Ranma despertó con el maldito reloj haciendo un ruido de mil demonios, volteo un poco, apago amablemente el reloj con el puño y giro, para mirar a su cuarto… lo recorrió con la vista, las cajoneras, el armario, el gabinete de audio…y la lámpara… nadie, eso, era bueno o malo, se dirigió tranquilamente a hacer lo que casi todos los humanos hacen primero tras levantarse, luego, se lavo las manos, mojo su cara, tomo su espuma de afeitar, la esparció por su rostro, tomo la navaja y la apoyo en su piel, por unos segundos, se afeito cuidadosamente, mientras el agua tibia empañaba los espejos, al terminar, se limpio la cara y luego mojo el espejo para limpiar la imagen…

-BOOOOOOOO- Ranma miro asustado al espejo, y vio a Akane tras de si, poco falto para que tratara de subirse al lavamanos, pero con tanto jaleo, se le cayo la toalla, que cubría su desnudes, Akane, en plena carcajada, y Ranma ahora furioso no lo notaron, o mas bien no lo notaron hasta que el se dio vuelta

-ME QUIERES MATAR DE UN SUSTO-

-perdona, antes no podía hacer estas bromas…- La mirada de Akane recorrió la humanidad de Ranma sin control mientras su cara tomaba un color rojo intenso, sus ojos se abrieron como platos y se dio la vuelta buscando algún punto interesante en la pared, Ranma noto entonces el porque de esa reacción, pero no hizo nada por cubrirse, ya sabia algo de la fantasmal chica, y era su turno de divertirse

-me perdonas, pero estoy desnudo, EN MI BAÑO- mientras se acercaba a la puerta de salida como para bloquearla un poco, Akane reacciono un tanto

-si… perdona… yo quería…ver, DIGO… NO QUERÍA VER- volteo y se encontró a Ranma, aun sin toalla tapando la salida, y sin pensarlo se dirigió al muro mas cercano para salir por entre el

TOC, el sonido del cráneo de Akane tuvo una musicalidad deliciosa, Ranma trato de ocultar su sonrisa, mientras ocultabas sus partes pudendas

-AHYYYY, aun no entiendo esto, MALVADO- Ranma, riéndose la ayudo a levantarse

-la venganza es dulce, no?-

-la vieja no nos explico por que puedo tocar tus cosas… o tus paredes-

-cuando salga del trabajo iremos a verla, le contaremos lo de ayer, a ver si sabe algo, tus hermanas?-

-no lo se, supongo que en el panteón, simplemente me aparecí por aquí-

-tanto misterio…, como esta Nabiki-

-un poco triste, pero se saco un peso de encima, necesitaba disculparse, decirle que lo amaba, pensaba que papa la odiaba –

-ayer, luego que las deje en el cementerio, cuando llegue aquí, aunque estaba muy cansado, llame a mama y papa-

-creeme que te entiendo-

-el saber que eso fue lo ultimo que se dijeron, me helo la sangre, llegue aquí y llame para charlar un poco-

-les dijiste?-

-no, al final me pareció cursi, pero luego me arrepentí-

-hazlo, te juro que te arrepentirás cuando no puedas hacerlo, no hallaras a nadie mejor que nosotras para decirte esto-

-lo se- Ranma le acaricio el cabello, y el rostro, vio a Akane cerrar los ojos y mover la cabeza como un gatito deseoso de caricias – se siente bien?-

-adoro el contacto de mis hermanas, pero el recibirlo de alguien más, es algo impagable-

-ok, pero me dejarías bañarme?- Akane abrió sus ojos nuevamente, y nuevamente se sonrojo, volvió a darse cuenta que estaba en el baño de un hombre solo cubierto por una toalla, giro hacia la pared, pero la mano de Ranma la detuvo

-seria mejor… por la puerta-

-oops, tienes razón-

-y ya que aquí puedes tocar cosas… podrías prepararme un desayuno?-

-de… sa… yu…no?-

-si, recuerdas como hacer uno, no?-

-mmm SI, ja ja , creo-

-bueno, solo café suave y un pan con miel, eso lo recuerdas?-

-claro que si, iré ha hacerlo-

-desayuno… bien veamos- abrió una puerta, y encontró el café instantáneo, genial, tocando cosas y encontrándolas a la primera, bajo el recipiente, coloco la cafetera sobre la hornalla, la encendió… GENIAL, Akane se aplaudía a si misma, reviso todas las alacenas, aunque la miel estaba junto al café, abrió todas las puerta, todos los cajones, todas las latas y todos los frascos, luego, sintió la cafetera silbar, se acordó del agua, abrió ahora el frasco de instantáneo

-cuantas cucharadas…? CUCHARAS, estaban por allí…- abrió el cajón y tomo una, con una alegría casi infantil… solo que sopera, miro apurada las instrucciones del envase de café

