Capítulo 16: Mostrándole a Shaka, una nueva faceta de Citlali.
Shaka sentía mucha curiosidad, no sólo por la religión de su novia si no también por verla a ella en una faceta que no conocía.
Ya la había visto como una guerrera después de detener a Dokho cuando le dio una golpiza a Milo y en los entrenamientos que le daba a las amazonas y ahora a los de bronce, la había visto también en su faceta de ama de casa cuando hacía de comer para todos y se encargaba de mantener la casa de Libra en orden, también la intelectual a la que le gustaba leer con Camus y no se diga su faceta desmadrosa cuando se juntaba con Milo, DeathMask, Saga y Kanon.
Pero verla como una catequista profesando su fe a los demás era algo que hasta ahora no había visto y tenía muchas ganas de conocer.
Es por eso que cuando Citlali y DeathMask le dijeron que podía ir con ellos, él aceptó la oferta.
Ahora se encontraba a punto de ir a dormir después de haber regresado a la casa de Virgo después de cenar en la casa de Libra con el maestro Dokho, su novia y los demás.
Al día siguiente, todos se levantaron como de costumbre, bueno casi todos, Seiya seguía dormido en el sofá y por la forma en que dormía a todos les sorprendió que no amaneciera en el suelo por haberse caído a mitad de la noche.
Citlali al verlo profunda y cómodamente dormido sintió algo de pena por tener que despertarlo, sobre todo por la chinga que les iba a dar en el entrenamiento.
Aun así, lo despertó para que desayunara junto a ella y los demás.
Tampoco podía hacerlo entrenar con el estomago vacío o se le iba a desmayar a medio entrenamiento.
Seiya se levantó cuando le habló Citlali y fue a lavarse la cara para después unirse a los demás en el desayuno.
Al terminar todos de desayunar y dejar todo limpio en la casa de Libra salieron para ir al entrenamiento.
Y el entrenamiento que Citlali les daba a las amazonas y a los de bronce era realmente duro pero también muy efectivo.
-Había olvidado lo exigentes que eran tus entrenamientos- le dijo Shiryu a Citlali.
-Mis entrenamientos podrán ser exigentes pero también los volverán mas fuertes y capaces a la hora de entrar en batalla- le respondió Citlali.
-Eso lo sabemos- le dijo Hyoga.
-Solo es cosa de acostumbrarse a este ritmo de entrenamiento- dijo Ikki.
-Si, es cierto- secundo Seiya.
-Yo quiero agradecerte que hayas aceptado entrenarnos a nosotros también a pesar de todas las cosas que tienes que hacer- le dijo Shun.
-No tienen nada que agradecer- les dijo- Yo estoy encantada de poder ayudarlos a volverse mas fuertes.
Cuando el entrenamiento terminó, Citlali fue a la casa de Libra para hacer la comida y cuando terminó le llevo un poco a Shion y también a Saori.
Ahí quedó de ir a ayudar a Shion al día siguiente después del entrenamiento.
Regresó a la casa de Libra para darse un baño antes de que llegaran los gorrones a comer.
Justo cuando Citlali terminó de bañarse y arreglarse para ir a poner la mesa, se encontró con que Kanon y Mu ya se estaban encargado de hacer eso, así que ella ya solo calentó la comida y sirvió los platos para que todos se sentaran a comer.
Al terminar fue el turno de Camus y Hyoga de lavar los platos y DeathMask y Shaka se fueron a bañar y arreglar para ir con Citlali y en lo que ellos se alistaban, ella daba un último repaso al tema que daría.
Citlali pasó primero por Shaka por que pues su casa zodiacal era la anterior a la de Libra y ni modo que bajara hasta la cuarta casa por DeathMask y luego volviera a subir para ir por Shaka para después volver a bajar.
Mientras bajaban para pasar por DeathMask iban platicando y coqueteando como era su costumbre.
Hasta Shina les gritó bueno, le gritó a Citlali ya que se llevaba un poquito pesado con ella aunque las dos se habían tomado cariño.
-¡YA BESALO DE UNA VEZ!- le gritó Shina a Citlali y tanto Citlali como Shaka se pusieron rojos de la pena, pero eso no impidió que Citlali le respondiera.
-¡NOSOTROS NOS BESAMOS CUANDO QUEREMOS, NO CUANDO TU LO DIGAS!- le gritó Citlali a Shina.
-Después sigues jugando con Shina- le dijo Shaka con un pequeño sonrojo- Ahora debemos darnos prisa o llegarás tarde, además aun debemos llegar por DeathMask.
-Si tienes razón- le dijo para después decirle adiós a Shina con la mano y seguir bajando junto a Shaka, solo que Shaka de repente se detuvo y la tomó del brazo pero antes de que Citlali pudiera preguntar que pasaba, Shaka la sorprendió robándole un beso.
