ENGRANES DE GUERRA

CAPÍTULO TRECE: TRÁGICOS RECUERDOS, PARTE 3

Ahora contando con el respaldo del Escuadrón South y de los demás que acudieron a su rescate, el Escuadrón Serpiente retomó su marcha a Jacinto dentro de su muy dañado tanque de guerra que inevitablemente comenzó a fallar y se quedó atrás hasta que se detuvo por completo cuando su mecanismo se averió.

-Jodida chatarra, a buena hora se le ocurrió vararse. Aquí en medio de la noche con los putos Krill dando vueltas por ahí- se quejó Zach dándole una patada a la rueda izquierda trasera del vehículo.

-Si no puede repararse entonces déjenlo y suban a otro de los tanques. No hay tiempo que perder- les pidió Tai cuando los otros carros de guerra se posicionaron a sus lados y el helicóptero se mantenía por los aires enfocándolos con una potente Linterna UV para que las pirañas voladoras no los atacaran.

-Gr… ¡GRUAU, GRUAU, GRUAU!- comenzó a ladrar el perro de Dipper y Mabel a la nada.

-¿Saben lo que significa eso, amigos? ¡Es hora de pelear!- avisó Liam al resto y prepararon sus armas justo cuando el terreno se estremeció y se formaron varios Agujeros de la Emergencia.

-¡Esto ya dejó de sorprenderme!- ironizó Lincoln y todos comenzaron a abrir fuego contra los diversos adefesios que surgían de los huecos.

-¡Ustedes inútiles que van en el helicóptero cierren los Agujeros E y acaben con esas sabandijas ya!- exigió el Sargento Vegeta.

-¡Tú no me das órdenes a mí, enano frentón!- le gritó el Teniente Stouch desde el vehículo volador -¡Ed, Brittany, encárguense de esos maricones!- ordenó al hombre y mujer mellizos.

-Como digas, primo- ellos usaban las pesadas ametralladoras del helicóptero para dispararles a los Locust mientras que el piloto abría fuego con muchos misiles para tratar de tapar los Agujeros E hasta que tuvo que hacer un giro brusco que casi los tumba a todos.

-¡Butters, que mierda te pasa!- el líder del Escuadrón Rubí lo sujetó bruscamente del hombro.

-¡Los problemas se están agravando, hermano!- su gemelo señaló a un edificio cercano.

Justamente en la azotea de ahí se hallaba el General RAAM acompañado de Jermad guiando como siempre a los Locust y que al señalar al helicóptero hizo que muchos Krill se enfocaran en atacarlos

-¡VAN A DERRIBARNOS!- exclamó Jack, el más grande del grupo, operando la Torreta V quemó a esas infernales criaturas nocturnas, pero eran tantas, que varias podían acercárseles por distintas direcciones y dañar el transporte.

-¡ME LLEVA LA GRAN PUTA! ¡Ustedes inútiles de ahí abajo tengan cuidado y no se dejen joder!- exclamó Leo y le disparó a los Krill con su Lancer ya no pudiendo ayudar a los Gears del suelo.

-¡Ahora si apoderarnos de los explosivos humanos!- el batallón de Locust también era dirigido por Gork que se veía más agresivo de lo normal, seguramente furioso por haberse tragado el anzuelo que el Escuadrón Serpiente le tendió en el campamento subterráneo del Tío Grandpa.

-De nuevo nuestros caminos se cruzan, maldito imbécil…- apenas recordando la promesa que hizo antes, Liam con dificultad se contenía para no ir a asesinarlo aún si le costara su propia vida.

-Si tan solo pudiera darle al líder de estos desgraciados…

Sam, la compañera de equipo de Tai, intentaba enfocarle a RAAM con su rifle Sniper y aprovechar que no tenía su barrera de Krill para hacerle un agujero en la cabeza, pero Jermad con su propio rifle modificado intentaba tirarles a ellos no permitiéndole a ella o a cualquier otro apuntarles y dándole a su superior la oportunidad de disparar abiertamente su ametralladora desde la cima de ese edificio y seguir comandando a las alimañas voladoras.

