Capítulo 5

Nuestro primer día juntos

Hacía tan sólo unos momentos, los mejores amigos de la infancia, se habían reencontrado por una casualidad y en este momento, se encontraban sentados en el sofá del departamento de Kagome charlando amenamente mientras se tomaban un café.

-vaya susto que me diste hace un rato Inuyasha, hasta se me cayó el helado- rió la chica

-bueno, el helado se puede reponer, mañana vamos a tomar helados al parque, yo invito-dijo el chico divertido- en todo caso… sabía que te encontraría igual de enana, pulga

-¡INUYASHA! ¡eres un ogro!-dijo lanzándole un cojín

-Mira, pero si es una ogra enana-rió protegiéndose del cojín que venía directo a su cara

-¡uy! ¡cómo me haces enojar!

-ok, ok, no más… por cierto… ¿qué haces en Hokkaido? Porque si me viniste a ver, no era necesario comprar un departamento tan grande ¿no crees?

-No seas egocéntrico Inuyasha, si vine a Hokkaido, es porque quiero estudiar en la universidad aquí-le dijo la chica enfadada

-¡Kagome! ¡¿de verdad te alcanzó el puntaje!-dijo el chico riendo, le encantaba verla molesta

-¡Como fastidias Inuyasha! Apropósito ¿qué estudias tu?-preguntó con curiosidad

-ah eso… estoy estudiando medicina

-la verdad Inu, no me gustaría tener a un doctor como tu-rió la chica, pero se dio cuenta de que su amigo no reía con ella, el estaba pensativo. Se sintió atrapada por unos fuertes brazos, era Inuyasha, la volvía a abrazar

-Kagome… no sabes cuanto te extrañe-susurró el chico mientras la abrazaba

-Inuyasha… yo…

Pero el lindo momento, se vió interrumpido por el celular de Inuyasha que sonaba, Inuyasha lo tomó en sus manos y contestó la llamada

-¿Kouga?

-sí-respondió el chico- Inuyasha, ¿Qué haces? Hoy es la fiesta de Ayame ¿recuerdas? Deberías haber estado aquí hace media hora

-¡Lo siento! ¡lo olvidé por completo, nos vemos allá, voy enseguida, adiós

Inuyasha dejó el celular en su pantalón y se levantó del sillón

-¿sucede algo Inu?-preguntó intrigada Kagome

-no, nada, es que hoy está de cumpleaños una amiga y va a hacer una fiesta, y yo tenía que llevar las luces, pero se me olvidó por completo, así que iré a buscarlas al departamento para ir luego

-ah… o sea que ¿te vas?-dijo con cara de pena

-sí-pero al ver la cara de su amiga, agregó-pero este… si quieres puedes venir conmigo enana

-¡Inuyasha! ¡deja de decirme así!

-¡Feh, está bien, bueno, ¿vienes o no?-le preguntó abriendo la puerta

-ok, pero por lo menos deja cambiarme de ropa

-¡así estás bien Kagome!

-pero Inuyasha…

-mira, saca tu ropa y la llevas a mi casa y para no perder tiempo, mientras busco las luces te cambias-dijo fastidiado

-Está bien-asintió ella y fue hacia su habitación para sacar la maleta

Minutos después, se encontraban cruzando la calle y entrando en el otro edificio, al parecer, Inuyasha y Kagome eran vecinos. Subieron hasta el noveno piso, donde el ascensor se abrió y ellos bajaron, caminaron por el pasillo y entraron por una de las puertas

-¡Vaya Inuyasha! Jamás pensé que eras tan buen decorador-dijo la chica mirando a su alrededor

-feh, no lo hice yo-dijo mientras tiraba las llaves en la mesita de centro- fue mi mamá, pero para variar viajó al igual que mi papá

-ya veo… bueno Inu, ¿puedo ir a cambiarme?

-está bien niñita fastidiosa, no te demores mucho ¿está bien?

-¡Inuyasha!-dijo molesta- oye pero… ¿me puedes decir donde está el baño?

