Disclaimer: Rurouni Kenshin no me pertenece, este fic es por mero entretenimiento.
'A la vuelta de mi casa nació el amor: Cupido toca la puerta'
By: Kaoru-chan
Capitulo 4: Por el poder de los power rangers y los ositos cariñosos
- "¡Oye Kaoru!" – dijo una chica de cabellos castaños con grandes ojos negro
- "¿Qué pasa Sora?" – preguntó la aludida sonriendo mientras guardaba sus útiles en su maletín
- "Vienes hoy¿no?"
- "¿A dónde de?"
- "¡Como que a donde, Kaoru?" – le cuestionó Sora algo enojada – "Te lo dije hace semanas. Hoy es la fiesta de los chicos del otro colegio"
- "Oh, gomen neh! Gomen neh! Gomen neh!" – se disculpo Kaoru juntando las manos y haciendo varias reverencias hasta que Sora se rió de lo ridícula que parecía Kaoru en ese momento – "Me lo olvide completamente, y quede con verme con alguien más"
- "¿Con quien?" – preguntó recelosa
- "Oh, con un amigo. Mi vecino"
- Pues hace bastante que estas saliendo con ese "vecino" ¿Cuánto más vas a tardar en presentárnoslo? – le reprochó
- "Esta bien. Cuando pasen por casa se los presentó. Pero ahora me tengo que ir, se me hace tarde. ¡Suerte en la fiesta!"
- "Hasta mañana Kaoru-chan" – le despidió Sora sonriendo... siempre se le hacía imposible enojarse con esa chica.
Kaoru salió casi corriendo del colegio. Estaba llegando tarde y había quedado con Kenshin ayudarlo aunque ya tenga todo preparado.
- "¡Buenos días Kaoru-san!" – le saludó el anciano de la esquina
- "Mou! Takeshi-san, ya le dije que deje las formalidades" – le sonrió Kaoru mientras pasaba y le dejaba una sonrisa a cambio. El anciano solo le saludo con la mano.
- "¡Kaoru-chan!" – saludó el almacenero moviendo la mano
- "Hola Momoru-san" – pasó corriendo Kaoru sonriendo
- "Kaoru-chan ¿a donde vas tan apurada?" – preguntó la señora de la floristería.
- "¡Yukari-san! Voy a visitar a un amigo"
- "Oh, pues toma esto" – y le ofrece un ramo de jazmines – "Sé que te gustan mucho"
- "Oh, no. No puedo aceptarlo Yukari-san" – dijo ruborizada Kaoru sin dejar de sonreír.
- "Es un regalo Kaoru-chan" – insistió la mujer – "Y no acepto un no como respuesta"
- "Gracias" – dijo tomando el ramo entre los brazos y saliendo corriendo despidiéndose – "Adiós Yukari-san"- La mujer solo le saludó con un movimiento de mano.
Kaoru llego rápidamente al consultorio. Había una gran cola para entrar. Tuvo que pasar entre la gente, pidiendo disculpas a cada rato, y sonriendo tontamente. Cuando finalmente llegó arriba suspiro cansada.
- "¿Kaoru?" – la voz de una mujer le saco de su ensimismamiento. Se dio media vuelta y sentada delante de un escritorio con un delantal blanco de enfermera estaba...
- "¡Megumi-san!" – exclamó contenta Kaoru. Lástima que no fuese mutuo, porque Megumi hizo una mueca...
- "Kaoru, no es necesario el –san, con Megumi esta bien"
- "Si, señor" – Kaoru otra vez había respondido como militar. Megumi rodó sus ojos, lo que menos necesitaba en ese momento era a una chiquilla en el consultorio, estaban llenos y eso era gracias al doctor y a su nueva idea.
Todo había empezado esa mañana.
Kenshin como siempre, salió de su casa, después de tragar el café horroroso que Kaoru siempre le prepara todas las mañanas. Decidido a seguir su plan, con la información que Kaoru le dio, caminó en dirección al puesto de diarios. Allí había varias ancianas, eran cuatro en total y reían juntas. Sonriendo para sí, Kenshin compró el diario y carraspeó un poquito mucho...
- "ejem..."
