Si bien esto es esta inspirado en una leyenda urbana, el Fic UN ATAJO del Gran Kaiosama fue el culpable directo de este, gracias por la inspiración mexica...

Hugo el Unma

Despierto como siempre, sin saber si había dormido, si había desaparecido, si había descendido a los infiernos, simplemente estaba allí, donde estaba desde hacia tanto tiempo, sintió que alguien le llamaba a gritos, miro a su lado y vio venir a su hermana mayor, casi al borde del llanto, esta la abrazo, segundos después, su otra hermana dio la sensación de aparecer de la nada y la abrazo, ambas lloraban... pero de felicidad

-donde estuviste, te buscamos toda la noche-

-pensamos... pensamos que te habían llevado, que nunca volverías- Akane se sentía apretujada por sus hermanas, pero, como era el único contacto que podía sentir, lo disfrutaba

-Nabiki, como si hubiera echo cosas malas para que las sombras me llevaran-

-pero... te buscamos por todo el cementerio- Kasumi la miraba como casi con reproche

-es que... no estaba en el cementerio-

-QUE?- las dos hermanas mayores la miraron asustadas, desde el accidente, simplemente aparecieron en el camposanto, y no podían salir de el

-si, no se, llegue a la puerta, pero esta vez pase, no se por que, pero pude salir-

-y adonde fuiste?- Nabiki la miraba con envidia, ella tambien deseaba salir al menos una vez de ese maldito lugar

-a ver a papa-

silencio, cualquier atisbo de envidia se disipo con esas palabras

-pudiste verlo, como esta, esta bien, se alimenta bien? Se ve bien?- Kasumi tomo las manos de Akane, esperando una respuesta, Nabiki pareció perder sus habituales comentario ácidos, pero con voz entrecortada repitió la primera pregunta

-esta bien, parece sano, esta mas delgado, tiene algunas canas, pero lo que me dolió fue verlo tan solo, con una foto de mama junto a las nuestras en el altar, estuve toda la noche con el, lo vi comer, arreglar la casa, encender una vela para mama y una para cada una de nosotras, y luego retirarse a dormir... tan solo, eso fue lo que me dolió, quería abrazarlo, decirle lo feliz que era por poder verlo de nuevo, durmió tan calmado, y a la vez tan intranquilo, luego aparecí aquí, no se como, pero otra vez aparecí aquí, simplemente llegue-

-fuiste caminando?-

-no, me llevo un tipo que por poco me atropella, irónico, no?-

-que, alguien te vio?- Nabiki fue la que la miro ahora extrañada, los domingos, cuando este lugar se llenaba de gente, esta pasaba sin darse cuenta de su presencia, nadie parecía reparar en ellas, eran como observadoras de lo que sucedía, veían a gente depositar flores en las tumbas de sus seres queridos, a viudas llorar desconsoladamente por los esposos idos, a viudos llorar en silencio a sus esposas, a hijos por sus madres y viceversa, sin embargo...

-me veía, y me escuchaba, incluso me permitió fumar uno de sus cigarrillos...-

-Akane, tu no fumas... mas bien, no fumabas-

-pues lo hice, no se que paso, ni por que me veía o me escuchaba, solo paso-

-y te llevo hasta el dojo?-

-si Kasumi, creo que pensaba que me había dado un susto de muerte, y se sentía culpable, en realidad iba por el camino por que sabia que no me podían matar... dos veces, de repente siento el chirrido de frenos, volteo y tengo un auto a diez centímetros y el conductor baja echo una furia por que caminaba por la ruta, eso fue lo que me asusto, me había visto- las hermanas mayores se miraron

-Oh dios, por que sera eso?-

-o por que después de tanto tiempo?- ahora las tres se miraron, había un poco de miedo en la pregunta, después de ocho años allí, eran las únicas que quedaban, estaban solas desde hacia mucho, mucho tiempo, los otros, habían desaparecido, o peor, como ese idiota, el ultimo en llegar, pavoneadose de lo malvado que era, de que se había suicidado para que no lo atraparan, de que el seria el rey de los muertos... duro cinco minutos... por única vez las Tendo vieron a las sombras, arrastrando al infeliz hacia... algún lado, oyendo sus gritos, mucho después que hubiera desaparecido en la nada, fue la noche mas aterradora de todas, mas que aquella en donde se dieron cuenta de que estaban frente a una tumba con sus nombres... fue el ultimo fantasma en llegar, y el ultimo que vieron, después, las compañías espirituales se habían marchado

