Disclaimer: Esto lo hago, pa divertirme,pa divertirme, pa divertirme… Y también para robarles la estabilidad emocional. Naruto y todos sus personajes no me pertenecen, son del genial Masashi Kishimoto.
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Agradecimientos: A Andrecatt45 por la preciosa portada de capìtulo. Amo a Sasuke todo concentrado y a Kiba, Choji y Lee escuchando la historia.
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Las luces del amor
Capìtulo 6: Flujo caótico
Los días empezaron a ponerse un poco fríos. El cielo nublado solía retrasar el inicio de los días y eventualmente empezaría a llover. Los jóvenes dentro del refugio cambiarían sus rutinas, pues salir a explorar sería muy difícil debido a las lluvias, así que empezaron a prepararse para la temporada fría.
Algunos de los chicos empezaron a hacer reparaciones en el techo del patio para impedir que la lluvia arrase con los cultivos. Otros se dedicaban a examinar el sistema de recolección de agua para evitar accidentes. Los que quedaban libres se ocupaban de otras labores fundamentales dentro del refugio como lo era el preparar la comida o aprovechar los escasos momentos sin lluvia para salir a explorar cerca con el afán de encontrar algo que les fuera de utilidad.
Naruto y Sasuke se encontraban en el primer grupo. Se dedicaban a colocar parches de madera y concreto en donde creían necesario. Cruzaban algunas frases irrelevantes entre cada martillada y reían a carcajadas de vez en cuando por las bromas internas que habían surgido con el pasar del tiempo.
—No puedo creer que tú hayas construido esto. —dijo Sasuke mientras tomaba un descanso para admirar el panorama.
—Construía fuertes con mi papá, así que creo que por eso tengo habilidad con estas cosas, además, el profesor Kakashi también hizo mucho. —Naruto soltó el martillo improvisado y se acercó a su amigo, tratando de no pisar las partes sin reforzar.
—¿Extrañas a tus padres? —preguntó Sasuke cuando Naruto llegó a su lado, no pudo evitar recordar lo que el rubio le había contado, quizás como pago a su sinceridad.
—Todos los días… pero no puedo hacer nada, ¿no? Pienso que mis papás hubieran querido que siga luchando, total, así murieron: peleando por lo que pensaban que era justo… o eso creo.
Sasuke asintió y no pudo evitar sentirse motivado de alguna manera. Naruto tenía razón, tenían que seguir viviendo a manera de agradecimiento a los sacrificios de sus seres queridos. Agradeció mentalmente las palabras de su amigo, esbozó una sonrisa y volvió a su trabajo.
—¿Y tú? —preguntó Naruto de vuelta tras algunos minutos de silencio. —¿Extrañas a tu familia? ¿Las comodidades?
—Extraño mucho a mi madre, también a mi hermano… Creo que también extraño a mi padre. No era una mala persona, solo siento que estaba equivocado… No lo sé, no he pensado mucho en eso. —Sasuke pareció pensar un poco. —. Extraño el agua caliente y también leer… pero también extraño los videojuegos.
—¿Tenías videojuegos en el búnker? —A Naruto se le iluminó la mirada. —, no he jugado uno en años.
—¡Tenía muchos! Solía jugar con mi hermano después del instituto.
—¿Qué juegos te gustaban?
—Me encantaba "Tormenta Ninja" porque siempre le ganaba a Itachi… aunque pensándolo bien, creo que me dejaba ganar.
—¡Ese era mi juego favorito! Siempre elegía al zorrito de nueve colas.
—¿Kurama?
—Si… creo que así se llamaba.
—Yo escogía a Susano. —Sasuke, al ver que Naruto trataba de recordar al personaje, decidió refrescarle la memoria. —. El esqueleto.
—¿Estás loco? El nueve colas era mucho más fuerte, aparte estaba mucho más bonito.
—¿Cómo me dices eso? Ni siquiera te acuerdas bien de los personajes, además, es más importante que el luchador sea fuerte.
—Es más importante la habilidad del que juega.
Sasuke empezó a reír.
—¿Qué es tan divertido? —preguntó Naruto un tanto molesto.
