Capítulo 3

Universidad, un término algo complicado

Era una tarde fresca y una chica estaba sentada en el balcón de su nuevo cuarto, su día había sido excepcionalmente agotador, después de haber tenido el último examen de admisión a la universidad, llegó corriendo a su casa ya que ese día llegaba el camión de la mudanza.

Sus responsabilidades habían crecido tanto como ella, que ya tenía 17 años, no sabía como lo hacía para repartir su tiempo, entre el club de arco, el voley y el colegio. Apenas tenía tiempo para tener amigos, lo que significaba que había perdido casi todo el contacto con Inuyasha, Sango sin embargo, se mantenía fiel a ella, y siempre la acompañaba en todo. Kagome y Sango eran las chicas más codiciadas del colegio, y como ya estaban en el último año, deberían decidir que carrera seguirían.

La nueva casa Higurashi era mucho más grande que la antigua, su situación económica había mejorado notablemente ya que actualmente el señor Higurashi era un conocido empresario, por lo cual, sus padres, le daban la oportunidad a su hija mayor para ir a estudiar al extranjero, donde tal vez tendría más posibilidades, en eso se hallaba pensando la chica mientras miraba unos pequeños pajaritos que se bañaban en la pileta del jardín, se había pasado semanas pensando en la decisión que tomaría, y por fin se había decidido, estudiaría en Hokkaido, pero si se iba, no tenía mas remedio que cortar con su novio Hojo, después de todo, el amor a la distancia no funcionaba. Los pensamientos de la jovencita fueron interrumpidos por un grito de su madre

-¡Kagome, ¡Hojo te está esperando abajo!

-¿eh? ¡Ya voy mamá!-le respondió la chica

Kagome bajó apresuradamente las escaleras, hoy sería el día en que le contara a Hojo sobre su decisión, no sabía como se lo iba a tomar, sólo esperaba que las cosas terminaran bien, después de todo, en unas semana se mudaría a Hokkaido, así Inuyasha no podría reclamarle (como le habia dicho en la última carta) de que ya ni se preocupaba por el y que difícilmente se podrían ver.

Pisó el último peldaño y miró a la puerta de la casa, ahí estaba Hojo saludándola con una mano y con una gran sonrisa

-¡Kagome! Que bueno que… ¿qué sucede?-le preguntó viendo que su novia tenía un semblante diferente

-bueno Hojo, tenemos que hablar-dijo ella seriamente y tomándolo de la mano para que fueran a caminar

Cruzaron la calle y caminaron unas cuantas cuadras, allí había un lindo parque, se sentaron en una banca y comenzaron a platicar.

-Hojo, tu sabes que dentro de dos meses entraremos a la universidad ¿verdad?

-sí Kagome, pero si es por eso por lo que estás preocupada, creo que te fue muy bien por lo que me has contado

-no Hojo, no es por los puntajes, es que… ¿tú decidiste que estudiar?

-bueno, sí, creo que quiero estudiar algún tipo de ingeniería, así puedo estudiar aquí en Tokyo ¿y tú ya decidiste?

-sí, Hojo yo… voy a estudiar psicología-dijo la chica bajando la mirada

-¡oh! Pero eso está muy bien Kagome, creo que tienes aptitudes para serlo-le espetó Hojo emocionado

-si pero ese es precisamente el problema, mis padres me dan la oportunidad de irme a estudiar a cualquier otra parte y bueno yo… he decidido irme a estudiar a Hokkaido- finalizó con determinación

-vaya, eso está muy lejos Kagome-dijo un tanto decepcionado el chico- pero aún así podemos seguir escribiéndonos, podemos seguir siendo novios y nos veremos no sé, los fines de semana largos y en las vacaciones

-No Hojo, no confío en las relaciones a la distancia, creo que lo nuestro debería quedar así y seguir siendo amigos-le dijo Kagome quien de repente había encontrado muy interesante sus zapatillas

El silencio se extendió a su alrededor, ninguno sabía que más decir, ya no había vuelta atrás, pronto el cielo comenzó a oscurecerse, y fue en ese momento cuando Hojo se levantó de la banca y sin mirar a Kagome y apretando los puños se dio vuelta haciendo un ademán de marcharse

-está bien-dijo con una voz que sonaba afligida- bueno, nos estamos viendo

-Hojo…

-no Kagome, está bien, tienes que pensar en tu futuro y es probable que tengas muchas oportunidades en Hokkaido y lo comprendo, sólo espero que sigamos siendo amigos-dicho esto el chico se dio la vuelta y abrazó fuertemente a Kagome, le dio un pequeño beso en la mejilla y murmuró- que pena que esto termine aquí, pero siempre voy a recordar los buenos momentos, espero que tu también lo hagas

Hojo se marchó dejando a una pensativa Kagome sentada en el banco, había querido mucho al chico, después de todo, su relación había durado un año, pero ya no había vuelta atrás, le había costado bastante tomar la decisión y la mantendría en pié.

La joven se levantó del banco y se encaminó hacia su hogar, en cuanto entró en el, Buyo saltó a sus brazos, Kagome lo cogió y se dirigió al comedor, donde se encontraba toda su familia reunida lista para la cena.

