Capítulo 6 – Actuando por instinto
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Hane suspiró aliviada al ver a Joukei emprender el vuelo sano y salvo. Había conseguido llegar a tiempo al hospital y Tsunade, en unos segundos le había diagnosticado un hundimiento craneal no muy profundo que se solucionó con una buena técnica médica y la ayuda de Shizune.
La chica se quedó mirando el vuelo del ave. Siempre le gustaba ver cómo se desenvolvía con premeditados movimientos para no perder el equilibrio. Además, sus plumas solían reflejar la luz del atardecer, volviendo su tono pardo en dorado oscuro. Aunque en esos momentos, la luz con la que contaban era la de una lámpara blanca que se balanceaba en el techo del hospital.
"Menos mal que apareció Kiba, de lo contrario… no sé cómo estaríamos Joukei y yo ahora…"
Hane le agradeció a Tsunade y a Shizune todo lo que habían hecho por su halcón y salió del edificio para volver a las hogueras. El chico de las marcas rojas en la cara debía seguir allí…
Mientras, el Inuzuka estaba sentado en un tronco a unos metros de sus amigos, que miraban silenciosos el bailoteo de las hogueras. Tenía un ojo morado y un poco de sangre en el labio. Acariciaba el lomo de Akamaru con la mirada perdida y triste porque no había podido hacer nada. Tal vez había salvado al halcón… tal vez le había dado su merecido a esos tipos y había librado a Hane de algo horrible… pero no había podido hacer nada por su reputación. Definitivamente, los Jintakas no eran comprendidos en Konoha… "¿Qué les conduce a pensar de esa forma?"
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Kiba consiguió arrastrar a los dos cabrones hasta una caseta de madera. Les iba a dar su merecido por lo que habían hecho… él también conocía el dolor de ver cómo le hacen daño a un animal. Por su mente cruzó el recuerdo de Akamaru, cuando fue gravemente herido por Sakon… no volvería a pasar.
Con la rapidez que caracterizaba sus ataques, esquivó las cadenas que los tipos hacían girar en el aire y embistió contra ellos seguido de Akamaru. Agarró a uno de la garganta y lo lanzó contra una de las paredes. El otro le propinó un puñetazo en la cara y le acertó en el ojo. Kiba cerró el puño y lo hundió en el estómago de su contrincante…a la vez que el que se había golpeado contra la pared lo agarraba por la espalda. Akamaru saltó sobre el tipo que agarraba a su amo con una de las cadenas en la boca. Kiba estiró una mano y la agarró por un extremo…
Desde fuera, la gente que estaba en la fiesta escuchó una serie de golpes e insultos que provenían de dentro de la caseta y al cabo de un rato, Kiba salió cojeando acompañado de Akamaru. Muchos entraron curiosos para ver lo que había pasado y se encontraron a dos hombres inconscientes en el suelo amarrados con sus propias cadenas. El rumor de que había tenido lugar una pelea se extendió entre la gente y algunos acudieron a reanimar a los dos individuos.
-¿Qué ha pasado?
Kiba se acercó con las manos en los bolsillos disimulando tranquilidad.
-Empezaron ellos, estaban molestando a una chica…
-¡Mentira! Ella nos intentó robar, pertenece a ese clan que usa a los halcones para estafar y robarle cosas a los demás. Tuvimos que defendernos del halcón y luego llegó Kiba para darnos una paliza. ¡Seguro que estaba con ella para atracarnos!
-¡Eso no es cierto! El halcón sólo intentaba protegerla¡yo lo vi!- gritó Kiba enfureciéndose.
La gente empezó a murmurar.
-Inuzuka Kiba siempre va buscando pelea.
-Esta vez se ha pasado, defendiendo a la ladrona…
-Un clan de ladrones, no me extraña que tengan problemas.
-¡Kiba estamos hartos de que siempre crees problemas allí donde vallas!
-¡Digo la verdad! –enfadado, se dirigió al grupo de personas pero unas manos lo agarraron por la camisa con fuerza, impidiéndole avanzar.
-¡Tranquilo, Kiba!- gritó Naruto a su espalda.
El Inuzuka se giró, vio que sus amigos contemplaban la escena con caras de desaprobación y comprendió que con su reputación no podía hacer más por Hane. Se tragó los insultos que estaba a punto de lanzar a los ilusos y se fue a grandes zancadas de allí. No lo aguantaba más.
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Chouji vio llegar a Hane con Joukei y corrió hasta ella.
