Hola a todo el mundo!

Bueno, ahora que ya ha empezado el curso, espero tener ataques de inspiración durante las clases en las que seamos más de seis personas (es triste decirlo, pero es así, en historia del arte y griego somos seis o cinco…)

Pero bueno, de momento aquí os dejo el siguiente capítulo: los problemas aumentan…

Vamos a contestar a los Reviews y después seguimos :p!

Cris: Muy buenas! Jajajaja, Snape es un personaje muy retorcido (y más que lo estoy retorciendo yo, enamorándolo). Lo de James… Ahora verás lo que le ocurre… aunque no creas que va a ser la última vez que acabe mal parado, muajajajaja (risa maligna) Y lo de las chicas y Kirsten… es pronto para saberlo (todavía no se muy bien como lo voy a hacer, tengo la idea pero es demasiado retorcida XD) Espero que te guste lo que viene a continuación y… GRACIAS!

Eli: Hola! Te aviso, la parte de sexo y lujuria empieza a pasarse por mi cabeza de una manera demasiado posible en el fic… jejje, ya verás, ya… XD! Por cierto, que las dos que tienen secuestrado a James… estan basadas en 2 de mis amigas (Mya es mi mejor amiga… a ver que decimos, eh? XD) jejejeje, pero que se aguanten… creo que tanto como matarlas… pues igual no, pero… no se… ¿Qué tal una pequeña dosis de tortura? Jejejeje. Y no llames capullo a Voldy! Eso no te lo consiento! Voldy es un tio majo y legal y… y tiene muchas cosas buenas! Lo que pasa es que tu no puedes verlas! (¬¬ que pasa, es que sirius está bien como fantasia sexual, pero una chica necesita a alguien poderoso que la proteja XD) Vale, se me acaba de ir bastante la olla! XD Muchas gracias por la publi y procurare que las partes más duras lleven una parte paralela en versión "Eli" XD. Muchos besos y Gracias por leerlo!

Rak: Weno, weno, m'alegro mucho que leas el fic, perra! XD Que haber cuando entra yanire y seguimos con el nuestro! No te metas con Snape, que aki, Eli y yo le estamos empezando a coger cariño! XD que mono el, con su pelo negro (weno, esto ya es más en plan morbo xa Cris XD) Por las parejas, te explico, 1º eran: James y Alyra, Lily y Sirius, Remus y Jane, Kirsten y Severus… Ahora, pos solo sigue la última… y el resto… pos no se… xq todavía están en 6º y pueden pasar muchas cosas… XD Besazos peke!


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Y na', que aquí os dejo el nuevo capitulo! Espero que os guste y dejadme Reviews!

Capítulo 4

Los Problemas Aumentan

James abrió lentamente los ojos. Le dolía cada parte de su cuerpo. Oía dos voces femeninas que no parecían estar muy lejos de él. No entendía lo que decían porque una fuerte punzada en el pecho le impedía en pensar en nada más.

- No es divertido si te desmayas, Potter –le dijo una voz, susurrándole al oído.

- Vendrán a buscarme… Ya se habrán dado cuenta de que falto…

- Rebecca… -la llamó Mya desde el otro lado del vestuario.

- Voy, Mya…

James la vio alejarse, contoneando la cadera, hasta llegar a donde se encontraba la otra.

El muchacho comenzó a sentirse mejor. El dolor en el pecho remitía, aunque uno de sus pies parecía dormido. Sentía como si unas cuerdas inexistentes le estuvieran apresando, apretando demasiado en los pies. Miró hacia la puerta. Nada.

"Sirius me estará buscando en el mapa, estoy seguro…"

oooo

Sirius llegó a la entrada del Comedor, donde les esperaban Remus con las chicas. Las tres se mostraban preocupadas.

- ¿Y Alyra? –preguntó Sirius al no ver a la morena allí.

- Ha ido a la biblioteca -dijo Lily, mirando al mapa con ansiedad. Necesitaba saber donde estaba James.

- Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas.

- ¿No había una frase mejor? –murmuró la rubia, quien sabía del mapa pero no la frase.

- James esta… -dijo Sirius ignorando a la chica- eh… James no aparece…

- Un segundo… Mira –dijo Remus, señalando el puntito cuyo letrero decía "James Potter"- Está en el vestuario de Gryffindor… Y esas son…

- Imposible –dijo tajantemente Kirsten.

