-Un ruidoso despertador hacia un alboroto de mil demonios, en una humilde habitación

Una mano se estiro a acallarlo, dejando la oscura habitación en un silencio solo molestado por el TIC TAC del reloj

-ya las seis?- pregunto una voz femenina

-eso parece, esta oscuro aun, no?- contesto una masculina, ambas con evidente rastros de sueño

-mmm, si-

La mano de ella tanteo unos segundos para encender el velador, pudo así verse a una mujer de cabello negro, llegando a los treinta refregarse los ojos, y a su lado a un somnoliento hombre rondando la misma edad, con sus cabellos negros revueltos

-buen día… asesino- Ryoga Hibiki abrió los ojos, y se quedo mirando fijamente a

-TU, QUE HACES AQUÍ?-

-eh, duermo aquí soy tu esposa- Ryoga giro para mirar a Ukyo, que lo observaba sin entender

-no a ti amor, a ella- el chico señalo hacia algo… en la pared- no la ves, verdad?-

Ukyo pareció enfocar su vista, luego suspiro

-loco, lo han vuelto loco- la mujer se levanto, se puso una bata y salio del cuarto, bajo la atenta mirada de… Nabiki

-buen cuerpo galán, veo que no pasaste una noche en calma justamente-

-anoche hablamos mucho cuando volví, ósea, lo que te paso a ti podría pasarle a cualquiera, a ella, a mi, a alguien que quieres… bueno, nos pusimos melancólicos, una caricia, un beso tu sabes… Y QUE DIABLOS HAGO HABLÁNDOTE DE ESO, Y QUE DIABLOS HACES TU AQUÍ?

Nabiki se sintió grandiosa de molestarlo…

-no lo se galán, de repente me aparecí aquí, no tengo idea por que- Nabiki sonreía pérfidamente – se que esto pasa con Akane y Ranma-

-siempre?-

-todos los malditos días galán, todos los malditos días-

Ryoga se tomo la cabeza con las manos

-esto va a ser un infierno-

-vamos galán, ve a desayunar, hay tres lindas fantasmitas que tienes que liberar- Nabiki le regalo una sonrisa, y Ryoga meneando la cabeza, al fin intento levantarse, pero se detuvo, mirando al fantasma, picaramente

-me disculpas pequeña?- Nabiki lo miro extrañada, luego noto algo

-oopps- se dio vuelta y miro fijamente a la pared, dándole tiempo al muchacho de vestirse un tanto, espero hasta que sintió algo en su hombro, busco con la vista y vio la mano de el apoyada allí, se sentía tan bien, tan natural,

-me debes haber oído miles de veces pedirles perdón, yo... yo... casi me dejo morir, el sentirse culpable es lo peor del mundo Nabiki-

-y que paso? Nabiki giro a mirarlo a los ojos, parecía ahora tan buena persona, no ese monstruo que ella siempre quiso ver

-Ukyo me salvo, voy a desayunar, solo trata de no enloquecer a mi esposa- Nabiki sonrió,

-te espero en la cocina- la fantasma se dirigió hacia la cocina de la manera habitual para ella, por entre medio de las paredes, solo que esta vez...

TUC

-AY- Ryoga miro a Nabiki sentada en el piso, tomándose la frente

-que diablos te paso?-

-no lo se, es como... oh no, no- Nabiki se levanto y se dirigió hacia la puerta, tomo el picaporte y lo jalo – esto es bueno o malo?-

-Puedes tocar cosas?- Ryoga se rascaba la cabeza, mirando a la medio de las Tendo jugar con la puerta, ora abriéndola, ora cerrándola, Nabiki esbozo una sonrisa

-bueno, se que Akane hace esto con las cosas de Ranma, y si tu eres mi conductor…-

-oye deja eso, NO… NO HAGAS ESO- el granjero miraba a Nabiki levantar su reloj y pasarlo de mano en mano, Ryoga lo tomo y lo apoyo nuevamente en la mesa de noche, sujeto a Nabiki por los hombros

-escúchame, quieres jugar, ve afuera, busca algunas de mis herramientas, y diviértete hasta que Saotome venga a buscarnos, bien?-

-oh, aguafiestas, ji ji, esta bien, esperar fuera mientras desayunas-

-gracias… ESPERA POR ALLÍ NO…-

TUC

-DUELEEEE- Nabiki miraba la dura… pared tocándose el nuevo chichón que tenia junto al que se hiciera minutos antes…

-creo que te llevara un tiempo acostumbrarte- Hibiki le tendió la mano y la ayudo a levantarse

-eso parece… aunque si todo sale bien, tal vez no sea tanto tiempo- Nabiki suspiro

Ryoga termino de vestirse y miro fijamente al espíritu

-veremos, la vieja no tiene mucha idea aun-

-lo ultimo que se pierde es la esperanza, ve a desayunar, yo veré que hago mientras tanto, si?- Nabiki se alejo hacia el patio, Ryoga trato de detenerla

-ok, solo recuerda que ya no puedes traspasar mis…-

TUC

-AYYYYYYYYYYYYY

Tarde, Hibiki la miro nuevamente sentada en el piso, acariciándose un nuevo chichón

-…mis paredes, probaste salir por la puerta…? – Nabiki lo miro con odio nuevamente, pero ya no ese odio primal que le sentía antaño


-Como que no esta?

