Muchas gracias por la paciencia… aquí os dejo un capítulo algo breve, pero bueno… contesto a los Reviews y lo tenéis…
Virgi: Bueno, te pongo virgi, porque el otro nick es muuuuy largo… jejejeje. Muchas gracias por leer y espero que te guste este capítulo. Muchos besos
Miss Diggory Krum: Me alegro mucho que te guste el fic! Bueno, lo de las parejas, estan en proceso, porque las quiero meter un poquito de enredos, a fin de cuentas, todavía están en 6º… jejejeje, ya se irá viendo… Espero que te siga gustado… Muchos besos
Gerulita Evans: Muchas gracias por los 2 reviews ( en ambos capítulos)! Bueno, espero que te guste este, que sale algo de lo de Lily y James… Y por Kirs… ella sabe defenderse, jejeje. Mil besazos!
Chofi: Hola! Me alegra que te guste el fic. Espero que te siga gustando, aunque quiza varie alguna pareja… quien sabes :p mil besos!
Cris: Bueno, creo que eres la única que defiende a Sevy… Pero no te preocupes, que no le pasara nada… almenos, procurare no ser demasiado cruel… jejeje… Espero que te siga gustando! Mil besos!
Iraty: Wenas! Jajajaja, ya ves, he aprendido a mezclar las cosas… aunque este sea un poco más monótono que el anterior… la serie de muertes solo acaba de empezar! Muajajajajajaja! Espero que te guste! Muchos besos!
Samantha: Hola! No te preocupes, se lo que e la vuelta al cole XD, yo no tengo tiempo para nada… así que te entiend, jejeje… espero que te guste el capítulo… Mil besos!
Elizabeth Mary Evans: Hola! Me alegra que te haya gustado! A ver si tb te gusta este! Mil besos!
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Capítulo 12
Eternal Flame
- James… -llamó Alyra, tímidamente desde la puerta.
- Pasa, pasa… estoy recogiendo un par de cosillas para irme… ¿Lo tienes todo listo?
- ¿Seguro que quieres que lo haga? No me importa ir al funeral de tu padre, pero cantar… eso es distinto…
- No ha sido cosa mía, fue idea de mi madre. Ya sabes que desde que te oyó cantar en casa…
- Está bien… Si es lo que Anne quiere…
- Gracias, Aly –dijo el chico abrazándola.
James llevaba muy mal la pérdida de su padre, aunque trataba de disimularlo. Había estado un día entero encerrado en la habitación, sin probar bocado, llorando.
- Vamos, James, ahora toca ser fuerte, ¿vale? –A Aly la dolía demasiado verlo llorar.
La morena le ayudó a recoger las cosas. No llevaba más que un par de camisetas y los vaqueros que llevaba puestos. Lo metieron todo en una mochila.
- ¿Dónde está lo tuyo?-preguntó el muchacho desde el baño, donde se estaba limpiando la cara.
- Lo tiene Sirius abajo…
- Me tenéis que contar algo…
- ¿Sobre el cerdo mamón de tu mejor amigo? –Dijo enfadada la muchacha- Yo no tengo nada que decir sobre ese tipo…
- Eso quiere decir que me esperan dos laaaaaaaaaaaaaargas conversaciones con cada uno…
Los dos bajaron las escaleras hasta la sala común. Sirius les esperaba con dos mochilas. Una negra, de Alyra, y otra roja, la suya. Remus estaba junto a él con otra mochila, muy gastada, de lo que parecía cuero.
- ¿Qué tal, hermano? –dijo Sirius abrazando a su amigo.
- Bien, tío… Esto, que me dijo ayer Dumbledore que me pasara por su despacho antes de marchar… ¿me esperáis aquí los tres?
Todos asintieron con la cabeza.
El moreno le pasó la mochila a Remus, que la cogió al vuelo, y salió al pasillo. Todo estaba muy silencioso, probablemente porque muchos de los alumnos estarían tratando de pasar la resaca en sus salas comunes.
Cuando llegó al Grifo de piedra que custodiaba la puerta del despacho, dijo la contraseña (Grajeas de menta) y subió por la escalera de caracol.