—Todo esto —Sasuke dejó de reír sin dejar de esbozar una sonrisa. —. Me gusta este lugar —Aspiró con fuerza el aire puro y miró a Naruto. —. Me gusta salir a explorar, o estar así, arreglando las cosas del refugio, estar con los otros chicos y también me gusta mucho estar conti… —Por alguna razón, Sasuke no pudo terminar la frase. Su corazón empezó a palpitar con mucha fuerza y se sintió un poco avergonzado al mirar la sonrisa que Naruto le dedicaba. Había algo que no se sentía normal.
—También me gusta mucho estar contigo. —respondió el rubio.
En ese instante un viento frío corrió por el lugar y los muchachos se quedaron en silencio. No se sentía la necesidad de decir nada más, porque de hecho ¿Qué más podrían decir?
Naruto volvió a recoger el martillo para seguir trabajando. Se sentía feliz, como hace mucho tiempo no lo hacía y empezó a tararear una canción que le recordaba mucho a sus días más tranquilos. Por otro lado, Sasuke se sentía un tanto inquieto, y por más que intentara, no lograba calmar el ritmo acelerado de su corazón. No lograba entender lo que estaba sucediendo.
—¿Estás bien? —preguntó el rubio al percatarse que su amigo tenía la mirada perdida.
Sasuke no tuvo tiempo de contestar, pues unas gotas de lluvia gruesas empezaron a caer. El agua sobre su cuerpo le ayudó a aterrizar, y tras haber recogido con prisa las herramientas bajaron a la planta baja para resguardarse de la lluvia. Sasuke olvidó por un momento las emociones desatadas en el techo y corrió más animado junto a un Naruto que le había tomado la mano.
—La tristeza va a pasar, en serio. —El rubio había llegado a sus propias conclusiones dada la conversación que habían mantenido minutos atrás. Intentaba darle un tipo de consuelo, sin imaginar que eso solamente sería el inicio de una tragedia.
Entraron al refugio totalmente empapados. La lluvia había llegado tan repentinamente que no les dio tiempo a nada. Tuvieron suerte de que en el salón principal Kakashi estuviese prendiendo la fogata.
—Deben cambiar sus ropas si no quieren enfermarse. —dijo el adulto en cuanto los vio entrar. Dejó de lado la fogata para sacar un par de mudadas de una de las oficinas y se las extendió a los jóvenes. —Cámbiense de ropa y luego vengan a la fogata para que se calienten.
Tanto Naruto como Sasuke asintieron tomando las nuevas prendas y se retiraron a un rincón solitario, lejos de las miradas de los demás.
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—Estoy aburrido. —Choji se encontraba sentado en el piso.
—Juguemos a algo. —respondió Lee, que estaba a su lado.
—Pero tengo frío. —se quejó Choji de vuelta.
—Prendamos la fogata. —Lee le daba una nueva solución.
—Pero tengo pereza —Choji se encogió en su sitio. —. Voy a dormir.
El resto de jóvenes en el refugio soltaron un suspiro pesado.
—¿Es así todos los inviernos? —preguntó Sasuke desde el otro extremo.
—Y se va a poner peor —respondió Gaara —. ¿No creen que es mejor prender ya la fogata?
Los muchachos se acurrucaron con claras intenciones de hacerse los desentendidos.
—Yo lo haré. —dijo Sasuke, cansado de ver cómo sus compañeros evadían sus responsabilidades.
—¡No! —gritó Naruto con un poco de resignación. —Ahora vas a tener que prender la fogata durante tres semanas. Lo siento, debí decirte antes que el primero en ceder va a tener que hacerlo en las semanas más…
—¿Y? no me molesta —interrumpió Sasuke. —. Todos ustedes son muy extraños.
—¿Entonces vas a prender la fogata todos los días?
Sasuke asintió y todos los demás lo aplaudieron. No veía nada de especial en ocuparse de esa labor, pero cuando terminó de hacerlo, supo enseguida por qué los demás trataban de evadir la tarea.
