ENGRANES DE GUERRA
CAPÍTULO SIETE: UNA MANO LAVA LA OTRA
Les volví a dar un latigazo a los Bloodmounts que impulsaban mi carroza siéndome imposible no descargar parte de la enorme ira que me estaba quemando por dentro al tener, de nuevo en mis narices, a él… a Gork, ese maldito hijo de la gran…
Desde hace mucho tiempo que no oigo su nombre ser pronunciado, pero a pesar de los años que han pasado desde la última vez que lo oí sigue despertando esa faceta de mí que solo sale cuando en verdad estoy perdiendo los estribos o cuando alguien hace algo que me enfurece de verdad y que me hace tirar por la borda mi temple y cualquier tipo de pensamiento prudente que me ha permitido conservar la compostura aún en situaciones que acabarían con la cordura de cualquier otra persona.
¡PERO MALDITA SEA! En serio tuve que hacer el esfuerzo titánico de no ir a atacarlo cuando lo oí hablar con los otros Locust o cuando lo tuve a tiro al tener el rifle de Zach para así hacerle un agujero a su dura cabeza que solo piensa en las formas más horribles posibles de matar a cuánto humano tenga la desgracia de cruzársele en el camino.
Cuando lo vuelva a tener ante mí, ajustaremos cuentas como es debido y lo mataré viéndolo directamente a los ojos para que a través de mí viva el sufrimiento que le ha causado a tantos inocentes aun si para eso tenga que usar solamente mis propias manos siendo seguramente mi objetivo final en esta vida y la mayor labor que el destino me ha tenido guardada, ¡Y no fallaré al momento de llevarla a cabo!
-¡LIAM, CUIDADO!- me gritó Clyde porque estuve tan cegado por la ira que no me di cuenta de que estaba dirigiéndome a un enorme agujero en el suelo que fácilmente podría tragarse a un tanque de guerra.
Por lo que jalando con todas mis fuerzas las riendas hice que los Bloodmounts se desviaran a la derecha tan bruscamente que mi carroza casi se volcó si no fuera porque Lincoln al estar a mi lado hizo que la suya chocase contra mi costado derecho enderezándola y que todos los ocupantes de ambas jaulas se golpeasen duramente entre sí.
-¡Gracias, Link!- bastó para quitarme algo de esa ira y pudiera dedicarle una sonrisa -¡Zach, Stella, ya vamos a pasar por ustedes! ¿Están listos?- los llamé al ver que estábamos cerca de la gasolinera en dónde los habíamos dejado.
-"¡Estamos más que listos! Y a buena hora, porque parece que esos pendejos vienen tras ustedes" oí un rugido de bestia no perteneciente a nuestros transportes, sino de parte de Lincoln.
-¡Entonces prepárense para saltar una vez que pasemos bajo su posición!- luego de que Clyde les dijera esto oímos el también inconfundible sonido de disparos acercándose a nosotros.
-¡ACELEREN, PUTAS, ACELEREN!- continuando golpeando sin piedad alguna a sus Bloodmounts, Lincoln se puso al frente de la caravana no importándole que si seguía así podría descarrilarse en cualquier momento.
Al pasar por la gasolinera y debido a que no podíamos mermar la velocidad, Stella salto desde el techo cayendo con admirable sincronización encima de su carroza. Pude notar como Zach dudaba en hacer lo mismo, por lo que tuve que bajar lo más posible la marcha para que se animara a hacerlo y así lo hizo luego de gritar como si fuese un niño chiquito.
Lo que causó que nos quedásemos un poco atrás del convoy.
-¡AHÍ VIENEN ESAS COSAS!- avisó Dipper antes de que una balas dieran contra los barrotes de las jaulas casi dándoles a las personas en su interior.
Me asomé ligeramente para ver hacia atrás notando como cinco de esos imbéciles montados en Bloodmounts se nos acercaban rápidamente no dispuestos a dejarnos huir tan fácilmente como si fueran perros de caza tras una desdichada liebre.
Escapar así como así sin mayor problema era demasiado bueno para ser verdad.
-¡Stanley, niños y los demás supervivientes, todos agáchense y échense pecho tierra en las carrozas para que no salgan heridos! ¡Zach y Stella, intenten deshacerse de esos pendejos!- ordenó Link e hizo que su carroza saltase por encima de una gran grieta en su camino.
Aunque no podía ver lo que sucedía a mis espaldas, no me costaba trabajo imaginarme a Zach y Stella aún sobre las carrozas abriendo fuego contra nuestros perseguidores tratando de abatirnos pero no pudiendo darles bien debido al movimiento.
¡Debíamos perderlos de alguna forma!
-¡STELLA, ZACH, AGÁCHENSE, AGÁCHENSE!- gritaba Clyde porque íbamos a pasar por debajo de un edificio caído que solo dejaba un espacio apenas lo suficientemente grande para que las carrozas pudieran pasar por debajo suyo.
Tuve que orar para que pudiésemos movernos por ahí sin mayor problema y por suerte nuestra nueva compañera se agachó justo a tiempo cuando Lincoln pasó por ahí abajo, lo mismo hizo Zach aunque fue un poco más lento que ella al reaccionar casi dándose de cara contra la edificación y seguíamos siendo los que estábamos más atrás casi teniendo a esos monstruos respirándonos en las nucas.
-¡Zach, Stella, lánceles granadas de fragmentación para deshacernos de ellos!- recomendó Clyde.
Por suerte al haber caído al río no dañó esos explosivos y los que lanzó mi prepotente amigo de espíritu entusiasta logró tumbar a dos de esos Bloodmounts que cayeron de bruces al piso aplastando a sus jinetes como caballos a los que de repente les cortan las patas delanteras en pleno galope, pero los tres que quedaban lograron posicionarse a nuestros costados, uno a mi izquierda y los otros dos a la derecha.
Desenfundando rápidamente mi pistola Boltok pude tumbar de unos dos tiros al Dron que estaba por babor, pero su Bloodmount arremetió contra mí golpeando el lugar en dónde estoy sentado casi haciéndome caer y perdiese el control de la carroza. Debido a lo cerca que estaba le pude despedazar la cabeza de un disparo con mi escopeta recortada.
Pero otra embestida ahora por estribor de nuevo casi me tumbó y sorpresivamente el jinete del monstruo que me golpeó brincó para caer encima de mí, revelando otra vez la falta de auto-preservación que estos idiotas poseen, para ahorcarme con ambas manos mientras me rugía sin darse cuenta de que aún tenía mi arma. Solo me limité a colocar el extremo de esta contra su abdomen y jalar el catillo.
-¡BOWN!- el disparo literalmente lo partió en dos y la mitad superior de su cuerpo cayó por la izquierda y la inferior por la derecha y así me pude incorporar estando todo cubierto de su sangre y órganos para tomar las riendas y que las bestias bajo mi mando no se salieran de control.
-¡Ya maten a esas larvas de una puta vez!- exigió el "risueño" Stan porque el jinete que quedaba siguió abriendo juego, hasta que Lincoln volvió a acercarse a mí y con la mirada me dijo que hacer y eso era juntar las carrozas para aplastarlo como un par de manos matando a una molesta mosca.
-¡Sí, acabaron con todos!- celebró Mabel porque ya no quedaban más de esos perros sarnosos.
-Ya se estaban demorando- lejos de molestarme por la ingratitud del viejito, pude permitirme soltar otra pequeña risa que me quitó cualquier remanente de ese mal humor que tenía hace unos instantes.
-Se dice: "gracias por salvar mi pobre y miserable vida" momia viviente. No siempre vamos a estar cerca para salvar tu viejo culo arrugado- tanto esos mellizos, como varios de los sobrevivientes y nosotros reíamos a carcajadas por el reproche que Zach le dedicó.
Alivio cómico de ese estilo luego de una situación tensa siempre es bienvenido.