Llamó a la puerta, pero no recibió respuesta. Volvió a llamar y, esta vez, la puerta se abrió sola.
Sorprendido, miró hacia todos lados dentro del despacho y, al no encontrar a nadie, se sentó frente al escritorio.
Sobre la mesa había una gran vasija de piedra blanquecina que emitía un resplandor también blanco. Curioso, miró en su interior y removió el espeso líquido que había en su interior.
De pronto, estaba de pie, en mitad de un oscuro pasillo, escondido tras una enorme estatua de una bruja que llevaba un caldero en cada mano.
Frente a él, un hombre de unos trece años y otro muchacho, moreno y alto. Ambos cuchicheaban mientras observaban, esperando a alguien.
- Marcus… ahí viene Riddle…
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- Últimamente visita mucho el colegio, ¿no crees? –comentó el muchacho moreno.
- Sí, coincido contigo, Linus… Entra y sale mucho del despacho del profesor Dippet…
- ¿Sabías que, cuando estuvo en el colegio, fue cuando expulsaron a Hagrid?
- Me tomas el pelo…
- Por lo visto, una chica había muerto por culpa de un monstruo o algo así, que había dejado suelto el heredero de Slytherin… Riddle culpó a Hagrid y el director no tuvo más remedio que expulsarlo, ya que los padres debían estar pidiendo sangre… Pos suerte para él, Dumbledore consiguió que le dieran el puesto de Guarda bosques.
- No creo que fuera Hagrid… Realmente, no pienso que él fuera capaz de matar a una mosca.
- Dumbledore nunca se fió de Riddle…
- Mira… Está ahí… -dijo Marcus Potter, señalando hacia delante- pero… ¿Ese no es el baño de Myrtle?
- Quizá se conocieran… piénsalo así… -dijo apresurado, entre susurros, Linus- ¿y si es Myrtle la chica a la que mataron…?
- Yo no sé tú… pero quiero descubrirlo.
James miraba atónito a su padre con unos cuantos años menos que él. Si no había escuchado mal… ese tal Riddle podía ser el causante de que Hagrid fuera expulsado del colegio. Ahora quería saber que diablos ocurrió en aquel momento.
- ¿Potter? –dijo una voz silbante.
- ¿cómo sabes quien soy?
- ¡Cómo no conocer al favorito de Dumbledore!
- Marcus… Larguémonos… Vamos…
- Márchate, Linus… Tengo algo que arreglar aquí.
- Creí que no lo conocías.
- Quizá sí… Lárgate ahora… Luego te cuento.
El moreno salió del baño. Por un instante, James temió que el recuerdo fuera de ese muchacho y que todo se perdiera, pero no, ya que todo continuaba.
- Tom…
- Marcus… Mucho tiempo sin vernos…
- No se a quien se lo debo agradecer… ¿Qué diablos haces aquí?
La conversación era tensa. Los dos se conocían, pero estaba claro que la relación no era precisamente buena.
- Eres el heredero de Slytherin, ¿no es cierto?
- Creo que en ningún momento lo dudaste… Tú eres el de Gryffindor…
- Ahí te has equivocado, tío… -dijo el padre de James, con una sonrisa burlona en su rostro- y sabes lo mejor… nunca lo adivinarías…
- Potter, no juegues conmigo…
- O que… -dijo enfrentándose a él.
Marcus tenía 13 años y Riddle debía rondar la veintena. En ese momento, James admiraba más a su padre de lo que nunca lo había hecho. De pronto recordó. Su padre había muerto.
- Creo, James, que es hora de volver, ¿no? –dijo el director sujetándolo del hombro y tirando de él hacia arriba.
James miró a su alrededor. Volvía a estar en el despacho.
- Yo… lo siento, señor, no quise, pero…
- No sucede nada, James, de verdad… De hecho, eso es lo que quería enseñarte…
- Ese tal Riddle… ¿es quien mató a mi padre?
- Sí… Riddle, a pesar de no estar en el colegio, conocía a tu padre… Por causas que desconozco.
- Eh… ¿profesor?
- Sí, James…
- ¿De quien era ese recuerdo?