- Vamos… No podemos esperar a Alyra… -dijo Lily mientras salía corriendo dirección a los vestuarios.

Los demás la siguieron. Como pudieron, se fueron abriendo paso en la nieve hasta llegar al campo de quidditch. Se metieron entre las gradas, no era el camino más rápido, pero al menos no tenían que luchar contra un metro y medio de nieve.

Al llegar a la puerta, todos se pararon en seco. Lily miró a Sirius, quien asintió con la cabeza.

- Alohomora –gritó la pelirroja. La puerta salió volando hacia el interior.

Dentro no había nadie. Las paredes rojas tenían pintadas en color verde.

- Sangre sucia, eres la siguiente… -leyó Remus, mirando de reojo a Lily que no se había inmutado.

- ¿James? –dijo Jane en un susurro al encontrar al chico.

- ¡Por Merlín! –gritó Kirsten al verlo.

Todos los hechizos cruciatus habían salido y el cuerpo del chico estaba lleno de cortes superficiales y enormes moratones.

- Debemos llevarlo a la enfermería… -dijo Sirius, cargándolo sobre sus hombros.

- Así solo vas a conseguir romperte el cuello –dijo Jane, ayudándolo a bajarlo- una camilla no vendría mal, Kirs…

- Cierto, cierto.

- Tengo que avisar a Aly… -dijo Lily, dándose la vuelta. La dolía ver así a James. La dolía demasiado.

- No ni rastro de esas dos por aquí… -dijo Remus, quien había inspeccionado el vestuario completamente- ¡James!

- Lils… -llamó Sirius a la pelirroja- deberías quedarte tú con él- Alyra ya me ha pegado una vez- dijo señalando el ojo amoratado.

- Está bien. Sé un poco delicado… Sabes lo mucho que se quieren…

oooo

Alyra bajaba apresurada las escaleras, dirección a las enormes puertas de roble del castillo.

- ¡Eh! Podrías tener un poco de cuidado –la gritó una chica- oh… eres tú, Ward.

- Kings, Powder –dijo, refiriéndose a Mya y Rebecca.

- Deberías prestar más atención a por donde caminas… podrías encontrarte con alguien indeseado…

- Creo que ya lo he hecho…

- No te creas superior a nosotras… sabes que no lo eres…

- ¿Hay algún problema? –dijo una fría voz en la espalda de Alyra, que arrastraba las sílabas, como si hablase con desgana.

- No, señor Malfoy. –dijo con una sonrisa de fingida inocencia Rebecca.

- Bien, pueden irse… Usted no, Ward… Sígame…

- ¿Qué ocurriría si me negase?

- No creo que a tu padre le fuera a hacer mucha gracia…

Malfoy la agarró del brazo y la condujo hasta su despacho. Una vez allí, cerró la puerta y la indicó que se sentara frente al escritorio, frente a él.

- ¿Qué quieres?

- No me gusta esa actitud, señorita Ward… -dijo burlonamente ante la cara de odio de la muchacha.

- Qué quieres, imbécil –dijo, sin apartar sus ojos de los ojos grises del hombre.

- Que trabajes para mí.

- Y tú trabajas para ese tal Voldemort…

Lucius dio un respingo y se acercó mucho a la chica.

- No te atrevas a pronunciar su nombre…

- ¿Por qué? –dijo, con el mismo tono neutro y frío que llevaba manteniendo todo el rato.

- El tiene un poder que supera tus entendimientos… No lo entenderías…

- En ese caso –decía Alyra al tiempo que se levantaba- me voy… no me gusta trabajar con conceptos abstractos…

- Mira, zorrita –dijo, cambiando su tono a uno algo más amenazante (y psicópata) que hizo tener un fugaz escalofrío a la muchacha, algo que no podía permitirse- no me gusta tratar con Gryffindors si no es increíblemente necesario, pero te necesito –dijo, susurrándoselo al oído.

- Déjame en paz… Es la última vez que te lo digo…

- Vamos… Tu apariencia de modosita y virginal no se la traga nadie…

- Malfoy, está penalizado atacar a un profesor o a un alumno… o a Filch, su gata y Hagrid… pero nadie dijo nada que no pudiese caparte con un simple hechizo…

- Serás…

Malfoy levantó la mano y golpeó con fuerza a la muchacha, a quien la empezó a sangrar la nariz. Ahora estaba realmente asustada, no llevaba su varita encima.

