¡Hola a todo el mundo!

Acabo de volver de vacaciones, bastante inspiradoras (jejejeje, un par de capítulos que he escrito XD) y toca publicar hoy!

Bueno, lo primero es lo primero: Agradecimientos.

Eli: ¡Holaaaaaaaaaaaaaaaaa! Ni la brasa que te he dado para que leyeses el fic XD! Me alegra mucho que te vaya gustando el fic :o) . Lo de Snape… en fin, estoy empezando a cogerle cariño… Si en el fondo… bueno, que me callo, que hay peña que no ha leído el 6º libro… Pero esas intensas conversaciones por el Messenger me han abierto los ojos XD. Espero que te lo estés pasando bien por la playa, por que por aquí está lloviendo mucho :o(. A ver cuando sigues con tu Fic (http / www. fanfiction . net / s / 2424634 / 1 / ) y con el que haces con Ana (http / www . fanfiction . net / s / 2046711 / 1 / )

Mako Chan: ¡Perri! Que F. me parece todo XD! Que sabes que lo de Conti iba con cariño! Es que un Spear no me parecía procedente… jejeje además, el apellido es Italiano y le da mas morbillo al personaje… (es que tu no has oído hablar EN ITALIANO a Matteo) Y no me puedes hacer un bulin! (ole mi arte con el ingles ¿bulling?) Quien va a hacer bulin contigo, eh? Edu? Eso sería muy F.! Bueno, un besazo y en nada te veo XD (el 19 a las 8.05 en tu portal… Lara ya está avisada!) /Lo prometido es deuda/ -- ¿Es así? XD

Vanesa: Ejem… ¿cuando pusiste el último capitulo? Updated: 08-23-05 (http / www . fanfiction . net / s / 2261960 / 1 / --Pa' que veáis que no miento, el capítulo 13) Me ha hecho mucha ilusión que lo leas! Espero que te siga gustando –y que funcione tu vena vidente XD

Pues na', que muchas gracias a las tres por leerlo (sí, María, ya se que te debo dinero XD) y espero que sigáis (y me hagáis un poquito de publicidad!)

¡Un Besazo muy fuerte para todas!


Capítulo 2

Descubrimientos, regresos y apariciones

- Pero… ¿se ha vuelto todo el mundo loco? –gritó horrorizado Sirius.

- ¿Qué te ocurre ahora? –dijo Remus de mal humor. La cercanía de la luna llena le cambiaba el humor.

- Nada, nada –dijo mientras continuaba leyendo su ejemplar del Profeta.

James echó un vistazo al artículo que leía su amigo por encima de su cabeza y la expresión de su cara cambió.

- ¿Y bien? –preguntó Remus, confuso ante la cara de pavor de sus dos amigos- oh… ¿Quidditch?

- Ajá… Los Chudley Cannons ceden su mejor jugadora a las Holyhead Harpies…

- No tenéis remedio ¿eh? –dijo Alyra dando un beso en la mejilla a James- Las Holyhead Harpies son las mejores… Este año se llevan la liga, seguro… o, bueno, o no… -bajó la voz hasta convertirla en un susurro al notar sobre ella la mira asesina de los dos chicos- Esto… ¿tú no querías hablar? –cambió de tema la morena.

- Sí… vamos a la habitación, que está vacía.

- Vale… Luego os veo, chicas.

Los dos subieron las escaleras mientras sus amigos los seguían atentos con la mirada.

- ¿Creéis que volverán? –preguntó Jane mientras sacaba pergamino para comenzar la tarea de McGonnagall.

- No –contestaron Sirius y Lily al mismo tiempo. Durante unos segundos se miraron fijamente a los ojos y se sonrieron. Siguieron con sus deberes.

- ¿Qué sabéis vosotros que nosotros no sabemos? –dijo Remus, sorprendido por la complicidad de los chicos.

- Nada de "Gran Relevancia Mundial"

- Eso, en Lily, significa "no te importa lo más mínimo" –aclaró Jane, sin levantar la vista de sus deberes- ¿Dónde está Kirs?

