REBORN

Capítulo: 5

- Kaiba… no veo esto necesario – Susurró el rubio mientras se dirigían a la mansión Kaiba, para recoger a Mokuba, en la limosina -

- … - el Ceo estaba "entretenido" buscando ciertas cosas en una caja negra – por qué…. – fue todo lo que dijo, no recibiendo respuesta – Por qué vendiste tu Deck…? – el chico que iba su lado sólo suspiró para comenzar a hablar –

- necesitaba el dinero…- respondió como pudo, pues bien sí podía hablar, pero su voz no estaba en las mejores condiciones -

- para qué…? – Jou dio un respingo al recordar para qué lo había vendido… -

- eso… no le importa… - había escuchado bien? Le había trata de "le", de usted! – muchas gracias… por recuperarlo… - no dijo más. Kaiba le entregó un par de vendas y alcohol, Jou le quedó mirando con ojos raros –

- vamos a mi casa perro, qué pensará y dirá Mokuba al verte en ese estado, no quiero regalarle preocupaciones al ver tus daños, de todas maneras allá te cambiarás de ropa – después volvió a encargarse de su Laptop. Jou tomó con sus blancas manos lo que el CEO le brindaba; comenzó sus curaciones mientras veía un poco por la ventanilla. En una de esas miradas se topó con una miel, miel opaca, tan sólo fueron unos segundos, para que su mente comenzara a dar especulaciones de cómo reaccionaría su padre al verlo, o mejor dicho, no verlo en casa, el saber que tenía de nuevo su baraja, bueno en todo caso eso es positivo, porque podría venderla nuevamente; el saber que ese día no estaba trabajando… Cerró los ojos con fuerzas a recordar cómo se sentía que lo violasen, le pegasen e hiciesen otras cosa terrible o, en su defecto, peores… Las lágrimas no se hicieron de rogar para comenzar a bajar por sus mejillas, apretó sus manos y ahogó algunos sollozos para que su acompañante no lo notara, pero al hacerlo su cuerpo comenzó a temblar, al principio ligero para después…

- perro…? – había notado que algo andaba mal al sentir como se movía su asiento, quitó la vista de su ordenador para posarla en quien iba a su lado, para encontrar que su cachorro estaba en un ataque de pánico – perro… perro responde! – lo sujetó de los hombros para evitar cualquier caída del lugar – vamos Jou! – las lágrimas no cesaban de caer de los ojos mieles – Jou!... – en un desesperado intento de calmarlo, y luego de darle un par de gritos al chofer para que se apurara en llegar, le abrazó con todas sus fuerzas – cachorro estarás bien… - le susurraba en su oído meciéndolo, pero ni su voz era convincente… Al menos ya no temblaba… tanto… pero no dejaba de llorar y sus ojos no los abría – sh… tranquilo… todo está bien… todo estará bien – más bien trataba de auto convencerse, que calmar al rubio… sus azules ojos mostraban gran preocupación qué podría colocar así al rubio… sintió como colocaba sus brazos alrededor de su cintura y como posaba su cabeza en sus hombro para seguir llorando, pero esta vez más calmado… mientras él acariciaba sus rubios cabellos.

- amo Kaiba, ya llegamos – se alegró de escuchar aquello, tomó en sus brazos al cachorro dormido. Entró con cautela en su mansión.

- Seto…! – sus palabras y alegría quedaron hasta ahí, el pequeño Kaiba había visto el estado de Katsuya, que a pesar de estar cubierto por las vendas, anteriormente puestas, la heridas más recientes se habían abierto comenzando a sangrar – Dios! – exclamó en espanto – Qué le pasó? – le preguntó a su hermano, pero este no dijo nada, era la misma pregunta que se hacía…

Estaban en el baño de su habitación, si antes se había sorprendido al sentirlo tan delgado ahora… ahora… ahora estaba espantado al ver el cuerpo semi desnudo de su cachorro – Seto, puedo entrar? – su hermano golpeó la puerta del baño e intentó abrirla, pero Seto lo impidió apoyándose en esta

- Es mejor que vayas… que vayas a tu cuarto Mokuba – un nudo en su garganta le impedía hablar bien, se dejó caer al piso arrastrándose por la puerta, con una mano cubriéndose la boca, lágrimas inconscientes comenzaron a descender de sus ojos azules… hematomas, tajos, raspaduras, rasguños… y una herida de leve gravedad en su cabeza, era lo que podía resumir el estado físico del chico rubio, al menos era lo que se podía ver a simple vista…llenó la bañera con agua tibia, en tanto, sacaba con cuidado el vendaje y limpiaba con suma dedicación cada herida de su cachorro, y más la que se refería a su cabeza… Quién podría causarle semejante daño a su perro?... con muchísimo cuidado le sacó la última prenda, los bóxer, y con la misma delicadeza lo hundió en el agua… un pequeño gemido de dolor dio el rubio.. pronto el agua tomó un tono rojizo, debido a la sangre seca y que salía por la heridas del chico… Kaiba le trató como si fuese una pieza de cristal… cuando terminó lo secó y le dio la misma dedicación antes dada a las heridas para que ahora pudiesen cicatrizar normalmente, le vendó y vistió con una de sus pijamas… al parecer el perro no despertaría en largas horas…

