Capítulo 5 – Las hogueras

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Un águila de gran envergadura volaba con veloz majestuosidad en dirección a donde se encontraba su amo: el líder del clan Jintaka. Traía noticias importantes proporcionadas por los rastreadores de las afueras del clan.

En una habitación recargada con enormes estanterías llenas de libros, un hombre se paseaba con las manos en la espalda preocupado, mientras otro ojeaba en una mesa una multitud de papeles. Con desesperación, los dejó caer sobre la madera y se pasó una mano por la cara.

Por la ventana entró el águila y dejó caer una carta sobre el escritorio. Altavis la cogió en el aire y la abrió inmediatamente.

-…bien hecho Uindo (Uindo: viento).

Leyó por encima el contenido del escrito y apoyó la espalda pesadamente contra el respaldo de la silla.

El hombre que caminaba de un lado para otro de la habitación lo miró nervioso.

-¿Y bien?

Altavis negó con la cabeza y le lanzó un trozo de carne a Uindo.

-Altavis necesitamos encontrar los documentos que robaron de tu casa, son de vital importancia ¿no lo comprendes?

-Claro que lo entiendo Hishou (Hishou: vuelo), pero nuestros mejores rastreadores no han conseguido encontrarlos. Los ladrones fueron localizados pero no quisieron hablar.

-¿Crees que se trata de lo que estuvimos hablando?

-Sí, estoy seguro. Esos documentos son una especie de… fórmula para deshacer una técnica ilusoria muy fuerte… ¿Qué demonios pretenden usar contra nosotros?

-Si no los encontramos, es posible que perdamos la guerra. No sabemos qué están planeando y sabes que en la incertidumbre bien viene estar preparados- Hishou sacó un pañuelo y se secó la frente con preocupación.

-No hace falta que me des clases de guerra, hermano.

-Lo siento, Altavis.

-No importa.- dijo el hombre pasándose una mano por la barba y esbozando una sonrisa- Creo que esa frase te la enseñé yo a ti cuando eras pequeñito.

-Jaja, si…- Hishou rió nostálgicamente y dejó su mirada perdida por los papeles que rodaban por la mesa..

-…parece increíble que sigan atacándonos después de tantos años en los que sólo nos hemos defendido.- comenzó a decir Altavis- Sólo buscan la destrucción de los bosques… la destrucción de la paz que nosotros hemos intentado crear una y otra vez… lejos… lejos de las leyes de los hombres.

Hishou se sorprendió ante las palabras de su hermano. Hacía tiempo que el líder del clan no se pronunciaba en un atisbo de sentimentalismo, y el corazón del cetrero se encogió ante el dolor de la realidad a la que se enfrentaban.

-Oh, Altavis… haré que busquen mejor esos documentos ¡Los encontraremos!. ¡Conseguiremos la paz!

Mientras tanto, dentro del antiguo clan Hyuga, Hinata abrió un enorme armario marrón y empezó a tirar ropa encima de la cama. Cuando el armario quedó vacío, se sentó con Hane y empezó a clasificar la ropa mientras entraban en la habitación Sakura e Ino. La chica rubia cogió una falda que había caído al suelo.

-¿Crees que con esta falda iré bien, Sakura?

-Creo que irás a lo Ino-cerda si te pones eso.

Ino le sacño la lengua y Sakura la ignoró cogiendo unos pantalones negros para pasárselos a Hane.

-Estos pantalones te vendrían muy bien... no creo que debas ir vestida de… ¿Cazadora? No me mires así, tu corset es muy elegante, pero las demás vamos a ir con camisetas ajustadas, ya me entiendes.

-Sakura, no voy a ir.- dijo Hane muy seria.

-¿Qué?.¡Claro que vas a venir!- le dijo Hinata dándole una camiseta roja oscura.

-No. Voy a sentirme incómoda entre tanta gente y seguro que os causo problemas.

Ino se sentó en la cama, le quitó la camiseta roja oscura y le dio una blanca escotada diciéndole:

-Pero le dijiste a Kiba que irías…

-Yo no le dije nada, además ¿eso qué más da?

