ENGRANES DE GUERRA
CAPÍTULO DOCE: TRÁGICOS RECUERDOS, PARTE 2
El Tanque Centauro que llevaba al Escuadrón Serpiente llegó a un establecimiento que queda cerca del Campamento CN y era zona de guerra porque una de las dos carrozas en donde iban Star, Marco, Steven y demás sobrevivientes se volcó y tuvieron que refugiarse ahí resistiendo lo mejor que podían los ataques de Locust que llevaban linternas al igual que los que asediaron esa iglesia mientras que al mismo tiempo trataban de repeler a los Krill que querían comérselos vivos porque ya casi no les quedaban fuentes de luz con que disuadirlos.
-¡Atropella a esas putas larvas, Liam!- Lincoln no tuvo que repetir dos veces esa orden porque el ex-granjero le pasó por encima el tanque a varios Locust tomándolos a ellos y a los supervivientes por sorpresa porque literalmente salieron de en medio de la penumbra.
-¡A enviar al Infierno al resto de esas bestias imbéciles!- tomando el mando de la potente arma del vehículo, el Sargento Loud comenzó a despedazar a cañonazos a todo monstruo que estuviera en su rango de visión hasta que no quedase ninguno con vida o que el resto tuviera que retirarse al no tener a su disposición los medios para destruir tal poderosa maquinaria militar.
-Eso es… ¡Huyan como los cobardes de mierda que son!- Zach les disparo con su pistola metralleta haciéndoles mofa hasta que nuevamente se sobó su brazo lastimado -échame una mano, Stella…- pidió a la Guardia Ónix que le ayudara a bajarse del tanque.
-Tenemos suerte de que el tanque tenga consigo potentes bengalas para así mantener a raya a los Krill- dijo Clyde luego de tirar algunos de esos objetos alrededor del establecimiento para que así pudieran acercársele a esos desdichados civiles que en una sola noche han vivido los peores terrores de la guerra.
-¿Están todos bien?- seguirá hablando con su tan característica voz monótona, pero el único ojo que le queda se enfocó exclusivamente en Star viéndola de la cabeza a los pies para corroborar de que no estuviese gravemente herida cuando ella se le acercó con los otros ciudadanos.
-¿Cíclope? ¿Qué haces tú y los demás aquí?- otra vez expresó esa mueca de incomodidad cuando ella le dirigió la palabra y cerró el ojo para tomar aire antes de seguir hablando.
-Venimos a ayudarles y a asegurarnos de que pudieran llegar a salvo a ese campamento de sobrevivientes. Como nos han ayudado tanto pese a los problemas que les trajimos, era lo mínimo que podíamos hacer por ustedes antes de retomar nuestra principal misión- explicó logrando disimular bastante bien la pena que ella le generaba.
-Oh… yo no… no sé qué decir. Ustedes en verdad no son los típicos Gears que creen que pueden hacer lo que les plazca y tratar a los demás como basura. Sin dudas son genuinos soldados capaces de hacer hasta lo imposible por el bienestar de otros. Muchas… muchas gracias, cíclope- la sonrisa que le dedicó hizo que agachase la cabeza desviando la mirada no sabiendo que más decirle.
-Más bien unos inmundos imanes de problemas que creen que por salvar a unas pocas personas ya han reparado el daño que los demás maricones de la CGO han hecho. Ninguno de nosotros necesitamos de su ayuda, así que lárguense y déjennos vivir y morir en paz y no nos sigan metiendo en problemas que no nos conciernen; ni que fuésemos carne de cañón como lo son todos ustedes que siempre están dispuestos a morir por causas estúpidas y sin sentido- el momento fue arruinado por un muy desagradecido Steven haciendo que sus amigas Perla y Amatista y varios de los demás lo vieran indignados por tales palabras.
-Escúcheme usted…- también muy enfadado, Lincoln lo señaló con el índice izquierdo, pero Zach fue más rápido y sin previo aviso fue hasta él para tirarlo de un puñetazo al rostro.
-¡JODIDO IDIOTA! ¡¿CUÁL ES TU MALDITO PROBLEMA?!- empezó a patearlo como si fuera una mula hasta que Liam fue a sujetarlo y las amigas de Steven lo socorrieron -¡¿ES QUE SIGUEN SIN COMPRENDER QUE TODO LO QUE HEMOS HECHO HASTA AHORA ES PARA EL BENEFICIO DE USTEDES Y DE TODAS LAS DEMÁS PERSONAS DEL MUNDO?!- nuevas lágrimas de ira salían de sus ojos.
-¡¿Todavía creen que todos los Gears solo somos unos cerdos fascistas y sanguinarios que abusan de su poder?! ¡¿Nunca se les ha pasado por la mente que varios de nosotros han dado sus vidas por ingratos como ustedes para que puedan ver de nuevo la luz del Sol?!- lo que más le dolía era el modo despectivo con el que Steven indirectamente discriminó a Rusty y el sacrificio que hizo y que tantas veces se ha mencionado antes.
-Los que son como tú son lo peor de lo peor… unos engendros inhumanos que dejan que el rencor de malas experiencias del pasado que llevan por dentro les envenene el alma e impida que usen la razón y piensen a futuro en el bienestar de otros, ¡NO SON MEJORES QUE LOS LOCUST!- no se dio cuenta del impacto que tales palabras pudieron generar en Lincoln que lo miró sorprendido.
