Capítulo 6 | ¿Por qué?
Tengo miedo de volver a confiar en el amor…
Sakura.
Hay una sensación muy extraña viajando por mi cuerpo, quedándose en mi corazón ¿Es que acaso el mundo se detuvo? ¿O solo es pura impresión mía? ¿Es que acaso mi alma abandono mi cuerpo? ¿Por qué no hay nada a mi alrededor? Incluso las voces de mis amigas se oyen lejanas, no entiendo nada de lo que ellas están diciendo, no, no entiendo que está sucediendo ¿Por qué? ¿Por qué tenía que ser él quien dijera tosas esas cosas sobre mí? ¿Por qué mi corazón se siente ansioso por palabras sin demasiado significado? Porque simplemente no tienen significado algo ¿Verdad? Seguramente lo ha dicho sin pensárselo demasiado, no hay forma de que él realmente piense todas esas cosas sobre mí ¿Bonita? Por amor de Dios, se ha burlado constantemente de mi por lo indomable que suele ser mi cabello ¿Inteligente? También se ha mofado hasta el cansancio de lo tonta que es la mentira en la que nos metí ¿Cómo podría él realmente pensar de mí todo eso que ha dicho? ¿Por qué he sido tan torpe como para permitir que eso me pusiera tan ansiosa? Admito que él me agrada, y sus que sus repentinos ataques por parecer gracioso cada tanto no me molestan, empero, esto ha rayado el límite en nuestra amistad, pues me ha puesto realmente nerviosa y eso es a todas luces malo, un completo caos. Él bien que podría tener mucho éxito como actor, mentir, y fingir le sale como si fuera su pan de cada día, porque casi me lo he creído, y mientras él debe estar de lo más tranquilo del mundo disfrutando de su tarde sin prestarle mayor importancia a esas boberías yo estoy a nada de volverme loca, me muerdo las uñas a nada de colapsar de lo tonto que se siente mi cuerpo por lo que sea que acaba de pasar.
—¿Tú qué opinas Sakura-chan? —Pregunta Hinata atrayendo mi atención, me da demasiada vergüenza del solo pensar en que tendré que decirle que no estaba prestándole ni la más mínima atención a su conversación, ya que pasaré a ser la burla si alguna de ellas intenta averiguar que hay dentro de mi cabeza.
—Bueno, es que yo —Consigo murmurar a penas, antes de darme cuenta de que parece que Dios ha tenido un poco de consideración de mi pobre alma después de todo lo que me ha hecho pasar, pues observo que sobre la mesa ella tiene lo que parecen ser las posibles invitaciones a su pomposa boda —Hinata, está es preciosa, es por mucho la mejor — Exclamo tomando entre mis manos el fino sobre de color blanco, que solo tiene un poco de color a las orillas, los bordes de color lila resaltan, pero sin hacerte perder de la pureza que irradia el blanco, simplemente espectacular. Pero eso no evita que mi corazón se vea golpeado cuando sus nombres aparecen frente a mis ojos, mi corazón se siente sumamente atacado por una abrumadora sensación de dolor, la que es producida solo de recordar que, ellos se casaran en poco menos de dos meses, y que ya no hay -o que más bien nunca hubo- espacio para mí en el corazón de la única persona que hasta ahora me ha hecho sentir lo más parecido a amor.
—¿Hay algo mal Sakura-chan? —Cuestiona Hinata, quiero decirle, quiero hacerle saber lo mucho que esto duele, pero no puedo lastimarla, es mi amiga, y para mí, mis amigas están antes que cualquier otra cosa, además, ella siempre ha sido tan dulce y amable conmigo, a pesar de ser crecida como si fuera una princesa nunca me ha hecho menos, incluso dice que me considera como una mejor amiga ¿Cómo podría ser yo egoísta e interponer mis sentimientos sí sé que le haré daño?
