Si hace un mes alguien me hubiera dicho que yo estaría escribiendo sobre Get Backers no le hubiera creído.
Vanina.
Title: En mi cama
Rating: Apto para todo público… supongo.
Genre: Creo que romance :P
Starred: Ban, Ginji y un poco de Shido n.n.
El ataque de la cama fantasma
- ¡Ese trabajo estuvo muy fácil!
- Sí, pero la paga no fue muy buena. Hola Paul, quiero un café –dijo Ban entrando al Honky Tonk.
- ¿Tienen con qué pagar?
- Sí, esta vez sí. Este es uno de los gloriosos momentos en que tengo dinero después de haber terminado un trabajo… hasta que vuelva a encontrar otro…
- No creo que pase mucho tiempo hasta entonces; tienen un cliente esperándolos. –Paul señaló hacia una de las mesas. Un viejo conocido los esperaba.
- ¿Shido?
Conversaron con dos cafés y una limonada de por medio.
- Fue Madoka quien insistió en que viniera con ustedes.
- Madoka, ¿cómo está ella? –se interesó Ginji.
- Muy bien.
- ¿Qué es lo que quiere que recuperemos esta vez?
- Es un relicario. Es muy importante para ella. –Shido les dio los detalles. –Madoka dará una cena muy importante mañana por la noche en su casa; quiere que estén ahí para mayor seguridad. Y al día siguiente dará un concierto. Espera poder contar con su relicario antes de eso.
- Espera ¿una cena dijiste? ¿Eso quiere decir que nos darán comida? –interrumpió Ginji.
- Considérenlo un adicional.
Ginji festejaba la idea. - ¿Aceptamos Ban? ¿Sí, iremos?
- Sí, aceptamos. Sólo tengo una pregunta… ¿Por qué no te encargaste tú de esto?
Shido se sorprendió por la pregunta.
- ¿No lo habías visto? –levantó su brazo derecho para mostrarlo enyesado hasta la mano.
- Shido ¿cómo te hiciste eso? –se preocupó Ginji.
- No tiene importancia –dijo sonrojándose un poco. –Estén ahí mañana por la noche. Comenzarán a trabajar a la mañana. –les dijo antes de salir.
Asistieron al banquete ofrecido por Madoka, y ya que debían comenzar a trabajar muy temprano por la mañana pasaron también la noche en su casa.
- Su habitación. –indicó un mayordomo abriéndoles la puerta. –Que tengan buenas noches.
Era una habitación de huéspedes con un par de camas gemelas.
- ¡Pido esta! –gritó Ginji lanzándose a la cama más cercana.
- Ginji, tan escandaloso…- suspiró Ban caminando hacia la otra cama, sentándose en ella y empezando a quitarse los zapatos.
- Lo siento Ban, pero es que hace tanto que no duermo en una cama… ¡Es tan suave, tan blandita…! –dijo frotando su mejilla contra la almohada. –Me encanta esta cama ¡Cama cama cama cama cama!... –Ginji saltaba contento. -… ¡cama cama cama ca—
CRACK.
- ¡Qué pasó?
- ¡Pasó que estás muy grandote para estar saltando de esa manera! –lo retó Ban.
Ginji se bajó de un salto para examinar lo que había hecho.
- Idiota, ahora van a descontarnos eso. –dijo Ban ya desde la cama.
- ¡Quée! No, tal vez pueda arreglarlo…
- Lo harás, pero mañana. – tomó a su amigo por la muñeca y lo metió en su cama.- Por ahora duermes aquí –dijo tapándolo.
- Gracias Ban. –le sonrió Ginji.
- Duerme y descansa. –Ban apagó la luz.
Ban no pudo creer lo bien que le había salido. Al parecer, distraído como estaba, Ginji no había notado para nada que había sido él, Ban, quien con un rápido movimiento quebró un lado de la cama para que se rompiera. Había sido todo una excusa para compartir la cama. Con tal de tenerlo a su lado…
Aléjate. No te me acerques. ¡Fuera, lejos de mí pervertido! ¡Que te vayas!
- BAN.
- Waaaaah.
- Ban.
- ¿Qué quieres?
- Tuve que despertarte, estabas gritando.
- Tuve una pesadilla. Soñaba con… -Ban se estremeció al recordar- ¡Fudo!
Ban volvió la cabeza a la almohada con un gruñido.
- ¿Ban, te sientes bien?
- Estoy bien, estoy bien –murmuró.- Con el sueño que tengo no tardaré en volver a dormirme. Estoy tan, tan cansado…
Tan, tan suave, tan…
- Ban.
- Nh?
- Ban…
- ¿Qué quieres? –gruñó despertando. Ban abrió los ojos y levantó la vista: Ginji le sonreía apenado. Ban se soltó de inmediato, porque se había quedado abrazado al pecho de Gin.
- Disculpa Ban, pero tuve que despertarte. Me estabas apretando muy fuerte… y tenía miedo que pudieras romperme un hueso, jeje… ¿Ban, estás bien?
Ban se rascó violentamente la cabeza. No estaba bien; de alguna manera compartir la cama con Ginji, el roce de su piel entre las sábanas le estaba provocando sueños. Ya había tenido una pesadilla y un sueño romántico… ¿qué seguiría?
- ¿Estás bien? ¿Quieres un poco de agua, o un vaso de leche caliente para conciliar el sueño?
- No, no quiero nada. Yo solo… necesito un baño.
Ban fue hasta el pequeño baño de la habitación de huéspedes por una ducha, y un rato más tarde salió secándose el agua de las orejas.
Ginji lo esperaba dormido. Ban se detuvo un momento para contemplar la escena: Ginji dormido y la habitación en penumbras. Se sentía extraño salir del baño, vistiendo una bata, y caminar hacia él para meterse en su cama.