Con gran agilidad, se levantó y corrió hasta la puerta, mientras que Malfoy ni se inmutaba, pues la había hechizado para no poder ser abierta. Alyra se giró y lo miró. Él empuñaba su varita.

"Ahora sí que necesito ayuda… Ahora si que no me importaría que apareciese Sirius… Por favor…" Una lágrima rodó por su mejilla derecha y la secó antes de que Malfoy se percatase.

- Estamos solos tú y yo… -dijo el rubio, acercándose a la chica.

- Me he percatado de ello… Quedan un par de semanas para Navidad y la gente está disfrutando que ya han terminado los exámenes… ¿Tenías esto planeado? –soltó la morena, tratando de hacer tiempo.

- Podría decirse que sabía como entretener a tus amigos… Lo siento por Potter…

- ¿Qué le has hecho a James? –gritó, sacando el valor de los Gryffindor.

- Ahora te empiezas a mostrar realmente como una zorrita… Vamos¿te has follado a Potter ya?

- ¿Qué coño dices?

- Eso es, enfádate… No sabes lo cachondo que me estás poniendo –decía el rubio, acercándose a la chica.

La arrinconó contra la pared y comenzó a besarla con ansia, al tiempo que la tocaba todo el cuerpo. Alyra se dio cuenta que, sin quererlo, con su ataque de ira, había conseguido que Malfoy bajase la guardia.

Con una patada bien fuerte en la entre pierna del hombre, consiguió que soltase la varita y que él cayese al suelo, gritando de dolor. Cogió la varita y apuntó a la puerta. No sabía que hechizo escoger, así que se decidió por el más potente que conocía.

- ¡Dissulto portae! –haciendo que la puerta estallase en mil pedazos. Lanzó la varita al interior del despacho y salió corriendo. No quería que nadie supiese lo que había sucedido.

oooo

- ¿Dónde coño te has metido, Aly? –decía Sirius, sentado a los pies de una estatua de mármol de algún mago famoso o que invirtió sus galeones en la escuela, observando con detenimiento el mapa del merodeador- ¿En las mazmorras? Un momento… ¿esa no es la que Malfoy se ha adueñado como despacho¿Qué haces ahí?

Sirius dejó de hablar consigo mismo y salió corriendo hacia allí. Alyra odiaba a Malfoy tanto o más que los Merodeadores. El moreno desconocía el motivo, pero sabía que Alyra era incapaz de permanecer más de cinco minutos en un mismo lugar a solas con Malfoy. "Lógico" se dijo para sí mismo el muchacho "por que feo es un rato…"

De pronto paró en seco. Una explosión. Sin duda eso había sido una explosión y venía de…

- Mierda… ¿qué te ha hecho, Aly?

Una respiración muy agitada se acercaba a él. Entonces la vio. Alyra estaba llorando mientras corría en dirección contraria a la explosión.

- ¿Quién habrá sido esta vez, querida? –oyó Sirius la voz del conserje.

En cuanto Alyra se aproximó a Sirius, al cual todavía no había visto, fue arrastrada por una mano hasta el interior de un corredor, oculto por un tapiz.

- No se te ocurra decir nada ahora –susurró sirius al oído de Alyra, mientras la tapaba la boca con su mano izquierda y la agarraba por la cintura contra sí con la derecha. El pasadizo era muy estrecho y apenas entraban los dos, además de que el calor era agobiante.

- Señor Malfoy –oyeron la voz de Filch, algo más lejana que momentos antes- ¿qué diablos le ha ocurrido?

- Unos alumnos… no pude ver quienes eran… -dijo jadeante. Sin duda, la patada de Alyra había sido fuerte.

- Daré una vuelta por el corredor, aunque no creo que les encuentre…

Filch pasó varias veces por delante del tapiz, mientras los dos muchachos permanecían inmóviles. Ahora, Alyra estaba suelta, pero Sirius aún tenía la mano en la cintura de a chica. Ambos se miraban fijamente y tan solo apartaban la mirada cuando Filch pasaba cerca, que Alyra cerraba fuertemente los ojos, rogando por que no los descubriese.

Después de estar una hora allí encerrados, el calor era más y más agobiante. Alyra ya no lloraba, no iba a permitir que Sirius la viese llorar, pero había empezado a sudar, al igual que Sirius.

