En el capítulo anterior:
Kagome no aguantó y se abrazó de él para seguir llorando. Sanjiro le devolvió el abrazo a modo de apoyo, no sabía lo que le pasaba a esa chica, sin embargo debía ser algo muy malo para que llorara así. Cuando Kagome se calmó, se sentaron en el borde de una fuente y entablaron una conversación
-Dime¿Qué te tiene así?
-No es nada importante Sanjiro, no te preocupes…-respondió secando las lágrimas que le quedaban
-¿Es por un chico verdad?
-Sí… es mi mejor amigo… pero hoy discutimos y me gritó…
-¿El es más que un amigo para ti, verdad?-preguntó causando asombro en la chica
-¿Co… como lo sabes?
-sólo lo supuse… vamos Kagome… de seguro su enojo se pasará en cuestión de días, no sé el motivo de su enojo y tampoco tendría por qué saberlo ya que apenas nos conocemos, pero el pronto se dará cuenta del error que cometió al haberte gritado. Además no cualquiera es el mejor amigo de una chica tan linda como tu-dijo guiñando un ojo haciendo que Kagome le regalara una pequeña sonrisa.
-gracias…-dijo bajito
-No hay por qué, es la verdad… a propósito… creo que no es la hora adecuada para que una señorita como tu ande sola por estos lugares ¿te voy a dejar a tu casa?
-No, no te molestes, yo me puedo ir sola
-No, no es ninguna molestia yo te llevo
Y así los dos caminaron hasta el edificio de Kagome donde se despidieron no sin antes por supuesto intercambiar números de teléfonos.
Kagome entró en el silencio de su departamento y se recostó sobre la cama
-Inuyasha que haré contigo….- susurró al viento mientras el sueño la vencía
Capítulo 10
El último adiós
Abrió los ojos sin ánimo alguno, sentía como la lluvia caía con furia afuera. Ya habían pasado 2 largas semanas y aún seguía molesta con Inuyasha. No sabía si seguir con eso de desenmascarar a Kikyo o dejarlo hasta ahí… después de todo el se veía bastante feliz con ella.
Pero que estupideces estaba pensando. Kikyo era una arpía y estaba segura de que no tenía ninguna intención buena con el chico. Sonó el timbre, llevaba puestas las bragas y un top que usaba para dormir, no se preocupó en ponerse nada más ya que pensó que era Sango, porque nadie más iría a verla y menos a esa hora.
-Pasa Sango-murmuró desganadamente sin mirar a quien le había abierto la puerta.
El individuo se quedó idiotizado en el marco de la puerta hasta que pudo hablar
-Deberías ver a quien invitas a pasar primero ¿no Kagome?-dijo una fuerte voz masculina a sus espaldas. La chica tenía un cigarro en una mano y un cenicero en la otra, el cual cayó en la alfombra, pero por suerte no se rompió
-Inu…yasha…-musitó anonadada
-¿Desde cuando fumas Kagome?-preguntó mirándola con reproche
-No te importa-dijo volteando la cabeza dolida- ahora si quieres puedes pasar pero me tendrás que esperar a que me ponga algo
Inuyasha no lo dudó y entro rápidamente sentándose en el sillón. Kagome subió la escalera y busco el pantalón del pijama que se puso rápidamente para luego bajar y mirar con algo de recelo al chico que tenía sentado en frente de ella
-Qué desagradable hábito has tomado Kagome
-Ja¿y desde cuando te preocupas tanto por mí Inuyasha?
-¡Sabes que siempre me he preocupado por ti, porque soy tu amigo!-le reprochó
-¡ah, verdad, se me olvidaba¡Pero que tonta fui¡Perdóname por favor, pero es que no sabía que los amigos se tenían desconfianza-contestó sarcásticamente la chica miranda con algo de ira en los ojos.
-¡Ok¡Lo admito¡Se que estuvo mal haberte tratado de esa manera Kagome, pero es que no se por qué hablaste así de Kikyo
-¿Dejémoslo así, quieres?- sugirió con un tono de fastidio
-¡Claro, la salida fácil ¿verdad, dejar todo como está y nunca te he conocido y jamás en mi vida te había visto ¿es eso lo que quieres Kagome Higurashi!- gritó descontroladamente levantándose del sillón y tomando a la chica por los hombros quedando a escasos centímetros de su cara
-¡Déjame en paz Inuyasha!-exclamó tratando de deshacerse de sus manos
-¡Dime que me odias y te juro que nunca más me volverás a ver Higurashi!- la desafió con determinación
Pasaron segundos en que Kagome lo miró fijo y su corazón no pudo más, todo estaba volviendo. Sus ojos no aguantaban las lágrimas que una a una comenzaron a rodar por su cara. Apenas sintió como el chico soltaba sus hombros y la abrazaba. Ella sólo apoyó su cara en el fornido pecho de Inuyasha y lloró…
Una vez que se tranquilizó, se limpió lo que quedaba de lágrimas y lo miró directamente a los ojos.
-¿Qué no entiendes?-preguntó amargamente
-¿Entender qué Kagome?
-¡No te puedo odiar¡Mi corazón me lo impide!
-Que alivio… estas dos semanas no me podía sacar de la cabeza que me odiabas y que no me querrías ver ni en pintura
-No me preocupé de hablarte ya que te vi de lo más bien con Kikyo y pensé que tal vez yo no significaba tanto para ti como ella…
-¡Kagome si estoy con Kikyo no es por que quiero¡Tienes que creerme!- exclamó exasperado y era verdad, el no quería a Kikyo, el estaba enamorado de Kagome, pero había algo que le impedía estar con ella
-¿Entonces por qué no cortas con ella de una vez por todas!
-¡Porque hay un bebé de por medio Kagome, no es con ella con quien quiero estar, es con…!
