Capitulo 10. El Riesgo de Amar

Los rayos del sol entraba por la ventana del balcón, iluminando toda la habitación. Las cortinas transparentes se mecían de lado a lado lentamente, mientras la brisa de la mañana y los pájaros cantaban suavemente dando la bienvenida a un nuevo día.

En la cama de esa habitación perteneciente a un caballero, se encontraban acostados, placidamente durmiendo los cuerpos de dos amantes, acabando de pasar la noche más hermosa de sus vidas. La joven apoyaba su cabeza en el fuerte pecho del Santo, rodeando su cuello con los brazos. Shiryu rodeaba con sus brazos de igual manera a Sunrei protectora mente, su cabeza recostada de lado en la almohada, el cabello negro de ambos esparcido por todo su cuerpo, cubriendo parte de sus rostros. Solo una delgada capa de sabanas blancas los cubrían.

El aire de la mañana hizo abrir lentamente los ojos azules de Sunrei, los cuales volvieron a cerrarse para intentar seguir disfrutando del calor de la piel del caballero. Permaneció en esa misma posición, abrazando mas a su protector. Se sentía tan diferente, tan completa y... hermosa, como si Shiryu le hubiera mostrado que ella era la criatura mas bella del mundo, al menos para él. Sonrió dulcemente ante estos pensamientos, provocando que acercara mas su rostro al pecho del caballero.

De repente, recordó haber quedado con June y Ellie de levantarse temprano para ir a hacer el desayuno de todos; sino se daba prisa, llegaría tarde, y las chicas irían a buscarla a su habitación, donde por supuesto, no estaría.

Levantó la vista para encontrarse con la bella imagen de Shiryu durmiendo. Sus pestañas adornaban sus párpados y sus labios medio abiertos tentaban a Sunrei a besarlos, lo que hizo sin siquiera pensarlo. Los labios del caballero se curvaron en una sonrisa ligera, al sentir el tacto. Sunrei sonrió ante esta reacción. Lentamente intentó incorporarse sin despertar a Shiryu, algo que no logro.

Antes de que pudiera levantar su cuerpo, encontró los brazos de Shiryu firmes al rededor de su cintura, apretándola fuerte pero suavemente contra sí, sus rostros quedaron uno encima del otro con sus cuerpos completamente pegados.

-buenos días- susurro Shiryu tiernamente.

-¡Shiryu! buenos días. No... no sabia que estabas despierto- Sunrei se mostró un poco nerviosa ante el contacto tan cerca de ambos.

-lo estoy desde que me besaste, y que bueno que lo hiciste, así podré evitar que te vayas-dijo el joven coquetamente.

-Shiryu, tengo que irme...-dijo Sunrei dulcemente, mientras se mantenía en la misma posición, sintiendo como el chico rozaba sus cintura ligeramente.

-no... no te vayas todavía... quédate un rato mas... por favor Sunrei...-Shiryu susurraba esto entre pequeños besos que le proporcionaba a Sunrei, intentando convencerla.

-pero... es que... Shiryu... yo... no puedo... -la joven trataba de controlarse, con muy poco resultado. Si esto continuaba así, terminaría cediendo; era increíble como él tenia ese efecto sobre ella; era capaz de hacer cualquier cosa por él, y con este tipo de convencimiento, definitivamente no tenia escapatoria. Poco a poco fue respondiendo a los besos dulces de Shiryu, acariciando delicadamente sus rostro y cabello.

Sin poder contenerse, Sunrei se abraso fuertemente al cuerpo de Shiryu, confirmando que se quedaría mas tiempo con él. El caballero sonrió ante el contacto y la apretó cálidamente, respirando su aroma.

Al voltear la cabeza para acomodarla en el hombro de Shiryu, Sunrei pudo ver el reloj de la pared que marcaba las 7:45 AM. Tenia que estar en la cocina en quince minutos, antes de que sus amigas fueran a buscarla. Abrió los ojos asombrada y separo su cuerpo desnudo del de Shiryu rápidamente.

-¡Sunrei, que sucede!

-lo siento Shiryu, tengo que irme. June y Ellie pueden ir a buscarme a mi habitación y...