-allá-dijo apuntando hacia una de las puertas

-¡Gracias!

Inuyasha se fue a su habitación a buscar las luces y Kagome al baño, siempre había tenido la costumbre de demorarse cuando se arreglaba, pero sabía que si tardaba, Inuyasha se molestaría y no quería verlo enojado, por lo que se apuró y en 10 minutos estaba lista, llevaba puesto un top rosado, una mini de mezclilla con calzas negras y zapatillas de lona rosadas

-¡Listo! ¿nos vamos?-le preguntó sonriendo

-por……fin-dijo sorprendido al ver a la chica-eh… vamos en mi auto

Los chicos bajaron hasta el estacionamiento, donde subieron al auto de Inuyasha, el cual pisó el acelerador, y se fueron a bastante velocidad a la casa de Ayame

-Llegamos-dijo Inuyasha sacándose el cinturón- Kagome…

-¿qué sucede Inuyasha?

-recuerda que tú vienes conmigo-le dijo seriamente bajándose del auto. Kagome lo imitó, pero no sabía a qué se refería Inuyasha. Tocaron el timbre y abrió una chica de más o menos la edad de Kagome

-¡Inuyasha! Por fin llegas, ¿trajiste las luces?

-sí Ayame, Felíz cumpleaños-dijo entregándole un regalo

-¡Muchas gracias Inuyasha!

-ehh, Ayame, ella es una amiga, Kagome

-¡Mucho gusto!-dijo Ayame sonriendo

-igualmente-respondió Kagome

-Bueno, pasen, Inuyasha, pásale las luces a Kouga, el se encargará de ponerlas

-Ayame-dijo Kagome- ¿me puedes decir donde está el baño?

-sí, claro, mira, caminas derecho y doblas a la izquierda, es la segunda puerta a tu derecha

-Gracias-sonrió Kagome- Inuyasha, vuelvo enseguida

-sí, te esperaré aquí Kagome

-No me digas Inu-dijo Ayame cuando Kagome se había perdido de vista- ¿una de tus nuevas conquistas?

-¡feh! No Ayame, Kagome es mi mejor amiga desde la infancia

-pero se ve que no estás interesado en ella sólo como amiga Inuyasha, lo veo en tus ojos, no me puedes mentir, te conozco

-Ayame, creo que la televisión te está afectando, ella es solamente mi amiga-dijo no muy seguro

-¡volví!-exclamó Kagome

-¡Hola!-decía una voz al mismo tiempo

-¡Kouga, toma-dijo Ayame pasándole las luces- ponlas tú por favor, no confío mucho en Inuyasha para hacer esto-rió Ayame

-está bien Ayame-dijo recibiendo las luces, pero se dio cuenta de la presencia de alguien más allí, Kagome- Inuyasha, ¿por qué no me presentas a tu amiga? Que mal educado eres

-feh, Kouga, ella es Kagome, Kagome, el es Kouga

-Mucho gusto preciosa-dijo Kouga tomando una de las manos de Kagome

-¡Suéltala tonto!-dijo Inuyasha poniéndose entre los dos- no te atrevas a tocarla ¿me oíste?

-vaya, parece que el cara de perro se enamoró

-grgrgr, a quién le dices cara de perro lobo sarnoso

-a ti, ¿a quién más podría ser?

-ya, ya, ya, Kouga, ve a poner las luces si no quieres que me enoje-le dijo Ayame arrastrando al chico

-Vaya, parece que se llevan muy bien Inuyasha-rió Kagome divertida

-¡Si tanto te gusta Kagome, pues vete con él! ¡a mi no me importa! ¡¿me oíste!-gritó Inuyasha sin pensar, pero la ira que tenía contra Kouga, no pasaba y la situación se le escapó de las manos.