-¡Hane! .¿Estás bien? Lo siento mucho… no debí separarme de ti cuando fuiste a por algo de beber…
-No ha sido culpa tuya, Joukei está bien – contestó buscando con la mirada a Kiba.
Chouji la abrazó con rudeza y Hane sintió que su espalda se iba a partir.
-¡Siento lo que le ha pasado a Joukei!- gritó Chouji apretando a la hcica contra su pecho.
Kiba contempló la escena desde el tronco, y sintió que algo le quemaba por dentro. Suspiró y agachó la cabeza con tristeza.
"Tal vez no se haya dado cuenta de que estoy aquí…"
-Chouji, en serio, no te preocupes. Todo está bien –dijo Hane esbozando una sonrisa amarga- ¿Dónde está Kiba?
Chouji se separó de ella y le señaló el tronco en el que Kiba se llevaba una bolsita de hielo a un ojo con la cabeza gacha. Hane se acercó tímidamente y se sentó a su lado mientras Kiba la miraba a través del hielo.
-Joukei está perfecto –afirmó adivinando la pregunta de Kiba- ¿Todo bien por tu parte?
-¡Me alegro por el halcón! Yo estoy bien, ni siquiera me han podido tocar- dijo quitándose la bolsa de hielo.
-¿Y ese ojo?- preguntó Hane viendo que lo tenía morado.
-¿Esto? Jaja, no es nada…
Hane se dejó llevar por un momento y sacó un pañuelo que llevaba en el bolsillo. Se acercó a Kiba y se lo pasó por el labio para limpiarle el hilito de sangre con cuidado. El chico contuvo la respiración e irguió la espalda, nunca se había encontrado en esa situación y no sabía muy bien cómo actuar ante la chica. Hane empezó a notar que Kiba se estaba poniendo nervioso y dejó lo que estaba haciendo.
-…Kiba muchas gracias. No se qué habría pasado si no llegas a aparecer.- comentó en un susurro mirando hacia el suelo.
-No tienes que agradecerme nada- dijo sonriéndole.
Kiba se deslizó por el tronco para acercarse más a ella y le pasó un brazo por los hombros. Hane notó que tenía la mano muy fría, probablemente por agarrar la bolsa de hielo, que en esos momentos estaba en el suelo. Pero a pesar del frío, le agradeció el gesto, era la primera vez que se sentía segura aquella noche.
"¡YAHOO!" pensó Kiba, se aproximó un poco más a ella y buscó sus labios con la mirada. A simple vista parecía una chica tan frágil… con unas facciones tan delicadas y tan bonitas… se preguntaba cómo sería posible que hubiera sobrevivido en el bosque, en un clan antiguo, perdido y en continua defensa. Kiba tragó saliva pensando que quería besarla.
"¿Será demasiado pronto?".
Hane se separó inmediatamente de él levantándose del tronco y le dio la espalda.
-En realidad he venido para decirte que me voy. Aparte de agradecerte que me protegieras, claro…
-¿Qué?- Kiba se puso en pie también.
-He perdido mucho el tiempo aquí ya…y mi clan… todo lo que puedo hacer por ellos es poco ¿entiendes?
A Kiba la noticia le sentó peor que la pelea a la que hacía un rato había tenido que enfrentarse. Con unas pocas zancadas se puso delante de ella e intentó buscar una forma de entretenerla.
-Claro, lo entiendo… pero salir de noche… ¿y si te invito a cenar?.¡Así no podrás irte hasta mañana!
-¡No puedo Kiba!- contestó ella sin mirarlo.
-Bueno,… pero ahora puede ser peligroso… y además, no quiero que te…- dijo él – Umm¿voy contigo?- añadió mirando al suelo.
-¿Venir?.¿Por qué? No sabes los problemas que tenemos allí. No tienes ninguna buena razón para ello.
Kiba levantó la vista del suelo "si la tengo".
Hane se giró y le dijo adiós a Chouji levantando un brazo.
-Hane, no te vallas…
La chica suspiró y le puso una mano en el hombro a Kiba.
-Kiba, siento que haya tenido que ser así. Pero tengo que volver… y lo que ha pasado esta noche me impulsa a ello, no quiero quedarme aquí más tiempo.
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La chica, aunque había tratado de disimularlo, notó cuando volvía a las hogueras que todos los que allí se encontraban la miraban mal… como si creyesen que ella fuera la culpable de algo… "¿qué había ocurrido con Kiba y los dos hombres en su ausencia?