-y que?- el Santo se sentó el la cama para poder hablar mas cómodamente con Sunrei, que todavía no se levantaba por completo pero permanecía en frente de él- no importa que se den cuenta, quiero estar contigo, eso es lo único que me importa ahora.

-pero... pero...

-es necesario que te vayas ya?-Shiryu tomo su rostro con ambas manos.

-si, mi amor. Te prometo que después estaré contigo todo el tiempo que quieras, yo también quiero quedarme contigo, pero si quedo mal con June y Ellie, puede que se enojen, les prometí que les ayudaría a preparar el desayuno- Sunrei paso su mano lentamente por el rostro de su compañero.

Shiryu no tuvo mas remedio que resignarse, dando un suspiro. No quería que Sunrei se metiera en problemas por su culpa; ya tendrían mas tiempo para estar juntos. Le sonrió a su amada indicándole que todo estaba bien, la chica también sonrió enormemente y se lanzo a sus brazos.

-te preparare algo delicioso Shiryu...- Sunrei se separo de él- te molesta si me pongo tu camisa? es que, no puedo utilizar el vestido- se sintió un poco avergonzada por pedirle eso; sus mejillas se tornaron rosas.

-claro que no- Shiryu se rió levemente ante esa petición. ¿como podría molestarse con Sunrei por utilizar su ropa? al contrario, la idea le encantaba. Sentía tan bien que ella la pudiera usar; era como si pudiera tocarla. Para su desgracia, solo pudo imaginarse el delgado cuerpo de Sunrei con solo su camisa cubriéndola. No dudaba que se vería encantadora.

-me queda un poco grande- Sunrei también se sentía rara al llevar la camisa de Shiryu como un camisón. El olor de él aun estaba impregnada en la ropa, lo aspiro levemente. Tuvo que doblar las mangas para que no le quedara tan grande y trenzo su cabello rápidamente; la prenda le quedaba hasta arriba de las rodillas. Ya lista, con solo la camisa encima y su ropa en las manos, se sentó en la cama enfrente de Shiryu y lo beso en los labios ligeramente.

-intenta dormir un poco mas si?- el Santo no dio ninguna señal de respuesta.

Sunrei se levanto de la cama, pero sintió como la mano de Shiryu la detenía. Volteo a verlo un poco confundida.

-Sunrei... te amo...

Ante esta confesión, Sunrei abrió los ojos como platos. Pensaba que nunca oiría esas palabras del Caballero del Dragón. Sintió un gran deseo de lanzarse a sus brazos de nuevo y llenarlo de besos por todas partes.

-yo también te amo Shiryu-le contesto dulcemente, lo beso de nuevo y se dirigió a la puerta.

Antes de salir completamente, asomo la cabeza para ver hacia ambos lados del pasillo, para cerciorarse de no encontrarse nadie. Después, con toda su ropa en los brazos, cruzo despacio la puerta de la habitación. Con cuidado la cerro, ya encontrándose en el pasillo.

En ese momento, escucho una voz femenina.

-¡¡Sunrei!

La chica se volteo tan asustada como si se tratara del mismo demonio. De la sorpresa, dejo caer unas cuantas ropas. El par de ojos que la observaban completamente asombrada eran los de Ellie.

-¡Ellie!... jejeje hola... bu... buenos días...- Sunrei no podía sentirse mas avergonzada. Su cabeza se torno completamente roja, mientras intentaba tranquilizar sus nervios y agarrando su ropa caída al suelo.

Ellie no podía pronunciar palabra alguna. Miro de arriba a bajo a la chica que se encontraba a escasos tres metros de distancia. Sunrei llevaba puesta una camisa blanca que le quedaba muy grande, por lo que pudo notar, no traía nada mas encima salvo la camisa; su cabello estaba agarrado en su usual trenza, solo que esta ves estaba hecha con prisa y algo alborotada; en sus brazos sostenía el vestido que había llevado ayer en la noche, al igual que los accesorios y demás.

Inmediatamente Ellie se dio cuenta de la situación tan comprometedora en la que se encontraba Sunrei: vestida de esa forma, saliendo de una de las habitaciones de uno de los santos; que rápidamente identifico como la del Santo del Dragón, a esas horas de la mañana, y no dudaba que esa camisa blanca fuera de Shiryu. Francamente no paso por su mente otra cosa que no fuera lo evidente que pudo a ver pasado en la habitación de ese caballero unas horas antes.