- De Linus Hopkins… Te diría más sobre él… pero es una de esas personas perseguidas por Voldemort…
- Pero Linus salió del baño… Fui a comprobarlo… Desapareció por el pasillo…
Dumbledore se quedó pensativo, mirando el pensadero.
- Poción multijugos, sin duda…
- ¿Decía algo, señor?
- No, nada… Vete, no quiero que hagas esperar a Anne… Mañana te veré en el funeral…
- Gracias, profesor…
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- Pero… -dijo Alyra, tras escuchar toda la historia- Riddle, según he oído decir, es Voldemort… Vamos, eso he oído en casa…
Sirius y Alyra se miraron. En la cara de James había pasado una sombra que ellos dos conocían demasiado bien.
- James, es un mago oscuro… no es Snivellus… -trató de hacerle razonar Remus.
- Sí, tío… No puedes planear vengarte de él… No ahora…
- Pero… -se quejó James, aún sabiendo que sus amigos tenían razón.
- Vamos, James… Ya estamos en Hogsmeade…
Los cuatro se bajaron del carruaje y se dirigieron a la taberna de las Tres Escobas. Allí estaba Anne, la madre de James, con una falda negra y un jersey de cuello alto también negro. Debía tener unos cuarenta años, pero tenía muy buen cuerpo y la cara muy cuidada.
- Os estaba esperando… ¿Tenéis todo? –dijo, sonriendo amablemente a los cuatro muchachos.
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- James estaba hecho polvo… -comentó Lily, mientras removía su comida con un tenedor.
- Sí… Bueno, mañana estaremos con él, y debemos darle todo nuestro apoyo, ¿entendido?- dijo Jane, acariciando la mano de la pelirroja.
- Sí, y esa cara que tienes en estos momentos no servirá mucho.
- Lo sé… -dijo sonriendo tímidamente.
Cuando las tres terminaron de cenar salieron hacia las habitaciones. Ninguna tenía sueño, pero no querían desanimar más a James llevando mala cara.
Lily no cesaba de dar vueltas en la cama. Se sentía cada vez más culpable por haber acaparado a James en las últimas horas de vida de su padre.
- Lily, ¿estás bien? –susurró Kirsten desde la otra punta de la habitación.
- Sí –contestó la pelirroja, levantándose y entrando en el baño.
Se miró al espejo. Tenía los ojos enrojecidos y el labio inferior la temblaba de sobremanera. Se sentó en el suelo, bajo el lavabo y apoyó la cabeza contra él. Se sentía culpable y no sabía por qué.
Los primeros rayos de sol dieron directamente en su cara. Por la pequeña ventana del baño entraba luz solar que inundaba todo el lugar. Lily se había dormido allí. Llamaron a la puerta.
- ¿Lils? ¿Estás bien, Lils? –llamó la voz preocupada de Kirsten.
- Sí, ahora salgo… Voy a ducharme.
- Bien, date prisa, tenemos que coger los carruajes.
Dos horas más tarde, las tres chicas junto con algunos miembros del profesorado, se dirigían mediante trasladores a la Mansión Potter.
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-¿Has conseguido dormir algo? –susurró Alyra a James, colándose entre las sábanas del muchacho.
- Que va… Ha sido imposible… entre los ronquidos de Sirius y pensar en mi padre… No he podido pegar ojo…
-Es normal, supongo…
James abrazó a la morena, sabía que el lo familiar, tampoco es que a ella la fuera muy bien.
- ¿Se puede entrar? –dijo la voz de Sirius desde la puerta.
- Sí, claro, hermano.
Sirius entró y se quedó mirando a los muchachos abrazados. De detrás de él apareció la cabeza de Remus, con cara de sueño.
- ¿Habéis dormido juntos? –dijo el moreno, bloqueado.
- ¿Dormir? ¡Ya me hubiera gustado a mí dormir!
James miraba entre enfadado y divertido a Sirius. El chico cada vez estaba más rojo.
- Bueno, ha sido más bien, una noche de sexo y lujuria en general… ¿tú que crees? Acabo de llegar… ¡Me has odio de sobra cuando he atravesado todo el pasillo! Que no es por nada, pero estaba lejos mi cuarto, ¿eh?
