Kanon se incorporó y camino en dirección a la sala del Patriarca. En el camino recordó los últimos días que compartió con Victoria.
Era primavera, aún quedaban rastros de la nieve del pesado invierno que con mucha suerte lograron sobrepasar. Los futuros caballeros de oro seguían asistiendo a clases impartidas por Victoria , esta vez eran un poco más desafiantes.
— Una vez más Aioria, es importante tener modales durante la mesa. Porqué no sólo tu trabajo será atacar a extraños en el santuario… algún día viajarás como tu hermano Aioros y asistirás como guardaespaldas de alguna doncella, Rey o político importante, y será encubierto. Y solo tendrás éxito si te comportas como un caballero ante la sociedad. No somos guerreros brutos que sólo atacan por instinto, debemos ser meticulosos en todo lo que hacemos y expresamos.—
—pero yo escuché a Kanon decir que en la guerra se atacan a morir, y que el ya estuvo en un campo de guerra ¿entonces eso no sería ser un bruto sin modales?— Dijo el futuro caballero de escorpio.
— Lo es, pero en situaciones tan extremas como lo es la guerra, no debemos dejar de lado nuestro instinto humano, aunque tengamos enemigos no debemos asesinar fríamente a cualquier ser humano. Siempre deben respetar sus vidas y honrar la muerte, aunque termine con sus propias manos.— La joven miró el reloj de fuego y dió un pesado suspiro.— Chicos es todo por hoy, de verdad agradecería que el día de mañana sean puntuales y Aioria en la cena quiero verte con buenos modales también a ti Milo. No quiero ver otra pelea de comida, ¿de acuerdo? Bien vayan a cambiarse para entrenar.—
Los mas pequeños se despidieron uno a uno hasta dejar vacío el salón.
—Las doce… hora de encarcelarme…— Se lamentó Victoria dejando caer unas lágrimas por sus mejillas.
Hacía un mes que regresaron al Santuario después de visitar a sus hermanos. Cómo era de esperarse, Shion se enteró del casamiento del caballero de Geminis y la Diosa que terminó en un total desastre. Poco después su embarazo fue anunciado después de el desayuno, en el cuál asistían los caballeros dorados con el Patriarca y la Diosa, Victoria se desvaneció frente al Patriarca. Saga preocupado tuvo que dejar de ocultar el embarazo lo que enfureció a Shion y así tomar una decisión justa y muy dura, mandando lejos a Saga y evitar un conflicto más y que se olvidase de su absurdo amor.
¿Pero cómo olvidar al amor de tu vida?
Victoria aún podía dar algunas clases, por órdenes del Patriarca tendría una escolta de guardias y doncellas, todas las horas del día y la noche. Sólo tenía un poco de privacidad cuando reposaba en sus aposentos, lo cuál no hacía y ocupaba ese poco tiempo para escribirle cartas a su amado.
"Querido Saga,
Este mes ha pasado demasiado lento. La primavera está por terminar, he trabajado mucho en el jardín de Geminis, en primavera brotarán todas las flores que plantamos y será un lindo espacio para jugar con nuestra pequeña. Mi amado Saga te extraño demasiado, quiero volver a dormir en tus brazos, admirar las estrellas y perdernos en ellas. Quiero vivir esta última etapa contigo y que veas nacer a nuestra hija. Te prometo que haré todo lo posible para permanecer a tu lado sin consecuencias.
Con amor Victoria."
Sello la carta con cera y la guardo en un pequeño cofre con detalles en dorado.
Como no sabía donde se encontraba Saga lo único que la mantenía alejada de la desesperación era escribir cartas que aunque no llegarían en el momento que ella deseaba al menos permanecerían en un lugar seguro y Saga regresaría a su lado para leerlas.
— De nuevo perdiendo el tiempo.— Dijo una voz masculina entre las cortinas de los aposentos de la Diosa.