-¿Zach?- Liam también lo vio asombrado porque nunca espero algo así de su parte. Esta seguía siendo una noche de grandes cambios tanto para bien como para mal.
-Ya, Zach, cálmate- Stella lo sujetó de un hombro cuando comenzó a traspirar debido al esfuerzo que le tomó expresarse del modo en como lo acaba de hacer.
-Ese tipo tiene razón, Steven. Yo también aún recuerdo lo que Gears desalmados como los que te han lastimado a ti y varios más han hecho, pero estos nos han demostrado que aún hay bondad en el mundo, incluyendo en las personas que trabajan para la CGO, que no dudaran en arriesgarse por el prójimo. ¿Tan fácil has olvidado esos valores molares, éticos, de tolerancia y respeto ante los ideales de otros que tanto te gustaba impartir en los demás?- el hombre de la estrella amarilla en el pecho agachó la cabeza ante el regaño de Marco reflexionando su muy mala actitud.
-Bien, ahora los escoltaremos hasta el campamento de esas tres hermanas para que estén seguros y luego iremos a reagruparnos con los miembros del Escuadrón South. Andando- superando ya su incomodidad, Clyde les pidió que se pusieran en marcha.
-Esperen. ¿Y el Tío Grandpa?- ante la pregunta de Star, tanto él como sus amigos desviaron la mirada siendo lo único que necesitaban hacer para darles una respuesta -no… ¡NO, MALDITA SEA!- desquitó su gran dolor e ira contra un viejo poste telefónico golpeándolo hasta que las manos le sangraran.
Los demás supervivientes no se demoraron en expresar su dolor al enterarse de que el encargado de cuidarlos de todo mal y peligro jamás volverá a guiarlos aun cuando ya los dejó a cargo de sus sucesores.
-Ya larguémonos antes de que las bengalas se apaguen- apuró Lincoln no queriendo ver las expresiones de tragedia en las caras de todos ellos; ya tiene de sobra con las que ve siempre en sus pesadillas.
Sin mayores inconvenientes pudieron llevarlos hasta el Campamento CN que otra vez parecía estar en ruinas ahora adornado con los cadáveres de los Locust, incluyendo los Brumaks, con los que pelearon hace unas horas atrás. Pero esta vez los soldados no se sorprendieron cuando sus habitantes volvieron a salir de entre los escombros para rodearlos.
-¿Otra vez ustedes? ¡¿Qué mierda quieren ahora?!- refunfuñó Bellota, así que tuvieron que explicarles apuradamente la situación actual.
-No puedo creer que el Gran Tío haya muerto…- Burbuja bajó la cabeza secándose unas lágrimas.
-Cada vez vamos de mal en peor…- Bombón se rascó su larga cabellera roja como brasas ardientes -pero al menos ustedes pudieron venir aquí a tiempo. Ahora mismo alistábamos lo poco que nos queda para ir a otro campamento llamado Nicktoon que está en la ciudad Dasney.
-Unos amigos que viven ahí afirman que los ataques Locust son muy inusuales- tomó la palabra Eddy -no estábamos seguros si unirnos a ellos o no, pero con la mierda que esos animales nos han lanzado últimamente, es mejor largarnos cuanto antes- Bellota hizo una mueca de desprecio y escupió al piso.
-Nos pueden acompañar si así lo desean en vista de que no pueden ir a sus demás refugios subterráneos- ofreció Doble D con esa rara cultura y elocuencia.
-¿Tenemos más opción?- ironizó Star y se corrió un mechón de su durado cabello -bien, parece que este sí será el adiós definitivo, cíclope. Otra vez gracias por tu ayuda y mucha suerte salvando al mundo de esos desgraciados- se despidió de Clyde.
-Eh… sí, sí. Mucha suerte también para ti y para tus amigos… Star- ella no entendía la razón por la que él se incomodaba cada vez que le hablaba directamente.
-¿Tienen algún tipo de radio de alta frecuencia? Necesitamos comunicarnos con los otros Gears que fueron a proteger las Bombas de Masa Ligera e ir a ayudarlos- solicitó Liam.
-Tenemos una, pero con los Krill dando vueltas por los aires no sabemos si sea de utilidad- el Ed de gorro negro se llevó unos audífonos a las orejas y manipuló una compleja máquina que parece ser de su creación para intentar hacer contacto.
-Creo que lo tengo… escuchen- puso en altavoz el aparato.
-"Aquí el Sargento Marsh del Escuadrón South… custodiamos las Bombas de Masa Ligera… si algún otro escuadrón nos oye, requerimos de…"- era la voz del líder de ese otro pintoresco grupo de soldados, pero no se podía entender del todo bien por la estática.
-"Nuestro helicóptero cayó y ahora estamos en una escuela en el Oeste de la ciudad… tenemos el camión con las bombas, pero estamos rodeados y no…"- la comunicación se cortó.
-¿Hola? ¡¿Sargento Marsh?! ¡¿Escuadrón South?! ¡RESPONDAN!- no pudieron recuperar el enlace.
-Debemos llegar con ellos lo más rápido posible. Mucha suerte a todos ustedes y que el destino les tenga un mejor futuro preparado- Liam se despidió de los sobrevivientes que ya se subían a sus propios vehículos brindados con linternas y focos acoplados para no ser atacados por los Krill.
-Entonces larguémonos. Adiós a todos y cuídense- se despidió Lincoln al subirse al Centauro.