-¿Un… bebé?-lo interrumpió abruptamente
-Sí Kagome… un bebé-respondió agachando la cabeza- voy a ser papá… y tengo que asumirlo aunque me cueste
La chica se dejó caer en el sillón que tenía tras ella con los ojos muy abiertos, apoyó su cara en sus manos… ¿y si esto era un plan de Kikyo?
-Y estás… estás seguro de que tu eres el padre ¿verdad?
-¿eh¡Claro!... después de lo que pasó ese día que ya ni recuerdo...
-Bueno, no me queda más que felicitarte-lo miró con unos ojos en los que se podía ver claramente el dolor
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-Sango, disculpa que haya venido tan temprano- se excusó el chico de ojos azules entrando en el departamento y dejando su mojada chaqueta y su paraguas en la entrada.
-No Miroku, no te preocupes, pasa que ya te traigo café.
El muchacho se sentó en el sillón más cercano y comenzó a ver el noticiero matutino. Un par de problemas políticos… inundaciones en un pueblito cercano y un grave accidente automovilístico en Tokio… al oír el nombre de su ciudad natal, subió el volumen.
-Esta mañana alrededor de las 8 de la mañana, se produjo un grave accidente en la carretera que conecta Tokio con Yokohama. Lo que la policía aún se cuestiona es como se produjo el incidente, ya que según testigos, el auto iba a velocidad normal, cuando por un raro motivo que se desconoce, estalló, dejando muerto a su único pasajero, un ciudadano de Tokio, el reconocido empresario Genichi Higurashi, quien al parecer se dirigía a una importante reunión de negocios con Naraku Fuwa, el hijo del empresario Akihiko Fuwa, el cual era la competencia del señor Higurashi.-finalizó el reportero
Sango al escuchar el final de la noticia soltó la taza de café haciendo que su contenido se desparramara por el piso
-¡Kagome!-exclamó
-Sango… el señor Higurashi…
-¡Miroku, Kagome tiene que saber de esto!
-Tienes razón, lo mejor es que lo sepa ahora, tal vez su madre todavía no se ha enterado de nada, ya que fue recién.
-Necesito que me acompañes, por favor-le pidió mientras abría la puerta
-Claro que te acompañaré Sango- dijo parándose
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-Bueno entonces… ¿Nos vemos en el almuerzo?-sonrió lo mejor que pudo
-¡Claro¿cómo antes verdad?
-Sí… como antes
Antes de poder decir algo más, aparecieron Miroku y Sango con cara de afligidos.
-Kagome, necesitamos hablar contigo-comenzó Sango y al darse cuenta de que Inuyasha se marchaba agregó- y creo que sería bueno que tu también estuvieras Inuyasha
Los cuatro entraron, Kagome hizo que se sentaran y sirvió café para todos, después de todo hacía un poco de frío… tenía un mal presentimiento, sabía que algo andaba mal. Inuyasha miraba confundido a sus amigos, a juzgar por sus caras había sucedido algo grave.
-Kagome… Pues esta mañana, es decir, recién Miroku estaba viendo el noticiero y…-empezó Sango
-Tu… tu padre murió en un accidente automovilístico Kagome-finalizó Miroku rápidamente como si de esa forma aminorase el dolor en la chica quien estaba paralizada y trataba de articular alguna palabra, pero al parecer estas se perdían en su garganta.
Inuyasha comenzó a preocuparse y la sacudió, sabía que era un golpe duro para ella.
-¡Kagome¡Kagome reacciona!- exclamaba mientras la remecía
-Yo… disculpen…- se paró y sin nada más que los jeans y un top con un escote bastante pronunciado, salió corriendo a la calle donde no paraba de llover, y esa lluvia, se mezclaba con las lágrimas que no paraban de salir de los ojos de la chica. Corrió sin rumbo, y de repente una voz llegó a su cabeza
"Aquí me gusta venir cuando quiero estar solo"
Se dirigió hacia ese lugar del parque que Inuyasha le había enseñado, no le importó que la gente que pasaba la mirara como si estuviese loca, tampocó le importó el hecho de sentarse en el pasto que estaba mojado y mezclado con algo de barro, sólo quería estar sola. Lloraba desconsoladamente como nunca lo había hecho…
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-¡Inuyasha tenemos que seguirla!-gritó Sango
-Quiere estar sola Sango, tenemos que dejarla-dijo Inuyasha, aunque no dejaba de preocuparse por la chica
-¿Estás enfermo o te haces¡Mira como llueve allá afuera¡Sabes perfectamente que es peligroso que ande sola por ahí con este clima!
-Es verdad Inuyasha-intervino Miroku- Kagome corre peligro y lo sabes, lo mejor será separarnos para ir a buscarla…
-No hace falta-interrumpió el chico- ya sé donde puede estar, quédense aquí, les prometo que regresará sana y salva
Sin decir nada más, se puso su abrigo y salió del departamento apresuradamente en dirección al parque. Presentía que Kagome estaría en el lugar que el le mostró, caminó entre los matorrales y allí la vio, empapada de pies a cabeza, arrodillada y llorando sin consuelo junto al río.
Inuyasha no paraba de pensar en que era una imagen hermosa pero triste a la vez. La chica lloraba desconsoladamente bajo la lluvia, quien la cubría por completo, haciendo que sus cabellos se rizaran y cayeran inertes sobre su cara, sus delicadas manos cubrían su rostro y el top que llevaba que estaba estilando, se pegaba a su cuerpo mostrando su hermosa figura. ¿Qué importaba Kikyo en este momento, Kagome estaba llorando amargamente frente a el y no sabía que hacer ni que decir. Al parecer la muchacha no se había percatado de su presencia.
El chico se desprendió de su abrigo y se lo puso a Kagome, que como pudo miró a quien tenía detrás. Inuyasha le extendió una mano que la chica aceptó no sin antes titubear un poco. La abrazó nuevamente¡Dios como amaba esos abrazos!