— Hola Kanon, en mi desesperación yo diría que no lo es. ¿Aún no hay noticias de Aioros?— Mantenía distancia entre ella y Kanon. Desde hace un tiempo que su relación había cambiado, Kanon la culpaba de que Shion le quitará a su hermano y lo mandarán lejos.
Victoria sabia qué en gran parte era culpable y que pudo enfrentar a Shion incluso revocarlo, pero fue el mismo Saga que decidió irse para demostrarle al Patriarca que no sólo es digno de ser Caballero Dorado de Geminis, sino también era digno de ser el compañero de vida de una Diosa.
— De hecho tengo noticias. Aioros y mi hermano están muy cerca de regresar. Shion tal vez se volvió muy blando con su vejez, y mando a Aioros a buscarlo. — Victoria se levantó de su silla desesperada por querer salir a su búsqueda.
— ¿En serio? ¿Esta bien? ¿Saga se encuentra bien?—
Sus ojos se llenaron de lagrimas que pronto cayeron por sus mejillas al piso.
— Tranquila, aún no hay detalles saldré del santuario para reencontrarme con ellos mientras tanto necesito que hables con Shion, mi hermano merece ser Patriarca y yo, caballero Dorado de Géminis, así que hazlo realidad y tal vez pueda perdonarte lo de estos últimos meses.—
Firme y con tono muy seco dejo muy en claro sus demandas, un tanto justas hasta el punto de aprovecharse de la vulnerabilidad de Victoria.
— Todo será cumplido no importa lo que me tomé, confia en mi palabra y de nuevo lamento todo esto Kanon, han trabajado toda su vida por esto y por mi culpa se los arrebataron.—
Kanon se giró sosteniendo el marco de la ventana listo para salir de la habitación pero algo, como una fuerza invisible lo tiró hacia dentro de la habitación al punto de debilitarlo y dejarlo inconsciente.
Victoria corrió a su auxilió acomodándolo en sus brazos y regazo. La presencia tan pesada hizo que medio santuario perdiera el conocimiento otros sólo permanecían en el suelo sin saber que ocurría o de donde provenía tanto poder.
"Niké, titán hija de Estigia y Pallas. Te llamó a ti para entregar al fruto de tu vientre, a cambio te daré la vida que tanto soñaste y vivirás como mortal."
Victoria sin dudar dejó salir su verdadera forma, con Kanon en sus brazos sus alas se extendieron y lo envolvieron acogiéndolo como un capullo, sus ojos cambiaron a un color plata y se enfocaron en la presencia que se ocultaba en el techo de la habitación.
— Ares, tanto tiempo. Nuestro Señor Zeus se pondrá furioso si se entera que haz venido a molestar a su "hada" favorita. —
— Si eres la favorita ¿por qué sigues sufriendo aquí?— La infame presencia del Dios Ares se posó frente a Victoria, pero no sólo era un espíritu, la burla del Dios hacía Victoria era mas que una falta de respeto, el Dios tomó el cuerpo de Saga para retarla, sabiendo que ella jamás lo tocaría y así podría mandar sobre ella y cualquiera que se interpusiera en su camino. — La favorita de mi padre, es verdad pero esta vez si que te ha abandonado. — Victoria sólo seguía con la mirada cada movimiento del Dios, vestía una túnica azul pero el cabello de Saga había cambiado, lo observaba en estado de alerta sin desproteger la vida del Santo de Géminis.— Viviendo en un Santuario dónde ni si quiera te veneran, viviendo cautiva por un mortal que no te otorga libertad, derrochando tanto amor sin nada a cambio, me recuerda a aquella época dónde …—
— Cuida tus palabras Ares.— Interrumpió la Diosa con su mirada desafiante.
Ares se rió, burlando a la Diosa de nuevo.
— En verdad que estas a la ofensiva Niké, tiempo atrás hubieras saltado directo a mi garganta para matarme, ¿que te detiene ahora? Ah ya lo sé, es este inútil recipiente qué te hace débil. Me pregunto si la vida de este humano vale mas que la vida de una Diosa que reencarna cada 200 años…Si no me das a Athena entonces perderás a aquello que amas más….— Ante ellos una pequeña y borrosa imagen apareció, El Santuario destruido y en la recámara del Patriarca Ares gobernando un ejercito de Santos sedientos de Sangre.
