Ayame regresaba a su hotel, para comer y descansar un poco, después de todo, la tención de ver a su primo en tal actitud, la había disgustado y a la vez decepcionado. Sin embargo no podía negar que le alegraba verlo seguro y confiado de sus actitudes.

Luego de descansar tenía planeado visitar a Hiro y al loco del conejo, a quien conocía más bien por negocios que por amistad.

Cuando emprendía su labor de quitarse la ropa para colocarse algo más cómodo, cepillo sus cabellos frente al espejo, y no pudo evitar colocar una expresión de dolor en su mirada, quizás después de todo no lograba superar lo sucedido durante su infancia. Protegió a su primo a un costo muy alto, su propia vida corrió peligro y mucho más. Además Maiko la odiaba con toda su alma, ya que arrebató el amor de su querido hermano. No pudo evitar sentir como su fortaleza se rompía en mil pedazos frente al espejo que retrataba perfectamente su estado de ánimo. La irá fue más grande y lanzo lejos los adornos que decoraban la mesa.

Algo era cierto, no existían lágrimas de consuelo, había derramado tantas que ya no saldrían jamás de sus ojos. Ahora lo que importaba era la seguridad de Shuichi, no era el tiempo de la auto compasión y mucho menos de la debilidad. Era hora de volver a actuar, sin tapujos y ataduras, era el tiempo de madurar, como lo hizo aquella fatídica noche en la carretera. Un amor fraternal tan inmenso que superaba los obstáculos que tuviera que afrontar.

Se quedó dormida con la imagen de aquellos horribles recuerdos, que la despertaban más de una vez exaltada de su cama. Tenía dieciocho años pero la verdad es que aún se sentía con trece años.

En otro sitio, Yuki miraba con horror, la sangre que corría del puño de Shuichi por el arranque de furia de su pequeño baka.

- ¿Pero qué es lo qué te sucedió, baka?

- ¡Eso no te interesa, déjame solo, ¿Qué acaso, nadie entiende eso?... saldré a caminar, así que no me molestes, ni me sigas.

- No haré eso, porque estas de muy malas pulgas-

- …..-

Shuichi curo su herida, y se fue rápidamente a despejar su mente, estaba confundido y temía del encuentro que tendría con el doctor. Hoy era el término de su plan maestro, para matar al fin a Yuki Eiri, pero algo no estaba bien desde la visita de Ayame.

Una frase del pasado, termino por traer a la memoria el Shuichi dulce…

Ayame: Tu jamás me decepcionarás, tu pureza es tan infinita, eres un ser maravilloso, amas con pasión, y por ello consigues lo que te propones. Estoy tan orgullosa…

Yuuiji : (Abrazando al muchacho coquetamente, a lo que este fuertemente lo aleja) ¿Y a ti que te pasa, ¿Dónde está esa sensualidad y deseo?

Shuichi: (Sonriendo maliciosamente) Contigo se fue al excusado…

Yuuji: (Comenzó a molestarse) Tenemos un trato, mocoso, espero que no lo olvides…

Shuichi: (Cambiando su expresión a una dura y fría) me decepcionas, pensé que era mas que un trato, y lo que teníamos era un romance…

Yuuji: claro, claro, pero me asusta tu comportamiento, ¿qué otra forma esperabas en que reaccionara?

Shuichi: (Acercándose y dándole un beso) Cierto, recuerda mañana es el gran día, repasemos el plan quieres…

Yuuji: Bueno, mañana lo cito al consultorio, con una idea segura para logras que regreses a estado natural de bobo que llevabas…

Shuichi: (Interrumpe) entonces, tu traes a tus hombres para que lo golpeen brutalmente hasta quitarle la vida al estúpido escritor de segunda, luego nosotros nos iremos a Inglaterra a disfrutar nuestro amor, en una casa hermosa cerca de un rió que baña a la ciudad. Pronto terminará todo y verás como te sorprenderás del vuelco que ha tenido está historia, amor mío… (Riendo coquetamente, mientras le obsequiaba otro beso) pero me gustaría que celebremos nuestro primer encuentro, nuestro primer beso y nuestro amor… (Buscando en uno de los muebles) ¿Dime, tienes algo que valga la pena aquí?

