Primero que nada, lamento mucho, muchísimo descontinuar el fic por tantos años. este capítulo estaba listo desde hace mucho tiempo(semanas tras la ultima actualización), pero inseguridades, motivos personales y una reescritura del combate hicieron que perdiera ganas. aún no las tengo todas pero en fín, leer sus comentarios de nuevo y leer de nuevo el cap pasado me dio nostalgia y dije, why not? pues aquí el cap 9. ojala les gusté! si es que aún me leen xd.


The Legend of Zelda:

The Broken Hero

Por LinkAnd06

Capítulo IX: El Bosque del Destino

El sonido de los insectos y las hojas meciendose rodeaba el ambiente forestal por el que tranquilamente pasaban los jóvenes. Al ser apenas el inicio del medio día, el astro rey se ubicaba encima de ellos, iluminando su recorrido.

Ya habían pasado varios minutos desde que su tan esperada prueba comenzó, y aún así, seguían estupefactos ante la incorporación repentino de una cuarta participante... Yui Harukaze.

Dante no solía tomarlos por sorpresa de esta manera, la razón de mantenerse guardada la notícia hasta el inicio de la prueba fue porqué sabía que Link lo pensaría demasiado, y eso interferiria con su entrenamiento.

Lo mismo para la joven hylian de cabello negro, había estado las últimos días centrada en como arreglar las cosas con Link que hasta el aviso le tomó por sorpresa cuando Dante se lo comentó el día anterior, aún sabiendolo desde hace semanas por su progreso en la academia.

Por una vez, ella se sintió distraída.

Oswald y Migue eran los que iban en la delantera, aún asimilando lo ocurrido. Ellos habían preparado por semanas sus planes para pasar la prueba, el cuál planificaron solo usando de base al trío. La repentina unión de Yui mandó al traste parte de toda esa estrategia, puesto que, primero: nunca habían practicado junto a ella. Y Segundo: desconocían la mitad de sus habilidades.

Improvisar era su única opción.

Por lo menos les tranquilizó que ella ahora llevara un florete consigo.

-Creo que no deberíamos subestimarla- indicó Oswald a su compañero, sin apartar la mirada de al frente.

-¿Seguro?- Migue seguía dudoso -Que sea una maga nos ayuda bastante en ciertos ámbitos, pero... ¿Ella practicó su estilo de combate?

-...- una gota de sudor apareció en la frente del pelinegro, recordando el instante que la hyliano acabó con ese "ser de extraña procedencia" 'definitivamente no era una novata' pensó, queriendolo decir. La cosa es, que no tenía pruebas para explicarlo, y no le importaba. Después de todo, en cualquier momento la podrían ver en acción.

-¿Qué pensará Link?- se preguntó el castaño, rascándose la nuca. El hyliano no había dicho una palabra desde entonces, y justo ahora caminaba detrás de la joven. No sabía si sería correcto mirarlo de reojo, de cierta forma le aterraba.

-Estará maldiciendo a su maestro en su cabeza. Nada nuevo en él- insinuó soltando una ligera carcajada, la cuál provocó que Migue se cubriera la boca por imaginarlo, riéndose internanente.

Y en parte tenía razón. Link, quién era el último en la fila del grupo no podía apartar la mirada del suelo. ¿En qué rayos estuvo pensando su maestro en permitir que Yui se involucrara en esto? Siempre imaginó que Dante era el tipo de instructor que elegía opciones arriesgadas, ¡Pero con esto se pasó de la raya!

-...- La mente del hylian aún procesaba alternativas. Era consciente de que Yui se había vuelto más fuerte desde aquél día que la academia fue invadida. Solo bastaba ver la expresión mientras portaba su arma para notar la seguridad e instinto de batalla en sus ojos rubí.

Yui sin duda era admirable, hace tiempo que había dejado de ser esa chica timida que se dejaba llevar por los comentarios hirientes de los demas. Se esforzó bastante en sus clases hasta ser reconocida como una de las hechiceras en entrenamiento mas fuertes de la academia, titulo que ninguno de los humanos fue capas de lograr por varios años. Obviamente, eso, y su fuerza de voluntad, fueron suficientes para captar la atención de Dante.

En cambio, Link...

Él sentía todo lo contrario consigo mismo. ¿Realmente crecer le benefició de la misma manera?...

...

La oscuridad de la noche cubría el horizonte de aquél enorme bosque, acompañado de unos leves sonidos de animales, las hojas meciendose con el viento, y el ambiental chirrido de los insectos. Era un panorama difícil de ver a esas horas del día, donde cualquier ser desubicado podría perderse fácilmente. Y ese era el caso de un pequeño niño de alrededor de unos cinco años.

Este vestía unas pequeñas prendas en conjunto. Una camisa crema sin ningún detalle y con mangas cortas, Un pantalón marron ligero, y calzaba unas botas del mismo color. Ninguna estaba en buen estado, con ciertos cortes alrededor del torso y las piernas, mas unas pequeñas manchas que podrían ser tanto suciedad como sangre.

Apesar de su lamentable y desordenado estado, su rostro no reflejaba emoción alguna. Se limitaba a solo seguir adelante, caminando a paso torpe, desorientado. En esos momentos cruzaba a través de unos árboles, con cuidado de no tropezar nuevamente con las largas raíces, tantas horas perdido, repitiendo sus errores había aumentado su sentido de precaución.

Estar perdido era lo menor de sus problemas. En realidad, su mente se encontraba atormentada por miles de dudas que invadían su pequeña cabeza. No recordaba nada previo a su despertar, de hecho, por pura suerte recordó respirar y otras cosas básicas cómo hablar.

El chico se detuvo al encontrar una extraña explanada en medio de los árboles, no muy grande, y con un enormel árbol en el centro, rodeado de sus raíces. Pensó que podría descansar allí, había caminado tantas horas que se le olvidó tomar un descanso, por alguna razón, sentía que podía caminar largas distancia sin agotarse tan rápido.

Tras observar su alrededor, se acercó al enorme árbol, para luego treparlo con extremo cuidado, era otra de sus habilidades que recordó de la nada. Siguió hasta llegar a la primera rama enorme, sentándose sobre esta, no estaba muy lejos del suelo. Era mejor que quedarse dormido en el suelo, expuesto a cualquier peligro del bosque, no quería repetir dos veces el mismo error.

El niño abrazó sus piernas, esperando poder protegerse del frió que sentía a su alrededor. A esas horas de la noche se intensificaba, junto a las probabilidades de que comenzara a llover.

Normalmente, sentiría miedo o extrema tristesa por su situación, al estar perdido. Sin embargo, no podía, ¿a qué le sentiría temor? ¿de que sentiría tristeza? Eran interrogantes que jamás podría responder, mientras no pueda recordar.

"Link"

Escuchó, preguntándose a quién pertenecería dicho nombre.

"Link"

Repitió, esta vez captando la atención del niño, quién miraba a su alrededor en busca del origen de la voz. No había nada, ni nadie.

"Eres Link, ese será tu nombre"

El chico respingó, recordando esas palabras, a quién seguía desconociendo de quién provenían. Si la voz era femenina, suponía que pertenecían a su madre, pero, ¿Quién era su madre? Por mas que intentaba recordarla, solo una disfusa imagen aparecía en su cabeza, imposible de resolver.

Sin mas opción, esperó a que la voz volviera a comunicarse… nada. Él no sabía que solo era un recuerdo quebrado de su pequeña cabeza.

Intrigado, se acomodó los mechones de su rubia cabellera, liberando sus puntiagudas orejas. Almenos, consiguió recordar su nombre, podría serle de utilidad para recuperar su identidad.

