El día de la batalla en Hogwarts iba acercándose poco a poco y los nervios, el miedo y la incertidumbre se palpaba en cada uno de los miembros de la Orden.

Todos trataban de no pensar en negativo pero había días en que aquello era imposible. Sin embargo, había una integrante de la Orden que nunca dejaba de brillar aún cuando ella también sentía miedo.

Luna caminaba dando saltitos por todo Grimmauld Place y cuando se topaba con alguien le colocaba una pulsera, o más bien, una cinta color amarillo alrededor de la muñeca.

— El color amarillo es luz, es la vida, es la esperanza de un mañana mucho mejor — les decía y seguía su camino dando saltitos.

Ella siempre tenía una sonrisa en el rostro y palabras de aliento cuando se necesitaba, era una excelente sanadora y tenía un don especial para realizar pociones médicas, incluso había mejorado algunas muy comunes.

Luna era como un enorme sol, uno que irradiaba una luz cálida y revitalizante.

Atrás habían quedado las burlas y el apodo que muchos en el colegio le decían, todos la aceptaban tal cual era aún cuando muchas veces no entendían lo que decía.

Pero todos estaban de acuerdo en que Luna era el ánimo, la luz que los iluminaba en aquella oscuridad en la que estaban por la maldad de Voldemort.

La rubia llegó a la cocina y se encontró con Hermione, está sonrió al verla.

— Hola, Hermy — saludo.

— Hola, Luna. ¿Quieres un poco de jugo? — ofreció la castaña, la Ravenclaw asintió y tomó el vaso que su amiga le entregaba.

Luna se lo tomó de un solo trago pues estaba sedienta, sonrió y tomó una cinta de su bolso y se la colocó a Hermione.

— Sé lo que sucedió y lo que está por suceder, no debes preocuparte por mí — le dijo sorprendiendo a la castaña — yo estaré bien — dió media vuelta y se fue dando saltitos sin oportunidad de que Hermione dijera algo.

¿Acaso Luna sabía lo que iba a suceder? ¿Cómo era eso posible?

Hermione no quiso ir tras ella para preguntarle pues sabía que Luna no sería clara.

Poso su vista en la cinta color amarillo alrededor de su muñeca y se prometió proteger a Luna, a esa luz que no merecía ser apagada por el mal...