Akane veía dormitar tranquilamente a Ranma, pensaba que estaba exhausto, luego de haber hecho el amor de forma tan apasionada, a la vez que tierna, pero por sobre todo, esta mañana fue la vez que mas prolongaron el acto intimo, Akane, por alguna razón, se apareció mas temprano que nunca, y le vasto rozarlo para que el abriera los ojos, la contemplara y empezara a besarla, desnudarla, amarla.

Akane no comprendía ahora el porque de esa desesperación, lo habían hecho como si fuera la ultima vez, jamás le dijo tantas cosas dulces, jamás la miro como la observo al hacer el amor, jamás la satisfizo como hoy.

-por que?- se pregunto en voz baja, mientras el dormía abrazado a ella, su cabeza apoyada en uno de sus pechos.

Algo debería estar pasando, algo que ella no sabia, algo que ignoraba.

Ranma despertó y levanto su vista. Allí estaba ella, la chica que conoció a las afuera de un cementerio, la mujer con apariencia de niña, el espíritu de una chica muerta hacia ocho años y por alguna razón atrapada en el mundo de los vivos. El o la fantasma que se había convertido en el único ser que aprendió a amar.

Ranma Saotome, el solteron empedernido, el muchacho guapo, lindo, que no sabia como entablar conversación con una chica, el hombre más bien visto como un hermano que un posible novio. Había conquistado un corazón, al fin, ella lo amaba, se lo confesaba cada vez que hacían el amor y luego, en la paz que seguía a los momentos ajetreados.

Ahora tendría que liberarla, era lo que debía hacer. Lo que había prometido. Lo que no deseaba. Lo que le dolía en alma, en el corazón.

Ella era la única que parecía apreciarlo, entenderlo, comprenderlo.

Y nuevamente volvería a quedar solitario, de alma y corazón, pero esta vez, mil veces peor, por que ahora sabia lo que era amar y querer, desear y poseer.

Miro los bellos ojos marrones, sintió el tibio y suave cuerpo, su piel, su sudor. Ella le pertenecía , en cuerpo y alma, solo por algunas horas más.

Se acerco al rostro de ella, buscando sus labios con los suyos, acomodando su cuerpo y el de ella, para continuar lo que se había detenido.

En una semi oscura habitación, los gemidos increscendo de ella, y la respiración cada vez mas fuerte de el fue lo único que se escuchaba en ese solitario departamento


En un lugar algo alejado de allí, en una humilde pero productiva granja, en la habitación que compartían la pareja a quien pertenecía la huerta, la puerta de esta se abrió suavemente, y una pequeña figura se dibujo por el iluminado dintel.

-ya estas aquí?- pregunto una voz grave por los efecto del sueño, la figura volteo hacia donde provenía la voz, entre la oscuridad, reconoció la figura de una cama y un par de personas acostadas en ella.

-perdón, no se por que me aparecí tan temprano- Nabiki se sentía una intrusa de la intimidad de Ryoga y Ukyo, y quería salir de allí lo mas pronto posible, el solo pensar que jamás sentiría las manos de alguien que la amara de verdad, o un beso, o una caricia, la deprimieron un tanto, quería huir, ir al campo, a pasear entre las cosechas de trigo o arroz…

-sal a dar una vuelta, en un rato nos levantaremos- le contesto Ryoga sin moverse un ápice, Nabiki no se hizo rogar y salio dejando a la pareja dormir un poco mas.

Aunque era noche aun, el aire fresco, y la humedad del roció la reconfortaron y calmaron, todo técnicamente en esa granja era de Ryoga, así que ahora se regocijaba nuevamente tocando todo lo que estuviera a su alcance, rejas, empalizadas, puertas, canillas, el trigo, el arroz, las legumbres, todo, así paso un buen rato, para de repente detenerse ante una brusco viento que pareció llegar de ninguna parte.

Ese viento, frió como el invierno, le congelo el alma, y una sensación de miedo la invadió de repente, haciendo que se abrazara a si misma sin poder evitarlo.

-que, que pasa?-

Así como llego, la brisa se fue, pero el alma de Nabiki seguía tiritando de frió, como si algo desconocido la asustara.

Vio a lo lejos la negrura de esa madrugada, rodeada solo por la nada, objetos inanimados, plantas y nada mas, ni un ser viviente, nada.

Giro y rápidamente se dirigió a la casa, con esa sensación de temor que oprime las almas, persiguiéndola.