(…)
Nos refugiamos en el garaje de un edificio abandonado en donde pudieron caber las tres carrozas y revisamos a los sobrevivientes. Gracias al cielo que no resultaron heridos en la persecución, pero los que ya estaban lastimados antes de rescatarlos seguían en un delicado estado.
-Les recomendamos que vayan a las Barricadas del Norte. Las heridas de muchos de ustedes son de una gravedad tan grande que no sobrevivirán sin la atención adecuada- sugería Clyde cuando los revisamos.
-Ya les había dicho a ustedes antes que primero muerto como un hombre libre que vivir bajo el mandato de la CGO. No esperen que vaya a suplicarles llorando a los suyos para que nos den asilo- gruñí por la terquedad del "amigable" Stanley, ¿No piensa acaso en el bienestar de sus nietos?
-Tal vez usted no esté muy dispuesto, pero, ¿Qué dice los demás?- esperaba a que el resto tuviese más sentido común que él.
-Ni de broma iríamos a pedirle ayuda a ese inmundo gobierno fascista que trata a su gente como basura. Así que tampoco esperen de nuestra parte que los míos y yo nos entreguemos en bandeja de plata para que hagan con nosotros lo que deseen- dijo un hombre alto y corpulento poseedor de una barba de una semana y que usaba… ¿Una camiseta rosada con una estrella en el pecho?
-¿Seguro, Steven?- le preguntó una mujer alta, pálida y muy delgada que tenía una rara marca en la frente que casi parecía una gema y cuya pierna izquierda vendada expulsa sangre.
-Totalmente seguro, Perla. No necesitamos de la caridad de esos imbéciles para sobrevivir- comencé a preguntarme que tanto mal les habrá hecho al CGO para que también nos detesten.
-Dudo que Granate estuviese muy de acuerdo con eso- habló ahora otra mujer algo chaparra, pero gruesa en total contraste con la primera, y de un raro pelo teñido de morado sucio y desgastado al igual que sus prendas.
-Pues ella ya no está con nosotros justamente por culpa de la "divina intervención" de la CGO. ¿Tan fácil se te ha olvidado lo que hemos y a quiénes perdimos por su culpa, Amatista?- la mujer de pelo morado desvió la mirada rascándose el brazo derecho, la otra le puso una mano en el hombro tratando de reconfortarla con una amigable sonrisa.
Creo que puedo hacerme más o menos una idea de la historia tras estos sobrevivientes.
-Eso me recuerda… ¿Qué hacían ustedes en ese centro comercial? ¿No nos habían dicho que iban a buscar refugio y abastecerse en un campamento de sobrevivientes cerca de las Barricadas del Norte?- quería saber Link con la intención de cambiar el tema y que no se formaran roces entre ellos y nosotros.
-Pues justamente cuando ellos vinieron a mi campamento Beach Star en donde los iba a ayudar gustoso, se produjo una de esas malditas batallas entre la CGO y los Locust que dejó al descubierto nuestra ubicación por lo que tuvimos que abandonar, otra vez, nuestro refugio siendo perseguidos por esos malditos animales hasta ese centro comercial en donde murieron la mayoría de nosotros. Gracias de nuevo por hacer más amenas y fáciles nuestras vidas.
Cuando ese tal Steven nos explicó eso, nos vimos mutuamente sabiendo muy bien que esa batalla fue generada por Diana y sus soldados cuyo objetivo era generar una distracción tan grande que todos los Locust en la zona fuesen allá dejándonos el camino libre, al menos, en teoría.
Sí, continuamos sumando puntos para que más desdichados sobrevivientes nos aborrezcan y estén cada vez menos dispuestos a ayudarnos cuando seamos nosotros los que estemos colgando de un hilo sobre un abismo del que nunca podremos salir.
¿En serio somos nosotros los "buenos" del cuento? Porque maniobras como esas que causan más mal que bien ponen en duda sobre quién es el verdadero malo del paseo.
Vi a un muy triste Bill acercarse a Dipper y frotar su cara contra su aún lastimada pierna para que él lo acariciaba. Me pregunto también cuántos animales inocentes se vieron perjudicados por eso.
-Diana…- oí este susurro de preocupación por parte de Link que se rascó la nuca desesperado. Espero que su preocupación por ella no le haga actuar más irracionalmente de lo que ya lo hace.
-Lincoln…- Clyde le puso una mano en el hombro dedicándole lo más cercano a una expresión de angustia y pesar, gesto que él le agradeció con la mirada -sé que ella te preocupa, pero es hora de avanzar. Ya pusimos a salvo a estos sobrevivientes, tenemos que ayudar a Chandler y evitar que los Locust se apoderen de las Bombas de Masa Ligera.
-Sí, sí. Está bien, está bien. ¿Esos idiotas siguen en el mismo lugar, Stella?
-Al parecer sí, Sargento Loud. No se han movido de su posición- afirmó ella mirando el radar -pero ahora estamos más lejos de lo que estábamos antes de rescatar a estos sobrevivientes- pude apreciar cierto tono de desagrado en su voz cuando dijo esto último, seguramente molesta y ofuscada por la ingratitud que recibíamos por partes de ellos.
Y eso que en realidad no ha lidiado con unos supervivientes verdaderamente malagradecidos.
-Entonces vámonos, chicos. Ustedes procuren cuidarse y evitar lo más posible a los Locust, ¿Entendido?- Lincoln se acercó a Mabel y le palmeó la cabeza.
-Y también a los tuyos, no lo olvides- miró hoscamente a Steven cuando dijo esto.
-Procura seguir guiándolos por el camino correcto, amiguito- yo me acerqué a Bill para acariciarlo y que él ladrase alegre para lamerme la cara -espero que nuestro próximo encuentro sea en situaciones un poco más amistosas- comenzó a agitar la cola entusiasmado.
-Si es que hay una "próxima vez" para nosotros- esta vez no pude evitar molestarme por lo que dijo el viejo Stanley, pero eso pareció causarles gracia a sus nietos.
Ellos y los demás sobrevivientes se fueron en dos de las carrozas diciendo que van al campamento de un "Gran Tío" y nosotros iríamos al sureste en la que quedaba para llegar más rápido.
Espero que lleguemos a tiempo antes de que Gork y los demás Locust vayan y compliquen aún más la situación porque por más ganas que tenga de ajustar cuentas con él, también debo tomar en cuenta que el futuro de la humanidad está en nuestras manos y no puedo permitir que mis deseos de venganza nublen mi juicio (Ni que me llamase Lincoln Loud, je, je)
-Liam, espera- me detuvo Clyde antes de que subiéramos a la carroza en dónde ya estaba Link, Zach y Stella que parecían estar hablando de algo.
-¿Qué pasa?- fue inevitable que le hablase algo rudo porque aún recuerdo como él insinuó que dejásemos abandonados a su suerte a los gemelos y demás sobrevivientes; una actitud tan poco altruista con la que he tenido muchos choques en el pasado.
-Es sobre lo que esos monstruos hablaron antes de que rescatásemos a esas personas. No sé si solo lo escuché yo, pero el líder de ellos dijo algo sobre entregarles las BML al "General" de ellos. Sabes a quién se refieren, ¿Verdad?
¿General? ¿General de Locust? Cielos santos… de entre todos esos engendros solo hay uno al que ellos llaman de ese modo. No pude oír bien toda la charla que ellos tuvieron debido a que tuve que usar cada gota de autocontrol para no atacar a Gork, pero si lo que Clyde dijo es verdad…
¡MIS PEORES PESADILLAS SE HARÍAN REALIDAD! Porque ese presentimiento que tuve sobre que los Locust querían apoderarse de las Bombas de Masa Ligera y usarla para sus propios fines no solo estuvo totalmente en lo cierto, sino que si caen en las manos de ese individuo…
¡DIOS NOS PROTEJA!
