― Ahg… me duele todo el cuerpo… ― Desperté tumbado en lo que parecía ser el piso, con mis brazo…. Ah mierda soy un legiana así que son mis alas… ― … no estas sano todavía.

― … ― Voltee a ver a mi derecha viendo que había uno de esos equinos de color pastel, bueno, una, por la voz tan tímida y femenina que escuché, sería muy difícil que fuera un varón ya que si lo fuera… bueno, sería el trapito más convincente que he visto en toda mi larga y virgen vida. ― B…buen chico, debes estar algo asustado

― Señorita… no quiero sonar grosero, pero creo que podemos hablar de igual… digo, no quiero sonar grosero pero es algo raro que me hablen como si fuera una mascota ― Lentamente intenté levantarme solo para… bueno, terminar cayendo como un yunque de nuevo con un dolor infernal por todo mi cuerpo ― B..bueno, no se ofenda señor, pero es que no debes moverte, estas muy lastimado.

― … ― Simplemente suspiré, o bueno, "aullé" según como sonó el aire que escapó de mis pulmones asustando un poco a la criatura equina a mi costado ― No te asustes, yo tampoco sé cómo hago estos ruidos.

― … Parece… que estas aún más confundido que yo ― Habló la equina amarilla y no pude sino darle una mirada de "No shit Sherlock", sin embargo, el dolor me impidió mover el cuello para verla así que probablemente no lo notó ― Créeme, me han pasado muchas cosas en este corto tiempo… un momento… ¡¿ESTOY EN LA CARCEL?!

Rápidamente noté que más allá de la criatura al lado mío estaba en una especie de lugar subterráneo y con barrotes de metal frente a mí.

― Bueno… es que no había un lugar donde pudiéramos meterte cuando estabas inconsciente, les dije a las demás que no te gustaría pero… ― Miré a la equina y "suspiré" si el aullido prolongado con un tono más bajo era precisamente eso ― Bueno la verdad tampoco es que pueda quejarme, entre estar ahí afuera con un odogaron furioso y que además seguramente ya me tiene en la lista negra por atacarlo en plena cacería… bueno, digamos que prefiero vivir en prisión a estar peleando cada día con ese perro loco.

― O..o…¿odogaron? ― algo asustada la pequeña equina repitió el nombre del monstruo y yo asentí ― Odogaron, el perro de gran tamaño que intentó atacarlas antes.

― ¿Ese es su nombre? ― Preguntó la criatura tan… adorable… así que simplemente negué ― Así se llama su especie.

― Oh… b…bueno, y… ¿cuál es tu nombre? ― Preguntó algo nerviosa la pequeña equina, pero justo en ese instante una puerta se abrió iluminando parcialmente el lugar ― ¡¿DÓNDE ESTA LA CRIATURA?!

Voltee mirando como a las afueras del lugar estaba un equino de pelaje blanco, con lo que parecía ser una especie de vello facial típico de lo que te esperarías de un personaje simplemente rompebolas, algo así como un director o juez mamón que te clausura el negocio solo porque fallaste en cumplir una clausula entre letras tamaño microscópico que además ni estaban en el contrato principal, sino que estaban en el reverso y escritas en letras de tamaño cero.

― ¡Apártate pueblerina! ― Habló con fuerza ese equino hablándole a la pequeña a mi lado y abriendo la entrada para entrar a mi celda ― Es…espera, vas a asus…

― ¡¿ACASO NO ME DI A ENTENDER?! ― Habló el unicornio… empezaré a decirle el unicornio mamón, total, hasta ahora ninguno parece entender… un momento… ¿acaso estoy entendiendo a este caballo?, pero… no se supone que antes no podía entender nada de estos seres… ahg, me duele el cerebro ― ¡APARTATE EN ESTE NEIGH, NEIGH, NEIGH!

¿qué rayos?

Acaba de pasar de hablar en perfecto español, con un tono noble a estar relinchando sin parar como si fuera un caballo desesperado por atención… sí, definitivamente te voy a llamar el unicornio mamón… acabas de hacer llorar a esta cosita tan adorable a mi costado.

― N…no puede… llevárselo, este pobre animalito necesita descan… ― Pero antes de que terminara el unicornio mamón no tardó en contestar con su todo poderoso sonido mientras se alzaba en sus patas traseras y me golpeó con sus cascos en el ojo derecho, fue realmente molesto la verdad. ― ¡NEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGHHHHHHHHHHHH!

― ¡BUENO, PERO HABLA BIEN, AUNQUE SEA! ― Grité ya molesto haciendo que este caballo grosero diera varios pasos hacia atrás y cayera al suelo, probablemente cortesía de la potencia de mi sorprendentemente poderoso aullido, que creo yo que debió mínimo hacerlo orinarse encima si esa humedad en su ropa me decía algo ― ¡NEIGH, ¿neigh?!

― No te entiendo nada, así que la tuya por si acaso ― Contesté molesto, aunque recién caí en cuenta de una cosa, hasta ahora no había visto ninguna de esas criaturas usando ropajes… y este usaba ropajes de aparente estatus noble, si la calidad visual era igual a la calidad real ― B..basta, cal…calmado, no va a pasar nada.

― ¡NEIIIIIII…! ― Antes que terminara logré sacar mi cabeza por la celda abierta mirándolo fijamente ― Te reto, termina eso, vamos, sácate algún truco de magia, o algo, eres un unicornio, ¿no?, hasta donde esos cuernos además de servir como bocadillos para los Rajang, se supone que tienen poder, ¿no?

El caballo dio varios pasos hacia atrás iluminó su cuerno y luego cargó directo hacia mí, en respuesta simplemente incliné mi cuello esquivando un rayo que salió de su cuerno y luego simplemente di un pequeño movimiento hacia adelante con mi cabeza dándole un golpe ligero que lo hizo caer al suelo.

Verdaderamente me sorprendió, porque lejos de sentir el choque contra algo, fue como simplemente andar caminando y que una mosca o algún otro bicho chocara contra tu cabeza…

Teniendo un casco y con el bicho estando anoréxico aún para los estándares de bichos anoréxicos, no sentí nada, y el caballo este cayó al suelo con un sonoro "clop" al caer sobre sus cascos.

― ¡NEi..! ― Pero antes de que terminara con su ya molesto Neigh, simplemente me acerqué imitando un movimiento muy popular que se veía en televisión, lo miré a los ojos mientras pegaba lo más que podía mi cabeza a la suya, su cuerno era lo único que ofrecía la remota resistencia ― Vuelve a venir a gritarme "¡NEIIIIIGH!" en la cara y te enseñaré porque lo único más ruidoso que un legiana normal, es un legiana aullador.

El caballo se alejó lanzó un rayo de luz hacia la pared y desapareció dejando un rastro de líquido en el suelo… patético, en serio, aunque ahora que lo pienso bien…

Acabo de humillar a un noble… si este mundo funciona remotamente parecido a como son las cosas en la tierra, entonces lo más probable es que para mañana pase de estar en la cárcel, a una perrera con una inyección letal con mi nombre por ser un "animal violento"

― Pobre bebito… debiste sentirte muy asustado ― La pequeña se acercó y comenzó a frotar su cuerpo contra el costado de mi cabeza siendo anormalmente relajante y suave, al menos eso podía reconocerlo, no era como el pequeño cabezazo que le di al unicornio mamón, sino que fue una suave caricia comparable con que un conejito o un gatito estuviera frotándose contra ti para aliviarte tras un mal día ― Pues… no lo voy a negar…

― Ya está, ven conmigo, este no es lugar para un ser como tú ― Lentamente se acercó al enorme portón por el pasillo, aunque el portón era de un buen tamaño, el pasillo simplemente era demasiado pequeño… aunque entre estar dentro y fuera de la cárcel… por un lado estaba el odogaron y por el otro el unicornio mamón, y siendo honesto, ambos tarde o temprano me terminaran matando, así que prefiero morir peleando a morir a base de puros "¡NEIIIIIIIHG!" ― Ah, cuidado, tu pata está…

Pero no habló a tiempo, apenas intenté ponerme de pie, bueno, digamos que no sentí dolor, no sentí entumecimiento, no sentí nada…

Y eso era una alarma como ningún otra porque no sentía mi pierna, voltee a ver y esta estaba bien, solo que al parecer había estado durmiendo en una posición tan ridículamente antinatural que, bueno, mi entumecimiento era tan grande que parecía anestesia, mi pierna podía moverla a medias, pero no sentía nada.