-¡Usemos uno de los tanques para acabar con ese hijo de puta ya!- propuso Lincoln no dispuesto a desaprovechar otra oportunidad en exterminar al verdugo de su familia.

-¡Atentos todos! ¡MIREN ALLÁ!- avisó Kakaroto divisando como a espaldas de ellos surgieron varios Corpsers que tenían adosadas a sus patas grandes faros para mantener a salvo a las tropas sedientas de sangre que los seguían.

-En serio esos maricas sí que le quieren tirar mano a estas chatarras para arriesgarse así- carcajeó Barrick no mostrando miedo ante la situación de peligro mortal en la que se encuentran.

-¡No podemos permanecer aquí, debemos seguir moviéndonos!- apresuró Clyde.

-Liam, tú, tus amigos y el Equipo S han tenido mucha acción hoy. Nosotros nos encargaremos de este batallón y ustedes aprovecharan la oportunidad para huir junto con las BML hacia Jacinto- propuso Tai tampoco expresando temor alguno y manteniendo una calma muy inusual.

-¿Seguros de eso?- el ex-granjero se mostraba reacio a dejarles tal carga solos cuando ellos en todo momento se las han tenido que arreglar como podían contra los Locust.

-Seguros, ¡Ahora muevan el culo y váyanse!- los apuró Clayton que usaba una ametralladora Mulcher para hacer picadillo a todo Locust que tuviera en frente.

No teniendo más alternativa, los dos Equipos S se subieron a uno de los tanques que aún servían y emprendieron la retirada junto con el camión de las BML que seguía siendo conducido por Chandler que fue el primero en pisar el acelerador.

-"Mucha suerte"- pensó Liam dedicándole una última mirada a los demás Gears antes de ponerse en marcha.

-¡NO PERMITIRLES HUIR!- RAAM comenzó a dispararles, pero un disparo de Sam dio contra la protección que tiene alrededor de su quijada distrayéndolo lo suficiente para que no les pudiera apuntar bien -¡IR POR ELLOS, IR POR ELLOS!- no les dejaría escapar nuevamente y junto con su mano derecha abandonó la azotea desde la que dirigió a los otros esperpentos.

-Dios… por favor, que no sucedan más sorpresas desagradables como esta- imploró Zach al quitarse las gafas y frotarse los ojos.

-Ha sido la noche más larga de mi vida…- dijo Stella frotándose la cara con ambas manos no sabiendo por cuánto más resistirá cada una de las arremetidas de los Locust.

-Y aún no estamos ni cerca de llegar a Jacinto…- agregó Clyde ya de nuevo con su carácter tan poco positivo y optimista inclinando la cabeza hacia atrás y frotarse el pescuezo.

-Yo solo quiero que todo esto acabe…- suplicó Mabel teniendo la cordura pendiendo de un hilo.

-No se desesperen, pequeños. Mientras que yo respire, no dejaré que nada les pase; se los juro- afirmó Liam, a lo que Cartman murmuró "marica" recibiendo un golpe de Kyle.

-Gracias, señor- Dipper le sonrió levemente luego de pasarse una mano por los ojos hasta que notó cierto detalle -¿Quién es Virginia?- miró el tatuaje del cerdo que posee en el brazo izquierdo.

-¿Virginia? Pues era mi mejor amiga, una de las cosas que yo más amaba en mi vida… y que se me arrebató del modo más vil posible- frunció el ceño y sus pupilas se contrajeron levemente.

-¿Y qué le pasó?- siguió preguntando el chico hasta que Zach le sujetó el brazo negando con la cabeza para que no indagara en ese asunto.

-Ya te lo dije, niño. Se me arrebató de la forma más cruel imaginable…- su voz sureña tuvo un pequeño pero notorio tono gutural casi como si hubiese sido poseído por un ente maligno.

Porque justamente atestiguó en primera fila uno de los peores infiernos posibles.

Flash back:

Mientras que Lincoln y su familia se habían alistado para abordar los trasportes que los llevarían a un lugar seguro no sabiendo lo que se avecinaba, Liam y la suya ya habían tomado las medidas que creyeron ser necesarias para hacerle frente a la amenaza Locust.