—No, en lo absoluto, es solo que… —Me detengo, ¿Qué puedo decir que no me haga ver como menuda tonta frente a todos? ¿De qué otra forma un poco más inteligente puedo ocultar mis verdaderos sentimientos? —Me gustaría también organizar una boda algún día —Digo, intentando no soltarme al llanto, me siento asustada, quiero correr a llorar en los brazos de mi madre hasta que ya no pueda más, porque es posible que me quede sola para el resto de mi vida criando perros de todas las razas y colores que se puedan imaginar.
—Te aseguro que más pronto de lo que te puedes imaginar tú y Sasuke-kun tendrán una bonita boda —Menciona Hinata, trayendo una vez más a Sasuke a la conversación, Sasuke, Sasuke, por amor de Dios, de solo pensar en él siento como mi corazón comienza a ir a toda prisa ¿Sasuke y yo? Es cierto que soy ese tipo de persona que correría detrás de él si es que sigo atontándome así, pero me suena tremendamente descabellado que él y yo podamos tener algo más allá de nuestra linda amistad. Porque tenemos tan poco de intentar conocernos y hay alguien más en mi corazón, por no olvidar que él es el mentiroso más grande y profesional del mundo, es imposible, y demasiado tonto lo veas por donde lo quieras ver, es que vamos, somos dos personas completamente diferentes en todos los aspectos. Por lo que me limito a solo darle una sonrisa a mi amiga y seguir con mi dolorosa tarea de inspeccionar las invitaciones una a una para darle una mejor opinión. Cuando los minutos comienzan a pasar Matsuri simplemente dice que se va, porque está de más con nosotros, pero Hinata amablemente le dice que las amigas de sus amigas también lo son de ella, terminando en convencerla de quedarse, ¿Ven ahora porque no puedo simplemente decirle? Sería una jugada muy terrible de mi parte no tener en consideración lo buena persona que ella es.
Matsuri se reacomoda en su sitio y comienza a charlar sobre los lindos vestidos de novia de las revistas junto a Ino. Matsuri es una estudiante de enfermería al igual que Ino, y por eso es por lo que la conozco, al ser cercana a Ino siempre terminaba sentada en las mismas mesas en los almuerzos, además de que es lo más cercano a un amigo que le conozco a Gaara. En general podríamos decir que es una buena chica, es inteligente, y perspicaz, pero así mismo es metiche, demasiado metiche para mi gusto a decir verdad, porque de no ser por ella y su forma tan despreocupada de decir las cosas sin pensar en el momento en que se encuentre yo no tendría la cabeza hecha un caos. —¿Hay algo mal Sakura? —Pregunta la reina de los metiches, yo niego con la cabeza rápidamente, puesto que no quiero terminar hablando de más respecto al alboroto que hay dentro de mí en relación con Sasuke, sería algo así como suicidio social.
—Es solo que, pensaba en lo que dijo Sasuke hace no mucho —Me animo a responder poco después, las tres dejan de prestar atención al resto del mundo para mirarme atentamente, y es que, aunque quiera -y en teoría debería- ya no puedo quedarme más con eso, sé que sí soy cuidadosa con mis palabras las cosas podrían ir realmente bien.
—¿Te ha puesto incomoda? —Inquiere Ino, pero niego, no creo que incomodo sea la palabra correcta para describir la repentina marea de emociones que se formó en mi loco corazón debido a sus palabras ¿Estrés? Sí, eso creo que le sienta mucho mejor
—No pero… —Intento explicar, pero la presencia de una figura femenina que se sienta a un lado mío me interrumpe por completo, bufo, mientras observo como Hinata e Ino saludan efusivamente, resignada a quedarme con las palabras subo mis ojos para encontrarme con los ojos color chocolate de Tenten que me miran curiosamente.
—¿Te sucede algo Sakura? —Pregunta la castaña, sé bien que no lo hace con mala intención -más bien ninguna- pero es un tanto desesperante que todos me pregunten que está mal ¿No puedo simplemente sentarme a pensar? ¿Tan mal esté que sea un lío de emociones? ¿Por qué siento que me tratan como si fuera un perrito debajo de una terrible lluvia?