Esa noche no pudo dormir.

Apesar de los rayos de luz que habían esa mañana, el ambiente no cambió demasiado. El viento se había intensificado, moviendo con sus rafagas cada pequeña hoja de los distintos árboles, los cuales link usó como unica guia para seguir adelante, sin importarle a dónde se estaba dirigiendo. Después de cuatro horas andando, logró visualizar un leve humo en el cielo, proveniente de cierto punto entre los árboles. Sin aguantar su curiosidad, se acercó lo mas que pudo hasta encontrar un pueblo.

El primero que veía desde que perdió la memoria. No era demasiado grande, pero se veía bastante acogedor, se notaba por la felicidad que desprendían algunos de los habitantes, en especial los niños. A Link le extrañó la forma de las orejas de todos ellos, con punta redonda, diferentes a las suyas.

Lo hacía sentir fuera de lugar.

Pero no podía dejarse llevar por la timidez, no aún. No podía seguir vagando el resto de su vida, él no quería eso.

Ocultando sus orejas bajo sus mechones, se acercó al pueblo de forma lenta, inseguro de si podrá resultar. El chico estuvo tan preocupado de ese detalle, que no llegó a notar que otra figura lo había descubierto…

Apenas entrar al pueblo, varios niños le miraron sorprendidos, preguntándose de quién se trataba, Link no sabía cómo responder, limitándose a desviar preguntas que le incomodaban. Algunos adultos se acercaron al ver que tantos niños se habían reunido, exclamando su sorpresa y preocupación al ver el estado del recién llegado.

Algunos volvieron a hacerles preguntas, las cuáles Link contestaba a medias al no tener idea de si mismo. Un chico por curiosidad le inspeccionó el cabello, diciendo que el color rubio no era muy común en el pueblo, hasta que preguntó por qué su oreja era así.

-No lo sé…- respondió Link, dudando si fue buena idea adentrarse al pueblo en primer lugar.

-¿Qué tiene, algún rasguño?- insinuó uno de los adultos, sospechando del chico.

-Tiene forma triangular- contestó sin borrar su sorpresa. Al otro lado de Link, una chica le descubrió su oreja restante, exclamando la misma frase.

Una joven adulta rió ante esas "suposiciones" -Chicos, no deberían mentir, nadie podría tener orejas tri…- se calló al verla detalladamente, quedándose en shock por unos momentos, antes de cubrir su boca con ambas manos -es… puntiaguda.

Link alzó una ceja, no comprendía la reacción de la joven adulta. Parecía aterrada.

-¿Qué quiere decir que sea puntiguda?- preguntó uno de los niños, volviendo a mirar al recién llegado.

Otro de los adultos se acercó, el mismo que parecía sospechar del niño, hasta el punto de que su semblante intimidó al susodicho-Chico, eres un… ¿Hylian?- insinuó, metiendo una de sus manos en uno de sus bolsillos, atento a cualquier movimiento de Link.

Al inicio al joven no le importó dicha acción, hasta que una imagen similar llegó a su mente, llegando a comprender las intenciones del mayor. Nervioso, decidió contestar con sinceridad -No lo sé, acabo de despertar hace unos días- explicó, dando un paso atrás.

-¡No mientas!- exclamó alzando la voz, provocando que los niños que tenía Link a su alrededor retrocediecen, ignorantes de la situación -Viniste a traer una maldición a mi pueblo, ¿verdad?- tras decir eso, el resto de los adultos tomaron a los niños y retrocedieron, otros sacaron el arma que tenían a su alcance, acercándose al hylian, quién desconocía por qué los adultos se comportaban asi.

-¿Maldición? No sé que es eso…- dijo Link, bajando la mirada unos segundos, intentando recordar el significado de esa palabra.

-Los Hylians están malditos, sólo atraen desgracias, por eso la mayoría fueron asesinados hace bastantes años- inició el mayor, acercándose al niño -¡Por el bien de nuestro reino!- exclamó, apunto de atacar al chico.

-¡Hey, detente!

Interrumpió otra infante voz, con tono serio, a la vez que se interponía entre ambos, encarando al mayor.

El señor endureció su semblante -Niño… ¿sabes a quién estás protegiendo?

-A un Hylian perdido que llegó sólo por casualidad- respondió el chico, sin mostrarse nervioso.

-¡Un Hylian!- enfatizó el señor, alzando la voz -una especie que representa al mismísimo demonio, ¿tus padres no te lo contaron?

La palabra "Demonio" resonó en la cabeza de Link, tocándose las puntas de sus orejas, ¿Todo eso era verdad? ¿por eso despertó en medio de la nada?

El chico apretó sus puños, antes de contestar enojado -¡No todos los Hylian están relacionados a Togami, él sólo fue uno más de esa especie! ¿Acaso insinuas que tu o yo seremos malvados porqué los bandidos son humanos también?

Link respingó, no conocía a ese chico, y de todos modos le estaba defendiendo.

El mayor suspiró pesadamente -Tienes agallas por mencionar el nombre de ese malnacido- recalcó -pero debes entender, a diferencia de nosotros, ellos no son personas. Ese demonio reencarna en el cuerpo de los Hylian, es obvio que para evitar que siga apareciendo, tenemos que acabar con todos- explicó, esperando que ambos chicos lo entendieran.

-No sé nada de eso…

Todos los presentes, sorprendidos por aquel tono de voz, observaron a Link, quién ya no podía aguantar ser ignorante de todo. No entendía lo que pasaba.

-¡No sé, nada de nada!- exclamó mirando a toda la multitud, aguantando las lágrimas, ya qué no sentía motivo alguno para llorar, solo dolor -¡Lo que sea que piensen de mí no me importa! Sólo quiero… solo quería, preguntar… no lo sé- finalizó cayéndose de rodillas, con las manos en el suelo.

La multitud comenzó a murmurar entre sí, algunos dudaban si eran ciertos los rumores, otros seguían a favor de acabar con el chico, sin embargo no podían llegar a una conclusión tan temprana tras escuchar esas palabras. Después de todo, era solo un niño.

El chico que lo defendió se acercó a el hylian, haciendo que este levantara la mirada. De todas las personas que estaban allí, era el único que no lo miraba con temor, en su lugar, le sonreía.

-¿Como te llamas?- le preguntó al hylian.

-Soy, Link.

-Entonces, Link- le tendió su mano derecha -¿Quieres descubrir lo que deseas?

El silencio entre los cuatro fue interrumpido por un sonoro estornudo, proveniente de Link, a la vez que su mente regresaba al presente.

-Salud- dijeron al unísono sus tres compañeros, quienes aun se encontraban adelante, ahora guiados por Oswald.

-¡Por las diosas Link, te dije que no debías entrenar bajo la lluvia!- le regañó Migue, pasando su palma sobre su frente. Ciertamente, eso sucedió el día anterior a cuando el hylian se quedó a dormir en la enfermería, tanto el castaño cómo Oswald pensaron que aquella estupidez fue lo que causó que fuese para allá… oh bueno, Link aún no lo aclaraba completamente.

-¡¿Qué hiciste qué?!- le exclamó Yui al hylian, molesta. Este sólo rió avergonzado, rascándose la nuca.

-No es para tanto…

-¿Qué no?- Migue le encaró, cruzando los brazos -¡Me tomó toda la mañana secar por completo tus sábanas!- dijo irritado por recordarlo -¿Qué nunca piensas en las consecuencias de tus acciones?

-¡Por supuesto que sí!- respondío el hylian, alzando una sus manos empuñadas -entrené lo suficiente pensando cómo superar este desafío, nada mas pasó por mi mente.