-¿Ya están listas todas las mallas alambradas?- preguntó el padre de Liam, el Señor Miller.

-Sí, papá. Todas están electrificadas- respondió Beth, la menor de sus dos hijos.

-Perfecto. Ahora estén atentos en caso de que esas Locas decidan mostrar sus feas caras por aquí- les entregó a ambos unas escopetas de doble cañón de largo alcance.

-No sé si baste, papá. Por lo que nos han contado sobre esas cosas…- Liam no estaba muy seguro.

-No te me achicopales ahora, hijo. Nuestra granja ha sido capaz de soportar cada una de bolas de estiércol que la vida nos ha arrojado desde incluso antes que iniciaran esas jodidas Guerras del Péndulo. Podremos resistir esto y mucho más- afirmó el granjero con ciega seguridad al creer que lidiarían únicamente que las típicas amenazas de siempre.

El orgullo lleva a la destrucción.

Cuando se hizo de noche nada fuera de lo usual ocurría aparte de que todos los animales al estar reunidos en el más grande de los establos se estaban inquietando, hasta que a la lejanía pudieron oír los inconfundibles sonidos de la guerra que RAAM desató cuando inició su ataque a Royal Woods.

-Lincoln… muchachos- Liam se angustió por sus amigos orando para que estuvieran bien.

Hasta que le tocó vivir su propio pedazo de Infierno cuando se divisó a la lejanía a un batallón de Drones yendo en dirección a su granja.

-¡AHÍ VIENEN!- avisó su madre subida en un poste usando unos binoculares.

-Llego la hora, niños. ¿Están listos?

-Claro que sí, papá- afirmó Beth entusiasmada, como si quisiera demostrarle a él de lo que es capaz de hacer en total contraste con Liam que continuaba muy preocupado.

Temores que se potenciaron cuando esa horda de Locust llegó hasta su finca y pudo ver la apariencia de los seres que en tan poco tiempo han logrado causar tanto daño a la humanidad.

-¡OH SANTO DIOS!- no pudo evitar retroceder unos cuantos pasos del susto, pero su papá le dio un zape en la cabeza para que no se acobardara.

-¡No seas gallina y ármate de huevos, Liam! ¡LLENEMOS DE PLOMO A ESAS SANGUIJUELAS!- fue el primero en abrir fuego.

Los Drones apenas tocaron las mallas gritaron en agonía al sentir los miles de volteos que los recorrieron de la cabeza a los pies hasta caer muertos. Debido al poco sentido común que poseían, el resto en un inicio trató de cortarlas para traspasar el perímetro creado por los Miller, pero también cayeron muertos electrocutados o por los disparos que recibían no logrando gran cosa.

-¿En serio son los monstruos que tanto terror han engendrado? ¡JA! Más difícil me resultaría acabar con un coyote cojo- reía el Señor Miller pensando que todos esos miedos eran exagerados.

Hasta que el terreno comenzó a temblar con violencia y en el chiquero en dónde antes vivían las gallinas se creó un Agujero E del cual surgieron muchos Locust que dispararon sin control en todas direcciones.

-¡¿PERO QUÉ CARAJOS…?!- tanto el Señor Miller como su esposa e hijos fueron tomados con la guardia baja -¡MARY, TÍRALE UN TANQUE DE GASOLINA A ESA LETRINA, RÁPIDO!

-¡ENSEGUIDA!- con una fuerza que supera a la de cualquier citadino, su mujer tomó un tanque de combustible y lo arrojó a ese hoyo y le disparó creando un estallido que lo cerró y mató a varios Locust e hiriendo a los más cercanos.

Solo para que se formaran otros tres huecos más.

-Esto no es posible… ¡Mary, niños, enfóquense en las alimañas que salen de esas letrinas llenas de mierda y no dejen que se acerquen a los animales! Las mallas mantendrán alejados a los demás.

Aunque era admirable que solo 4 personas sin ningún entrenamiento militar le hicieran frente a ese enjambre de Locust para proteger sus tierras y a sus preciadas criaturas, solo iba a ser cuestión de tiempo hasta que sus defensas no dieran para más y fueran superadas.