— Ares no intervengas en los planes de la Diosa Athena, no sabes lo qué es capaz Hades.—
—Oh es que lo sé Niké, es por eso que necesito a Athena y adelantarme antes de que Hades despierte. — Hizo una pausa y suspiro, sabía que no obtendría una respuesta gratificante así qué cedió a su plan de respaldo.
— Pero ya que no piensas ayudarme me pregunto… ¿qué pasará si yo simplemente le cortó la garganta?— Dentro de su tunica azul sacó daga dorada acercándola a su cuello.
Antes de que fuera mas profundo Niké soltó a Kanon y voló hasta Ares para sujetar la Daga.
Unas gotas de sangre llenaron su rostro, indicando que era demasiado tarde. Ella misma había enterrado la Daga en el cuello de Saga.
— Vic…Victoria ¿qué hiciste?— Sus ojos se dirigieron a Kanon y luego se perdieron en sus manos que seguían sujetando la Daga. — Her-mano…— Kanon seguía muy débil y en su intento de llegar hasta Saga fue inútil dejándolo de nuevo tendido en el piso.
Victoria lanzó un gritó de angustia y dolor retirando la Daga del cuello de su amado, y todo se tornó de color negro.
— Lady Victoria… ¡despierte Lady Victoria!— Una voz conocida la sacó del trance en el que se encontraba.
— Shaka … ¿dónde esta Saga?—
— Lamento decirle que no tengo respuesta a esa pregunta, el caballero d Géminis sigue en su misión secreta. ¿Se encuentra bien? Tuve que venir desde Virgo porque escuche que lloraba.— Vcitoria se incorporó despacio caminando hasta Shaka que mantenía una distancia prudente.
— Estoy bien, te pido perdón si te distraje de tu meditación, sólo fue un mal sueño.— sonriente le ofreció su mano.— Ven acompáñame a la sala del Patriarca, necesito ayuda con algo urgente.—
Shaka tomo su mano y la guió hasta el lugar señalado.
Últimamente veía lo cansada y triste que su maestra se encontraba, la mayoría de lis caballeros dorados se habían retirado del Santuario para seguir con sus entrenamientos especiales. Aún permanecían Shura, Aioria, Kanon y Aioros, quién a pesar de viajar constantemente nunca abandonó a Victoria aún así sabía como se sentía y Shaka daría su propia vida para volver a verla feliz.
— Shaka, necesito que bisques a Aioros, debe estar entrenando a Aioria en estos momentos pero necesito hablar urgentemente con el. Yo estaré en la biblioteca, ¿podrías decirle qué venga hacia acá por favor?—
El caballero de Virgo no estaba muy seguro del porqué necesitaba mas a Aioros que a el, pero no era momento de sobre pensar las cosas. Algo en su interior le decía que debería comportarse de la mejor manera con su maestra.
Aioros fue en búsqueda de Victoria en la biblioteca del Patriarca, al ingresar notó un cambio repentino en el ambiente y sintió como el cosmos de Victoria se hacía muy débil.
— Oh no, Victoria.— La encontró en el piso sujetando su vientre que ya marcaban unos 7 meses. — Es la segunda vez que te encuentro de esta manera. — La llevo en sus brazos hasta una silla cercana.
— Gracias amigo mío, creo que pronto será hora y los Dioses me han estado dando avisos. Es de lo que quería hablarte.— Aioros permaneció a los pies de Victoria dando un pequeño masaje para aliviar el peso que cargaba.
— Sabes que puedes contar conmigo para todo, se que mis intentos por traer a Saga a casa han sido en vano pero ahora mismo una cuadrilla fue al último lugar que Shion dió aviso. Estoy mas que seguro que Saga regresara pronto.— Ambos se sonrieron llenando de un cálido cosmos la habitación.