-Excepto recordar esa maravillosa escena cuando te equivocaste de termal la semana pasada- insinuó Oswald, encogiendose de hombros.

Link se quedó sin palabras, desviando la mirada un poco ruborizado. Aunque ciertamente lo disfrutó por unos sentisengundos, el pánico que las chicas mostraron al verlo entrar lo seguía persiguiendo, además, ¿ellas gritaron de vergüenza por que él es un chico, o de pánico por ser un Hylian? Era una respuesta que prefería no saber.

-¿Lo imaginaste verdad?- le preguntó aquella familiar voz femenina, bastante seria.

Link tragó en secó -¡No! ¡Estaba pensando otra cosa!

Al ver que sus dos compañeros le miraban entre risas, Link forzó una incómoda sonrisa, recordando lo especiales que eran sus mejores amigos.

-Pervertido…- le dijo Yui, evitando mirarle, notando por su rabillo que este le miró shockeado. "Después de lo que hice, ¿aún piensas en eso?" No parecía segura de cuál opción sentirse mas enojada.

-Lo siento...

Ella no respondió al instante, suspiró antes de encarar a Link, con una ligera sonrisa -No te preocupes. Pero por favor no digas más, me incomoda pensarlo...

Tras eso el grupo siguió el recorrido.

Esas palabras aliviaron las dudas del joven, tras dirigir su mirada al suelo. En parte seguía pensativo por aquel leve recuerdo.

No importaba cuántos días, meses, años pasarán. El sentía que todos a su alrededor cambiaban, excepto él, sus inseguridades seguían atormentandolo. Y nada le aseguraba que llegará a desvanecerse pronto.

Antes de que pudiera seguir indagando en el recuerdo, notó que los árboles a su alrededor seguían un curioso patrón. Tres árboles a su izquierda estaban ligeramente inclinados, al mismo tiempo que sus verdes hojas, algo amarillentas, apuntaban hacia arriba. Era una especie inusual en todo el reino, ¿Pero por qué le resultaba tan familiar?

Al momento que las nubes cubrieron el sol, oscureciendo parte del bosque, se percató de algo.

-¿Link, que pasa?

Yui le sacó de su trance, sin embargo el hylian no cambió su pensativa expresión.

-¿Necesitamos una zona para acampar, no?- preguntó.

-Sí, debemos asegurarnos de que sea seguro. No sería divertido despertar en una emboscada...- respondió Migue, inclinando su cabeza.

-¿Pensaste algo?- Oswald ya conocía esa expresión del hylian. Usualmente era cuando recordaba cosas importantes.

El joven asintió -Creo conocer el lugar indicado- de hecho ya le pareció un milagro recordarlo, probablemente gracias al sueño.

Esta vez era Link quién dirigía al grupo, apesar de no haber estado en esa zona por varios años, el lugar seguía en su memoria.

Yui a su izquierda, miraba a su alrededor, nunca antes había estado por esa zona del bosque, además le parecía raro que no se encontrarán con alguna criatura por el momento, había leído sobre el hábitat de varias para este tipo de ocasiones.

El viento era muy ligero, meciendo con lentitud las hojas de los árboles, desprendiendo algunas. Para ser mediodía, el sol tampoco desprendía toda su potencia. En otras palabras, el ambiente forestal se mostrasba tranquilo, demasiado.

Aquél sospechoso silencio incomodaba al hylian, quién por experiencia, sabía que tal silencio no era del todo normal, sobretodo en el día. Hasta el mas mínimo ruido sería bastante común en ese tipo de zonas "¿La prueba tendrá algo que ver?" pensaría lógicamente. Sin embargo, una extraña sensación le alertaba constantemente.

Link miró a Yui de reojo, pensando si ella también lo sentía, pues era una Hylian. Apretó su muñeca izquierda, dispuesto a soportar el posible dolor que le causaría -Yui…- le murmuró con tono serio, determinado a preguntar. Esta le miró, esperando el resto de sus palabras -¿No sientes algo inusual en el ambiente?

Esta alzó una ceja -No, nada- respondió confundida ante sus palabras -sólo un inusual silencio, no creo que sea para tanto. Es probable que hayan apartado a los animales para este día.

Link asintió, él había pensado lo mismo. Sin embargo no era la respuesta que él esperaba. Pero no tenía mucho tiempo para indagar en eso, debía concentrarse en el camino.

-Oye, Oswald…- le llamó Migue, mirando el curioso alabarda que este llevaba. Captó su atención desde el momento que se habían reunido. No era usual que este se callara ciertas cosas -¿De dónde sacaste esa arma? Es muy diferente a las que habíamos comprado.

El pelinegro. Miró el mango de su arma sobre su hombro, antes de ver a Migue y contestar -llegó esta mañana a la tienda, aproveché que estuve en el pueblo para echar un vistazo. Sólo con verla pensé que debía comprarla, me gusta el diseño, y es bastante ligera.

-¿Entonces no es muy potente?

-Diría que lo es lo suficiente como para vencer un Moblin en tres ataques.

-¿De dónde sacaste las rupias para comprar un arma de esa calidad?- Si dicha arma era así de poderosa, su precio debería ser elevado, por lo tanto, no le convencía la anecdota de su compañero.

-Migue… ¿Sabes que me fascina dibujar, verdad? Pues he vendido la cantidad sufiente, de retratos hasta ahorrar la cantidad necesaria- explicó orgullosamente, con los brazos cruzados… Aunque internamente se regañó a sí mismo por mentir, pero tenía que hacerlo.

Tras la revelación de que Yui haría la prueba con ellos, Dante le pidió al pelinegro la verdadera explicación de su retraso. Oswald no pensó que este le creería de forma sencilla, fue un enorme alivio para él que así fuera.

"Odio pedirte esto, pero es necesario. No le cuentes nada de esto a tus amigos por el momento. No podemos permitir que Link se preocupe a estás alturas, sabes muy bien hasta que punto llegaría por ella…"

Ese punto fue sacrificarse así mismo cuando la buscó desesperadamente en ese mismo bosque. Yui se había sentido oprimida entre tantas burlas y calumnias, que sin pensarlo corrió por su cuenta por aquél frondoso y misterioso lugar. Oswald desconocía que ocurrió entre ellos en aquél momento, pero Link se las arregló para traer a la hylian de vuelta, él suponía que no fue nada sencillo considerando el estado que estaba la chica, como si hubiera sido atacada por varios monstruos. Link nunca explicó lo que ocurrió…

-Bueno, tiene sentido…- contestó Migue ante la explicación del pelinegro, quizás no se le ocurrió por estar tan ocupado últimamente, entre sus deberes y el entrenamiento. Aunque también le molestaba un poco, pues mientras Oswald portaba un alabarda de una calidad aparentemente sobresaliente, él llevaba dos ballestas decentes de la academia. No llegó a encontrar alguna superior que encajara con sus habilidades, casi nadie las compraba, logicamente no habría tanta variedad. Esto no era problema para Link, quién usaba espada, lo mas común de la tienda. Aunque a este no le hacía falta comprarlas allí, Dante le entregaba la necesaria para cierta actividad.

Migue miró a Link de reojo, este miraba a su izquierda en silencio, sin notar que Yui le miraba de vez en cuando, preocupada. La espada que portaba sobre su espalda luciría común a simple vista, al no tener un diseño bastante llamativo. Sin embargo, el castaño sabe perfectamente lo fuerte que puede ser su amigo sin importar la calidad de su espada, tras varios entrenamientos conseguía adaptarse de forma natural. Eso sí, a él le importaba que no fueran pesadas, sino sus movimientos no podían ser tan libres.

