Casi al acostarse, Asuka se arrepentía de haber aceptado la invitación de Judai.

Ella tampoco estaba acostumbrada a compartir una cama, y menos una tan pequeña con alguien tan inquieto para dormir como lo era Judai.

Trataba de acomodarse lo mejor posible en ese pequeño espacio, pero Judai no dejaba de brincar y dar vueltas, y de vez en cuando de darle unas manotadas.

Asuka hecho una mirada hacia el cielo y se puso la almohada en la cara. Despues de varias horas pudo por fin consiliar un sueño algo turbulento.

A la mañana siguiente, Judai se levanto muy contento, como de costumbre, y le pregunto a Asuka como había dormido.

"Fatal. Judai, brincas, das vueltas, y me pegaste toda la noche." Contesto una visiblemente cansada Asuka.

"Oh, perdón." Dijo Judai honestamente. "Creo que fue una mala idea."

"No me lo tomes a mal, te lo agradezco, pero creo que me va a tocar acostumbrarme."

"No, esta noche, yo duermo en tu cama, tu te puedes quedar con la mía."

"Y dejarte que duermas entre el ADN de Fubuki y Junko? Es anti-sanitario y en realidad no le desearía eso a nadie. Si no te molesta, puedo seguir durmiendo contigo? Me tengo que acostumbrar."

"Pues si estas segura, a mi no me molesta."

"Estoy segura."

Era el día de la inaguración del Torneo GX, y el grupo de Yugi estaba bastante emocionado, a pesar de todos sus problemas.

"Donde es que estamos?" preguntaba Jonouchi.

Anzu miraba el mapa, "Estamos en el dormitorio Azul de Obelisk que queda al otro extremo de la Academia."

"Entonces nos toca caminar? Donde quedo el recibimiento de artista?" renegaba Jonouchi.

"No somos artistas." Comentaba Ryo, un amigo de ellos.

"Bakura, tu a que veniste?" le pregunto groseramente Jonouchi.

El muchacho del cabello blanco ignoro el tono grosero de Jonouchi y solo contesto, "Conoci a Marufuji Ryo cuando eramos niños, y despues yo me movi a Ciudad Domino y le perdi la pista, pero como se que estudio aqui, estoy esperanzado en verlo."

"Si sabes que se le boto la canica y ahora es "Hell Kaiser" Ryo, o no?" le pregunto Honda.

Ryo bajo la mirada, "Si supe algo de eso, y tambien por eso quise venir."

Estaban por empezar su travesía cuando una voz les llamo.

"Hermano, Yugi y los demas, que gusto que hayan podido estar aqui."

"Shizuka, no espere verte aqui." Jonouchi estaba ciertamente sorprendido de ver a su hermana menor ahi, en Duel Academy.

"Esta es la escuela de mi cuñado, por que no estaría aqui?"

"Hablando de gente non-grata, donde esta ese ogro?"

Shizuka ignoro el comentario de Jonouchi hacia Kaiba, ya sabía que no se querían. "Esta con Mokuba, viendo los ultimos preparativos del torneo."

En ese momento un muchacho de pelo negro se acerco al grupo y paso sus brazos por la cintura de Shizuka.

"Hola, ya tenía tiempo sin verlos."

"Mokuba, como has crecido, y por fin te cortaste el pelo." Comento Anzu.

"Pues no me iba a quedar un niño toda la vida, ademas, Shizuka jamas me hubiera hecho caso si no hubiera crecido, estaba compitiendo con varios." Dijo, hechando una mirada hacia Honda.

"Pero gano el que debio ganar." Dijo Honda. Al principio si le dolio perder a Shizuka, pero con el tiempo se dio cuenta de que le gustaba estar solo, y por fin pudo decir honestamente que estaba feliz por ella.

"Bueno, nos vamos?" Mokuba le pregunto a Shizuka.

"Nos estamos viendo." Se despidieron los muchachos.

Mokuba y Shizuka se desaparecieron entre los arboles que populaban el terreno de Duel Academy, y Yugi y su grupo de dirigieron hacia el dormitorio Azul de Obelisk, pero en el camino se encontraron con el dormitorio Rojo de Osiris, y Anzu con su destino.

Por alguna razon, Anzu sentía su corazón latir con mas intensidad, como anticipando lo que había estado esperando toda su vida y no sabía como reaccionar. En esos momentos quería a Mai a su lado para poder contarle todo lo que estaba sintiendo, pero Mai había desaparecido sin dejar rastro, llendo en busca del amor que había dejado escapar.

Judai y Asuka estaban sentados en las escaleras afuera de su dormitorio cuando el grupo de extraños llegaron. De momento estaban tan absorbidos en sus cosas que ni se dieron cuenta que había gente ahi, y no fue hasta que Jonouchi llamo su atención que se percatarón que había alguien ahi.

Judai y Asuka se quedaron sorprendidos. Ahi frente a ellos estaba una leyenda viviente, su heroe, Moto Yugi.

"Ah, en que los podemos ayudar?" Asuka fue la primera que se repuso de la sorpresa.

"Estamos buscando el Dormitorio de Obelisk?" respondio Yugi.

Asuka sonrio, "Es ese que se ve alla." Dijo apuntando a un gran edificio a la distancia.

"Y aqui que es?" pregunto Jonouchi al ver el demacrado edificio frente a el.

"Este es el dormitorio rojo de Osiris." Judai hablo.

"Tipico Kaiba. Tomar venganza con unos niños solo por ser la carta que Yugi poseía."

"Pero es un lugar muy acogedor." Respondio Asuka.

El mundo se había detenido en ese momento. Las memorias de una promesa hecha hacía mas de 3,000 años sobre el sarcofago de el Faraón Atem por una joven esclava se revelaba. Ella prometio esperarlo hasta que ese amor pudiera ser libre, y ese momento era hoy. Esa esclava era ahora la bailarina Mazaki Anzu, y aquel gran Faraón era ahora ese muchacho de 16 años llamado Judai. Al ver los ojos de Judai, Anzu supo que el era al que había estado esperando toda la vida, ella recordo aquella promesa hecha, pero lo que aquella exclava no supo fue que esa promesa nunca llego a oídos de aquel Faraón. Aquel Faraón había muerto amandola, pero su amor se acabo el momento en que dio su ultimo suspiro. El no estaba obligado por aquella promesa, su alma había pasado en paz, y había renacido para encontrar un nuevo amor, un amor que no era aquella joven exclava, y que no era Anzu.

Al cruzar las miradas, ella lo reconocio, pero el no dio señales de reconocerla a ella.