Como hacían casi siempre, recorrieron juntas las calles angostas del camposanto, aun así, por alguna razón, se cansaban con facilidad, casi al limite del agotamiento, obligándolas a tomar descansos, cada tanto, otra opción para esa faltas de fuerzas era volver a casa, allí recuperaban fuerzas, solo que casa, en este caso, se refería a un lugar de dos metros veinte de largo, un metro diez de ancho, y por el caso de ser tres, cerca de siete metros de profundidad... el estar cerca de su tumba les hacia recobrar fuerzas, por que, ninguna lo sabia, y no quedaba ningún fantasma para preguntarle...

Lentamente regresaban a su tumba, charlaban de su padre, el porque Akane pudo escapar de esa extraña prisión, o el por que ese chico pudo verla, oírla y tocarla, o por que no pudo atravesar la puerta del coche cuando lo habitual en ellas era atravesar cuanto objeto hubiera en el cementerio, ni porque ahora, aunque lo trato, Akane no pudo cruzar la puerta, como les pasaba siempre, les era imposible poner un pie siquiera en el pórtico, era como que su cuerpo fantasmal no les respondía, simplemente se quedaban inmóviles allí, tan solo debían pensar en volver hacia el cementerio para recuperar la movilidad, discutían esto y casi gritaban a veces, pasando cerca de algún gato, que miraba hacia donde ellas estaban, como presintiendo sus presencias, tan concentradas estaban en esas charlas y tan cansadas se sentían, que casi hasta llegar a la sepultura no notaron...

-OH POR DIOS- la chica de pelo azul se tapo la boca, Kasumi y Nabiki no entendía que les pasaba, hasta que notaron eso sobre la tumba

-de quien es esa chaqueta?

-del chico que hablamos- Nabiki sonrío

-podías dejarla colgada de la cruz al menos- después de tanto tiempo, los chiste negros no las afectaban, pero Kasumi pareció sentir de golpe el frió que la acompañara en su agonía

-podrías sacarla de allí- Kasumi se puso pálida, una cualidad que no perdió, Akane miro a sus hermanas, se acerco, se agacho, estiro su mano... pero no pudo tomarla, esta pasaba por entre las telas como si se tratara de la mano de un... fantasma

-no lo entiendo, anoche me la puso sobro mis hombros, y yo... no recuerdo cuando me la quite...- Akane movía su mano furiosamente, con frustración, Nabiki le puso una mano sobre el hombro

-tranquila Akane, sea lo que sea, ya todo volvió a la normalidad- Akane cerro los ojos, y se acerco con su hermana a la banqueta donde descansaba Kasumi, a unos metros de la tumba, las tres se sentaron allí, al sol, podían sentirlo, y les reconfortaba, por la mañana, muy temprano, solo los viejos que cuidaban y limpiaban las tumbas se veían a lo lejos, por alguna razón, se acercaba poco y nada a esta parte del panteón, sumado al echo de que Soun, por razones de pena, no visitaba la tumba, le daba a esta un aspecto descuidado, la hierba mal cuidada, las pocas flores, marchitas hacia mucho, los adornos de bronce, verdeados por que poco se cuidaban, Kasumi abrazo a su hermana menor

-bueno, al menos pudiste dar una vuelta, ver a papa, salir de aquí- Akane sonrío

-eso ayuda un poco, ojala un día llegue el perdón, si es lo que nos falta-

-la otro opción no me gusta- las imágenes de las sombras volvieron a sus mentes, las hermanas se apretujaron bajo el astro rey, pasaba el tiempo, cuando Nabiki noto algo

-alguien viene- sus dos hermanas miraron hacia donde la Tendo del medio indicaban, Akane dejo escapar un jadeo