Después de eso siguieron bajando solo que ahora iban tomados de la mano.
Llegaron a la casa de Cáncer y DeathMask se les unió y asi los tres se dirigieron a la iglesia en la que Citlali enseñaba catecismo.
Citlali y los dos caballeros llegaron con el grupo de la chica y ella se puso hasta el frente para dar el tema mientras que DeathMask y Shaka se quedaron en la parte de atrás con los niños para oír el tema.
Citlali comenzó a explicar el tema y tanto los niños, como Shaka y DeathMask escuchaban atentamente a la chica dar el tema.
-Muy bien, es hora de leerles la cita bíblica- les dijo Citlali- Presten atención. A por cierto hoy son dos citas las que les voy a leer.
Citlali tomó su biblia y buscó la primera cita que les leería a los niños y al par que no eran tan niños.
-Al salir- comenzó a leerles Citlali- Jesús vio a un cobrador de impuestos, llamado Leví, que estaba sentado en el puesto donde cobraba. Jesús le dijo:Sígueme. Leví se levantó, lo dejó todo y empezó a seguirlo.
Leví le ofreció un gran banquete en su casa y con ellos se a la mesa un buen número de cobradores de impuestos y gente de toda clase. Al ver esto, los fariseos y los maestros de la Ley expresaban su descontento en medio de los discípulos de Jesús: ¿Cómo es que ustedes comen y beben con los cobradores de impuestos y con personas malas? Pero Jesús tomó la palabra y les dijo: No son las personas sanas las que necesitan médico, sino las enfermas. No he venido para llamar a los buenos, sino para invitar a los pecadores a que se arrepientan.
Palabra de Dios.
-Te alabamos Señor- respondieron todos los niños al unísono y también DeathMask.
-Muy bien ahora les leeré la segunda cita- les dijo Citlali- Otra vez Jesús se puso a enseñar a las orillas del lago. Se le reunió tanta gente junto a él que tuvo que subir a una barca y sentarse en ella a alguna distancia, mientras toda la gente estaba en la orilla.
Jesús les enseñó muchas cosas por medio de ejemplos o parábolas. Les enseñan de esta forma:
Escuchen esto: El sembrador salió a sembrar. Al ir sembrando, una parte de la semilla cayó a lo largo del camino, vinieron los pájaros y se la comieron. Otra parte cayó entre piedras, donde había poca tierra y las semillas brotaron por no estar muy honda la tierra. Pero cuando salió el sol, las quemó y como no tenían raíces, se secaron. Otras semillas cayeron entre espinos, los espinos crecieron y las sofocaron, de manera que no dieron fruto. Otras semillas cayeron en tierra buena, brotaron crecieron y produjeron unas treinta, otras setenta y otras cien. Y Jesús agregó: El que tenga oídos para oír, que escuche.
Cuando toda la gente se retiró, los que lo seguían se acercaron con los Doce y le preguntaron que significaban aquellas palabras.
Él les contestó:A ustedes se les ha dado el misterio del Reino de Dios, pero a los que están fuera no les llegan más que parábolas. Y se verifican estas palabras: por mucho que miran, no ven; por más que oyen, no entienden; de otro modo se convertirían y recibirían el perdón.
Jesús les dijo:¿No entienden esta parábola? Entonces, ¿cómo entenderán las demás?
Lo que el sembrador siembra es la palabra de Dios. La que están a lo largo del camino cuando se siembra, son aquellos que escuchan la palabra, pero en cuanto la reciben, viene Satanás y se lleva la palabra sembrada en ellos.
Otros reciben la palabra como un terreno lleno de piedras. Apenas reciben la palabra, la aceptan con alegría; pero no se arraiga en ellos y no dura mas que una temporada; en cuanto sobreviene alguna prueba o persecución por causa de la palabra, al momento caen.
Otros la reciben como entre espinos; estos han escuchado la palabra, pero luego sobrevienen las preocupaciones de esta vida, las promesas engañosas de la riqueza y las demás pasiones y juntas ahogan la palabra, que no da fruto.
Para otros se ha sembrado en tierra buena. Estos han escuchado la palabra, le han dado acogida y dan fruto: unos el treinta por uno, otros el setenta y otros el ciento.
Palabra de Dios.
-Te alabamos Señor- respondieron de nuevo los niños y DeathMask.
Después de leer, Citlali procedió a explicar ambas citas para los presentes y después de eso se despidió de los niños para regresar al Santuario con DeathMask y Shaka.
Continuará...
Les traigo otro capítulo.
Espero que les guste.
Gracias por leer.
Les mando un abrazo.