- "oh" – una de las ancianas se dio media vuelta y se le quedo observando. Se volvió al grupo, cuchicheo algo y las cuatro, al mismo tiempo, se dieron vuelta y rodearon al pelirrojo.
- "¿Tu eres el nuevo doctor, no?" – preguntó la de rulos
- "si, claro. Soy Kenshin Himura, mucho gusto" – saludó Kenshin cordialmente. Las ancianas se dieron singulares miradas pero no acotaron nada.
- "¿Y que tiene pensado en este pueblo doctor? Alguien tan reconocido como usted, que puede estar haciendo en la ciudad" – dijo otra de labios bien rojos.
- "Digamos que me gusta la vida tranquila..."
- "y claro, después de todo lo que paso"- dijo la anciana más gorda.
- "¡Kagura!" – Dijo la otra anciana – "discúlpela doctor, a veces es muy impertinente a pesar de su edad. Dígame, que piensa hacer aquí"
- "Oh, acabo de establecer un consultorio..."
- "Si, donde los Takashi. Es muy bueno lo que hizo, pronto tendremos boda"
- "Siempre pensé que esos dos se merecían algo así"
- "Takashi siempre fue un hombre trabajador..."
- "y la señora Takashi siempre tan alegre... creo que es la más alegre de todas"
- "creo que Kaoru le gana. Esa jovencita tiene carisma"
- "escuché que ayudo a varios de primero con matemática"
- "no me sorprende... es muy bondadosa"
- "siempre ayuda en todo. En el colegio, en el barrio, en los festivales como lo hacía..."
- "la madre..." – terminó la otra
Las ancianas se sumieron en silencio con melancolía. Kenshin curioso las miró
- "¿pasa algo malo con la señorita Kaoru?"
- "usted conoce a Kaoru"
- "Como no la va a conocer! Si es su vecina"
- "Oh cierto! Me olvide"
- "¿Kaoru le contó algo?"
- "¿sobre?"
Las ancianas no se sentían muy a gusto hablar de las cosas de Kaoru... al parecer su chismerio era solo un pasatiempo pero no se metían con Kaoru. Se notaba que le tenían gran estima.
- "Oh, sobre lo que paso el año..." – volvió a decir la más gorda, Kagura.
- "¡Kagura! Nosotras no hablamos de eso"
- "Oh, es verdad" – se disculpó la anciana y miró al pelirrojo –"dígame doctor¿ya empezó a atender?"
- "Si. Hoy a la mañana"
- "¿Y que hace acá?"
- "Nadie se presentó"
- "Eso es porque creen que le va a cobrar caro... usted es un cirujano famoso, a nadie se le escapa eso..."
- "Oh, pero yo no quiero dinero. No vine hasta aquí para hacer más dinero, para eso seguía en Tokyo"
- "¿No estará diciendo que...?"
- "¿es gratis?" – terminó la anciana de siempre
- Claro que si. Yo tengo dinero y con eso puedo vivir hasta que me muera
- "pero... ¿gratis?"
- "gratis..." – aseguró Kenshin.
Las ancianas quedaron mudas...
- "Bueno señoras. Voy a volver al consultorio a ver si hay alguien. Buenos días" – y así Kenshin se dio media vuelta y camino en dirección al consultorio. Todo había salido a la perfección. Sabía bien que esas mujeres iban a divulgar la noticia en menos de media hora a todos los del pueblo.
Ya eran las cuatro y media de la tarde y un grupo considerado de gente esperaba paciente su turno. Todos habían escuchado el rumor de que el nuevo doctor no cobraba nada y no lo podían creer. Ahora Megumi estaba desesperada por el amontonamiento de personas y llamadas para corroborar si era verdad o no el rumor. Cansada de contestar, descolgó el teléfono y gritó que el rumor era verdad así que dejaran de molestarla con preguntas. Claro, que desde ese momento todos la calcaron como la enfermera malhumorada
Cuando acepto trabajar con el doctor prestigioso, no imaginó que iba a terminar así. Se imaginaba un consultorio mucho más grande, con más de una enfermera y se esperaba encontrar con un cirujano con el ego elevado a la decimocuarta potencia. Pero no, termino siendo todo lo contrario. Estaba sola, con un amontonamiento de trabajo, con una inmensa cantidad de personas a las cuales solo tienen un dolor de cabeza o un dedo torcido o hasta incluso dicen que les duele la uña! Ah claro, y ahora tenía dolor de cabeza.