Primero había que ir hacia una de las antiguas oficinas a recoger papel, cartón, madera o cualquier otra cosa que pudiera ser encendida. Luego, con un poco de licor que Kakashi les proveía, debía ocuparse de empapar algunas hojas para utilizarlas de combustible, y por último, debía encender el fuego frotando una rama seca. Lo que antes era relativamente fácil, en invierno se complicaba por la humedad del ambiente, así que a Sasuke le llevó casi una hora lograr que las chispas se adhirieran al papel y lograran encenderlo.
—Es todo, yo renuncio a seguir haciendo esta estupidez. —dijo cuando por fin se sentó a descansar.
—Te dije que el nuevo caería fácilmente. —Lee chocó puños con Choji.
—Todos ustedes son unos miserables… ¡en serio! Parecen unos niños ¿Y Kakashi? ¿No debería encargarse él?
—No te preocupes —consoló Naruto. —, yo te ayudaré todos los días.
Los jóvenes en el refugio se vieron sorprendidos por este último comentario, pero decidieron no decir nada.
—¡Pues gracias! —respondió Sasuke con sarcasmo.
—Bueno ya, dejemos de discutir. —Shikamaru se acercó a la fogata para recibir más calor.
—Sí, ahora solo queda el problema del aburrimiento. —Choji también se acercó.
—¿Y si contamos historias de miedo? —propuso Neji.
—Todos ustedes son malísimos para contar historias.—Choji solía irritarse mucho con el frío.
—¿Entonces qué hacemos? —Lee perdió la paciencia.
—¿Y si Sasuke nos cuenta una historia? —dijo Sai, quien hasta ese momento no había dicho una sola palabra.
—¡Esa es una gran idea! —A Naruto se le iluminó la mirada —. ¿Sabes historias de miedo?
Sasuke se perdió en los ojos azules del muchacho, era la primera vez que reparaba en el color tan bonito que tenían, además, no podía negarse ante esa mirada llena de ilusión que en ese momento le estaba dedicando, era como si quisiese seguir viendo esa expresión por siempre.
—Leí algunas en el instituto… —pensó un poco, tratando de recordar alguna de ellas. Se sentó frente a la fogata seguido por los demás. — Era una familia conformada por una madre, un padre y dos hijos varones. Una vez, el padre compró una finca para seguir extendiendo el negocio familiar, así que fue toda la familia a conocer el lugar y aprovechaban para hacer un paseo de fin de semana.
—¿De qué era el negocio familiar? —preguntó Shikamaru con interés, el tono de Sasuke le aportaba a la historia un aire misterioso.
—No importa mucho la verdad, lo importante es que era la primera vez que iban todos juntos después de la compra de esa finca, así que solamente había una casa pequeña de madera que solamente tenía una habitación y la cocina. El baño estaba fuera de la casa cruzando un pequeño patio. Toda la mañana los hermanos se dedicaron a jugar en el río y cuando la noche empezó a caer, prendieron una pequeña fogata para alumbrar un poco el lugar, como la finca estaba recién comprada, no tenían servicios básicos.
—¿Qué es eso? —preguntó Kiba.
—Luz, agua, internet… esas cosas, ¿no? —respondió Sai.
—Así es… Se quedaron haciendo bromas y conversando hasta aproximadamente las siete de la noche, y como ya no había nada más que hacer,la familia entera decidió que lo mejor sería irse a dormir. Como había solamente una habitación y solamente una cama con un colchón, no les quedaba de otra que dormir todos juntos, pero al hermano mayor le empezó a dar claustrofobia, que es miedo a estar encerrado —aclaró Sasuke antes de que alguien lo interrumpiera. —, entonces se levantó e informó que iba a dormir en el carro solo. El hermano menor quiso seguirlo, pero de alguna forma lograron convencerlo de que lo mejor sería que durmiera en el cuarto.
—¡No vayas, hermano mayor! —gritó Choji presintiendo algo malo.
—El hermano mayor salió de la casa alumbrado por la linterna de su teléfono celular, se metió al carro, lo puso en acción y prendió la radio. Era muy temprano aún y no tenía sueño, así que escuchó música durante un largo tiempo hasta que se quedó dormido. Todo parecía ir bien, pero a la madrugada, un ruido intenso del viento azotando los árboles lo despertó. Un poco alarmado se levantó para mirar hacia afuera, pero solo recibió la oscuridad profunda del bosque.