-¡Condenada rata inmunda!- el papá de Liam forcejeaba con un Dron que trató de arrebatarle la escopeta hasta que le dio un culatazo en la cara tirándolo el suelo, pisarle el pecho y volarle la cabeza de un disparo -¡PÚDRETE!

-¡Roy, son más de lo que podemos contener!- le dijo su mujer abatiendo a muchos Desgraciados, hasta que tuvo que agacharse detrás de los sacos de trigo en dónde está a cubierto para recargar.

-Mi padre, el padre de mi padre y el padre del padre de mi padre jamás se han echado para atrás. ¡YO NO SERÉ LA EXCEPCIÖN!- ya sea por terquedad, orgullo u honor familiar, su marido no iba a dar su brazo a torcer.

-¡PERO PAPÁ…!- iba a objetar Liam que tenía a Beth aferrada a su costado ya temblando y llorando del miedo.

-¡¿Qué creen que estar haciendo?! ¡ACABEN YA CON ESTOS HOMÍNIDOS!- ordenó de repente Gork, que obviamente, lideraba el asedio a la granja y salió de uno de los Agujeros E.

En esos tiempos no poseía la altura y gran masa muscular que algún día le haría sobresalir de entre los demás Granaderos, pero si tenía su larga y nata cola de lagarto y usaba lo que parecía ser un prototipo de la enorme escopeta de cañón triple que lo caracterizará más adelante.

-¡CUCARACHAS ASQUEROSAS!- Roy le apuntó y disparó un par de veces.

Gork se escondió detrás de un poste e inició un intercambio de disparos con el papá de Liam no importándole si le daba accidentalmente a los Drones bajo sus órdenes.

Hasta que uno de sus tiros dio por casualidad contra el generador que les daba energía a las mallas eléctricas dejándolo inservible y por consecuencia estas ya no podrían mantener a raya los demás Locust que no tuvieron inconvenientes en cortarlas y al fin traspasar el perímetro.

-¡VIENEN POR NOSOTROS!- Mary dejó su posición.

-¡VAYAN AL GRANERO CON LOS ANIMALES, RÁPIDO!- Roy también dejó su cobertura, pero Gork de inmediato aprovecho eso para acercársele y conectarle una patada en el estómago que no solo le sacó el aire, sino que también hizo que vomitara mucha sangre al tumbarlo.

-¡PAPÁ!- Liam amañó con a ayudarle aun teniendo a Beth apegada a él.

-¡NO!- pero Roy les hizo una seña con la mano para que no se les acercara cuando se paró evitando un pisotón de Gork y hacerle retroceder de un puñetazo a la quijada -¡Debes proteger a tu madre y a tu hermana en el granero con los animales! ¡YO ME ENCARGO DE ESTE HIJO DE PUTA Y DE LOS DEMÁS!

Con gran valor comenzó a luchar contra Gork, pero por más fuerte que sea gracias a su estilo de vida rural, no duró mucho ante tal monstruo que le sujetó un brazo y se lo partió de un codazo, al igual que una pierna por un fuerte puntapié en la rodilla no dejándole la oportunidad de escapar.

-¡YO ME BAÑARÉ CON TU SANGRE!- lo alzó con una sola mano sujetándolo del cuello sonriendo con un sadismo desmedido que no se ve e ningún otro Locust.

-Ah… ah… ¡VETE A COMER MIERDA, IMBÉCIL!- todavía teniendo las suficientes fuerzas, Roy le dio una patada al cara volteándosela, pero ni así logró liberarse y solo enfureció a su enemigo.

-¡SER TU FIN!- Gork le colocó el cañón de la escopeta contra el pecho y al jalar el gatillo lo despedazó del esternón para abajo para así poder verlo a la cara al expulsar su último aliento junto con la sangre que salió de su boca y del poco cuerpo que le quedaba bañándose con esta tal y como se lo dijo.