Al salir, les esperaba Mokuba sentado en la cama junto a una sirvienta que trataba de animar al joven amo – Cómo está? – preguntó

-Mejor… - fue todo lo que dio por respuesta – hay que dejarlo descansar

- Qué pasará con el torneo, Seto… se cancelará..? – Kaiba se sentó en la cama al lado del rubio –

- Lo más probable…si Jou no despierta dentro de dos horas, lo voy a cancelar… sino… si llegase a despertar.. habría que preguntarle…

- también cancelarás el duelo con Yugi?

- ese lo pospondré para mañana… Mokuba… o para – pero no puedo seguir hablando ya que los gritos de Jou se hicieron presentes

- no!... detente!... conseguiré más, pero… por favor papá, no de nuevo… - lloraba y gritaba Jou a la vez que comenzaba a moverse… -

- shh… shhh cachorro… tranquilo- al igual que la primera vez, lo abrazó y comenzó a mecerlo para así intentar calmarlo…

No pasó mucho tiempo antes que Jou se calmara, nuevamente en lo brazos de Seto...

- Seto... tu celular vibra... - mencionó el pequeño, al escuchar el sonido del móvil vibrar encima del escritorio... Con enfado contestó -

- diga... - se levantó dejando a Jou dormido y salió despacio de su habitación - y no puede esperar?

- es que señor si no viene... el torneo se atrasará más - se dejó escuchar del aparato la voz asustada de un empleado - señor...?

- argh! está bien... espérame en 20 minutos - antes de entrar aspiró hondo para tranquilizarse - Mokuba...? - le habló con cariño –

- dime Seto... –

- tengo que salir... demoraré a lo menos una hora, cuida del perro, sí?... - besó la frente de su hermano y la de su cachorro, el pequeño asintió con una sonrisa tranquilizadora en su rostro –

- yo me encargaré de cuidar de tu amor, Seto - este comentario hizo que el gran CEO se sonrojara hasta la punta de sus cabellos... pero no hizo comentario alguno, tomó su laptop, sólo eso, y salió como queriendo escapar...

n.n.n.n.n.n.n.n.n.n.n.n.n.n.n.n.n.n.n.n.n.n.n.n.n.

Era de noche cuando por fin había tomado una decisión, le diría a Hiei lo que sentía y vería que pasaba, no quería poner las cosas así, del azar, pero no le quedaba de otra.

Si el no le decía, dudaba que Hiei tomara la iniciativa.

De repente el teléfono sonó.

- quién será a esta hora, residencia Minamino, quien habla?

- Kurama, soy Yusuke,

- qué sucede, encontraste algo?

- no exactamente, recuerdas que debíamos quitarle la carta a Kaiba?

- si…

- pues mañana tendrá un torneo, y pienso que si usa la carta..

- lo atacaran en pleno torneo, eso no debe pasar, esta noche iremos a hablar con él.

- si, aunque no creo que sea fácil quitarle esa carta.

- lo sé, pero hay que intentarlo, no podemos hacer nada mas.

- esta Hiei allí contigo?

-no….-un tono de tristeza salió sin que pudiera evitarlo, y es que no había pensado si volvería a ver a Hiei pronto.

- Oh bueno yo lo olvidé, lo siento, pero sabes donde esta su casa?

- si, el reportaje que pasaron, que estoy viendo ahora, mencionaron su dirección, la tengo anotada, así que mejor por que no vienen cos Kuwabara y nos vamos los 3?

- sí, pero deja que le diga, llegaremos allá en unos 10 minutos

Cuando por fin llegaron Yusuke y Kuwabara, ya pasaban de las 9 de la noche, por lo que pensaron que ya estaba en su casa.

Fueron en el auto de Kurama hasta la mansión, que estaba algo lejos, para ser precisos, estaba en una zona residencial, pero no les costo trabajo saber cual era la casa, era la más grande y ostentosa, además que abarcaba demasiado, que solo había 2 casas más.

-guau, si que es grande

- si, creo que la empresa a dado sus resultados-

Una vez que llegaron a la puerta, lo que les costo un rato, pensaron que no podrían entrar así de fácil.

- lo siento el amo Kaiba esta en la corporación, y no creo que los conozca, o me abría mencionado algo de ustedes.