—Ah, no es nada, solo, no puedo terminar de creerme que él realmente haya dicho eso ¿Ustedes oyeron exactamente lo mismo no? —Balbuceo, Tenten luce bastante confundida, así que amablemente Ino le explica de que va todo mi vomito verbal, y a su vez, confirmándome que todas escucharon exactamente lo mismo que yo de los labios del Uchiha.
—Sasuke por lo general no suele ser tan expresivo, aun así tú conseguiste que dijera todo eso, pero Sakura, ¿Dudas de lo que él siente por ti? —Cuestiona inocentemente Hinata, quisiera responderle que efectivamente dudo de todas y cada una de las letras que conforman lo dicho por Sasuke, pero eso solo terminaría por arruinar el enorme proceso que hemos conseguido con la gente a nuestro alrededor, en su lugar, respondo negando, para ver sí así tienen un poco de consideración de mi persona y dejan ir el tema. Pero vamos yo ya me sabía que era una mala decisión decirle algo a ellas, porque vaya que saben cómo leer el alama de las personas, sobre todo sí es que se trata de mí, porque tal parece que soy un libro abierto para todas las personas que me rodean, para mi familia, amigos, e incluso Sasuke, porque en tan poco tiempo ha aprendido a conocer cada detalle de mí, creo que él mejor que nadie es quien puede leer mis gestos y emociones.
—Vamos, Sasuke es ese tipo de sujetos del que perfectamente puedes esperar cualquier cosa —Interviene Ino, dejándome un poco menos tranquila que antes, porque solo consigue que mis nervios se crispen todavía más ¿Cómo que esperar cualquier cosa? ¿Qué se supone que significa exactamente eso? ¿Es que acaso no hay forma de saber cuándo va en serio y cuando está en su modo pinocho?
—Estoy segura de que dijo únicamente lo que siente, lo conozco bien, y no pude notar ningún rastro de mentira o duda en sus palabras —Continua Hinata, sé que ella posiblemente solo lo está diciendo para calmar el evidente estrés que se ha generado en mi por todo este tema, pero sea lo que sea, es mejor que obligue a mi cabeza a dejar de darle vueltas al tema y a Sasuke, mentiroso o no, no puedo ni debo pensar en él más de lo debido, me rehusó a ser la burla de un tipo de nuevo.
Para mi suerte Kankuro llega algún par de minutos después acompañado de Temari para comenzar a trabajar en el tema de la boda, ambos me saludan y se sientan enfrente y aun lado mío respectivamente—¿Está todo en orden? ¿Te sientes bien? —Me susurra Temari en cuanto tiene oportunidad, solo asiento, pero es claro que no ha quedado convencida con mi vaga respuesta. Fuimos creciendo juntas, como hermanas, ella me conoce demasiado, y siempre sabe cuándo algo no está bien, el problema es que ella a diferencia de Ino, me sacara cada una de las palabras que se quedaron en mi garganta una vez que tenga oportunidad, sin importar si tiene que recurrir a métodos violentos.
[...]
Pasada una hora Kankuro se va como ha llegado, y me muero de ganas de salir corriendo detrás de él y pedirle que me salve de la mirada asesina que su hermana está poniendo sobre mí, porque si continuo aquí ella terminara por aplastarme con su mirada y me hará mucho más pequeña de lo que ya soy. Por suerte -o quizá no tanta- mi teléfono suena salvándome de la filosa mirada de la rubia, con mi voz un poco temblorosa respondo la llamada, reconociendo la voz de Gaara del otro lado acompañada de música y demasiado ruido.
—¿Qué es lo que sucede Gaara— Pregunto ganando así -de nuevo- la atención de Temari, y de Matsuri, que casi se quieren pegar a mi para poder oír lo que sea que Gaara tiene para decirme.