Saga podrá ser el amor de su vida vida pero, Aioros era su alma gemela. Ambos se complementaban de una manera extraña que solo ellos sabían cómo funcionaban.
— Gracias por todo lo que haces Aioros.— Victoria agachó su cabeza y tomo entre aus manos el rostro de Aioros.— Pero me temo que ya no me queda mucho tiempo en este mundo tan maravilloso. Y necesito de tu ayuda.— Aioros escuchaba detenidamente juntando sus manos con las de Victoria que temblaban.— Cuando Athena llegue a este mundo, yo moriré. Mi cuerpo real no esta con los Dioses en el Olimpo. Mi cuerpo real es este. Sabía los riesgos que conllevaría tener a la Diosa Athena en mi vientre, así que te pido que cuides de ella junto a Saga, confío no sólo que cuidaran de la Diosa sino que cuidarán de ella como la hija del caballero de Géminis, el futuro es muy incierto y necesito que luches a muerte para protegerla. Así cómo jamás contarle quien fue su madre, ella sabrá la verdad cuando sus poderes despierten por completo.
Y mi cuerpo… entiérralo, quémalo… no dejes que nadie se lo lleve. Si es mi deber morir para renacer, como se ha escrito por miles de años, lo haré, pero no puede caer en manos equivocadas, ya ocurrió una vez, cuando mi señor Zeus luchó contra Chronos, lo que trajo consigo una guerra casi interminable.— Al borde del llanto unió sus manos con las del caballero de Sagitario, asegurándose de no soltarlas volvió a mirarlo a los ojos.— Y por favor cuida a mis chicos, todos merecen una vida digna no sólo como caballeros de Athena, ellos merecen vivir au propia vida bajo sus propias reglas. Por favor cuándo llegue el momento de que te sientes en el trono del Patriarca cambia las leyes, guíalos hacia la bondad y respeto que merecen todos. Ámalos y recuérdales que siempre estarán en mi corazón. No podré despedirme de cada uno de ellos, pero confío en que tu harás lo correcto y les harás saber el inmenso cariño que les guarde hasta el último aliento.—
Aioros rompio en llanto junto a Victoria, sus últimos deseos serían cumplidos aunque le costará la vida cumpliría con cada uno de ellos.
Al otro lado de la habitación Shaka escuchó cada palabra que Victoria le confió a Aioros. Entre dolor y furia salió del Santuario buscando al hermano gemelo del caballero de Géminis y pedir ayuda para encontrar a Saga. Pero algo pasó, Shaka fue detenido por Victoria quién en su último esfuerzo pudo volar y llegar hasta él.
Lo envolvió en sus brazos y lo acerco hasta su pecho.
— Mi niño querido… tienes la carga mas pesada del mundo, compartirás esa carga con mi hija el cual yo se que los unirá. Pero debes prometerte algo… no te dejes llevar por el orgullo. Se que duele dejarme pero te aseguró que será para bien.—
Con esas palabras el Santo de Virgo y de Sagitario se dispusieron a cumplir sus promesas correspondientes.
Días después el caballero de Géminis apareció de nuevo al Santuario encontrándose con su hermano Gemelo.
—Vaya que te tomó bastante tiempo encontrar el camino a casa hermano.— Kanon fue a su encuentro recibiendo un abrazo de Saga.
— Kanon, es un gusto verte.— Se soltó del abrazo y dirigió su mirada hacia las 12 casas.
— Oh si, ella esta no está en Geminis. Creo que al viejo no le ha caído la noticia de qué esta esperando un hijo tuyo y la ha tenido como ave enjaulada todos estos meses. Vigilando cada paso que da.— Kanon se encogió los hombros y encaminó a Saga.— Lo siento, incluso Aioros intervino pero no fue de mucha ayuda. —
— No me sorprende.— Dijo en un suspiro.— Pero eso esta por cambiar. Victoria pertenece a Géminis al igual que nuestra hija y ahora que estoy aquí todo será diferente.—
Mientras tanto Victoria se encontraba dando vueltas por la sala del Patriarca esperando que sus doncellas regresaran con buenas noticias. Pero en su lugar un par de guardias corrieron a su encuentro.