-Pequeña-susurró en su oído mientras acariciaba su cabello-no es bueno que estés aquí así con esta lluvia, te puedes agarrar un resfrío o algo peor.
-No entiendes Inuyasha
-Sí… si te entiendo
-¡No me entiendes, porque a ti nunca se te ha muerto tu papá!
-Eso es verdad Kagome
-¡Además, lo más probables es que mi mamá no lo sepa¡Y no quiero ser yo quien lleve la noticia!-exclamó soltando a llorar nuevamente
-Kagome… ¿viajarás a Tokyo?
-¡Por supuesto que viajaré!
-Entonces… yo te acompaño, podemos viajar en mi auto
-¿De verdad Inu?
-¡Claro, o no te lo estaría diciendo tonta-sonrío
-¿Pero y Kikyo?
-Podrá quedarse sola un tiempo ¿no?
-Gra… gracias Inu-dijo tratando de sonreír, pero sus labios no lo lograban.
-Ahora vamos ¿si? Te puedes resfriar pequeña
-No Inu, me quiero quedar aquí
-Entonces me veré obligado a llevarte a la fuerza-murmuró tomando en sus brazos
-¡Bájame!-reclamaba la chica mientras el caminaba tranquilamente por el parque provocando la atención de algunos de los presentes
-¡Vaya que pesas Kagome¿Segura de que te alimentas bien?-bromeó
-¡Inuyasha!- exclamó mirándolo con cara asesina- ¡tu decidiste traerme en brazos, yo puedo caminar perfectamente bien sola
-Sí Kagome, lo sé, pero de seguro caminarías hacia ese lugar de nuevo ¿verdad?- dijo suspicaz haciendo que la chica callara- Nos vamos esta tarde
-¿qué?
-Prepara tu maleta que hoy nos vamos a Tokio
Inuyasha siguió caminando con ella en sus brazos. Sería un viaje muy largo, de casi un día completo y tendrían que subir a una embarcación para cruzar el mar que los separaba de Japón.
No se percató de que Kagome se había dormido, no podía dejarla así ya que se enfermaría y además tenían que preparar el viaje. Entró con ella en el departamento y la dejó en el sillón mientras iba a preparar un café para ella.
Cuando tenía el café en la mano, la despertó y se lo ofreció. Kagome aceptó y murmuró un casi inaudible "gracias"
-Kagome, no te voy a dejar sola aquí, así que necesito que en cuanto te termines ese café, arregles tu maleta y luego nos vamos a mi departamento a arreglar la mía ¿ok?
-Gracias de nuevo Inu, no sé que haría sin ti… ¿Pueden ir Miroku y Sango?
-Claro, si quieren-sonrío, a pesar de que le hubiese encantado tener un viaje a solas con Kagome, pero por una parte era mejor, porque hubiese sido agotador manejar él sólo todo el camino a Tokio, en cambio ahora podría intercambiarse con Miroku
-Entonces le iré a avisar- dijo yendo hacia el departamento de Sango
-¡Kagome¡Gracias a Dios, Inuyasha te fue a buscar y no ha regresado- exclamó su amiga
-No te preocupes Sango, Inuyasha está en mi departamento, venía para preguntarte si… si quieres viajar a Tokio con nosotros, iremos en el auto de Inuyasha, y también puede ir Miroku-dijo mientras sus ojos se llenaban de lágrimas
-Claro que te acompañaré amiga-le respondió mientras la abrazaba- Siempre estaré contigo, en las buenas y en las malas… ¿pero es necesario que venga ese pervertido?- bromeó causando en Kagome una pequeña sonrisa
- Tu lo quieres ¿Verdad Sango?
-¿Yo¿Querer a ese Hentai¡Por supuesto que no!
-No lo puedes esconder amiga, menos a mi, que te conozco demasiado- le dijo tratando de subirse ella misma los ánimos, después de todo, a su papá siempre le había gustado lo alegre que era.
-¿Y qué me dices de Inuyasha?
-Sango… Inuyasha, es decir, Kikyo espera un hijo de Inuyasha
-¿Qué, Pero Kagome, eso no puede ser verdad, yo creo que Kikyo lo inventó para tener a Inuyasha atado a ella
-No lo sé, pero lo averiguaré.
-Kagome… hay algo de lo que te quiero conversar, es sobre el accidente de tu padre- murmuró suavemente como para no causar dolor en la chica cuyas lágrimas ya comenzaban a aflorar nuevamente.
-Es mejor que te sientes ¿si?
-Gracias-susurró tomando asiento
-Bueno, como sabes, con Miroku nos enteramos de todo en el noticiero… y sucede que están investigando el caso, porque de la nada el auto estallo en mitad de la carretera y al parecer tu papá se iba a reunir con Naraku, ya que el es hijo del empresario que era competencia de tu padre.
-Akihiko Fuwa… ¿Cómo no me di cuenta antes¡Por eso el nombre Naraku me llamaba la atención, además, su padre era socio del padre de Kikyo y estaban quedando en banca rota ya que la empresa de mi padre logró surgir más que la de ellos… ¡Por eso Kikyo quiere estar con Inuyasha¡Por dinero, claro, Naraku tampoco tiene dinero y Kikyo lo necesita. Sango¿y si el hijo que espera Kikyo es de Naraku?
-No me sorprendería Kagome
-Juro que lo averiguaré Sango, y si tienen algo que ver con el accidente de mi padre, me las van a pagar y muy caro.
-Así se habla Kagome… ahora, ve a tu departamento, Inuyasha debe estar esperándote, por Miroku no te preocupes, yo lo llamo
-Gracias Sango- la abrazó una vez más y se fue
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-¿No hubiese sido más fácil hacer estallar el auto de Inuyasha si iba con Kagome?
-Kikyo, preciosa, entiende que si estalla el auto de Inuyasha, no sólo moriría Kagome, sino el mismo Inuyasha¿y a quien le sacaríamos dinero ahora?
