Lady Dark: Otra semana, otro capítulo.

Lady Evil: Y Anakin finalmente se reencontrará con su familia, pero no va a ser una evento todo feliz.

Lady Dark: Te reto a decirme de una reunión familiar de cualquier tipo que califique de evento feliz.

Lady Evil: No al menos no es mortal.

Lady Dark: Lo es si es un funeral.

Lady Evil: Esos no cuentan, además, nosotras no vamos a funerales.

Lady Dark: Eso es porque llegamos cuando a la misa le quedan solo 10 minutos y nos escapamos para ir a almorzar antes de que pongan al muerto en la tierra.

Lady Evil: Mmm... tengo hambre.

Lady Dark: No ahora, me parece que ocupamos una aclaración para este capítulo, pero cortita para que no se enojen.

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Ya hemos mencionado a Jaina y Jacen Solo, hermanos mayores de Anakin, y que, si para este punto él tiene 18, ellos tienen 19 años. En corta, y olvidando la complicada protección que requiere un miembro del clan Skywalker/Solo para evitar los secuestros, podemos decir que Jacen se dedicó por completo a entrenar como un caballero Jedi en la Academia de su tío en Yavin 4, mientras que Jaina agregaba a eso su habilidad de piloto y se hacía, además de caballero, piloto de los escuadrones de combate de la nueva República hasta la invasión Yuuzang Vonhg, pero eso no pasa en esta línea de tiempo, así que olvídenlo.

Mara Jade, por su parte, fue la mano del Emperador, secuestrada a corta edad por Palpatine, fue entrenada a servir como su representante y asesina, una de las mejores por su habilidad en la fuerza que le permitía estar en contacto con él. Falló en matar a Luke durante el rescate de Han Solo en Tattooine, donde se hacía pasar por bailarina de Jabba, y fue capaz de apreciar desde Coruscant cuando Darth Vader y Luke Skywalker mataban al emperador y recibió una última orden de este para que matara a Luke.

Ignoró esa orden por años, y se hizo contrabandista dentro de la organización de Talon Karrde, hasta que el destino puso a Luke en su camino durante la amenaza que fue el regreso del Gran Almirante Thrawn. Mara sirvió de gran ayuda para vencerlo y proteger a Leia, embaraza de los gemelos en ese momento.

Acabada esa amenaza, siguió como contrabandista y otros detalles, hasta Lando trató de conquistarla alguna vez, pero ella acabó de algún modo con Luke, y luego tuvieron un hijo, el pequeño Ben Skywalker.

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Lady Dark: Listo, explicativo.

Lady Evil: Sí, sí¿podemos empezar?

Lady Dark: No te detengas por mí.

11. La familia

Leia giró y camino de un extremo al otro de su apartamento una vez más. Han volvía casa. Han volvía a casa con un pasajero en remolque. Y la Fuerza la ayudara si ella no sabía si llorar o arrojar una furiosa rabieta. Olvida los engendros Sith que son los códigos Jedi.

La noche anterior Han la había llamado en medio de la noche. Había dicho que volvía a casa cinco días antes. Sorprendida, Leia le preguntó si había tenido una pelea con Lando. Ella pensó que algo terrible había pasado cuando no le respondió. Parecía tan tenso cuando había llamado. Ella escuchó otra voz flotando hasta el comunicador.

"¿Estás bien? Tu signatura está tensa."

Han solo hizo un ademán a quienquiera que fuera para que se alejara. Leia prestó atención y escuchó los pasos del otro ser desaparecer. ¿Qué estaba haciendo otra persona a bordo del Halcón?

"Han¿quién era ese¿Estás en problemas?"

"No, no estoy en problemas Princesa. Es solo que... Ese era... Él es..."

"Han¿quién es él, y qué está haciendo en el Halcón?

"Ese era Anakin, y vuelve a casa."

Sacudiéndose, Leia se ganó una preocupada mirada de su hermano. Ella le había colgado a Han histérica. Se rehusó a responder sus llamadas. Finalmente, Han había llamado a Luke a su apartamento en Coruscant para que fuera a calmarla.

"Leia, cálmate."

Usualmente Leia disfrutaba las calmadas enseñanzas de Maestro Jedi de Luke, pero en ese momento, ella estaba consiguiendo el irritable extremo que su esposo siempre tenía.

Antes de que ella pudiera reaccionar, Mara sugirió que fueran a hacer té a la cocina. Leia sabía que era una distracción, pero la tensión era tan grande en el cuarto que la agradeció.