La voz de la madre de James se oyó. Les llamaba para vestirse y bajar a desayunar.
Cuando ya estaban todos arreglados, apareció un hombre alto, moreno, de unos cuarenta años.
- Anne… ¿estás bien? He venido en cuanto me he enterado… Estaba en Asia.
- Sí, tranquilo, Linus –James se quedó mirando a aquel hombre. Era el amigo de infancia de su padre.
Los dos adultos salieron de la cocina mientras los muchachos desayunaban. Hablaban de la casa, de lo sola que se iba a sentir Anne allí, sin Marcus.
- No voy a venderla… Sólo que… creo que compraré un apartamento en Londres, más cerca del trabajo… Este lugar es muy grande para mí sola. En verano vendré con los muchachos aquí.
- Me parece una idea genial… -dijo Linus, abrazando a la mujer.
Los chicos miraban la escena, absortos. De pronto, apareció un elfo doméstico, dispuesto a retirar los platos. Como ninguno tenía hambre, no se opusieron.
Los cuatro iban de luto. Los tres muchachos llevaban traje, y Alyra llevaba un vestido negro
Pocos minutos después de haber tomado posición en el salón, llamaron a la puerta, como forma de cortesía. En esa casa era tan poco habitual que llamaran a la puerta, que la señora Potter dio un pequeño salto en el asiento.
- Vamos al recibidor, para indicar el camino.
Los cuatro fueron hacia la puerta de entrada, donde les esperaba un grupo de profesores y algún alumno, todos de negro, con cara de tristeza.
Anne alargó un brazo, invitándolos a entrar y seguirla
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El cementerio de la familia Potter era muy bonito. Estaba lleno de esculturas de piedra, con todo tipo de simbolismo: desde ángeles orando a imágenes de la muerte con guadañas, pasando por ángeles empuñando espadas y símbolos abstractos que para cada cual tendría un significado.
Entraron y torcieron a la derecha, y después otra vez a la derecha.
El funeral fue sencillo, sin un gran sermón y con el llanto ocasional de algún asistente. Cuando iban a enterrar el cuerpo del padre de James, este se levantó de su asiento y depositó una rosa blanca.
- Le encantaban las rosas blancas –murmuró.
Una hora después de haber entrado en el cementerio, ya salía todo el mundo hacia la casa. Varios elfos esperaban a los asistentes con bandejas de comida y bebida sobre la mesa. Nada más entrar, todo el mundo se afanaba en buscar a James o a su madre para darles el pésame.
Lily y James se pasaron abrazados un buen rato. La pelirroja fue la única que consiguió que James dejara de llorar solo en un rincón del salón. Sirius, sin quererlo, acabó recibiendo los pésames por su amigo. Remus y Jane habían salido a dar una vuelta por el jardín delantero de la casa. Kirs y Alyra estaban sentadas en un sillón, en silencio, bebiendo una copa de vino.
- Bueno-dijo Anne, centrando la atención de los asistentes, cuando vio entrar a Remus y a Jane- una de las cosas que alguna vez nos planteamos Marcus y yo fue que en nuestro funeral, se escuchara la canción que sonaba cuando me pidió matrimonio… Y yo me he tomado la libertad de pedirle a una pequeña amiga de James, Alyra Ward, que la interprete.
Todo el mundo se giró hacia la muchacha, que no esperaba que tuviera que cantar en ese momento. Se puso en pie. Por arte de magia, apareció un violín en las manos de Lily, quien había estudiado durante mucho tiempo en un conservatorio de música, al igual que Remus el piano. El muchacho se sentó frente al piano negro y comenzaron los dos a tocar, mientras Alyra cantaba.
Close your eyes, give me
your hand, darling
Do you feel my heart beating, do you
understand?
Do you feel the same, am I only dreaming?
Is this
burning an eternal flame?
I believe it's meant to be,
darling
I watch when you are sleeping, you belong to me
Do you
feel the same, am I only dreaming
Or is this burning an eternal
flame?
