él era algo más que un simple amigo, aunque era la primera vez que se enojaba con un amigo cercano, nunca se había enojado con alguien del gundam y mucho menos con Ryota y Mitsui, que además de ser unos de sus mejores amigos, eran compañeros de equipo, así que realmente no sabía como reaccionaría al enojarse con un amigo, pero sabía que no sería de la misma forma de cómo reaccionaba con Rukawa, si fuera sólo su amigo le echaría toda la culpa a él y no se acercaría a él por su gran orgullo, pero con él no era así, la primera vez que se enojaron fue un poco más así, pero de todas formas él había decidió acercarse nuevamente el pelinegro y eso eran cosas que Hana sólo hacía cuando dejaba su orgullo de lado, cosa que no había hecho más de dos o tres veces. Pero él no quería obligar a su amigo decirle nada, algún día hablarían de ello y él lo esperaría con paciencia.

-"Me voy a dormir a TU pieza un rato" – Se levantó y se disponía a ir.

-"¡Oye! ¡No seas mal educado! ¡Despídete!"

-"Ufffff… Adiós Mito" – Y se fue.

Haruko puso una cara de perrito pidiendo comida.

-"Haruko, no" – Dice Sakuragi mientras se sentó al lado de ella para consolarla – "Él es un idiota, un kitzune apestoso, no le hagas caso" – No le gustaba que ese kitzune fuera tan malo con Haruko, ella no se lo merecía.

-"No, de seguro que sólo no sabía mi apellido" – Por alguna razón esto le dio más pena, pero no se puso a llorar, se lo aguantó.

-"¡Pero al menos sabe que eres la hermana del ex capitán!" – Dijo para animarla, pero no funcionó.

-"Eh… mejor nos vamos" – Dijo Yohei levantando a Haruko – "Yo te voy a dejar a tu casa Haruko"

Sakuragi los acompaño a la puerta algo triste al ver a Haruko así.

-"Adiós chicos los veo el lunes" – Dice apoyado en la puerta – "Y Haruko deja de estar triste" – Le regalo una de sus encantadoras sonrisas.

-"Gracias Sakuragi… ¿Qué pasó con lo que hablamos al otra vez?" – Dijo la chica con aun aire de esperanza.

-"Lo siento Haruko, pero…" – No podía creer que aun tuviera esperanzas, era su amiga y dolía verla tan ingenua. (Mira quien habla… ¿Y cuándo a ti te gustaba ella? ¬¬)

-"Ya entiendo Sakuragi ¿Nos vamos Yohei?"

-"Chao Hanamichi" – Se fueron, Yohei intentaría consolarla, pero no podía creer lo tonta que era al creer que tenía una oportunidad ¿Qué podía hacer? El amor hacía a la gente estúpida, había pruebas científicas de ello.

Hanamichi se fue furioso a su pieza, le demostraría al kitzune lo mal educado que había sido, pero cuando llegó él ya estaba durmiendo… No sabía porque había pensado que lo encontraría despierto. Mañana lo tendría que retar por comportarse como lo hizo, pero la verdad es que tenía ganas de pelear algo con el kitzune y de ahí seguir haciendo lo que había quedado pendiente, supuso que ya no sería así y se acostó al otro costado de la cama.

-"Supongo que perdiste tu oportunidad de estar con tensai kitzune ¡Jajajaja!" – Se quitó lo zapatos y de la nada alguien lo aprisiona a la cama, toma sus manos y las pone sobre su cabeza, lo tiene inmóvil ya que está sentado sobre él y le da un beso.

-"Pensé que estabas durmiendo" – Dijo aprovechando un momento en el que se separaron.

-"Estaba alerta"

-"Idiota, trataste muy mal a Haruko" – No estaba enojado, por algún milagro.

-"¿Eso importa ahora?"

-"Sí" – Logró soltarse y se sentó en la cabecera de la cama.

-"¿Quieres hablar de eso?" – Levantó una ceja.

-"¬¬ Mañana hablaremos de esto"

Se volvieron a besar, Kaede se sentó en las piernas de Hana, pero con la pasión que los estaba apoderando terminaron revolcándose de una manera parecida a como lo hacían cuando peleaban. En un momento en que Rukawa quedó encima, buscó su mochila y sacó una cosa que Sakuragi nunca en su vida había visto.