-Su... Sunrei... acaso tu y Shiryu... –Ellie permanecía con la boca abierta y sus mejillas se tornaron rojizas, sabiendo de sobra la respuesta.

-bu... bueno yo... – Sunrei parecía una manzana de lo roja que estaba. "¿Ahora que hago?".

-creo que no necesitas responderme verdad?- la chica rubia se llevo las manos a la cintura, dando una sonrisa, disfrutando de la escena.

-eh?

-ahora mismo te iba a buscar a tu habitación, pensé que se te había olvidado que nos ayudarías a hacer el desayuno a June y a mi, pero veo que tienes muy buenos motivos para haberlo olvidado- Ellie le guiño un ojo a su amiga.

-no lo olvide Ellie, es solo que...

-estabas tan a gusto que pensaste que podíamos esperarte un poco mas no?

-no claro que no-contesto Sunrei rápidamente y con las mejillas rojas.

-no te preocupes, estas perdonada. June esta muy ansiosa de saber como te fue anoche, pero creo que no hace falta que nos lo digas, puedo ver que te fue mmuuyy bien-dijo la chica rubia picaramente.

-por favor Ellie ya basta- Sunrei le suplico completamente avergonzada.

-lo siento, pero vas a tener que platicarnos todo con lujo de detalles de acuerdo?-Ellie se acerco a ella de prisa y la tomo de la mano para salir corriendo- vamos, hay que ir a tu habitación para que te vistas y mientras preparamos el desayuno nos cuentas cada detalle.

-¡¿detalles?¡- Sunrei sintió como era jalada en dirección a su cuarto. La palabra "detalles" la asustaba un poco.

Llegaron a su habitación y Sunrei se vistió y peino adecuadamente, mientras recordaba todo lo que había pasado en la madrugada. Como Shiryu le había explicado como se sintió ante el beso que ella le había dado estando ebria, su declaración, lo dulce que fue al momento de besarla y la hermosa sensación que sintió después al estar juntos. Su corazón rápidamente reacciono ante tales recuerdos.

Ellie la observo detenidamente. Los ojos de Sunrei mostraban tanta felicidad, brillaban radiantemente como el océano. Estaba muy contenta por su amiga, no la podía culpar de sentirse así. Ella también se encontraba enormemente feliz. Hyoga hizo algo que jamás pensó que hiciera, claro que antes de eso ella lo había besado primero, pero él respondió ansiosamente con otro beso, indicándole que sentía lo mismo por ella.

La chica rubia coloco su mano encima de la de Sunrei que estaba sostenida en la mesa.

-me alegro mucho por ti Sunrei- dijo Ellie con sinceridad.

-gracias Ellie- Sunrei le ofreció una sonrisa- por cierto, como te fue a ti con Hyoga?

-eh? Pues veras, me fue... bien- contesto bajando la cabeza y sonrojada.

-en serio? Puedo que ver que te fue mas que bien, que bueno Ellie...-dijo Sunrei inocentemente.

-pero no me fue tan bien como a ti-ambos rieron sonrojadamente.

-vamos! Hay que apresurarnos, June nos esta esperando en la cocina.

Terminando Sunrei de arreglarse, se dirigieron a la cocina, donde June las esperaba, ansiosa por saber y contar todo lo ocurrido.

-hola Sunrei buenos días!- saludo alegremente la amazonas al ver a las chicas llegando a la cocina.

-buenos días June!- contesto de igual manera. Sunrei se coloco un mantel blanco, lista para empezar a preparar el desayuno.

-y... que fue lo que te paso?...

-eh?... por que?...- contesto Sunrei nerviosamente. Sabia lo que le esperaba al tener que enfrentarse a Ellie y June, aunque Ellie ya lo sabia, no estaba segura de si decírselo a June también.

-por que llegaste tarde, tu no eres de las chicas que llegan tarde, siempre eres muy puntual, acaso sucedió algo malo?- dijo June preocupada.