—Tienes que venir ahora mismo —Sentencia —Shikamaru me arrastro con sus amigos, y todos están que se caen de borrachos, incluso hay un sujeto que afirma que es tu novio —Se queja, él me parece evidentemente enojado, y no poco, mucho debo decir, sobre todo cuando hace énfasis en la última oración. Por alguna razón desde que somos niños él ha tomado una posición como hermano mayor, siempre cuidando de Temari y de mí, siempre detrás nuestro a pesar de ser mucho menor. El cuelga la llamada después de gritarme hasta no más poder que tengo que hacer algo. Pero vamos, la situación no puede estar tan mal, solo pasaron dos jodidas horas ¿A que ritmo tienen que ingerir alcohol para realmente estar tan mal? ¿O tan poca es su resistencia? Es decir, sé de buena mano que la resistencia de Shikamaru al alcohol es buena, y ni que decir de Naruto, pero Gaara ha gritado que todos están en condiciones deplorables ¿Por qué? ¿Qué fue lo que ingirieron? Comento rápido la situación con mis amigas, que no dudan ni dos minutos en tomar cartas en el asunto, por lo que sin demorar más nos dirigimos al lugar que Gaara me ha indicado, para que luego cada una tome cual costal de papas a su respectiva pareja para comenzar a arrastrarlos fuera del lugar, todas se marchan sin siquiera despedirse, la única que se queda cerca es Matsuri, pero su presencia no es de mucha ayuda de todas formas, porque de todas formas seré yo quien tenga que encargarse de un Sasuke demasiado borracho, sola, todo por jodida mentirosa ¿Podría quizá dejarlo aquí y simplemente llamar a su madre para que venga por él? Claro que podría, pero eso sería bastante desconsiderado de mi parte.
—Sasuke-kun ¿Puedes ponerte en pie? —Él medio asiente y atina a las justas a ponerse en pie de la silla donde se encontraba sentado, justo ahora creo que la palabra "Desparramado" que tanto solía usar la abuela es la forma correcta de describir como se encontraba sobre la pobre silla.
—Te extrañe —Balbucea, para lanzarse sobre mí intentando en vano abrazarme, pero provocando que pierda mi poco equilibrio porque él no solo es más alto que yo, sino que también es un par de Kilos más pesado que yo, así que ambos damos trompicones hacia atrás. Gaara sujeta mi cintura antes de que caiga de trasero al frío suelo del lugar, y una vez más, me siento agradecida con él por salvarme.
—Aleja tus manos de ella niño—Grita Sasuke, intentando torpemente que Gaara retire sus manos de mí, estoy completamente segura de que desde aquí hasta las dos calles siguientes se puede sentir en el aire el peligro que se ha formado ¿Por qué? Esa es una buena pregunta, porque a Gaara lo que menos le agrada es que alguien le grite y adivinen que, Sasuke lo acaba de hacer, y es evidente que quiere buscar problemas con él ¿Por qué es que yo termino en este tipo de situaciones.
—¿Quién demonios crees que eres para decirme que hacer y qué no? — Esta vez es Gaara quien levanta la voz, dispuesto a defenderse si es que Sasuke intenta atacarlo, eso puedo saberlo por la repentina posición defensiva que ha adoptado, con sus brazos cruzados hacia el frente y poniendo a Matsuri detrás de él para que no termine embarrada en nada de esto, pero que buena suerte la de ella debo decir, porque ella está detrás de él, segura, mientras yo estoy justo en el medio de dos toros furiosos que están a punto de atacarse.
—Soy su novio, y no quiero que la toques —Sasuke me toma del brazo y sin mucha consideración me jala para acercarme más a él, poniéndome lejos del rango de los futuros golpes, cosa que agradezco, aunque haya dolido la forma brusca de tomarme del brazo.
—Gaara basta, Sasuke ni siquiera está del todo consiente, lo mejor es dejar que Sakura se encargue de él —Interviene Matsuri, haciendo que Gaara se relaje y se deje arrastrar hacia afuera por la chica, y yo que pensaba que su presencia me era inútil en este momento. Cuando Gaara se va y el ambiente calma me doy cuenta de que en verdad soy todo un imán de problemas ¿Por qué me tiene que pasar todo esto a mí? ¿Tanto me odias Kami-sama? Puedo entender la actitud de Gaara, al menos eso creo, él siempre ha sido un tanto temperamental, además, no creo que a alguien le agrade que otro alguien se aparezca de la nada a gritarle y ser menudamente grosero, ¿Y Sasuke? El caerse de borracho no es ninguna excusa para esas actitudes tan groseras, pero, de cierta forma, supongo que no es del todo consciente de lo que dice y hace.
