Tanto fic, tanto fic, y terminé soñando que me metía a la cama de Ginji ñ ñU. Es verdad XP.

Title: En mi cama

Rating: T.

Genre: Humor.

Starred: Todos! (orgía? XD).

Cuantos más, mejor

- ¡Qué suerte que tuvimos, Ban! –le dijo Ginji a su amigo mientras se repantigaban en la cama (sobre la cama) –Qué suerte que Hevn tuviera que viajar justo en esta fecha y nos dejara quedarnos en su departamento.

- Eso es porque soy muy confiable.

FLASH BACK+

Hevn: Escuchen, NO confío en ustedes y son las últimas personas a las que les dejaría mi casa, pero hago esto sólo por Fluffy (muestra un caniche blanco y lanudo que lleva en brazos), no puedo llevarlo y no se puede quedar solo; quiero que lo cuiden bien mientras no estoy.

FIN DEL FLASH BACK +

OTRO FLASH BACK +

Ban (con una gran sonrisa): Shiiiido, a vos te gustan los animales: tomá uno (le encaja el perro). ¿Te importaría cuidarlo por unos días? ¡Gracias! (no espera la respuesta de Shido y se va corriendo).

FIN DEL FLASH BACK +

- Sí, tuvimos mucha suerte. –sonrió Ginji.

- Así es. –respondió Ban y se giró hacia él con un abrazo.

Le dio un besito, y luego otro, y luego otro beso más romántico mientras el abrazo se hacía más estrecho y acariciaba su espalda.

- Ahora no Ban, podrían llegar en cualquier momento… -dijo Ginji entre besos.

- No, no va a venir nadie –replicó Ban. Sonó el timbre. – Mierda ¬¬U…

Los chicos se arreglaron un poco y fueron a abrir la puerta.

- Hola- los saludó Akabane que traía un par de botellas. Le echó un vistazo a la habitación vacía -¿Soy el primero en llegar? ¿Estaban solos? Espero no haber interrumpido nada importante…

Akabane entró y Ban cerró de un portazo.

El timbre volvió a sonar y Ban que estaba más cerca de la puerta atendió. Una especie de oveja bonsái entró como un rayo y enterró sus dientitos en la pierna de Ban, haciendo mucho ruido.

- Hola, ahí tenés a tu perro –dijo Shido entrando- me tomé la libertad de entrenarlo.

Para cuando Ban se hubo desprendido de la criatura, el timbre sonó por tercera vez.

- Hoooola n n. -saludó Kazuki.

- ¿Ban, empezamos a pedir comida? –preguntó Ginji.

- Bueno. –Ban tomó el teléfono y llamó al número que figuraba en uno de los muchos imanes de delivery que tapizaban la heladera de Hevn. Pidió pizza (con anchoas)

- Yo no como pizza, pedime tres empanadas de verdura –le pidió Kazuki.

- Sí, y tres empanadas de verdura –dijo Ban al teléfono.

- Y papas fritas. –le pidió Ginji.

- Y papas fritas –repitió Ban.

- Y más cerveza. –dijo Shido.

- Y que lo traiga una chica. –pidió Akabane.

Volvieron a llamar a la puerta. Abrieron y del otro lado encontraron a Sakura y Juubei.

- Hola. –saludó este.

- Hola, vine a traer a mi hermanito. Es bastante tarde y no quería que saliera solo a esta hora; la Fortaleza se pone jodida de noche, viste? Te venden paco en las esquinas y versiones truchas de Windows XP…

- Sakura basta… -le murmuró Juubei muy avergonzado.

- ¿Te gustaría quedarte? –le preguntó Ginji amablemente. Sakura le echó un vistazo a la habitación, donde Shido corría en calzones, Akabane había ido al baño sin cerrar la puerta y Kazuki le revisaba el armario a Hevn mirando la ropa que más le gustaba.

- Nnnno, gracias n ñU. –respondió. –Chau hermanito, si se hace muy tarde pedite un taxi, yo lo pago cuando llegues.

Juubei se sintió muy agradecido de que no se hubiera quedado.

Antes que la puerta se hubiera cerrado detrás de él ya se había vuelto a abrir y entró un chico que se lanzó directo a Ginji con un gran abrazo.

- ¡Señor Ginji!

- ¡Jaja, cómo estás Makubex! –lo saludó Ginji revolviéndole el pelo.

- Muy bien. –respondió feliz muy abrazado.

- Bueno, suficiente ¬¬ -le dijo Ban para que ya lo soltara.

- Es "magnetismo". –respondió Makubex.

- Ay, qué cursi ¬¬U.

- No, es verdad, se me pegó la ortodoncia. –replicó el chico.

- ¡Shido, sácame esta cosa! –chilló Kazuki tratando de sacudirse el perro que se le había encariñado a la pierna.

- Yo me encargo –dijo Akabane acercándose.

- ¡No, pobre perrito! –gritó Kazuki cerrando muy fuerte los ojos. Los abrió despacio; vio que Akabane lo había levantado, lo había llevado al baño y cerrado la puerta.