El castaño miró al frente suspirando, de momento debía acostumbrarse a las ballesta que llevaba, luego tendrá el tiempo para buscar la indicada. Y hablando de armas indicadas…

-Yui, ¿dónde compraste tu florete?- le causaba curiosidad desde que lo vió.

-¿Eh? Ah- la susodicha estuvo tan concentrada en sus pensamientos que le sorprendió que Migue le preguntara de forma repentina -No la compré yo, y fue realmente un regalo- aclaró -No es un arma que encontrarias aquí, creo es de Kakarico.

-¿Es un florete sheikah? Tiene sentido.

-Sí, aparentemente, fue forgado por uno- concluyó sonriendo. Era la información que el encargado de la tienda le contó tras dársela. Realmente le fascinaba.

-Debería echar un vistazo a las tiendas de Kakarico- se prometió así mismo Migue, chocando su puño contra su palma; no quería quedarse atrás respecto a su armamento, potenciarse formaba parte del código de un aventurero.

Oswald sonrió al verlo tan animado, hace tiempo que este no se mostraba así, ya que últimamente en las noches se veía desanimado, cómo si extrañara algo, ¿Podría ser su familia? A diferencia del pelinegro, los padres de Migue se marcharon del pueblo unos días después que ingresaron a la academia, al ser mercaderes debían viajar constantemente, y la última vez que se pasaron por Oval fue hace tres años. Zyrak era un reino bastante grande, además de que la mercancía les alentaba enormemente el paso.

A pesar de todo, Migue seguía siendo él mismo desde que conoció a sus amigos.

Ajeno a los pensamientos de sus compañeros, Link aún sentía aquella extraña sensación a su alrededor, esta empeoraba cada vez que se adentraban mas al bosque. Era familiar… bastante familar, similar a la que tuvo en aquel extraño sueño.

Se preguntaba por qué, ya que ese lugar no se parecía en nada al bosque donde se encontraban en este momento, ¿O tendrán alguna relación?

Link arrugó su entrecejo, cruzando los brazos aún en sus pensamientos. No había tenido el tiempo para pensar profundamente en ese sueño, O dudar si realmente se trataba de uno al sentirse tan real. No le quedó de otra más que suspirar... Dame un respiro...

-¡Link!

-¿Huh? Ah, ¿Qué pasa Yui?

Esta le miró preocupada -ya te llamé varias veces, pero aún así seguías muy pensativo- su expresión se puso sería -¿que ocurre?

-Nada, lamento preocuparte...- le aseguró con una sonrisa.

Ese gesto podría funcionar con cualquiera -Mentiroso...- susurró bajando la mirada. Y pensar que hace unas horas ella pensó que al fin se habían aclarado sus problemas.

Y resultaba estar lejos de la realidad.


La vegetación de aquella meseta en medio del bosque se mostraba alborotada, las hojas de algunos árboles se alargaban hasta dar la ilusión de fusionarse entre ellos, las flores ambundaban por el pasto cerca de los limites, y se podía escuchar un riachuelo cercano. Sin embargo nada se podía comparar al enorme árbol del centro, cuyo tamaño no era exagerado, pero bastante destacable, además, las largas cantidades de hojas que contenía podría cubrir a cualquiera de las lluvias. Era un lugar perfecto para pasar varias noches.

Oswald, Migue, y Yui se mostraron sorprendidos ante aquel magnífico lugar, jamás habían pensado que podría encontrarse en el interior del bosque que tanto conocían. Link también se mostró asombrado, habían pasado varios años desde la última vez que estuvo allí, por lo que no recordaba varios detalles del mismo.

-¿Cuándo encontraste este lugar? Es maravilloso- exclamaron Oswald y Migue al unísono, sorprendiendose hasta ellos mismos.

-En uno de los días que estuve perdido, fue por casualidad.

-Lo sea o no, es perfecto- agregó el pelinegro, acercándose al árbol central, y comenzando a tocar el tronco con su mano izquierda. Hace años que no veía un lugar así. Sin embargo no era momento de desviarse del objetivo -descansemos unos minutos, recuerden que debemos organizar un plan.

Todos dejaron sus pocas pertenencias en las raíces del árbol. Tenían lo necesario para permanecer allí , desde primeros auxilios hasta botellas de agua. Desconocían que podrían encontrar durante la prueba, era conveniente que estuvieran preparados. En un momento, los cuatro estaban sentados formando un círculo cerca del árbol.

La Prueba consistía no solo en sobrevivir una semana en el bosque, sino que también, debían buscar ciertas piedras ubicadas en los lugares marcados del mapa, enfrentándose a cualquier monstruo que les quiera agredir.

"Si tienen prisa, pueden buscar cada una divididos por su cuenta; o en equipo asegurados de que puedan ganar"

Fue el resumen que les indicó Dante antes de comenzar. En otras palabras parecía una busqueda del tesoro, pero con dos más a las lista. Sonaba sencillo si se comparaba con las otras actividades que los cuatro hicieron todos éstos años. Sin embargo no podían confiarse, por algo sería la última prueba.

Yui colocó un bolso frente a ella, ante las miradas curiosas del sus compañeros -El señor Dante me entregó esto antes de que partieramos, quizás contenga lo necesario para el desafío- insinuó sacando cuatro objetos de esta: una brújula, un mapa, un candíl, y una caja pequeña con tres agujeros en su interior, en forma de repisa.

-Pensó en todo- dijo Oswald, pensativo. Supuso que tendría que adentrarse mas en el bosque, por eso les dió el mapa. Normalmente no tenían permitido adentrarse demasiado, pero era necesario para darle dificultad al desafío.

Link asintió, dirigiendo su mirada al noreste, por allí se encontraba el camino a la zona peligrosa, además por allí provenía aquella extraña sensación que lo molestaba, quizás no se librará de ella fácilmente. El grupo continuó discutiendo el siguiente movimiento. Pensando varias opciones para buscar las piedras. Debía haber un truco, no podía ser posible que solo las arrojaran al azar y dejarlo a la suerte, era un bosque demasiado grande.

-Según este mapa, existen siete puntos de interés en este lugar- indicó Yui - ¿por cuál deberíamos iniciar?

-Es raro que solo hayan siete, ¿no crees?- insinuó Migue. Por el enorme tamaño de la zona le sorprendía.

-Me parecería demasiado injusto que nos pideran buscar en cada rincón del bosque en tan poco tiempo- comentó la hylian, rascándose la nuca -de hecho, sólo bastará buscar una. Con mi magia podré detectar las demás si desprenden una energía similar.

-¡Genial!- exclamó Link, no lo había pensado -¡nos ahorraría mucho tiempo!

La hylian sonrió ante su halago. Había pasado tiempo desde la última vez.

Tras eso, finalmente decidieron iniciar su busqueda por el norte, dónde se encontraba una sospechosa cueva; Los cuatro estaban decididos a superar la primera prueba ese mismo día. Después de marcar la ubicación de su campamento, continuaron su aventura.


El cielo no tardó en empezar a formar el atardecer, trayendo el crepúsculo consigo. Los alrededores seguían tan silenciosos como cuando entraron, dejando en estado de alerta a los jóvenes. Ya que la última vez que habían estado en el bosque con estas condiciones no los llevó a nada seguro, pero esa vez tenían a sus maestros. Ahora, estaban por su cuenta.

Durante el trayecto, dirigido por Oswald quién era el que portaba el mapa; Migue, con una de las Ballesta desenfundadas, estaba preparado para cualquier ataque sorpresa... o aparentaba, en realidad buscaba algún ciervo para más tarde.