-Bueno punto Naraku… eso le enseñará a mi prima a no meter sus narices donde no debe
-¿Viajarás a Tokio a darle las condolencias a tu tía?-dijo maliciosamente
-¡Claro que viajaré, así no se notará tanto ¿verdad, ni mi padre sabe que fuimos nosotros
-Y no lo tiene que saber Kikyo
-¡Por supuesto que no se lo diré¿Que me crees tonta acaso?
-No hermosura¿como se te ocurre pensar eso, como disculpas por eso, te acompañaré a Tokio
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Kagome arreglaba su maleta mientras sentía una angustia indescriptible en su pecho. Ya había hablado con su madre y le dijo que viajaría con Inuyasha, lo cual la tranquilizó un poco porque temía por la seguridad de su hija. Sonomi estaba angustiada, no podía con ese dolor y su hija lo había notado al escuchar la afligida voz de su madre.
-¿Ya terminaste pequeña?-preguntó tiernamente Inuyasha
-Sólo me falta ese abrigo que está abajo Inuyasha¿me lo puedes traer por favor?
-Claro, ten-dijo mientras se lo alcanzaba
-Gracias-murmuró mientras lo ponía junto a sus otras cosas en la maleta- estoy lista, vamos a tu departamento
Una hora después, los cuatro amigos estaban listos para partir. Las maletas ya estaban arriba del auto y los cuatro bien acomodados. Inuyasha al volante, Kagome a su lado y atrás Miroku y Sango. Habían quedado en que Kagome le hablaría todo el camino para que no se durmiera y que cuando se cansara de manejar, pasarían adelante Miroku y Sango.
Partieron el viaje, Miroku y Sango durmieron casi toda la tarde, ya que sabían que de noche tendrían que mantenerse despiertos. Inuyasha conducía a una velocidad prudente, y de vez en cuando, miraba de soslayo a la chica la cual no hacia nada más que mirar las gotas de lluvia que resbalaban por el vidrio del copiloto.
-Kagome
-¿mh?
-necesito que me hables, ya me está entrando el sueño-mintió. Pero es que necesitaba escuchar aunque fuese por una estupidez, la voz de la chica. No soportaba verla así de triste.
-Pero cámbiale a Miroku
-No puedo, todavía no llevamos ni la mitad del viaje… ¿Te acuerdas del viaje a Hiroshima cuando éramos niños?
-Cómo no acordarme Inu…-dijo con una pequeña sonrisa que el chico no dejó de notar- siempre te admiré, nos llevábamos por dos años ¡y por Dios que eras maduro, cuando crecí entendí que lo más importante no eran los juguetes y las cosas materiales… sin embargo, tu lo entendiste de un principio
-¡Feh¡No es para tanto!-dijo sonrojado y volteando la cara, haciendo que la chica por primera vez en ese día soltara una carcajada- ¿Qué¿de qué te ríes?-preguntó riendo también él, le alegraba causar la risa en su amiga
-Es que cuando eras pequeño siempre regañabas así, o sea, hacías ese ruidito cuando estabas molesto o te avergonzabas.
-Yo recuerdo que cuando niña, tu adorabas a tu prima y querías ser como ella
-sí, y a ti no te caía nada de bien… quien los viera ahora- murmuró mirando hacia otro lado
Luego de eso no se dijeron nada más, Kagome estaba dolida con él por lo del bebé, sin embargo a su cabeza se venían los recuerdos de una calurosa noche de verano en Hiroshima
Flash Back
-que linda noche ¿verdad?-dijo el niño mirando el cielo estrellado- nunca había visto tantas estrellas y una luna tan grande ¿y tú Kagome?
-Inu… Inuyasha!-la pequeña abrazó a su amigo y se refugió en el dejando que sus lágrimas corrieran- ¡creí que… que… estabas enojado conmigo!-sollozó más fuerte aún
-¡feh, que tonta eres Kagome, sabes perfectamente que no me puedo enojar contigo
-pero… pero…
-Kagome, tu sabes que tu eres mi mejor amiga ¿verdad?
-Si Inuyasha, y tu también eres mi mejor amiguito-dijo Kagome secándose las lágrimas
-Kagome… cuando lleguemos a Tokyo, mis padres me estarán esperando, nos iremos a vivir a Hokkaido y es muy probable que no nos veamos en mucho tiempo ya que mi padre va a tener un trabajo estable allá y no tendrá que viajar de un lado a otro siempre
Kagome se quedó quieta, abrió los ojos como plato, jamás se le había pasado por la cabeza que se iba a separar de su amigo
-osea que… ¿ya no te veré más?
-por lo menos durante algunos años Kagome…
-Inu… yo no… yo no quero-dijo la niña dejando que las lágrimas brotaran de sus hermosos ojos nuevamente
-Kagome, no sabes cuanto me gustaría quedarme en Tokyo y crecer contigo pero no depende de mí, por el momento disfrutemos estos días ¿si? Siempre te voy a recordar y cuando seamos más grandes nos volveremos a ver
-¿es una promesa?
-promesa
Fin del Flash Back
Luego de unas horas, Inuyasha detuvo el auto en una estación de servicio para que comieran algo antes de seguir con el viaje. Les llevó un momento despertar a Sango y a Miroku que dormían profundamente en el asiento trasero.
Los cuatro bajaron y comieron, a excepción de Kagome, que sentía que no le cabía nada en el estómago. Inuyasha trató de hacerla comer y ella aceptó a regañadientes.
-Miroku, necesito que manejes tu, ya me está ganando el sueño-dijo Inuyasha subiendo en la parte trasera del auto junto con Kagome quien tenía la mirada perdida.
-Sí amigo, no te preocupes, estaré muy bien acompañado con Sanguito aquí adelante- comentó poniendo su mano donde no debe recibiendo una GRAN bofetada propinada por Sango
-¡Para que no lo vuelvas a hacer pervertido!-exclamó subiéndose en el lado del copiloto.
