~ DE DÍAS CON LLUVIA SABOR A MENTA ~


Fanfic escrito para mi del reto "Amigo secreto literario" de la editorial No-Olvidar.

Palabras clave: Menta con chocolate, petricor, llanto, amanecer, videojuegos, terror


Para: Selene (BeautifulFullMoon)

De: Mí, seguramente viste el mi nombre en el mensaje (Tulí)


Despuntaba el amanecer, lo que en ocasiones normales para Selene significaría que caía el anochecer después de pasar toda la noche jugando videojuegos, pero las últimas bebidas energéticas habían entrado a su cuerpo hacía muy poco así que no había forma de que durmiera ahora.

Miró a su ventana y vio correr las últimas gotas de la lluvia que había caído durante toda la noche, y después de apostar y perder, apartó sus ojos de la carrera de las lágrimas del cielo. Más allá de la ventana, el cielo era gris y triste, al punto de ocultar el sol que se adivinaba tras el dolor del día. Llanto. El cielo había llorado toda la noche, y ella había ignorado su dolor.

¿Cómo había podido? Eso no podía continuar, tenía que hacer algo. Tenía una misión.

Pensó, durante no mucho tiempo, y llegó a la conclusión obvia, había de ir a la heladería, a por el tesoro, aquel que elimina cualquier rastro de llanto o tristeza de ella.

Hora de ponerse en marcha.

Dio una maroma desde su asiento, rodó por el suelo hasta su armario y de un brinco se puso de pie frente a él. Lo abrió y sacó su impermeable azul y sus botas verdes, se los enjareto en un santiamén y como una centella atravesó su casa hasta su puerta, de la cual salió sin detenerse con su madre (que preparaba el desayuno) más que para gritarle:

—¡Voy a la heladería! ¡Tengo que salvar al cielo!

A lo que su madre contestó.

—¡Pero qué horas crees que son! ¡La heladería está cerrada!

Eso no desalentó a Selene, pues aunque la heladería siguiera cerrada, la tienda de veinticuatro horas también tenía helado y siempre estaban bien surtidos, así que al salir saltó dentro de un charco, del cual, salió de inmediato. Hoy es llanto, no puedo jugar con sus lágrimas. Respiró hondo y el tan familiar y encantador pericor inundó su nariz con regocijo. Quizás no todo lo que viene del dolor sea tan malo pensó mientras se ponía

en renovada marcha. Sale el sol y aun sigo despierta, no juego en los charcos fuera de casa, ¡Yo! ¡La pequeña Selene salvando el cielo!.

Dio una vuelta sobre sus talones a la vez que avanzaba para evitar otro charco.

Hoy el día es de lo más extraño, no me sorprendería que el llanto se levantara a las nubes.

No tardó en llegar a la tienda y sacando unas monedas mojadas y con tierra que había tirado en el camino, anunció al encargado.

—¡Quiero dos helados de menta con chocolate! ¡Rápido! ¡Que tengo que salvar el cielo!

El encargado se giró y con cejas saltonas, dijo:

—¡No tenemos!

El terror. El llanto volvió a caer, harían falta ahora tres helados, y el día apenas iba empezando.


Mil gracias a Tulí por tan magnifico obsequio, espero que lo disfruten tanto como yo.


Nos leemos en el próximo.

Luna

22 de Diciembre de 2021, 11:16 p.m.