Star, Marco y el resto les devolvieron el gesto y se fueron por su lado. Clyde permaneció por un momento en su lugar viendo como el convoy de la rubia se alejaba más y más hasta perderse en la infinita oscuridad de la noche para dejar escapar un pesado gemido y abordó el tanque para retirarse con sus amigos y los niños y el perro que lo acompañaban.
-Espero que lleguemos a tiempo…- comentó Stella sabiendo bien que el inútil de Chandler muy poco podría hacer para mantener a salvo a los explosivos.
-Yo espero que no seamos el único escuadrón de Gears en oír su grito de ayuda- dijo Liam.
Clyde decidió mantenerse aislado de la charla que ellos fueran a tener y se quitó el parche que cubría la grotesca cicatriz en el lado izquierdo de su cara para sacar de sus bolsillos la foto de ella y el dije guardapelo con la imagen de la "otra" que ha tenido guardadas desde que salió de la base y que al inicio del día lo pusieron de un humor más apático que de costumbre.
-Lori…- la foto en el dije era claramente la más grande de las hermanas de Lincoln -Carol…- ahora vio la otra en donde él se hallaba de lo más feliz junto con otra mujer rubia muy parecida a la anterior; ambas tenían muchas similitudes con Star.
-Increíble que solo haya pasado un año desde que…- al igual que su amigo de pelo blanco, se metió profundamente en sus pensamientos, en recuerdos que ni un millar de años podrían borrar.
Flash back:
Cuando ellos tenían alrededor de dos décadas de edad, tan solo 4 años después de que RAAM dirigiera ese devastador ataque a Royal Woods, ya eran unos soldados preparados para su primera misión que consistía en ir a un puesto importante de la CGO que se situaba en una isla que fue invadida por los Locust y debían recuperar cuanto antes siendo acompañados por otros soldados en barcazas tanto de jóvenes verdes como lo eran ellos como de algunos que ya han visto el rostro más feo de la guerra en más de una ocasión.
-¿Todos listos para la acción, chicos?- habló Dom siendo de los pocos en mantener la calma no dejando que el sonido de explosiones en el exterior lo atemorizara.
-Lincoln…tengo miedo- susurró Clyde que aún seguía usando gafas en esos momentos.
-Lo sé, Clyde, lo sé. Yo también…- sudaba a chorros igual que él y se rascó la mejilla en donde tiene la cicatriz que ese Desgraciado le dejó.
-Recuerden dar el 110% soldados y no titubeen al momento de jalar del gatillo, porque esas larvas asquerosas no lo duraran en hacerlo, ¡Así que mándenlos a ellos al Infierno primero!- el Coronel Hoffman también los acompañaba como apoyo moral, mejor dicho, para asegurarse de que ninguno se acobardara e intentase echarse para atrás.
Así que apenas las barcazas tocaron la playa y la proa se abrió para que pudieran bajar, Dom junto con los soldados más valientes y curtidos fueron los primeros en bajar e ir a combatir.
-¡A PELEAR, SOLDADOS!- ordenó el Coronel casi dándole la patada a uno de ellos que temblaba como un conejito asustado.
Por lo qué sin más opciones, Lincoln, Clyde y el resto se bajaron a hacer lo que pudieran aun cuando a uno de ellos prácticamente le hicieron un agujero de bala en la frente cuando apenas y toco la mojada arena de la orilla y luego vieron el caos con el que deberían lidiar.
Los Locust tenían la ventaja de estar en un terreno alto, por lo que también era una batalla cuesta arriba y no habían muchos lugares en donde ponerse a cubierto más allá de algunas rocas y restos humeantes de vehículos militares destruidos.
-¡Avancen, soldados, avancen!- guiaba Hoffaman, que después de destruir una ametralladora con una granada que arrojó, guío a los que más cerca estaban de su posición.
-¡DIOS, AYÚDANOS!- imploró Clyde escudándose detrás de una piedra cerrando los ojos porque unas ráfagas de balas pasaron peligrosamente cerca de él tanto por derecha como por izquierda.
-¡Que no los domine el miedo y denle bien duro a esas putas!- Dominic daba el ejemplo y pudo abatir a unos francotiradores que custodiaban el flanco derecho de la base Locust para que así pudieran ingresar por ese lado.
La batalla no parecía tener fin y cada vez que los Gears parecían tener la oportunidad de avanzar a una posición ventajosa, los Locust usaban algo que les hacían retroceder matando a más de ellos de los que llegaban en las barcazas, y como los refuerzos no son infinitos, tendrían que ceder en su asedio tarde o temprano.
-¡Coronel, debemos retroceder!- recomendó Dom luego de que una explosión ocurriera cerca de ellos.
Bastante renuente a huir del campo de batalla, Hoffman anunció la retirada y todos los que podían se dirigieron a los medios de transporte acuáticos para que los sacara de ese infierno.
Al menos, los que pudieron moverse lo suficientemente rápido.
Un estallido despedazó a muchos soldados y mandó a volar a otros, siendo Lincoln uno de estos quedando casi inconsciente en la arena y expuesto a recibir un tiro mientras se levantaba.
Hasta que vio cerca suyo a una soldada que se parecía mucho a Ronnie Anne mortalmente herida extendiendo una mano en dirección suya hasta que el cuerpo no le dio para más y murió manteniendo los ojos abiertos.
El terror que sentía desde que puso el primer pie en la playa comenzó a ser opacado por una ira desmedida que lo hacía traspirar como una bestia al recordar como la mujer que amó murió por salvarle la vida, tanto así, que sus ojos avellana se volvieron carmesí.
