Capitulo 12. Choque de Deseos.

El sonido seco de unos pasos se escuchaba en el pasillo que poco a poco se acercaban al comedor, donde los cuatro caballeros de Atena se encontraban sentados, esperando por su diosa para poder dar comienzo al desayuno que se mostraba ante ellos, preparado por las tres muchachas que en esos momentos residían en esa misma Mansión.

Los pasos se acercaban cada vez mas a su destino, haciendo que los chicos notaran algo fuera de lo común. No solamente se escuchaba un par de zancadas, sino dos. Eso solo podía indicar que la señorita en cuestión había sido invitada a pasar la mañana con ellos y que seguramente estaba siendo guiada por Saori.

Las hipótesis que cada uno se planteaba, fueron comprobadas cuando Saori entro al comedor, seguida de cerca por la mujer que hace unos segundos había causado un gran alboroto en el recibidor al gritarle a una de las doncellas.

La joven de ojos miel dio una sonrisa al aparecer delante de todos y de inmediato poso sus ojos en el hombre rubio de ojos azul hielo.

-¡señorita Odette!- Hyoga se levanto rápidamente de su asiento, demostrándose confundido y por demás sorprendido. Definitivamente no se esperaba verla.

-Hyoga?...-Ellie lo miro indignada como signo de protesta.

-la conoces?- pregunto Shun igual de confuso.

-si... si, la conocí anoche, en el baile...-contesto con un poco de debilidad. No sabia por que, pero esta situación le parecía no muy agradable. La presencia de esa chica le causaba algo de preocupación y aturdimiento.

-vaya, me halaga que te acuerdes de mi, Hyoga- Odette respondió con galantería.

-muchachos, ella es la señorita Odette Hidaka- dijo Saori educada mientras la señalaba con las manos- se quedara a desayunar con nosotros.

-mucho gusto en conocerlos a todos y ...- en ese momento Odette se percato de que, no solo estaban presentes los jóvenes, sino que tres señoritas que ella no conocía. Paso la mirada a cada una de ellas. Una chica de ojos azul pálido y cabello largo negro recogido en una trenza, la otra rubia de cabello largo también, solo que lo lucia suelto y la ultima, rubia de ojos negros.

Sus ojos se clavaron en la ultima chica. Al principio no la había reconocido, debido a que su cabello estaba recogido en forma de chongo. "Es esa chica..." pensó Odette alarmada.

Ellie sentía su rostro arder de vergüenza al notar que la miraba. Los ojos que tenia esa mujer parecían traspasarle el cuerpo como flechas. Bajo la cabeza para evitar seguir mirándola.

-ejem!... Hyoga, ya puedes sentarte...-dijo Seiya burlonamente.

-eh?... ah si... claro...-Hyoga tomo asiento mientras intentaba salir del trance en el que había permanecido. No se había dado cuenta que todavía estaba parado.

Seiya suspiro. "esta va a ser una larga mañana" pensó con resignación. Esa señorita definitivamente le daba mala espina y esperaba que él no fuera el único en darse cuenta de ello. Miro a Shiryu que se encontraba frente a él con expresión seria y las cejas tensas.

-Saori, no me dijiste que tenias visitas?-dijo tranquilamente Odette refiriéndose a las chicas en cuestión.

-oh lo siento Odette, se me olvido mencionar ese "pequeño" detalle, ¿espero que no te moleste?-dijo Saori, divirtiéndose con la expresión de Odette, que había abierto los ojos como platos de la impresión.

-no... no claro que no...-contesto forzosamente la joven de ojos miel.

-bueno, en ese caso, toma asiento por favor.

Odette se dirigió al asiento libre a lado de June, mientras que la diosa se sentaba en el extremo de la mesa. A su costado derecho se encontraba Seiya, seguido de Shiryu, Hyoga y Shun. A su costado izquierdo Sunrei, Ellie, June y Odette respectivamente.

-por favor, puedes comer lo que gustes- señalo Saori.

-muchas gracias Saori- dijo Odette, no muy segura de poder comer algo, después de darle un vistazo a la comida.

Todos comenzaron a comer tranquilamente sin tomarla en cuenta, mientras que Odette hacia un gran esfuerzo por llevarse algo de comida a la boca. Al hacerlo, rápidamente su expresión cambio.

-Saori, felicita al chef de mi parte, esta comida esta deliciosa- dijo animadamente.

-oh no tienes por que pedirme eso, puedes felicitarla tu misma-contesto con gran orgullo.

-felicitarla?-Odette se mostró confundida, no entendiendo lo que Saori quería decir.

-me refiero a que la creadora de este delicioso desayuno es esta señorita- señalo a Sunrei a su izquierda con una sonrisa, ocasionando que la joven se ruborizara levemente.

-oh, de verdad, jamás me lo hubiera imaginado, es decir, considerando la sencillez con la que fueron hechos-la chica utilizo un tono de voz no muy cordial.

-en realidad, no solo fui yo la que lo hizo, también June y Ellie me ayudaron-la voz dulce de Sunrei se escucho con timidez, dirigiendo su mirada a las dos jóvenes a su lado.

-querrás decir, con tu ayuda Sunrei-le corrigió June.

"ah si que así se llamaban" pensó divertida Odette. Intentaría no olvidar con facilidad esos nombres, especialmente el que pertenecía a la chica que le había robado a Hyoga la noche anterior, pero solo para estar segura, volvió a preguntar.

-tu eres Ellie, verdad?

-eh... si, así es- contesto con algo de timidez.

-así que, todas hicieron el desayuno, que amables pero, me disculparan de no comer mucho, es que, no estoy acostumbrada a probar comida tan sencilla y trivial- musito con cierta soberbia, mirando a las chicas a su lado con brillo en los ojos.

Sunrei bajo la miraba completamente avergonzada y con la cara roja. No era una experta cocinera, pero hacia todo lo posible por que le quedara bien. Revisaba todo el tiempo la comida para que no le faltara nada y poder agregarle los últimos toques, pero al parecer no era suficiente.

Shiryu hizo un sonido seco con los cubiertos pegándole al plato, sus dedos estaban apunto de doblar dicho instrumento debido a la fuerza que estaba suministrando.

-para que lo sepa, Sunrei siempre hace su mejor esfuerzo para cocinar y lo hace con todo su cariño- contesto con brusquedad June. Sabia que esa tipa no tenia nada bueno, desde el principio le había notado malas intenciones y ahora se daba cuenta.

-oh no te enojes querida, simplemente hice un comentario, no tenia intención de dañar a nadie- dijo Odette inocentemente.

-lo dudo...-susurro Seiya de mala gana mientras se llevaba un pedazo de fruta a la boca.

-y bueno... díganme, a que se dedican?- su cabeza giro en dirección a las chicas.

Shun y Hyoga intercambiaron miradas de soslayo. Esa tipa tenia algún problemas con las muchachas y eso francamente no les agradaba para nada. Tendrían que pasársela vigilándola todo el tiempo para ver que clase de comentarios hacia, que hasta ahora, no habían sido muy amables ni discretos.

-bueno... yo trabajo en un orfanato...-dijo Ellie con un poco de temor.

-de verdad! osea que estas rodeada de niños?- dijo Odette haciendo una actuación de interés y emoción.

-pues si...

-oh pobrecita, debe ser muy duro para ti, estar rodeada de niños todo el tiempo...

-en realidad, me gusta, me agradan los niños, crecí sin conocer a mis padres y ellos no me hacen sentir sola-contesto Ellie con alegría. Empezó a recordar a todos los niños que la había convencido de ir a donde estaba ahora, al igual que a Miho. Los comenzaba a extrañar.

-es decir que, eres huérfana también?-pregunto sorprendida por la declaración. No se esperaba que ella fuera una chica sin padres. Pero para ella no seria tan malo, ya que podría aprovecharse del asunto. Sonrió despectivamente ante el pensamiento.

-no solo ella...-contesto Hyoga rápidamente antes que Ellie pudiera hacerlo- todos nosotros somos huérfanos, nuestros padres murieron.

-oh... ya veo...pero el señor Mitsumasa Kido los adopto, no es así, así que, supongo que no podrían considerarse huérfanos ahora, a diferencia de ellas- Odette miro a las chicas con una sonrisa maligna, en especial a esa chica que Hyoga había elegido en lugar de ella- por que... ustedes también son huérfanas verdad?

-bueno si... pero...

-así que... es normal que una señorita de un lugar humilde que vive en un orfanato tenga que enseñarle a cocinar una simple campesina...-esto ultimo lo dijo refiriéndose a Sunrei, girando sus ojos miel hacia ella con una sonrisa malvada. La joven de cabello negro bajo la vista apenada, al igual que su compañera de al lado.

-¿campesina?...-Shiryu dijo irritado, no haciendo valido el rumbo que estaba tomando la conversación.

-si... me entere que la señorita Sunrei vive en el campo en China, en las cascadas de Rozan-dijo Odette sin darle mucha importancia.

-y supongo que también se habrá enterado de que June es también un Caballero Femenino, no es así?-dijo Shun en modo de alerta. Era una pequeña advertencia para evitar que Odette siguiera con sus declaraciones. La miro de una forma completamente seria.

-bueno... eso no lo sabia...-dijo preocupada- ustedes... también son Caballeros...

-si... lo somos...-contesto Seiya calmadamente, mostrándose orgulloso.

-son mis guardianes personales, Odette...-aclaro Saori dándole una sonrisa.

-ya lo se...-contesto ésta con rapidez.

-me alegro que lo sepas...-dijo la Diosa cerrando lo ojos y siguiendo con su tarea de comer.

La chica observo a Saori con recelo. En su opinión, no tenia por que haber invitado a estas chicas tan vulgares a pasar una temporada con ellos. Para ella, era algo insoportable tener que convivir con esa clase de gente, tan diferente. Pensaba que ya podría darles el toque de gracia.

-y dime Hyoga, tu no eres de aquí verdad?... de donde vienes?-Odette apoyo su cabeza en sus manos, mirando a Hyoga coquetamente.

-de Rusia... -contesto secamente éste sin mirarla y prestando mas atención a su desayuno.

- oh vaya!... tan lejos!... ya me había dado cuenta antes de eso; no es muy frecuente ver a un joven con tu color de ojos aquí en Japón-la chica intentaba capturar la atención del Caballero del Cisne, logrando que el chico alzara los ojos en señal de queja. Odette le sonrió ante la reacción de Hyoga.

-pero Odette... no has probado casi nada de tu desayuno...-Saori los interrumpió, queriendo evitar cualquier tragedia.

-no gracias, ya he probado lo suficiente para saber que no es muy buena-respondió con una sonrisa mezquina y alejando el plato frente a ella lentamente-no quiero arriesgarme a que me haga daño.

Se escucho el golpe seco de un vaso siendo aporreado fuertemente sobre la mesa, colocándolo en su lugar.

-¡sino le gusta puede irse a otra parte!-la voz potente de Shiryu se escucho seguido del golpe del vaso, que ya estaba vacío, de lo contrario habría salpicado a todos a su alrededor.

-¡¿Shiryu!-Seiya lo miro muy sorprendido por su reacción. No esperaba que fuera a comportarse de esa manera. El se caracterizaba por no enojarse fácilmente, y ahora demostraba todo lo opuesto, aunque era comprensible que se sintiera enojado después de tener que soportar a esa... víbora.

-con permiso... me retiro...-el Santo se levanto de su asiento, dando media vuelta para ir a su habitación. Si permanecía un segundo mas en ese lugar teniendo que aguantar a esa mujer, estallaría, así que prefirió no seguir escuchando mas estupideces de su parte.

Todos lo siguieron con la mirada, viendo como desaparecía detrás de la puerta.

Sunrei bajo la vista hacia el plato donde anteriormente había desayunado Shiryu. Estaba completamente vacío, cuando hace unos minutos estaba lleno de comida que ella había preparado para él. No pudo evitar sonreír dulcemente.

Seiya le dio un vistazo a el vaso de cristal que Shiryu golpeo contra la mesa. Pudo observar una pequeña cuarteadura. Su rostro se tenso y miro la puerta.

-te ruego que lo disculpes por favor, él no acostumbra comportarse de esa manera- Saori trato de pedir disculpas por parte de Shiryu, aunque no sabia por que lo estaba haciendo, ya que ella tenia tantas ganas como él de salir rápidamente de ese lugar.

-no te preocupes, no tiene importancia.

Intentando quitar o disminuir la presión en el comedor que había sido ocasionado, permanecieron en silencio durante un buen tiempo, dedicándose a terminar de comer, lo cual hicieron pronto.

Odette observaba con atención a Hyoga que se encontraba del otro lado de la mesa. Tenia los ojos cerrados y expresión neutral, lentamente se llevaba a la boca la poca comida que le quedaba en el plato. De ves en cuando entre abría los ojos para mirar la comida.

Definitivamente era un chico muy apuesto, aunque no era el único. Todos los ahí presentes, incluyendo a el que se había retirado, eran muy bien parecidos, pero éste chico le llamaba mas la atención en particular. No sabia cual era el motivo; tal ves por su personalidad, que lo hacia verse mas deseable aun a sus ojos. Este tipo de chicos eran los que mas disfrutaba ella, los que con mas ganas deseaba tener. Y esta, no seria la excepción. Solo por que una niña tonta había capturado mas su atención, eso no iba a ser un impedimento para que ella se acercara a él, eso se encargaría ella misma. Tenia que hacer que Hyoga se olvidara de ella. ¿Cómo podía escoger a una chica común y corriente, teniéndola a ella que era una joven de buena clase, hermosa y con dinero?.

Poso sus ojos miel en la chica rubia y en sus labios se formo una sonrisa.

-Ellie... te llamas Ellie verdad?- se dirigió a la joven que la miro con atención.

-si...-dijo Ellie, no muy segura de contestar.

Tan pronto Hyoga escucho la voz de Odette hablándole a Ellie, su cabeza se levanto en son de alerta. Sintió como su estomago se revolvía, indicándole que no seria nada bueno lo que a continuación iba a suceder. "¿Qué problema tiene esta mujer con ella?" pensó el Caballero con enojo.

-platícame, ¿cuando piensas regresar al orfanato donde vives?

-bueno... aun no lo se, me preocupan un poco los niños, así que...

-se quedara un tiempo mas...-Ellie no pudo terminar la frase, ya que Hyoga lo había hecho por ella.

Odette y Ellie miraron a Hyoga con asombro mientras que el chico solo le devolvía la mirada a una de ellas, a Ellie; le sonrió tiernamente. La rubia se sonrojo levemente.

-Ellie se quedara por que saldrá conmigo esta noche-concluyo el Santo tranquilamente.

Los ojos de ambas chicas se agrandaron de la sorpresa, ante las miradas de los demás.

Seiya por poco rompe en aplausos de la emoción después de a ver visto la cara que puso Odette, que demostraba no solo su sorpresa, sino su desaprobación y hasta pudo notar cierta palidez en su ya pálido rostro. Saori solamente sonrió emocionada por la declaración de su Caballero, que no podía haber sino en mejor momento.

-ha... hablas en serio Hyoga?-preguntó con nerviosismo Ellie.

-por supuesto que si...-contesto Hyoga con seguridad.

Después de presenciar aquel espectáculo, que francamente no le había agradado en lo absoluto, no podía quedarse con los brazos cruzados, mientras veía como Ellie se sonrojaba ante la mirada de Hyoga que le estaba indicando que no podía haber hablado mas en serio. Tenia que detener esa relación a como de lugar. No iba a darse por vencida tan fácilmente. Ese hermoso chico rubio tenia que fijarse en ella costara lo que costara, así tuviera que mover viento y marea para conseguirlo.

El desayuno por fin había terminado, pero no con la esperanza de no volver a ver a esa señorita de nuevo. En un intento desesperado de permanecer mas tiempo en la Mansión, invento excusas sobre que su vuelo se había pospuesto para el día de mañana. Saori no tuvo mas remedio que invitarla a pasar la noche ahí, ya que no podía dejarla irse a un hotel. Así que pidió a las doncellas que arreglara una habitación adecuada para ella.

-¿¡No puedo creerlo?- grito Seiya con irritación-¡Esa tipa se quedara! ¡¿en qué estará pensando Saori al invitarla a quedarse aquí!

-no podemos hacer nada al respecto Seiya-dijo Shun intentado bajar el enojo a Seiya que recorría toda su habitación sin detenerse.

-lo único que podemos hacer es tratarla con respeto, aunque dudo poder hacerlo si sigue con esa altanería- dijo Shiryu que se encontraba sentado en la cama con los brazos cruzados. Todavía recordaba la forma en que se había dirigido a Sunrei, con una superioridad exasperante.

-solo espero que no se quede mucho tiempo, sino no pobre soportarlo.

-esperemos que nada mas se quede esta noche.

La tarde transcurrió normalmente, sin que los chicos pudieran verle la cara a la susodicha. Eso los dejaba mas calmados, ya que no tendrían que soportarla y si quería mantener buenas relaciones con ellos, seria mejor que se mantuviera a cierta distancia. Pero desafortunadamente no se iba a mantener esa tranquilidad por mucho tiempo.