-¡ROY!- gritó Mary al presenciar tal atrocidad junto con sus hijos, pero Liam la obligó a seguir moviéndose rumbo hacia el granero al que habían reforzado con trozos de metal.

Cosa que no sirvió de mucho porque el disparo de un Boomer dio contra las grandes puertas dobles generando una explosión lo suficientemente fuerte para derrumbarlos a los tres y que varios trozos les cayeran encima.

Los animales en su interior al ser presas del pánico huyeron en estampida casi pasando por encima de ellos y exponiéndose a que los Locust les dispararan.

Dando inicio a una masacre que solo puede compararse a lo que los Loud experimentaron porque todos y cada uno de ellos fue abatido ya sea por disparos, explosiones, llamas e incluso asesinados por las propias manos de los Locust y los Desgraciados y Tickers que los acompañaban dándose un festín con su carne nutriéndose también con su miedo.

Todo delante de los ojos de Liam, su hermanita y su madre que no podían creer que todos los animales a los que tanto cuidaban fuesen asesinados sin poder hacer algo para salvarlos.

-¡MATEN A ESOS PATEA SUELOS TAMBIÉN!- los señaló Gork cuando tiró como basura el poco cadáver que quedaba de Roy para que algunos Desgraciados se lo comieran.

-¡VAMOS, MAMÁ, VAMOS!- aun cargando a Beth, Liam fue capaz de tomar a su madre del brazo y obligarle a correr haciendo que reaccionase y saliera del shock que le dio.

Trágicamente, la Señora Miller recibió unos balazos en las piernas que la incapacitaron y no pudiera ponerse de pie al desplomarse.

-¡DESCUIDA, MAMÁ, YO TE LLEVO!- su hijo mayor estuvo dispuesto a cargarla como si fuese un costal, pero casi fue alcanzado por otro disparo de Boomer.

-Liam… tú y Beth deben ocultarse y sobrevivir. La granja ya no tiene salvación… pero ustedes podrán alzar los cimientos de una nueva en algún mañana… así que váyanse… ¡YA!

-¿Qué…? No… ¡NO VOY A DEJARTE, MAMÁ!- la niña quiso aferrarse a ella, pero Liam la detuvo.

-¡DEBE HABER ALGUNA FORMA DE…!- intentaba pensar el joven solo para que muchas balas pasaran peligrosamente cerca de ellos.

-¡VÁYANSE YA, MALDITA SEA!- les ordenó Mary para sacar dos pistolas parecidas a la de los vaqueros del Viejo Oeste y abrir fuego para darles tiempo.

Así qué con todo el dolor de su alma, Liam no tuvo más alternativa que abandonarla volviendo a cargar a su hermanita que forcejeaba en liberarse llamando a su madre y lo último que vieron fue que siguió disparando hasta que unos Drones llegaron hasta ella para matarla a golpes.

Toda la granja estaba siendo destruida por lo que se les acababan los lugares en donde esconderse y la distracción generada por sus animales no iba a durar para siempre, así que debían hallar rápido un sitio en el cuál puedan ponerse a salvo.

Hasta que vieron un viejo, enorme y vacío contenedor de agua que tenía bajo su base un espacio no muy profundo, pero que parecía ser lo suficientemente grande para que ellos pudieran entrar y así lo hicieron ingresando primero Beth y después Liam que tomó unas rocas juntándolas afuera para que los Locust no pensaran en buscarlos ahí.

-Liam…- susurró la niña temblando como conejito asustado llorando a caudales.

-Shiii… no hagas ruido, hermanita. Yo estoy aquí y no dejaré que nadie te lastime- la volvió a apegar a su cuerpo y siguieron mirando desde su escondite el caos y destrucción que continuaba en lo que antes era el hogar de su familia y que había pasado de generación en generación.

Atestiguaron como algunos de sus animales más grandes como caballos y bueyes intentaban luchar contra los Locust, pero no podían hacer mucho ante sus mortíferas armas que los abatían y ni hablar de los más dóciles y mansos como las ovejas y vacas que eran los más fáciles en ser asesinados sin piedad.

