CAPITULO 5: La noche definitiva
Nota: CCS no me pertenece... y juro que me encantaría que un día en mi puerta aparecieran los papeles que probaran que si... pero como sé que eso no va a pasar, me voy a conformar con hacer historias en las cuales deformo completamente la historia... sin buscar nada a cambio $o$
Yue llegó temprano aquella noche, no sabia por que, pero no podía dejar de pensar en aquel joven de cabellos dorados con el que había estado por la tarde, era algo extraño, después de haber vivido toda una vida con Kerberos, era hasta ese momento que descubría que sentía algo por él, era verdad, el siempre se había sentido muy cercano a su hermano, pero nunca había pensado en que podía sentir amor por el ¿amor, si, era amor, Yue ya se había planteado esa pregunta mil y un veces, y siempre llegaba a la misma conclusión, cerró los ojos y se acostó sobre el techo, Kerberos posiblemente tardaría un rato mas en llegar, mientras él podría descansar tranquilamente, pero una mano en su mejilla lo sacó de su relajación.
-¿Kerberos?- dijo el muchacho sin abrir los ojos, el contacto de aquella mano era cálido y dulce, no quería romper aquel hechizo
-Si lo prefieres puedo besarte- dijo riéndole muchacho de ojos amarillos
-(No estaría mal)- Yue no pudo evitar un leve sonrojo, ya que podría negarlo, pero en el fondo lo deseaba
-Vas a contestar o lo tomo como un si- dijo el muchacho con un tono serio
Yue se levanto y lo miró fijamente a los ojos, oro y plata se encontraban, el sol y la luna, luz y oscuridad, ambos se complementaban, Yue era el mar, Kerberos las olas, no hay mar sin olas, no hay olas sin mar.
-No te daré tal gusto Kerberos- dijo Yue aguantando las ganas de besarlo... o ser besado
-Bien, ya será en otra ocasión- dijo sonriendo mientras el guardián de la luna se sentaba
-Y bien... ¿Qué me querías decir?- dijo Yue relajando la mirada seria
-Ven, te lo diré en otro lugar- el muchacho levantó el vuelo seguido por Yue- vamos, no eres tan lento- le decía mientras se alejaban de la mansión
-Ven acá y te mostrare lo rápido que puedo ser- decía Yue molesto... bueno, intentando parecerlo, pero en un momento de descuido se impacto de lleno en la espalda del joven rubio
-¿Qué te pasa?- dijo molesto mientras verificaba el estado de su nariz
-Mira- dijo el chico señalando la luna, lucia realmente hermosa esa noche, no era llena, pero algo la hacia lucir... especial, como si hubiera sido preparada para los guardianes, solo para ellos.
-Es bellísima- dijo Yue casi en un susurro
-Pero no tanto como... – el muchacho no pudo terminar su frase
Una nueva falta de energía hizo que las alas de Yue desaparecieran haciéndolo precipitarse hacia el suelo, Kerberos se lanzo lo más rápido que pudo para salvar a Yue, el muchacho de cabello plata cerro fuertemente los ojos, solo esperaba el golpe, pero este no llegó, abrió lentamente los ojos, se encontró con dos pequeños soles mirándolo tiernamente, una cálida sonrisa era mostrada por el guardián solar, por un momento había pensado que perdería a Yue, pero había logrado atraparlo, no permitiría que nada le pasara, si era necesario sacrificarse, así lo haría.
-¿Estas bien Yue?- pregunto un preocupado Kerberos
-Si, gracias (Kerberos comenzara a pensar que lo hago a proposito --...aunque...)- dijo el muchacho aferrándose aun más a su salvador
-Te llevare a un lugar mas... bajo- dijo el muchacho intentando sonreír alegremente, pero su corazón estaba asustado, perder a Yue no estaba entre sus pensamientos- al parecer le tienes miedo a las alturas
-Yo no... –intento defenderse Yue, pero ¿para qué?
Estaba en los brazos de Kerberos, se sentía seguro, querido... las bromas del guardián no eran nada mientras continuara abrazándolo, que lo insultara tanto como quisiera, que el mundo se cayera, que las cartas se liberaran nuevamente, a él no le importaba... y aun que no lo supiera... a Kerberos tampoco
-Llegamos- dijo el chico de ojos dorados al muchacho entre sus brazos mientras aterrizaban
-¿Dónde estamos?- preguntó extrañado el juez
-¿No se nota?- pregunto irónico el otro- estamos en un bosque- el chico lo había llevado al bosque cercano al parque pingüino (donde capturaron a la carta espejo)
-¿Ahora si me dirás?- Yue era muy curioso, no lo demostraba muy a menudo, pero lo era
-Todavía no- dijo Kerberos que mantenía un brazo alrededor del muchacho de la luna- vamos para allá- dijo señalando un enorme árbol- es un lugar más cómodo- el chico lo único que hacia era llenarse de valor
-Claro- dijo Yue sin muchas ganas, le gustaba el juego, pero podía cansarse fácilmente
Los muchachos llegaron al árbol, y con otro felino movimiento Kerberos dejó a Yue en la misma posición en la que habían estado hacía algunas noches, Yue estaba sentado en las piernas del muchacho una vez mas
-Cómodo... ¿No?- dijo divertido el guardián solar
-Si, mucho- dijo intentado contener su nerviosismo el joven de ojos plata
-Bueno... –dijo Kerberos mirando al cielo- te he traído aquí porque...
-Te amo- dijo Yue sin pensarlo un momento mas
-Si a eso... - dijo Kerberos sin reparar en lo que había escuchado, lo pensó un poco- ¡Qué?
-Lo que escuchaste Kerberos, te amo, y no te lo había dicho porque yo mismo no lo sabia, pero ahora estoy seguro, te amo- el muchacho hablaba con una confianza asombrosa, simplemente decía lo que sentía
-Yu... yu... Yue yo... - el muchacho no podía creerlo, Yue se le había declarado, Yue, el mismo Yue frío y serio del que se enamoro... Yue!.
Yue empezaba a asustarse¿Kerberos lo rechazaría¿Por qué no decía nada? Si no lo quería entonces... ¿Qué había significado aquel beso en la casa de su forma falsa?
-Por favor di algo- dijo Yue casi con lagrimas en los ojos, no le gustaba tener esa duda atorada
-Yo también te amo Yue- dijo el muchacho antes de besarlo.
Los labios se unían una y otra vez, Yue se aferraba al cuello del guardián solar mientras este lo rodeaba por la cintura, Kerberos recostó a Yue entre las raíces que salían del árbol haciendo una especie de cuna, los besos dulces se tornaban apasionados, Yue acariciaba la espalda de Kerberos mientras este lo hacia con el largo cabello de su amante, con uno de sus característicos movimientos felinos Kerberos despojó a Yue de la parte superior de su vestimenta, y comenzó a besar delicadamente al piel blanca del cuello del ángel, comenzó a bajar lentamente hasta que llegó al ombligo del juez (¿Tiene ombligo?), con una mano bajo hasta el pantalón del ángel, comenzó a jugar con el borde de la prenda, introdujo su mano y comenzó a acariciar en la entrepierna del ángel
-Sabes, tengo ganas de un dulce- dijo Kerberos antes de bajar rápidamente lo único que cubría a Yue
Se separo un poco de si y lo observo en todo su esplendor, un ángel estaba ahí, servido en bandeja de plata solo para el, se detuvo a observar el dispuesto miembro de Yue
-Creo que encontré uno- dijo seductoramente el guardián
Kerberos se acerco peligrosamente a Yue, definitivamente quería probar aquella golosina, no lo dudo mas e introdujo aquel caramelo en su boca, comenzó a lamer, besar y succionar aquello, Yue solo gritaba y gemía, esto excitaba aun más al guardián del sol.
-N... no... no pu... no puedo mas...- decía Yue entrecortadamente y fuera de si
-Aun falta la mejor parte- dijo Kerberos regresando a su trabajo
Yue no pudo mas y se corrió dentro de la boca de Kerberos, el muchacho rubio regresó a los labios del ángel, con cuidado, agilidad y rapidez coloco las piernas del juez a la altura de sus caderas
-Ahora si... viene lo mejor- dijo el muchacho mirando seductora (y lujuriosamente) a Yue
-Es... es... espera- dijo asustado el juez
-Tranquilo, no te haré daño- le sonrió inundándolo de confianza
-Confío en ti- dijo antes de aferrarse a lo que tubo mas cerca- porque te amo (pero eso no quita que esto me vaya a doler!)
-Y yo a ti Yue (espero no duela...o Yue querra vengaza)
Pronto serían uno... y nadie los separaría jamás, la eternidad pasaría, pero ellos siempre estarían juntos... juntos.
-Dos corazones vagaban entre la noche, dos corazones estaban inundados de dudas, ambos con la misma pregunta ¿Ahora que, ambos se encontraron, latían al mismo compás, se fundieron en uno solo, ahora nadie los separaría jamás... dos corazones latían confundidos... ahora ya no lo están- Eriol sonreía- ¿Ves como la magia si facilita las cosas Kerberos?... ahora voy por ti Shaoran
Wiiiiiiiiii!...Este es el final...Se que el climax del capitulo (xD) no me quedo necesariamente...bien...pero pues...hice o que pude...bueno...la verdad es que ya lo tenia escrito desde hace mucho jejeje...pero no lo queria subir porque me daba cosa despedirme de esta historia...espero haya gente que lea esto...y a la que le guste...Gracias, de verdad gracias por tomarse el tiempo de leer esto...y si no es mucha molestia...pus dejenme un RR...minimo para saber si hago una continuacion...'Dos Corazones al Cuadrado' jejeje...Bueno...ahi ta...Gracias!