Fue la primera vez que perdió totalmente el juicio.
-Los voy a matar… ¡LOS VOY A MATAR A TODOS!- con este grito de cólera, tomó su Lancer motosierra y yendo en dirección contraria a la que tomaban los demás Gears se dirigió hacia los Locust sin importarle lo que le pudiera pasar.
-¿Qué diablos…? ¡REGRESA AQUÍ, SOLDADO, ES UNA ORDEN!- lo llamó el Coronel, pero hizo completo caso porque nada lo podría parar hasta que descargase toda esa furia acumulada.
-¡LINCOLN, REGRESA, REGRESA!- empujado por el fuerte lazo de amistad que los unía, Clyde quiso ir por él pero una fuerte explosión que sucedió a un par de metros de distancia lo empujó varios metros por el aire y cayese duramente contra la arena.
Se sobaba la cabeza y todo le daba vueltas, tan desorientado estaba que apenas pudo divisar una granada que cayó prácticamente en su cara amenazando con hacerlo añicos.
-¡TÚ, CUIDADO!- pero una soldada si pudo reaccionar a tiempo y le dio una patada al explosivo alejándolo salvándole de una muerte segura -¡¿Te encuentras bien?!- lo ayudó a incorporarse.
-…- no dijo nada al inicio debido al mareo, pero cuando se repuso, abrió enormemente los ojos por quién tenía en frente, como si también hubiera visto un fantasma del pasado.
-Lo… ¿Lori?- vaciló al decir el nombre de su amada muerta porque la que le salvó la vida tenía un parecido enorme con ella.
-¿Qué? ¿Lori? ¿A quién te refieres?- ella lo miró confundido cuando estuvo totalmente de pie.
No había tiempo para charlas porque un misil dio contra la barcaza que más cercana a ellos destruyéndola, así que debían ponerse a salvo.
Lincoln por su parte continuaba avanzando hacia el enemigo disparando tantas balas como insultos hasta que tuvo que recargar su arma y ponerse a cubierto. Aún en el estado delirante en el que se encontraba, intentó hallar algo que le ayudara a acabar con ellos.
Vio un mayal explosivo de un Mauler muerto cerca suyo y después miró la base de los Locust que no tenía techo alguno debido a que ellos tenían Sembradores que escupían Nemacyst encargados de destruir cualquier helicóptero o avión que se acercase, así que fue su primera oportunidad en idear una de sus para nada ortodoxas estrategias.
-Ya verán ustedes…- sacó unas granadas de humo y las tiró a sus alrededores creando una intensa nube gris para que no le pudieran apuntar bien y tomó el mayal con ambas manos y comenzó a girar todo su cuerpo con todas sus fuerzas para tomar el impulso necesario y mandarlo hacia la fortaleza de los seres que más odia con su alma.
Y en una increíble casualidad o cosas del destino, el mayal cayó justamente en unas municiones para armas explosivas que los Locust usaban para destruir las barcazas de la CGO, por lo que generó un estallido tan potente que destruyó gran parte de la base, matando a bastantes y que el resto lidiase con un intenso incendio.
-No puedo creerlo… ¡Ese chico generó una brecha en la base Locust!- exclamó asombrado Dom.
-Ese nene está bien loco… me gusta eso- sonrió un soldado calvo, de barba y bigote fumando un puro.
-¡Todos muévanse ya y acabemos con ellos!- Hoffman no desaprovecharían una oportunidad como esa y nuevamente guío a los demás soldados que se sintieron más motivados al ver como uno de ellos solo y sin ayuda de nadie logró tanto.
Y así, luego de una ardua batalla que duró un día entero, los Gears pudieron alzarse como los vencedores erradicando por completo a esos invasores recuperando un importante puesto de control que les sería vital más adelante.
-Ah… ah…- Lincoln gemía exhausto teniendo toda su armadura manchada con la sangre de los Locust que despedazó sin piedad logrando calmar, aunque sea por esa vez, la gran ira y dolor que ha tenido guardadas por 4 años.
-Jovencito- no le prestó atención a Hoffman cuando se le acercó junto con Dom -desobedeciste una orden directa de mi parte e hiciste una maniobra estúpida sin pensar en las consecuencias- los demás soldados lo vieron fijamente creyendo que le daría una fuerte reprimenda -que nos dio la oportunidad de acabar con todos esos malditos. Buen trabajo, soldado- sonrió de medio lado orgulloso como pocas veces lo ha hecho.
-Tienes agallas, chico, lo reconozco. ¿Cuál es tu nombre?- quiso saber Dom, pero él no les prestaba mucha atención en verdad.
-Lincoln…- Clyde se le acercó y le dio un disimulado codazo para que reaccionase.
-Eh… ah… soy el soldado Lincoln Loud, señor- se enderezó e hizo el típico saludo militar.
-Tú tienes los huevos más grandes que la cabeza, Copo de Nieve- ese soldado del puro le hizo burla.
-Aprendan niños. Esto que él hizo es lo que haría un verdadero soldado- el Coronel quiso ponerlo como un ejemplo para que los jóvenes soldados vieran que cualquiera de ellos podría hacer la diferencia entre la victoria y la derrota.
-De… de nada, solo cumplía con mi deber- muy raro se le hizo ser el centro de atención.
-Disculpe… señorita- alejándose un poco de él, Clyde se dirigió hacia la rubia que lo salvó -muchas… gracias por salvarme. Le debo la vida- rascó su nuca algo apenado.