Pasaron algunos minutos y Kagome comenzaba a quedarse dormida con la cabeza pegada al vidrio vigilada por Inuyasha.
-Te vas a helar pequeña, ven-dijo atrayéndola hacia si mismo
La chica no dijo nada, pero se sentía bien estando así con el.
Flash Back (Inuyasha)
-Buenos días tía, Kagome, Inuyasha, abuelo-saludó Kikyo fríamente para luego encender su discman y no escuchar nada más
-vaya Kagome, no puedo creer que quieras ser como ella
-¡Cállate Inuyasha! Ella es una persona muy buena-dijo la pequeña Kagome mirando con admiración a su prima
-si claro…-le dijo Inuyasha a su amiga con un tono sarcástico
El viaje tardaba bastante, sin embargo para Kagome e Inuyasha no fue tan largo, ya que se la pasaron discutiendo, riendo y jugando hasta que Kagome se quedó dormida en el hombro de Inuyasha quien decidió imitar a la niña cerrando sus ojos y entrando en un profundo sueño
-Chicos, hemos llegado-dijo suavemente la señora Higurashi despertando a su hija y a Inuyasha-vamos, despierten, no sean flojos
Kagome e Inuyasha abrieron los ojos al mismo tiempo, se separaron y se desperezaron. Miraron por la ventana y sus ojos se posaron en el inmenso océano azul que bañaba las costas de la hermosa playa. Bajaron del auto y comenzaron a jugar en la arena, hasta que comenzaron sus típicas persecuciones en las cuales Kagome siempre trataba de arrancar de Inuyasha el cual por mucho que le costara la atrapaba de todas maneras.
Fin del Flash Back
-Mira como duermen-sonrió Sango al ver a sus amigos abrazados durmiendo plácidamente
-¡Qué envidia me da Inuyasha!
-¡Que bobadas dices Miroku!- dijo golpeándole la cabeza
-¡Cuidado que voy conduciendo!
-No te excuses con que vas conduciendo, nunca cambiarás ¿verdad?... ¿Sabes qué¡Ni si quiera sé por qué me preocupo tanto!
-Tal vez es porque te gusto- sonrió pícaramente
-¡Mi… Miroku!- exclamó sonrojada- ¡No di… digas esas cosas! Y mejor guarda silencio, porque Kagome no dormirá nada en unos días, te lo aseguro
-Bueno, pero con tu sonrojo es difícil que me lo puedas negar querida Sango- Sonrió mientras la chica murmuraba bajito algo así como "Hombres, todos iguales de arrogantes"
-¿Decías algo?-preguntó curioso
-eh... no nada-rió nerviosamente al verse descubierta.
Y así siguieron las otras 4 horas de viaje entre peleas y risas, mientras que sus amigos dormían profundamente.
Llegaron a Tokio y se dirigieron a la casa de los Higurashi, no les costaba llegar ya que habían vivido en Tokio desde que eran unos pequeños niños. Estacionaron el auto frente a la casa y despertaron a sus amigos. Eran las 2 de la madrugada.
-¿Ya… ya llegamos?-dijo Kagome bostezando
-¡Feh, Tan perezosa como una osa grandotota
-Y tu tan gruñón como un gran ogro
-No enana, recuerda que tu eres la gruñona-bromeó sonriéndole.
Bajaron del auto y con pasos temerosos Kagome se acercó a la entrada de la casa. Tocó el timbre del citófono y desde adentro le respondieron
-Casa de la familia Higurashi¿qué desea?- preguntó la voz de una señora ya mayor
-¿Abuela Kaede?
-¡Oh¡Kagome¡Mi princesita, dame un segundo y te abro- dijo tratando de sonar alegre, pero era terrible perder a un hijo.
El gran portón negro se abrió lentamente dejando pasar a los cuatro amigos. Inuyasha llevaba abrazada a Kagome quien parecía no tener fuerzas para caminar.
Al llegar a la puerta de roble de la casa, esta se abrió dejando ver a una anciana con cara de cansada, el rostro pálido y ojos muy tristes. Cualquiera hubiese pensado que estaba enferma y que eran sus últimos días, pero Kagome conocía bien a su abuela y sabía que de no ser por la muerte de su hijo, los hubiese recibido jovialmente y de seguro los habría invitado a escalar montañas, que era algo que ella adoraba. Sin embargo, su pasión por escalar la terminó separando de su marido, quien no aguantaba esperar tanto a que ella regresara. Peor bueno, regresemos a la historia.
-¡Mi niña!-dijo con lágrimas en los ojos abrazando a la chica-ven, ven, que hace frío acá afuera… oh, que descuidada soy, vienes con amigos
-Si abuela, ellos son Miroku, Sango (a quien ya conocías) e Inuyasha
-Mucho gusto queridos, yo soy Kaede, la abuela de Kagome
-El gusto es de nosotros señora-dijeron los 3 a coro
-Pasen pase, que se pueden resfriar, pónganse cómodos y les traigo chocolate caliente
Se encaminaron al Living donde se sentaron cada uno perdido en sus pensamientos. Se sintieron pasos apresurados, como de alguien que estuviese corriendo hacia ellos, y unos segundos más tarde apareció un niño que se lanzó a los brazos de su hermana
-¡Souta!-exclamó ella rompiendo a llorar junto con su hermana
-¡Hermana¡Se fue!-lloraba descontroladamente el niño- ¡Nos ha dejado para siempre hermana, papa se ha ido de nuestro lado
-Hermanito…-susurró secándose las lágrimas- él siempre nos estará mirando de arriba ¿si, nos va a cuidar hasta que sea nuestro momento de partir y nos encontremos todos allá, ven, vamos a dormir, no es hora para que un pequeñín como tu esté despierto
Inuyasha se paró y ayudó a Kagome a cargar a Souta quien no paraba de sollozar y entre lágrimas se quedó dormido en los brazos de Inuyasha
-llevémoslo a su cuarto, necesita descansar-dijo bajito al chica para no despertar a su hermano
-Tu igual necesitas descansar Kagome, fue un viaje largo
-No necesito descansar más Inu, con todo lo que dormí
-No me mientas, te conozco y ese bostezo fue falso, también estuve despierto todo el viaje atento a tus reacciones y sé que no dormiste Kagome.