-Parece que Lincoln no oyó toda la charla de ellos, pero existe la posibilidad de que nos topemos con el líder de la Horda Locust por lo que necesito que estés pendiente de él y lo contengas en caso de que ocurra el peor de los casos. ¿Podrás?
-Claro que sí… espero- froté mi quijada al recordar esos lapsus en dónde la escasa cordura de Link se va al caño y él pues… mejor ni me pongo a pensar en eso ahora.
-¿Liam, Clyde? ¿Qué están haciendo? ¡Vamos ya a ayudar a esos pendejos antes de que los terminen de joder!- apuró Zach estando adentro de la jaula-carroza con Lincoln y Stella.
Sin demora tomé las riendas y les volví a dar con el látigo a los Bloodmounts no sin antes dedicarle una última mirada al camino que Mabel, Dipper y los demás tomaron y oré para que el destino nos permita tener esa "próxima vez" sin que ellos o nosotros estemos corriendo un peligro mortal como nos ha pasado en nuestros encuentros hasta ahora.
(…)
Mientras más nos acercábamos a la zona sureste de esta ciudad, más fuerte se hacía el sonido generado por armas cuyo fin es cegar las vidas de las personas igual a como paso cuando acudimos al rescate de esos supervivientes.
Según el radar de Stella estábamos a unos doscientos metros de distancia de esos charlatanes, así que dejamos a un lado la carroza y proseguimos a pie ahora subiendo por un edificio de cuatro pisos para admirar lo que fuéramos a enfrentar a continuación.
Para nuestro horror vimos un batallón de al menos cien Drones disparando hacia la entrada de un túnel estando acompañados por varios Boomers, Maulers, Grinders e incluso Reavers y unos cinco Corpsers que formaban un muro por lo cerca que estaban entre sí impidiendo cualquier ruta de escape por como colocaban sus enormes patas delante de ellos.
Se nota que en verdad están dispuestos a dar todo con tal de quedarse con esos explosivos. Pero noté que cuando algunos Locust intentaban ingresar al túnel enseguida eran despedazados por una lluvia de balas que los reducían a carne molida, ni siquiera los Maulers y demás variantes Boomers podían avanzar más allá de unos pasos antes de volverse puré.
Solo la potencia de fuego de ametralladoras pesadas Vulcan podían generar tal daño, lo que significaba una sola cosa:
-¿Chandler? ¿Chandler, estás ahí pedazo de idiota? Soy yo, Lincoln, junto con el Escuadrón Serpiente que ha venido a salvarte el culo. Responde, gran pendejo- tratamos de hacer contacto.
-"… ¿Qué? ¡¿En serio eres tú, Larry?!"- por fin pudimos oír su voz luego de eternos segundos de angustia -"¡NUNCA PENSÉ ALEGRARME TANTO EN OÍR TU VOZ! ¡¿Por qué diablos se demoraron en venir a ayudarnos?!"- Lincoln cerró los ojos reuniendo paciencia para no contestarle como se lo merece ese maldito ingrato.
-Digamos que nosotros también hemos tenido nuestros propios problemas, jodido marica. ¿Cómo están ustedes y las Bombas de Masa Ligera? ¿No les ha pasado nada?
-¿Y han podido establecer contacto con el cuartel general?- quiso saber ahora Clyde.
-"Las Bombas y el camión que las lleva están bien y están detrás de nuestro tanque, pero a este ya no le funciona el cañón y se le reventó una de las ruedas traseras por lo que ya no podemos moverlo y solo contamos con nuestras armas de mano y las ametralladoras para mantener a raya a esos malditos monstruos"- Link suspiro aliviado pasándose una mano por el pelo.
-"No sabemos por cuánto más nos durarán las municiones e intentamos varias veces contactar con la base pero no hemos obtenido respuesta alguna, ¡Deben sacarnos de aquí cuanto antes!"- terminó por suplicarnos justo cuando uno de esos Boomers disparó su lanzamisiles al interior del túnel generando un estallido -"¡RÁPIDO ANTES DE QUE NOS MATEN!"
-Resiste, grandísimo estúpido. Ahora mismo los sacamos de ese jodido agujero.
-¿Cómo sacaremos de ahí al Teniente Chandler y los que custodian las Bombas?- quiso saber Stella luego de estar observando el escenario con sus binoculares, a lo que él sonrió con mucha malicia.
-Tú ya tienes la respuesta en tus manos. Solo debemos acercarnos lo suficiente para que los rostices como a los demás, así que vayamos allá.
-Siempre y cuando haya cielo despejado y un satélite disponible para poder usar el Martillo del Alba sin complicaciones.
Normalmente miraría con reproche a Clyde por esos comentarios para nada alentadores, pero esta vez le tuve que dar la razón porque algo me decía que las cosas no iban a ser tan fáciles en esta ocasión.
Espero estar equivocado y que ese mal presentimiento que me eriza los pelos sea solo delirios.
Dejamos a Zach sobre la azotea de otro edificio para que nos cubriera y de nuevo mis otros dos amigos y yo iríamos al frente teniendo ahora la compañía de nuestra colega acercándonos por el lado derecho del túnel al rodear con cuidado a los Locust mientras les decíamos a Chandler que estuviera listo para salir de ahí y nos dijo que el otro extremo del túnel estaba bloqueado por lo que no tienen otra ruta de escape.
-¿Puedes apuntarles desde aquí, Stella?- le pregunté al estar a unos cincuenta metros de distancia de esas enormes bestias y de ese batallón de Drones que parecían divertirse con el horror que generan en los corazones de los que están dentro de ese lugar creyendo que los tienen acorralados sin posibilidad de escapar.
-Claro que sí. Solo necesito que el satélite más cercano a nuestra posición se alinee justo debajo de nosotros para acabar con todos ellos- respondió al hacerle unos ajustes al Martillo mientras les apuntaba a ese grupo de demonios desalmados.
-Magnífico. Chandler, escucha bien cobarde inútil, vamos a destruir a los Locust con el Martillo del Alba así que váyanse preparando para salir de ese inmundo agujero, ¿Comprendido?- indicó Link.
-Ahora, Stella, manda de nuevo al Infierno a esas putas inmundas en tres… dos… uno, ¡YA!
El potente rayo de esa arma de destrucción masiva que por lo general causa más problemas que soluciones cayó sobre uno de los Corpsers que estaba custodiando el lado izquierdo del túnel generándole quemaduras peores que las que tendría un humano que es golpeado por un lanzallamas y gritase agonizante hasta estallar en miles de pedazos carbonizados.
La descarga de energía luego de haber derrumbado al batallón lentamente pasó por encima de los demás Corpsers y de los Reavers, que ni tuvieron tiempo de irse volando, también destruyéndolos y quedasen reducidos a menos que trozos de carne rostizada creando una intensa y apestosa humareda que hasta para mí resultaba de lo más repulsivo, pero para Lincoln en cuyos ojos se reflejaron las llamas generadas por eso… resultaba ser el aroma más dulce.
-¿Qué pasa, Stella? ¿Por qué te detienes?- quiso saber porque de repente el rayo desapareció dando vistazo al maltratado terreno y a los Locust que no murieron o resultaron gravemente heridos.
-Unas intensas nubes bloquearon la señal del satélite. Necesito que el cielo se despeje para volver a usarlo.
-Ya veo. Ahora escucha, Chandler, hemos acabado con los Corpsers y Reavers por lo que vete preparando para salir de ahí cuando hayamos acabado con el resto de…
-¡POM!- guardó silencio cuando oímos el inconfundible sonido del disparo de un rifle de alto poder y vimos como el arma en las manos de Stella fue despedazada.
-¡FRANCOTIRADOR, TODOS AGÁ…!- enseguida me agaché poniéndome a cubierto pero un nuevo tiro resonó y literalmente sentí como la muerte respiró en mi nuca fallando por milímetros.
