Draco
Sin ti no soy nada,
Una gota de
lluvia mojando mi cara
Mi mundo es pequeño y mi corazón
pedacitos de hielo
La radio sigue haciendo sonar la extraña canción muggle que aumenta mi obsesión por ti.
A mi, estúpido infeliz, se me ocurrió pensar por un momento que mi sangre no marcaba mi existencia. A cambio he recibido pedazos de hielo que cortan como afiladas dagas mis entrañas.
Aun así debes admitir que eres culpable en parte.
¿Alguien te mandaba ser tan irresistible?
¿Alguien te mandaba moverte con tranquilidad, cargada de libros, sin percatarte de que me estás matando a cada paso?
Nadie, sé muy bien que eres libre.
Solía pensar que el amor no es
real,
Una ilusión que siempre se acaba
Y ahora sin ti
no soy nada
Cierto, seguía pensando que el amor era una estupidez hasta que te vi aparecer corriendo por el escondido pasillo que creía conocer solo yo.
Llorabas.
Me sorprendió que pudieras correr tanto, tal vez fue ese el detonante para que te siguiera, tal vez fue el bendito destino.
El caso es que corrí tras tus pasos.
En otras circunstancias te hubiera echado de mi pequeño refugio secreto a gritos pero no sabes la reacción que provocaste en mi.
Y ahora lo sé seguro...
Hermione
Sin
ti niña mala,
Sin ti niña triste
Que abraza su
almohada
Así me sentía yo cuando te empecé a ver de nuevo, he encendido la radio por inercia. Principalmente para olvidarte, y ahora Eva Amaral me viene con esas.
Ni te imaginas el dolor que siento.
¡Me viste llorar! ¿Entiendes que significa eso para mi? ¡Nadie me había visto llorar antes!
Estaba destrozada, Harry, mi Harry, diciéndome que salíamos juntos por costumbre me confesó su amor por Ginny.
Yo no lloré, le sonreí.
¿Ves acaso ahora a que me refiero?
Tirada
en la cama,
Mirando la tele y no viendo nada
Amar por amar y
romper a llorar
Y por primera vez dejé que se me consolara.
Ni siquiera me sorprendí, encajaba a la perfección en tus brazos.
Seguí volviendo nuestro refugio, y te seguí encontrando.
La locura empezó ahí, en medio del torbellino que era mi alma estabas tú, rompiendo mi orden, quebrando mi rutina.
¡Dios mío!
Como ansiaba tu boca, los fugaces besos en el pasillo, en la mazmorra, en cualquier sitio.
En secreto, pues solo yo te veo así.
Porqué por fin me he dado cuenta...
Sin ti no soy nada