- "¡Kao-chan¡Kao-chan!"
Megumi fijo la vista a la pelinegra delante suyo. Había veces como aquella que esa niña le desconcertaba. Siempre parecía feliz, nada parecía molestarla, y siempre estaba de un lugar a otro, y nunca cansada. Siempre con una sonrisa.
'eso no es normal' pensó Megumi.
La jovencita ahora jugaba con un grupo de niños a su alrededor, la mayoría de la edad de 5 a 7 años ("¡tengo tu nariz!") y los niños reían. Hasta los más grandes parecían reír de las payasadas de la joven. Y muchos parecían conocerla, porque la trataban con cariño, como si fuera parte de la familia.
'seguramente es buena con todo el mundo y por eso le caen bien'
- "Kaoru-san, gracias por ayudarme en matemáticas. Hoy me enteré de que me saqué un diez"
- "¿de en serio Tomo-kun¡Esas son buenas noticias!" – Exclamó contenta Kaoru – "Yo te compre un regalo... espera, lo tengo por aquí..." –
Kaoru buscaba dentro de la mochila, los pequeños la miraban y ella hacía como si algo le tomase la mano e intentase llevarla dentro del maletín. Los niños a su lado reían junto con ella. Finalmente sacó un librito muy raro, según la opinión de Megumi.
- "¡El primer tomo Detective Connan!" – Dijo el chico cuando vio la tapa del libro – "¡Muchas gracias Kaoru!" – y el chico la abrazó. Kaoru sonrió
- "Lo vi ayer y como estuviste estudiando mucho para esta prueba y sabía que te iba a ir bien te lo compre, pero tienes que contarme como te va en las otras pruebas neh? Y si necesitas ayuda me avisas" – añadió guiñándole el ojo.
- "Si"
- "¡Kao-cha¡Kao-chan!" – gritaron los chiquillos – "¿y para nosotros?"
- "y para ustedes..." – Kaoru se puso a pensar – "mmmmh... tengo... remolachas ¿quieren?"
- "waaaaacalaaaa" – dijeron todos con una mueca de asco
- "mmmmh... repollito?"
- "Kaoru-chan!" – gimotearon los chicos poniendo ojitos llorosos.
- "neh, neh... acá tengo... ¡chocolates!..." – exclamó sacando una tableta exageradamente grande de chocolate – "pero" – dijo al ver los ojos de los padres – "pero antes... me tienen que prometer una cosa"
- "¿Qué cosa?"
- "me tienen que prometer que van a probar el repollito"- los chicos repitieron la mueca de asco -"y que hoy se lavaran los dientes antes de irse a dormir ¿lo prometen?"
- "SIII!"
- "¿lo prometen por la fuerza de todos los power rangers y los ositos cariñosos?"
Los chicos se quedaron en silencio un instante, se miraron mutuamente y después a los padres, después a Kaoru y después a la barra de chocolate. Y asintieron con la cabeza.
- "Muy bien" – aceptó Kaoru contenta entregándoles la tableta – "Entonces a compartir eh?"
- "¡Si Kao-chan!"
Kaoru se reincorporó del piso y se limpio la pollera. Tomó los jazmines que había dejado a parte y buscó un florero donde ponerlo. Al encontrarlo, lo llenó con agua y puso las flores en él. Los olió y los puso en el medio de la mesa contenta. Amaba los jazmines.
- "Megumi ¿necesitas ayuda?" – preguntó Kaoru al ver a Megumi envuelta en un lío de papeles.
- "No, esta bien. Yo puedo sola" – el resto de los pacientes la miraron con exasperación. Esa mujer nunca se dejaba ayudar.
- "¿Kenshin?"
- "Esta atendiendo, desde la mañana que no paramos."
- "¡Eso es mucho tiempo!" – exclamó Kaoru frunciendo el ceño.
- "Pues no ha dejado de venir gente desde entonces" – contestó Megumi – "Y todavía quedan muchos por atender."