-Inuyasha…-murmuró mientras el chico acostaba a Souta- gracias por preocuparte tanto por mí, no tienes por qué hacerlo
-Tengo que hacerlo Kagome, siempre me he preocupado por ti y nunca lo dejaré de hacer, menos en este momento ¿entendido, ahora, después de bajar quiero que te vayas a dormir
-Pero yo no…
-No te lo estoy sugiriendo, te lo estoy ordenando Kagome y es por tu bien-dijo cerrando la puerta tras él y volviendo a abrazar a la chica- quiero que sepas que nunca te dejaré sola pequeña, pase lo que pase
Una puerta de un poco más allá se abrió dejando ver a un pálido rostro casi sin vida, era la madre de Kagome, quien al ver a los jóvenes abrazados se conmovió del cariño que sentían. Los chicos al darse cuenta, se soltaron y Kagome corrió donde su mama y se refugió en ella como lo hacía cuando era pequeña.
-Muchas gracias por todo Inuyasha, no tendrías por qué haberte molestado-dijo Sonomi reteniendo las lágrimas y tratando de sonreír al muchacho que había sido tan fiel a su hija
-No tiene por qué agradecérmelo señora, y no es una molestia, al contrario, yo lo hice porque… porque me preocupo por su hija-respondió sonrojándose
Sus años de experiencia le hacían notar lo enamorados que estaban esos dos jovencitos y se preguntaba si ya tenían alguna relación, si fuese así, tenían su completa aprobación, Inuyasha era un muy buen partido para su hija, era caballero, amable y por sobre todo, se notaba a leguas que amaba a su hija, sin embargo hubo algo que la inquietó
-¿Te importaría ayudarme a llevarla a su habitación, se quedó dormida la pobre con el cansancio del viaje
-Claro que no señora, yo le ayudo¿me permite?-dijo tomando en sus brazos a la chica que parecía no querer despertar
La dejaron durmiendo en su cama y salieron sigilosamente del cuarto.
-Inuyasha, necesito tu ayuda, acompáñame por favor
-Claro, pero mis amigos están abajo y…
-No te preocupes, Kaede los atenderá bien, es muy buena persona
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-Y ustedes queridos¿ya son novios verdad?-preguntó la anciana haciendo que Sango se atragantara con el chocolate caliente
-¡No!-exclamó Sango en cuanto recuperó la voz haciendo que Miroku se tragara lo que estaba por decir
-Pues me parece bastante raro jovencitos que ustedes no estén juntos, se nota lo mucho que se quieren a la distancia, imagínense, yo que sólo llevo un par de minutos con ustedes y ya me doy cuenta
-Nosotros sólo somos… amigos-dijo Sango
-¿Sólo amigos Sango?
-¡Claro!
-Admite de una vez por todas lo que sientes Sango¡No sería primera vez que yo te digo lo mucho que te quiero y tu ni te inmutas!-exclamó el chico
-Creo que… iré por pastelitos- se excusó la anciana para dejar a esos dos solos, pero ninguno de los dos se percató
-¿Y tu quieres que te crea todo lo que me dices si cada dos por tres vas y se lo repites a la primera que se te cruce¡A ti cualquier micro te sirve! N.a.: eso se usa acá en chile y quiere decir que cualquier chica le sirve ¿Verdad!
-¡Sango, entiende que lo hago para ver como reaccionas tu, desde que tenemos 11 años me gustas Sango
-¡Claro y yo soy Christina Aguilera haciendo amistad con Britney Spears¿Por qué no mejor te…?- pero no alcanzó a formular la pregunta, ya que sintió como los labios del chico jugaban con los suyos, de manera involuntaria se dejo llevar y le correspondió.
Kaede miraba de la cocina y murmuraba con una sonrisa "La juventud de hoy en día…"
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Subieron otra escalera que los llevaba al tercer piso, caminaron por un pasillo y llegaron a la última puerta que la señora Higurashi abrió cuidadosamente, e Inuyasha se dio cuenta enseguida de por qué. De la nada comenzaron a caer libros y libros, eran montañas de ellos.
-Estos libros son… eran de mi marido-comentó con dificultad, al parecer aún no asimilaba lo que había pasado- como comprenderás, con su trabajo no tenía mucho tiempo para ordenar las cosas que ocupaba, y como su oficina está aquí al lado de esta puerta, prefería dejar todas las cosas revueltas en este cuartucho a tener su espacio desordenado-sonrió- ahora, quiero que me ayudes a ordenar esto por favor, los dejaremos en la biblioteca que es la puerta que está a tu derecha.
-Sí-dijo tomando una cantidad considerable de libros que apenas le dejaba al descubierto los ojos
-Inuyasha-dijo Sonomi mientras ordenaban los libros- me he dado cuenta de algo… dime¿entre tu y Kagome hay algo?
-N… no-respondió nervioso y sonrojado mientras que un libro se le escapaba de las manos
-¿y hay algo que se los impida, porque no me lo puedes negar hijo, tu estás enamorado de ella así como ella está enamorada de ti, no veo el porque de que no estén juntos
-Señora yo… cometí un grave error
-¿y no tiene solución?