-oh no claro que no, todo esta bien June no te preocupes- le contesto amablemente Sunrei con una sonrisa un tanto apenada. Realmente no había pasado nada malo, al contrario, algo muuuyyy bueno. Ahora que lo pensaba no tenia nada de que avergonzarse. Amaba a Shiryu con todo su corazón y seria capaz de dar la vida entera por él, así que le valía un reverendo cacahuate lo que los demás pensaran de ella.

-si, no te preocupes, todo esta perfectamente, verdad Sunrei?- dijo Ellie con una gran sonrisa y guiñándole un ojo a su amiga, mientras que Sunrei solo contesto con un leve "aja" y completamente roja.

June las miro confundida; algo interesante había pasado y ella definitivamente no tenia idea de lo que era. Decidió que lo mejor seria olvidar el asunto, tal ves las chicas no querían decirle aun lo que había sucedido; ya las interrogaría mas tarde. Por ahora, lo único que tenia en su cabeza era preparar o intentar preparar un delicioso desayuno para Shun, con la ayuda de Sunrei.

Poco a poco comenzaron a sacar los ingredientes de las estanterías y del refrigerador para hacer el desayuno de todos. Evidentemente las que mas necesitaban ayuda en todo este asunto de la cocina eran Ellie, que aunque tenia un poco mas de experiencia en ello, le faltaba practica, y June que sabia cocinar mas de lo que puede llegar a saber un pájaro.

Sunrei se encargaban de supervisar toda la cocina y les enseñaba todo lo que podía para que todo les saliera bien. La que tenia un poco mas de problemas era June, que por lo que pudo notar Sunrei, nunca había tocado una sartén en toda su vida. Así que le encargo cortar algunas frutas, indicándole como debía hacerlo sin cortarse y para que quedaran los pedazos de un tamaño correcto. Las chicas agradecieron eternamente que Sunrei tuviera tanta paciencia con ellas, de otro modo no serian capaces de hacer nada.

Cada quien estaba haciendo lo mejor que podía. Sunrei buscaba algunos ingredientes en la alacena, June "intentaba" cortar la fruta adecuadamente y Ellie estaba cocinando en la estufa de una manera muy distante. Su mente estaba definitivamente en otra parte mientras movía distraídamente los huevos en la sartén.

Su presencia, con ese aire de seguridad en si mismo, rebelde pero a la ves dulce y amable, tan impredecible, tan... simplemente encantador. Parecía que ahora todo le recordaba a él, simplemente no podía quitárselo de la cabeza. Su voz viril pero cálida, sus ojos, esa hermosa forma de mirarla y hacerla sentir insignificante, su cabello rubio, todo de él la hacia perder la razón, incluso su terquedad le encantaba; sus labios, ¡oh dios y esa manera de besar! Ese beso todavía lo podía saborear claramente en su boca, tan delicado y sensual a la ves. Como deseaba estar en sus brazos de nuevo, sentir su calor, su cuerpo junto al suyo y estar todo el tiempo que sea posible con él, con Hyoga. Era increíble como lo extrañaba desesperadamente, cuando con trabajo había pasado un día sin verle (por no decir que solo han pasado unas cuantas horas).

Ellie sonrió soñadoramente, mientras un rubor se apoderaba de su rostro. Los huevos que estaba supuestamente cocinando seguían intactos en el sartén.

June volteo su cabeza en dirección a Ellie, que se encontraba a su costado. Tenia la mirada perdida, al mismo tiempo que batía los huevo. Después llamo a Sunrei al notar lo que estaba pasando.

-Sunrei...- susurro June divertidamente y le indico con el dedo que viera a Ellie. Esta la miro extrañada. Al darse cuenta de los motivos de las risas de June, Sunrei también sonrió.

-eh... Ellie?... Ellie...- la chica de cabello negro intento llamar la atención de su amiga, con muy pocos resultados al principio- Ellie...- llamo por tercera vez.

-eh?... qué?... qué pasa Sunrei?...- por fin la joven rubia había reaccionado y miro a Sunrei, que la miraba con algo de inocencia y confusión, y June que tenia en su rostro una sonrisa, completamente divertida por la situación.

-eh... Ellie...- Sunrei poso sus ojos para observar el sartén en donde Ellie estaba cocinando, y tono algo muy peculiar- ¿por qué estas "cocinando" los huevos sin la estufa prendida?