-"¿Qué es eso?"

-"Eso es queso"

-"Eso no es queso"

-"Por supuesto que no, te estoy jodiendo do'aho"

-"¡Oye! No me digas así ¡Y dime de una puta ves qué es!"

-"Es un lubricante"

-"Ahaaaa" – Aunque logró calmarse un momento, en seguida su cara cambio – "¡Espera! ¿Y qué es eso?"

-"Te han dicho lo bipolar que puedes ser" – Levantó una ceja.

-"¡Yo no soy bipolar!… Sólo soy… Alguien que cambia rápidamente de estados de ánimo"

-"¿Cómo un niño chico?"

-"¡No!"

La escena era algo graciosa ya que Rukawa estaba sentado con un frasquito en la mano derecha encima de las piernas del pelirrojo, mientras que él estaba gritándole al pelinegro con un chaleco cuello de tortuga de un verde horrendo.

-"¡¿Y me vas a decir que mierda es un lubricante!"

-"Do'aho, sabes cómo las personas tienen relaciones ¿No?"

-"¡¡Por supuesto que sí! ¡¡Nos hacen cursos de educación sexual todos los años! Y lo único que podríamos necesitar es un condón, pero no creo que corramos el riesgo de que quedes embarazado, kitzune"

-"¿Sabes cómo dos hombres tienen sexo?" – Levantó una ceja.

-"Eh…" – Se puso a pensar, la verdad es que nunca le habían hablado de eso, no tenía mucha experiencia con relaciones homosexuales, nunca se había interesado en un hombre y no creía que debería interesarle… Hasta ahora – "¡Claro que sé! ¡Y si fuera tan importante ¿Por qué no lo sacaste cuando estábamos en el living! ¡¡Y no levantes a ceja, que sólo haces eso cuando te enojas o te burlas de mí!"

Kaede ya cansado por la situación lo besó y le sacó el chaleco dejándolo con la camiseta que tenía puesta hace un rato.

-"Mejor no te lo explico, averígualo tú" – No le importaba discutir con el do'aho en estos momentos, había estado más de media hora afuera de la farmacia divagando si compraba el lubricante y cuando al fin se atrevió y lo fue a comprar se dio cuenta que estaba con uniforme, por suerte la química farmacéutica que lo atendió ni lo notó.

La verdad es que Sakurgi quería seguir discutiendo, pero ya le había ganado su libido adolescente y le siguió el juego al kitzune. Kaede le quitó la camisa, esperando que ahora nadie lo interrumpiera y lamió el lugar donde tenía el chupón.

-"Mmm" – Fue la única respuesta por parte del otro, mientras sentía como todos sus pensamientos se tornaban borrosos.

Hanamichi acariciaba su espalda y lentamente levantaba el uniforme, desbrochó los botones, pero, obviamente, no podía hacerlo por lo nervios.

-"¡Estúpidos botones! ¡¿Dónde chucha te compras tu ropa kitzune!" – Ya harto por los botones le rompió toda la parte de arriba del uniforme, incluyendo la polera blanca que llevaba debajo.

-"Wuauw, me dejaste sin uniforme"

-"Cállate" – Pasó sus manos por al espalda pálida, lo trajo hacia él y lo besó desesperado – "Mejor dejémonos de hablar"

Ya ambos estaban sin la pare de arriba, cuando lentamente Kaede empieza a desabrochar los botones del pantalón que llevaba y toca su miebro.

-"Ah" – Cierra los ojos y se pone rojo, la verdad es que estaba rojo hace rato, pero a medida que el kitzune más avanzaba más rojo se ponía.