Kasumi miraba a lo lejos. En su caso eso significaba mirar hacia la pared blanca e inmaculada que cerraba el cementerio.

Por el momento, era la única que paseaba por el camposanto, jamás recordaba despertar, si es que esa era la palabra, tan temprano. Y ahora, desde que Nabiki también simplemente se aparecía en la casa de su conductor, empezaba a sentir algo que siempre trato de evitar, soledad.

Akane tenía su conductor, su amante, Nabiki encontró el suyo, y ella?

A pesar de que Kasumi era la mas calma, y centrada de las hermanas, ocho años es mucho tiempo, y ella empezaba a sentir también esa depresión que era usual en Akane y esa furia tan característica de Nabiki.

A veces se encontraba llorando sola, sentada sobre una lapida, y otras gritando y arrancándose los cabellos.

La culpa, que parecía olvidada, renacía dentro de ella, el dolor de ver a su padre solitario la atormentaba, y el hecho de su nueva soledad…

Se levanto de donde se había sentado, cansada, se había alejado hacia tiempo de la tumba que compartía con sus hermanas, y ahora pensaba cínicamente que necesitaba unas buenas vacaciones, cuando un frió soplo la envolvió de repente, miro asustada, sin saber por que, en derredor suyo, la vista de su soledad, en medio de lapidas y mas lapidas en ese oscuro panteón, la asusto aun mas, agotada, casi tropezando, trato de regresar lo mas pronto posible a su sepulcro, pero al llegar allí, que mas hacer?

Se sentó tiritando, de frió y temblando irracionalmente de miedo, en la baqueta junto a la tumba, se sentía tan asustada que tenia ganas de llorar. Como hiciera Nabiki se abrazo a si misma, y con voz quebrada empezó a llamar a sus hermanas, solo que el silencio fue lo único que le contesto.

Soun Tendo despertó con esa sensación que tienen los viejos guerreros, no era miedo ni terror, era el presentimiento que algo pasaría, bueno o malo, no lo sabia, sin mover un músculo, sin casi respirar, continuo mirando el semioscuro techo, hasta que casi se hizo de día por completo.


Nabiki vio a Ukyo entrar a la cocina de su granja a preparar el desayuno para Ryoga, saco cosas de la pequeña alacena, mientras puso una vieja y abollada tetera al fuego y la dejo calentar, otra vez sentía ser invasora de intimidad, pero ese sentir era mucho menor al terror a sentirse sola fuera de la granja…

Minutos después un Ryoga somnoliento se apareció, miro de reojo a Nabiki, abrazo por detrás a Ukyo para besarla, para luego sentarse y al tiempo que Ukyo servia el te, con un poco de pan casero, charlaba con Ukyo sobre cosas de la cosecha, a Nabiki se le hacia aburrido, y para peor, se estaba cansando de estar allí parada, así que se sentó en el piso como una niña pequeña

-por que no tomas asiento?- tanto Nabiki como Ukyo se sorprendieron de las palabras de Ryoga, la ultima miraba fijamente la porción de piso que su esposo veía

-esta aquí?

-así es- Ryoga respondió como si fuese lo mas normal del mundo, Nabiki se levanto y miro derredor buscando en que sentarse, pero las únicas sillas estaban junto a la mesa, eso significaba que…

Ukyo perdió el color de sus mejillas cuando vio una silla moverse por acción de la… nada, y luego ver como esta se movía en la forma como cuando alguien se acomoda, Ryoga vio a su pálida mujer hacer un esfuerzo sobre humano para poder tragar su pan, es mas debió acompañarlo con un buen trago de te, así y todo, Ukyo dio señales de que el pan bajaba lentamente por el esófago…

-estas bien amor?- Ryoga giro la mesa para golpearla la espalda, a Nabiki se le hizo un poco cómica la escena, y esbozo una sonrisa

-pédele que me perdone, no quise asustarla- Ryoga hizo lo pedido, luego de otro buen trago de te, Ukyo trato de calmarse un poco

-son cosas que no se ven todos los días…- trato de salir del paso, hubo otro momento de silencio- como es ella?- Ryoga miro a Nabiki, suspirando