-pues no esta, simplemente cuando me di cuenta estaba sola- Kasumi, explicaba a Ranma y Akane el por que no se veía a Nabiki por ningún lado, habían llegado relativamente temprano al cementerio y esto era algo inesperado, hasta que Ranma y Akane se miraron, la fantasma menor sonrió incrédula

-no creerás que ella…-

Ranma rió sonoramente, tanto que tuvo que sentarse en la misma banqueta junto a Kasumi

-pobre Ryoga, apresurémonos, de todas maneras teníamos que ir a buscarlo, vaya manera de despertar…-

Kasumi, Akane y Ranma se dirigían hacia la puerta, cuando la primera recordó algo

Ranma, no olvides la tierra-

-oh cierto, un segundo- Ranma recogió un poco de la húmeda tierra por el agujero anteriormente hecho y la guardo en su pañuelo, tras lo cual salieron rumbo a la granja Hibiki


Nabiki recorría la granja sintiendo esas nuevas / viejas sensaciones de tener tacto con las cosas materiales nuevamente, por dios, si hasta los tallos de trigo y las vainas de arroz se conmovían a su toque, Kasumi siempre tuvo la resignación de alma para soportar lo que les pasaba… Akane con el tiempo había calmado sus furias por esa maldición o lo que sea que les afectaba, pero ella, Nabiki jamás pudo resignarse, ella no era así, ella fue la que mas trato de escapar del panteón, la que mas lloro y maldijo su suerte.

Caminaba ahora junto a la barda, al llegar a el rustico portón de madera, lo abrió y lo cerro con una sensación de satisfacción enorme, se dirigía a un enorme galpón, con una no menos gigantesca puerta, tanteo el picaporte, no solo podía tocarlo, si no que la puerta estaba abierta, miro el oscuro interior, pensando si debía entrar o no, ahora, que se había dado cuenta de que Ryoga no era un asesino, si no tan solo otra persona que sufría un accidente, sentía que ir de aquí hacia allá por la casa de el era una invasión a la privacidad, pero al fin la curiosidad pudo mas… y lentamente se adentro en la edificación.

-ya vengo- Ryoga sonreía al ver a Nabiki recorrer la propiedad como una pequeña niña citadina, la miraba gustoso al verla tocar todo lo que estaba a su alcance, Ukyo miraba ese rostro feliz en su esposo, y siguiendo la mirada de el, trataba de seguir la trayectoria del fantasma, la esposa de Hibiki sabia que esas cosas eran ciertas, o al menos quería creerlo, de repente vio que su esposo perdió esa especie de alegría que lo acompañaba.

-sucede algo?- Ukyo siguió su vista hacia el galpón

-depende, veremos que piensa cuando lo vea-

Ryoga empezó a caminar hacia la construcción, justo después que Nabiki se introdujo en ella

Nabiki espero a que sus ojos se acostumbraran a la oscuridad, desde la pared del fondo, donde había una ventana, un haz de luz, bajaba oblicuo, iluminando una enorme figura que se encontraba cubierta por plásticos y telas, al verlo, la Tendo media se acerco a esa gigantesca mole, pero un súbito terror se apodero de ella, un miedo incomprensible, se alejo un par de pasos hacia atrás mirando la vedada figura

-Hace años que esta tirado aquí… ocho para ser exactos- Nabiki se sobresalto al escuchar la voz de Ryoga a su espalda, lo miro con un rostro que el hombre leyó de miedo

-es… eso?- Nabiki apunto con su dedo hacia la mole, Ryoga se acerco y empezó a sacar los plásticos y telas que cubrían es amenazante misterio, a medidas que las retiraba y caían al piso, la imagen de un enorme vehículo se hacia visible, mientras seguía hablando

-luego del accidente, estuve en apoyo psicológico mucho tiempo, casi tres años, aun así, si no hubiera sido por Ukyo, creo que me habría suicidado, solo la tenia a ella y a mi camión, pero… no tenia ya valor de conducir distancias grandes, la idea sola de pasar horas viajando me aterraba, junto con Ukyo compramos la granja, nos costo casi todos nuestro ahorros, decidimos conservar el camión como un reaseguro por si algo salia mal… por suerte hasta ahora no lo necesitamos- la cobertura cayo, y Nabiki vio el lustroso azul de la pintura, impecable a pesar de los años, el Scania T 113 aun se veía listo para devorar miles de millas rápidamente, era uno de los pocos de esta marca en Japón, y Ryoga se enorgullecía de ser uno de esos pocos dueños. Nabiki lo miraba extasiado, lo tocaba y recorría con sus dedos, el azul eléctrico, los gigantescos neumáticos, el cromado de la parrilla y las defensas… allí, a la derecha vio varios abollones y raspaduras, que se extendían hasta el plástico de las luces de posición, Nabiki miro a Ryoga, este asintió con la cabeza.