- Dijo que tenía una cita… supongo que con el "chico misterioso"

- ¿Chico misterioso? –preguntó Sirius alzando una ceja.

- Sí, bueno, es que Kirsten lleva ya más de un años saliendo con un chico del que no sabemos ni su nombre…

- Al menos sabemos que es feliz… que es lo que, a mí por lo menos, me importa –terminó Lily.

- ¿La explicasteis el plan?

- Sí, Remus, pero… -la pelirroja miró a su amiga.

- … pero no quiere tomar parte…

- ¿Por qué?

- No lo sé, Sirius… está muy rara… Me recordó unas cinco veces que Snape es prefecto, igual que tú y yo, Remus…

- Bueno, Lils… ¿no te irás a echar atrás ahora? No me puedes hacer esto –dijo Lupin rogándola con la mirada.

- ¡Por supuesto que no! –dijo haciéndose la ofendida la pelirroja- Ese tipo me la ha jugado muchas veces cuando intentaba defenderle…

- Algo que aún no comprendo… -la cortó Sirius.

- … y ya va siendo hora de que sea yo quien se vengue –añadió con una sonrisa malévola.

oooo

La habitación de los Merodeadores estaba en tinieblas. Sobre una de las camas, Alyra y James jugaban al ajedrez. Habían hablado durante una hora sobre lo que habían tenido. Se recordaron que lo dejaron de mutuo acuerdo. Ahora todo era silencio.

- Deberías decírselo –habló James, mientras movía una de sus piezas.

- Te doy el mismo consejo…

- Ya, pero… no sé, no me agrada la idea de que me suelte un tortazo… te toca mover, Aly.

- ¡No va a pegarte! Ya he movido… te toca…

- Pero hice el capullo hace tiempo… hice mucho el capullo… está muy quemada de mí…

- Eso es cierto.

- ¡Joder! Vaya ánimos que me das… Jaque.

- Yo te puedo ayudar, pero entonces me deberás un favor… ¿hecho?

- Hecho… Jaque Mate.

oooo

Era una habitación enorme. Los muebles eran de madera muy oscura, de un estilo muy rústico. En el centro había una cama de dosel. Las cuatro columnas de las esquinas tenían grabadas serpientes y leones.

Las cortinas de la cama eran de gasa negra. Estaban abiertas. Sobre el colchón, entre las sabanas y la manta, todo negro, dos cuerpos desnudos se besaban con pasión.

- Te quiero…

En la cara de la muchacha se dibujó una sonrisa. Ella estaba sentada sobre el, moviendo lentamente las caderas, como bailando.

- Jamás imaginé que el misterioso Severus Snape fuera a decir semejantes palabras –dijo en un tono burlón.

- Vamos, Kirs… Me has oído mil y una veces decírtelo…

- Pero me sigue sorprendiendo… No se… -dijo tumbándose junto al chico- Yo también te quiero…

- Lo sabía –dijo sonriéndola el chico.

- Sevs… Ya sé lo que están planeando…

- No quiero que me lo digas, ni que intentes frenarles… no quiero que hagas nada.

- Pero…

- Kirs, te acabo decir que te quiero… sabes de sobra que ocurrirá si tus amigas o los merodeadores se enteran de que estamos juntos.

- Sí, lo sé… Ya las he dicho que no voy a tomar parte…

- Kirs… -dijo él, mirándola con una mezcla de orgullo y enfado.

- Le dije a Lily que pensase que tanto tú como ella y Remus sois prefectos…

- Buena excusa… -dijo sonriendo.

- Sí, pero no los disuadí…

- Da lo mismo… No me importan las pesadas bromas de los merodeadores si sé que minutos después voy a poder sentirte entre mis brazos otra vez…

- Eres tonto –dijo Kirsten, levantándose de la cama y comenzando a vestirse.

- Nadie es perfecto…

- ¿Vas a ir al baile de Navidad?

- ¿Estás loca? Claro que no…

- Estupendo… ¿a las once aquí? Yo tengo que ir un rato, o empezaran a sospechar.

- Kirs –la llamó justo cuando ella llegó a la puerta- te quiero.

oooo

Los meses fueron pasando y la Navidad estaba cada vez más próxima. Los merodeadores ultimaban detalles con las chicas en el Gran Comedor, durante la cena, cuando la profesora McGonnagall se puso en pie. Con su tenedor dorado golpeo la copa, a modo de aviso de que el director quería hablar a sus alumnos.

- Estimados alumnos –dijo Dumbledore mientras se ponía en pie- y alumnas. A petición del Ministerio de Magia, durante las épocas de exámenes nos acompañará un inspector… Así bien, mañana, con el comienzo de los exámenes de Navidad, el señor Lucius Malfoy, quien a sufrido un retraso debido a la restricción de magia en zonas muggles y la imposibilidad de aparecerse en los terrenos del colegio, comenzará su labor con los alumnos de sexto curso. Es todo.

El director volvió a tomar asiento, mientras en la mesa Slytherin se alzaban emocionados comentarios, los merodeadores se miraban horrorizados.

- La serpiente ha vuelto…

- Y esta vez tiene poder…

oooo

- ¡Hey! –dijo Lily entrando en la sala común y viendo, por fin, a todos sus amigos juntos- esto si que es novedad… ¿no teníais hoy entrenamiento?

- Ravenclaw se nos adelantó… -dijo Jane, de visible mal humor.

- Pero… si no juegan hasta después de las vacaciones…

- Lo sabemos… -dijo Sirius de mal humor, también.

Remus se levantó a la media hora. Esa noche había Luna llena y debía ir a la enfermería. Las transformaciones eran dolorosas, pero cuando sus amigos estaban con él, transformados en animagos, todo era más soportable.

oooo

Era ya más de media noche. Lily se levantó sobresaltada, empapada en un sudor frío que, al salir de la cama, la produjo un escalofrío. Llevaba un fino camisón de raso, blanco y corto. En esas habitaciones hacía mucho calor. Se acercó a la ventana y se sentó pegada al cristal, perdiendo su mirada en el bosque prohibido.

Todo estaba en calma. Un suave viento mecía las copas de los árboles, haciendo que sus sombras danzasen a la luz de la luna llena. Lily pensó en Remus, en lo injusta que había sido la vida con él. Él no se merecía ser un licántropo. El chico era amable, cariñoso… era su mejor amigo, un aliado fiel. Cuando Remus la confesó su "enfermedad", como lo llamaba él, no dudó ni un segundo en apoyarle.

James y Sirius dudaron. El muchacho nunca se lo reprochó, pero le dolió. La pelirroja se encargó de que los muchachos abrieran los ojos y se dieran cuenta que no era peligroso. Un día, James le confesó a Lily que estaban planeando algo… de eso hacía dos años… Estaban en cuarto. No sabía que era, pero desde finales del curso anterior los chicos solían amanecer con ojeras después de las transformaciones de Remus.

Entre los árboles surgieron, de pronto, tres figuras. Una de ellas era un ciervo con una cornamenta imponente, otra era, o al menos eso le parecía a la pelirroja desde arriba, un gran perro negro y, por último, lo que parecía ser…

- ¡Remus! –dijo en un grito ahogado.

- ¿Lily? –dijo la somnolienta voz de Alyra desde su cama- ¿qué te ocurre?

- Ven, rápido.

- ¿Esos son…? –dijo la morena, frotándose los ojos. Llevaba un camisón igual que el de Lily pero en color negro.

- No lo creo…

- Pero, si es Remus…

- Ya, pero… ¿Animagos¿esos dos animagos?

- Lily…

- Sí, vamos…

Las dos se pusieron en pie y salieron de la habitación sigilosamente. Lily conocía un camino seguro hasta un pasadizo que llevaba a los terrenos. Sirius se lo había mostrado en una ocasión.

- ¿Cómo conoces este camino? –dijo Alyra sorprendida.

- Sirius –se limitó a responder la pelirroja.

Cuando James y Alyra empezaron a salir, Lily se lo contó a Sirius. Él estaba increíblemente enfadado con su amigo, al igual que Lily con Alyra.

El moreno la propuso un trato: fingir estar juntos durante algún tiempo. Y lo hicieron. Estuvieron un mes saliendo juntos, pero, al darse cuenta que, en lugar de enfadar a sus amigos, a estos les divertía, decidieron dejarlo.

- ¿Es aquí donde te traía?-preguntó Alyra con un extraño tono en su voz.

- Sabes que no estuvimos juntos… Ni siquiera nos besábamos si no estabais delante…

- Lo sé… Lo siento, es solo que…

- A ti te gusta Sirius… Lo sé… -dijo la pelirroja sin dejar de correr por el pasadizo.

- Pero… ¿Qué dices? –dijo, tratando de parecer indignada- Esta bien… sí, me gusta Black¿cómo lo sabes?

- Lo sé y punto… soy tu mejor amiga, es normal que lo sepa…

- ¿Cómo yo se lo de James?

- ¿A que te refieres? –saltó la pelirroja, parándose justo en la salida.

- Se te nota, Lils… dejémoslo así.

Salieron a los terrenos y divisaron a los tres animales. Decidieron que lo mejor sería mantener una distancia prudencial. A fin de cuentas, sabía con seguridad que uno de ellos era un licántropo, pero no podían estar seguras de que los otros dos fueran James y Sirius.

- Se han parado –detuvo Alyra a Lily tras unos árboles.

- Qué monos… Mírales como ruedan por el césped…

- Sí, una cocada… -dijo sarcásticamente Alyra, a quien no la hacían mucha gracia los animales.

- Mierda. Remus ha debido olernos… -dijo algo asustada Lily, mirando como el lobo olisqueaba el aire.

- Sube al árbol… vamos, vamos…

Lily había subido ya cuando el lobo se giró y, zafándose de la guardia que montaban los otros dos, corrió en dirección a Alyra que hacía todo lo posible por subir al árbol.

Al ponerse nerviosa, la morena no acertaba a subir la pierna en la rama, por lo que sacó la varita. Lily sabía que su amiga iba a ser incapaz de atacar a Remus así que se preparó. Cuando el lobo hubo saltado sobre su amiga, ella se tiró sobre él, alejando la mandíbula del animal del cuerpo de Alyra.

Lily notó que algo la agarró del camisón y tiró de ella hacia atrás. Nada más soltar al lobo, la pelirroja empezó a patalear, procurando no gritar, pues si las oían desde el castillo, podían darse por perdidas. De pronto, Remus salió despedido. El ciervo lo había envestido y ahora trataba de mantenerlo inmovilizado.

- Lily… Vamos… -dijo una voz en la espalda de la chica. Se giró y vio a Sirius. Alyra había acertado.

- Aly… -acertó a decir. Miró hacia su amiga y la vio tumbada en el mismo sitio donde la había tirado Remus. Tenía los ojos muy abiertos y una expresión de miedo en sus labios.

Sirius se acercó a ella, la cogió en sus brazos y con una mirada indicó a la pelirroja que se dirigiese delante a la entrada del pasadizo.

oooo

- ¿Es que os habéis vuelto locas? –gritó Sirius al entrar en su habitación. No querían despertar a las otras chicas y su habitación estaba vacía.

- Yo… nosotras… vimos por la ventana… -lloriqueaba Lily, asustada.

- Lo siento, no quería hablarte así… -la dijo Sirius, abrazándola- pero… es muy peligroso lo que habéis hecho…

- Lo sé –dijo algo más calmada. Alyra se había desmayado y yacía sobre la cama de Remus, la más ordenada, con diferencia.

- Tengo que volver con James y Remus. Comprueba que Aly no tiene ninguna herida extraña y curaros todos los cortes que tengáis con el mejunje azul claro que está en el lavabo. Dentro de un par de horas –dijo mirando por la ventana- volveremos James y yo. Dormid aquí¿vale?

La pelirroja asintió con la cabeza y Sirius la besó suavemente en los labios.