— ¡Lady Victoria, es el caballero de Sagitario y el Señor Kanon vienen hacia acá con el caballero dorado de Géminis!—
Shion, que se encontraba a unos pasos de la entrada del lugar, entró con calma sin apresurar sus pasos. Se sentó en el trono del Patriarca y retiró su casco. Las
Miradas lo seguían con la esperanza de no ser castigados por insubordinación.
Pero no solo cerro los ojos y suspiró.
— Señorita Victoria, vaya con el. — Una de sus doncellas la animó y casi a empujones la llevo fuera de la sala del Patriarca. Con ayuda de un guardia bajó por las escaleras de Piscis y Acuario hasta reencontrarse entre la casa de Virgo y Géminis.
Al fin después de meses separados se reencontraron, esta sería la última vez que permanecían lejos el uno del otro.
Después de una larga platica e informar con detalle a Shion sobre su exhaustiva investigación acerca de esa misión tan secreta, regreso a Géminis donde Victoria y Kanon lo esperaban.
Los tres compartieron una pequeña cena, después Kanon se retiró a su habitación dejando a los enamorados en el jardín de Géminis.
Sin soltar sus manos cayeron en un profundo sueño, ambos anhelaban estar juntos sin que nada los separase y Saga ya tenía la solución a ese miedo, sólo tendría que intentarlo para hacerlo realidad.
— Ahora ve por el caballero y yo me ocupo de lo demás.—
Dijo la titán dándole un objeto de plata a Saga.
— ¿Que caballero? Saga espera ¿como que estás haciendo?— Saga siguió su camino sin escuchar a Kanon.
— Ella no querría esto Saga, ella quería que tuvieras una vida feliz. Que cuidarás de todos y fueras el mejor Patriarca.
Saga se detuvo un momento y regreso a donde estaba Kanon, lanzó un puñetazo que Kanon no logró esquivar.
—¡Es tu culpa Kanon! Si no hubieras amenazado a Shion aquel día…ella hubiese seguido con vida.
Kanon intentaba comprender las palabras de Saga. ¿Su culpa? ¿Acaso el…?
— Lamento interrumpir de nuevo pero en verdad querido cuñado necesito a ese caballero, y no creo que tengamos tanto tiempo.—
Saga se encaminó hasta Acuario dejando a Kanon aún con la mirada perdida.
— Yo la maté…yo la maté…— Se repetía en voz baja una y otra vez sin dejar de frotar la mejilla donde acababa de recibir el golpe de su hermano.
—¡Ya cállate porquería! Si quieres enterarte de lo que hiciste te lo diré pero después necesito concentrarme para seguir estos malditos manuales.— Bia estaba harta de que los gemelos trajeran el pasado y le siguieran recordando lo doloroso que fue perder a Niké.
— Amenazaste a tu antiguo patriarca, tu hermano te metió preso yo mi hermana al querer rescatarte, ella casi pierde la vida por querer sacarte del agua no sé o porqué lo hizo, pero ella transfirió un poco de su cosmos hacia ti. Era demasiado optimista porqué a pesar de que ya no te encontrabas en ese lugar ella no perdió la esperanza y su cosmos te siguió hasta llevarte a un lugar a salvo, da gracias al señor Poseidón que la adora y eso te mantuvo a salvo. Claro lo traicionaste y al final tu fuiste el que ganó pero todo fue gracias a mi hermosa hermana. Ahora cállate y déjame trabajar.
Y luego Kanon lo recordó, esa voz que rezaba por él, era Victoria y no Athena. A quién le debe lealtad sobretodo era a ella.
Notas del autor:
Hola queridos lectores, no se cuánto tiempo ha pasado, pero esta historia sigue así que espero que la disfruten que aún queda un tramo largo para disfrutarla. Gracias por leer y creer en esta historia.
