Hola a todo el mundo!

¿Qué tal os va todo? Espero que bien, o al menos mejor que a mí :p xq llevo una temporada fina…

Os contesto brevemente a los reviews y a ver que os parece el capítulo.

Iraty: Hola! Tienes razón con lo de que cambio muy rápido de escena, y en este también me pasó, pero en que va a ser el último capítulo, se verá la diferencia, por que ya va a ser algo más extenso.

Cris: Hola! Me alegra que te haya gustado… vamos a ver que tal va este… jejeje besazos!

Nena-chan: Pobre Kirs, tampoco es para echarla (soy la que menos debe hablar) pero es que esto tendrá sus consecuencias en la secuela, jejeje. Bueno, a ver que te parece este. Besazos!

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Capítulo 14

Permíteme el último baile

Los meses pasaron rápidamente y de pronto, todos los alumnos se vieron agobiados por los exámenes de final de curso.

Encerrados en la biblioteca, los alumnos de séptimo y quinto, sobre todo, se pasaban las horas estudiando. Los de sexto permanecían con ellos, estudiando también, procurando no molestarlos.

- Necesito tomar el aire… -murmuró Alyra.

El frío ya había pasado, dejando que los rayos del sol de junio calentaran los terrenos del colegio.

- Yo también –dijo Jane, recogiendo sus cosas y saliendo con la morena de la biblioteca.

Salieron fuera y se dirigieron a una sombra, junto al lago. Se tumbaron, sin hablar, respirando tranquilamente las dos.

- ¿Qué hay entre Sirius y tú? –preguntó Jane, girándose a su amiga.

- Nada serio. Nos liamos de vez en cuando, pero ninguno de los dos quiere atarse.

- Pero… tú le quieres…

- Y según dice él, él también a mí… Pero eso no cambia nada… Necesitamos estar así, libres…

Volvieron a quedarse en silencio.

-Mira quien está aquí… -dijo una voz, cerca de las chicas.

- Kings… Lárgate, no quiero hacerte daño… -dijo Alyra, sin levantarse ni inmutarse.

- No me das miedo, pequeña…

Jane y Alyra se pusieron en pie y entendieron por qué no la tenía miedo. Allí había lo menos diez Slytherin, rodeándolas. Aly sacó su varita de los pantalones.

- Nunca aprenderás a vestirte como una mujer… -dijo Rebecca Powder.

Alyra llevaba unos pantalones negros anchos, caídos a la cadera y arriba una camiseta negra muy ajustada, atada al cuello. Al lado de aquellas chicas, todas de verde impecable, con falditas o pantalones ajustados, se veía desarreglada.

- Powder, cuando tú vistas como una persona y no como una putón, entonces hablaremos… -la defendió Jane.

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- Me voy a hacer compañía a estas dos.

- Yo también… -contestó Lily a Sirius.

Al final acabaron por salir todos de la biblioteca. Cuando salieron a los terrenos, supusieron que las dos muchachas habrían bajado al lago. Al mirar hacia allí, descubrieron un grupo de Slytherins y, entre ellos a Jane, que era más alta que Alyra.

- ¿Qué coño pasa?

Cuando los muchachos quisieron empezar a correr ya era demasiado tarde. Una gran luz plateada les cegó por un momento.

Al volver a la normalidad, se quedaron paralizados. Alyra tenía la varita en la mano y cara de muy mal humor. Jane la miraba sorprendida. Los Slytherin estaban inconscientes en el suelo.

- ¿Cómo has hecho eso? –le gritó Kirsten.

- Mi padre no suele cerrar con llave la biblioteca. Es algo así como un desmaius a gran escala…

Todos la miraron sorprendidos.

- No deberías usar las artes oscuras… - le reprochó Remus.

- En una descompensación como la que teníamos… yo la apoyo…

- El problema es que se quieran vengar… -dijo Alyra, pasando sobre Mya Kings.

- ¿Y eso te preocupa? –dijo James, alzando las cejas.

- No… Lo cierto es que no…

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Durante tres días seguidos, todos los alumnos estuvieron de examen en examen. Cuando salían de uno aprovechaban el escaso tiempo que tenían para repasar.

Cuando terminaron los exámenes, les quedaban dos días en el colegio. Muchos no lo tomaron como una fiesta, pues deseaban salir de allí. Sin embargo, otros esperaban que el tiempo se detuviera en ese instante para poder permanecer con sus amigos allí.

- No quiero irme… -comentó Lily, que estaba tumbada sobre las rodillas de James.