- que! Eres un-

- Yusuke, cálmate, gracias por su amabilidad (cual! Si fue bien grosero!)

- hn, yo creo que lo podemos convencer.

- Hiei? A que hora llegaste?

- no importa, solo déjenme esto a mi. Usted, voltee

El mayordomo, creyendo que sería mejor que les dijera que se fueran o llamaría a seguridad, pero cuando volteo, lo que vio fue una luz y después no supo nada.

- usted llamará a Kaiba, y le dirá que venga por que tiene unos invitados muy importantes.

- si señor o

- bien Hiei, ahora estamos dentro - Kurama solo le dio una hermosa sonrisa, que le hizo poner las mejillas escarlata.

Cuando iban a entrar Hiei le jaló, y le acorraló en la reja, para robarle un apasionado beso.

- Kurama, espero que esto acabe pronto, por que estoy hambriento de ti- y después de insinuársele presionando su parte baja con Kurama, se fue dejándolo con la cara roja y muy agitado.

- Kurama, es que te vas a quedar!- Kurama reaccionó apenas, para entrar, después de eso, tenía que hablar muy claramente con Hiei.

n.n.n.n.n.n.n

Al bajar seto le dijo al mayordomo que saldría y que si lo buscaban que no le dijera a nadie a que hora llegaba... Salió a toda prisa... pues quería ya regresar a estar con su adorado cachorro...

n.n.n.n.n.n.n.n.n.

Mientras en la habitación de l CEO Jou abría apenas los ojos sin tener bien enfocada su vista... transcurridos unos segundos pudo apreciar la figura de Mokuba

- cómo estás Jou?

- bien - susurró... su voz aún no se mejoraba del todo - en donde estoy, chibi?

- en la pieza de mi hermano... al parecer te desmayaste cuando venían hacia acá - el rubio se sorprendió al escuchar aquello... y sus mejillas tomaron un color escarlata al verse vestido con un pijama de Seto, claramente lo notó por las letras KC bordadas en esta, y sus heridas vendadas -

- qué pasó con el torneo...?

- Mi hermano lo suspendió, ya que uno de los más importantes duelistas no se inscribió - Jou frunció el entre cejo, a quién se refería Mokuba - dijo que esperarían a que este despertara ... - las mejillas del cachorro no pudieron ponerse más rojas... - jijiji... - se rió por lo bajo Moki -

- y dónde está tu hermano...? - observando que no se encontraba cerca -

- pues él... no hace mucho que salió, pues algo andaba mal en la empresa

- ah...

- él te estuvo cuidando las 4 horas que dormiste

- 4! O.o... cómo tanto?

- no sé... siempre he dicho que la cama de Seto es muy cómoda... tu qué crees? - preguntó con picardía - pues es mucho mejor cuando está el dueño... no lo crees así, Jou

- Mokuba >/./ !

- jajajajaja... - el pequeño se revolcaba de risa al ver el rostro de Jou hasta que un cojinazo le llegó al rostro

- con que quieres guerra, ne Jou? - le devolvió el cojín al rubio que apenas pudo esquivarlo... y comenzaron una guerra de almohadas hasta que... una baraja se calló - oye ... Jou tu baraja ...

- si! ya la recojo - dijo el mayor, Mokuba no podía ayudarle pues había quedado enterrado entre puras almohadas y cojines... la cama del CEO había quedado toda desarmada - esta no es mía... - dijo mostrándole la carta del dragón de ojos azules - no caería mal echarle una vistita...

- si, pero que seto no se de cuenta, que si no... nos mata a ambos x.x...

- ¬¬U... u.u... bien no se dará cuenta - comenzó a pasar las cartas una por una... hasta que cierta le llamó la atención una muy especial manchada con - esto es... sangre... - lo último lo musitó para que él pequeño no lo oyese -

- Oye Jou ahora si... tu baraja - habla con sorpresa y espanto... pues sin que el rubio se diese cuenta una sombra se había levantado sobre ella - tiene una carta brillando... jou? - El rubio había sujetado la carta que había dicho Mokuba así creando un campo de protección que la sombra no atravesaba, Mokuba se había acercado bastante a Jou -

- El... dragón negro de ojos rojos... ? - sin querer juntó las dos carta, sujetándolas con la mano izquierda... todo pasó muy rápido... la sombra se desvaneció, pero a Jou le entró un agudo dolor de cabeza... tan fuerte era su dolor que sin querer gritaba, tiró ambas carta para sostenerse su cabeza como si eso sirviera para apaciguar el dolor

- Jou!... - Mokuba con mucho esfuerzo lo recostó en la cama e intentó calmarlo... cuando en eso se abre de golpe la puerta...

Continuará...

Y: bien... como quedó?... espero sus review... aa... que linda pareja n.n... nos vemos