- "mmmh..." – Kaoru se detuvo en seco, pensando. De pronto largo una exclamación tomo su maletín y salió rápidamente.
El consultorio se sumió en silencio rápidamente, Megumi levantó la vista. 'increible el poder de esta jovencita' levantó los hombros y siguió con lo suyo.
La puerta de la oficina del doctor se abrió. De allí salieron dos hombres, un pelirrojo y un anciano.
- "Tome estas pastillas, dos veces al día. Si pasa una semana y sigue teniendo dolores vuelva, que lo diagnosticare"
- "gracias doctor. ¿Cuánto le debo?"
- "nada. Ya le dije que no cobro" – sonrió el pelirrojo
- "Gracias doctor. Es usted muy generoso"
- "Solo cuídese. Hasta pronto"
- "adiós doctor"
Kenshin miró la planilla. Se notaba su cuerpo cansado, al igual que sus ojos.
- "Sakura Sotome" – llamó leyendo la planilla. Una anciana se acercaba.
- "Doctor¿se encuentra bien?" – preguntó Megumi mirando detenidamente al pelirrojo
- "Si, solo algo cansado y con hambre... pero nada importante" – se fue acercando a la anciana, y vio el centro de mesa. Jazmines. Se acercó y los olió. Todos a su alrededor se le quedaron mirando expectantes. Era solo una pregunta, con una sola pregunta y serían todos felices.
- "¿Quién trajo estas flores?" – preguntó Kenshin mirando a su alrededor para después mirar a Megumi, pero antes de que pudiera responder el pequeño Tomo le dijo
- "Fue Kaoru-san. Ella trajo los jazmines. También me compró esto" – dijo señalando el tomo de Connan que leía – "y a los chicos le regalo una tableta de chocolate"
- "pero tenemos que comer repollito y lavarnos los dientes" - dijo uno morocho
- "por los powers ranger y..." – dijo el nene más grande
- "los ositos cariñosos" – añadió la hermanita más chiquita
Kenshin se les quedo mirando a todos. Entre sorprendido y alegre. Volvió a oler los jazmines y preguntó.
- "¿Dónde esta la señorita Kaoru?" –
- "Se fue" – respondió enseguida Megumi. No le gustaba nada ese pueblo. Se complotaban en su contra. – "Tenía una cita, supongo" – agregó maliciosamente. Pero se calló enseguida cuando varios ojos cayeron sobre ella.
- "Lastima" – dijo el pelirrojo. – "Me hubiese gustado agradecerle. Huelen muy ricas"
Ahora todos los presentes sonreían. "Huelen muy ricas" eso era un comienzo.
- "¿Señora Sotome?" – preguntó el pelirrojo tomando a la anciana de la mano y guiándola al consultorio. – "¿Cómo se siente hoy?"
- "Muy bien gracias, mi hijo se va a casar, sabe? Me escribió de Europa y..." – la anciana siguió hablando, pero lo presentes notaron algo, un brillo muy especial en los ojos y en la sonrisa del doctorcito.
Pasaron varias horas, dos o tres ya eran las siete y media de la noche y Kenshin y Megumi seguían atendiendo. Hasta que alguien abrió la puerta nuevamente.
Una sonriente Kaoru entraba al consultorio. Llevaba el maletín en la mano y en la otra un cuaderno con varios números. No se entretuvo con hablar con nadie, sino que paso derecho a los pacientes les dio unos números, y un papel al lado. Les susurró cosas en el oído. Y todos asintieron y comenzaron a escribir en las hojas. Después cada uno de los pacientes se fueron levantando y despidiendo, tanto de Megumi y de Kaoru, pero a ella con un abrazo y una mirada de complicidad.
- "¿Qué demonios fue todo eso?" – preguntó Megumi una vez recuperada del shock.
- "Oh, todos se van a la casa" – respondió Kaoru sonriendo. Con un montón de papeles en la mano
- "¿Por qué?" – preguntó desconcertada Megumi
- "Oh, porque no tienen nada de que revisarse. Además ya es tarde y aquí comemos temprano y nos dormimos temprano, porque mañana tenemos que madrugar."