- ¿Pensabas que me lo iba comer, o qué? ¬¬

- ¿Podemos pasar ya? –preguntó Shido.

- Sí, sí, vamos. –dijo Ban.

Todos entraron a la habitación de Hevn y se pelearon por ocupar un lugar en la cama grande con acolchado (por el momento) blanco. Ginji se apoderó del control remoto y encendió la tele. Esperaron un poco, el partido empezaría tarde debido a la diferencia horaria con Alemania.

El timbre volvió a sonar.

- Deben ser las pizzas.

- ¿Quién va?

- Yo no voy.

- Yo no.

- Yo no.

- Que vaya él.

- ¡Vamos, que vaya alguien! –se impacientó Ban.

- Andá vos Ban. –le dijo Ginji con una sonrisa.

- No, yo no, que vaya otro.

- Por favor Ban, andá vos. –repitió Ginji muy meloso.

Ban finalmente aceptó (sin decir nada) y fue él a atender la puerta.

- Jajaja, yo también le hago eso a Juubei –le dijo por lo bajo Kazuki a Ginji -, no lo resisten ;)

- ¡Hola, hola, hola, hola! –saludó muy contento Emishi que llegó cargado de dos cajas de cerveza. –Ey, ¿Dónde están las chicas? Me hubieran dicho y traía algunas…

- ¿No leíste el cartel que está en la puerta? –dijo Makubex.

- ¿Qué cartel? –preguntó Ban.

- Pegaron una hoja que decía "prohibido entrar con mujeres y animales". –contestó Kazuki.

- Es que no quería que viniera Sakura –dijo Makubex.- No saben lo que es ver un partido con ella: le grita "papito" a los jugadores, pregunta todo y nunca entiende nada.

- Igual, no era eso lo que decía el cartel que leí. –dijo Emishi.- Decía "prohibido fumar y use los patines al entrar".

- Hola n n –llegó alguien más.–estaba abierto y entré –dijo Kagami y pasó.

- ¿Y a este quién lo trajo? –murmuró Ban.

- Fui yo –respondió Emishi -, me escuchó cuando le decía a Juubei, así que lo tuve que invitar, qué más podía hacer.

Se reacomodaron un poco para dejar lugar a los recién llegados, ya estaban bastante apretados.

- ¡Sacá tus pies de encima!

- No puedo, no hay lugar.

- ¡Me estan empujando!

- Me voy a caer.

- ¡No soy tu mesita! –gritó Makubex a quien Ban le había puesto su cerveza sobre la cabeza.

- ¡Entonces sacá tu cabezota de adelante, estás tapando la tele!

- ¿No querés venir a ver el partido en mi casa? –le susurró Kagami a Akabane. –Sabés, tenemos directiví en Babilón City. Podríamos ponernos más cómodos, sería un "privadito".

- Tal vez después –respondió Jackal. –En estas situaciones cuantos más, mejor.

- Pervertido ¬¬. –murmuró.

- ¿Te vas a callar y mirar la tele? –le dijo Akabane cansado.

- Ay sí, como si me interesara el fútbol –Kagami sacó un espejito y se puso a depilarse las cejas.

Empezó el partido. También, el timbre volvió a sonar.

- Tiiimbree… -gritó Makubex.

- Ya escuchamos. – le espetó Ban.

Comenzó de nuevo la marea de "yo-no-voy".

Akabane bufó cansado por la inmadurez de todos y fue él a atender. Kagami lo siguió.

- ¿Qué está pasando? –le preguntó Juubei a Kazuki.

- Ahora la pelota la tiene…

- ¿Qué está pasando ahora?

- No me dejás terminar. Ahora está…

- ¿Y qué está pasando ahora?

- ¡Basta Juubei, escuchá los comentarios!

- No puedo, están haciendo mucho ruido. ¡Emishi, basta con esas papas, cerrá la boca para comer! ¿Qué está pasando ahora?

- ¡ESTÁN CORRIENDO JUUBEI, -gritó Kazuki exasperado- TODOS CORREN!

- Esos dos se están tardando mucho –dijo Ginji, que no había hablado en mucho tiempo porque no dejaba de tragar a dos manos. –Para mí que se quedaron con la comida y se la están comiendo afuera.

Ginji se levantó de la cama y fue a buscar a Akabane, Kagami y la comida, pero especialmente a la comida.

Las pizzas estaban sobre la mesa, pero no había ni rastros de Kagami y Jackal.

- No importa. –dijo Ginji, cargó las pizzas, papas, empanadas, hamburguesas y cerveza en los brazos y fue de nuevo al dormitorio.

Todos se le fueron encima buscando su comida.

Para cuando se hubieron acomodados todos de vuelta (comida incluida, para la cual la espalda de Makubex, que estaba acostado de panza frente al televisor, tuvo que servir de mesita), Akabane volvió, retomó su lugar y agarró un pedazo de pizza. Un rato después (para que no resultara muy sospechoso) volvió Kagami.

