Capítulo 3
Levanté la vista para encontrarme con Harry Potter, probablemente el chico más famoso del colegio, parecía que ni siquiera se había dado cuenta de que aún estaba aquí, se frotaba la frente mientras murmuraba algo que pude entender a duras penas antes de que se levantase y se fuera sin prestar atención a nada.
Tom Riddle – dijo él.
Me quede sola en el suelo extrañada… ¿Pero con quien pensaría que había chocado ese chico? Ni siquiera me preguntó si estaba bien… Será muy bueno y eso pero menudo maleducado. Me levanté y me sacudí los pantalones pensando en ese nombre no sé porque pero se me hace conocido… Riddle ¿De dónde me suena? Bueno ya pensaré en eso después, ahora me iré con Lisa. Seguramente estará en lo terrenos. Salí a los terrenos y la localicé enseguida… ¡Estaba con Jack! Otra traidora… Me acerqué y cuando se dieron cuenta dejaron de hablar.
¿Es alguna clase de conspiración contra mí? – pregunté yo con los brazos cruzados.
A ver Amanda – comenzó Lisa – Jack me ha venido a pedir consejo… Y que sepas que como amiga tuya que soy quiero que le escuches ¿Vale? Por que si no ya te puedes olvidar del regalo de Navidad.
Pero si aún falta dos meses para Navidad – protesté yo, además por un regalo menos no me voy a morir.
Pues no te hablaré durante una semana – dijo ella seria y es una mala señal, Lisa siempre cumplía con su palabra.
Está bien – acepté ¿Tengo otra opción?
Lisa le dio unas palmadas en la espalda a Jack antes de irse, como si le diera ánimos para enfrentarse a una feroz fiera. Le miré a la cara… Parecía algo arrepentido el pobre… ¡No! Tienes que ser dura.
Verás… En primer lugar lo que dije es verdad – dijo él… Uy ha empezado muy mal si quiere disculparse.
Mira Jack lo que dije de Chan es verdad – protesté – Que tú no te des cuenta por que te ciega el amor y la adoras como a una diosa a alguien que no te hará nunca caso no es mi culpa – Casi me quedo sin aire.
Ves lo que haces, siempre me hechas en cara que me guste. – dijo - No es perfecta ¿Y que? De acuerdo tienes razón pero yo no mando a mi corazón. Yo no quiero seguir queriéndola Amanda, por que se que tal vez no me merece y por que no quiero perderte. Eres mi mejor amiga… Eres la hermana que nunca tuve y haría lo que fuera para verte feliz.
Me giro para que no vea mis lágrimas, si estoy llorando y no, no estoy con la menstruación. Soy muy orgullosa casi nunca lloro pero ahora… Tengo ganas de pegarme por ser tan tonta. Noto que me gira y al verme con lágrimas sonríe.
No te burles – pedí yo.
No lo hago tontita – rió él.
Sabes eso que has dicho es muy bonito
Es lo que siento – dijo sonriéndome – Anda dame un abrazo.
Le abracé y de paso me sequé las lágrimas en su camisa. Al separarnos me miró esperando algo.
¿Qué? – pregunté.
Ahora te toca
¿Qué me toca? ¿Él que?
Decir que eres una orgullosa – empezó él enumerando con los dedos – tonta, presumida…
Si terminas esa larga lista que tienes sobre mí no seguirás con vida – le dije mientras hacía un gesto con la mano, como si me rajara el cuello. – Y no pienso decir eso… Tú sueñas.
Dilo
No
Dilo
No
Comencé a correr para escaparme del y él viéndolo me empezó a seguir.