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-Que el viento valla en tu favor. Y ya sabes lo que dicen en mi clan… encuentra las respuestas en el bosque si te encuentras perdido¿eh¡Joukei, vamos!
De un salto, se subió a un árbol y añadió guiñándole un ojo de complicidad:
-Me toca a mí guiar por las noches.
-Cuídate Hane- dijo Kiba apretando los puños con fuerza sin que ella lo notara.
Hane partió seguida de su halcón y cuando el Inuzuka no puedo verla, tomó su forma de búho y se adentró en la oscuridad del bosque, aleteando rápido y con fuerza, sin querer mirar lo que dejaba atrás…
Al día siguiente, la madre de Kiba llegó por fin a su casa, y una de las primeras cosas que hizo fue echarle una bronca impresionante al verle el ojo morado. Le replicó que a su edad ya era un adulto y no podía ir comportándose así en la vida, que no se podía ir a ningún lado porque él siempre se metía en peleas y que si no le daba vergüenza cómo le habían dejado el ojo. Kiba disimulaba que la estaba escuchando mientras pensaba en cosas más importantes para él. Bastante tenía con el bombardeo de preguntas que le habían hecho sus amigos como para ahora aguantar un berrinche de amor de madre. Se fue a su habitación y se puso a ordenar sus cosas.
-No vengas si no tienes una buena razón… una buena razón… ¿tu lo entiendes Akamaru?
-Arf.
Debajo de la cama encontró unos papeles que lógicamente no deberían estar ahí. Los recogió y abrió el cajón de su mesilla de noche para meterlos igualmente desordenados. Recogió una montaña de ropa que había en una silla y empezó a doblar las camisetas con fastidio.
-¡Kiba, cuando acabes de ordenar tus cosas barre toda la casa¡Que tenemos pelos de perro por todos lados!
Kiba le dio una patada a una de las patas de su cama, con tal fuerza que casi se destroza el pie. Se lo agarró con una mano y perdió el equilibrio dándose un porrazo contra el suelo.
-¡Joder! Odio barrer…
Akamaru se acercó y empezó a lamerle la cara divertido.
-Auch… no, quita Akamaru ¡no me chupes!
Empujó con una mano al perrito y con el rabillo del ojo, detectó algo que le llamó la atención. Estiró una mano esquivando las pelusas de debajo de la cama y recogió el brillante objeto. Se trataba de un collar de color rojo oscuro con una pluma tallada en su centro.
"¿De dónde saqué esto?... ¿No era de Hane? Se lo quité cuando estaba durmiendo… ¡Eso es!".
-¡Mira lo que hay aquí Akamaru!.¿Qué te parece?
Kiba se sentó en la cama manoseando el collar. Se levantó, lo puso en una mesa y se volvió a sentar. Se puso otra vez en pie, fue a la mesa y cogió de nuevo el collar andando de un lado para otro nervioso.
-¡Guau! (¿Es un buen motivo ir a devolverle el collar?)
No podía estarse quieto, empezó a pensar en qué pasaría si fuera a hacerle una visita. Siempre tendría la excusa de devolverle el colgante. Pero ella le había dejado claro que no fuera, igual hasta le molestaba o se negaba a reconocerlo. Además, suponía un gran peligro, pues se trataba de una zona declarada oficialmente en guerra y podía sucederle cualquier cosa. "Tal vez no sea el mejor momento para hacer una excursión". Es más, ni siquiera sabía dónde se encontraba el clan exactamente, y en caso de que diera con él, existía el riesgo de que no lo dejaran entrar. Primero porque era un clan muy cerrado… y segundo porque al estar en tal situación podían confundirlo con un enemigo… o un espía de los enemigos. No debía ir, no podía ir…
-¡Guau!
-¿Akamaru?
-¡Guau!
…pero por otro lado, para vivir hay que arriesgarse. No le encontraba ningún sentido a su vida si siempre se quedaba quieto sin hacer nada. Los Jintaka eran un clan fascinante, él era de los que pensaban que eran dignos de admiración por su compenetración por la naturaleza. En realidad, no tendrían por qué desaparecer. No debía quedarse sin hacer nada, él podía luchar con ellos y por ellos Y en realidad tenía cierta idea de dónde estaba el clan… Hane había dicho que estaba al norte, pasando un río con una cascada. Estaba claro¿no? El conocía el único río que pasaba por el bosque. Algo en su interior le dijo que si no iría se arrepentiría toda su vida, auque en realidad era a ésta a la que ponía en juego yendo hacia allí…
…actuaría por instinto, al menos, por una vez más.