- Ni yo… -murmuró Jane

- Realmente os voy a echar de menos el curso que viene… -dijo Kirsten.

- Yo también a ti… -dijo Alyra, que estaba más separada del grupo, de cara al lago y de espaldas a sus amigos.

Kirsten sonrió. Sabía que Alyra quería estar sola, por eso no se acercó.

La morena se puso en pie y se puso a andar, sin decir nada al resto. Ninguno se movió. Alyra disfrutaba estando de vez en cuando sola.

- En cinco minutos voy a seguirla… -dijo Sirius, tumbado, sin apartar la vista de la chica.

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- Has tardado mucho en seguirme.

- No estaba seguro de si querías o no compañía…

- Gracias por venir.

Sirius se sentó junto a ella. Estaban cerca del lago, entre unos matorrales que les ocultaban del resto del mundo.

- Me espera un verano muy largo…

- Lárgate de casa… -dijo Sirius, poniéndose frente a ella de cuclillas- estoy seguro de que a la señora Potter no la importará tenerte en casa… Y después… después… cuando acabemos aquí… podemos irnos a vivir a un pisito a Londres. Yo me compraré una moto mágica y podremos viajar a ver todos estos cuando queramos…

- Sirius… -dijo ella, sonriéndole.

- Te quiero… y quisiera pasar cada segundo de mi vida junto a ti, Alyra… Es mi mayor deseo…

- Yo…

Sirius la besó delicadamente y la abrazó con cuidado, como con miedo de que se rompiera.

- Piénsalo, ¿vale? –dijo el chico, acariciándola la mejilla- deberíamos ir hacia el castillo para vestirnos para el baile…

- Sí, claro… como que voy a bajar…

- Vas a bajar por que no necesitas vestido, solo ropa cómoda para seguirme el ritmo bailando-dijo, tapándole la boca con la mano- y por que dudo mucho que aguantes una noche sin comer…

- ¡Oye!

- Alyra… Te levantas de madrugada para bajar a las cocinas… no intentes decirme que sí aguantas…

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- ¿Qué te ha pedido qué? –gritó Lily desde dentro del baño, cuando Alyra le contó a las chicas lo que la había pedido Sirius.

- Pues eso… Todavía no he reaccionado del todo…

- ¡Lógico! –dijo Jane, lanzándola ropa para que se vistiera.

- Joder… Jean fue más sutil, no tan directo…

- dejemos ese tema, ¿quieres? –dijo Alyra, sacándola la lengua a la rubia- por cierto… aparte del cinturón… ¿me das también unos pantalones?

- Eso es una falda, Aly –le contestó Jane.

- ¿Una qué? ¿Las faldas no deberían cubrir algo de carne?

- ¿Quieres joder a las Slytherin demostrando que tienes mucho mejor cuerpo que ellas o no?

- Sí, Lily, pero…

- Ni pero ni nada… -dijo Kirsten entrando al baño- cuando salga quiero verte vestida…

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- Cómo odio tener que esperarlas… -protestaba Sirius.

- Mira, ya bajan –dijo Remus, oyendo apresurados pasos en tacones.

Las cuatro chicas llegaron abajo completamente coloradas por la carrera.

- Lo sentimos… Se nos fue el tiempo… -se disculpó Kirsten por todas.

- Estáis fabulosas.

Kirsten llevaba unos vaqueros ajustados, con campana abajo, botas de punta, una camiseta negra de tirantes y mucho escote, con el pelo liso sobre los hombros.

Jane iba de azul claro, una camiseta que un lado tenía tirante y el otro con una pequeña tela a modo de manga, y una falda corta muy suelta y unos zapatitos blancos.

Lily llevaba una falda negra larga, translúcida, con una parte más tupida, como si llevara una minifalda debajo. Arriba llevaba un palabra de honor verde oscuro.

Alyra estaba camuflada detrás del resto. Llevaba una falda negra muy cota, una camiseta negra con mucho escote que dejaba parte de su tripa al descubierto, de tirantes. Llevaba una pequeña malla negra por encima. En los pies unas botas altas negras.

Ellos llevaban los tres vaqueros, el de Sirius más oscuro y el de Remus más claro. Arriba, Sirius llevaba una camiseta de manga corta ajustada, negra, James una camisa blanca, de manga corta, y Remus una camiseta de manga corta roja sobre otra de manga larga blanca.

