Descargo de responsabilidad: Ninguno de los personajes mencionados en esta obra me pertenecen, son propiedad de Marvel y bajo ninguna circunstancia busco obtener algún beneficio por ello, mucho menos económico. De fan para fans.
Dedicado a Hølløwed Light
Habías rezado por ese encuentro; Cosa irónica para ti que no crees en eso, pero diariamente antes de salir a iniciar tus días repetías tu personal mantra "Solo una vez más, quiero verlo una vez más".
Desde que te enteraste que ambos estaban en la misma ciudad, y aunque por un tiempo odiaste a Strange por darte esa información que nunca pediste, te diste cuenta de que aquello se volvió una pequeña esperanza, suficiente fuerte para mantenerte atento a las calles pero no tanto para volverse una desilusión en las noches por no cumplirse.
Lo sabías, paseabas por las calles de Midtown fingiendo no prestar atención a nada escuchando a AC/DC pero de alguna manera estás levemente atento. Y es que no necesitas tus cinco sentidos para verlo porque sabes lo mucho que el resalta. Sonríes ante el recuerdo que atraviesa insolentemente tus pensamientos... ¿Cómo es que él siempre termina por adueñarse de tu mente sin ti permiso? Lo dejas pasar una vez más y sigues con tu casi adorada rutina de caminar.
Ni siquiera sabes donde vive, podría ser Midtown, Uptown o Downtown, pero mientras miras el Empire State tu corazón late un poco más rápido de lo que debería imaginas, ¿Cómo sería si diera vuelta en aquella esquina? ¿O si estuviera en aquel café...?
Tus pasos se detienen de golpe. Al igual que tu respiración, corazón y pensamientos; Por un momento sientes que has enloquecido y te encuentras tentado a pellizcarte fuertemente el brazo para despertar, si es necesario.
Habías rezado por ese encuentro, lo habías deseado con tantas fuerzas y ahora que lo tienes justo enfrente
Te paralizas.
Algunas personas chocan sus hombros contigo y sueltan uno que otro improperio, te permites distraerte de tu utopía por un segundo solo para preguntarte si ellos sabrán que debajo de esa gorra deportiva se encuentra Tony Stark.
Vuelves la mirada al frente y te das cuenta que... Ahí está, cada vez más cerca de ti. Las largas piernas de Steve Rogers cortan la distancia hacia ti a una velocidad que te impide pensar. ¡Y es que es hilarante! Habías planeado esto con tanta antelación y ahora que se vuelve realidad, ni siquiera pareces recordar como respirar, pero, ¿Cómo podrías con el corazón latiendo con tanta fuerza detrás de tus oídos?
El tiempo parece acabarse, la distancia cada vez es menos y cuando menos lo esperas... Sus ojos se encuentran entre el mar de gente de la ciudad.
Su mirada se detiene en ti, tú no apartas la vista pestañeando solo cuando es absolutamente necesario. Vez como Steve avanza en dirección hacia ti y decides avanzar en su dirección.
De lejos podría verse incluso como una competencia de miradas que ninguno de los dos está dispuesto a perder a medida que la distancia se corta.
Un paso más cerca.
— ¿Tony? — Tu memoria no parecía hacerle justicia a esa voz que te parece abrazar tu corazón y hacerlo temblar con fuerza.
Apartas la vista por unos segundos, rogando que tus ojos no muestren ninguna emoción indebida y carraspeas levemente la garganta intentando que tu voz no falle al hablar
— El auténtico y único... Es una sorpresa verte por aquí, Steve — Le miras por unos segundos y su sonrisa te desarma pero no lo demuestras... Eres un Stark, esconder tus sentimientos es la habilidad heredada por tu apellido
— ¡Lo mismo digo! No esperaba encontrarte aquí — La sonrisa en sus labios derrite un poco la capa de hielo que lleva años formándose en tu corazón
— No deberías sorprenderte tanto, ambos somos chicos de Nueva York, Brooklyn
Sonríes recordando las 7,7 millas que eran lo único que los separaba en el pasado y los insignificantes que se sentían
— No pensé que seguirías aquí
— Y yo pensé que no volverías aquí
Vez por primera vez una sonrisa incomoda de su parte y sus ojos alejarte de los tuyos al tiempo que nerviosamente rasca su mejilla con la mano izquierda.
— Sharon fue trasladada al departamento de policía de Nueva York... Así que...
Notas el anillo dorado en su dedo anular con esa acción y la cicatriz en tu corazón, esa que nunca pudo sanar, arde levemente ante la mención del nombre y el recuerdo de la boda
— Creo que ya es un poco tarde, pero, felicidades por tu matrimonio — Intentas mantener un tono animado, porque en el fondo quieres ser feliz por él pero... De alguna manera no puedes, egoístamente no puedes — Ustedes dos se ven muy bien juntos — Odias decirlo, las palabras queman tu garganta más que el alcohol al que estás tan acostumbrado, pero eso no quita que esa sea la verdad, lo cual solo duele mucho más
— Gracias, Tony – La sonrisa vuelve a su rostro
— Yo debo irme, ya tengo mucho tiempo fuera de la oficina — Dices rápidamente antes de arruinar lo que será un valioso recuerdo para ti
— Sí, yo debo buscar algunas cosas pero... ¿Podríamos mantener el contacto? — Pregunta con cierta incertidumbre en la voz
— Por supuesto
Intercambian números, ignorando completamente a la gente que pasa alrededor de ustedes puesto que ustedes tampoco les están prestando atención.
— Dale mis saludos a Potts — Dice una vez que han terminado de guardar sus números.
— Claro — Sabes que no eres una buena persona, puesto que ni siquiera recordabas a tu novia
No dejas de verlo, hasta que su silueta desaparece por completo entre la muchedumbre, tu mayor impulso es detenerlo pero lo dejas ir una vez más, sabes que Rogers era lo mejor que te podía pasar mientras que tu solo serías su ruina; Una vez más intentas con todas tus fuerzas ser feliz por él, y aunque no alcanza para decir que eres feliz, obtienes paz a cambio.
Miras el contacto que has guardado en tu teléfono y te convences de que eso es más que suficiente.
Pero secreta y egoístamente pides poder verlo una vez más.