Los diversos gemidos y rugidos de agonía de todos ellos al morir creaban un coro demencial que se combinaban con los disparos, estallidos y carcajadas de sus asesinos y que se incrustaban en lo más profundo de la mente y alma de los hermanos Miller.

En especial en Liam que vio cómo su mejor amiga y la mayor de sus cerdos, Virginia, corría de un lado a otro gimiendo desesperada pidiendo su ayuda hasta que recibió un disparo en el costado derecho que la derrumbó malherida.

-Carne fresca…- casi relamiéndose los labios, Gork se le acercó y la sujetó del cuello como lo hizo con Roy -¡GORK DARSE UN FESTÍN!- sacó un cuchillo y sin piedad alguna se lo clavó en el vientre para rajárselo de un solo movimiento desparramando todas sus vísceras pero sin soltarlo dejando que muriese lentamente por la agonía y pérdida de sangre.

-¡AAAHHH..!- estuvo por gritar Beth al ver tal acto barbárico, pero Liam le tapó la boca.

-Virginia…- apenas pudo contener su propio grito al apretar los dientes ya temblando como ella.

No les quedaba de otra que cerrar los ojos tratando de ignorar tal barbarie hasta que de a poco los gemidos de sus criaturas cesaron hasta que no quedase ninguno indicando que cada una de ellas murió sin salvación alguna.

Antes de que la conmoción y enorme castigo emocional les hiciera quedarse dormidos, vieron como RAAM llegó ahí al finalizar su propia masacre preguntándole a Gork si obtuvo la suficiente carne para las tropas y él muy gustoso le ofreció una de las patas de Virginia.

Tuvieron suerte de que no los encontraran y permanecieron en su escondite no sabiendo cuanto tiempo pasaron ahí, si fueron horas o días enteros deseando que todo lo ocurrido fuese nada más que una horrible pesadilla que finalizara cuando el gallo cante a la mañana siguiente.

Continuaron ahí hasta que oyeron el sonido de pasos aproximarse, el primero en despertarse fue Liam que tenía los ojos rojos por tanto llorar y parpadeó un par de veces cuando la luz de una linterna lo alumbró.

-Hay alguien aquí- abrió de par en par los ojos al sentir como el contenedor era movido.

-No, no, no, no, ¡POR FAVOR NO, POR FAVOR NO!- entró en pánico creyendo que los Locust los descubrieron.

-… que… ¿Qué pasa, Liam?- Beth se despertó por culpa de sus temblores hasta que se percató de lo que ocurría -¡¿HERMANO?!- nuevamente lo sujeto con fuerza expulsando las pocas lágrimas que le quedaban.

-No te separes de mí- creyendo que serían asesinados como sus padres y los animales, solo podía abrazarla con todas sus fuerzas orando que si han de morir ahí fuese de la forma más rápida y menos dolorosa posible.

Pero no fue su fin porque para su alivio los que los encontraron fueron soldados Gears que andaban buscando sobrevivientes luego del exterminio que Royal Woods sufrió.

-¿Se encuentran bien, niños?- un más joven Tai les ofreció la mano cuando el tanque que empujó el contenedor de agua logró moverlo por completo.

-… sí, sí. Estamos bien, señor.

Todavía temeroso, Liam le correspondió el gesto y se levantó para presenciar en todo su esplendor toda la devastación generada por los Locust, por lo que tuvo que taparle los ojos a Beth para que no viera nada, en especial los restos de sus criaturas tirados en todas direcciones.

-Nos alegramos de encontrarlos, pensábamos que no hallaríamos a alguien con vida en las afueras de esta ciudad- mucha alegría le daba a Tai encontrar a sobrevivientes después de solo hallar puros cadáveres mutilados de las formas más inhumanas posibles.

-Así que por favor vengan con nosotros. Este sitio ya no es seguro y nunca se sabe cuándo esos demonios puedan volver a un lugar que hayan devastado.

No habiendo más alternativa, Liam y Beth se subieron a un transporte en dónde habían otros pocos sobrevivientes. Le dedicaron una última mirada a su destrozado hogar no sabiendo que será de sus vidas a partir de ese momento ahora que lo han perdido todo.