- Ya entiendo a James cuando me repite una y otra vez lo mucho que te quiere…

La chica se quedó petrificada. ¿James diciendo que la quiere? Esta vez no iba a picar…

Tras curar las heridas de Alyra, Lily se acostó en la cama más cercana a la ventana. Era la cama de James, y lo sabía. Percibía su olor en la almohada.

oooo

- Un momento… -dijo Jane, susurrando en clase de Historia de la Magia- ¿Qué le gustas a James?

- ¿Pero tú has escuchado el resto de la historia? –dijo enfadada Lily.

- Si, sí, pero bueno, Aly está bien, tú estás bien… y tienes al gran Potter detrás de ti…

- olvidadlo… No debí deciros nada…

- Esta mañana, cuando ha entrado en la habitación… ¿te ha dicho algo? –pregunto Kirsten.

- No, ni siquiera le ha insultado… -contestó Alyra, sonriendo ante las mejillas sonrojadas de su amiga. Odiaba ser el centro de atención- cuando me he despertado, James la miraba embobado desde el suelo…

- ¿El suelo?

- Si, Kirs, no se atrevió a subirse a la cama…

- Que se hubiera atrevido… -dijo en un tono amenazante la pelirroja.

- Por cierto… ¿Qué habéis pensado de disfraces?- preguntó Jane, al darse cuenta que los merodeadores estaban intentando escuchar la conversación.

- No lo he pensado aún… Es probable que vaya de ángel… Aunque no creo que me quede mucho tiempo…

- ¿El chico misterioso?

- Sí, Lily, sí, tu chico misterioso –dijo Kirs riéndose- ¿de que vas a ir tú?

- Quería ir de bailarina de tango… Tengo que mandar una lechuza a casa para que me le traigan…

- ¿Sabes bailar tango? –dijo Jane sorprendida

- Sí, bueno, de pequeña hacía bailes de salón en una escuela muggle… ¿qué llevarás tú, Jane?

- Pues visto como está el panorama, que los tíos solo piensan en quidditch… igual me disfrazo de snich –dijo riendo.

- Tú a tu rollo, provocando…

- Por supuesto, la snich es la pelota más difícil de coger… -dijo guiñando un ojo.

- ¿Aly?

- No voy a ir a la fiesta…

- ¿Por qué no? Si cuando nos lo dijo McGonnagall eras la más emocionada de todas…

- Ya, pero va a haber mucha gente… y, no sé… Odio las multitudes y, admitámoslo¡las multitudes me odian a mí también!

oooo

- ¿Qué se supone que vas a hacer, Mya? –pregunto una voz, algo temblorosa.

- Oh, vamos, Rebecca, el Señor Oscuro lo dejó muy claro…

Mya era una Slytherin, de sexto curso. Tenía el pelo claro castaño y los ojos marrones, era de las más populares del colegio. Solía vestir de colores oscuros, nunca de rojo o rosa. Su familia, la familia Kings era conocida por su habilidad con las artes oscuras. Tenía un hermano mayor, Joseph, de 21 años, que era todo lo contrario a ella. Él había pertenecido a Ranvenclaw y ahora vivía en Japón.

Rebecca también era Slytherin, de la misma edad de Mya. Llevaba el pelo liso, siempre impecable, de un color rojo oscuro, teñido. Sus ojos marrón muy oscuro solían desvelar más de lo que ella quería. Uno de sus mayores problemas era que es incapaz de mantenerse callada lo que sabe, creyendo que eso le da un grado de superioridad, aunque siempre acababa quedando mal.

- Mya, pueden expulsarnos.

- Habrá que arriesgarse… ¡Muerte!


¿Qué os ha parecido¿Como se os ha quedado el cuerpo con Mya y Rebecca?

Dejadme algun Review¿vale? solo debéis darle al Goy listo, se os abre una ventana nueva para dejar el mensaje... GRACIAS

p.d.-->Antes no tenía modificado el que se pudiese dejar los mensajes sin tener que registrarse, lo he cambiado... Así que ya no hay escusa!

BESOS