-Decidido. ¿Qué te parece si vamos a ayudar a esos cetreros, Akamaru?
-¡Guau!.¡Guau! (¡A reducir el número de enemigos!).
-¡YAHOO!
Se hizo con muy poco equipaje y una mochila ligera .Cogió kunais, shurikens, bombas de humo y demás objetos de interés. Prefirió no ir cargando con comida, pensaba que si necesitaban comer ya encontrarían algo. Se puso unas botas para avanzar por el bosque y se metió los bajos de los pantalones por dentro de éstas. Se amarró la funda de los kunais en el muslo derecho y ciñó la protección de tablitas que solía ponerse en el torso debajo del chaquetón. "Muy bien, al norte…"
Por el pasillo se tropezó con su madre que lo miró de arriba abajo.
-Kiba… cualquier cosa antes de barrer ¿eh?.¿A dónde vas?
-Tengo que irme. Hay algo importante que tengo que hacer y volveré en unos días… creo.
La madre suspiró, si su hijo no le había querido decir el sitio al que se dirigía sería cosa suya. Se despidió de él desde la puerta.
-Muy bien… vuelve pronto y ten cuidado ¿de acuerdo? Cuida de Akamaru…
En muy poco tiempo, Kiba alcanzó las afueras de Konoha, y justo antes de internarse en el bosque, distinguió a Shikamaru caminando apaciblemente al sol. Llevaba la vista perdida entre las nubes, pero con el rabillo del ojo lo distinguió.
-Hola Kiba… ¿A dónde vas así?
-Ohaio, Shikamaru. Tengo cosas que hacer – contestó con un aire de misterio.
-¿Vas a meterte en una guerra?- le preguntó su amigo sin apartar la vista de las nubes.
Kiba sonrió por el comentario, definitivamente Shikamaru había aprendido a conocerlo estos últimos años. El joven de los tatuajes rojos asintió levemente con la cabeza.
-¡Qué problemático!- Shikamaru se encogió los hombros- No es una sorpresa, todos estábamos convencidos de que ibas a ir…pero es peligroso ¿lo sabes?
-Shikamaru, si me conoces bien sabrás que me arrepentiría si no lo hiciera…
- Lo sé, Kiba…Escucha, si las cosas están muy feas allí vuelve ¿de acuerdo? Y tráete a Hane contigo.
-… ¡Claro!-
Con un gesto se despidió de su amigo y cruzó la frontera que separaba la aldea del bosque.
Shikamaru observó cómo Kiba desaparecía entre los frondosos árboles. En su imagen se dibujaron escenas de hacía seis años: cuando salieron en busca de Sasuke y él lideraba al grupo con Naruto, Chouji y Neji. Sonrió al pensar que por fin su amigo había encontrado algo con lo que sentirse vivo y, dando media vuelta, emprendió el camino a su casa.
"Buena suerte, compañero".
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Pues capitulo 6 subido! Al final el halcon esta bien! Es que hasta a mi me daba penita... Bueno, espero que me digais qué os parece este capitulo.. si hay cosas q no os gustan en la forma de relatar.. o en la historia misma me lo decis! que soy nueva en esto y cualquier critica sera bien recibida... pero sin hundirme, claro! XD
Mickeymalote: Mi fiel reviewer:) Sakura e ino es verdad que las pongo un pelin petardas en el cap anterior jeje. Sobre todo Ino comparando a Kiba con los demas chicos.. n.nU Bueno, trankilo que Joukei se ha salvado! Al menos por esta vez...aire de misterio XD
Puchiko: wapaaa! hay q ver q mala soy que te hago esperar mucho! Y tu fic esta muy bien tambien, siempre me han gustado los malos de las pelis...
Leoblackle-fay: Bueh, el principio de tu comentario no lo entendi! jajaja, pero el final si, muchas gracias y espero que este cap tambien te haya gustado.
Rimi: pues a mi me gusta q me escriban el quijote XD Kiba rules! Con lo que me gusta el personaje ya estaba tardando en dedicarle toda una historia
Luxheretic: Gracias n.n a ver si sigues leyendo!
Ingweolo: Bueno, aqui todo el mundo quiere que Kiba y hane se lien? Umm...umm XD
Un saludo a todos!