-¡HAHA!- pero no era yo su objetivo, sino nuestra compañera que recibió ese disparo en la cabeza justo cuando también se disponía a ponerse a cubierto cayendo bocabajo al suelo.
-¡NO!- Lincoln la tomó y jaló apegándola a nuestra cobertura justo antes de que otro tiro le diera cargándola sobre su regazo, como lo haría alguien que sostiene a un ser querido que es lastimado.
Para él, que ella muera ahora mismo es como si volviera a perder a... ¡MALDICIÓN!
-Mi cabeza…- increíblemente ella sigue viva porque fue su casco de Guardia Ónix la que recibió casi toda la potencia del disparo quedando destruido por completo del lado derecho.
-Me alegra ver que estés bien Ron… soldada- olvidó por un instante la posición en la que estábamos al dirigirle una pequeña sonrisa hasta que otro disparo también le rozó el cabello.
-¡ACABEN CON ESOS HOMÍNIDOS!- una voz algo aguda que viajó en el viento hizo que los Locust que no fueron heridos de muerte se incorporaran y dispararan en nuestra dirección.
-Clyde… ¿Oíste eso? ¡¿RECONOCES ESA VOZ?!- siendo tan propio de su persona, el semblante de Lincoln cambió rápidamente a uno agresivo y asomó un poco la cabeza sin importarle acabar con un agujero en la cabeza hasta que le obligué a agacharse.
-¡SÍ, SÍ, LA RECONOZCO PERO NO ENCUENTRO A SU DUEÑO!- arrimándose por su lado, nuestro camarada de pocos ánimos intentó hallar al responsable sin éxito alguno.
Esa no es la voz del General de estos diablos chupa almas y mucho menos la de Gork, pero se me hace ligeramente familiar y por la expresión de ira, más intensa de lo normal que Lincoln ahora posee, es todo lo que necesito para saber qué se trata de uno de los factores que contribuyeron a que perdiese todo lo que más amaba en la vida.
Y no estábamos en la mejor posición para que ajustase cuentas pendientes.
-"¡¿Qué está pasando, chicos?! El resto de ese batallón se dirige a ustedes, ¡¿Qué esperan para destruirlos con el Martillo?!"- nos habló Zach muy desesperado.
-¡Perdimos el Martillo del Alba y no podemos movernos de nuestra posición por culpa de un francotirador Locust! ¿Puedes encontrarlo?- solicité intentando localizar a ese individuo.
-"¡NO VEO A NADIE!"- cerré los ojos conteniendo un grito de cólera porque volvíamos a estar contra la espada y la pared.
-¡Chandler, los Locust que quedan están distraídos y descuidaron el túnel así que aprovecha y huye con las Bombas!- apresuró Clyde siendo lo suficientemente astuto para aprovechar el momento en poner a salvo esos artefactos y que de ese modo los Locust que quedaban desviarían su atención de nosotros teniendo más oportunidades de salirnos de este predicamento.
En solo unos pocos segundos el camión que contiene las Bombas salió disparado del túnel pasando por encima de los cadáveres y restos Locust y del terreno destruido consiguiendo que los que quedaron vivos le prestaran toda su atención y abrieran fuego intentando detenerlos pero ya se había alejado demasiado.
Solo contábamos con un momento antes de que nuevamente se enfocaran en nosotros, por lo que debíamos pensar también en algo para que huyéramos. Vi que cerca de la ruta por la que nosotros llegamos hasta aquí colgaba una endeble pared que podría caerse con el daño adecuado, así que fue mi turno para improvisar alguna estrategia de supervivencia.
-¡Clyde, arroja una granada de humo en nuestra posición actual y otras en esa dirección!- le pedí apuntando a una ruta opuesta por la que llegamos aquí.
-¡¿Por qué?!- no entendió el motivo de mi petición y cerró el ojo porque un tiro de ese mismo francotirador pasó otra vez cerca de nosotros.
-¡Hazlo solamente!- exigí sacando a la vez una granada de fragmentación.
Renuente, pero sin mayor alternativa hizo lo pedido y tiró una granada de humo en el lugar en el que estamos ahora mismo y luego otras hacia dónde le pedí. Mi plan consiste en hacerle creer a los Locust que intentaríamos huir por esa dirección para que enfocaran sus disparos ahí y con suerte el francotirador de ellos también caería en la trampa.
-¡Muévanse ahora que están distraídos!
Apuré a mis amigos porque los Locust mordieron el anzuelo y cuando Lincoln ayudó a Stella a moverse arrojé al aire mi granada en dirección a ese débil muro disparándole para que estallara y la derrumbara bloqueando tanto la visión del francotirador como el camino que usamos para que así no pudieran seguirnos.
-¡Zach, deja tu posición y regresa con los Bloodmounts! ¡Chandler, no te alejes demasiado o no podremos escoltarte y de nuevo te las deberás arreglar solo!- dijo Lincoln por los comunicadores -¿Chandler? ¡CHANDLER, RESPONDE HIJO DE PUTA ESTÚPIDO!
-Se están volviendo alejar de nosotros…- avisó Stella adolorida ya no usando su casco dañado y mirando su radar.
-Ese jodido marica nunca va a aprender… ¡Alcancémoslos antes de que los vuelvan a acorralar!
Al regresar a los Bloodmounts nos pusimos en marcha para ir tras ellos dejando totalmente atrás a esos desgraciados que sin sus propias bestias para desplazarse no nos podrán alcanzar.
-Chandler, si me estás escuchando gran pendejo, detente ahora mismo y deja de avanzar. ¡¿Otra vez quieres lidiar solo contra oleada tras oleada de esos malditos monstruos?!- siguió tratando de persuadirlo Link ofuscado por no recibir respuesta inmediata.
-Parece que esta vez pudo escucharlo, Sargento Loud. Se han detenido a unos 3 kilómetros al oeste de nuestra posición actual- soltamos un gemido de alivio por el informe de Stella.
-Espero que sea así. Si puedes escucharnos, maricotas, quédate en tu posición y no hagas nada hasta que lleguemos hasta dónde estás. No nos demoramos.
-Ya quiero ver la cara que esos huevones van a poner cuando vean que unos "Gears de segunda" como nosotros tuvieron que salvar sus prepotente culos Ónix- río Zach hasta que notó la mirada de reproche que le dedicó Stella -¡Eh, eh, eh! No me refería a ti, linda. Tú eres muy hábil al momento de patear traseros Locust, ¡No eres una habladora como los demás Guardias Ónix! En serio demuestras ser merecedora de ese rango.
Le sonrió nervioso haciendo que ella rodase los ojos, pero riendo, Link también río por semejante metedura de pata y Clyde solo suspiró algo frustrado no viendo espacio para el buen humor en esta situación.
Yo también reí dejando nuevamente atrás mis pesares. Quien sabe, tal vez ese mal presentimiento que tuve cuando fuimos a socorrer a esos estúpidos solo fue mal infundado por mis deseos de arrancarle la cabeza a Gork y puede que las cosas marchen para bien desde ahora…
¿O no?
(…)
-¡Hasta que al fin nos alcanzan! ¿Se puede saber por qué se demoraron en llegar hasta nuestra posición, soldados?- esta fue la cordial bienvenida que el gaznápiro cretino nos dio cuando llegamos al callejón en dónde decidió "sabiamente" ocultarse.
-Sí, nosotros también estamos felices de volver a verte, Chancletas- como pasó en la base, Lincoln no se mordió la lengua a la hora de dedicarle este apodo -¿Y las BML? ¿Cómo están?
-Muy bien y no gracias a ustedes, sino a nuestro esfuerzo al permanecer a su lado todo este tiempo como verdaderos soldados de élite- nos reprochó ese individuo que se parece a Link y cuyo brazo derecho sangraba por una herida de bala que era tapada por un trapo.
-Sorprende que tipos como ustedes pudieran mantener a salvo las Bombas sin apoyo y por tanto tiempo- no pude contener la risa por este comentario de Clyde, porque aunque lo dijo con su tono tan inexpresivo, lo sentí como lo más parecido a una broma de su parte.