Igual que Lincoln y Clyde, Liam al tener 20 años y siendo un soldado raso que apenas y acabó con el entrenamiento básico fue enviado a una importante misión junto con varios más estando igual de asustado que ellos al tener que enfrentarse nuevamente a esos monstruos por tener todavía muy fresco en su memoria el recuerdo de lo que le hicieron.

-¡MAMACITA!- gritó agachándose tras su cobertura sintiendo como muchas balas pasaban a escasos centímetros de su cabeza.

-¡QUE NO LOS DOMINE EL MIEDO!- dijo Tai siendo de los pocos en tener el coraje para avanzar sin echarse para atrás -el miedo solo estorba y no les deja usar todo su potencial, ¡Avancen y hagan que esos monstruos sean los que lo sientan y ya no puedan seguir luchando!

Su gran valentía le dio a los soldados jóvenes la motivación suficiente para continuar combatiendo y lo siguieron, aunque Liam se quedó atrás todavía teniendo los nervios destrozados.

Hasta que vio como un Dron que usaba una pistola Boltok para dispararle a todo Gear que tuviera en su rango de visión quiso acercarse a Tai por atrás aprovechando que él estaba enfocado en matar a muchos Desgraciados.

-¡CUIDADO!- actuando por reflejo, le apuntó con su Lancer y disparó cerrando los ojos dándole por mera casualidad justo cuando estuvo a punto de tirársele encima al valiente guerrero que apenas tuvo tiempo de girar y ver al que casi lo atacó por la espalda.

-¡Muchas gracias, chico! ¡CONTINÚEN PELEANDO!- le sonrió y continuó luchando.

Ya un poco menos temeroso, Liam lo siguió haciendo lo que podía contra los Locust, pero muy a diferencia de Lincoln, no despertando de repente una enorme sed de sangre o deseos de venganza que lo volvieran un desquiciado que matase a todo enemigo que tuviera delante.

Siguieron combatiendo así hasta que un Brumak apareció destruyendo muchos vehículos militares y obligando a todos los soldados a retroceder creyendo que ya tenían esa batalla perdida.

Liam corría por su vida no queriendo pasar de nuevo por la terrible experiencia de estar en el ojo del huracán, hasta que divisó a una perra con una pata herida oculta bajo un árbol derribado junto con sus cachorros temblando del miedo.

Estará tan aterrado como ellos, pero el gran amor que alguna vez le tuvo a sus animales le impidió dejarlos tirados así a su suerte, por lo que se les acercó para cargarlos aún si para eso tenía que soltar su arma no teniendo manera alguna de responder el fuego de los Locust.

-Solo necesito de un buen tiro para acabar con esa monstruosidad…- cerca de él, un soldado empuñaba un One-Shot con el que quería matar a ese Brumak antes de que los destruyera a todos.

Pero uno de los misiles que esa mole andante disparaba dio a sus espaldas generando una explosión que lo mató, mandó a volar su arma varios metros y cayese justamente delante de Liam haciendo que se detuviera.

Quiso seguir corriendo para salvarse a sí mismo y a los perros que llevaba consigo, pero se dio cuenta que si continuaba tratado de huir así no solo perdería su vida, sino que las criaturas que tanto quería proteger morirían de igual manera, así que reuniendo el poco valor que tenía se dispuso a hacer algo para evitar tal final.

Dejo a los canes en el piso y tomo ese pesado rifle para intentar seguir con la labor de ese Gear y matar al coloso. Los temblores tanto de su cuerpo como por los generados por la bestia le impidieron enfocar bien al inicio hasta que se le presentó la oportunidad cuando soltó uno de sus atronadores rugidos.

-¡BONG!- cayó sentado por la potencia del disparo que dio de lleno en la boca del gigante haciendo que cayera de espaldas disparando por accidente más misiles que sin control alguno dieron contra los propios Locust.

-¡Buen tiro, muchacho, sigue así!- Tai presenció su acto y aprovechó que los Locust se distrajeron para volver a motivar al resto a continuar batallando.

-Quédense aquí y no salgan hasta que yo regrese- