Gracias por el review danielle potter 1 me alegro de q te guste... Y bueno a los demás q lo lean perdonadme es la primera vez que escribo algo y si es malo... pues lo es... pero si os gusta decidmelo por fiss por que si no dejo de escribirlo. A los que no estén registrados y se pasen para leaerlo también muchas gracias.

Capítulo 4

Después de arreglar las cosas con Jack, él y yo no reunimos con Leo. A la noche cansada me retiré dejando a los dos locos jugando al piedra, papel o tijera. Abrí mi cama luego de cambiarme pero antes de acostarme un pensamiento inundó mi mente… Riddle ¿Por qué razón murmuró eso Potter¿Y por que me resulta tan familiar? Tal vez lo escuché de alguna parte ¿Pero de dónde? Mañana es domingo tendré tiempo de pensar… Ahora estoy cansada… Un momento… ¡Lo tengo!

Claro que tonta – dije para mi pero sin querer en voz alta

Amanda algunos queremos dormir – escuché que decía una Lisa somnolienta.

Lisa lo tengo, ya se por que me sonaba ese nombre y ese apellido – le dije yo entusiasmada.

Enhorabuena – dijo antes de caer en un profundo sueño, tal vez ni siquiera estaba prestando atención.

A la mañana siguiente me levanté de un salto… Más bien un brinquito, y me puse enseguida a vestirme tenía que decírselo a mis amigos lo antes posible. Tengo muy mal espina sobre el asunto y necesito consultarlo además no me puedo aguantar la curiosidad. Bajé a toda prisa por las escaleras esta vez sin ningún tipo de accidente pero ni Jack ni Leo estaban en la sala común. Esperé un poquito pero no me pude aguantar más, subí a su habitación y cuando entré de golpe pude ver que los dos seguían dormidos… Que monos si parecen angelitos así dormiditos… Da pena tener que despertarlos y de la manera más cruel que se me ocurra. Me acerqué hacia ellos respiré hondo y….

¡Dementotes¡Dementotes! – grité yo lo suficientemente fuerte para que ellos me escucharan pero lo suficientemente bajito para que toda la torre no se alarmara.

Se levantaron de un brinco con caras de terror y supe adivinar sus pensamientos aparte de "Oh no" Y decían "Socorro mami" me empecé a reír en sus caras y fue cuando se dieron cuenta de mi presencia. Y no parecían muy contentos de verme.

¿Estás loca! - gritó Jack - Casi me matas del susto.

Yo casi me meo en los pantalones - dijo Leo.

Yo le miré aguantendome la risa... ¿Que casi se...? Que miedica. Yo en su lugar hubiera intentado coger la varita.

Os lo merecíais - dije yo - Es lo justo ayer me levantaron demasiado temprano.

Si pero no gritando !Dementores!Dementores! - se defendió Jack.

¿Dementores? - dijo una voz temblorosa.

Nosotros nos giramos para ver a un chico compañero de cuarto de Jack y Leo, estaba temblando de los pies a la cabeza y parecía que se iba a desmayar, estaba muy pálido.

No es nada Butter sigue durmiendo - le contestó Leo - Es que Jack está algo alterado.

Haciendo caso a Leo ese chico llamado Butter se acostó en la cama más tranquilo. Yo los miré a los dos y respire hondo.

Vestios rápido - dijo yo impaciente - Tengo algo que contaros.

¿De que se trata? - preguntó Jack mirándome con intriga - Espero que no hayas quemado otra vez la biblioteca.

¡Por supuesto que no! - dije indignada - Eso solo me pasó una vez y además fue un accidente. Estaba practicando un hechizo y... Bueno ya sabéis la historia.

Entonces - empezó Leo - rompiste las escobas de quiddich...!Espera¿No habrás hecho eso otra vez?

!No! - negé yo deseperada - Ni aunque quisiera podría, no me dejan ni acercarme a las escobas.

Mira a ver- protestó Jack - Nos quedamos sin jugar ningún partido durante 4 meses... Es que ir a intentar hechizarlas cuando ya lo están.

¿Pero que es esto¿Un juicio? - pregunté yo histérica y con razón, no era para que ahora se pusieran a contar los momentos más vergonzosos de mi vida - Yo no intenté hechizarlas, me mandaron a recogerlas y cuando me iba a acercar volaron solas hasta el sauce y él las destrozó. No yo. Eran unas escobas suicidas - refunfuñé.

Bien - dijo Jack - Pero entonces...

Pero entonces nada - dije yo - No he hecho nada, pero quiero contaros algo así que ya ospodéis ir vistiendo o... No os enseñaré el juego de la gallinita ciega.

¿Que juego es ese? - preguntó Leo interesado.

No os lo diré hasta que bajéis - dije yo antes de salir por la puerta.