—Esto no pinta nada bien. —Susurró Lee aferrándose a Choji. La voz de Sasuke se volvía más profunda mientras avanzaba el relato.
—Se acostó nuevamente a dormir, pero en cuanto cerró los ojos, pudo escuchar a lo lejos que algunos chanchos, gallinas y vacas se alteraban, algo que le pareció muy extraño, porque hasta lo que sabía, en la finca no habían todavía animales. El corazón del hermano mayor empezó a palpitar con fuerza mientras unos pasos pesados se aproximaban al vehículo.
Todos los chicos estaban tensos y miraban a Sasuke sin pestañear, incluso se inclinaban hacia él para escucharlo mejor. La respiración de algunos se notaba más intensa.
—Y de pronto, alguien tocó a la puerta del conductor. El hermano mayor estaba paralizado del miedo y se había hecho un ovillo en los asientos de atrás, por lo que no podía ver nada. Un nuevo golpe lo alertó, pero esta vez provenía de la puerta en donde tenía apoyada su cabeza. Con temor miró hacia la ventana que tenía enfrente, justo donde tenía apoyados sus pies. Lo último que vio fue el rostro extremadamente pálido de una mujer de cabello largo y con las cuencas de sus ojos vacías.
En ese momento un trueno cruzó el cielo y retumbó escandalosamente algunos segundos después haciendo que los jóvenes se sobresalten en sus sitios.
—¿Qué pasó con el hermano mayor? —preguntó Choji abrazado a Lee.
—Nunca más se supo de él.
—Wow, esa si fue una buena historia. —exclamó Naruto,los demás asintieron y aplaudieron en clara señal de afirmación.
—Tienes talento para hacer esto, ¿te sabes otras? —preguntó Choji de mejor humor.
—Tendría que recordar, es la primera que se me vino a la mente.
Todos suspiraron un tanto decepcionados, sin embargo se repusieron enseguida cuando Kakashi llegó al refugio cargando una especie de cesta con varios ingredientes para la cena de esa noche. Los jóvenes empezaron a cocinar algunas verduras junto a algunos huevos que había encontrado el adulto esa tarde, y después de comer, todos se quedaron conversando alegremente a excepción de Naruto, quien se levantó con cautela y le susurró un "sígueme" a Sasuke. El joven Uchiha aguardó un poco antes de acatar el pedido y lo siguió en silencio.
Entraron en una de las oficinas en desuso y Naruto dio la vuelta para verlo. A pesar de la oscuridad se podían notar las siluetas de los muchachos.
—Tengo algo para ti. —dijo Naruto tras algunos segundos de silencio y empezó a rebuscar en uno de los cajones de un viejo archivero.
Sasuke no dijo nada, ni siquiera cuando Naruto sacó algo y se acercó a él con los brazos extendidos.
—Ten, creo que lo disfrutarás más que yo.
—¿Qué es esto? —preguntó Sasuke estático, sin atreverse a tomar el regalo.
—Es un libro. Por la forma en la que nos contaste la historia, creo que te gustará.
Sasuke seguía inmovil, sin lograr procesar del todo lo que estaba ocurriendo, como si cualquier cosa le pareciese irreal o anormal. ¿Por qué sentía que no podía tragar? ¿Por qué sentía que el corazón se le iba a salir del pecho? Por qué…
—No sabía que así eran las granjas que tenías, ¿no te daba miedo? —siguió hablando Naruto, totalmente ajeno a lo que estaba viviendo su amigo.
—Nunca dije que eso pasó en mi granja. —Sasuke se molestó un poco, aunque no sabía exactamente por qué.
—Disculpa. —Naruto se encogió de hombros al tiempo que empezaba a encoger los brazos.
—No sabía que eras tan observador. — Sasuke tomó el libro antes de que Naruto lo apartase por completo.
—¿Eh?
—Olvídalo… gracias. Pero si, esa historia sucedió en una de nuestras fincas, de hecho, le pasó a mi hermano.
—Pero no desapareció, ¿no?