-Hermana te estábamos esperando-le dijo Sota su hermano menor

-Sí, siento la demora-dijo ella sentándose junto a su hermano

-¿pasa algo hija?-preguntó la señora Higurashi

-¿no estarás enferma verdad Kagome?-dijo el abuelo-porque yo te podría dar un excelen….

-No abuelo, no estoy enferma-lo interrumpió ella mientras se servía ensalada

-¿hay algo que nos quieras decir Kagome?-preguntó su padre

-bueno, a decir verdad… aprovecho que estamos todos para darles una noticia- dijo algo nerviosa- bueno, ustedes me dijeron que yo me podía ir a estudiar al extranjero, bueno pensé en esa posibilidad, pero no quise porque sería demasiado lejos de ustedes

-¡¿entonces te quedas en Tokyo hermana!-pregunto emocionado Sota

-No, he decido… irme a Hokkaido-dijo con determinación la chica

Luego de las palabras de Kagome un raro silenció adornó la sala, la cara de todos ponía en evidencia que ellos jamás habrían pensado que Kagome se iría de verdad de Tokyo. El silencio era bastante incómodo, sobre todo para Kagome, por lo que Sonomi fue la primera en hablar

-Bien hija, ¿y cuando te vas?

-Osea que… ¿me dejan ir a vivir a Hokkaido?-preguntó ilusionada

-Por supuesto Kagome-intervino su padre- ya puedes decidir lo que quieres hacer de tu vida hija, eres una chica muy madura y eso lo hemos tenido en cuenta

-¡muchas gracias de verdad!

-Pero, hermana…-dijo Sota que no podía ocultar su tristeza- te vamos a extrañar

-Lo sé Sota, pero prometo que los llamaré y les escribiré ¿si?

-Creo que ya en la próxima semana deberías mudarte Kagome, después de todo tienes que adaptarte-agregó el abuelo

-pero abuelo ¿no cree que sería demasiado apurado?-preguntó con desconfianza

-No hija-dijo su madre- le encuentro la razón a tu abuelo, tu no sabes como es Hokkaido, y si quieres adaptarte a la ciudad debes conocerla, y no por mapas, sino por ti misma

-está bien mamá, pero entonces ¿me voy la próxima semana?

-Sí Kagome, es lo mejor-concluyó su padre retirándose con los platos en la mano para llevarlos a la cocina

Todos subieron a sus habitaciones respectivas, el día había sido agotador y la familia Higurashi se merecía un descanso, después de todo, la noche ya había caído sobre la ciudad de Tokyo y traía con ella la luna y las hermosas estrellas que adornaban la oscuridad.

Kagome se sentó en su cama, necesitaba hablar con Sango, su amiga aún no sabía que ella dejaba la ciudad de Tokyo. Cogió el teléfono que estaba en el escritorio y marcó el número de su amiga

-¿diga?-respondió la voz de Sango al otro lado del teléfono

-Sango, soy yo, Kagome

-¡oh!¡Kagome, en este mismo instante estaba pensando en llamarte, te tengo una noticia

-¿cuál?¿estás saliendo con Miroku?-preguntó traviesa Kagome

-No precisamente, pero, me voy a vivir a Hokkaido y el igual se va, aunque no sabes como me costó decidirme Kagome, no quiero que te quedes sola en Tokyo, pero después pensé en Hojo

-Por lo de Hojo… bueno hoy terminé con el

-¡¿pero por qué!

-Sango cálmate, es porque al igual que tú, yo me voy a Hokkaido amiga

-¡¿QUÉ! ¡¿Kagome, de verdad!-preguntó emocionada su amiga

-sí Sango, así que nos podríamos ir juntas ¿Qué te parece?

-¡Claro! ¿cuándo te vas tu?

-Bueno, mi mamá dice que para adaptarme, me vaya la próxima semana

-sí, tiene razón, bueno ¿Qué te parece el martes?

-sí, claro

-Ok, entonces, ¿nos vemos el martes?

-¡Claro!-exclamó emocionada la chica

-bueno Kagome, ya me tengo que ir, mi mamá me llama, ¡Que estés bien amiga! ¡cuidate!

-Gracias Sango, tu igual, adiós-dijo ella dejando el teléfono donde estaba.

Kagome se desvistió y se puso el pijama, se acostó y cerró los ojos para entrar en un profundo sueño. Definitivamente su semana sería agotadora.

N.a.: ¡Me quedó más largo este capítulo! Bueno, eso creo jajaja, espero les haya gustado el tercer capítulo, yo creo que pronto subiré el cuarto porque como me gustó la historia me emociono escribiendo ' bueno, se cuiidaan y dejen reviews! Que así me dan más ganas de continuar!

Adiooos!

Agradecimientos:

Anapalll: Bueno, aquí no sale mucho de Inuyasha pero en el siguiente capítulo creo que saldrá algo que bueno que te haya gustado el segundo capítulo también

Uncho.kaNu: ¿verdad que son tiernoos, bueno aunque aquí ya están más grandes ' espero que te haya gustado el tercer capítulo, y para ser yo te aseguro que no me demoré nada en subirlo xD

o0kyoko0o: Muchas gracias por el review! Uy me halaga que me digas que te gusta mi forma de escribir! es que a mi me encanta escribir historias y por eso hago fan fics para poder perfeccionar esa parte . Y en el siguiente capítulo ya saldrá algo más de Inuyasha