Yuuji se veía muy complacido ante la idea maquiavélica del menor, sus agallas, su decisión, su belleza lo engatusaron desde el primer día en que observo aquellos ojos amatistas, sin embargo un mal presentimiento lo preocupaba de sobremanera, un dolor inexplicable que afligía su corazón, sin darse cuenta Shuichi lo miraba expectante…

Shuichi: ¿Y bien, dónde está el vino? No me dejes esperando todo el tiempo, quieres…

Yuuji solo sonrió… - Aquella repisa, junto al manual de color verde –

- Vaya que tienen que estudiar mucho, para descifrar las locuras de otro, podría asegurar que ustedes son más inestables que nosotros… pero, falta algo importante, quiero combinarlo, dame unos minutos y traigo wisky…-

- mientras no se te suba a la cabeza -

Shuichi corría rápidamente hasta encontrar lo que necesitaba. Se dirigió al baño y de su bolsillo extrajo una pequeña bolsa, con una sustancia negra, pero de repente existía confusión… ¿Por qué lo hacía, ¿Acaso se arrepentía de matar al rubio, ¿acaso su personalidad tenía razón, aún lo amaba?. Se respondió en forma inmediata…. Sólo se trataba de independencia, la mentira del "supuesto amor por Yuuji" era una estrategia para conseguir sus fines, ya no lo necesitaba y en ningún caso lo hacía por el escritor…. ¿o lo hacía por él?. Prefirió ignorar el último comentario y regresar con unos cuantos hielos…

- Me fue mal con el wisqy, pero traigo hielos, quizás podamos hacer algo exótico en la cama, ¿Qué te parece?-

- Que la idea, no me molesta para nada, ven aquí-

- No seas impaciente, déjame prepararlo –

Mientras Yuuji conversaba del plan maestro distraídamente, Shuichi colocaba la sustancia en el licor, con total decisión…

- ¡Bueno brindemos, por nuestro amor eterno, Yuuji! -

- Que así sea, pero primero dame un beso –

- todo a su tiempo, no arruines el brindis –

Shuichi choco su copa con la de él, para beber de esta, y esperar que el otro hiciera lo mismo.

- ¿Qué le colocaste al licor, sabe extraño

- Haber déjame probar (besando sus labios casi rozándolos)

- ¿Y por qué el beso tan frío?

- Es que no me gusta ser arrastrado a la muerte junto a ti –

Yuuji, palideció ante el comentario del menor, sintió repentinamente como un terrible dolor en el vientre lo consumía dolorosamente, y comenzó a vomitar sangre…

- ¿Qué les has colocado al vino, ¡Maldito pendejo!

(Sonriendo maliciosamente y caminando en forma sexy hacia él) - le he colocado arsénico entre otras cosas –

- (Con lágrimas de dolor por la traición) ¡Confié en ti, ¿Es acaso qué no me amas, y dónde quedaron nuestros planes? ¡DÍMELO TE LO EXIGO! Yo te amo, de verdad te amo ¡por qué! (un grito desgarrador)

- Nunca debiste confiar en mí… lo que consigues con engaño, termina por traicionarte (con desprecio lo mira) te dije una vez que trabajaba sólo, ¿Eres tan bobo, me creíste todo?

- ¡Shuichi, ayúdame! (arrastrándose en el suelo con dolor, mientras sangraba)

- (Apartándose rápidamente de él) ¡Me das asco, quítateme, que no quiero mancharme con tu repugnante sangre, pensar que tuve que besarte…

- Shuichi… (ahora mientras casi no podía pronunciar palabra, rió para sorpresa de Shuichi) lo que… suce…de…es que tu…aún lo amas….¿no es cierto?... no puedes hacerlo….

Shuichi lo miro con desprecio y se agacho junto a él, mientras tiraba el arsénico en un frasco, y dejaba una carta en su escritorio…

- ¿Qué es…lo…qué haces, maldito?

- incriminándote de un suicidio, no quiero quedar como criminal… en tu carta expresas lo depresivo que te encuentras… (Irónicamente) y como me has salido tan duro de morir, creo que tendré que proseguir con mi plan maestro…

- ¿A qué te refieres? (había perdido totalmente el color de su rostro)

Shuichi se acercaba totalmente decidido a realizar su acto, como si no le importará en lo absoluto terminar con la vida del doctor.

Se coloco unos guantes que saco del propio escritorio de Yuuji, y sin ninguna clase de remordimiento hizo cortes en las muñecas de este, con un cuchillo que guardaba tas su espalda. Al sentir el frío contacto del hierro sobre su piel, dejo escapar un quejido de dolor que lo carcomió enseguida.

- Será el crimen perfecto, Yuuji -

Con lágrimas en los ojos… - ¡Yo te ame! ¿Por qué, ¡dímelo!

- Te lo diré… no me mezclo con basuras, y nunca pero nunca me hubiera enamorado de alguien de tu clase, eres un iluso más a la lista (mientras reía y se iba)

Ya casi sin fuerzas, Yuuji perdió al fin la conciencia.

Shuichi entre tanto, se dirigía a NG record a trabajar como si nada hubiera sucedido en lo absoluto, la única diferencia en su comportamiento era, que no estaba alardeando sobre su sensualidad o forma de comportarse, sino más bien estaba en total frialdad, y ajeno a los demás…

K: ¿Así que Eiri – san, le ha permitido venir a trabajar?