Yui usaba su magia para detectar cualquier anomalía a su alrededor. En sus libros descubrió que este tipo de bosques encantados tenían altas posibilidades de ser más peligrosos de lo que aparentaban, por lo que varios hechiceros debían colocar sellos específicos para evitar que estas criaturas salieran de sus hábitats. Y solo era el menor de los problemas...

Link, estando detrás del resto, no se limitó a quedarse sin hacer nada mientras pensaba. Aprovechaba el viaje para recolectar algunas plantas, estas podrían servirle como método de primeros auxilios, sobre todo con la ayuda de la magia de la hylian.

Para sobrevivir, acordaron que ninguno debería quedarse sin hacer nada. La búsqueda después de todo, no sería fácil.

Una de las ruta que habían marcado en el mapa los llevó por un estrecho sendero de árboles que los dirigió hasta la entrada de una cueva sospechosa.

Por supuesto, Oswald se percató de ello

-Extraño...

-¿Por qué?- Migue le miró confuso, y luego a la cueva -a mi me parece normal, es un simple agujero en una enorme pared.

-Pero este no aparece en el mapa.

-¿No será uno viejo?

-Lo dudo, siempre los preparan días antes. Una cueva no podría formarse en tan poco tiempo.

-Dejame echar un vistazo.

Mientras ellos seguían discutiendo, Link observaba la entrada con sospecha, aquél extraño presentimiento que tuvo desde que entraron al bosque, se intensificó al instante que se acercaron la cueva. Ahora que lo sentía más de cerca...

Lo podía reconocer.

-¿No será obra alguien?- insinuó Migue.

-Probablemente, si ese alguien es un Goron, lo cuál es imposible.

-¿Bombas?

-De ser el caso, dudo que nadie lo hubiera notado, se escucharía en los dormitorios.

-Agh, ¿entonces como apareció una cueva de la nada? Si el mapa nos trajo hasta aquí, debería haber sido obra de la academia, ¿no?

-No lo es...

Los chicos fueron interrumpidos por su cuarta compañera. Quién a diferencia de ellos, estuvo analizando con su magia la extraña aura que emanaba la estructura.

Con su mano izquierda alzada, y su vista fijada en la entrada, Yui prosiguió -Siento una enorme energía proveniente de allí, este lugar, fue creado con magia.

Sus tres compañeros respingaron ante esa revelacion, tenían el presentimiento, más no esperaban que fuese cierto. Pues le habían asegurado que además de la barrera contra monstruos, ningún otro tipo de conjuro fue usado en la zona, hasta Yui lo podía asegurar.

Oswald volvió a mirar el mapa -La piedra sigue señalada allí, y no parece estar sobre la cueva.

-Entonces, debemos entrar...- dijo Link, dando unos pasos al frente.

Yui lo miró confusa -¿Seguro? La energía que transmite no es... usual. Detecto monstruos.

-Lo sé- formó una media sonrisa -nos hemos preparado para esto, pero no esperaba que combatieramos tan pronto.

-Y yo pensaba que solo enfrentariamos animales salvajes- comentó Oswald, observando unas huellas cerca de la entrada -ninguna especie de este bosque podría formar estas pisadas- Migue y Link se acercaron para verificarlas, quedando sorprendidos, nunca antes la habían visto.

La forma era similar a un pie humano descalzo, solo que en lugar de cinco dedos, eran dos grandes con garras. Habían varias así en línea recta adentrándose en la cueva.

Curiosa, Yui se acercó para analizarla, quedando en shock. Acción que llamó la atención de sus compañeros.

Link la sacó de su breve trance -¿Yui, qué pasa?

Ella le miró sudando frío, insegura de como responder, varios pensamientos cruzaban por su cabeza -Estas huellas... son... -sin poder terminar la frase que diría originalmente, simplificó su respuesta -Son de Bokoblin.

-¡¿Bokoblin?! ¿Los monstruos que merodean las mesetas del reino?- Oswald colocó una mano en su cabeza, pensativo -¿Cómo pudieron entrar a este bosque? La barrera debería impedirlo...

-¿Por un agujero, o volando?

- No creo que sea tan fácil Link...

-Ya veo...- el hylian bajó la mirada, intrigado. Si bien nunca antes había enfrentado a esos monstruos, ha escuchado por parte de sus profesores y conversaciones de la aldea que además de ser débiles solos, eran muy peligrosos cuando estaban en grupos enormes. No solo se limitaban a matar y aprender de sus errores, también se volvían lo suficientemente crueles para secuestrar personas, o destruir pequeños pueblos.

-Siento la energía crecer cada momento, no, están apareciendo desde adentro.

-¿Por la cueva?- Migue la miró confundido -La barrera debería impedirlo.

-Bueno, así lo siento- ella bajó la mirada, no tenía forma de seguir explicando, pues no los podía ver desde esa distancia.

Sin otras opciones, el grupo decidió adentrarse en la cueva.

Para la sorpresa de los cuatro, era más pequeña de lo que habían imaginado, pues tras un corto pasillo, llegaron a lo que parecía un enorme salón, con cinco bokoblins merodeando el centro. La luz no fue una dificultad, pues el lugar ya contaba con varias antorchas y una enorme fogata azul en el centro, de la cuál algunos de los monstruos rodeaban dando saltos.

-¿En qué clase de secta nos acabamos de meter?- comentó Migue nervioso, sin poder evitar sonreír incrédulo al acto que estaba presenciando.

-Pues dudo que querramos saberlo- comentó Link, analizando a todos los presentes. Algo que Dante le enseñó era entender las acciones de sus enemigos antes de lanzarse a cometer una locura.

Mientras menor sea el lio, mejor preparado estarán para el combate principal.

-No parece ser tan profunda, este es todo el espacio que hay- dijo Oswald.

-¿Estás seguro de que no hay otro piso?- Migue sudaba de los nervios.

El pelinegro negó. Agarrando la punta de su arma. Era todo lo que necesitaba decir.

-Grandioso...- resignado, Migue tomó sus ballestas -Link, ¿alguna idea de dónde estará la piedra?

El hyliano fijaba su mirada en un punto específico. No era que pudiera sentirla, ya la había encontrado -Esta más cerca de lo que crees, y no sólo una- señaló el centro de la cueva -estan usando las tres para ese ritual...

-¿Por qué usarían una piedra falsa para un ritual, tan idiotas son?- comentó Migue conteniendo su risa.

Link se encogió de hombros -Yo que se, hay cosas mas raras en el mundo.

Oswald sonrió -Si son así de torpes, no serán problema para nosotros.

El trío estaba decidido a iniciar el ataque, para esto habían entrenado arduamente por años.

-Chicos...- Yui, quién aún no había dicho algo hasta ahora, observaba con seriedad el objeto que usaban los monstruos en su ritual - No es una piedra falsa...

Los tres le miraron confundidos, las reglas les especificaron que no eran valiosas, no debían preocuparse por ellas.

-No son piedras falsas...

-¿¡Eh!?- expresaron los tres al unísono, con la cara pálida. ¿A qué se refería Yui?

-Desde que entramos al bosque sentía una extraña energía familiar, ahora entiendo por qué- les dirigió la mirada -¡Es una piedra Sheikah, no es un simple ritual lo que están haciendo!

Link observó a los monstruos de nuevo, ahora comprendía aquél extraño presentimiento de hace unos momentos.

-¿Las valiosas piedras chismosas? ¿Para qué las están usando?- preguntó Oswald, ya las conocía de antemano.

-Cuando una posee suficiente magia negra, su efecto depende del ritual- comentó, eso lo aprendió en su pueblo natal.

-No tengo idea de que planean hacer, pero debemos evitarlo- dijo Link, sacando su espada. Los demas hicieron lo mismo con sus armas, preparados para iniciar.