Kagome quedó pasmada, nunca pensó que Inuyasha reaccionaría así, no lograba entender, su mente no procesaba con rapidez las palabras que habían salido de los labios de su amigo, solamente atinó a alejarse de él, pero cuando había dado dos pasos hacia la puerta, una mano le sujetó con fuerza el brazo y no la dejó ir

-dis… discúlpame- dijo Inuyasha nervioso, nunca había pedido una disculpa a nadie, sin embargo, ella lo hacía sentir extraño

-no sé que te sucede Inuyasha, pero si vas a seguir así, me quiero ir, y si tu no quieres llamo a un taxi

-Kagome, lo siento, de verdad, es que…- pero lo siguiente Kagome no lo pudo escuchar ya que la música había comenzado a sonar estruendosamente

-¡Kagome!-dijo el chico gritando-¡vamos afuera! ¡tenemos que conversar!

Inuyasha tomó de la mano a su amiga y la llevó afuera, donde estaba estacionado el auto, se apoyaron en un árbol que había cerca y el silencio se hizo presente, hasta que Kagome lo rompió.

-mira Inuyasha, no sé realmente que pasó allá adentro, apenas conozco a ese chico, y en ningún momento lo mencioné directamente, no tenías por qué tratarme así ¿no crees?

-Kagome, bueno verás, yo tampoco sé que me sucedió pero no pude evitar sentirme cel… o sea furioso al ver que ese cretino se acercaba a ti!-dijo Inuyasha rojo, ya que había estado a punto de soltar más de lo que debía-no fue mi intención gritarte Kagome, lo siento, tu sabes que eres muy importante para mí-dijo abrazándola

-Inuyasha… está bien-le dijo correspondiendo el abrazo- pero me quiero ir, estoy cansada recuerda que recién hoy llegué de Tokyo, pero llamaré a un taxi, no te preocupes

-No seas tonta, de todas maneras, no tengo motivos para quedarme-dijo sacando las llaves del auto de su bolsillo y sacándole la alarma para que pudiesen entrar

Inuyasha manejó en silencio, no podía dejar de pensar en esa sensación que sintió al ver a Kouga tan cerca de Kagome, pero un gritito lo sacó de su ensimismamiento

-¿qué sucede Kagome?

-¡ay! Inu, no traje las llaves de mi departamento, tendré que llamar a un cerrajero

-Kagome, son las 11 de la noche, sinceramente ¿crees que algún cerrajero se levante exclusivamente para abrir la puerta de tu departamento?

-Pero ¡¿dónde dormiré!-exclamó ella- Sango debe estar dormida a etsa hora y no quisiera molestarla

-Puedes dormir conmigo…

-¿eh?-dijo Kagome poniéndose roja

-¡O sea no conmigo! En mi departamento, en el cuarto de mis padres-dijo el chico corrigiéndose poniéndose del mismo color que su amiga

-está bien, pero mañana a primera hora llamamos a un cerrajero ¿si?

-ok-dijo estacionando el auto en el estacionamiento del edificio

Bajaron del auto y subieron al ascensor que los llevaría al piso de Inuyasha, el cual sacó las llaves y abrió la puerta dejando entrar a Kagome primero. Encendieron las luces y dejaron las cosas sobre el sillón

-¿quieres cenar?-dijo sacando pastas de la despensa

-está bien, ¿te ayudo?-preguntó ella

-no, no te preocupes, si quieres mira televisión, no me demoro nada en hacer la cena

Kagome se sentó y comenzó a cambiar los canales, hasta que un rato después estaba lista la cena y la mesa puesta, Kagome se sentó e Inuyasha llevó los platos, comieron en silencio y luego retiraron los platos de la mesa

-te quedó muy deliciosa la cena Inuyasha-sonrió Kagome- Muchas gracias

-no hay de… de… de qué-dijo sin poder reprimir un bostezo-estoy muy cansado y tu igual debes estarlo

-sí, ¿me puedo ir a acostar?