De una forma u otra forma ambos quedaron en ropa interior, Hanamichi tenía unos boxer largos rojos y Kaede unos calzoncillos apretados negros, no el gustaba mucho usarlo, pero hacer deporte sin ellos era horrible se le movía todo el paquete y eso podría causarle cáncer a los testículos, todo deportista sabía eso. El pelinegro tenía las mejillas algo rojas, no por al vergüenza, él no experimentaba esa sensación hace tiempo, era por el calor que lo embargaba y pus esta demás decir que el pelirrojo estaba con toda la cara roja. Ambos se miraban intensamente, esperando que él otro diera el primer paso, a Hanamichi le daba una vergüenza terrible admitir que lo deseaba, así que esperaría que él otro empezará, pero él tampoco le iba a ser la cosa tan fácil, no le daría nada hasta verlo sufrir (Que malvado ¬¬). Se siguieron mirando, hasta que la mirada chocolate se aburrió y puso sus manos en el trasero blanco y le dio un beso. El pelinegro Al fin se deshizo de la ropa interior de Hanamichi y se quedó maravillándolo, tocaba sus músculos mientras lo hacía ¿Cuántas veces soñó con esto? No podía creer lo perfecto que era el cuerpo del moreno, nunca pensó que tocarlo se sentiría tan bien. Sakuragi le sacó la ropa interior a él también y así ambos desnudos se miraron entero, Hanamichi fijó la mirada en el entre piernas del pelinegro, todo rojo y sin saber que hacer, Rukawa se le acercó y lo besó para distraerlo un poco.

-"¿Ahora me vas a decir para que es el lubricante?" – Dijo apenas terminó el beso.

Kaede sólo lo tomó del velador donde la había dejado hace un rato y se echó un poco en las manos y metió con sumo cuidado un dedo en al entrada del pelirrojo.

-"¡¡¡AH! ¡¡¡¡IDIOTA!" – Le pega con la mano abierta en al cabeza.

-"Si te tensas, te va a doler más" – Le dio otro beso.

Cuando el kitzune lo estaba preparando Hanamichi sentía un dolor que nunca se hubiese imaginado sentir, pero hacía lo que fuera por no gritar, aunque no podía evitar que de vez en cuando le salieran quejidos. En un momento dejo de sentir dolor y el cuerpo le pedía más, y justo en ese momento Rukawa le introduce otro dedo causándole nuevamente dolor, Kaede los movía lentos y circulados para disminuirlo, pero igual dolía mucho. Cuando al fin Kaede lo vio preparado los sacó y notó que Hanamichi tenía unas pequeñas lagrimitas en sus grandes ojos chocolates, se untó lubricante en su miembro que estaba todo excitado, separó y levantó las piernas de Hana y lentamente se introdujo en el moreno. No gritó, pero sus ojos se abrieron al máximo al sentir como algo entraba en él, Kaede se quedó quieto un momento para que se acostumbrara, cuando al fin pareció reaccionar lo vio con cara de preocupación, no lo dijo, para no parecer débil, pero su cara decía bien claro '¿Qué me pasa?' El ojiazul lo besó y logró tranquilizarlo un poco, cuando empezó a moverse lentamente hasta que al fin Sakuragi pareció dejar de sufrir, puso las manos en la espalda de Kaede para que se acercara y ambos vientres rozaran su miembro, porque aunque esto dolía a mares estaba más excitado de lo que estuvo en toda su vida, Rukawa lo notó y empezó a masturbarlo mientras él hacía las envestidas más rápidas.

-"Más" – Le dijo al oído el pelirrojo.

Estás palabras hicieron que todo el mundo del kitzune se moviera y sentó a Hanamichi en sus piernas, se movían con más fuerza y cada vez quisiera más del pelirrojo, cuando ya estaba por acabar empezó con más fuerza haciendo que ambos terminaran con un grito que retumbo por toda la casa, pero fue extraño que el kitzune gritara más alto que Hanamichi.

-"Lo… lo… lo siento" – Dijo el pelirrojo con toda la cara roja, los ojos llenos de pequeñas lágrimas y muy preocupado – "No fue mi intención rasguñarte" – Pudo ver la cara del kitzune cuando lo rasguño, nunca lo había visto abrir los ojos y mucho menos tanto.

-"No me rasguñaste, me clavaste las uñas en la espaldad" – Vio la cara de su amante que estaba totalmente arrepentida, así que decidió dejarlo ahí, salió de él y lamió lo que había caído del semen de Hana en el estómago del mismo y también lo que había quedado en su mano.

-"No hagas eso" – Le dijo aun rojo, pero no lo escuchó y terminó de lamer todo lo que había quedado sucio por los fluidos de su novio.