Hablaban de varias cosas que no tenían que ver con el fútbol, salvo cuando era estrictamente necesario (entiéndase, enviarle saludos a la familia del réferi).

Hacia la mitad del segundo tiempo llegó el cuarto momento de emoción (los tres primeros, fueron fallidos). Todos se acercaron al televisor como si eso contribuyera a que esta vez la pelota sí entrara. Gritos, insultos, ánimos y la cábala preferida de cada uno. Luego, en el momento justo, con la pelota en el área y la patada goleadora a punto de darse… apagón.

- ¡Ginji! –lo bardearon todos.

- Perdón, me puse muy nervioso.

- ¡Arreglalo!

- Y yo qué sé cómo arreglarlo.

- Tienen que haber saltado los tapones. Que alguien vaya.

Una vez más…

- Yo no voy.

- Yo no voy.

- Yo no voy.

- Voy yo. –dijo Ban prendiendo su encendedor y salió a buscar la toma de luz de la casa. –¡Ay, me lleva… quién dejó eso ahí tirado!

En la oscuridad Kazuki se abrazó muy fuerte a Juubei.

- ¡Juubei, Akabane me está tocando! –chilló.

- ¿Cómo sabes que fui yo? –protestó Akabane.

- ¿Entonces quién fue?

- Sí fui yo, pregunté cómo te diste cuenta.

- Te reconocí por el reloj. –llorisqueó Kazuki.

La luz volvió y también Ban.

- ¿Dónde están mis empanadas? –protestó Kazuki.

- Ya te las comiste. –dijo Shido.

- ¿Ya se acabó?

- Cerdo –le criticó Ban.- Pediste empanadas supuestamente porque no ibas a comer pizza, pero al final comiste de todo.

- ¿Qué le estás haciendo a esa pobre hamburguesa? –dijo Shido a Makubex, que le estaba haciendo una especie de autopsia a su comida.

- Le saco lo que no me gusta. –respondió el chico sacando aparte las cebollas.

- Me lo como yo –dijo Emishi y se sirvió del descuartizo que había hecho Makubex.

- ¡El queso no! –se enojó. –Lo estaba separando para ponérselo encima.

Shido se aplastó una lata de cerveza en la frente y se la tiró a Ban, que la atrapó en el aire y la tiró a un lado.

- ¡Después te quejás si te tropezás con cosas en el suelo!

Una vez más todos se inclinaron al televisor ante una posibilidad de gol.

- Auch. –dijo quedamente Akabane cuando una aguja se interceptó en el camino de su mano a la inclinación de Kazuki. –Eres muy perceptivo.

- Te conozco Jackal. –respondió Juubei.

A esas altas horas de la noche el partido pareció hacerse más largo de lo normal, y algunos no lo resistieron.

- Tengo sed. –dijo Makubex en voz alta.

Sin despegar la vista del tele Shido le pasó una cerveza.

- Yo no tomo eso, ¡quiero una pepsi! – exigió caprichoso.

- Hay en la heladera, andá y servite vos solo –le dijo Ban.

De mala gana, Makubex se levantó y fue a la cocina.

- ¿Quieres venir a jugar conmigo? –dijo una figura vestida de negro detrás de Makubex.

- ¿Dr. Jackal? –preguntó Makubex con su pepsi en la mano.

- Tengo un montón de juguetes, ven a jugar conmigo. –dijo el hombre cuya cara estaba oculta tras el sombrero avanzando.

- Usted no es el Dr. Jackal. –dijo Makubex retrocediendo. –Tiene los pantalones cortos y le veo las medias blancas. Usted es… ¡MAMAAAAAAAÁ!

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El partido terminó con un frustrante cero a cero. La casa estaba mayormente en silencio. Fluffy dormía profundamente a causa del tazón de cerveza que Akabane le había puesto porque hacía mucho ruido. En la habitación sin tele y a oscuras, todos dormían. Ban y Ginji atravesados en diagonal en la cama; Akabane, sentado en una esquina, con la cabeza ladeada; Kagami al lado, babeando un poco; Kazuki ovillado a los pies de la cama, y Shido, Emishi y Juubei desparramados en el piso.

Ban se dio vuelta en la oscuridad para abrazar a Ginji.

- Ginji… estás más gordo T T.

- No lo aplastes Ban, es Makubex. –Ginji tenía de vuelta al chico muy abrazado, entre él y Ban.

- ¿Su ortodoncia de nuevo? ¬¬

- No lo molestes –le pidió acariciando el pelo del pequeño ex Volts. –Estaba teniendo pesadillas, soñaba que lo perseguía Michael Jack(al)son.

Los buenos modales:

Permiso: Get Backers no me pertenece. Tampoco Windows XP, directiví, ni marcas de gaseosas ni ídolos pop.

Por favor: usen los patines al entrar.

Perdón: por toda esta tardanza! Y por tanta pavada sin sentido.

Gracias: Por leer siempre, por dejarme reviews, por agregar este fic a favoritos y alertas, por agregarme a mí a favoritos y alertas, por animarme a seguir n n.