Shuichi lo miro fijamente, mientras sacaba un cigarro de su bolsillo y lo fumaba tranquilamente:

- El no me ha permitido nada, yo vengo cuando se me plazca, además hay que trabajar, los fans están impacientes de escuchar nuevos temas, ¿no lo cree, k-san?

- Si tienes mucha razón, pero te noto diferente-

- Soy el mismo de siempre-

Ryuichi observaba curioso a Shuichi, y sabía perfectamente el porque de su visita ese día a Ng record, aún no se rendía y quería lograr el corazón de este nuevo shu – chan.

Ryuichi – Shu – chan, kumagoro, quiere jugar, ¿te gustaría ir con nosotros?

- No tengo tiempo para tonterías, Ryuichi, deberías saberlo, he venido a trabajar no a jugar con un estúpido conejo rosa -

A lo que Ryuichi se coloco a llorar como un niño – Shu – chan es un malvado, como nos ha tratado –

Shuichi obvio el comportamiento infantil de su amigo, para dirigirse al estudio, ignorándolo completamente.

Ahora Ryuichi estaba triste por la actitud, de quien se suponía lo quería, ¿O ahora no lo sentía así, no pudo evitar sentir un gran dolor con aquel pensamiento…

El día avanzaba rápido en Ng record, grabaron más de seis temas sin problemas, ya que el talento del cantante se acentúo de sobremanera al cambiar radicalmente de personalidad. Pero ese día ni siquiera dirigió un solo comentario a ninguno de los miembros de la banda, era como si no existieran…

Hiro: - ¿Qué te parece, si vamos a tomar algo, y después te llevo a casa de Yuki…

Shuichi: - no, gracias –

Hiro: - Oh, vamos amigo, hace tanto, que no charlamos – (mientras le revolvía el cabello tiernamente)

Shuichi se deshizo de su cariño y prácticamente le grito – ¡te dije, que no, que no escuchaste, me voy solo y no insistas…

Todos quedaron muy sorprendidos de las conductas cambiantes del ex – pelirrosa. Ahora más que nunca resultaba difícil desentrañar sus oscuros planes.

Shuichi llegaba a casa, sin pronunciar ningún la li ho, hace tiempo que sucedía esto, y Yuki ya se acostumbraba a la frialdad de su pareja.

Shuichi no hizo más que arrojarse prácticamente al sillón, estaba agotado por la dura jornada de trabajo, mientras cambiaba los canales casi por inercia, hasta que sus ojos se detuvieron sobre el canal de noticias, escuchando a la reportera…

En la mañana de este lunes a las 11:30 horas, se encontró en una de las oficinas del prestigiado Instituto Médico psiquiátrico, al doctor Yuuji Kinohotto, agónico producto de su intento de suicidio que ha sido confirmado, por una carta y reiterados cortes en sus muñecas, fue llevado de gravedad al hospital, donde se encuentra en estado de coma. Se desconoce hasta ahora los motivos que llevaron a tal conducta…

Yuki que estaba en su oficina, terminando su novela, no hizo más que impresionarse al escuchar la noticia, más cuando se trataba del médico tratante de Shuichi, se sentó junto a él en el sillón.

Shuichi lo miró y al fin le dirigió la palabra… - Y ustedes, tenían el descaro de tratarme con ese sujeto, si era más inestable que yo, ahí está tu prueba, Yuki-

Yuki comenzó a fumar – Nunca pensé que hiciera una cosa igual-

- Lamentable por ti, Yuki, porque supuestamente mañana tenía hora con él, tendrás que buscar a otro sujeto-

Mientras se levanta del sillón, para buscar algo de comer.

- Y dime Yuki, ¿Cómo va tu novela?

- Bien, al fin he podido concluirla –

- …-

- Ah, por cierto te llamo, Ayame en la tarde-

El sólo escuchar el nombre de su querida prima, lo tomó por sorpresa...

- Te deje anotado en número del celular donde puedes ubicarla -

- Gracias – Mientras se dirigía a donde estaba el escritor, tomándolo por sorpresa y depositando un tierno beso en sus labios.

Yuki estaba totalmente sorprendido, ¿Qué lo había hecho cambiar tanto en estos días, era verdad que aún seguía siendo frío, pero de vez en cuando demostraba cierto afecto por él. Se sentía alegre, ¿Hace cuánto que no estaba tan tranquilo, pero esos sueños que tuvo en que soñaba al ex – pelirrosa envuelto en un charco de sangre se le repetían…

Shuichi llamaba por su celular a Ayame…

- Hola, prima, ¿Vas a venir, me alegra mucho, sí, él esta aquí, muy bien, entonces te esperamos…-

- Ella, vienen para acá…

- Sí, quiere conversar con los tres, y no puedo…

- ¿Qué tienen ella tan especial, cómo para que tenga un trato tan distinto?