-tres cucharadas…- no leyó mas, no el pequeñas, metió el utensilio y lo saco rebozarte de café concentrado… tres veces echo el agua en la tasa, que junto al polvo en el fondo de esta, formo un liquido oscuro y de fuerte aroma, lo coloco sobre la mesa, luego fue por el pan, Ranma tenia una baguette entera sin tocar, Akane la tomo y la corto por el medio de punta a punta, tomo la miel, y empezó a escurrirla sobre el metro de pan que tenia allí, con un pequeño cuchillo

-no recordaba que fuera tan lento- en realidad no recordaba haber hecho algo así nunca, tiro el cuchillo y derramo la miel directamente sobre el pan, fue mas rápido, y mas desordenado, bueno, luego lo limpiaría, coloco el otro medio pan sobre la miel y lo llevo, chorreante, sobre la mesa, por ultimo se sentó a esperar a Ranma, se pregunto si eso se sentiría estar casada, sonrió, no pudo contenerse

-AMOR, ESTA EL DESAYUNO-

Ranma escucho la frase y las risas desde su cuarto, se felicito así mismo por la idea, eso la haría sentirse ¿viva, la imagen de ella mirando su… y volteando le daba risa, como si fuera algo que jamás hubiera… bueno ella tendría quince, o dieciséis cuando murió, bien pudo haber sido así, también pensó que después de ocho años ella no haría algo delicioso para desayunar, al menos hasta que practique mas, se miro en el espejo, mientras terminaba de anudarse la corbata, y se juro mantener una sonrisa aun si no fuera de su completo agrado y comerse todo lo que prepara… además, quien podría hacer algo malo con café instantáneo, pan y miel?

-si jefe… le ruego me perdone nuevamente… espero estar bien… mañana, si jefe… supongo que el café se hecho a perder… lo tirare a la basura… si jefe… si aun me siento mal mañana iré al medico… adiós…- Ranma corto su llamada, y se recostó con la bolsa de hielo sobre su vientre, donde estaba el hígado, Akane lo miraba apenada

-perdón-

-no es todo culpa tuya… yo me tome ese… menjurje hasta el final- Ranma recordaba con horror la visión de su inmaculada cocina, como si en ella hubieran peleado una guerra, y luego el sabor de ese café, agrio y amargo como la vida, y ese pan métrico con casi un litro de miel, y el… maldito honor, y por ultimo, cuando se bebió lo ultimo de ese brebaje… y vio en el fondo de la tasa aun mucho polvo sin disolverse… ese fue el momento en que colapso y salio raudo hacia el baño a vomitar, si maldito honor

-hace mucho que no me pasaba- Akane se sentó junto a el

-desde el accidente?-

-no, la ultima vez se lo hice a papa… unos tres años antes, luego me hicieron jurar que no me acercaría a la cocina mas que para comer- Ranma abrió sus hinchados ojos y la miro, luego se recostó nuevamente, sin notarlo se quedo dormido

Las horas pasaron, y el se despertó por la tarde, había un poco de ruido, miro a su costado, pero no vio al fantasma, aun adolorido, se levanto y llego hasta la cocina, que brillaba limpia

-Akane?- esta apareció desde debajo de la mesa

-estoy terminando-

-vaya esta todo inmaculado-

-oye, en casa prometí no cocinar, pero se limpiar-

-hey hey hey, vamos niñas, no sales de tu prisión terrenal para hacer mis quehaceres-

-oye, te lo debía, no había visto a nadie enfermar así desde… que hice ese jugo-

-jugo, hiciste algo así –Ranma se tomo el vientre- con un jugo?- la chica sonrió avergonzada

-y tendrías que ver lo que soy capaz con el arroz-

-eso tendría que verlo-

-mas bien probarlo-

-no gracias, no quiero otro fantasma dando vuelta por allí- ambos rieron juntos, pero un silencio extraño se hizo entre ambos, una mirada tierna de el, Akane lo noto, el otra vez estiro su mano y le acaricio el cabello, y bajo hasta tocar su cuello, ella atrapo su mano con su hombro y su cabeza, Ranma lo noto, tal vez tenia la apariencia de una niña de quince, pero era obvio que mentalmente representaba por momentos los veintitantos que hubiera tenido de estar viva, por otro lado, era hermosa, prístina, casi una imagen virginal, hubiera sido la chica perfecta de cualquiera, se pregunto por que el destino la había castigado no una, si no dos veces, al mantenerla atrapada en este mundo

-Akane?-

-mm si-

-aprovechemos y vayamos a ver a la vieja esa, luego iremos con tus hermanas, pueden estar preocupadas-

-si…si, es lo mejor- Akane sintió desilusión, no supo por que, pero se sentía tan en paz con el, se separaron, el busco las llaves del coche, ella no entendía el por que de su tristeza, no era por que no quisiera volver al camposanto, si no que era otra cosa, el problema era con Ranma, no era un problema, era una sensación, algo, que no entendía, cuando el la tocaba, y le hablaba, y la miraba…

-vamos?-

-eh, si Ranma- ambos salieron, pero Akane seguía sin entender que le pasaba