-No, no hay vuelta atrás- y así fue como Inuyasha afligido le contó todo a la señora Sonomi, omitiendo algunas partes por supuesto que eran demasiado privadas y que por su orgullo jamás contaría a alguien que no fuese la chica que dormía en el piso de abajo
-Con que Kikyo… sabía que no iba a Hokkaido para nada bueno, me extraña que me cuentes esto, cuando se marchó para allá estaba de novia con un chico llamado Naraku
De repente una discusión vino a la cabeza de Inuyasha
Flash Back
-Inuyasha-decía nerviosa Kagome al ver que los ojos del chico se llenaban de furia- Kikyo te está usando, ella está con un sujeto llamado Naraku
-¡Lo que pasa es que estás celosa de Kikyo!
-¿Yo celosa de ella¿Por qué habría de estar celosa de esa iguana!
-¡Por que es más lista y más linda que tu!
-¡Es imposible conversar contigo Inuyasha¡Eres un inmaduro!
-¿Inmaduro yo¿Quién es la que está jugando a los detectives!
-¡Lo hago por tu bien!
-Sí claro, de seguro no lo haces por ti
-¿a que te refieres?
-¡A que como ese imbécil de Kouga aún no te pide que seas su novia, te da coraje que yo tenga novia y tu no!- Pero fue callado por una bofetada que resonó secamente
-Aún no se cual es el gusto de incluir a Kouga en todas las discusiones Inuyasha. ¡Se supone que soy tu amiga y sólo quiero lo mejor para ti!-se dio vuelta para marcharse pero Inuyasha la sujetó bruscamente por el brazo y la volteó.
-Nunca… ¿escuchas¡Nunca más en tu vida vuelvas a hacer eso Kagome¡ Deja de una vez por todas de lado tus chismes de peluquería!
-¡Me dañas!...-exclamó con la voz quebrada soltándose con dificultad del apretón del chico, sus ojos estaban bañados en lágrimas- ¡Sólo quería advertirte Inuyasha¡Nunca pensé que desconfiarías de mí!
Fin del Flash Back
-… Y siempre le ha gustado manipular a la gente-finalizaba Sonomi pero se percató de que el chico no la escuchaba- Inuyasha¿estás bien?
-Sí, es sólo que estoy cansado-murmuró saliendo de sus pensamientos… ¡Que imbécil¡Todo coincidía, tal vez Kagome no le había mentido y realmente lo hacía por su bien¿y si el hijo que estaba esperando Kikyo era de él?
-Bueno entonces, dejaremos esto para otro día. Sólo te digo que tengas cuidado con Kikyo Inuyasha, es muy probable que sea mentira lo del bebé, te lo digo porque la conozco desde que nació. Y además, no te puedo negar que me gustaría que fueses parte de la familia-sonrió guiñándole un ojo
-Gra… gracias señora, pero yo… debo averiguar bien todo
-Claro Inuyasha, ahora baja y Kaede te mostrará tu habitación
Inuyasha bajó sumido en sus pensamientos y sin querer chocó con Kaede, quien si no es porque el chico alcanza a reaccionar y la sujeta, cae al suelo
-Lo siento señora, es que venía distraído
-No te preocupes querido, me percaté de eso-le sonrió- tus amigos ya se fueron a dormir¿quieres que te muestre tu habitación?
-Se lo agradecería
Subieron hasta el segundo piso, caminaron por el pasillo contrario a la habitación de Kagome y se detuvieron en la tercera puerta a la derecha.
-Bien joven Inuyasha, esta es su habitación, si necesitas algo, estaré abajo, esta pobre vieja no puede conciliar el sueño querido-agregó al darse cuenta de que el chico la miraba preocupado-pero muchas gracias por preocuparte
-No tiene por qué agradecer señora, buenas noches-se despidió entrando en la habitación
-Buenas noches querido-sonrió la cariñosa anciana mientras bajaba las escaleras nuevamente.
Prendió la luz de la habitación y observó un gran ventanal dejaba ver los magníficos jardines de la casa y el brillo de la luna que ya no era tapada por las nubes, junto al ventanal, había una cama con un pijama perfectamente doblado, se sacó la ropa y se lo puso, la familia de Kagome siempre había sido muy amable con él, lo trataban como un hijo más.
El frío de la madrugada inundaba el lugar, por lo que rápidamente se metió dentro de la cama y con un poco de trabajo logró conciliar el sueño.
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Perdona que entre sin llamar
no es esta la hora y menos
el lugar
tenia que contarte
que en el cielo no se esta tan mal.
Mañana ni te acordaras
tan solo fue un sueño te repetiras
y en forma de respuesta pasara
una estrella fugaz.
Estaba sentada en un campo, el aire estaba impregnado del olor de los jazmines, el sol brillaba con intensidad en lo alto y el cielo azul acompañaba este deslumbrante paisaje, se paró, sentía como si nada la pudiese hacer sentir triste, una rara energía la envolvía por completo y se atrevió a preguntar temerosa
-¿Papá¿Estás aquí?
-Si hija, estoy contigo-dijo abrazándola
Y cuando me marche estara,
mi vida en la tierra en paz
yo solo queria despedirme
darte un beso y verte una vez mas
Promete que seras feliz
te ponias tan guapa al reir
y asi solo asi quiero recordarte
asi como antes, asi adelante,
asi, vida mia mejor sera asi.
-Pero si tu…
-Sí, no estoy contigo en vida, pero siempre estaré protegiéndote Kagome, por eso no quiero que llores más por mi partida, tu siempre has sido una niña alegre y me encanta que lo seas. No sufras porque no estoy, porque más adelante y espero que sea en muchísimos años más, nos volveremos a encontrar hija.
Tan solo me dejan venir
dentro de tus sueños para verte a ti
y es que aquella triste noche
no te di ni un adiós al partir.
Y cuando me marche estara
mi vida en la tierra en paz
yo solo queria despedirme
darte un beso y verte una vez mas.