- Ella, hizo algo que jamás olvidaré –

La llegada de Ayame, representaba la esperanza que emergía en un tiempo donde se había intentado de todo para volver a la normalidad. Pero lo que no sabía todos era, que también con su visita, existirían más conflictos familiares.

- ¿Cuándo piensas ir a Ng record y visitar a los muchachos?

- Quiero ir contigo, Shuichi, sería de mal gusto ir sola –

- No seas tonta, eres mi sangre, puedes hacer lo que te plazca, y a nadie debería molestarle, porque se las verían conmigo-

Ahora se unía a la conversación Yuki…

- ¿Cuánto tiempo, pretendes quedarte en Japón?

- Hasta que mi primo, pretenda despertar a la realidad-

Shuichi no hizo más que reír…

- Entonces me temo que tu visita será permanente-

- que así sea, entonces, no me rindo fácilmente-

- bueno, eso me consta, Ayame, así que serás una molestia más-

- Si seré tu remola, como cuando éramos niños, lo ¿Recuerdas?

- Por favor, no hablaras en serio, eras muy molestosa en aquellos tiempos…

Yuki ahora los miraba tratando de indagar el verdadero pasado de ambos…

- ¿Qué pasado compartieron juntos?

- Uno muy hermoso, Eiri – san, pero que también tuvo sus altibajos, como sabrá todos tenemos un pasado oscuro, nosotros no somos la excepción –

- ¿Qué clase de pasado era ese?

- Uno qué convendría que el mismísimo Shuichi se lo contara-

Shuichi interrumpió un poco molesto…

- No tienes porque hablar de eso, con él-

- vamos, Shuichi, me sorprende que no se lo contaras, es tu pareja -

- Eso, no te interesa a ti-

Ahora Ayame reía…

- cierto, no me interesa, porque no soy nada tuyo, ni tampoco vive esa experiencia-

- Lo siento, Ayame, no me refiero a eso… veras las relaciones entre Yuki y yo, no son las mejores-

- ¿Pero, tu haces algo, por cambiar eso, o tu orgullo ha ganado la batalla?

- ……. Eso no es asunto tuyo –

Yuki interrumpía…

- vas a terminar cediendo, Shuichi -

- quizás, quizás, pero no te la daré tan fácil, aún estoy dolido-

Yuki, se sorprendía del comentario de Shuichi, ¿Acaso le decía indirectamente qué volvería todo a la normalidad, pero antes lo haría sufrir?. Esa era una oferta muy tentadora para quien se moría por retomar la relación…

Shuichi rompió nuevamente sus meditaciones…

- Quiero salir, Yuki, ¿por qué no vamos a comer afuera?

-¿Es eso lo que quieres, Shuichi?

- Así es, necesito respirar aire fresco-

- me imagino que te afecto en alguna forma la muerte de tu doctor-

- ¿Eso, no, claro que no, tengo cosas más interesantes de que preocuparme, además no era nada mió –

Ayame: Que comentario más cruel, es una persona después de todo, merece algo de respeto, ¿No crees?... Shuichi sólo gruño en señal de molestia, como si no le interesará para nada conversar del asunto…

Ayame: Además, para tu tranquilidad, Yuki, el sujeto esta estable, ha salido del coma, dicen que es un milagro…

Yuki: me alegro…

Shuichi se sorprendía del último comentario, definitivamente su plan maestro había fracasado completamente. Ese sujeto era más difícil de matar de lo que creía, después se encargaría de rematarlo, ahora no tenía intención de pensar en ello…

Yuki: veo que la noticia te ha sorprendido-

- Es que, no me imagine que fuera tan fuerte, después de todo no era un simple sujeto-

- ¿Por qué lo dices, primo?-

- Bueno, es que a cualquiera le cuesta salir de un coma-

- En eso, tienes razón, baka, ahora vamonos de una buena vez-

En el hospital…

Se veía a Yuuji, recostado en la cama, conectado a suero e innumerables maquinas, sin embargo ya respira por su propia cuenta. Comenzaba a abrir los ojos lentamente…

- Shuichi, ¿Por qué me has hecho esto?... yo te amaba… me las pagarás… me aseguraré que jamás vuelvas a tocar un escenario en tu vida… (Sonriendo) porque me encargaré de hacerte vivir un infierno para … matarte, si no puedo tenerte, nadie lo hará… te irás conmigo al infierno…

COMENTARIOS….

HOLA fanáticos de la colección de ángel negro, hemos tenido una inspiración divina, quizás se deba a que por motivos de distancia y tiempo, yo y mi amiga no podíamos proseguir con la historia, pero en estos momentos hemos vuelto a las andanzas.

Agradecemos sus review y esperamos que sigan leyendo este fics…

Muchas gracias!