- "Pero... pero..." – Megumi intentaba decir algo y en ese instante apareció Kenshin, acompañado por una mujer de edad mediana.
- "Lo que usted tiene es un simple dolor de cabeza. No hacía falta tomarle, la presión, el pulso ni hacer un examen médico para saberlo. ¿Estuvo expuesta al sol por mucho tiempo?"
- "Bueno, si... estuve de vacaciones y tomé sol" - dijo algo apenada la mujer. 'una chismosa' pensó Megumi. Kaoru solo sonreía.
- "Probablemente sea eso el dolor de cabeza. Tome analgésicos y la creme de ordeñe le va a hacer bien"
- "Muchas gracias doctor" – la mujer salió rápidamente del consultorio quedando solo Kenshin, Megumi y Kaoru.
Kaoru sentada mirando a Kenshin. Megumi aun shockeada con lo de los pacientes. Era la primera vez en toda su vida profesional que los pacientes eran bondadosos con el doctor. 'pueblo raro' pensó. Kenshin seguía como ido, y no pareció notar nada raro. Miró la planilla y cuando leyó el nombre y se dispuso a decirlo en voz alta. Se quedo mudo al ver que no había nadie.
- "Konban wa Kenshin" – dijo una vocecita dulce. ( Buenas noches Kenshin)
Kenshin miró bien y divisó a Kaoru, con una amable sonrisa.
- "Señorita Kaoru... Konban wa" – respondió Kenshin ( Buenas noches) – "¿Qué pasó?" – preguntó extrañado
- "Pregúntele a ella" – dijo Megumi algo... ¿enojada¿molesta?
- "señorita Kaoru"
- "Es que como estaba tan casado, y me contaron que no comió en casi todo el día, arreglé para que sacaran turno y se dividieran en la semana." – les mostró a ambos unas cuantas hojas – "Tengo en estos papeles todos los que van a venir mañana porque sí tienen dolencias y no los que querían validar el rumor. Así que evitando que mañana sea otro día igual que hoy, hablé con cada uno de ellos y se los confirme. Además para que todo el resto se enteré, mandé un mensaje al diario del pueblo y mañana a la mañana estarán todos informados." – dijo Kaoru algo nerviosa pero contenta.
- "señorita Kaoru..." – dijo Kenshin en un tono de voz que asustó un poco a Kaoru. ¿Le iba a regañar? – "Muchas gracias" – admitió sinceramente el pelirrojo con una hermosa sonrisa.
- "pero... pero..." – empezó a decir Megumi ¡Eso no estaba bien! – "¡doctor!" – exclamó atrayendo la atención de Kenshin – "¡No puede hacer eso¿Y si alguno esta con dolores y necesitaba atención medica? Ella no es doctora no podría saber"
- "Les dije que me escribieran los síntomas, también" – dijo Kaoru sacando otro papel del maletín – "La mayoría aceptó que nada más tenían intriga, otros los más grandes me contaron que les pasaba y yo lo escribía además no querían quedarse toda la noche porque... se perdían de la novela" – agregó sonriendo.
- "Yo no veo el problema señorita Megumi" – dijo Kenshin – "de esta forma es mucho mejor. Los más grandes pueden venir a la mañana y los demás a la tarde. De esta forma no perdemos tiempo. Muchas gracias señorita Kaoru" – añadió con otra sonrisa.
- "Oh, me olvidaba..." – dijo Kaoru saliendo, tardo solo dos segundos en volver con varias bolsas en las manos. – "Les traje algo de comer" – agregó con una sonrisa – "Me imagine que iban a tener hambre así que les traje algo."
- "señorita Kaoru no se tendría que haber molestado" –
- "Oh, no fue molestia. Además yo también puedo comer de esta manera" – Kaoru empezó a abrir las papas fritas, queso, y demás comida en la mesa del medio del consultorio donde estaba los jazmines.
- "¿usted trajo los jazmines?" – preguntó Kenshin mientras la ayudaba a sacar las cosas.
- "Si, son mis favoritas. Además huelen rico"
- "es verdad. Son muy hermosas"
Megumi carraspeó cuando volvió de lavarse las manos. No le gustaba nada esa muchacha, demasiado buena...
- "ven Megumi, vamos a comer" – dijo Kaoru contenta.
Megumi se sentó entre medio de los dos, formando un triángulo y quedando Kenshin y Kaoru de frente. Pasaron un buen rato comiendo y Megumi después de coquetear descaradamente con Kenshin enfrente de Kaoru, estaba más enojada que antes, al ver que la jovencita no hacía nada con lo que ella decía, es más ¡hasta sonreía¿Entenderá? Se preguntaba miles de veces.
Ya eran más de las nueve de la noche, cuando otra vez la cena fue cortada por la melodía del celular de Kaoru.
- "Moshi, moshi...hai, hai...ya se que es tarde...en el consultorio...mou! onii-san!...pero si Kenshin vive al lado... Hai... dije hai baka!...sayonara" – Kaoru cortó enojada, pero después cambió su temperamento a una más normal.
- "¿todo bien?"
- "hai, mi hermano me viene a pasar a buscar"
- "las nueve y cuarto" – leyó Kenshin del reloj – "Es tarde. Parece que siempre la entretengo hasta tarde"
'¿siempre?' pensó Megumi con una ceja levantada.
Kaoru solo sonrió. Ayudó a limpiar y apenas terminó se escuchó la bocina de un auto.
- "ese es mi hermano" - anunció Kaoru. Kenshin cerró el consultorio y todos salieron junto a Kaoru. – "onii-san" - llamó Kaoru.
Sanosuke la miró y Kenshin se sintió helado ante la mirada pero Kaoru ni se inmuto. 'algo de la familia' pensó.
- "onii-san, ella es Megumi Takani, la nueva enfermera, Megumi él es Sanosuke, mi hermano"
- "Buenas noches" – saludó Megumi, mirándolo detenidamente, tenía todas las ropas sucias, el cabello despeinado. El castaño no se inmuto y no saludó, Kenshin miró a Kaoru y ésta le devolvió la mirada, suspiro y se encogió los hombros.
- "Sería educado que saludaras" – siguió hablando Megumi pero Sanosuke no le respondió. La verdad es que el humor de Megumi no estaba para ser tentado esa noche – "Claro, que esperando de un castaño que lleva ropas grandes y sucias como si hubiese estado en una pelea de gallos, no me sorprende"
- "Kaoru. Vamos" – dijo simplemente Sanosuke. Kaoru suspiró cansada como si fuese un ritual diario lo que pasaba y se despidió de Kenshin.
- "Adiós Megumi, nos vemos mañana Kenshin" – saludó Kaoru acercándose al auto y subiendo a él.
- "Adiós señorita Kaoru, Sanosuke" – se despidió Kenshin con una sonrisa
- "Nos vemos Kaoru, adiós cabeza de gallo" - saludó ácidamente Megumi.
Kaoru ahogó la risa y saludó.
- "Chau"
Sanosuke puso en marcha y dijo – "Chau zorra" – y el auto salió andando llevando a una muerta de risa de Kaoru, un pelirrojo sorprendido y una furiosa zorra... digo Megumi.
O o o O
Vocabulary:
Moshi moshi : se dice siempre cuando atienden el teléfono, es un "Hola"
Hai: si
Onii-san: hermano
Sayonara: Adiós
Notas de la autora: hohohoho, este capitulo me gusta mucho, creo que exageré un poco con las relaciones de Kaoru y el pueblo, pero me gusta. Es lindo y conmovedor. Espero que les guste.
Megumi como enfermera malhumorada, Sanosuke un antisocial enojado, para mi que esta resentido por algo :P, Kenshin dormido en los laureles... o en los jazmines. Y todo el mundo sabe algo y nadie le dice que, además lo de Kaoru le dejo intrigado.
¿Qué mas? Mmmh... fue divertido escribir este capitulo. Así que espero que el próximo también me parezca así. Este chap lo escribí el mismo día que termine el de 'Si te odio te amo, si estudio estoy en el secundario'
Bueno, no tengo nada que agregar, contar así que me despido:
¡Coman repollitos, remolachas, cepíllense los dientes antes de irse a dormir y dejen muchos reviews!
¡Prométanlo por el poder de los power rangers y los ositos cariñosos!
O.o Kaoru-chan o.O