El chico se percató de que la chica llevaba la camiseta rasgada, pronunciando aún más un escote por que caían perlas de sudor. Debía concentrarse, pensar en cosas frías, o, por lo menos, mirarla a los ojos.

Alyra se percibió que los ojos de Sirius se iban directamente a su escote y fue entonces cuando se dio cuenta que Malfoy la había rasgado su camiseta. Comenzaba a encontrarse mal. Necesitaba salir de allí, pero las voces de Malfoy y Filch se hacían cercanas, a un paso lento. Sabía que cualquier movimiento les podía delatar, pero, al mirar hacia Sirius, se dio cuenta de lo irresistibles que parecían los labios del muchacho a esa distancia.

oooo

- Sería bueno que no nos viese ningún profesor con James así, al menos por los pasillos –dijo Kirs.

- Es cierto… No podemos decir que han sido Powder y Kings… No tenemos pruebas… -añadió Remus.

- De cualquier modo hay que llevarlo a la enfermería, madame Pomfrey sabrá que hacer…

Las tres muchachas llegaron a la enfermería con James y Remus, sobresaltando a la enfermera.

- ¿Qué le ha ocurrido a este muchacho?

- Se cayó de la escoba… -propuso Lily, como excusa.

- Bien, el muchacho está bien, no obstante… Señor Lupin¿es tan amable de avisar al director, por favor? Y, señoritas, vayan a su sala común, no pueden hacer nada aquí, me encargaré de que sean avisadas en cuanto despierte y esté aceptable para visitas.

Remus y las chicas salieron de la sala, dirección al despacho del director.

- La señora Pomfrey es una mujer muy considerada… -comentó Kirs- nos dejará ver a James…

- No creo que sea así por mucho tiempo… es demasiado protectora con sus pacientes…

- Bueno, chicas, luego os veo, tengo que avisar a Dumbledore…

Se despidieron. Las chicas fueron a la sala común y se sentaron frente a la chimenea a hablar del cada vez más cercano baile, contentas de que, por fin, Kirsten estuviese con ellas y no con el misterioso chico, aunque seguían preocupadas por James.

oooo

- Profesor… -llamó Remus a la puerta del despacho.

- Un segundo –dijo la voz del director, con un tono apresurado y nervioso, poco común en él.

Unos minutos después, la puerta se abrió. Sentado frente a la mesa estaba Dumbledore, pero no estaba solo… La profesora McGonnagall estaba sentada frente a él, con el moño que acostumbraba a llevar hecho, claramente, apresuradamente. Ese no era momento de conjeturas –por que estaba bastante más que claro lo que había ocurrido- y el muchacho contuvo una sonrisa.

- Profesor, James tuvo un accidente y está en la enfermería. No sé muy bien por qué, la señora Pomfrey me pidió que lo llamara…

- Si Poppy reclama mi ayuda, iré a ver que ocurre. Minerva, continuaremos con los criterios de evaluación de los Éxtasis en otro momento… Señor Lupin, puede retirarse a su sala común…

- Sí, profesor.

Remus salió del despacho, ansioso por que su amigo se recuperase… Lo de Dumbledore y McGonnagall era un buen cotilleo.

oooo

- Poppy, he venido en cuanto me han avisado…

- No era necesario que vinieses, Minerva –dijo, algo fría, la enfermera.

- Es un alumno de mi casa, Poppy…

- Bien, bueno, Albus, acompáñame –dijo la enfermera, sujetándole disimuladamente la mano y llevándole tras una cortina, donde estaba James.

- ¡Por toda la magia de Merlín! –exclamó McGonnagall al ver al chico- ¿qué le ha ocurrido?

- Según sus amigos, se cayó de la escoba… Pero, esas marcas…

- Son marcas de una maldición imperdonable… -terminó McGonnagall.

- Ciertamente, señoras, este muchacho ha sido torturado en los terrenos de colegio… La maldición cruciatas es la única que deja estas marcas… Bien, Poppy, usted sabe que debe de administrarle, si fuera posible, que mañana tuviera el alta, no me gustaría que quien lo hizo supiera que ha estado mucho tiempo aquí, ni que hemos descubierto, eso lo pondría nervioso…

- O nerviosa… -añadió McGonnagall- no sabemos con certeza que haya sido un chico.

- Cierto… Minerva, avisa a sus amigo, diles que su amigo está perfectamente… Yo debo mover algunos hilos… Empezando por el señor Malfoy…


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