― La…lamento lo de tu pierna ― Este pequeño algodón amarillo se acercó intentando ayudarme a levantar mi pierna entumida, bueno, no podía juzgarla por no lograrlo, pero el hacer el esfuerzo de ayudar a un ser que acababa de prácticamente amenazar de muerte a un noble, además hace poco peleo con algo que perfectamente podría hacerte pedazos de mil formas diferentes… bueno, lo mínimo que yo podía hacer era dar algo de esfuerzo ― Aléjate, no quiero terminar pateándote.

La pequeña me hizo caso y rápidamente se paró frente a mí, lejos de mis patas, lentamente logré ponerme de pie y para mi buena suerte, el poder plegar las alas y directamente lograr comprimirlas más como si estuviera usando una camisa de fuerza fue realmente útil.

Lentamente comencé a caminar y seguir a la pequeña pegaso frente a mí, era… raro, pero esta pequeña criatura me estaba inspirando confianza, ¿tal vez es porque puede entenderme y viceversa?

Ah, sueno como alguien con síndrome de Estocolmo, además no llevo tanto tiempo lejos de casa… ¿verdad?, ¡¿verdad?!, ¡¿VERDAD?!

Ah, me detuve sin querer, me esta mirando algo nerviosa, puedo sentir que verdaderamente esta asustada, y no la juzgo.

Comparándola con, bueno, el tamaño del pasillo, lo más probable es que a duras penas mida medio metro de alto y poco más de un metro de largo, si fuera tamaño humano todavía sería intimidantemente alto para ella, ni hablar ahora que soy un legiana, un monstruo que hace que incluso un humano monstruosamente alto se vea pequeño.

Aunque sigo con una duda, ¿Por qué estos caballos de colores han sido tan amables conmigo?

Más que nada estos que tienen alas, esta la extraña yegua blanca de antes que tenía alas y un cuerno, creo que decirle unicornio alada o pegaso con cuerno no le quedará… así que tal vez le podría poner algún "nombre" diferente… ¿uniala?, ¿alicornio?, ¿Cuernoala?, bah, al cabo ni importa tanto, lo que me preocupa más es a donde me llevara esta curiosa criatura.

Intentó abrir el masivo portón con algo de esfuerzo, así que para ayudarla decidí dar un pequeño movimiento con mi cabeza para ayudarla…

Grave error…

― ¡NEIIIIIIIIGHHHHHH! ― Pero si esto ya está escalando a niveles aún más ridículos, nada más salir con esta pequeña pegaso, y nada más salir afuera había toda clase de caballos en su mayoría unicornios vestidos con ropajes nobles, además de varios guardias evidentemente pegasos por sus alas, todos siendo anormalmente blancos, y con armaduras de … ¿oro? ― ¡Neigh!

Bajé la vista viendo como la pequeña pegaso estaba hecha una gelatina, verdaderamente estaba totalmente asustada, luego sentí un pequeñísimo impacto contra mi pecho notando como al parecer alguien tuvo la genial idea de arrojarme una lanza.

Miré hacia el frente y…

― ¡NEIIIIGH! ― Ahí estaba de nuevo el unicornio mamón, al parecer estaba teniendo una discusión con otro unicornio pero este en armadura y visiblemente molesto, llegó hasta el extremo que directamente se plantó entre el unicornio mamón y yo, discutiendo ambos sin parar. ― ¡Neigh!

Un sonido más femenino, alcé la vista viendo descender a la misma equina alada y con un cuerno, ante su mera presencia los demás pararon y rápidamente se hicieron a un lado

― Neigh…, ¿neigh, nei? ― Se acercó a mi sorprendentemente "hablando" conmigo, la pequeña gelatina emplumada debajo de mí se acercó y habló de una forma tan estúpidamente tímida que era casi empalagoso el verla y escucharla ― Pr…princesa… no puede entenderla… es inteligente, bastante, pero parece que no puede entender el equino.

― La princesa pregunta si es cierto que atacaste al canciller ― Habló y rápidamente caí en cuenta que con justa razón este tipo tenia ropa de semejante calidad… y de paso, porque se orinó tan rápido, era un canciller… ― Para que negarlo, sí lo hice.

― Dice…. Dice que si lo hizo ― Tradujo para la alada la pequeña amarilla ― ¡NEIIIIIIGH!