-Si da –intervino Sakura- Si Kiba va es para verte porque a él le dejó de gustar estar tan rodeado de gente, con la fama que tiene de buscador de problemas…

Hane se tumbó en la cama volviendo a coger la camiseta roja oscura.

-Bah, no creo que le afecte mucho que yo no valla… qué tontería.

-¿Bromeas?.¡Si está por ti!

-¡.¿Qué?.!

-¡Que le gustas! Joder, se ve a leguas de distancia….

-¡Mentira!- Hane se sonrojó y miró hacia otro lado.

Hinata decidió entrar en la conversación.

-Es verdad, en el entrenamiento siempre te estaba mirando.

-¡No! Miraría a Joukei…

-Oh vamos, vamos, en este momento seguro que está pensando qué ponerse para estar guapo para ti esta noche. Jajaja- Ino se carcajeaba imaginando la escena. -¿Un consejo? No te eches perfume, con el olfato que tiene seguro q no le gus..

-¿A ti te parece atractivo?- Sakura se lo estaba pasando de lo lindo, le encantaban estas historias.

-No. – Hane se cruzó de brazos.

Ino empezó a saltar en la cama nerviosa:

-¿Ni un poquito? Oh vamos, vamos, es guapo… no tanto como Sasuke pero tiene unos ojos bonitos, aunque no tanto como los de Naruto ¿verdad Hinata? Y ese pelo… tan despeinado…podría peinarse un poco. La verdad es que es un chico muy orgulloso, es de lo más creído que hay…

Sakura le dio un codazo en las costillas a Ino interrumpiéndola y tomó la palabra.

-Pero es muy amigo de sus amigos y nunca traicionaría a nadie. Lo se porque le gustan los perros y son unos animales muy fieles…

Hane empezó a marearse de tanto mirar de un lado para otro y decidió ignorarlas y probarse la ropa. "Qué cantidad de tonterías dicen estas".

-…y eso es todo lo que sé de los perros. Así que Hane ¿vienes?

La chica dudó un instante, miró a Hinata buscando ayuda pero ésta negó con la cabeza sonriendo.

-Bueeeno, pero no me liéis que no quiero tener nada que ver con él ¿de acuerdo?- "Bastantes preocupaciones tengo ya… y mi clan me espera". Por un segundo, se dibujó en su mente el camino a su casa y sintió una punzada en su interior.

-¡Oh oh!.¡Bien! Pues le va a dar un infarto cuando te vea con esa ropa que te ha dejado Hinata- dijo Ino con picardía ignorando lo que acababa de decir Hane.

Llamaron a la puerta y las chicas bajaron para encontrarse con el grupo. Shikamaru iba muy guapo, con una enorme sonrisa de felicidad.

-¡Esta noche viene Temari!.¡Por fin voy a verla!

-¡Hinata estas preciosa! Ven aquí que te coma…¡ñam!- Narutó empezó a besar a Hinata como un loco.

-Vaale, pareja, eso cuando estemos en la hoguera ¿no?- dijo Chouji que también iba muy atractivo.

Kiba se quedó mirando a Hane de arriba abajo..

-Vaya…estás muy guapa…

Hane le echó una sonrisa para no ser descortés y se fue directa hacia Chouji, que según había comprobado era el único junto con Kiba que no tenía pareja. "Así tal vez pase de acercarse y me ahorraré malos ratos".

Kiba se cruzó de brazos y miró mal a Chouji. Le costaba entender que a la chica pudiera gustarle más un Akimichi que él. Se miró a sí mismo, con unos vaqueros y una camiseta negra y se encogió de hombros. "Pues yo no estoy nada mal…"

Joukei bajó de una rama en la que se había quedado dormido, dándole un susto de muerte a Ino y se intentó posar en el brazo de su amiga. Pero ella no se lo ofreció.

-Joukei ¿qué haces? Vete a dormir, no ves nada en la oscuridad.

El halcón titubeó, volvió al árbol pero no le quitó la vista de encima a Hane. Se preocupaba por ella porque no estaba acostumbrado a verla salir de noche y ni en sueños pensaba dejar de vigilarla. Le daba igual la poca visibilidad.

Aquella noche, muchos acudieron a las hogueras con ánimo de pasar una fiesta inolvidable con sus amigos. Todos se divertían escuchando música y bromeando, a excepción de Shikamaru, que iba de un lado para otro desesperado buscando a Temari. Su relación había estado siendo difícil en los últimos meses, porque ella siempre estaba fuera y era raro el día que podían estar un rato juntos… y a solas.

-Pobre Shikamaru, si los dos tuvieran más tiempo libre…- dijo Hinata mientras seguía con la mirada el ir y venir de Shikamaru entre la gente.

-Bueno, hablemos de algo más alegre… ¿en qué se parece una hamburguesa a un plato de ramen?- preguntó Chouji echándole un tronco al fuego.

-Umm ¿en que los dos tardas en comértelos tres segundos?- contestó Kiba.

-¿En que los dos están hechos con carne de rata?- preguntó Naruto.

-No, imbéciles, en … ¡báh!.¡era muy malo de todas formas!

-¡Me está entrando hambre!.¿Quién viene a comprar algo?- Naruto se puso en pie mirándolos a todos.

Chouji se levantó y le tendió una mano a Hane para que los acompañara.

-Ts, ts- Ino chasqueó la lengua cuando los tres se marcharon.- Muy mal, Kiba, muy mal. La estás dejando toda la noche con Chouji.

-¿Cómo? Si es ella la que me está rehuyendo ¿qué quieres que haga?-contestó él hundiendo la cabeza entre las piernas por la depresión.

Hane decidió que mientras Chouji y Naruto se ocupaban de la comida ella podría buscar algo para beber, por lo que se fue sola a una barra de bebidas. Estaba sacándose los yenes del bolsillo para contarlos cuando escuchó una voz a sus espaldas.

-Vaaaalla preciosidad ¿tienes un momento para unos caballeros?

Hane se giró y se topó con dos individuos que llevaban muy mala pinta.

-Lo siento, tengo prisa- dijo secamente y reanudó su marcha.

Uno de los hombres le interrumpió el paso y el otro se quedó atrás para que no pudiera escapar.

-Venga tía ¿y si te vienes con nosotros a esa caseta de ahí detrás?

El comentario le sentó a Hane como una jarra de agua fría. Comprendió que estaba en problemas y se arrepintió de haberse separado de Naruto y Chouji. Apretó los puños con fuerza buscando las mejores palabras que dirigirles.

-Solo lo diré una vez: DEJADME EN PAZ.

-Jujuju ¿y qué pasa si te obligamos, encanto?

Todo ocurrió muy rápido, los dos hombres se abalanzaron a por ella y empezaron a forcejear. Hane le dio una patada a uno de ellos en la barbilla, pero el otro aprovechó para inmovilizarle los brazos detrás de la espalda y la arrastró hasta donde nadie pudiera verlos.

-¡Suéltame!

Los halcones son aves diurnas con vista adaptada para ver a la perfección a la luz del día, y por la noche se resguardan en algún acantilado seguro para descansar. Eso era lo que debía estar haciendo Joukei como halcón peregrino que era. Pero un sexto sentido le había dicho que su ama podía estar en peligro esa noche, por lo que había decidido seguirla y ahora contemplaba el forcejeo de los tipos con Hane.

Sin dudarlo un instante, se abalanzó ciegamente a uno de ellos con el pico curvo y afilado dispuesto a atacar.

El individuo notó la presencia del halcón y le lanzó a la cabeza una piedra con una fuerza increíble que, inevitablemente y por la falta de visión del animal, le golpeó haciéndole caer al suelo con la cabeza ensangrentada y el cuerpo retorciéndose de dolor.

-¡JOUKEI!

-¡Le he reventado la cabeza al jodido pájaro porque no te estabas quieta!