Jaina miraba fijamente afuera de la ventana. Ella había sido liberada de su horario de guardia por su madre temprano esa mañana. Honestamente, ella había estado molesta de que su madre senadora había usado su influencia solo porque quería. Eso era antes de que escuchara las noticias. Ahora, ella estaba agradecida que Leia se lo hubiera dicho en persona. Desmayarse enfrente de su escuadrón no hubiera sido muy bueno.

Con una rápida mirada sobre su hombro vio a Jacen ocupado pellizcando las plantas de la casa. Su gemelo había estado irritado desde el instante que escuchó las noticias. Jaina estaba segura de que algo lo estaba molestando más que el regreso de Anakin. Ciertamente, se sentiría nervioso, pero había estado tan nervioso y condescendiente al respecto. Ella nunca había sabido que su hermano fuera así con nadie. Bien, lo había sido cuando ella comenzó a salir con Kyp, pero eso se resolvió rápido.

Ella caminó lejos de la ventana cuando escuchó a Artoo rodar con la bandeja de refrigerios. Mara y Leia le seguían detrás con varios bocadillos. Jaina sonrió. Era una especie de mini fiesta.

El timbre de la puerta sonó. Por un segundo, todos se congelaron. Incluso 3PO paró su interminable parloteo. Sonó de nuevo. Jaina miró de reojo a su madre. No parecía que ella se fuera a mover de su sitio.

"Yo atiendo". La voz de Luke rodó quietamente a través del cuarto. Jaina frunció el ceño mientras miraba a su Tío moverse hacia la puerta. Su Papá tenía llave. ¿Por qué no solo abría la puerta?

Los ojos cafés de Jacen atravesaron los de ella. "Quería advertirnos."

Afuera de la puerta, Han, Anakin y Chewie esperaban. Lando había regresado a su estación espacial para tratar de confirmar las cosas que Anakin les había dicho.

Han cambiaba su peso de un lado al otro. ¿Qué tomaba tanto tiempo? Miró a Anakin. Calma, calma, calma. Si el muchacho no era un Jedi, Han nunca había conocido uno.

Anakin se forzó a estar en calma. En el interior, sus pensamientos estaban en alboroto. Ahora sería el momento en que Obi-Wan le daría una hora extra de meditación. Una punzada lo golpeó. Preferiría más que su Maestro estuviera aquí para apoyarlo; no se sentía listo.

Las puertas sisearon abriéndose. Luke miró arriba ligeramente esperando ver las engreídas facciones de Han. En lugar de eso, sus ojos se encontraron con un par de ojos azules idénticos a los suyos.

"Maestro Luke." El joven hombre se inclinó ligeramente en la cintura y sus ojos se desviaron ligeramente a su derecha en gesto de respeto.

Luke forzó una sonrisa. Sabía que Anakin habría de crecer. Pero, de alguna manera esperaba al exuberante jovencito que corearía '¡Tío Luke, Tío Luke!' cuando llegaba de visita. Había esperada que el espíritu, si no el tamaño, que fuera el mismo.

"¿Por qué no pasan?"

Han murmuró bajo su aliento, "Puedo encontrar mi camino adentro por mi mismo."

Chewie simplemente le gruñó a Han para que se comportara.

Anakin caminó dentro, automáticamente caminando medio paso detrás de Luke. Nada realmente había cambiado. La alfombra había sido rehecha, las paredes repintadas, pero el cuarto era básicamente el mismo. Caminando más adentro, Anakin vio a su madre y hermanos por primera vez en diez años.

Leia miró fijamente a Anakin. Era tan apuesto. Tan alto.

"¿Ani?"

Anakin tuvo que luchar con el reflejo de mirar hacia detrás de él, medio esperando que su abuelo estuviera ahí. Instintivamente, él sabía que esto sería más difícil que con su papá. El resto de la familia nunca había aceptado que se había ido. ¿Cómo iba a aceptar que había regresado?

"Hola, Mamá." Anakin tomó un paso hacia ella sabiendo que ella no tenía la fuerza de voluntad para moverse por sí misma. Ella aún creía que desaparecería en el instante que lo tocara.

Leia miró mientras él se acercaba. Agresivamente, ella arrojó sus brazos alrededor de él, sosteniéndolo, como si su sola voluntad lo fuera a mantener ahí.