Y el unicornio mamón ahora comenzó a gritar de nuevo, a saber cuantas blasefemias me estaba diciendo, pero a juzgar por la reacción de los demás se notaba que estaban sorprendidos de verlo tan enojado.

― Neigh, ¿ni? ― La albina de crin que desafiaba la lógica me habló de nuevo y la amarilla no tardó en traducirme ― La princesa pregunta porque lo hiciste.

― … ― Quedé callado unos segundos, sabía que lo siguiente que diría podría afectar de lleno si salía de acá vivo y libre, o en una jaula y con una inyección letal a mi nombre, así que tragué saliva y contesté ― Porque… el "canciller" se le ocurrió llegar gritando, insultó a esta pequeña pegaso debajo de mí, me pateó en el ojo derecho y luego cuando lo alejé intentó atacarme de nuevo con lo que creo era magia.

Contesté con la verdad, y la pequeña debajo de mí tradujo, en respuesta el "canciller" estaba que nada le faltaba para lanzar espuma por la boca, miró a mi pequeña acompañante y a juzgar por su mirada y movimiento silencioso de labios estaba diciendole algo…

Y bueno, eso probaría mi punto.

― Repite lo que acabas de decir ― Gruñí mientras extendía las alas asustando a los presentes mientras el mencionado se sorprendió, cuando me miró acercarme ― Vamos, te reto, repite lo que acabas decir, pero dilo con fuerza para que todos te escuchen, ¿o acaso tus diminutas bolas de potro no te lo permiten?

Definitivamente estoy loco, pero, bueno, tomando en cuenta que muy fuerte no es que sea, supongo que podía darme el lujo de intentarlo, de todos modos, estoy básicamente muerto, me rodearon a saber por cuantos, así que lo mínimo que podía hacer era darle una lección.

― … ― De la nada sentí algo impactarme en la espalda mientras que el canciller habló ― ¡Alguien llévese a ese animal lejos, esta totalmente desquiciada esa bestia salida del everfree!

― Silencio secretario real, tú falta de respeto hacia el organismo de la especie Eqqus Caballus alado de coloración amarilla detrás de mí no es diferente de la materia fecal excretada por los animales, no, me corrijo a mi mismo, es peor que eso es comparable con la materia fecal excretada por los animales bajo los efectos de una gastroenteritis ― … ¿qué carajos estoy diciendo? ― Eh, ¿es esta la frecuencia de las ondas que mis cuerdas bucales generan permitiéndome así la comunicación?, ¿por qué hablo como los ciudadanos de la alta alcurnia de Europa durante la era victoriana combinado de forma anormalmente educada pero técnica con la forma de hablar por medio de tecnicismos de los expertos de la lengua española?

Definitivamente no tengo ni la mínima idea de que rayos esta pasando, esto es… totalmente rídiculo…

Genial, justo lo que faltaba todo acaba de paralizarse como si fuera un grabación VHS vieja, parece que estoy en pleno viaje por LSD o algo así..

― Pfff….ttt… ¡JAJAJJAJAJAJAJA! ― Voltee detrás de mí mientras que todo desapareció dando lugar a un color morado como ningún otro ― Ciertamente tienes los sueños más entretenidos que he visto en años…

― Espera… ¿esto es un sueño? ― Voltee hacia atrás y efectivamente todo estaba oscuro, luego miré hacia adelante y vi como una figura se acercaba hacia mí, era una especie de equino de colores oscuros con alas y cuerno, igual que la equina blanca ― ¡SIN DUDA ERES UNA CRIATURA CURIOSA "LEGIANA", ¿ASÍ SE LLAMABA TU RAZA, NO?!

Bueno parece que alguien tiene problemas para modular el volumen de su voz.

¡LAMENTAMOS SER TAN REPENTINAS, PERO NO PODÍA PERMITIR QUE SIGAS SUFRIENDO DE UN SUEÑO ALTERADO, ALGUIEN IMPLANTÓ ALGUNAS IDEAS EN TU SUBCONSCIENTE Y ESO TE HIZO TENER UN SUEÑO TAN DIFERENTE DE LO QUE SE SUPONE QUE DEBERÍAS DE TENER! ― Esta equina… en serio que tenía pulmones fuertes ― ¡LAMENTAMOS QUE TENGAMOS QUE HABLAR CONTIGO POR ESTE MEDIO EN LUGAR DE UN MEDIO MÁS FORMAL, PERO NO TENEMOS MUCHO TIEMPO ANTES DE QUE DESPIERTES!