-De nada, es lo que hubiese hecho por cualquiera de mis camaradas- afirmó ella sonriendo con el brillo de mil Martillos del Alba -yo soy la cabo Carol Pingrey, ¿Cuál es tu nombre?
-Clyde… Clyde McBride- le sonrió algo ruborizado porque en ese momento creía que era la propia Lori con la que interactuaba, como si esta hubiera vuelto a su vida de nuevo.
Ese fue el inicio para una nueva etapa para Lincoln y para Clyde. El primero al ser impulsado por su sed de venganza poco a poco se volvía un soldado destacado de entre los demás y el segundo a ese mismo rito comenzó a forjar una relación con Carol.
La profunda herida que tenía en su corazón por la pérdida de Lori se cerraba pudiendo volver a sonreírle genuinamente a la vida y como nunca creyó que volvería a hacerlo.
Un cambio que se reflejaba al momento de luchar porque aún siendo siempre era el más precavido y cauto de entre sus compañeros de equipo, también podía llegar a ser el más alegre y optimista intentando levantar los ánimos y la moral cuando las cosas se pusieran feas.
Todo iba tan bien, que a los 29 años decidió dar el siguiente paso en su relación y le pidió matrimonio a Carol que aceptó sin dudarlo ni un instante. Comenzaron a visualizar como serían sus vidas cuando al fin la guerra terminase y formaran su propia familia lejos de todo eso.
Tan ilusos eran…
-¡MI HIJO SE ESTÁ CASANDO!- vociferó Howard llorando de la emoción cuando Clyde y Carol al fin unieron sus labios en el sagrado rito del matrimonio en una capilla.
-¡Felicidades, hombre!- le dijo Rusty que seguía con vida en ese momento. En realidad era el más alto del grupo midiendo poco más de dos metros, pero no teniendo la corpulencia ni de Liam o de Lincoln por lo que parecía ser delgado y por ende con más estatura de la que en verdad poseía.
-Muchas felicidades, amigo mío. Que la vida como pareja esté llena de bendiciones para ustedes- Liam le dio unas palmaditas en la espalda.
-Me alegro tanto por ti, mi hermano. Es… bueno ver que uno de los dos pudo consolidar su relación con la mujer que ama- también trató de felicitarlo Lincoln, pero el ambiente del lugar le hace pensar en lo que pudo haber logrado con Ronnie si hubieran podido permanecer como pareja.
-Descuida, Lincoln. Estoy seguro de que tú también algún día estarás en esta misma situación, sea con Diana o alguien más- con el optimismo que poseía en ese momento, el ahora marido le sujetó el hombro sonriéndole con confianza y se dispuso a irse de Luna de Miel con su mujer.
Nadie se esperó que la ciudad en la que se llevó a cabo la boda se produjera un sorpresivo ataque Locust que los obligo a todos, incluso a la nueva pareja, a tomar las armas y combatir.
-¡¿Por qué mierda de todos los lugares del mundo tenían que atacar esta ciudad?!- quiso saber Rusty detrás de una gran viga de metal junto con Zach, remarcando la enorme diferencia de alturas, usando un Lancer para dispararle a varios Drones.
-Esta ciudad tiene una de las más grandes fábricas metalúrgicas de la CGO. No hay que usar mucho la imaginación para saber lo que los Locust podrían hacer si llegan a apoderarse de ella- explicó Liam disparando la misma pistola Boltok de siempre.
-¡No dejaremos que esas perras inmundas le pongan las manos encima!- con su también sadismo característico, Lincoln llenaba de plomo a todo aquel Locust que estuviera en frente.
-Bonita noche de bodas, ¿No?- dijo Carol a Clyde riendo ligeramente antes de cerrar los ojos por unas chispas causadas por las balas al dar contra su cobertura.
-Esto no debería ser así…- teniendo un muy mal presentimiento, su esposo no se iba a despegar de su lado no dispuesto a perder de nuevo a la mujer que ama.
Siguieron peleando así hasta el anochecer teniendo que refugiarse para no ser devorados por los Krill no sabiendo que se situaron justamente en donde los Locust querían que estuvieran para que así unos Agujeros E se formaran a sus espaldas tomándolos por sorpresa.
-¡Maldita sea, cierren los agujeros, ciérrenlos!- el ya Sargento Loud comenzó a dispararles.
Carol logró aventar varias granadas cerrando un par de esos huecos infernales, pero al querer lanzar otra, recibió un disparo en la pierna que le hizo caer y que esa granada cayese cerca de una viga de soporte dañándola bastante.
-¡CLYDE!- tanto era el dolor que no podía contener sus lágrimas y se sujetó esa sangrante herida.
-¡CAROL!- descuidando por completo su seguridad, él no vaciló en ir a socorrerla, pero un Dron con casco poseedor de un solo visor y empuñando un Lancer Retro se le acercó y con la filosa cuchilla de esta arma le hizo esa grotesca cicatriz que siempre llevará en el lado izquierdo de su cara.
-¡QUÍTATE ESTORBO!- ignorando el dolor, comenzó a luchar con él hasta que le desgarró la garganta con la bayoneta de su propia arma para dirigirse hacia su mujer.
Pero al estar a tan pocos metros de distancia de la rubia, también recibió un disparo en una pierna desde atrás que lo tumbó boca abajo. Rugiendo del dolor, se incorporó levemente dispuesto a ir hasta ella aún si debía arrastrarse no importándole lo que le pueda ocurrir.