"Leia, no va a permanecer de una sola pieza por mucho tiempo si sigues haciendo eso." Dijo Han.

Leia lo soltó. "Anakin, creo que debería volverte a presentar a las personas aquí."

"Realmente no hay necesidad Milady. Creo que conozco a todos, Ese es Jacen. Jaina. Luke. Artoo. 3PO. Y esa sería Mara Jade. No que nos hayamos conocido formalmente, pero incluso recibimos noticias en el espacio Hutt."

Anakin sintió el cuarto ponerse incómodo. ¿Fue la mención del espacio Hutt? No, ellos tenían que saber que él había estado en alguna parte. Frunció el ceño. "Milady"¡Oh, Sith! Esa es una manera verdaderamente maravillosa de dirigirte a tu propia madre.

Jacen fue el primero en hablar. "Encuentro fascinante que un hombre que clama ser del espacio Hutt hable con tan pronunciado acento y estructura gramatical del Imperio."

"Cuidado Jacen. Estamos aquí para recibir a tu hermano, no para hacerlo más difícil para tu madre." Respondió rápidamente Han.

"¿Hermano? Él no es mi hermano. Es algún chico que fue tomado de nosotros, no uno de nosotros. ¿Cómo sabemos que no es solo algún peón en algún otro esquema del enemigo?"

"¡Jacen!" La voz de su gemela sonaba sorprendida. Ella sabía que él estaba irascible por algo, pero nunca pensó que perdería todo su sentido común.

"¿Qué? Solo estoy diciendo que..."

"Solo está diciendo lo que todo equipo de noticias dirá. ¿La sospecha es aún rampante en Coruscant, no es cierto?" La voz de Anakin estaba sorprendentemente tranquila y controlada, un reconocimiento para sus mentores.

Jacen, enojado de que su blanco estaba de acuerdo con él, se mantuvo en silencio. Anakin vio a su padre ir a apoyar a su madre. Chewie solo le dio una mirada de piedra a su hermano. Ahora no era momento para sacar a relucir la cuestión.

Mara sonrió. Le agradaba el chico. Tenía agallas debajo de su plácido exterior.

"Mientras estamos hablando acerca de conexiones con el Imperio¿por qué no vienes aquí para que puedas apropiadamente conocer a tu Tía?"

Anakin obedeció. No era la primera vez que se encontraba con su Tía, pero realmente nunca había prolongado su exposición a ella antes.

Los ojos de Mara corrieron de modo apreciativo sobre él. Alto y apuesto — no exactamente difíciles observaciones. La trenza tenía un extraño color al final. Permanecía derecho, pero ella podía ver una tensión escondida en sus hombros.

Meneó su cabeza. "Parece que el clan Skywalker tiene una tendencia a dejar que sus niños sean educados por otros"

Anakin escondió una sonrisa tonta. Ella no tenía idea.

Jacen ahora estaba parado en la esquina, malhumorado. Notó el codazo de su Tía. Estaba siendo discriminante, pero realmente no le importaba.

Luke se acercó. "¿Espacio Hutt?"

Anakin recorrió con su mirada hasta donde estaba su padre.

"Realmente no tuve tiempo de darles todos los detalles, chico."

Anakin tomó el asiento que le ofrecían y comenzó su historia. Justo cuando estaba a punto de revelar la identidad de su secuestradora, el comunicador timbró. Jacen saltó rápidamente a contestarlo. Silencio reinó en el cuarto hasta que regresó.

"Esa era Callista, quiere saber si Mamá, Luke y Mara aún van a cenar con ella esta noche."

¿Callista? Anakin luchó con el instantáneo sentimiento de traición. Dolor brilló en sus ojos.

Luke lo notó de inmediato. "Hicimos los arreglos antes de que lo supiéramos. No te preocupes. Callista entenderá cuando cancelemos. Esto es más importante que la cena."

"NO, quiero decir, no quisiera causar ningún problema. ¿Por qué no van sin mí?" Anakin se forzó a calmarse. No había manera que le creyeran sobre Callista. Solo se iría tan pronto como se hubieran ido. Esperaría hasta que descubrieran que era maligna y les ofrecería su ayuda.

Mara sabía más que en creerle al chico, Mentía bien, pero ella había visto mejores. Él había reaccionado al nombre, no a la razón. "No seas tonto, Anakin. No me agrada ella particularmente. Prefiero pasar tiempo contigo." Sonaba como una mala línea de flirteo, pero Mara podía ver que él entendió lo que quería decir.

"Pero, Callista está a cargo del esfuerzo de ayuda de Tychlynn Vi. Ellos necesitan el apoyo inmediatamente." Dijo Jacen.

Jaina suspiró, tiempo de ser la Jedi que supone que debía ser. "¿Por qué no va solo Mara? El Tío Luke puede ponerla al corriente en lo que ha pasado y Mamá puede permanecer aquí. Mara puede manejar el proceso de decisión con un par de llamadas hacia acá."

Anakin liberó el aliento que retenía. Si Callista no era tan importante, aún tenía una oportunidad. Solo tenía que expresar las cosas cuidadosamente hasta que tuviera su confianza.

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Jaina se paró en el balcón de su apartamento. Ella realmente debería estar dormida como el resto de su familia, pero no podía dejar de pensar. La historia parecía calzar, pero él había esquivado dar detalles. No confiaba en ellos. Lo que ella supuso que era justo. Jacen se había burlado de que fuera un Jedi. Honestamente, Jacen se había burlado de él, punto. A Jaina no le gustaba estar reñida con su gemelo, y Jacen tenía unos muy buenos puntos. La historia sí sonaba fantasiosa. Sin embargo, encajaba en las percepciones generales que tenía de Anakin.

"Son gemelos Jaina, no un mini ejército; no tienen que presentar un frente unificado." La voz de Anakin flotó por el aire. Jaina se pateó a sí misma. No lo había sentido aproximarse.

"¿Lees mentes en tu tiempo libre?"

"Soy muy perceptivo."

"Sabes, eso suena muy egoísta."

"Nunca he afirmado que no tengo un ego. Hay una razón por la que no he tomado las pruebas aún."

Jaina meneó la cabeza. A la edad de Anakin ella ya había sido elevada a caballero. ¿Qué podía tener en él que le impedía convertirse en caballero? Miró a las manos de él.

"Ese es el viejo muñeco Reek que mamá te había comprado."

Anakin asintió. "Se lo pedí. Necesito algo de mis dos familias." Con una sonrisa enseñó el que Obi-Wan le había dado. Sosteniéndolos juntos, uno podía fácilmente decir cuál valía más dinero.

"Eso es muy costoso. ¿Dónde lo conseguiste?"

"Mi Maestro me lo dio. Esto es una parte de mí, como él es una parte de mí. Pero, también lo es el viejo."

Jaina emitió una risa silenciosa. "Eso suena como una imaginativa manera de decir que ambos somos igual de importantes."

"Ah, pero Jaina, no lo son. No cometeré el error de romper sus corazones. Son queridos para mí, pero mi juramento es con la Orden y con mi Maestro. Doloroso como pueda ser, la vida de un Jedi es de sacrificio. Sacrificio para lograr paz para aquellos que no pueden sacrificar. Si debo elegir, sé que elegiré mi Orden."

"Creo que debo irme ahora." Anakin giró y se fue. Dejando a Jaina para considerar sus palabras y preguntarse si realmente lo habían perdido, o si realmente había regresado.

Lady Dark: Bien, creo que eso estuvo interesante.

Lady Evil: Ya me cae mal Jacen.

Lady Dark: Creo que es la idea, escapistone odia a Jacen, se parece demasiado a Luke en sus etapas remilgosas.

Lady Evil: Bueno, espero que alguien lo ponga en su sitio.

Lady Dark: Oh, ya verás, en el próximo capítulo.

Lady Evil¿Algo bueno?

Lady Dark: Increíble, pero ahora con las respuestas.

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Atalanta de Tebas – Lady Dark: Aquí lo tienes, el reencuentro. Lady Evil: Esperamos que te parezca bueno. Lady Dark: Pero no creas que va a quedarse así, aún hay problemas que resolver.

ELENA – Lady Dark: Las computadoras tienen esas cosas, quien diga que las máquinas no piensan es porque de verdad es bruto. Lady Evil: Mientras tanto, sí, es de suponer que fue corto. Lady Dark: Incluso con comentarios y aclaraciones este capítulo solo son 8 páginas de word, mientras que nuestro fic original de Beyblade a veces llega a 11 páginas. Lady Evil: Detalles, detalles. Lady Dark: Y, no creo que un clon tenga ni las cicatrices ni las amputaciones del Anakin Skywalker, no sería lógico. Lady Evil: No es que los fics se caractericen por su lógica. Lady Dark: Pero se hace el intento.