Bajaron todos juntos al Gran Comedor donde cenaron. Cuando acabó la cena, el director les pidió a todos que se pusieran en pie e hizo desaparecer las mesas. Una música movida comenzó a sonar muy bajo. Hasta que inundó toda la sala. Muchos se animaron a bailar, mientras que otros se limitaron a sentarse y hablar.

Dumbledore se acercó a Alyra y la dio un pequeño toque en la garganta con la varita y después, sonriendo, cambió la música que sonaba.

La chica tenía dos opciones, o cantar y que le quitara el hechizo, o que cada vez que dijera algo la escuchara todo el colegio.

Comenzó a cantar, dirigiéndose al centro del comedor. Se sentía avergonzada, pero al menos le gustaba la canción. A su paso, la gente se hacía a un lado.

(Alyra) Se oye una canción

Que hace suspirar

Y habla el corazón

De una sensación

Grande como el mar

De entre la multitud surgió la voz de Sirius. Poco a poco el muchacho llegó hasta ella. (Imaginaros un duo, pero no a lo Chenoa y Bisbal… si no como dos adolescentes enamoradísimo –que monoooooos- y que ella a tomado una determinación.)

(Sirius) Algo entre los dos

Cambia sin querer

Nace una ilusión

Tiemblan d emoción

(A dúo) Bella y Bestia son…

Hoy igual que ayer,

Pero nunca igual.

Siempre al arriesgar,

Puedes acertar

Tu elección final.

(A dúo) Debes aprender

(Sirius) Dice la canción

(A dúo) Que antes de juzgar

Tiene que llegar

Hasta el corazón

(Alyra) Debes aprender

Dice la canción

(A dúo) Que antes de juzgar

Tiene que llegar

Hasta el corazón

(Sirius) Cierto como el sol

(Alyra) Cierto como el sol

(Sirius) Que nos da calor

(Alyra) No hay mayor verdad

(A dúo) la belleza está

En el corazón

(Alyra) Nace una ilusión

(Sirius) Tiemblan de emoción

(A dúo) Bella y Bestia son

Bella y Bestia son…

Cuando la canción acabó, Alyra se abrazó a Sirius y le susurró (Dumbledore ya había quitado el hechizo) que estaba dispuesta a irse con él.

- ¿Me concederás el último baile? –dijo él, agarrándola fuertemente.

- Te concedo todas las canciones que suenen esta noche y todas las que cante cuando no esté cerca tuyo…

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- ¿no son una monada? –dijo Lily, que no las había quitado ojo en toda la canción.

- ¿les sacaste la foto, Kirs? –preguntó Jane a la rubia, que estaba subida a una mesa.

- Sí, les tengo.

De un saltito bajó sonriente. Guardó la cámara de nuevo en un pequeño bolso y agarró a sus amigas.

- Hay que hacer que cante Alyra sola… -murmuró Jane.

- Eso puedo arreglarlo yo… -dijo un sonriente James- sé que es exactamente lo que hay que hacer para provocarla…

- ¿Qué murmuráis? –dijo la morena, sonriente, con Sirius pegado detrás de ella, como si fuera una lapa.

- Nada… Habéis estado geniales…

- No volveré a cantar en público ni loca… -todos se miraron entre sí.

Estaban hablando animadamente cuando un grupo de Slytherins se acercaron a ellos.

- Hey, Ward… A ver cuando aprendemos a cantar…

- Hey, Kings… A ver cuando tienes lo que hay que tener para hacerlo tú… -tentó Jane.

- Por favor, Conti… No me hagas reír… Si quisiera cantar, ya lo habría hecho… Pero no me gustaría malgastar mi voz con este público…

- ¿Acaso sabes cantar? –dijo Lily, picándola también.

- Mya tiene una voz prodigiosa… -dijo Snape, saliendo del grupo y agarrando a la chica por la cintura.

- Nunca lo habría dicho… si cuando habla parece que ladra, supuse que al cantar sonaría muy similar… -dijo Kirsten, un tanto agobiada por la incesante mirada de Snape.

- Estoy dispuesta a demostrároslo…

- No es necesario que te pongas en ridículo por nosotros… -continuó picando James…

- Ya vale… -cortó Alyra- si quiere cantar, que cante, pero no voy a seguiros el juego…

- ¿Tienes miedo a quedar en ridículo? –la tentó Rebecca.

- Sabes de sobra que no iba a quedar en ridículo.

Mya apuntó a su garganta con la varita y comenzó a hablar, de forma que su voz se oía sobre la música, atrayendo la atención del resto del colegio.