Tras asentir entre ellos, el combate comenzó.

Link se dirigío directamente a los bokoblins más cercanos a la azulada fogata, los cuáles al notar su presencia estuvieron por gritar al unísono para alertar a sus compañeros. El hyliano al suponer aquella acción, le arrojó una piedra a la boca de uno, y atacó con el mango de su arma la cabeza de otro.

Un tercer bokoblin por otro lado, fue silenciado por una flecha que atravesó directamente su frente, acabando su vida en un instante.

Oswald atacó por sorpresa al cuarto más cercano, usando el filo de su nueva arma para cortarle la espalda, notando la gran diferencia de potencia que esta poseía, debía acostumbrarse a ella antes de usarla en verdaderos combates.

Sospechando que podrían detectar su magia, Yui se acercó de forma sigilosa al quinto y seguidamente abalanzarse sobre su espalda, usando su daga para rajarle la nuca en un instante.

-No parecen haber más por aquí- mencionó Migue -¡tomen las piedras, rápido! El resto no tardará en aparecer. Yo vigilaré el pasillo derecho.

-Yo iré a investigar por el izquierdo- comentó Oswald, serio -espero que las piedras sean lo único que hayan robado.

Link y Yui asintieron, aceptando encargarse de las piedras, para después acercarse la azulada fogata.

La apariencia era similar a una común, con la excepción de la llama. Además de parecer que se enfocada en una sola dirección, aún con la ausencia del viento.

-Emm... es sospechoso, pero Yui ¿Qué estaban haciendo?- le preguntó el hylian, nunca antes había visto una fogata de ese color.

-Recuerdo que este tono representa la magia negra, podría utilizarse para derretir hielo encantado, por ejemplo- explicó -Pero, se siente diferente... No creo que pueda deshacerla...

A Link le tomó por sorpresa -¿Ah? Es inusual que digas eso, ¿estás bromeando, verdad?

Ella le miró preocupada.

-Entiendo, ¿Qué haremos entonces?- la academia no le enseñó como lidiar con estas situaciones, y sería muy peligroso dejar que la llama permaneciera así por mucho tiempo, necesitaba pensar una solución rápido.

La hylian se quedó pensativa, era la única del grupo que estudió a fondo magia, solo ella podía encargarse de la sospechosa flama. Sus estudios de la academia eran inútiles en este caso, ¿debería utilizar lo aprendido en su aldea... Yui respingó, sudando frío, ¿y si esto era obra del Sheikah que enfrentó esta mañana?

De ser así, estaba lejos de ser solo un simple problema...

-¿Yui?- le llamó Link, sacandola de sus pensamientos.

Ella no estaba segura, más bien, sentía nervios de la solución -Tengo una idea, es la unica manera, pero no se si--

De pronto el fuego oscureció su tonalidad, acelerando sus movimientos. Tomando a los hylian por sorpresa.

-¿Qué está...?

-¡Link!- Yui se abalanzó sobre él, usando su magia para impulsar a ambos y alejarlos de la flama, la cual se estaba volviendo mas grande.

Las llamas formaron un aura púrpura en sus puntas, dividiendolas a su alrededor sobre los restos de los monstruos, rodeandolos hasta levantarse y tomar su forma, esta vez no eran los rojos de siempre, se habían vuelto azules, además de ahora poseer espadas.

-¿Revivieron, como es posible?- Link no podía creer lo que veía, nunca antes había creído que fuese posible.

-No Link, estos son totalmente diferentes- Yui le aclaró, en lo que formaba su magia, ya no era necesario contenerla -esta fogata funciona como un portal para los monstruos, no esperaba que lo fuera.

-¡Maldición!- sin dudar un instante, el espadachin decidió enfrentarlos -¿Ahora qué?, no podemos dejarlo así- dijo mientras esquivaba los espadazos de sus enemigos, estos eran más resistentes y rápidos que los bokoblins comunes. Aun poseía todas sus energías, pero el resultado era muy variable por la habilidad que los monstruos demostraban.

-Necesito pensar... No tengo tiempo para ustedes- Yui lanzó una bola de energía a uno que estaba por golpear a Link en la espalda, captando su atención. Al instante sacó su florete y lo usó para desviar la espada del monstruo, quien atacaba agresivamente. La hylian aprovechaba que este al atacar dejaba sus puntos débiles al descubierto y contratacaba tan rápido como podía con varias estocadas en su torso.

El bokoblin tras gritar de dolor trató de desviar el arma de la hylian con la suya, aunque era inútil por la diferencia de velocidad notable. Yui en un instante le tocó un brazo y lanzó un hechizo rápido que terminó por empujar al bokoblin a gran velocidad.

Al estar en desventaja en número, el hylian se limitaba a esquivar y bloquear tanto como pudiera su arma, esperando el momento oportuno para atacar al primero que se distrajera. No obstante, los ataques de sus enemigos carecían de técnica o previa estrategia ideada, por lo que le costaba encontrar algún patrón en los alocados ataques -¡Rayos, es como si aprendieran de sus errores! A este paso...- un repentino rasguño en su espalda detuvo sus pensamientos, seguido por un espadazo en su brazo derecho, el cuál apenas pudo evitar que fuera más grave.

No queriendo perder de forma instantánea, Link usó su ataque circula

En eso, el bokoblin que enfrentaba Yui impactó contra uno de los que enfrentaba, logrando desviar la atención de los otros dos, momento que Link utilizó para atacar con un tajo horizontal la cabeza de estos, y otro por si uno no era suficiente.

En eso ambos enemigos atacaron a la vez en direcciones opuestas. De no ser por su habilidad, Link no habría podido esquivarlo saltando hacía atrás. Los monstruos azules ya estaban en las últimas. Yui al notarlo le pidió a Link que se alejara, mientras formaba otra bola de energía.

El hylian le hizo caso notando que hechizo formaba -¡Usa hielo!

Ella asintió, tras concentrarse, observó un punto específico a sus dos objetivos antes de extender su brazo -¡BUFULA!- en un instante, un enorme pedazo de hielo apareció entre los dos bokoblins, causándole el daño crítico que les arrebató lo que faltaba de sus energías, dejandolos tendidos en el suelo hasta desaparecer.

Yui respiraba agitadamente, aliviada de que no fuera necesario hacer el ataque aún más potente, necesitaba el resto de su magia para deshacer el conjuro de las piedras.

-¿Estás bien?- Link estaba preocupado, las ocasiones que vió a su compañera usar su magia, ella siempre terminaba agotaba, le sorprendió ver lo mucho que mejoró hasta ahora.

-Si, pero no deberías centrarte en mí aún, aún quedan dos, Link- le señaló los bokoblins que estaban contra la pared, aturdidos -Es tu oportunidad de acabar con ellos.

El hylian sonrió ante sus palabras -¡Yo me encargo!- seguidamente se acercó a los monstruos, atacó a uno por el pecho para que no se levantará, e hizo un golpe de gracia para acabar con el otro. Y sin perder el tiempo, usó el arma del caido para acabar con el otro. Link suspiró aliviado, aunque consciente de que aún no habían terminado.

Aún tenían un fuego que apagar.

Ya con el campo despejado, Yui corrió hasta ponerse de rodillas frente al fuego, extendiendo sus brazos para analizar su tipo de magia. El hylian se acercó a ella, viendo como se concentraba, notando como sudaba, a la vez que su respiración se agitaba por cada segundo que pasaba.

Link tenía un mal presentimiento -¿Yui, que pasa? Éstas...- no le gustaba como esta se ponía cada segundo.