-claro-dijo Inuyasha-yo igual me iré a acostar

-Buenas noches Inuyasha-dijo Kagome dándole un pequeño beso en la mejilla sin pensar

-bue… buenas noches-le respondió Inuyasha rojo y tocándose donde Kagome le había dado el beso

Kagome entró en la habitación, se asombró, ya que era muy grande, y la tendría sólo para ella. Se desvistió quedando solamente con el top, Inuyasha le había dejado un pijama, seguramente de su madre, sobre la cama, la chica se lo puso y se metió en la cama, nunca le habían gustado realmente las habitaciones muy espaciosas, y cuando vivía en Tokyo, la habitación de su hermano era más grande que la de ella. Cerró los ojos tratando de conciliar el sueño, pero la cama era tan grande, que no se calentaba nunca y se estaba congelando, si seguía así, seguramente pescaría un resfrío.

No muy consciente de lo que hacía, ya que el sueño la había tomado por completo, se levantó, tomó una bata y salió de la habitación en dirección al cuarto de Inuyasha, aún con la oscuridad, podía divisar la puerta de la habitación del chico, no daba más del frío y no quería resfriarse, abrió la puerta y entró sigilosamente, sin embargo Inuyasha no dormía

-¿sucede algo Kagome?-preguntó preocupado el chico mientras prendía la luz

-Tengo frío Inuyasha…-dijo con voz somnolienta- ¿me puedo quedar aquí?

-eh… claro, yo dormiré en la habitación de mis padres no hay problema-dijo sentándose en la cama

-No, quédate conmigo ¿si?

-pero Kagome…

-por favor-dijo con los ojos cerrados por el sueño

-Kagome… está bien-dijo el chico completamente rojo, pero no se podía resistir a la dulce voz de su amiga, por lo que volvió a acostarse y hacerle un espacio en la cama a la chica, la cual se quitó la bata y entro en la cama.

Inuyasha se dio vuelta, ya que estaba muy cerca de Kgaome y eso lo ponía nervioso sin motivo aparente. Sin embargo, la chica aún medio dormida lo abrazó y le dijo

-abrázame ¿si?

Inuyasha no podía más de tan rojo que estaba, se dio vuelta y se encontró con el rostro de Kagome muy cerca del suyo, miles de pensamientos llegaron en una fracción de segundo a su cabeza, sin embargo, se decidió por el más cuerdo, la abrazó fuertemente y apoyó su mentón en la cabeza de Kagome quien se había aferrado más al pecho de este, y entre sueños murmuró algo que sonó a

-Inuyasha… te quiero

El chico pestañeó sorprendido, sin embargo esbozó una sonrisa, una de las más sinceras que había hecho en su vida y bajito para no despertarla susurró

-Yo también Kagome-besó su frente y se quedó profundamente dormido

N.a.: ayy por fiin lo terminé! Es que ya lo tenía listo pero no me acuerdo en que carpeta lo había grabado pero bueno… disculpen la demora jeje

Agradecimientos

Minue: jajaja, bueno, hay que soñar de vez en cuando no crees¿? Jajajaja, y la verdad creo que tienes razón con eso de que no se encuentran departamentos así que no sean caros ' ojala te haya gustado este cap! Nos vemos!

Neishon: que bueno que te haya gustado! Este está más largo, esque lo hice así por la demora

Unchou.kaNu: oh! Disculpa! Es que a veces ando tan apurada que no miro bien! Eso me pasa por ser tan acelerada, lo de los brazaletes… me salió de la nada! Jajaja igual creí que sería bonito ponerlo así!

anapana111: Tu fic está buenisimo! Disculpa si no te dejo review, es que como ya dije soy muy atolondrada, entonces ni me acuerdo si te deje review ', espero que te haya gustado este capítulo igual!

Kagome-SakuraSaku: jeje, disculpa la tardanza! Que bueno que te haya gustado, espero que este cap. También sea de tu agrado, además me inspiré y me quedó un poco más largo

Yuris: vaya, que coincidencia, esta historia está hecha en base a cosas muy similares que me han pasado, sólo algunas! Jajajaja, ojalá te haya gustado este cap me demore mucho en subirlo!

kanke-chan: que bueno que te haya gustaado! Y bueno que también te haya gustado este capítulo, porque no sabes cuantos problemas tuve para poder escribirlo -- jeje