La chica bajo la cabeza y miro el sartén. Los huevos seguían crudos. Bajó mas la vista y se dio cuenta que efectivamente, la estufa estaba apagada. Había estado todo ese tiempo batiendo los huevos sin utilizar el fuego. Inmediatamente su rostro adquirió un tono rojo, completamente avergonzada.

-aayy... lo... lo siento chicas... es que...yo... no... no me di cuenta...

-no te preocupes, solo que la próxima vez no vas a poder cocinar nada si no prendes la estufa primero, de acuerdo?- dijo Sunrei mientras se acercaba y prendía la estufa.

-en qué estabas pensando eh?- dijo June colocándose las manos en la cintura.

-en nada...- contesto Ellie nerviosa- eh... será mejor que... que nos demos prisa antes que Hyoga digo que los chicos despierte...-dijo colocándose de nuevo en posición, para ahora sí, cocinar los huevos como debe de ser.

June y Sunrei se miraron y comenzaron a reírse.

-si que le dio fuerte- le susurro June a la chica de pelo negro.

-y que me dices de ti?-le dijo de igual forma Sunrei- Shun tampoco se queda atrás verdad?

En respuesta, June sintió su rostro arder, indicando que se había sonrojado. Inmediatamente recordó lo que Shun le hizo sentir anoche. Sunrei tenia toda la razón, no lo había hecho nada mal.

-pues si... jejeje- rió nerviosa.

-no nos has dicho como te fue con Shun, June- dijo Sunrei con voz inocente.

-¡¡es verdad! No creas que te nos vas a escapar- esa fue Ellie, que al parecer, ya había despertado de su trance momentáneo. Ya había terminado de hacer su trabajo de cocina.

-bueno pues... me fue bien...- contesto con las mejillas rojas.

-que tan bien?- Ellie quería saber mas detalles. Sabia que Shun era de los muchachos que expresaban su amor al máximo, así que debía haber pasado algo mas que un simple "te amo". Estaba segura que el Caballero de Andrómeda había hecho todo lo posible por amar a June como solo él sabia hacerlo, con toda su alma y corazón.

-tan bien que... que me dijo que ME AMABA! –dijo con toda la felicidad y energía de la que una chica es capaz de transmitir cuando es correspondida por el hombre que ama.

-¡¡¿de verdad, me alegro tanto por ti June!-Sunrei no pudo aguantar la emoción y se lanzo a abrazar a la amazonas.

-¡¡¡yo me alegro por los dos! Ya era hora de que Shun se decidiera a hablar.

-pero, tu lo sabias Ellie?- June y Sunrei la miraron desconcertadas.

-si, Shun ya me había dicho antes- contesto Ellie con tranquilidad.

-¿¡y por que no me lo dijiste?- grito June indignada ante tal confesión. Si Ellie le hubiera dicho acerca de los sentimientos de Shun, ella se abría ahorrado tanto sufrimiento.

-por que no me correspondía a mi decírtelo, Shun tenia que decirte sus sentimientos personalmente, además, ¿hubieras preferido que yo te lo dijera en lugar de escucharlo de la propia voz de Shun?.

En eso Ellie tenia razón. June nunca olvidaría lo dulce que sonó la voz del Santo cuando le dijo que la amaba y la forma en la que la miro. Definitivamente no iba a ser lo mismo si Ellie se lo hubiera dicho en lugar de Shun.

-no...-contesto débilmente June con el rostro gacho.

-ves? Se cuanto amas a Shun, y me dolía mucho verte así de triste, pero me pareció injusto que yo te lo dijera en lugar de él- Ellie le dedico una dulce sonrisa sincera a su amiga-además, la espera valió la pena no?

-gracias Ellie...- dijo cálidamente June contestándole la sonrisa.

-bueno chicas, hay que terminar el desayuno antes que se nos haga tarde, tenemos mucho trabajo que hacer- Sunrei dijo animadamente, intentando volver a la tarea de hacer el desayuno. Le había prometido a su amado Shiryu hacerle un delicioso desayuno y no iba a defraudarlo.

-es verdad, hay que darnos prisa!

De inmediato reanudaron su trabajo de cocina, moviéndose de aquí para allá, escuchando las indicaciones de Sunrei.