-allí fue donde impacto el auto de tu hermana…- Nabiki toco el frió metal. Sintiendo los raspones, tan solo eso y el plástico de la luz de giro roto eran las únicas evidencias del impacto.

-son solos rasguños, por lo que pude ver con la anciana, el auto fue destruido-

-diferencias de masas y ademas, este parachoques es de una aleación muy resistente, por ello los daños fueron tan pocos- Nabiki observo la cromada parrilla, el capot donde se ubicaba el enorme motor incluso superaba su altura, era gigantesco, de verdad enorme…

-quieres subir?- la chica fantasmal lo miro, sentía una sensación dual, deseaba hacerlo, pero al mismo tiempo hubiera tomado esa maza que vio cerca y hubiera golpeado el camión con furia, Nabiki dudaba aun su respuesta, cuando un clapson la salvo de tomar una decisión.

-LLEGARON- Nabiki salio corriendo del enorme galpón, seguida por Ryoga, quien luego de saludar a su esposa, subió al auto de Ranma.


Ranma entro agotado en su departamento, arrojo las llaves en una mesa enana y se apoyo en la puerta, resoplando.

había sido un día cansador, fueron al lugar del accidente, al panteón, a la morgue e incluso al dojo, pero era difícil encontrar algo sin saber que buscaban. Al fin y al cabo, logro un gran millaje sin hallar nada.

Ahora, solo quería comer algo, recostarse, y dormir bien, mañana verían que hacer.

Se encamino a la cocina cuando el timbre empezó a chillar. Ranma giro y se encontró con la sorpresa del día

-que haces aquí tu?-

-chico loco no invitar a Shampoo a pasar?- la amazona lo miraba desde el umbral, a diferencia de otras veces que Ranma la había visto, vestía bastante mas recatadamente que otras veces, y se veía mucho mas recatada, Ranma la dejo pasar.

-que deseas?- Ranma la miraba serio, con los brazos cruzados, Shampoo miraba a los costados, como buscando a alguien

-fantasma estar en casa?- Ranma sonrió ante la pregunta

-esta con sus hermanas en el cementerio, eso importa?- Shampoo sonrió

-si, importar, yo saber el ritual que deber hacerse para liberar a uno, dos, o tres espíritus- la boca de Ranma quedo abierta, y se acerco a Shampoo

-tu sabes... como?-

-abuela descubrir hoy por la tarde, por eso yo venir ahora- Ranma se sentía aliviado, su rostro decía esto, pero Shampoo borro ese sentimiento- yo entregar método a cambio de...-

-A CAMBIO, A CAMBIO DE QUE?- Ranma no tenia ahora buena cara, y eso agrado a Shampoo

-primero, liberar a los tres fantasma, incluso tu novia...-

-pero, yo...-

-segundo, sera novio Shampoo, al menos por un tiempo- La quijada de Ranma golpeo el piso

-estas loca? Ranma se acerco con muy mala cara, a Shampoo no le intimido en lo mas minino

-chico es el que estar loco, acaso no querer liberar a amante fantasma?-

-eso es cosa nuestra...- Ranma se acerco a ella a casi centímetros- no le interesa ni a ti ni a tu abuela- Shampoo meneo la cabeza y se alejo unos pasos, sentándose en la mesa ratona,

-puedes quedarte con ella, si es deseo, pero condenas a pobre chica- el semblante de Ranma cambio por completo

-condenar?-

-así ser, solo poder hacer ritual una vez, si quedarte con fantasma, no podrás liberar- Ranma se rescosto contra la pared, mirando el piso- ella estar ya muerta, tu no, tu morir, y con seguridad ir a cielo... o infierno, pero ella quedara aquí, por que tu no liberar- el levanto la vista para verla

-no mientes verdad? Shampoo sonrió quedamente

-no mentir, ser verdad, chico guapo, si amarla de verdad, dejar ir, yo... no obligare a ser novio Shampoo si no querer, pero deber cumplir con ellas-

Ranma lentamente fue cayendo al piso, miro a los ojos a Shampoo, no podía ver una mentira allí

-cuando?-

-mañana mismo si querer, Shampoo ayudara- hubo un largo silencio, ella se levanto y se dirigió a la puerta- verte a ti en panteón a mediodía, tener tiempo de despedirte de tu amiga- la chica se fue cerrando la puerta tras de si, dejando a Ranma solo

"si la amas, dejala ir"

Ranma miro su soledad, Akane se había convertido en casi la uncia compañía que tenia, en algo mas que eso

-pero la amo demasiado para dejarla ir...-