—Pues no… pero prefiero recordarlo asì y no matando a mi padre.
Se quedaron en silencio hasta que la voz de Choji gritó sus nombres.
…
Esa noche, Sasuke no pudo dormir. Tenía demasiadas cosas en la mente. No dejaba de pensar en los ojos azules de su amigo que lo miraban siempre de manera intensa. Tampoco podía dejar de recordar todos los momentos vividos junto a Naruto. Regresó en el tiempo hasta llegar al momento en el que lo conoció, ¿no lo había odiado en un principio? ¿No tenía planeado largarse de ese lugar? ¿por qué se había quedado?
—¿Estás despierto? —La voz susurrante de Naruto interrumpió sus pensamientos, y a pesar de haberlo escuchado, no tuvo el valor de contestar. Sasuke escuchó claramente como el rubio se arrastraba suavemente por el suelo hasta llegar hacia él. Sintió el calor de su cuerpo posarse junto al suyo. —¿Qué estoy sintiendo?
Lo cierto era que Naruto también había estado luchando internamente con sus sentimientos durante mucho tiempo, más tiempo del que cualquiera pudiera imaginar. Desde hace varios meses, incluso antes de que Sasuke llegara, Naruto había sentido que era un tanto diferente a sus compañeros del refugio, porque él no sentía esa necesidad que tenían los otros de estar cerca de las chicas, pero en cambio se empezaba a sentir un tanto cohibido ante la presencia masculina. La musculatura en desarrollo de los demás lo atraía más allá de la admiración comprensible que expresaban los otros, pero a Naruto de vez en vez le llegaba una especie de deseo, una curiosidad que no había podido describir. Había querido hablar del tema en más de una ocasión con Kakashi, pero por lo general no podía darse a entender y decidió que lo mejor era dejarlo pasar. Todo había ido bien hasta esa noche, cuando despertó después de haber tenido un sueño por demás agradable con Sasuke. el rubio se acercó a él en un intento de esclarecer lo que estaba sintiendo.
Naruto, creyendo que Sasuke dormía, posó su mano sobre la espalda de su compañero y se acercó lo suficiente como para contagiarse de su calor. Sasuke por su parte perdió el poco control que tenía sobre su corazón. Sintió que moriría de un ataque o algo por el estilo y todo empeoró cuando nuevamente las memorias le perforaron la cabeza. Las preguntas no tardaron en aparecer. ¿Por qué le gustaba tanto estar con él?
—El virus solo afecta a los pobres y a los desviados. —La voz de su padre resonó en su cabeza.
—Esa es una frase muy fuerte, Sasuke. No hay nada de malo en que dos personas se amen. No importa si son pobres, ricos, blancos, negros, o si es un hombre enamorado de otro hombre o una mujer de otra mujer.
¿Por qué esos recuerdos de pronto le retumbaban en la cabeza? Sasuke sintió la mano tibia de Naruto posarse suavemente sobre sus costillas, simulando un intento de abrazo. Al joven se le cortó la respiración al tiempo que su corazón perdía el poco control que le quedaba. Era definitivo, al parecer se había enamorado de su mejor amigo. ¿Cómo no quererlo? era un muchacho inteligente y amable… muy amable. Alegre y despreocupado que lograba llenarlo todo con su energía, de hecho, en más de una vez se había olvidado que el mundo se había ido a la mierda porque Naruto y su eterna sonrisa lo cambiaban todo. Naruto y sus profundos ojos azules lo inundaban todo a su alrededor, haciendo que quisiese vivir un día más.
Al parecer, Naruto le correspondía, pero lejos de sentirse feliz y emocionado, Sasuke sintió cómo su mundo empezaba a caerse en mil pedazos. ¿Por qué? porque el mundo en el que vivían castigaba a los que se enamoraban, y más aún tratándose de personas como él.
Deseó intensamente que todo aquello fuera una pesadilla, que quizás se levantaría al día siguiente para descubrir que Naruto dormía al otro extremo de la habitación y que todo lo que sentía se tratara de una estúpida confusión. Una lágrima traicionera le resbaló por la mejilla y en ese instante supo exactamente lo que tenía que hacer.
No podía darse el lujo de que por sus dudas y miedos se desatara el caos, así que la única solución posible era marcharse de ese lugar que había llegado a considerar un hogar. Pensó que de esa manera evitaría que lo peor sucediera…
Esperó unos minutos hasta asegurarse de que Naruto se encontraba dormido y moviéndose lentamente pudo apartarse de él. Lo miró dormir, se veía muy lindo con la poca iluminación que desprendía la fogata. Sasuke no esperó más y recogió la mochila que solía llevar cuando salía a explorar. No quiso agarrar nada del refugio y dando un último vistazo decidió que era hora de irse.
—Pensé que habías olvidado toda esa tontería de irte —La voz de Naruto lo alertó. —, ¿Por qué? ¿Hice algo mal? —Tristeza…
—Naruto, yo… —Sasuke sintió que se ahogaba con su propia voz ¿Qué debía decirle? —Solamente debo arreglar algunas cosas. Prometo que volveré.
—Estás mintiendo… No vas a regresar. Te conozco, Sasuke. —El rubio se levantó para ir directamente hacia su amigo.
—Por favor. No lo hagas más difícil —La voz se le quebró y sintió que la respiración le faltaba. —. Debo irme para…
—¿Es porque te quiero? —interrumpió Naruto de manera brusca y a la vez triste.
El estómago de Sasuke dio un vuelco. Se esperaba todo, incluso pensó que Naruto se abalanzaría sobre él para golpearlo y retenerlo, en verdad lo esperaba todo, menos una confesión tan directa y certera. Tuvo ganas de acortar la distancia y abrazarlo, envolverlo entre sus brazos con tanta fuerza y no soltarlo nunca en su vida. Quiso besarlo y fundirse con él por completo, quiso llenarse y llenarlo de su esencia, convertirse en uno solo . Se imaginó un futuro brillante y feliz junto al rubio, viviendo a solas en una cabaña frente a la playa, bebiendo un vino fino mientras criaban juntos a un golden retriever.
Tan ensimismado se quedó Sasuke que no se percató de que Naruto seguía su camino hacia él, y mientras lo hacía, el rubio tenía sus propios pensamientos. Se imaginaba a Sasuke yéndose, dejándolo con un vacío imposible de llenar en su pecho, sumergido en una oscuridad profunda que lo devoraba con ansias, provocándole todo tipo de dolor imaginable. Destrozando sus huesos y carne hasta llegar a sus entrañas, hasta licuarle los sesos, hasta hacerle perder toda la cordura y entregarse hacia la locura.
El escenario en negro que se había formado dentro de la cabeza de Naruto se tiñó de rojo, lo mismo pasó con Sasuke cuando en sus imaginaciones el vino se derramaba sobre la alfombra blanca creando ríos de sangre que empezaban a escoserle en la consciencia.
Naruto y Sasuke por fin se miraron a los ojos, sintieron una conexión que sobrepasaba todas las barreras y en torno a ellos se esparcieron miles de luces de varios colores que inundaron la habitación entera.
Kakashi despertó debido al inusual brillo que le llegó de pronto solo para ver a Naruto y Sasuke envueltos en un abrazo que de a poco se transformaba en un forcejeo torpe pero intenso.
Era el fin de todo…
Continuará.
¿Qué tal recibieron este golpe? Lo sé, soy una mala persona por no dejarlos disfrutar aunque sea un ratito de su amor recién descubierto, pero en este mundo caótico no podemos esperar menos.
Les cuento una curiosidad de este capítulo, y es que la historia que cuenta Sasuke es real, me pasó a mí por no querer dormir en un solo colchón con toda mi familia porque me moría de calor. Al final solo fue una de mis tantas parálisis del sueño, aunque en esa época no sabía lo que era. Me quedé despierta toda la madrugada hasta que mi papá se levantó al baño y ya subí al cuartito con él XD. Hace años le hice un dibujo a esa mujer que vi, si algún día la encuentro, la subo por aquí.
Les recuerdo que tengo fan page en facebook "Chisheccid fanfics" en donde subo chismecito de mi vida personal y proyectos futuros además de encuestas y otras cositas.