.oO Sob sob sniff Oo.
A Mido le pareció escuchar unos sollozos mientras caminaba.
- ¿Ginji? –se inclinó sobre él. Profundamente dormido, Ginji no le respondió.
Ban se metió en la cama, pero pronto notó con la poca luz de luna que entraba por la ventana que unas lágrimas brillaban en el rostro de su amigo.
- Ginji, ¿qué estarás soñando?... –se preguntó con el seño fruncido.
- Ban… -gimió Ginji. Al chico le sorprendió oír su nombre. –Ban… BAN NOOOO –lloró el rubio en sueños.
- ¡Ginji, despierta! –lo sacudió Ban.
- ¿Eh, qué?
- Ginji, estabas gritando…
- ¿Yo?
- Parece que tuviste una pesadilla.
- No lo recuerdo; me desperté tan bruscamente que lo olvidé.
Ban suspiró cansado.
- Ah, ya me acordé. Tuve un mal sueño y tú estabas ahí. –Ginji comenzó a contar entristecido- Soñé que entraba al Honky Tonk y tú no estabas. Natsumi había preparado albóndigas de pulpo; yo me acerqué al plato… ¡y tú te apareciste por detrás y te la comiste! ¡Y esa era la última! ¿Por qué, Ban, por qué hiciste eso? –gimoteó.
- ¡Eso fue un sueño! –le gritó.
Ginji se quedó serio y pensativo por un rato.
- Ban, creo que tengo que decirte algo…
- ¿Qué?
- Creo que estamos en una cama fantasma.
- ¿Una cama fantasma?
- Sí, es una cama embrujada para que tengamos pesadillas y… -pero Ginji no pudo terminar con su explicación: Ban le había aplastado un puño en la cabeza.
- ¡No existe nada como una cama fantasma!
Al final decidieron que sí sería bueno un poco de leche tibia para poder dormir y fueron a la cocina.
- Pensé que serían ustedes. –dijo Shido apareciendo detrás de ellos en la cocina. Llevaba un pijama de seda azul que contrastaba mucho con la imagen mental que tenían de él.- ¿Qué están haciendo?
- ¡Shido! Verás… no podíamos dormir, así que se nos ocurrió venir por un poco de leche caliente… -explicó Ginji.
- Yo se la prepararé. –ofreció Shido caminando hacia la alacena por un par de tazas.
- Gracias Shido. –dijo Ban mientras él y Ginji se sentaban a la mesa de la cocina.
A Shido se le resbaló una taza de la mano.
- ¿Qué pasó?
- N-nada.
- Ban… -le chistó Ginji en un susurro.-Acabas de llamarlo por su nombre. –le dijo sonriendo. Ban se sorprendió. Era verdad, pero no lo había notado.
Shido llevó las tazas de leche a la mesa una a la vez.
- ¡Ay! –dijo Ban apenas tocó su taza.
- ¿Está caliente? –preguntó Ginji.
- No.
De improviso Shido tomó a Ban por la muñeca con su mano izquierda. –Tienes una astilla en el dedo –anunció mirando la mano de Ban. – ¿Recuerdas haber roto algo de madera últimamente?
Ban soltó su mano de la de Shido algo molesto, y fue Ginji quien la tomó en su lugar.
- Tienes muy buena vista. –le dijo perspicazmente.
- Tú también verías bien si dejaras de usar esos lentes tan feos.
- ¡Qué dijiste!
Los dos hombres comenzaron a fulminarse con la mirada. Shido muy tranquilo porque sabía algo, y Ban con una mirada asesina de "en cuanto digas algo te mato".
- ¡AUCH!
- Ya está. Ya te la quité. –dijo Ginji llevándose el dedo de Ban a la boca.
Los Get Backers terminaron su poco de leche y volvieron a la cama.
"Dejen de estar merodeando por la casa y duerman porque tendrán que levantarse temprano mañana", les había dicho Shido.
Ginji insistió en que revisaran la cama buscando lo que causaba las pesadillas. La desarmaron y la volvieron a armar, pero no encontraron tal cosa.
- Al final no tenía nada de raro.
- No, pero lo estuve pensando Ban, y creo que ya encontré la el punto débil de la cama fantasma.
- ¡Que no hay cama fantasma!
- Tiene una debilidad –continuó muy convencido- y es que no tiene suficiente poder para atacarnos a los dos a la vez. Lo sé porque yo tuve pesadillas sólo cuando tú no estabas.
- ¿Y mientras yo dormía?...
- No soñé nada en absoluto, ni siquiera dormía.
- ¿Estabas despierto? –se extrañó Ban.
- No podía dormir. Estaba muy nervioso porque dormías a mi lado…
- ¿De qué estás hablando? Siempre duermes a mi lado.
- Es diferente –murmuró apenado.-Es diferente tenerte tan cerca, compartiendo la misma cama… -se detuvo al darse cuenta lo que estaba diciendo, o lo que estaba a punto de decir. – Ah, no te enojes, Ban, no te enojes.
- No me enojo. –respondió Ban. Pero enseguida se corrigió: -No me enojo, pero con una condición…
- ¿Uh?
Ban se acomodó al lado de su amigo y lo rodeó con un abrazo.
- …Si llego a apretarte muy fuerte me despertarás, ¿de acuerdo?
Ginji sonrió y le respondió el abrazo.
Los buenos modales:
Permiso: ni que lo diga, pero no soy dueña de Get Backers ni sus personajes.
Por favor: déjenme reviews sí? (sé que todo autor dice eso n.ñ) Acepto sugerencias de parejas, lugares y situaciones para futuros capítulos. También díganme qué les pareció este, sí?
Perdón: por el abuso de diálogos.
Gracias: por haber leído!