-¿Cómo dices, jodido tuerto?- pero a los dos grandotes lame-suelas de Chandler eso no les causó ni una pizca de risa y se le acercaron.
-En serio deben tener muchas agallas al intentar hacer algo en contra de nosotros que somos capaces de pelear cara a cara contra los Locust- con tan solo ponerse al lado de nuestro pesimista camarada y dedicarles una agria mirada, Lincoln consiguió detenerlos y que no hicieran algo.
-¿Pero solo ustedes sobrevivieron? ¿No quedan más Gears?- preguntó Stella al notar la ausencia de los soldados de respaldo que no cayeron al río con nosotros.
-Solo quedamos nosotros, esos pobres diablos no pudieron aguantarnos el ritmo- tales palabras tan despectivas dirigidas a aquellos que han dado valientemente sus vidas por este mundo y cumplido con el propósito por el cuál existieron era algo que invirtió por completo mi buen humor.
Igual que Lincoln, yo también tengo muchas cosas de que hablar con Chandler cuando todo este asunto llegue a su fin.
-Ya habrá tiempo después para lamentarnos sus muertes. Ahora debemos completar la misión y llevar las carcasas a Jacinto para terminar de crear las Bombas de Masa Ligera con las cuáles esperamos finalizar al fin esta guerra- siguió hablando Clyde para que nuestros ánimos no se encendieran y tuviésemos desacuerdos innecesarios.
-Vámonos ya. Espero que sean ustedes los que logren aguantarnos el paso, cuarteto de idiotas- con esta burla de Link hacia ellos, nos dispusimos a partir.
-¡ATRÁPENLOS!- pero nuevamente una aguda voz en el aire hizo que un escalofrío recorriese nuestras columnas.
¡¿Era de nuevo ese tipo?! No… este tono era un poco diferente porque el primero es algo más ronco, ¡¿A quién le pertenece entonces?!
Aguarden… voz aguda como la de alguien al que le aprietan los calzones (Por no tener mejor punto de comparación) ¡Solo le puede pertenecerle a un tipo de Locust!
-¡SUCUMBAN!- con este nuevo grito se oyó un tipo de disparo y vimos como una flecha que palpitaba de color amarillo dio contra el abdomen de ese tipo parecido a Lincoln.
No lo mató, pero me tensé al saber muy bien lo que le iba a ocurrir en menos de un segundo.
-¡OH MIER…!- no pudo terminar de hablar porque con horror vimos como estalló en pedazos manchándonos a todos con su sangre y órganos internos al caerles encima, en especial a sus amigos al estar más cerca suyo.
-¡SANTO DIOS!- Stella retrocedió llevándose una mano a la boca expulsando unas lágrimas.
-¡NICK!- vociferó Chandler viendo como la cabeza de él rodó unos metros teniendo en su expresión el dolor generado por mil torturas.
-¡MIREN ALLÁ ARRIBA!- avisó Zach señalando al cielo.
Revoloteando sobre nosotros montando unos Reavers como si fueran hábiles caballos voladores, vimos a una de las clases de Dron más peligrosas que existen y de las cuales con tan solo verlas u oír sus macabros susurros acabarían con los nervios hasta de los más valientes.
Guardias Theron.
A esta casta se le considera la versión de soldado Locust más inteligente y hábil al momento luchar y por lo tanto la más letal. No son el típico Dron estúpido que se arroja al combate sin medir las consecuencias de sus acciones al ser fríos y calculadores que piensan antes de actuar siendo capaces de manejar con habilidad toda clase de armas, incluyendo las nuestras, pero la preferida de ellos es un arco que dispara flechas explosivas capaces de despedazar a cualquier humano tal y como acaba de pasarle a ese pobre tipo.
Se destacan entre los demás Locust porque usan unas raras túnicas de tonalidad roja y un casco que cubre toda su cabeza excepto la boca siendo a fines prácticos los sargentos entre los demás esperpentos que siguen sus órdenes sin chistar, o en casos más extremos, forman su propio equipo de élite para realizar las misiones más difíciles.
Tal y como nosotros al conformar el Escuadrón Serpiente que sirve a la CGO. Desde hace mucho tiempo que no lidiamos con los de su tipo.
-¡DISPÁRENLES!- impulsado por el terror de ver morir a su amigo, Chandler le ordenó al otro par de idiotas que derribaran a los Reavers con las ametralladoras Vulcan con las que antes mantuvieron a raya a los Locust mientras estuvieron dentro de ese túnel.
-¡WAM!- pero otra de esas flechas explosivas dio contra una de esas armas haciéndole estallar mandando a volar de espaldas al que la usaba y chocase duramente contra una pared del callejón.
-¡Aquí somos blancos fáciles, tenemos que huir!- exclamó Clyde que se agachó evitando por poco otra de esas flechas que estalló un contenedor de basura.
-¡Chandler, tú y los tuyos váyanse en el camión con las Bombas! Si ellos las quieren no se atreverán a destruirlas, ¡Nosotros los seguiremos en la carroza!- ordenó Lincoln que había tomado con la mano derecha la Lancer que le pertenecía a Nick para dispararla al mismo tiempo que usaba la suya propia en la mano izquierda.
-¡LARGUÉMONOS TAMBIÉN ANTES DE QUE NOS REVIENTEN!- Zach caminó de espaldas disparando desesperado su Markza -¡Tú no te quedes ahí y muévete!- tomó del brazo a Stella que seguía en shock por la muerte de su amigo, como si su alma hubiese abandonado su cuerpo y quedase solo un mero caparazón.
-¡QUE TE MUEVAS, CARAJO!- la empujó Lincoln casi tumbándola haciéndole reaccionar y siguiese a Zach que seguía sujetándola del brazo.
Una vez que todos estuvimos en la carroza les volví a dar con el látigo a los Bloodmounts para seguir a Chandler y los dos únicos compinches que le quedan teniendo ahora a esos malditos buitres tras nosotros que son mucho más letales y difíciles de repeler que nuestros anteriores perseguidores.
-¡Desháganse rápido de esas cosas!- ordené tratando de evitar que la carroza se volcara por culpa de los estallidos que se producían en el suelo a causa de las flechas -¡No sé por cuánto vayamos a resistir!- era cuestión de tiempo para que alguna de ellas diera contra nosotros.
-¡¿Y qué mierda crees que estamos haciendo?!- habló Link al borde de perder la paciencia.
Iba a decir algo más, pero vi como el camión conducido por Chandler hizo un giro cerrado a la derecha en una esquina dándome apenas tiempo de reaccionar y hacer lo mismo causando que casi se volcara nuestra carroza y que mis amigos se golpeasen duramente en el interior evitando por mera casualidad otras flechas que al dar contra una vieja edificación la derrumbó como si un misil hubiese chocado contra ella.
-¡CHANDLER, QUÉ CREES QUE HACES, A DÓNDE VAS!- le reclamó Lincoln.
-"¡Tratando de poner a salvo las bombas, estúpido! Mientras que no se deshagan de esas cosas no puedo detenerme y debo hacer lo imposible para perderlos"
Aunque no nos gustase, debíamos darle la razón. Con esos diablos voladores pisándonos los talones seguir moviéndonos era la mejor opción, al menos, hasta que se le acabe el combustible a su camión o maten a los Bloodmounts que impulsan la carroza.
-¡AAAUUUAAARRRHHH!
¡O que sea capturado por uno gigantesco Corpser que sale de repente del piso bloqueándole el camino haciendo que tuviera que detenerse en seco y las aberraciones que impulsan la carroza chocasen contra el parachoques trasero del camión!
-¡CHANDLER, CUIDADO JODIDO IMBÉCIL!- reclamó Link porque al dar marcha atrás evitando por poco las patas de ese coloso pasó por encima de los Bloodmounts volcándonos de un golpe.