—Te llevaré a casa— Él no me responde nada, creo que ni siquiera puede procesar mis palabras, y simplemente se deja arrastrar hasta la calle por mí, donde puedo conseguir un taxi, sé que debería simplemente llevarlo a su casa y dejar que sea su madre quien se encargue de él, pero no puedo negar que me sentiría mal por ella si es que hago eso, él no es más un niño que deba dar esa clase se problemas a una mujer tan ocupada como su madre. Así que, -y tomando pésimas decisiones como ya es mi costumbre- creo que lo mejor es llevarlo a mi casa, y esperar a que se le pase rápido, aun es media tarde, y supongo que podría llegar a su casa en un buen horario si es logro que se le baje el alcohol del sistema rápido, sé que quizá mi madre esté en casa, pero me las arreglaré para explicarle los motivos del porque llevo conmigo a un tipo que apenas y se puede mantener en pie.
Una vez en casa, abrir la jodida puerta es toda una misión casi imposible, porque para colmo de mi pésima suerte parece no haber nadie en casa, mi madre y su manía de cubrir tanto turnos como le sea posible sin siquiera descansar, sin preocuparme más, dejo caer a Sasuke en el sillón de la sala, para encaminarme a la cocina para ver si puedo encontrar algo que le devuelva a sus cinco sentidos, para ser honestos, no tengo ni una idea de que sea bueno, no sé mucho sobre gente borracha, solo me ha tocado cuidar de Ino unas dos ocasionales veces, pero ella es sumamente pacifica, y con simplemente dormir un par de horas está como si nada hubiera ocurrido. Cuando regreso a la sala puedo darme cuenta de que se encuentra profundamente dormido, parece tan pacifico, que quien diría que el sujeto estuvo a nada de lanzarse a los golpes con alguien que apenas y conoce solo porque sí. Sus delicadas facciones lo hacen lucir completamente ajeno a este cruel y frio mundo, su rostro parece haber sido creado a medidas para lucir perfecto, que buenos genes los de su familia debo decir, porque mira nada más que tener ese rostro, y sus largas pestañas, su cabello negro que cae rebeldemente en su cara, y sus mejillas ligeramente rojas, sus labios que parecen tan suaves y delicados.
¡Ay por amor de Dios! Me siento aún mucho más tonta porque me he quedado completamente absorta mientras lo observaba dormir, menuda estúpida.
—Sakura— Murmura, no sé sí esta dormido o solo lo pretende, pero oírlo murmurar mi nombre solo hace que mi corazón se sobresalte un poco ¿Por qué? ¿Por qué tiene que confundirme tanto? Para empezar, mi corazón no debería sobresaltar por oír mi nombre de su voz, somos buenos amigos, ha dicho tantas veces mi nombre que ya se escucha bastante natural y como si lo hubiera dicho toda la vida a pesar de conocernos de hace un mes, pero ¿Por qué de repente mi corazón late a toda prisa? ¿Qué demonios es lo que está mal conmigo?
—¿Qué sucede? —Me ánimo a preguntar, aun sabiendo que es posible que no reciba respuesta alguna, al menos no una coherente.
—Te extrañe— Balbucea, abriendo un poco uno de sus ojos, y sonríe de medio lado, para solo segundos después, continuar pretendiendo que duerme, yo no digo nada más, no hay nada que pueda decir ¿Extrañar? ¿Cómo podría él sentir eso? Sin embargo, es la segunda vez en un mismo día que lo dice y sé supone que los niños y los borrachos no mienten. Aun así, regaño a mi cabeza, para que deje de darle vueltas a cosas tan estúpidas, suponer que él habla en serio sería a su vez suponer el cliché en el que él siente algo por mí quizá desde antes de que yo lo enredara en esto, y eso es muy poco probable, imposible, estúpido, porque sí lo fuera lo habría notado ¿No?