-es una hermosa niña ,tenia dieciséis cuando… ocurrió lo que ocurrió, tenia… o tiene el pelo corto, sus manos son pequeñas, tiene ojos marrones hermosos, su piel es brillante, viste una camisola rosa, y una falda blanca, usa zapatos blancos, es un poco mas baja que tu, supongo por que era niña, cuando sonríe es hermosa, hermosa de verdad, hubiera sido una hermosa mujer, una hermosa mujer- Ryoga se quebró, y empezó a sollozar, Ukyo lo abrazo y a Nabiki se le hizo un nudo en la garganta

-eh… asesino, no hagas esto, necesito odiarte, por favor- la chica miro hacia el piso, mientras una lagrima paseaba por su mejilla, ahora lo había perdido todo, su madre, su padre, su vida, su odio… lo único que la mantenía cuerda…


Cerca del mediodía el timbre sonó furiosamente en la casa de Ranma, este dejo a una Akane semisomnolienta en la cama y abrió con desgano la puerta, la sensual y nuevamente provocativa imagen de Shampoo se hizo presente en el pórtico.

-chico guapo esta listo para ir a liberar a tres espíritus?- Shampoo paso hacia dentro sin esperar invitación, Ranma, con una bata la miro seriamente

-eso creo-

Shampoo miro al muchacho, su rostro se puso serio, y cruzo sus brazos, tapando la generosa vista que daba de ellos

-Ranma, entender algo, ritual una vez empezado no puede detenerse, desastre si sucediera-

-Cologne ya averiguo que las retuvo?- Shampoo asintió con la cabeza

-abuela estar segura, que deseo de camionero, mas deseo de chicas de no dejar a padre solo, mas hecho de que collar sea algo tan arraigado a familia Tendo, es lo que las retuvo, collar funcionar como un ancla, debe ser destruido, sangre de tres conductores debe ser vertido en collar, y luego destruir, aplastar, romper, eso las liberara-

Ranma miro resignado a la chica, Shampoo lo noto

-recordar Ranma, una vez iniciado el ritual, no puede detenerse, si no estar seguro, no hacerlo- Ranma levanto un tanto su vista

-necesitas el tercer conductor para Kasumi- Shampoo sonrió

-darme collar- Ranma, que sabia que podría necesitarlo, lo tenia en el bolsillo, se lo dio a la chica, esta lo tomo, pronuncio una palabras que a Ranma le parecieron latín, y luego, escupió sobre el collar, dibujando un símbolo sobre el

-listo, poder despertar a fantasma en tu cama, tener que ir a cementerio, luego reunirnos con otro conductor-

-que fue lo que hiciste? Shampoo sonrió

-convertirme en conductor, abuela obtener como de sabio chino, preparar, tener un largo día y noche por delante-


Luego de reunirse con Kasumi, y confirmar que el primer ritual funciono y Shampoo se había convertido en el conductor de Kasumi, luego de que Ryoga, llamado telefónico mediante, trajera junto a Ukyo a Nabiki a al cementerio, luego de reunirse con Soun en el dojo, todos esperaron la noche, en tensa calma. Shampoo había indicada a cada uno lo que deberían decir y pronunciar en el ritual por venir.

Shampoo fue específica, debía ser a la hora más cercana del accidente, y en el mismo lugar, por lo que Ryoga, momentos más tarde, se encontró en un lugar que había tratado de evitar a toda costa durante ocho años.

El cruce de camino se veía tan abandonado, silencioso, y oscuro como aquella fatídica noche, Ryoga los guió hacia el fatídico metal, esta sección se notaba que alguna vez fue remplazado, contrastaba en oxido y color con el resto, signo inequívoco que fue remplazado hacia muchos años.

Secretamente, Cologne observaba oculta en la oscuridad y arbustos cercano la escena, también tuvo un mal presentimiento todo el día…

Shampoo reunió a Ryoga, Soun, Ranma junto a ella, tomo el collar y lo levanto hacia el cielo, pronuncio palabras en un perfecto japonés

"aquellos que somos la causa, aquí están"

Un viento, desde el sur, frió, empezó a soplar, Shampoo continuo con el hechizo

-"aquellos que están por nuestra causa, preséntense ante nosotros"- de la nada, tres chicas aparecieron entre ellos y Shampoo, abrieron sus ojos como si despertaran de un largo sueño, perfectamente visible aun para Ukyo y Soun, que las volvía a ver tras ocho largos años

-mis bebes- estaba al borde del llanto, ellas lo vieron

-PAPA-

"he aquí quienes no tienen descanso, he aquí a quienes daremos libertad" Shampoo continuo el ritual, tomo de su cintura un pequeño cuchillo, y realizo un pequeño corte en su mano, la sangre que manaba de la herida, empapo el collar, el viento soplo mas fuerte aun.