Kaede se sentó junto a él y luego lo abrazó.

-"Voy a ir a buscar un poco de alcohol y algodón para desinfectarte la espalda, kitzune" – Se movió un poco, pero un brazo lo detuvo.

-"No, yo voy"

-"¿Cuál es la diferencia en que vaya yo o tú?"

-"Créeme hay diferencia" – Se levantó desnudo y se fue a buscarlo.

Hanamichi al verle el trasero desnudo se puso rojo de nuevo, aun no había ni si quiera oscurecido, así que justo cuando se levantó el trasero le brillo como una ampolleta, se rió ante ese pensamiento. Rukawa entró de nuevo, aun sin percatarse de que estaba caminando desnudo por una casa que no era de él, se acostó de nuevo en la cama y dejo las cosas entre lo dos.

-"Date la vuelta" – Se acomodó para verle las heridas que él mismo había hecho, eran profundas para haberlas hecho sólo con las uñas, se miró las uñas y no las tenía tan largas, tal vez inconcientemente había querido compartir con el kitzune el dolor que sentía, debió dolerle mucho, estaba seguro que esa expreción no al volvería a ver en mucho tiempo – "No sé cómo pude clavarte justo los diez dedos tan profundo kitzune, lo siento"

-"Sólo hazlo rápido" – Justo el do'aho tenía de ese alcohol barato que no evitaba que doliera la desinfección, le ardía cada una de las diez pequeñas marcas que, a pesar de no poder ver, las sentía.

-"Listo kitzune, lo siento mucho"

-"No te preocupes, mi venganza vendrá cuando te pares"

-"¡¿Qué!"

-"Nada, durmámonos" – Aun de guatita se acomodó sobre el pecho del pelirrojo.

-"Pero recién se está poniendo el sol"

-"Anda, abrázame" – Se acurrucó en él.

-"Bien" – Lo abrazó rendido.

No siguieron peleando y en menos de un minuto Kaede se durmió en el pecho de Hana.

-"Tienes una facilidad para dormirte envidiable, kitzune" – Pero no se había dado cuenta que él estaba muy cansado y al poco rato también se quedo dormido.

-"¡No! ¡Kitzune no!"

-"No debiste venir"

-"¡No! ¡Pero si jugué de maravilla!"

-"No do'aho y además te duele el trasero"

-"¡Claro que jugué bien! ¡¡¡Y NO ME DIGAS DO'AHO! ¡Además! Me dolía más en la mañana y es tú culpa ¡No me imaginó cómo sería sin usar lubricante! ¡Ya, que según tú, es para quitar el dolor!" (Y no lo pudo averiguar, Rukawa le tuvo que decir al final XD)

Toda la gente se detenía a ver como dos masas de músculos de casi un metro noventa uno que llamaba la atención uno atractivo y otro por su color de pelo llamativo, discutían y uno prácticamente gritaba todo, cosa que más llamaba la atención por la conversación que tenían.

-"Estás llamando al atención, idiota" – Le importaba una mismísima papa que la gente los viera, pero era una buena forma de hacerlo callar.

-"¡¡¿¿Qué dices! ¡¡Si a mi nadie me está…!" – Vio a su alrededor y nota que todo la gente lo ve y algunos hasta asustados, bajo la cabeza y siguió caminando todo rojo.

-"¡Hanamichi!" – Se escucha más adelante, venía de un local eran sus amigos que estaba comiendo algo.

-"Espérame aquí, kitzune" – Entró corriendo para saludarlos, al verlos se les ocurrió callarlos a todos diciendo que había perdido la virginidad, no diría con quién, pero dejarán de tratarlo como un inocentón (No sé, pero creo que el pensar eso lo hace más inocentón) – "Hola chicos :D"

-"¡Wuauuu! Hace mucho que no estabas así de animado Hana" – Dijo Takamiya mientras se comía un sándwich con todo.

-"¡No hables con la boca llena gordo!"

-"Como si tu nunca lo hubiese hecho" – Dijo Okus riéndose.

-"Jaja ¡Vamos chicos! No peleen" – Dijo su mejor amigo Yohei.