La hylian sonrió, respirando con más fuerza -Este maleficio es muy potente, no puedo eliminarlo de forma simple, tampoco perder el tiempo buscando a un hechicero capacitado...- ella le miró de reojo -necesito diez minutos, Link...

-¡Detente, por favor!- el hylian quería decir, pero ademas de saver que ella no le haría caso, no sentía el suficiente coraje para hacerlo. Por lo que bajó la mirada, mientras abría la boca intentando decir algo.

No era la reacción que esperaba, pero la pelinegra la aceptó. Yui ya sabía que intentaba decir -Solo diez minutos, estaré bien...¡ah!- sintió una punzada en su pecho, pero no se detuvo. Tenía que eliminar este hechizo aunque le costara -solo yo... puedo, no... tengo que hacerlo.

Tras apretar ambas espadas con sus puños, Link estaba por protestar.

-¡Link, prepárate para atacar!

-¡¿Ah?!-

Oswald y Migue regresaban corriendo, saliendo por las puertas que antes habían ingresado. Ambos mostraban ciertos moretones y rasguños en sus rostros y brazos, al igual que unos ligeros desgarres en sus ropas. Los dos tenían sus armas en mano, y eran perseguidos por tres bokoblins rojos cada uno, probablemente la causa de sus estados.

Migue usó sus ballestas para distraer a sus perseguidores, rezando a su suerte para lastimarlos lo mejor posible. Estos respondían con gruñidos de molestias por cada proyectil que les atinaba, tratando de usar sus largos palos como escudos. El castaño siguió la misma estrategia alejándose de sus adversarios, no tenía mucha ventaja a corta distancia.

Uno de los bokoblins, estresado de los proyectiles, decidió lanzar su lanza directamente al pecho del joven, quién en un movimiento rápido la esquivó saltando, viendo el arma enterrarse justo debajo de sus piernas. Estuvo cerca... pensó aliviado, antes de centrarse de nuevo en sus enemigos, y sin dudar, aprovechó que uno estaba desarmado para dispararle en su frente, causando que caiga de espalda, Migue sonrió, aún quedaban plagas que exterminar.

Oswald por su parte bloqueada los espadazos de sus adversarios con facilidad, debido a la dureza del arma, provocando que los monstruos rojos se enfadaran con cada ataque bloqueado. De paso, tanto su previa batalla con el ser mishermoso, y la orda de bokoblins que apareció de la nada sobre él hace unos instantes agotaron la mitad de sus fuerzas. Tenía que salir de esto antes de quedar sin energias. En ese instante, al sentir la presion de las armas en la suya, una idea pasó por su mente.

Esperó que los bokoblins atacaran a la vez con todas sus furias, atento a las direcciones que iniciaron sus movimientos. Al notarlas, en lugar de bloquear, Oswald se abalanzó sobre los bokoblins mientras sujetaba su alabada horizontalmente, empujando a los rojizos por el pecho hasta el suelo, y sin pensarlo, dividió su arma para rozar el cuello de ambos, quienes Al ser de resistencia débil desapasieron al instante.

-Haz mejorado- le comentó un asombrado Link colocándose detrás de la hylian, con ambas espadas preparadas. Oswald sonrió ante el cumplido, colocándose a la izquierda de su amigo mientras unificaba sus armas por comodidad. más bokoblins empezaban aparecer del interior de la cueva, desarmados la mayoría.

-¡¿De dónde salen?!- Exclamó un casi agotado, Migue colocándose a la derecha de Link. Los tres estaban protegiendo a Yui, quién permanecía concentrada en su hechizo detrás del trio -Apenas pude con mi grupo, mis ballestas no son del todo potentes...

-Cubrenos desde aquí entonces- sugirió Link- observando como terminaba de aparecer la siguiente orda, quince en total, todos rojos.

Oswald miró a Yui de reojo, al momento que ella parecía estar tambaleando, esforzándose para permanecer derecha, no quería imaginar cuanta de su energía estaba utilizando -¿Qué está haciendo?

Link apretó sus dientes, con una gota de sudor en su frente -Si no apagamos la fogata, estos bokoblins seguirán apareciendo. Sólo debemos esperar cuatro minutos mas.

-Eso explica estas apariciones...- dijo Migue -Aún siendo rojos Y de poco aguante, sus ataques están mejorando.

Al ver nuevamente el escenario, el trío pensó que dividirse era la mejor opción para acabar rápido y lidiar con la desventaja en números. Pero la prioridad era proteger a Yui, esta no podía protegerse mientras analizaba las llamas azules.

Sólo les quedaba una opción...

-¿Están pensado lo mismo que yo?- Migue sonrió con claro entusiasmo.

-Si esta relacionado a esta batalla, y no un tema fuera de lugar, adelante- contestó Oswald. Migue rodó sus ojos ante el comentario, estaba en lo correcto .

-No hemos podido practicarlo contra un grupo antes, ¿seguros¡- ambos asistieron.

Y así la posible última ronda comentó.

Link y Oswald iniciaron su carrera hacia el centro, extendiendo sus armas a direcciones opuestas entre ellos. Migue preparó sus proyectiles y apuntó ambas Ballestas al frente en un mismo punto, conteniendo su respiración para detener en parte su temblor.

Sus enemigos reaccionaron rápido, soltando un grito que parecía de guerra, preparados para una larga batalla... sin embargo.

Link rodó por el suelo e hizo un tajov horizontal -¡Lento!- a los lados opuestos de sus espadas, cortando, lastimado, y tumbado con sus espadas a parte de la horda.

Oswald hizo lo mismo con su alabarda -¡Novatos!- con una sonrisa traviesa en su rostro, era más fácil por la longitud de su arma.

-¡Idiotas!- Migue disparaba a la frente de aquellos que ninguno de sus amigos conseguía derrumbar, lo más rápido que podía, hasta el punto de gritar tanto de presión como emoción juntas.

Los bokoblins seguían cayendo uno por uno, shockeados por la facilidad de los jóvenes para derrotarlos. Se suponía que el conjuro los haría más fuerte, pero terminó siendo lo contrario.

Era bastante obvio porqué, Yui estaba a nada de extinguir la llama azul, a nada de quedarse sin energías. Ella ahora se apoyaba con un brazo en el suelo, y extendía el otro hacia la llama. Su respiración se había dificultado, sus músculos temblaban, y su cabeza comenzar a dolerle a horrores. Desconocía si sobreviviria a ello, solo que ya no podía detenerse ahora -Link... chicos... un poco mas...- pensó para sí misma, determinada a proseguir.

Después de tumbar a todos los bokoblins presentes, el trío volvió a reunirse detrás de Yui.

-¡¿Están listos?!- preguntó Link, al momento que sus amigos asintieron -¡Bien, a por todo!

Los tres atacaron sin piedad a todos los monstruos con todas sus fuerzas sin dejar uno solo pendiente, Link con su ataque circular doble, Oswald con sus armas divididas, y Migue apuntando a sus puntos vitales a quemarropa.

Hasta que finalmente, despegaron el área.

-Lo hicimos...- Migue limpió el sudor de su frente, riendo al no creer que el plan funcionó.

-Si, tuvimos suerte de que fueran, ya sabes vunerables- Oswald guardó su arma, estirando sus brazos - si hubieran sido más dudo que lo hubiéramos logrado, ¿Qué opinas..? ¿Link?

El hylian jadeaba con sus manos en sus rodillas. No podía creer la enorme diferencia de poder entre las variaciones del mismo tipo de bokoblin. Encargarse de los azules le había costado más energía de la que esperaba. Lo peor era que aún no habían visto nada, quedaba un mundo por descubrir, y entre ello se incluía enemigos de mayor poder.

