Capítulo 8 – En el hogar de los Jintakas

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Dentro de las murallas de madera que delineaban el clan de los halconeros, Altavis se colocaba un guante duro de cuero en la mano mientras miraba severamente a Hane. Pensaba que su hija no se esforzaba como debía y eso era algo que él, como padre, no podía permitir. La apreciaba más que a nadie en el mundo y relacionaba el no esforzarse con la debilidad… y la debilidad con la muerte.

-¡Hane! Tienes que estar más atenta y mejorar tu puntería si quieres seguir con tu puesto.- Altavis estaba cruzado de brazos frente a su hija, y a su alrededor estaban clavados en el suelo varios kunais.

-Si, padre –contestó Hane enrollando una cuerda que había usado en el entrenamiento.

-¿Vas a ir con tu grupo a rastrear?

-Si, la formación "Jinetes del Viento" debe contar con sus quince miembros para que sea efectiva. Volveré por la noche, padre.- Hane dio un silbido y se marchó con Joukei aleteando al lado de su cabeza.

Altavis se dispuso a regresar a su hogar acompañado de varias personas que habían entrenado con Hane.

-Hey, Altavis. La chica no lo ha hecho nada mal, no seas tan duro.- comentó una mujer.

-No, debe mejorar y hacerse más fuerte. Los "Jinetes del Viento" no deben bajar su nivel¿no crees? Además sabes que debo preocuparme por ella, soy su padre.

-Si pero a su edad…

El grupo del que hablaban se trataba de una de las tres formaciones bien entrenadas de las que disponía el clan. En el lado este del poblado, se encontraban los ninjas "Picos Curvos", caracterizados por la frialdad y la falta de escrúpulos de sus ataques. Contaban con una quincena de miembros que se distinguían por llevar colgantes amarillo tierra amarrados con fuertes cordones de cuero.

Por otro lado, en el oeste del clan existía otro grupo conocido como los "Ninjas del Cóndor". Esta formación contaba con unos veinte miembros entrenados en un potente enfrentamiento cuerpo a cuerpo. Su fuerza era comentada con admiración y orgullo por todos los Jintakas. Se caracterizaban por llevar colgantes de color verde oscuro y en ocasiones, se pintaban la cara con tatuajes para intimidar al enemigo.

Por último, los "Jinetes del Viento" se encontraban en el lado norte del clan. Se trataba de una quincena de ninjas entrenados en ataques en los que la velocidad era lo más importante. Jugaban con el viento y lo utilizaban a su favor para que sus estrategias fueran más efectivas, de ahí que fueran conocidos con ese nombre. Estos ninjas llevaban unos colgantes rojo oscuro con una pluma tallada, tal y como el que traía Kiba de vuelta.

Estas tres formaciones suponían la esperanza de que el clan no cayera en manos del enemigo y fuera destruido. Por ello, sus miembros estaban sometidos a una continua presión y debían estar siempre disponibles para actuar a cualquier hora del día… o de la noche.

La conversación que mantenía Altavis con la mujer fue interrumpida por un hombre mayor que se acercó corriendo al grupo con un colgante en la mano. Cuando llegó, respiró hondo unas cuantas veces para recuperar el aliento y se dirigió al líder.

-Altavis, un chico Inuzuka intentó entrar en el clan. Traía consigo esto- dijo enseñando lo que traía en la mano.

-¿Inuzuka dices?

Altavis recogió el colgante y lo examinó reconociéndolo al instante.

-Es de mi hija. ¿Dónde está el chico?

-Está en la puerta, lo han rodeado los centinelas.- dijo el hombre haciéndole un gesto a todos para que lo siguieran.

Llegaron hasta la salida del clan y vieron a un grupo de diez centinelas con sus halcones impidiéndole el paso. Altavis dio un paso al frente e indicó a todos que despejaran la zona para poder hablar con el muchacho.

-¿Quién eres?- le preguntó muy serio y observándolo desde sus dos metros de altura.

-Inuzuka Kiba. He venido para traer…

-No te he preguntado eso- le interrumpió secamente Altavis - ¿Vienes solo?

-Si… solo con mi perro.

-¿Saben los de tu clan que estas aquí?

-No- Kiba no se había esperado un recibimiento con flores y cánticos, pero desde luego no imaginaba un trato así cuando había viajado sólo para traer educadamente el colgante de una chica.

-¿Debo fiarme de ti? Umm, hemos tenido bastantes problemas con espías últimamente¿sabes?

-Entiendo…había venido a ayudar pero…- se encogió de hombros teatralmente y se giró disimulando que se marchaba- Supongo que ya veré a Hane en otro momento. Si la conoces, salúdala de mi parte.

Altavis abrió los ojos sorprendido y apretó el colgante de su hija en su bolsillo.

-Un momento¿de qué la conoces?

-Tuve que ocuparme de ella en Konoha, porque quiso salir demasiado pronto del hospital.

Los que se encontraban allí empezaron a murmurar entre ellos.

Altavis se acarició la barba con una mano pensativamente. "Así que este joven es de la familia que ayudó a mi hija… tal y como ella me comentó…"

-Inuzuka¿has cruzado las millas de este bosque sólo para traer este colgante?- dijo el hombre alzando el collar.

-Sí- contestó con determinación.

Todos los centinelas y los que acompañaban a Altavis miraron a Kiba con curiosidad y comenzaron a murmurar entre ellos. Algunos se empezaron a reír en voz baja.

-Umm¿no crees que es una estupidez? Llegar hasta aquí, para traer algo que tal vez no signifique nada para su dueña…

Kiba desvió su mirada al suelo y pensó en las palabras del hombre de la barba.

-Si… tal vez sea una estupidez…

Altavis hizo un atisbo de sonrisa, pues él era un hombre serio, que en muy pocas ocasiones demostraba sentimientos, y le devolvió a Kiba el colgante.

-Bien… dáselo tu mismo¿quieres?

Kiba levantó su mirada sorprendido. Altavis alzó un brazo sobre su cabeza y en unos segundos, un águila de enormes garras afiladas se posó en el guante de cuero que llevaba.

-Uindo, lleva a este chico y a su perro a la Casa de los Druidas.- se dirigió a Kiba- Allí podréis descansar un poco.

Dio media vuelta y se despidió de los presentes con una leve inclinación de la cabeza.

Kiba le lanzó a Akamaru una mirada de complicidad y empezaron a seguir al águila por las calles de la aldea. Las casas eran de madera muy rústicas y todas adornadas con varias plantas que trepaban por las paredes llenas de flores. El lugar olía a madera fresca que se mezclaba con el buen olor de comidas que salía por las chimeneas de las casas. La gente iba y venía haciendo sus cosas, y casi todos llevaban un protector de cuero en el brazo para que sus aves se posaran. En cada esquina, había familias enteras de halcones que hacían sus nidos en los árboles más cercanos o en unas casitas de madera que les construían artesanalmente los miembros del clan. Además de halcones peregrinos, Kiba pudo distinguir cernícalos, milanos, aguiluchos comunes, cuervos, ratoneros e incluso un águila real igual a la que estaba siguiendo. En las ventanas de las casas se posaban algunos petirrojos y jilgueros que se escondían entre las plantas trepadoras y miraban curiosos dentro de las casas.

Entraron en una calle llena de puestos de comida para comprar y Kiba vio que desde la zona de carnes, los cazadores que había visto cuando llegaba al clan le saludaban alegremente levantando una mano. El Inuzuka les devolvió el saludo y continuaron siguiendo al águila, que pacientemente, se giraba cada dos minutos para comprobar que el chico y su perro la seguían.

Pasaron por una plaza que estaba llena de niños. Unas personas les estaban enseñando ejercicios con los halcones y los pequeños aplaudían entusiasmados. A Kiba le habría gustado pararse a observar un rato, pero la mirada de su guía le indicó que no.

El águila de Altavis, finalmente se paró encima de un cartel de madera que colgaba de un poste anclado en el suelo. "Casa de los Druidas". Kiba le echó una sonrisa de agradecimiento al animal y entró poniéndose a Akamaru en un hombro.

La casa estaba muy oscura y era enorme por dentro. Sólo la entrada daba a una sala con varias mesas y una barra desde donde lo miraba una anciana.

"Esta parte debe ser la taberna".

Kiba olió a la mujer y se fue directo a la barra entrecerrando los ojos para verla entre la oscuridad.

-Ohaio, me gustaría aloj…

-Shhh- la anciana le interrumpió mandándolo callar y le señaló un rincón de habitación. Kiba se fijó en que allí, un búho real dormía tranquilamente posado en una percha. Volvió a mirar a la mujer y empezó a hablar esta vez en un susurro.

-Vale, vale, no había visto al búho, lo siento… Me preguntaba si podría alojarme aquí.

-Claro- la mujer le dio una llave antigua y le señaló con el dedo unas escaleras- arriba están las habitaciones. Se cena aquí abajo dentro de tres horas y te recomiendo que vengas rápido porque se llena de gente… creo que la formación "Jinetes del Viento" también vendrá hoy.