Luego se lo paso a Ryoga, quien tomo el collar y el cuchillo, realizo el mismo acto, su sangre se mezclo con la de Shampoo, al tiempo que el collar resplandeció tenuemente.

Ryoga lo alargo hasta Soun, quien sin dilación alguna, se hirió y dejo caer mas del rojo liquido sobre el objeto, que tomo ahora si un visible luminosidad, Ranma tomo el medallón y el cuchillo, abrió la palma de su mano, miro el cuchillo, el medallón, y a Akane

Las tres hermanas miraban ansiosas a Ranma, sabían que estaba sucediendo, pero en la vista de Akane se observaba otra cosa, tristeza, llanto contenido, Ranma empezó a dudar, era la chica que amaba, que quería que… que…

-no puedo… no puedo hacerlo- Ranma alejo el filo de su mano

-RANMA- Akane se lanzo hacia el y lo abrazo, llorando- no quiero, no quiero dejarte- ambos permanecieron juntos, Ranma levanto su vista y miro a Shampoo

-libera a Nabiki y Kasumi- todos parecían sorprendidos, pero Shampoo parecía furiosa

-TONTO, QUE TE PUEDE DAR ELLA QUE YO NO, MÍRALA ES UNA NIÑA, YO SOY UNA MUJER-

-ELLA ES LO QUE AMO, NO A TI-

Cologne salto de su lugar y se dirigió rápidamente hacia el lugar de reunión, Shampoo parecía haber perdido la calma también

-CHICO LOCO CONDENAR A FANTASMA A ETERNIDAD, PERO SHAMPOO PODER HACERLO FELIZ-

El viento soplo con fuerza nuevamente, una fuerte luz ilumino el lugar donde estaban Kasumi y Nabiki, una tercera figura se hizo presente, al verla, las dos fantasmas se abrazaron a ella, y luego se desvanecieron lentamente, en cambio Akane se sintió súbitamente tan débil, que casi callo al piso

-AKANE- Ranma se arrodillo junto a ella, la chica parecía adolorida, mirando a todos quienes la rodeaban, Soun Ryoga y Ukyo.

-que me pasa?-

-es lo que sucede por interrumpir el ritual, su espíritu también morirá- todos voltearon a mirar a Cologne, quien apoyada en su bastón miraba a la chica tirada en el suelo

-morirá?- pronuncio Ukyo con un hilo de voz, volvió a mirar a Akane, pero ahora…

Akane parecía perder el color que tenia, poniéndose pálida, su piel, tan suave, parecía resecarse, sus brazos, y sus piernas, perdían grosor convirtiéndose en solamente piel y hueso, al igual que su rostro, sus ojos parecían hundirse cada vez mas…

-podemos, aun podemos hacerlo?- Ranma miro angustiado a Cologne, esta asintió

-aun podemos… Shampoo, trae el medallón-

Shampoo no se movió

Sus ojos solamente miraban el piso

-NIETA, TRAER COLLAR, AHORA-

-NO- la negativa sorprendió a todos, incluso a Cologne, Ranma dejo a Akane en brazos de Soun y se acerco a Shampoo

-dame el maldito medallón- Trato de tomarlo, pero Shampoo no le dejo tocarlo, lo miro fieramente

-si Ranma no ser de Shampoo, no ser de nadie-

-que me lo des- ambos empezaron a luchar, acercándose hacia la ruta, parecía que Ranma estaba por arrebatarle el collar, cuando resbalo y Shampoo se alejo unos metros

-VAMOS- grito Ukyo, y seguida de Ryoga se lanzo a correr tras Shampoo, esta no lo había previsto, y se vio rodeada por la pareja, forcejeado se adentraron en la cinta asfáltica, pero la chica se resistía, Ranma se allego y también se unió a la lucha

-CUIDADO- grito Cologne, todos levantaron su vista y apenas alcanzaron a ver un enorme camión con solo una luz encendida acercándose hacia ellos, aunque el camionero acciono los frenos, era demasiado tarde, no podía evitar a ese grupo de locos que parecían jugar en medio del camino.

Soun cerró sus ojos y solo escucho el golpe, Cologne se lanzo hacia el lugar.