-"Yohei nos contó que te reconciliaste con Rukawa" – Opino de repente Noma.

-"¡Por supuesto que sí! Este tensai… ¿Reconciliarse? ¡Dios! Sólo somos amigos ¬¬"

-"¡Sí, claro! ¡Y yo soy la reina de Inglaterra!" – Se burló el rubio.

-"Su majestad" – Se inclinó Hanamichi para seguirle el juego.

Todos se rieron a la vez. Hablaron un buen rato, Hana evadiendo el tema de Rukawa, hasta que terminaron y camino a la puerta sus amigos notan que Rukawa estaba en la puerta esperando a Hana.

-"Hana que feo, dejar a tu novio esperando" – Dijo el de bigote.

-"¡¡¡OHOOOO IDIOTAS!"

Todos salieron corriendo y estaba a punto ir detrás de ellos, cuando alguien le agarra del brazo.

-"¿Sabes cuánto rato estuve esperándote, do'aho?"

-"Kitzune, ahora no, debo ir tras esos cuatros ¡Creen que somos novios!"

-"¿Y no es así?" – Levantó una ceja molestó.

-"Sí, pero…"

Kaede se le acercó como si le fuera a decir algo al oído, pero sólo le lamió la oreja. El pelirrojo cuando se separaron, cambió de camino y se fue caminando en la misma dirección que hace un rato iba con el kitzune.

-"Pensé que ibas a ir repartir cabezazos" – De nuevo levantó una ceja.

-"¡Ya no! ¡Y apúrate o te daré a ti uno!" – Lo amenazó todo rojo.

Kaede se puso a pensar si así sería toda su vida ¿Acaso estaría toda su vida con el do'aho? ¿O sólo sería un amorío de adolescencia? ¿Irían los dos a Estados Unidos y jugarían basketball? ¿Y si Hanamichi no llegaba a conseguir la beca? Él ya había pensado en eso, y si llegaba ser así, de alguna forma, convencería a sus padres para que le pagarán y los dos vivieran en ahí ¿Pero y si la ganaba y no quedaba en al misma ciudad que sus papás y ellos no el daban la posibilidad de irse a la misma ciudad del do'aho? Ahí él se cambiaría a la ciudad de su mono rojo con o sin el consentimiento y el dinero de sus padres, pero ¿Y si terminaban?

-"¡Kaede apúrate! ¡Tu casa queda a menos de dos cuadras!"

Se despertó de repente y vio a un sonrojado pelirrojo llamándolo.

-"O si no después se me van a quitar las ganas"

Sólo estaba seguro de una cosa…

-"Eres un do'aho" – Empezó a caminar detrás de ese delicioso, pero idiota pelirrojo.

FIN (Al fin)

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Jhajhajhahjahajhajhajhajha sé que no fue un fanfic muy largo, pero mi paciencia es poca XD, y eso que al principio sólo iba a ser cinco capítulos. Les dije que este iba a ser un capítulo largo y que lo iba a actualizar antes de abril (No me salí del plazo vieron, es 31 de marzo XD), pero lamento haberme demorado. Canción "Hipnotízame" de Fobia y aquí les va el principio el coro "… Bésame, hipnotízame, ya no importa más róbame el alma hechízame… " La parte que yo escribí es el final de la canción, encontré que la parte que dice "Idiotízame" era perfecta jhahjahjahjajha XD. Es al primera vez que escribo un lemon en mi vida, he leído miles de fanfic con lemon, pero siempre me cuesta mucho hacer uno jhahjahjajh espero que les haya gustado mi lemon, intenté hacerlo sencillito por ser la primera vez de ambos. Muchas gracias a Shadir, Nian, Ran-k, sune, Miguel, AGUILA FANEL, Elena, SaWaMuRa-kun, amary, hanakuru-chan, Uzume A., huuuoooo, Faye-BurningDeep, Reiko Noriko S.S, y lamento mucho si se me olvida alguien, por los Reviews que no saben cuanto me ayudaron a seguir el fanfic, muchísimas gracias por todo en serio. Ya Adiós, les deseo lo mejor a todos y… ¡Viva el yaoi mierda! Y Nos leemos ;) Les dejo mi mail por cualquier cosita