- Atención… Estoy apunto de demostrar que la voz de Alyra Ward no es más que una absurda farsa…

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Mya estaba en el centro del escenario, feliz de que todas las miradas estuvieran fijas en ella. La música empezó a sonar y ella se movía haciendo una coreografía muy ensayada.

Aquí me ves hundida a tu vida
de diez a diez sin telas ni juicios
sin ningún porqué, sintiéndome libre
sintiéndome TUYA y amándote.

Aquí me ves
aunque liberada soy tú rehén
seduces... encantas
que puedo hacer
de la encrucijada que tienes montada no escaparé.

Te abriré las puertas del alma de par en par
dispuesta a hacer todo a tu voluntad
dispuesta a hacer todo lo que te de la gana.
Que me importa!

TODA
de arriba a abajo
TODA
entera y TUYA
TODA
aunque mi vida corra peligro TUYA
TODA
de frente y de repente
TODA
desesperadamente
TODA
haz todo lo que sueñes conmigo.

Aquí me ves
eres mi testigo
eres mi juez
mi trampa, mi vicio y mi no se que
sintiéndome fuerte
sintiéndome tuya y amándote.

Aquí me ves
como hipnotizada
cabeza y pies
un poco embrujada
pues yo que se
perdida en la magia de tantas palabras creyéndote.

Te abriré las puertas del alma
de par en par
dispuesta a hacer todo a tu voluntad
dispuesta a hacer todo lo que te de la gana.
Que me importa!

TODA
de arriba a abajo
TODA
entera y TUYA
TODA
aunque mi vida corra peligro
TUYA
TODA
de frente y de repente
TODA
desesperadamente
TODA
haz todo lo que sueñes conmigo.

Con tus besos vuelo
en tus brazos juro
me siento más mujer.
Contigo desde cero
a donde quieras llego
enamorándome y deseándote.

TODA
de arriba a abajo
TODA
entera y TUYA
TODA
aunque mi vida corra peligro
TODA
asi de repente
TODA
desesperadamente
TODA
haz todo lo que sueñes conmigo
.

La gente la aplaudía entusiasmada. Al pasar para dejar paso a Alyra, la golpeó con el hombro. Volvió a aumentar su voz.

- Y ahora, la gran Ward nos mostrará de que es capaz…

- Debo añadir que no tengo una coreografía ensayada delante del espejo –dijo la morena, encogiéndose de hombros- pero tengo esta voz que algunas personas admiran y que no sé muy bien por que…

Dumbledore la sonrió desde su puesto. Lily conjuró la música y miró satisfecha a James. Era una canción que requería mucha potencia de voz, lo que la hacía muy difícil, pero que habían oído a Alyra cantarla cientos de veces y se había convertido en una seña de identidad de la muchacha.

Como esos cuadros que aún están por colgar,
Como el mantel de la cena de ayer,
Siempre esperando que te diga algo más
Y mis sentidas palabras no quieren volar

Lo nunca dicho se disuelve en te
como el infiel dice nunca lo haré
siento que estoy en una cárcel de amor
me olvidarás si no firmo mi declaración

Me abrazaría al diablo sin dudar
por ver tu cara al escucharme hablar
eres todo lo que más quiero
pero te pierdo en mis silencios
mis ojos son dos cruces negras
que no han hablado nunca claro
mi corazón lleno de pena
y yo una muñeca de trapo

Cada silencio es un humilde quedar
detrás de mi sin parar de llorar
quiero contarte lo que siento por ti
quien escuchaba la luna de enero
mirándote a ti

Me abrazaría al diablo sin dudar
por ver tu cara al escucharme hablar
eres todo lo que más quiero
pero te pierdo en mis silencios
mis ojos son dos cruces negras
que no han hablado nunca claro
mi corazón lleno de pena
y yo una muñeca de trapo

No tengo miedo al fuego eterno
tampoco a sus cuentos amargos
pero el silencio es algo frío
y mis inviernos son muy largos
y a tu regreso estaré lejos
entre los versos de algún tango
porque este corazón sincero
murió siendo muñeca de trapo.

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Espero que os haya gustado el capítulo. El próximo ya es el capítulo final… Que penita :( Será algo breve, pero espero que os guste. Muchos besos y espero que me dejéis algún Review.

Por cierto, las canciones son:

- la bso de la bella y la bestia.

- Toda, de Malú.

- Muñeca de Trapo, de la Oreja de Van Gogh (Single del cd nuevo!)