No sabiendo que el disparo de un Boomer accidentalmente dio contra la misma viga que fue dañada por Carol derrumbando una gran sección del lugar en el que batallaban.
-¡CLYDEEEE!- con ese grito final, su mujer, su pareja y esposa con la que estaba dispuesto a pasar el resto de su vida murió aplastada delante de su ahora único ojo que gravó para siempre en su mente la expresión que esbozó antes de perderse entre los escombros.
-¡CAROL, NOOOOO!- gritando casi al punto de que se le rasgaron las cuerdas bocales, el alma del soldado se hizo añicos al sentir como nuevamente el amor de su vida se le arrebató de tajo no pudiendo hacer nada para salvarla aun estando prácticamente a solo un par de pasos de distancia.
-¡ARRIBA, CLYDE, VÁMONOS!- al verlo así de vulnerable, Lincoln no tuvo de otra que socorrerlo y ayudarle a caminar para llevarlo a una mejor posición desde la que puedan seguir peleando.
Al día siguiente, se hizo un recuento de daños. Pudieron repeler a los Locust y evitar que adueñaran del lugar, pero a un alto costo porque perdieron a muchos Gears y los que quedaban con vida deberán saber cómo continuar adelante viviendo con todo lo acontecido.
Entre esos estaba Clyde, qué en una cama de hospital y teniendo un vendaje alrededor de la herida de su cara, apenas y lograba asimilar la desastrosa pérdida que sufrió y que opaca cualquier dolencia física que pueda experimentar.
Eso claramente se podía apreciar en la mirada carente de emociones que poseía al no parpadear ni una sola vez.
-Clyde- Lincoln entró a la habitación -¿Cómo estas, amigo? ¿Estás bien?- se sentó a su lado.
-… sí, Lincoln, estoy bien- al demorarse en contestar, lo dejó perplejo porque su tono de voz sonó muy opaca e insensible lejos de la animada de siempre casi pareciendo mecanizada -¿Y el resto? ¿Cómo están Zach, Liam y Rusty?- no se volteó a mirarlo cuando le preguntó esto.
-Este… el resto estamos bien por fortuna- el albino no sabía cómo lidiar con esa nueva actitud de su parte -yo… estaré cerca atendiendo otras cosas. Si necesitas algo, házmelo saber.
-Lo que digas, Lincoln… gracias- continuaba sin verlo a la cara, por lo que él se retiró del cuarto dedicándole una última mirada de pesar antes de cerrar la puerta sabiendo dentro de sí que su mejor amigo se perdió para siempre la noche anterior.
Fin del flash back.
Suspiró el moreno con cierta melancolía para guardar la foto de Carol y el dije de Lori.
Ahora ya se sabía el por qué tanto se incomodaba al interactuar con Star. Debe serle no solo muy difícil y doloroso estar así junto a alguien que le recordase tanto a las mujeres que amó en el pasado, sino que las palabras de agradecimiento de su parte le devolvían algo de esa vieja humanidad perdida que nunca creyó que iba a recuperar y que se acordara también el verdadero valor de la vida.
-¿Clyde?- Lincoln notó lo pensativo que estaba -¿Pasa algo?
-Descuida, Lincoln, estoy bien- el peliblanco notó enseguida que algo cambió en su modo de hablar y en su expresión, como un vago reflejo de lo que antes fue su mejor amigo, por lo que le dedicó una ligera sonrisa.
-¿Si estaremos yendo en la dirección correcta?- totalmente ajena a lo que le pasaba al menos animado del grupo, Stella intentó hacer contacto con Chandler y el Escuadrón South.
-Yo espero que sí. Estén atentos ante cualquier indicio de lucha entre ellos y los Locust- pidió Liam.
-¿Pasa algo, Bill?- Dipper miró al perro que se movía inquieto señalando con su hocico una dirección y raspando con sus uñas el interior del tanque -¿Tratas de decirnos algo?
-Parece que su olfato para los problemas sabe en dónde somos requeridos. Guíanos, amiguito- confiando en el juicio del Can, Liam dejó que les indicara cuál era el camino correcto.
-Esto es una locura…- musitó Zach no pudiendo creer que sean capaces de permitir eso.
Para su fortuna, el perro si los pudo guiar por el camino correcto y llegaron a la escuela en dónde se encontraba el Equipo S peleando desesperadamente contra un enorme batallón de Locust dirigidos de nuevo por el propio General RAAM teniendo a su disposición las BML y estando peligrosamente cerca de un incendio generado por el helicóptero en el que se fueron y que chocó contra el techo de la estructura.
-¡Ahí está ese hijo de perra! ¡YA SABES QUE HACER, LIAM!- al ver de nuevo a su enemigo mortal, las llamas de la ira se encendieron otra vez dentro del Sargento Loud.
-¡HOMÍNIDOS, DESTRUIRLOS!- pero el General Locust no fue tomado por sorpresa y señaló el Tanque Centauro para abrir fuego junto con sus subordinados.
Las balas de su pesada ametralladora y de las demás armas no dañaban significativamente el blindaje del carro de guerra, pero los muchos misiles disparados por los Boomers podrían destruirlo por completo, así que Liam no tuvo de otra que girar a la izquierda y evitar esos explosivos teniendo que mantener la distancia por lo que Lincoln con todo gusto volvió a manejar el cañón y abrir fuego despedazando a todo monstruo que estuviera en la mira, intentando darle específicamente al verdugo de su familia que pese a su gran tamaño tuvo la suficiente velocidad y reflejos para esquivar un disparo de su parte y correr de medio lado siendo recubierto por su barrera de Krill.