-es el-

-el, EL, te refieres al chico de anoche?-

-si es el-

-pe... pero que hace aquí?- Nabiki se asusto, lo de anoche, ahora aquí

-DIOS, DIJO QUE IRÍA AL DOJO A BUSCAR...- Akane miro la chaqueta – habrá hablado con papa... ya debe saber que estoy tan muerta como un pato al horno- Akane meneo la cabeza y suspiro, Nabiki la miro

-lo bueno dura poco- las tres lo miraban caminar lentamente, recorriendo con la vista los nombres de las tumbas

-que busca?-

-adivina Kasumi, Akane, sabes como te llamas?-

-si- el muchacho llegaba ya a las ultimas tumbas de la manzana once, y cuando se dirigía a la doce, se detuvo, con una cara de susto mortal, Akane, Nabiki y Kasumi lo vieron mirar hacia la tumba donde estaba sus cuerpos enterrados

-LA CHAQUETA- Akane se tapo la boca, Ranma se acercaba viendo la chaqueta con una cara de susto pocos veces vista, pero era obvio que no las veía ni las escuchaba, el tipo, tomo la chaqueta, y se quedo viendo los nombres inscripto en una loza que hacia las veces de lapida

"A MIS TESOROS

ADORADOS

KASUMI TENDO

NABIKI TENDO

AKANE TENDO

QUIEN NUNCA LAS OLVIDARA

PAPA"

Ranma se veía como que se iba a desmayar.

-pobre, debe estar aterrado- Kasumi sintió congoja por el, Akane suspiro, a Nabiki le parecía por alguna razón que no entendía como algo gracioso, de repente Ranma giro lentamente a la derecha la cabeza, y vio a la banqueta donde estaban sentadas las tres, Nabiki quiso hacer una broma

-apuesto 1000 yenes a que se desmaya allí mismo- pero para Kasumi, algo raro, mas de lo que se había vuelto costumbre, pasaba

-a quién esta mirando?- Akane tambien se dio cuenta

-a nosotras?-

-si... a ustedes- contesto Ranma con un hilo de voz, las chicas se miraron entre ellas, y Kasumi solo dijo

-IMPOSIBLE-

-no... no puede ser cierto-

-Ranma, yo...- Akane se puso de pie, y trato de acercarse, pero al hacerlo Ranma retrocedió asustado, tropezó con la tumba y cayo sentado sobre ella

-OYE, ALLÍ ESTAMOS ENTERRADAS- Nabiki parecía enojada,

-PERDÓN- Ranma trato de ponerse de pie, se asió a la mano que le dio Akane y con su ayuda se puso nuevamente en pie

-AKANE?- las hermanas la miraba tocar y ser tocada por Ranma, Akane lo noto y se separo rápidamente, Ranma a cada segundo se sentía mas confundido

-que pasa?-

-es que nosotras, comúnmente, atravesamos las cosas y las... personas como... fantasmas- Nabiki se acerco a el y trato de tomar su mano, pero la suya paso atraves de piel, carne y hueso como si de una imagen se tratara

-RAYOS, KASUMI, TU PUEDES?- Nabiki estaba muy contrariada, Kasumi se acerco, desconfiada, y la escena se repitió, parecía que solo Akane podía tocarlo, Nabiki golpeo el piso con un pie

-POR QUE A ELLA SIEMPRE LE TIENEN QUE PASAR LAS COSAS BUENAS?- Akane la miro con los ojos entornados

-perdona... señorita muerte instantánea, si mal no recuedo, las que nos quedamos agonizando lentamente en medio de hierros retorcidos fuimos Kasumi y yo-

-después de tantos años con mala suerte, era obvio que moriría de la mejor manera, sin darme cuenta- Ranma, aun con susto miraba a las hermanas menores discutir, se rasco la cabeza, mirando a Kasumi

-siempre tienen charlas tan bizarras?-

-lo único bueno es que yo conducía esa noche, al menos no pueden culparse por eso- Kasumi y Ranma veían discutir a Akane y Nabiki, sobre quien era mas afortunada cuando estaban vivas, el surrealismo fantasmal personificado...