-¡TODOS ARRIBA, ARRIBA!- yo había saltado del asiento del jinete antes de recibir la embestida y estaba en plena calle disparando todas las balas de mi Boltok tratando de darle a los Reavers.
-¡Toma esto, Liam!- viendo que con esto no iba a lograr nada, Lincoln me arrojó el Lancer de su casi gemelo para abrir fuego -¡Todos vayan al camión, rápido!- hizo esa acción luego de saltar a un lado evitando una de esas malditas flechas que cayó atrás de Zach que ayudaba a Stella a ponerse de pie causando que ellos volaran cayendo bocabajo por el estallido.
-¡PÁRENSE, MIERDA!- sin delicadeza los levanté para que fueran al camión.
-¡LIAM!- de un empujón Clyde me tumbó porque al haberlos ayudado me distraje y casi recibí un flechazo en la cabeza. Muy irónico es que sea él quién me salve.
-¡Ya estamos todos, ponte en marcha Chandler!- exigió Lincoln una vez que todos nos subimos al camión estando lado a lado de las Bombas, siendo esto lo único que evito que los Therons nos intentaran volar en mil pedazos.
Chandler giró a la izquierda eludiendo nuevamente las patas del Corpser manejando sin control por la carretera tratando de perder a los Reavers a pesar de que dejaron de lanzarnos flechas explosivas limitándose a solo perseguirnos eludiendo nuestros disparos a la vez. Ahora tenemos que ver como…
-¡IIIAARRGG!
¡POR TODOS LOS DIABLOS DEL INFIERNO! ¿De nuevo sale un Corpser en medio del camino? Esto definitivamente era a propósito y no solo mala suerte porque cuando Chandler giró a la derecha para eludirlo no se dio cuenta de que se dirigió a un gran callejón sin salida en dónde estaban unos viejos autos y árboles muertos (el peor escenario posible)
-¡RETROCEDA, TENIENTE CHANDLER!- imploró la pobre de Stella que seguía llorando aterrada por terminar asesinada como su amigo.
Ahora ya comprende la verdadera realidad en la que vivimos los Gears día a día.
-¡NO, HAN BLOQUEADO LA ENTRADA!- dijo Zach cuando el segundo Corpser se interpuso no dándonos ningún chance de escapar.
Y por si eso no bastase suficiente, detrás suyo aparecieron más Locust y de las ventanas en el interior del callejón empezaron a surgir Desgraciados como si fuesen cucarachas en dirección nuestra soltando sus característicos rugidos demoniacos.
¡ESTABA TODO PLANEADO DE ANTEMANO!
-¡TODOS BAJEN DEL CAMIÓN! Chandler ponlo de medio lado para que nos sirva de escudo. Ellos no nos atacaran con explosivos por temor a dañar las BML- sin chistar él hizo lo que Link ordenó y todos nos escudamos tras el camión.
También es muy irónico que los objetos que se supone debamos custodiar con nuestras vidas sean ahora lo único que evita que nos asesinen.
-¡No dejen que se nos acerquen!- dicho esto por Clyde, tomamos posiciones tanto tras el camión como detrás de los vehículos oxidados al mismo tiempo que uno de los Therons que bajó de los Reavers nos señaló exclamando: "¡Eliminen a humanos débiles y apoderarse de explosivos!" y todos abrimos fuego.
Zach con su Sniper pudo volarle la cabeza a varios Drones que venían por la derecha, pero al ver como un Desgraciado se le acercó, sujeto esa arma por el cañón y la usó como bate para partirle la frente de un golpe y enseguida sacó su pistola metralleta para dispararle a otros que quisieron tirársele encima a Stella, qué en su desesperación por recargar su arma, descuidó su defensa.
-¡No te distraigas, linda!- le aconsejó poniéndose a su lado para ahora usar su Markza disparándole a más Desgraciados.
Lincoln y Clyde cuidaban el flanco izquierdo manteniendo a raya a Drones que de costumbre se acercaban al peligro sin un ápice de sentido común, pero resulta que ellos eran una cortina para que gastaran balas y al morir le dieran paso a dos Therons que ya tenían listos sus arcos explosivos y casi les aciertan si no fuera porque nuestro amigo de pocos ánimos empujara a Link eludiendo por poco las flechas que impactaron contra unos Desgraciados que por mera casualidad se les habían acercado a ellos por la espalda para atacarlos.
-¡Acérquense y peleen como hombres, imbéciles!- los retó volviendo a disparar pero los Therons se pusieron también a cubierto siendo mucho más pacientes que los otros esperando el momento adecuado para volver a usar sus arcos explosivos.
Desde una apertura en la parte superior de la cabina del camión, uno de los compañeros de Chandler volvió a usar la potencia demoledora de la ametralladora Vulcan para mantener a raya a los Reavers que aún seguían volando por nuestros alrededores… hasta que un flechazo le atravesó la cabeza matándolo enseguida y que esa arma cayese cerca de mí, a lo que su amigo e inútil líder abrieran fuego con sus armas normales disparando en todas direcciones sin control alguno.
Yo no estaba muy lejos de Zach y Stella apoyándolos, pero como las balas del Lancer que Link me dio se estaban acabando, no me quedó de otra que arriesgarme en coger la ametralladora y apoyarla en mi hombro derecho para jalar el gatillo mientras caminaba lentamente hacia ellos dos despedazando a un enorme número de Locust e incluso a varios Reavers sin importarme que sea yo el que termine hecho pedazos.
-¡REGRESEN AL AGUJERO DEL QUE SALIERON, LARBAS INMUNDAS!- grité con fervor dejando salir parte de esa enorme ira que se generó dentro de mí desde que nos topamos con Gork.
Hasta que se terminaron las balas a esa pesada arma que tuve que usar como escudo improvisado para evitar que una flecha explosiva diera contra mí, a lo que rápidamente y con todas mis fuerzas se la arrojé a unos Locust que fueron gravemente lastimados por el estallido y no me quedó de otra que juntarme con mi prepotente amigo.
-¡¿Cómo vamos a salir de aquí?!- preguntó desesperado el compañero de Chandler que sigue disparando de manera errática hasta que un contundente tiro le despedazó la quijada y se desplomara a los pies de su nada competente líder.
-¡HANK!- gritó Stella amañado con acercársele, pero Zach la sujetó obligándola a mantenerse tras la cobertura.
-¡No sabemos por cuánto más vayamos a resistir!- exclamó Clyde lidiando con de los Desgraciados que querían acercársele a él y Lincoln por la espalda mientras que este aún intentaba abatir a esos Guardias Theron que tampoco daban su brazo a torcer.
-¡VA A SER NUESTRO FIN!- gritó ahora Zach que al agacharse para recargar su Sniper no pudo evitar apegarlo a su cuerpo soltando unas cuantas lágrimas.
Debía darle la razón. Por lo general no suelo cuestionar las decisiones del destino porque sé bien que este no deja que las cosas pasen al azar o mera suerte como si solo arrojase unos dados para decidir sobre el futuro de una persona, pero ante situaciones tan complicadas como ésta… hasta yo comienzo a tener mis dudas porque dudo que podamos salir airosos o sin pagar un alto precio.
-¡ANIQUÍLENLOS, QUE NO QUEDE NI UNO CON VIDA!- deje de pensar en eso porque de entre los miles de rugidos por parte de los Locust, pude distinguir la voz de Gork que se abrió paso entre ellos siendo escoltado por unos Granaderos sobresaliendo fácilmente entre estos y los demás pudiendo apreciar aún por debajo de su casco su sádica sonrisa al señalarnos.
¡ESE HIJO DE PUTA SIGUE VIVO!
-¡Qué no quede nadie con vida!- sujetando esa enorme escopeta de cañón triple y soltando una carcajada de ultratumba comenzó a abrir fuego casi dándoles a los que estaban junto a mí y a Clyde y Link justo cuando este quiso arrojar una granada haciéndole fallar su objetivo y cayese lejos de los Therons contra los que lidiaban.