-"¿Escuadrón Serpiente? ¡¿Son ustedes?!"- quiso saber el Sargento Marsh.
-El mismo que viste y calza- le respondió el otro Sargento aún intentando atinarle a RAAM.
-"¡A buena hora llegan, inútiles! ¡¿Por qué mierda se demoraron tanto?!"- les reclamó el culón de Cartman.
-Estuvimos ocupados en otros asuntos. ¿Cómo están las Bombas de Masa Ligera? ¿Han podido contactar con el Centro de Mando o con otro escuadrón?- Clyde no quiso dar muchos detalles al respecto.
-"Las BML están bien al igual que ese teniente marica y recibimos un mensaje hace una hora de otro escuadrón que dijo venir en camino con refuerzos pero no hemos obtenido más respuestas de su parte. Ustedes son los únicos que han podido responder a nuestros gritos de ayuda"- una risa irónica salió de la boca de Liam porque la situación se invirtió y ahora eran ellos los que acudían al rescate.
-Entonces resistan mientras nos encargamos de esos malparidos- les pidió Lincoln y recargó el cañón del tanque.
No debían confiarse demasiado, porque aunque no están lidiando con bestias gigantescas como Brumkas o Reavers, ese batallón de Locust al ser guiado por RAAM podrían aniquilarlos al más mínimo descuido volviendo a colocarlos en Jaque.
Momento que se dio cuando la torreta del tanque recibió el impacto de misil quedando inutilizado y el vehículo se quedó atascado en unos Agujeros E que se formaron justamente debajo suyo.
-¡DESTRUIRLOS!- RAAM los señaló para que los Krill bajo su control los atacasen.
-¡¿Qué pasa, Liam?! ¡ACELERA, ACELERA, ACERELA!- apuró Zach porque al quedarse inmóviles, eran un blanco fácil.
-¡¿Qué mierda crees que estoy haciendo?!- por más que lo intentaba no podía desatascarse. Los mellizos se abrazaron temblando y llorando de terror puro y el perro ladraba desesperado.
-¡NOS VAN A MATAR!- gritó Stella porque dentro del transporte se produjeron muchas chispas indicando que no iba a resistir por mucho más tiempo.
-Esto no puede terminar así… ¡MALDICIÓN!- rugía Lincoln de la impotencia no sabiendo que hacer.
-Este será el final después de todo…- Clyde se cerró el ojo y apegó al pecho la foto de Carol expulsando una lágrima pidiendo volver a verla en el Más Allá.
Ninguno esperó que ocurriera un milagro que los salvaría de esa situación sin salida. A lo lejos, en el oscurecido cielo plagado por esas pirañas voladoras, se divisó un helicóptero King Raven siendo seguido en tierra por dos Tanques Centauros que se dirigían a toda velocidad haciendo a un lado todo lo que estuviera en su camino.
-"¿Son el equipo encargado de proteger las Bombas de Masa Ligera?"- oyeron por los comunicadores.
-Esa voz le pertenece a… ¿Tai? ¡¿Eres tú, Tai?!- Liam reconoció al dueño sonriendo enormemente aún por más que su tanque estuviera a punto de destruirse.
-"¿Liam? ¿Qué haces ahí? ¿Qué el equipo que mandó el pedido de ayuda no fue el Escuadrón South?"- quiso saber el receptor.
-Es una larga historia, pero necesitamos que lleguen ya porque nosotros y ese equipo estamos a punto de ser asesinados por los Locust, ¡No vamos a aguantar por más tiempo!
-"Entendido, no pierdan la calma"- era muy raro que el hombre con el que hablaba mantenía la compostura sin mostrar rastro alguno de desesperación u otro sentimiento parecido.
Con la llegada de esos inesperados refuerzos, ambos equipos al fin pudieron darse un respiro en contraste con RAAM que no tuvo más opción que huir en un Agujero E con los pocos Locust que le quedaban volviendo a maldecir a los "patea suelos" porque estuvo tan cerca de apoderarse de los artilugios con lo que pudo darle un giro total a la guerra.
-Gracias a Dios… creí que no la íbamos a contar- quitándose sus gafas de aviador, Zach se rascó el cabello soltando un pesado suspiro una vez que todos los equipos se juntaron en frente de la escuela.
-Tai, tanto tiempo sin verte- Liam le estrechó la mano al tipo con el que se comunicó antes y que era tan grande como él poseedor de una cresta punk corta y de unos tatuajes negros.
-Parece que el destino aún les tiene preparadas muchas más cosas por delante- el otro asintió.
-Copo de Nieve, ¿Cómo has estado?- el soldado que en esa ocasión halagó el coraje demente de Lincoln también fue a saludarlo.
-He tenido mejores días, Barrick- no se molestó por ese apodo y río levemente hasta que vio a un soldado, que igual que Diana, no se le podía ver la cara por el casco que usaba -Clayton Carmine…- por algún motivo extraño, lo saludó sin muchos ánimos.
-Lincoln Loud, desgraciado rompe corazones… no puedo creer que tuve que salvarte el culo- le devolvió el gesto haciendo reír a Tai, Barrick y a otra compañera de equipo que usaba un Sniper.