Say my name, sun shines through the rain
A whole
life so lonely, and then you come and ease the pain
I don't want
to lose this feeling
música
Say
my name, sun shines through the rain
A whole life so lonely, and
then you come and ease the pain
I don't want to lose this
feeling
Close your eyes and give me your hand
Do you feel
my heart beating, do you understand?
Do you feel the same, am I
only dreaming
Or is this burning an eternal flame?
Música
Is this burning an eternal flame?
An eternal flame?
(Close
your eyes and give me your hand
Do you feel my heart beating, do
you understand?
Do you feel the same, am I only dreaming
Or is
this burning an eternal flame?)
La madre de James dejó escapar algunas lágrimas, que secó rápidamente. Muchos aplaudieron y pronto volvieron a sus conversaciones anteriores. Anne se acercó a agradecer a los muchachos que tocaran y abrazó a Alyra.
- De verdad… Muchas gracias, pequeña…
Alyra la sonrió y en ese momento, Linus apareció en su ayuda, llevándose a la mujer con unos parientes que no hacia mucho que habían llegado.
- Necesito tomar el aire –dijo la morena, saliendo por la puerta del salón al jardín de atrás, que estaba vacío.
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- Cada día canta mejor –comentó Sirius a James, viendo salir a Alyra al jardín.
- Sois dos insoportables… -dijo el muchacho, sonriendo por que por fin había alguien que no le hablaba de su padre.
- ¿Por qué? ¿Alyra te ha hablado de mí?
- Alyra te ha llamado cabrón, cerdo, y demás improperios que no estaría bien repetir –Sirius puso cara de pena- sin embargo… me confesó que aún le gustas…
- ¿Sí?
- Sí… y ahora, lo más seguro que yo no pueda tener hijos nunca por habértelo contado… disfruta de tus herederos…
Sirius dio un saltito y salió corriendo hacia el jardín. James sonrió. Sabía que eso no le iba a hacer gracia a Alyra, pero al menos Sirius era feliz… estaba seguro de que podían arreglar sus diferencias.
- ¿Qué pasa? –dijo la pelirroja, sonriendo al sentarse a su lado.
- Nada… Quizá al final, Aly y Sirius salen juntos…
- Sí… -suspiró Lily- espero que tengan suerte.
La chica bajó la cabeza y se quedó mirando el suelo. Por su cabeza pasaban demasiadas imágenes, demasiados sentimientos.
- ¿Te encuentras bien, Lils? Estás muy pálida…
- Sí, estoy bien… sólo que quería hablar contigo sobre algo, pero este no es el mejor momento… quizá cuando volvamos al colegio…
- Está bien, como quieras.
El muchacho apoyó su cabeza sobre el hombro de la pelirroja, oliendo el perfume de su cuello. Sin quererlo se había enamorado de ella.
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Jane, Remus y Kirsten estaban hablando en un sillón, algo apartados. Se sentían incómodos, pues no conocían a nadie.
- Parece que James está mejor –comentó Kirsten, tomando otro trago de vino, señalando con la cabeza hacia el chico y Lily.
- Sí, eso parece… Me alegro de verdad que esté mejor… -dijo Remus- James siempre ha sido el fuerte del grupo…
- Esto… perdonadme un momento, chicos… -dijo Kirsten posando la copa en una mesa cercana y saliendo del salón.
- ¿y a esta que la pasa ahora? –dijo Jane, encogiéndose de hombros.
Kirsten salió al pasillo y subió las escaleras hacia los dormitorios. No era posible creer lo que había visto.
Cuando terminó de subir, su instinto la llevó a girar hacia la izquierda, hacia la habitación donde solía quedarse Alyra cuando iba a aquella casa. Entro, procurando no hacer ruido y procurando no ser vista.
Sentado en la cama estaba un muchacho de pelo negro y ojos verdes. Era alto, de su edad.
- Bonjour, Kirsten –dijo en francés- Comment ça va?
- Ça va, merci… ¿Qué haces aquí?
- Mis padres conocían a monsieur Potter… -dijo con un fuerte acento francés- y también, por que quería verte…
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Espero que os haya gustado! Dejadme algún review y muchas gracias por lo que ya me habeis dejado!