Kiba no tenía ni idea de a qué se refería, pero asintió sonriendo y recogió la llave. Subió las escaleras y abrió la puerta de lo que se suponía iba a ser su habitación mientras permaneciera en el clan. Había una cama gigante con un cabecero de madera finamente tallado y a su lado, una mesa con una sillita y una lámpara de gas. Al fondo, una chimenea encendida calentaba el cuarto dándole un aspecto muy acogedor.

Kiba se quitó la mochila, bajó a Akamaru de su hombro y se dejó caer en la cama con la ligera impresión de estar viajando en el tiempo. No se sentía tan bien desde hacía mucho y pensó en lo que se alegraba de haber tomado la decisión de ir. Llevaba tan sólo una hora allí y ya se había enamorado del clan.

Un grupo de personas entró impaciente en la taberna. Tenían aspecto de estar agotados, con las ropas manchadas, los protectores de cuero del brazo más arañados de lo normal y algunos se dejaban caer pesadamente en las sillas.

-¡Ahh, qué hambre!

-¡Comida¡Los "Jinetes del Viento" han llegado!

En unos minutos, las mesas se llenaron de fuentes con varios tipos de carnes con verduras. Cada uno cogió un plato y se fue a la mesa más cercana con sus amigos para disfrutar del único momento de paz que tenían al día. De esta manera, poco a poco, la taberna se empezó a llenar de gente que charlaba animadamente a la luz del fuego.

Al rato, llegaron los "Ninjas del Cóndor" y se acomodaron en los sitios que quedaban libres bromeando con la otra formación.

-¡A los "Jinetes" no les pongáis tanta comida como a nosotros¡Nosotros hemos trabajado más duro!

Un hombre se levantó lentamente aferrándose al respaldo de la silla, se acercó al individuo que acababa de hablar y lo señaló con un dedo amenazante mientras le gritaba.

-¡Vosotros sois los holgazanes! Y debería abrirte en canal con mi kunai por lo que has dicho… ¡Eh¿Alguien quiere ver de qué color es este tío por dentro?

El otro hombre se levantó hasta que sus cabezas quedaron a la misma altura. Le sostuvo una mirada de odio durante unos segundos hasta que los dos explotaron en una sonora carcajada.

-¡JAJAJA!- rió uno de ellos dándole una palmada en la espalda al otro- ¡Tan temperamental como siempre!

-Jajaja¿qué tal la misión hoy¿Algo que contar?

Desde la habitación de Kiba se escuchaban las voces y risas, que acabaron despertando al Inuzuka. El chico se estiró perezosamente y se levantó de la cama con desgana.

-Ahh Akamaru, me he quedado dormido. No me extraña con lo cansado que estaba…

-¡Guau! (¿Hueles eso, Kiba?)

-Eey ¡comida!- su estómago se quejó y decidió ir a cenar.

Bajó corriendo por las escaleras, dando algún que otro traspiés y se acomodó solo en una esquina tras haber cogido un plato cargado de pollo en salsa. Akamaru se tuvo que conformar con lo que su amo le pasaba por debajo de la mesa, que no era poco.

En el centro de la sala, los dos grupos se divertían discutiendo mientras algunos los observaban con atención.

-…y de un golpe los derribamos a todos¿verdad Hane?

-Pero lo estas contando mal… - Hane se levantó de la silla.

-¡Vamos, cuéntanoslo bien!

Hane se subió a una mesa de un salto y empezó a hablar teatralmente.

-Nosotros en realidad estábamos en la ladera oeste, que es donde nos habían mandado para dar caza a los espías…y el viento soplaba desde el sur-suroeste, por eso la técnica de Hemish fracasó.

Kiba pudo ver a Hane cuando se subió a la mesa y casi se atraganta con el trozo de pollo que se estaba metiendo en la boca.

-¡El viento del sur-suroeste supone un problema para los Jinetes del Viento!-empezó a decir la tal Hemish, una miembro de la formación.

Hane asintió con la cabeza y prosiguió su relato.

-Desde esa posición y con el viento en nuestra contra, la visibilidad era nula… y me gritaron que los tenía detrás¡pero no me enteraba de nada! Yo seguía andando tan tranquila como si no estuviera pasando nada…- comenzó a caminar cómicamente por las mesas y algunos compañeros levantaron sus jarras de cerveza riéndose. Kiba sonrió y fue a por más pollo.

-Y fue entonces cuando me giré y me dieron de lleno en un brazo. Pero suerte que… -Hane se quedó parada, mirando fijamente al mostrador de pollos. Le parecía haber visto a alguien conocido.

-Hane¿qué ocurre?- le preguntó un miembro del grupo.

-¿Kiba?- Hane bajó de la mesa de un salto y se fue a la parte de muslos en salsa.