-Parece que nuevamente les he tenido que salvar el pellejo, ¿Verdad, maricas?- el Equipo S también dialogaban con otro escuadrón que, curiosamente, estaba compuesto por cinco rubios incluyendo un hombre y mujer mellizos, y el líder tenía una cara algo infantil en contraste con su expresión de burla y sadismo adornada por una cicatriz parecida a la de Clyde pero todavía conservando ambos ojos.
-No necesitábamos de tu ayuda, Leonardo- claramente ni a Stan ni al resto le caía bien él.
-Teniente Stouch, líder el Equipo Rubí, en caso de que lo hayan olvidado. ¿Quieren que les vuelva a recordar cómo es que llegué a este puesto?- los desafió sin miramiento alguno en contraste con los demás miembros de su grupo que no estaban de ánimos para bromear de esa manera.
-Hermano, no comiences por favor. Recuerda lo que está en juego ahora- pidió uno de ellos, que claramente era su hermano gemelo y poseedor de una expresión mucho más suave.
-Tan aburrido como siempre, Butters- bramó él dedicándoles una sonrisa de burla al Escuadrón South logrando intimidar a Kyle y Cartman quién no se atrevió a responderle de mala manera.
-Y pensar que los Ónix son unos antipáticos… y a todo esto, ¿Qué hacían ustedes por aquí? ¿Qué no se supone que estaban ocupados en sus respectivas misiones?- quiso saber Zach.
-Cuando el Centro de Mando perdió contacto que su escuadrón y demás elegidos para custodiar las Bombas de Masa Ligera, Hoffman y Prescott nos ordenaron a todos dejar lo que hacíamos para ir a ayudarles cuanto antes. Tuvieron suerte de que nosotros fuimos los primeros en hallarlos al revolotear por los alrededores de esta ciudad al ser el último lugar desde que pudieron establecer contacto- les explicó el Sargento Marsh.
-Pero claro, si esa misión nos la hubieran dado a nosotros, la habríamos completado en menos de un parpadeo sin alzar tanto drama y alboroto- afirmó el Teniente Stouch haciendo que Lincoln y los demás también le tomaran un gran fastidio al menospreciar todo por lo que ellos han pasado.
-Ya basta de tanta charla, insectos- intervino otro soldado de peculiar pelo negro con forma de flama, tan chaparro como Zach y de mirada fría y dura como el metal -Centro de Mando, aquí el Sargento Vegeta líder del Escuadrón Dragón. Estamos con los Escuadrones Z, Rubí, Serpiente y South, ya tenemos a salvo las Bombas de Masa Ligera, emprendemos camino hacia Jacinto, cambio- intentó comunicarse fallidamente con la base -malditas sabandijas inútiles…
-Cálmate, Vegeta- uno de sus compañeros, cuyo cabello también negro estaba todo enmarañado, le puso una mano en el hombro pero él se la quitó refunfuñando: "no empieces, Kakaroto"
-Parece que nuevamente deberemos arreglárnoslas solos como siempre- dijo una mujer de pelo azul y se sopló un mechón que le tapó el ojo derecho.
-Entonces larguémonos- no habiendo nada más que hacer ahí, los equipos se subieron a sus respectivos vehículos y retirarse; Chandler casi grita de la alegría.
-Ahora me doy cuenta de qué si nuestro grupo y los de ellos hubieran trabajado juntos desde un inicio, nos hubiéramos ahorrado mucho sudor y habríamos terminado esto en un dos por tres. ¿Por qué no lo hicimos desde un inicio?- quiso saber Zach.
-O es porque las misiones de ellos eran de casi tanta importancia como la nuestra o es porque estamos metidos en algún cuento lleno de muchas subidas y bajadas siendo eso una gran falla argumental- contestó Clyde no dándole mucha importancia a esa interrogante (NA: que ENORME ironía es eso, ¿No? XD)
-Espero que ahora sí podamos llegar a Jacinto sin tanta complicaciones- Stella ya no quería seguir pasando por esa clase de situaciones de lo más delirantes que le podrían pasar la factura a su salud mental en cualquier momento.
-Con la suerte que hemos tenido hasta ahora…- iba a ironizar Clyde, pero Liam le dio un codazo.
-Con el apoyo de los demás equipos podremos lograrlo, lo único que deseo ahora es volver a tener otra oportunidad de ajustar cuentas con el malnacido de RAAM y terminar de un modo u otro lo que dejamos pendiente- los amigos de Lincoln se vieron mutuamente temiendo que su salud mental se haya mermado porque otra vez su enemigo mortal se escapó de sus manos dejándole con las enormes ganas de hacerle pagar como se lo merece.
Capítulo doce completado el 07/02/2021.
Y aquí termina el capítulo de hoy. Este capítulo también me fue muy difícil de hacer porque tuve que ser lo más breve tanto en la parte en la que el Escuadrón Serpiente ayuda a Star y los demás, como al mostrar el pasado de Lincoln y Clyde como soldados y el por qué este tanto se incomodaba cada vez que hablaba con la rubia.
Que tragedia debió ser para él perder a Carol el mismo día en que contrajeron matrimonio, eso explica porque ahora es como es casi siendo un autómata. Me hubiera gustado indagar más en su relación y todo eso, pero de hacerlo, haría un capítulo mucho más grande y ya saben que no le quiero dar tantos rodeos a este fic.
En cuanto a los personajes que aparecieron hoy, pues… algunos si son canon de los juegos de Gears of War, otros son OC de mi creación y otros creo que es más que evidente a qué serie pertenecen, ¿No? XD a ver que más locuras ocurrirán con todos ellos.