¡ENTIENDO, MUCHAS GRACIAS! ― Contesté mientras que la criatura asintió como todo el rato que había estado antes, para luego estar algo nerviosa ― Emmmm, ¿puedes bajar un poco tu volumen?

― … Bueno, es que llegaste gritando ― Contesté nervioso mientras que la equina se veía algo nerviosa ― Bueno… es que… ya sabes se supone que debemos hablarle a los súbditos con la voz potente e imponente, la voz de canterlot… solo que… no me esperaba que pudieras contestarme con una voz igual de fuerte.

― Bueno… esto es… incomodo… ― Estaba en total silencio mirando a la criatura frente a mi ― ¿dices que estaba por despertar?

― Bueno, estabas… pero parece que tu cuerpo volvió a caer en sueño profundo, así que… tienes un momento más para dormir. ― Contestó la equina frente a mi acercándose, era de colores algo oscuros y viéndola más de cerca debería ser un poco más alta que las que había visto antes, con excepción de la otra alada con cuernos ― Es curioso que supieras el nombre de mi hermana, ¿acaso ella ha hablado contigo antes?

― Discúlpame, pero… bueno, no sabría que decirte, hasta ahora no he hablado con ninguno de los seres como tú… digo, ya para este punto no sé qué decir, estaba dudando sobre si la realidad se había quebrado hace unos instantes y ahora simplemente… pues… estoy hablando contigo.

― Lamento eso, supongo que tu percepción del mundo de los sueños debe de ser más vivida que los demás ― Contestó la equina ― ¿mundo de los sueños?

― Ahora mismo estas dormido, así que puedo comunicarme contigo por tus sueños, y no solo eso, sino también puedo detener las pesadillas y ayudarte a tener sueños buenos… el problema es que tienes una mente muy imaginativa como para soñar… bueno, lo de antes ― Río levemente la yegua frente a mi ― Lamento no haber intervenido antes, es que… bueno…

― Si, lo entiendo, desde una perspectiva externa, lo de antes debe de ser un sueño tan ridículo que hace gracia ― Contestó mientras que la equina sonrío levemente ― Bueno… ya terminé de ayudar a los demás con sus sueños, así que… ¿puedo pedirte una cosa?

― Si puedes detener pesadillas y sueños supongo entonces que serás una especie de deidad de los sueños, si quieres algo podrías tomarlo, ¿no? ― Contesté y ella asintió entonces ― Bien… entonces… quédate quieto…

Y lentamente se acercó comenzando a frotar su casco derecho contra mi ala derecha, no tenía idea de el motivo pero se veía ciertamente interesada

― Suavecitas… ― Parecía en estasis total mientras se frotaba con mi ala ― Pero… no entiendo una cosa, si estoy en mi sueños, significa que en cualquier momento puedo tener pesadillas de nuevo, ¿no?

― Me asegurare que no tengas pesadillas, tú solo relájate consideralo una pequeña cortesía― Contestó la equina mientras se alejaba hablándome tranquilamente― Oye… y… el canciller…

― Si existe, pero tranquilo, no te dará mucha importancia, es… alguien no muy agradable, pero no tiene motivos para venir por ti. ― Habló la equina mientras su cuerno brillaba mostrando un retrato del unicornio mamón ― ¿El rey o soberano de este lugar no se opone a que este tipo ande proponiendo leyes racistas?

― Bueno, mi hermana celestia siempre le deniega los permisos ― La alada sonrío levemente ― Momento… si de verdad existe… como es que tuve un sueño vivido con su persona, y también con esa pegaso amarilla… no recuerdo haberlos visto u oído jamás de ellos…

― Puedo contestarte eso, pero con una pequeña condición ― La criatura me miró a los ojos― ¿qué condición?

― Si voy a contestarte algunas preguntas, tú también debes contestarme algunas ― Sonrió levemente mientras que me levanté por instinto ― Ah, donde estaban mis modales, puedes llamarme Luna, princesa Luna.

―… Bien… princesa Luna… ― Hice una "reverencia" y luego me preparé ― Mi nombre es…