Hane sintió que sus ojos ardían y se llenaban de lágrimas. La ira comenzó a apoderarse de su cuerpo haciendo surgir de sus brazos una enorme fuerza creada por la amistad que le unía a su halcón. De un fuerte tirón, se soltó del tipo que la tenía agarrada y rápidamente agarró al que había tirado la pierda de la muñeca. Se la sujetó con fuerza y comenzó a doblarla mientras lo miraba con los ojos nublados por el odio hasta que con un fuerte ¡CRACK! la muñeca se partió.

-¡NO PIENSO TOLERAR UN TRATO ASÍ, NI A JOUKEI NI A NINGUN OTRO ANIMAL! . ¡.¿ENTIENDES, CABRÓN?.!

El hombre se llevó la otra mano a la muñeca rota y se la intentó colocar bien sin éxito.

-¡MI MUÑECA, ERES UNA ZORRA!

El otro volvió a agarrar a Hane por detrás y estaba a punto de golpearla cuando la voz de Kiba se escuchó por detrás.

-¿Qué está pasando aquí?

Naruto y Chouji llegaron con la comida a los pocos minutos. Todos se sorprendieron de que Hane no hubiera llegado aún y Kiba se ofreció voluntario para ir a echar un vistazo.

-¡Kiba, mira a Joukei!.¿Está bien?

Kiba miró al suelo y vio al halcón aleteando sin conseguir ponerse de pie y con la cabecita ensangrentada colgando a un lado. Apretó los dientes con fuerza y dirigió una fría mirada a los tipos que estaban con Hane.

-¿Quién le ha hecho esto?.¿Habéis sido vosotros?- su voz sonaba casi en un susurro apagado y áspero como una lija.

-Ohh, mira quién está aquí. Inuzuka Kiba, el Chuunin de mierda que no asciende porque apesta a perro. ¿Te han enseñado ya a no mearte dentro de casa?- escupió uno de ellos.

-Inuzuka, siempre estás buscando problemas ¿verdad?.¡Lárgate a tu perrera!

-…soltad a la chica y venid aquí si tenéis cojones- dijo simplemente Kiba gruñendo y enseñando los colmillos amenazante.

Los tipos aceptaron el reto y soltaron a Hane de un empujón. La chica salió corriendo hasta Joukei, lo levantó del suelo y lo abrazó. Se acordó del hospital en el que le habían extraído el veneno y decidió correr hasta allí. Pero antes, se giró para mirar a Kiba.

-No te preocupes Hane, estos mierdas no son nadie. Ve a Tsunade, te ayudará a curar a Joukei.

Hane asintió, le envolvió a Joukei la cabecita con un pañuelo que llevaba en el bolsillo y empezó a saltar de rama en rama deseando llegar a tiempo.

Kiba resopló e intentó tranquilizarse. Dirigió su mirada hasta encontrarse con la de los dos tipos y notó que éstos sacaban unas largas cadenas de hierro y las blandían en el aire.

-¡Ja!.¿A quién creéis que asustáis así?- dijo poniendo los pies en posición de ataque. "Joder, con eso voy a necesitar un poco de ayuda"- ¡Akamaru!

Los hombres empezaron a correr hacia él al tiempo que se convertía en un torbellino giratorio con Akamaru. Las imágenes empezaron a darle vueltas y cerró los ojos para concentrarse en seguir el olor.

-¡GATSUUGAAAA!

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Hola! Ha gustado este capitulo? si? no? Pooooobre Joukei… u.u Espero vuestros comentarios!

Uminomegumi: Muchas gracias por el review! Asi da gusto escribir! Se q a la gente no les suelen gustar los personajes inventados pero me arriesgué XD.

Nabiki: ... deja vus? jejeje, ya verás lo q tengo en mente XD

Nami: ADLASF viteh! Que bien que te guste el fic

Puchico: Pues no tengo pensado poner a Itaxi! Pero espero q aun asi me sigas leyendo wapa!

Y Mickeymalote: mi "opinador" mas fiel XD Espero q te gste este cap, q lo he intentado hacer un pelin mas largo XD Gracias por los animos. Y lo de q se q escribes es fácil: como me dejas los reviews login pues puedo mirar tu perfil XD. Un saludo!