-Papá pero te extrañaremos mucho
-Yo también los extrañaré… dile a Sonomi que disculpe por no despedirme de ella así como lo estoy haciendo contigo, pero que la amo y que la estaré esperando, a Souta, dile que no llore, que ya es un niño grande y que cualquier cosa estaré allí, dile también que lo quiero mucho y a mi madre que siga manteniéndose tan firme como hasta ahora, que la amo y que muchas gracias por todo lo que me dio, y por último Kagome, ten cuidado con tu prima Kikyo por favor, tu amigo Inuyasha debe saber que ese hijo no es de él… hija te extrañaré, te quiero tanto tanto-dijo estrechándola aún más entre sus brazos
-Yo también te quiero papá y te prometo que no lloraré más
-así me gusta Kagome. Creo que es momento de partir, cuando despiertes pensarás que tan sólo fue un sueño, pero es verdad que estuve aquí, estaré muy bien adonde me voy, no te preocupes por eso-sonrió besando la frente de su hija- adiós hija
-Adiós papá-sonrió sinceramente Kagome despidiéndose con la mano
-Kagome… luego de mi funeral, lleva a Inuyasha junto a un manzano, ahí se dará cuenta de todo y tu también. Ahora vas a despertar.
Promete que seras feliz
te ponias tan guapa al reir
y asi solo asi quiero recordarte
asi como antes, asi adelante,
asi, vida mia ahora te toca a ti
solo a ti, seguir nuestro viaje
se esta haciendo tarde
tendré que marcharme
en unos segundos vas a despertar.
Y asi solo asi quiero recordarte
asi como antes, asi adelante,
asi, vida mia mejor sera asi.
Y así fue, unos segundos más tarde Kagome despertó, pero sabía que no había sido un sueño, sino algo más.
Bajó saltando de dos en dos los escalones y le dio los mensajes a su mamá, a su hermano y a su abuela, quienes sentían como se iba alivianando su dolor. Al ver a Inuyasha con cara somnolienta corrió a abrazarlo¡No iba a ser padre¡Aún tenía una oportunidad, Inuyasha le devolvió el abrazo y comenzó a dar vueltas con ella
-¡Me encanta verte así pequeña!
-Inu, es que anoche me soñé con mi padre, quiero decir, se vino a despedir de mí.-dijo comenzando a contarle la historia del sueño
Pasó la mañana y una vez que llegó toda la familia Higurashi, se fueron en caravana hacia donde se realizaría el funeral. Kagome no lloraba, se lo había prometido a su padre y Sango, Miroku e Inuyasha se encontraban muy felices con esto.
En mitad del funeral Kagome se percató de la presencia de su prima, una vez más confiaría en su padre.
Al terminar la ceremonia, Kagome cogió de la mano a Inuyasha y lo llevó junto a un manzano, tal y como se lo había indicado su padre.
-Inuyasha, necesito que vengas conmigo, es importante, pero primero, prepárate y no me grites ¿si?
Junto al manzano se escuchaba a una pareja susurrando, al parecer no compartían el sentimiento de tristeza y nostalgia de los demás presentes, es más, sus voces se oían felices.
-Amor, te prometo que cuando volvamos a Hokkaido intervendré para que Inuyasha me pida matrimonio- dijo la voz de la mujer
-¿No crees que es muy apresurado Kikyo?
-¡Claro que no Naraku¡además está el bebé, el pobre estúpido aún no se da cuenta… muy pronto estaremos bañados en su dinero Naraku e Inuyasha no podrá hacer nada
-Tienes razón amor, además, con el accidente que provocamos a Higurashi, nos deshicimos de la competencia y le enseñamos a tu prima a no meterse en asuntos ajenos
Los dos rieron maliciosamente dejando a los otros dos jóvenes helados por lo que escuchaban.
N.a.: Jamás había escrito un cap. Tan largo! oO! Cada vez me sorprendo más de mi misma xD pero bueno, esa es en compensación por la demora de todos los capítulos xD como ven este fic ya está llegando a su final, unos capítulos más y end of the history D. Bueno muchas gracias a todos los que me escribieron reviews, aquí se los contesto
Reviews:
Neko-yuna: waw! Tengo una admiradora ;; que emocióN¡¿de verdad te gusto tanto mi historia! Bueno aquí ya está la actualización y ojalá te haya gustado y no la dejes de leer '
InuAome: Sí, fue malo Inu con Kagome, pero en este capítulo queda disculpado, osea por mi parte xD, y con respecto a Sajiro no creo que salga más adelante, a excepción de la… uy mejor no adelanto nada xD es sorpresa
Serenatsukinochiba: Ya se formó bien una pareja en este cap! xD y Kikyo tendrá su merecido junto con Naraku.
aYuRiTa: Uy si a mi igual me dio pena Kagome! Pero no en sentido anti-Kagome xD, pero en el otro capítulo… ejem ejem bueno para qué adelantar als sorpresas verdad? xD así como tu no podrás leer el fic yo no podré escribir espero terminar mañana, ya que el lunes entro a clases -- y ya se solucionó el problema del bebé, osea se soluciona completamente en el próximo capítulo
angelx310: si, no te preocupes, pagará muy caro todo el daño que causó, para eso ya falta muy muy muy poco
Kagome-SakuraSaku: jajaja, si recuerdo haber tenido un par de reviews tuyos, es más aprece que fuiste una de las primeras en escribirme xD gracias por seguir el fic leyendo. No me tardé tanto para este capítulo tan largo no crees? xD osea en comparación a los otros que me tardaba más y escribía menos '
Neishon: Espero que este capítulo igual te haya interesado, ya que le puse un poco de todo, aunque creo que se me pasó la mano con las lágrimas xD pobrecita Kagome se va a quedar seca!
Bye a todos! Y no se olviden de dejar review! xD!
Ah! Y por cierto, la canción que sale en el sueño de Kgaome se llama "Historia de un sueño" y es de la oreja de Van Gogh, escúchenla, es hermosa