[...]
Han pasado un par de horas, y la noche está a nada de dejarse ver, así que él tiene que despertar e irse sí o sí, o su madre se preocupara sí su pequeño no da señales de vida en toda la tarde, así que lo muevo un poco para que por fin despierte —¿Qué sucede? —Balbucea, mientras abre los ojos, para luego mirarme fijamente, admito que la forma en que me observa solo provoca que me ponga terriblemente nerviosa, cosa que nunca antes había sucedido, pero hoy han pasado demasiadas cosas extrañas entre ambos que no estaban dentro de la lista de cosas posibles, es lógico que me ponga repentinamente nerviosa, por lo que solo sonrío a medias —¿Qué es lo qué haces aquí…? —Pregunta, por su tono de voz un poco más normal me es evidente que se encuentra un poco más consciente de lo que sucede a su alrededor, pero su pregunta me hace pensar que no se ha espabilado del todo pues no ha observado donde se encuentra ¿Qué hago aquí? Pues aquí vivo amigo.
—Está es mi casa— Bromeo, él se incorpora rápidamente y observa cada uno de los rincones cercanos para confirmar mis palabras, algunos segundos después sus mejillas se vuelven rojas, lo que hace que mi sonrisa se haga un poco más grande y confiada. —Toma esto, te sentirás mejor— Menciono dándole una taza con el café más cargado posible, él no rechista y se la toma —¿Te sientes un poco mejor? —Pregunto un par de minutos después, cuando su rostro parece mucho más relajado, él asiente, pero se queda unos minutos más sentado en el sofá, observando a su alrededor, y posteriormente a mí, que me encuentro aun de pie frente a él, repite está misma acción unas cuatro veces más, y yo siento que mis piernas se vuelven gelatinas cada vez que me mira ¡Despierta de una buena vez Sakura!
Cuando los minutos han pasado tan lentos y tortuosos le pido un taxi para que vaya a casa, una vez libre de su presencia regreso al interior de mi casa, dejándome caer en el sofá donde él ha estado antes, todo alrededor huele igual a él, y de a poco se apodera de mi conciencia, el suave aroma de su perfume llena el aire del lugar por completo, y me hace sentir mucho mejor, se siente bien, tan cómodo que podría acostumbrarme. Pero debo estar lo que le sigue a loca para pensar eso solo porque su perfume me gusta mucho, no puedo pensar en el hecho de que puedo acostumbrarme a él, porque no soy una niña pequeña necesitada de amor que se va a ir corriendo sin pensar a los brazos de la primera persona que la trata bien, yo no soy así, por lo que lo mejor es que frene mi cabeza y a mi corazón acelerado de una buena vez.
Sasuke
La última cosa que mi muy revuelta cabeza recuerda es a todos esos que se dicen mis amigos a mi alrededor, ingiriendo alcohol como si no hubiera un mañana, y siendo todos unos parlanchines sobre las diez mil maravillas que hacen sus parejas, la locura de haber caído en las garras del amor, como dice Neji, empero, luego ya no hay nada más en mi cabeza, las cosas son bastante confusas y borrosas para mí, lo único que tengo claro es que, el dulce aroma a cerezas de Sakura apareció de repente, pero quizá solo sea parte de un muy bonito sueño. Porque eso es lo que Sakura es para mí, un bonito sueño, irreal, y poco probable, tan cercano y lejano a la vez, como un terremoto que puede hacer y deshacer a su gusto mientras pasa, sigo soñando mientras siento su aroma, no tengo ninguna duda de eso, no puede ser más que un sueño, me lo dice su pacifica voz que me habla y acaricia mi rostro, tontamente me siento aún más deseoso de despertar y descubrir que no es un sueño, me siento deseoso de estar con ella, es algo que siento muy dentro de mí, siento que cada parte de mi ser necesita aquel extraño remolino de emociones que se forman con ella cerca.