Por más que me doliese, ésta en verdad para ser nuestra última batalla. Un aparente batallón infinito de Locust al frente bloqueándonos la única salida, Desgraciados surgiendo de todas direcciones que no descansaran hasta vencer a sus enemigos y Reavers que igual que aves de presa revoloteaban encima nuestro esperando el mejor momento para tirársenos encima como si fuésemos conejitos indefensos.
Más de malas no podíamos estar. Este iba a ser nuestro fin.
Me habría encantado vivir el tiempo suficiente para ver el final de esta guerra y si el mundo por el cuál tanta sangre hemos sudado y derramado tuvo un merecido mañana mejor luego de todas las vidas humanas que se han perdido y que los ecosistemas dañados por tantas luchas recuperasen su magnificencia de antaño al igual que cada una de las diversas y pobres razas animales que han suplicado por el cese al fuego y cuyos gritos de ayuda siempre llegaban a oídos sordos.
Si este será mi último día de vida, ¡Al menos me iré sabiendo que cumplí mi objetivo igual a como lo hizo Rusty y todos esos demás valientes soldados! Asesinaré a Gork cerrando esa vieja herida para poder descansar en paz una vez que mi corazón deje de latir y para que nadie más muera a manos suyas.
¡CUÉSTEME LO QUE ME CUESTE!
-¡GOOOORRRKKKK!- le grité con todas mis fuerzas saliendo de la cobertura para que mi voz sobresaliese entre el sonido de disparos y rugidos de las otras bestias del Infierno.
Él enseguida dejó de disparar y me vio fijamente. No sé si me reconocería o creyese que solo era un soldado más del montón, pero noté que su semblante se volvió uno de desconcierto y leve asombro haciendo el equivalente a arquear una ceja mientras que los otros Locust parecieron haberse confundido de que lo llamara por su nombre al grado de que dejaron de disparar.
-¡Tú y yo, ahora mismo!- teniendo su completa atención, empuñé mi Gnasher y sin dudar me le acerqué corriendo aprovechando que los demás estaban inmóviles disparándoles para que no me tratasen de detener.
-¡¿ESTÁS LOCO, LIAM?! ¡REGRESA!- hice caso omiso a los gritos de Zach y de los demás.
Lo siento mis amigos, pero esto es algo que ya no puedo retrasar por más tiempo.
-Yo encargarme de este homínido, ¡Ustedes destruir al resto!- Gork pareció aceptar mi desafío y también recargó su arma principal para acercárseme igualmente.
Le disparé tres veces, pero esa tosca armadura que claramente se nota que está hecha con fierros y otros trozos de metal lo protegió por lo que me tuve que detener y saltar a la izquierda cuando me apuntó y abrió fuego. No sé qué clase de munición lleva esa escopeta de triple cañón, pero su potencia era tan grande que al dar contra un Dron que intentó atacarme por atrás lo despedazó como si este hubiese recibido de frente el disparo de mi escopeta recortada.
Seguí girando por el suelo un par de metros eludiendo por poco sus disparos y al pararme usé las escasas balas que aún quedaban de mi Lancer y volví a abrir fuego, pero justo antes de que jalase el gatillo, él con una sola mano tomó a otro Dron del cuello y lo puso delante de sí para que recibiese los tiros y sin esfuerzo alguno me lo arrojó como un saco de cemento tumbándome.
Apenas tuve tiempo de quitármelo de encima y disparar mi Boltok a las cabezas a unos cuatro Drones que se me aproximaron y al pararme un quinto me sujetó por atrás haciéndome una llave al cuello, pero lo obligué a soltarme con un codazo al estómago, le golpeé la cara al girarme y le pegué una granada en el pecho para apartarlo de mí de un puntapié empujándolo hacia otros Locust viendo su expresión de terror antes de que estallara en mil pedazos.
-¡HOMÍNIDO!- me gritó Gork que arremetió contra mí como si fuese un furioso toro antes de que pudiera dispararle golpeándome el tórax con su arma que sujetaba de medio lado estampándome contra uno de los viejos autos del callejón -¡DIJE QUE YO ENCARGARME DE ESTE PATEA SUELOS!- estaba furioso de que los demás se metieran en su lucha y el resto retrocedió intimidados por cómo les habló.
¿Un Locust que se deleita con el sufrimiento ajeno tiene sentido del honor?
¡¿QUIÉN LO DIRÍA?!
-¡YO ME BAÑARÉ CON TU SANGRE!- su horrible aliento me dio nauseas cuando me gritó en la cara y seguramente me la abría arrancado de un mordisco si no fuese por su también grotesco casco que daba vistazo a sus ojos naranjas casi rojos que representaban toda la maldad de este mundo.
Esas palabras… ¡SOLO AVIVARON LA IRA QUE ARDÍA EN MI INTERIOR! Por lo que sujeté su instrumento de muerte por el cañón y la culata logrando apartarlo de mi pecho para poder respirar con libertad ejerciendo todas mis fuerzas temblando y poniéndome rojo del esfuerzo sintiendo como mi cuerpo estaba siendo llevado hasta sus límites haciéndole retroceder varios pasos y que me viese muy impresionado.
Juraría que nunca se esperó que un "humano insignificante" tuviese la suficiente fuerza bruta para rivalizar con él, pero ese asombro inicial no le duró mucho y frunció el ceño nuevamente gruñendo y usar la enorme ventaja de tamaño que tiene para tratar de someterme empezando un forcejeo mientras caminábamos erráticamente por el campo de batalla no importándonos recibir disparos tanto de nuestros enemigos como de nuestros aliados por accidente viéndonos directamente a los ojos diciéndonos por medio de estos que esta lucha solo terminará con la muerte del otro.
Yo también debía darle crédito porque es muchísimo más fuerte que un Dron cualquiera, diría que lo es tanto como un Boomer. No sé de qué agujero salió o como fue concebido, pero en serio es uno en un millón no solo por su increíble fuerza y resistencia, sino por su valor y habilidad cuando lidió con esa Berserker y su astucia al preparar trampas como en la que acabamos de caer.
-¡LIAM, MANTENLO QUIETO PARA PODER DARLE!- oí esta petición de Zach y vi de reojo como le apuntó con su rifle, pero tuvo que agacharse para no recibir unos disparos.
-¡NO, ÉL ES MÍO!- aunque apreciaba su ayuda, este asunto personal solo me concierne a mí y solo a mí y a nadie más.
Aprovechando esa distracción, Gork me dio un rodillazo en el abdomen que me hizo escupir sangre seguido de un codazo en la cara que me tumbó y alzó un pie para pisarme la cabeza, pero me incorporé y le conecté un contundente puñetazo en su prominente quijada y pateé su vientre también sacándole sangre y rápidamente le apunté con mi escopeta recortada dispuesto a desaparecerle esa cara tan horrible.
Pero tomó el extremo del arma desviando hacia arriba el tiro y me dio un cabezazo en la frente que casi me dejó inconsciente derribándome de nuevo y me pisó el estómago para apuntarme con su arma de triple cañón dispuesto a volarme la cabeza.
-¡FUAM!- pero un tiro directo en su hombro derecho le hizo soltar esa arma y retrocediese sobándose la herida rugiendo del dolor.
-¡REAGRÚPATE RÁPIDO, LIAM!- eso lo había causado Zach y me hizo señas para que fuera hasta él.
-¡LES DIJE QUE ESTA PELEA ERA MÍA!- imposible me resultó no gritarle iracundo cuando me paré siendo mi momento de arremeter contra Gork y tumbarlo para molerle a puñetazos su rostro sin importarme lastimare las manos recubiertas de resistentes guantes negros al impactar con su casco aun sintiendo como disparos Locust me rozaban.