-papa, que paso?- la voz de Akane, ya muy consumida, se oía cascada y rara, Soun la atrajo mas hacia si

-nada hija, ya termina, ya termina- por que si Ranma había… entonces el espíritu de su hija…

-SE CRUZARON, NO PUDE EVITARLOS, NO PUDE DETENERME- El camionero parecía enloquecer, Cologne se acerco a donde su nieta estaba, comprendió de inmediato que ella había muerto, unos metros mas allá Ryoga era otro que había pasado a mejor vida, muy cerca de el, Ukyo lo miraba tristemente, para luego exhalar su ultimo suspiro. Cologne se acerco donde estaba Ranma, el parecía mirar con ojos fijos el cielo… pero bajo su vista y miro a Cologne…

-aun… hay… tiempo…?-

-si chico, aun lo hay-

-ayu… ayúdela- Cologne asintió, se acerco a su nieta y tomo el medallón que aun mantenía en su mano… lo llevo donde Ranma, quien lo mojo con la sangre que manaba de su sien.

-bas… tara?-

-si chico, bastara-

Soun observaba como recuperaba su forma habitual rápidamente, de repente ella se sentó y miro hacia la ruta, un camión estaba aparcado, Akane recordó los ruidos.

-RANMA- Akane corrió y observo aterrorizada los cuerpos, mas lejos, vio a Ranma y Cologne, corrió hacia ellos – Ranma, no, no, no tu por favor- Akane se arrodillo junto a el, lentamente se acercaba a Soun, Ranma alargo su mano hacia el rostro de Akane.

-ya mi amor, ya eres libre, deberías estar contenta-

-por favor Ranma, no…- el muchacho la contemplo, acaricio su rostro, y luego con un ultimo suspiro, su mano callo al suelo

Akane lloro junto a el, hasta que una luz la rodeo, y una pequeña mano se poso sobre su hombro, la chica miro hacia ella, y luego a quien estaba junto a ella.

Soun también veía la figura, la reconoció de inmediato

-Noriko, TU?-

-mama?- La mujer, vestido con un hermoso vestido blanco, parecido a uno de fiesta sonrió.

-No podía dejar que a la mas pequeña de mis retoños llegara sola- tomo de los hombros a Akane y la puso de pie, Soun se acerco, lo mismo que Cologne, la anciana sonrió

-tu eres quien las guiara al otro mundo, verdad?-

-así es anciana, vamos Akane, tus hermanas esperan- pero Akane miro a Ranma nuevamente, Noriko sonrió – no te preocupes pequeña, el pronto estará contigo- la volvió a encaminar hacia la luz, y la chica, no sin mirar detrás, se desvaneció en la luz.

Soun y Cologne observaban a la guía, ella se acerco a Soun, y le acaricio la mejilla con ternura.

-en un tiempo, largo o corto, estaremos juntos, no te preocupes, te esperare cuanto sea necesario amor- Soun tomo la mano entre las suyas y empezó a sollozar, Noriko lentamente se desvaneció, dejando a Cologne, a Soun y aun camionero desesperados en el mas profundo silencio.


Ranma se encontró fijamente mirando una tumba, en una noche cerrada, el viento soplaba del este, y era tibio, pero el no entendía que sucedía.

Lo último que recordaba era el rostro de Akane, mientras un brillo la iba envolviendo…

-creo que el favor nos salio muy caro Saotome- Ranma volteo y se sorprendió, esa tumba no era la única, estaba rodeada de ellas, y junto a el estaban Ryoga y Ukyo.

-pero que pasa?-

-creo que ahora los fantasmas somos nosotros- Ryoga señalo la tumba frente a el y Ukyo, simplemente decía "RYOGA Y UKYO" , Ranma miro a la que tenia frente a el, y para su terror, pudo leer claramente

"Ranma Saotome, tus padres a tu recuerdo"

Ranma quedo congelado, pero mas aun cuando a varios metros escucho un grito aterrado de una chica, los tres se acercaron corriendo, y la vieron.

La chica seguía gritando, trataron de calmarla

-Calma Shampoo, calma-

-ESTAR MUERTA , TODOS ESTAR MUERTOS, TODOS- la amazona callo al piso sentada y llorando, mientras Ranma, Ryoga y Ukyo se miraban, la pregunta era simple, pero nadie sabia la respuesta

-y ahora?-