De no ser por Yui, algo peor podría haber aparecido...

El hylian respingó ante el pensamiento, dirigiendo su preocupada mirada hacia su compañera. El fuego había desaparecido, no quedaba rastro de él, allí solo estaba la hylian, sujetando sus antebrazos mientras tambaleaba. Al no gustarle lo que miraba, Link se acercó corriendo a ella, justo a tiempo para atraparla antes de que se cayera de espaldas.

Yui, a pesar de su estado, no se arrepentía.

-Lo logré… Link- dijo entre jadeos. La joven estaba sudorosa, con la frente ardiendo como si hubiese forzado a su cuerpo a gastar mas de la mitad de lo que restaba de su energía en un solo hechizo.

Él se quedó sin palabras, por mas que intentaba decir algo nada salía, perdiendo la voz. La imagen de su compañera lo dejó en shock, nunca antes imaginó que llegaría a verla en tan lamentable estado. Comenzando a sentir un enorme peso detrás de sus ojos, acumulandose en cada rincón de su cabeza. Era peor al que sintió cuando Taku le humilló en publico, no podía creerlo -¿Por qué?…

La hylian esbozó una sonrisa, ya esperaba esa pregunta.

-¡¿Por qué te arriesgaste de esa manera?!- preguntó con voz quebrada. No era la primera vez que ella se arriesgaba por él, pero esta vez, lo había hecho con su vitalidad.

-Era… la única manera… de parar el fuego...- su voz estaba debilitada.

-¿Y por qué tenía que ser así? ¿acaso…- apretó sus puños -¡¿por esto Dante te mandó con nosotros?!

-No, te equivocas…- respiró profundamente antes de continuar -Él, quería que estuviera contigo. Sabe que tu solo confias plenamente en nosotros tres- aclaró señalando con su mirada a los otros, haciendo lo posible para no apagar su voz -pensó que te motivaría, y estuve de acuerdo con la idea.

-Poner en peligro a mis amigos no forma parte de mis motivaciones, quiero... que estés a salvo. Si algo te pasara...

-Link, no soy una damisela en apuros- comentó seria, antes de seguir con su voz normal -entrené lo suficiente para saber defenderme, con magia y sin ella. No necesitas preocuparte demasiado por mí.

-¡Pudiste morir con este hechizo!- sin darse cuenta, colocó su mano izquierda sobre una de las mejillas de su compañera -Casi pierdes toda tu energía.

-La magia es un riesgo. Esta formada de un poder que supera con creces los límites de nuestra voluntad e imaginación- sujetó el dorso de la mano del del rubio con la derecha -por supuesto, es peligroso, como todo en la vida. Y yo decidí soportarlo.

-Es injusto…

-Link.

-¡¿Qué podría hacer yo si te…?!- Sintió su corazón detenerse por unos segundo, colocando su mano libre sobre su pecho, sintiendo una leve dificultad para respirar. Link miró el dorso de su mano izquierda, su marca estaba titilando, aunque no podía verla por la mano de Yui, lo sentía. De nuevo, lo había amenazado de no decir nada relacionado.

La hylian notó la repentina reacción de él en silencio, poco podía hacer en su estado, además de sentir como se incrementaba cierta sensación sobre este…

-No vuelvas hacerlo…- murmuró el joven tras recuperar el aliento, comenzando a cargar a la hylian entre sus brazos. Ella se ruborizó ante tal acto, aceptandolo sin tener otra opción. Al tenerla sobre sus brazos, inició su camino hacia la salida, caminando, pues debía recuperarse de la reciente batalla.

Nisiquiera se molestó en tomar su espada.

Oswald y Migue vieron a su compañero pasar en silencio, normalmente habrían comentado algo al respecto. Fue la seriedad que Link mostraba que provocó que solo observaron. El primero suspiró, tomando la espada su amigo, estaba cubierta de la sangre de los bokoblins.

-Link no luchó en serio...

En parte se había dejado llevar

-No lo culpo, pero no lo entiendo- finalizó Oswald. El pelinegro tomó las piedras y le pidió a Migue que las guardara en su alforja. Decidieron esperar un momento antes de regresar, queriendo darle espacio a los hylian.


La luz de la luna era la única fuente de iluminación en el bosque, y aun quedaba algo de recorrido antes de llegar al campamento. El único sonido audible junto a las pisadas del joven, eran los animales nocturnos, quienes rondaban escondidos por allí.

Yui había permanecido en silencio durante el trayecto, agradecida por el gesto de su amigo, y preocupada por el estado de este, dejandola con intriga -Link, ¿estás molesto?- preguntó dudosa, el semblante de este era sereno.

-No, no lo sé- respondió con sinceridad, era una emoción que casi nunca llegó a experimentar de esa forma. Sólo era consciente de su preocupación por la chica.

-Descuida, solo necesito descansar- él no respondió -seguiré entrenando, y evitaré volver a este estado de nuevo- le prometió, después de todo era uno de sus objetivos, y no quería volver a preocupar a su compañero.

-Te creo, eres muy buena con la magia- esbozó una leve sonrisa -Serás una gran hechizera algún día- al no recibir respuesta la miró, ella había caído inconsciente. El joven suspiró, siguiendo por el silencioso recorrido.

Realmente no sabía como sentirse, la dificultad al combatir a montones de enemigos, su fracaso al querer evitar que su amiga quedara en ese estado, el bloqueo de palabras que le seguía restringiendo su marca. Eran cosas que solo empeoraban la presión de su mente. Y ahora, por poco perdía a su compañera, jamás podría perdonarselo -Necesito, hacerme mas fuerte…- ¿pero de que servía tanta fuerza si era un inútil protegiendo lo que le importaba? Lo mismo ocurrió hace años al perder contra ese bandido, de no ser por la llegada de las autoridades, Yui habría muerto. Lo mismo cuando Taku la humillo tocandola en frente a todos, si hubiera sido mas atento lo habría evitado. También sucedió aquél día que sus dos amigos recibieron las piedras que iban dirigidas hacia él en ese callejón. Lo mismo acabó de suceder en esta batalla, y sin contar otras ocasiones que sus tres compañeros se arriesgaron por él. Definitivamente no lo merecía, por mas habilidoso que fuera, seguía siendo el mismo hylian huerfano inútil que abandonaron sin recuerdos en medio de este mismo bosque -Debo, hacerme mas fuerte- se repitió, sin ganas, desconociendo si en un principio las tenía antes de seguir el camino en silencio.

¿De verdad volverse aventurero resolvería sus problemas?

Aunque no lo fuera, no quería rendirse aún. De verdad detestaba su propia perseverancia.

~Continuará.


Notas del autor:

Gracias por leer! ahora lo importante, no sé si voy a continuar la historia, ha pasado mucho tiempo, y creo el Interés en la misma despareció. en sí, este fic era una super prueba para una historia original, aunque con ideas muy diferentes. Creo que lo continuaré en algún momento si me ánimo, o veo tiene apoyo. ante todo, veo que estaba gustando mucho.

Tengo el inicio del cap 10 a medias, que pensaba incluirlo aquí. Pero lo cambié para que no fuera tan largo.

respondiendo ciertas cosas, ¡Si! habrá Zelink en esta historia, la cosa es que lo quiero hacer de forma distinta, y es un misterio y parte importante de la trama. Y segundo, ¿por qué tantos misterios de golpe? fácil, inspirado por re zero me he enganchado al estilo de escritura de su autor, me gusta como los maneja y revela de forma satisfactoria, sin importar tarde como veinte capítulos en resolverse.

Bueno que me extiendo, espero tengan un buen dia y la pasen bien estas navidades!