-¡POR MIL DEMONIOS!- Link quiso acercárseme impulsado por su gran sentido de camarería, pero se tuvo que volver a cubrir cuando otra flecha explosiva le rozó su mechón de cabello.
Solo detuve mi acción cuando Gork sujetó mis puños aplastándomelos y me quitó de encima suyo al sujetarme el cuello por atrás usando su escamosa y musculosa cola de lagartija que ningún otro Locust posee para enviarme contra otro de los viejos y oxidados autos.
Sobándome la nuca me levanté solo para recibir un fuerte rodillazo en el estómago de su parte al aproximárseme corriendo y a continuación me sujetó del cuello con la mano izquierda para molerme el rostro con la derecha al inmovilizarme mis propias manos con esa cola.
Sentía que con cada golpe que me asestaba una parte de mi alma abandonaba mi cuerpo y mi vida pasaba frente a mis ojos.
Desde que era un tonto niño granjero algo desconectado y apartado del mundo exterior que cuidaba con todo su amor y cariño a sus preciados animales.
Como los perdí a todos junto a casi toda mi familia que me generó la más insufrible de las agonías.
Mis inicios en la CGO y las diversas experiencias que me volvieron el Gears que soy.
Los momentos en los que he reído, llorado, enfurecido y que en más de una ocasión me han hecho dudar si en verdad todos tenemos un propósito que cumplir en esta vida.
Parece que matar a este puto engendro no era mi destino, pero al menos me hubiese conformado con saber que otro valiente soldado logró tal hazaña y así partir estando en paz conmigo mismo… cosa que en verdad era mucho pedir.
-¡MUERE, INSIGNIFICANTE HUMANO!- cerré los ojos cuando alzó el puño derecho dispuesto a darme el golpe final.
Mamá… papá… Virginia, la mejor cerda que un granjero puede tener como amiga, ya voy con ustedes. Beth, mi hermanita, ojalá y tengas mucha más vida que yo por delante y que el destino tenga mejores planes para ti.
-¡NOOOO!- oí este grito colectivo conformado por Zach, Lincoln e incluso Clyde que nada podían hacer para ayudarme ya.
Mis amigos… fue un honor pelear a su lado. Por favor, salgan de este predicamento y hallen la manera de salvar este mundo en decadencia y darle ese mañana mejor que nunca podré ver.
Pero una explosión a lo lejos me hizo abrir los ojos y vi como del cielo caía… ¡¿Una lluvia de explosivos?!
-¡MORTEROS, CUIDADO TODOS!- avisó Lincoln reagrupándose con los demás detrás del camión.
-¡CORRAN!- liberándome, Gork se alejó corriendo para tomar su arma e ir a resguardarse.
Hice lo mismo y tomé las mías para ir con mis amigos a pesar de la grave contusión. Al mirar hacia atrás vi como esa lluvia de misiles cayó primero en el Corpser reventándole la parte superior de su cuerpo y después aniquilando a una gran parte del batallón Locust mientras que los otros no sabían que hacer al ser víctimas del pánico y miraban en todas direcciones.
-¿Quién hizo eso?- Clyde hizo la pregunta que rondaba en por las cabezas de todos nosotros.
Un nuevo disparo de mortero cayó encima de los demás Locust generando estallidos peligrosamente cerca de nosotros y de las Bombas matando de paso a los Reavers que aún revoloteaban dejándonos el camino libre.
¿Qué significaba esto?
-"Oigan… ¿No escuchan, perros de la CGO?"- oímos una voz por los comunicadores.
Otra vez nos vimos perplejos al reconocerla.
-¿Viejo Stanley? ¡¿ERES TÚ?!- quería corroborar Link creyendo que oyó mal.
-"No, soy el Hada de los Dientes. ¡Claro que soy yo, imbéciles!"- su respuesta era lo único que necesitábamos para saber que era él -"escuchen, idiotas. Los sobrevivientes que salvaron se van a encargar de ese otro Corpser que está cerca para que puedan avanzar sin problemas, ¡Aprovechen y salgan de ahí antes de que aparezcan más"
-¡ENSEGUIDA! ¡Larguémonos, rápido!- nos subimos al camión que ahora lo conducía Link y pasamos por encima de los cuerpos y restos de los Locust.
-¡NO DEJARLES HUIR!- vi hacia atrás dándome cuenta que Gork había logrado sobrevivir sin daños graves y abrió fuego junto con los otros pocos Locust que quedaban con vida.
Maldito infeliz… ya será otra ocasión en la que terminemos de ajustar cuentas y esa vez nada ni nadie va a intervenir, ¡TE LO JURO!
-¡OIGAN, POR AQUÍ!- cuando estuvimos lejos de ese lugar que casi se vuelve nuestra tumba, nos topamos con… no puede ser, era Steven y sus dos amigas que usaban morteros desde una de las dos carrozas en la que se fueron con los otros sobrevivientes.
-¡Sígannos!- dándoles con el látigo a los Bloodmounts se pusieron en marcha y fuimos tras ellos.
-¿Qué hacían ustedes por aquí?- era una enorme casualidad que justamente ellos hayan venido a nuestro rescate.
-Pasábamos cerca para recoger unos suministros y demás cosas que necesitamos y que habíamos ocultado por aquí hasta que oímos el alboroto que ustedes generaron. Los habríamos dejado tirados a su suerte si se tratasen de soldados cualquiera, pero como ustedes nos salvaron la vida…- Steven dejó de hablar, como si le costara lo que fuera a decirnos a continuación.
-Decidimos devolverles el favor y ayudarles- terminó de hablar la mujer llamada Perla sonriéndonos cálidamente en contraste con la expresión de disgusto de su líder.
Algunas veces soy de ese tipo de personas a las que les disgusta admitir en voz alta cuando se ha equivocado al dar por hecho que una situación o escenario no puede ser corregido, pero cuando este tipo de cosas pasan… ¡ME ALEGRA HABER ESTADO TOTALMENTE ERRADO!
Tan seguro estaba de que nuestro destino era morir ahí y que había fallado en mi última misión en la vida que era vencer a Gork, que no pude contemplar que íbamos a tener uno de esos fugaces "golpes de suerte" y lograr burlar a la muerte para pelear otro día y así seguir cumpliendo los demás encargos por los que el destino nos puso aquí.
Y de qué forma, siendo auxiliados por los supervivientes a los que antes salvamos. ¿Casualidad? ¡JA! No lo creo.
Lo único que nos queda es esperar a ver con que otras sorpresas tanto beneficiosas y perjudicantes nos toparemos más adelante y que con todo coraje afrontaré como lo he estado haciendo hasta ahora.
Pero primero… debía atender las dolorosas heridas que me dejó esa lucha contra Gork, ¡AUCH!
Capítulo siete completado el 24/06/2020.
Espero que les gustase este capítulo. Sé que quedó más grande que los anteriores, pero es que no quería retrasar por más tiempo las acciones que se mostraron aquí, tanto la persecución en las carrozas, esa desesperada y aparentemente perdida pelea en el callejón luego de que los lameculos de Chandler muriesen, la lucha personal de Liam contra Gork y la aparición de ese sujeto llamado Steven y sus compañeras sobrevivientes.
Igual a como pasó con Dipper, Mabel, el viejo Stanley y Bill, creo que MUY obvio quiénes son esos tres personajes y a que caricatura pertenecen, con tan solo leer sus descripciones y nombres cualquiera se daría cuenta, ¿No? XD
¿En algún momento creyeron que el Escuadrón Serpiente en serio iba a ser vencido en ese lugar sin salvación alguna? Que poco optimistas son igual que el ex-granjero al pensar que luego de una encarnizada lucha en dónde se dieron con todo, las cosas iban a terminar así de fácil XD
Y ahora… ¿Qué más les esperará a ellos? ¿Con qué nuevos desafíos y personajes de otras series se van a topar? Eso lo sabrán próximamente ;D