Muy para mi sorpresa al abrir los ojos la descubro frente a mí, con una sonrisa apenas perceptible en su lindo rostro, y me doy cuenta de que posiblemente he terminado por hacer un enorme ridículo solo por seguirle sus tontos juegos a Neji, y yo creyendo que sería el más responsable de todos nosotros, por amor de todos los Dioses, por su culpa termine en casa de Sakura haciendo sabrá Dios que clase de tonterías. En cuanto llego a casa me doy cuenta de que no hay ni un alma, seguro mi madre ha tenido algún asunto urgente que resolver en el trabajo, porque por lo general ya suele estar en casa a esta hora, también puedo darme cuenta de que hay un plato con comida en la mesa perfectamente servido y hasta un poco caliente, pero no tengo ganas algunas de comer nada, solo quiero ir a dormir y no despertar en los siguientes veinte años.
¿Qué es lo que sucede conmigo últimamente? Bien, lo voy a admitir, ella me gusta, y mucho, como nunca nadie antes me había gustado, y no es por el hecho de que es bonita, ella tiene muchas otras cualidades importantes, ni siquiera puedo decir que se trata de una simple atracción física, pero tampoco puedo asegurar que pueda llegar a algo más, pero la he observado por tanto tiempo que me sigue pareciendo irreal que seamos amigos, soy consciente de que eso debería ser todo, aun así, no puedo evitar sentirme terriblemente bien cuando estoy con ella, y en esos momentos deseo que el tiempo se detenga, solo para poder seguir cerca de ella, poder respirar su aroma, y observar sus bonitos ojos verdes, porque eso es suficiente para que mi corazón se sienta fuera de control, porque ese traicionero late cual loco cuando ella está presente. Pero tampoco es que fantasee con que hay algo más entre nosotros, porque hay demasiadas cosas enredadas en el medio, por ejemplo, que para ella solo soy una persona más en su vida, como cualquier otra en el mundo, un recién conocido que no es más relevante que el perro de la esquina, ella sigue teniendo sentimientos hacia Naruto, y eso no me deja ni el más mínimo de los espacios para siquiera intentar algo, y no, la verdad es que aunque pudiera, dejarme llevar por algo que no tengo claro y lanzarme a por ella solo porque sí, me haría ver como el más grande de los idiotas.
Además, mi consciencia me dice que estaría mal acercarme tan descaradamente a alguien que solo está cerca de mí por ayuda, se supone que mi única misión en su vida es ayudarla a no caer en el repudio social -o algo de eso dijo ella- se supone que debería estar prohibido para mí sentir algo, dentro del millón de cosas imposibles del mundo, que ella llegue a sentir algo por mí es uno de los primeros puestos de la larga lista, sería como pedirle a un burro que hable -Y no, que Naruto hable no cuenta para nada- De todas formas, mis sentimientos no terminan de ser del todo claros ni para mí mismo, no puedo apresurarme y pensar que mis sentimientos por ella están creciendo, lo mejor es dejar que el tiempo siga pasando, y que este mismo consiga aclarar mi mente tan confundida, al menos se supone que eso debería pasar, quizá en un futuro esa marea de sentimientos cambie, ya sea para bien o para mal, sea que termine cayendo aún más en su encanto, o que se vuelva insoportable como todas las que hay a mi alrededor, y mientras ninguna de las dos cosas sucedan, mientras las cosas no se acomoden a nuestro alrededor, lo mejor es intentar mantener la cordura, y no intentar caminar ni un solo paso más hacia ella.
¿Por qué? Porque no quiero hacerle daño, ni por apresurarme, ni porque mi cabeza este jugándome alguna mala broma, no quiero hacerle más daño del que ya le hicieron, porque al menos en este momento sé que ella es importante y dañar su corazón no es una opción.
[...]
Nota: Sí, Sasuke se encuentra constantemente en negación porque quiere proteger su corazoncito y el de Sakura, que bonito que es el amor, en fin, estos días son días de pruebas, y de festivos, así los tiempos libres son escasos, pero sigo intentando venir seguido por aquí, los tqm.