Kiba levantó un hueso mordisqueado.

-¡Hola!

En la taberna se hizo el silencio durante unos segundos. Pero Altavis y su hermano Hishou entraron para comer y la gente comenzó a hablar de sus cosas de nuevo.

-¿Qué… qué haces aquí?- Hane estaba entre sorprendida y avergonzada. Llevaba toda la ropa manchada de tierra porque había estado todo el día en una misión y se arrepintió de no haberse puesto más guapa para cenar.

-He venido a verte- Kiba sonrió notando que ella se avergonzaba- no te preocupes, mi ropa tampoco está limpia.

-Ohh… jaja, vale. Pero¿cómo has llegado hasta aquí?

-Bueeeno, digamos que tengo unos contactos en el bosque…-dijo Kiba con las manos en la nuca y haciéndose el misterioso- ¿Has acabado ya de cenar?

-Sí. - Hane miró a su padre, que los observaba con el ceño fruncido.

-Bien ¿salimos fuera? Con tanto ruido aquí no se puede hablar.

Hane desvió su mirada de su padre hasta Kiba indecisa. Una chica de los "Jinetes" pasó por su lado, miró a Kiba y le guiñó un ojo a Hane indicándole que saliera fuera con él.

-Ehm… si estas cansada lo dejamos para otro dia -"¡Mierda!. ¿Qué he hecho mal?" pensó Kiba.

-¡No! No estoy cansada, vamos- Hane realizó un movimiento reflejo de cogerle la mano a Kiba, pero se dio cuenta antes de tomar contacto y se metió la mano en el bolsillo.

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Muchas gracias a todos por los reviews! Sin vuestro apoyo no habria seguido la historia esta "experimental" XD q escribo. Bueno, que os parece este capitulo? Kiba Y hane se van acercando… y la a la chica casi se le escurre la mano para cogerse de Kiba! q pasara? q pasara? XD Y que pensais sobre las tres formaciones de ninjas halconeros que me acabo de inventar… q se me va la olla un monton, ne? Jajaj esto es como un largísimo capitulo de relleno XD Si veis que se me va la pinza me avisais eh? (ahora me bombardeareis de mensajes subliminares XD)

Leo black le-fay: wapaa ojala que el grupo de shikamaru y los demas se vuelvan a reunir! (pero esta vez con shino jeje) Yo también me imagino a Kiba con unos lobos.. o por lo menos con perros mas grandes. Estoy deseando que salga en la segunda temporada para ver si tiene alguno nuevo! (PD: si no actualizas Linea recta hacia la Libertad moriré XD)

Naleeh: que bien que te haya gustado el capitulo de los lobos!Y bueno, ya ha hablado Kiba con Altavis (q conversación mas rara XD) y ya ha visto a Hane! Como decias en el review. Lo q pasa es q queria dejaros en tension con el final… jajaj q pasara por las silenciosas y oscuras calles del clan? Y por cierto como va tu dibujo? Tengo muchas ganas de verlo n.n

RiMi: Hola wapa! Muchas gracias por leerme n.n me ha gustado mucho eso de que siempre me dejaras un quijote T.T asi me animas mucho a escribir todas las historias que me revolotean por la cabeza! Espero que este capi te haya gustado… aunque haya dejado el final bastante en el aire XD Que cruel soy! Jeje, pero no pasa nada porque esto se actualiza muy rapido n.n

Lux-heretic: pues si no eres propenso a dejar reviews me alegro de q te hayas animado a dejarme uno! Y sigue leyendo! XD

Mickeymalote: weeee! Ola! Asi q calco a Kiba a la perfeccion, eh? Eso eres tu q lo miras con muy buenos ojos! Y no te preocupes por la liebre q ahora esta en un lugar mejor n.n Oye me he dado cuenta de lo que dices de que he cambiado escribiendo es verdad. Es que como era mi primer fic … creo que con tantos capitulos he ido cogiendo soltura. Ademas en los primeros no estaba muy centrada en la historia y no sabia si alguien me iba a leer o no.. pero después, con el desarrollo de la historia pues me vienen las ideas mas claras y por eso lo pongo mas largo. Creo que cuando lo acabe, para que no quede mal, retocare los primeros capitulos, pero claro, no cambiare la historia ni nada, solo le añadire adjetivos y demas XD. (PD: Actualiza tu fiiiic, pr favó)

Ingweolo: eeey! XD Como voy a permitir q unos lobos se zampen a kiba-kun? Con lo q sabes q me gusta por amor de dios! En cualquier caso Kiba se come a los lobos jaja, el espiritu salvaje de Kba resurge cuando tiene hambre chaaan chaaan! XD Gracias por el review!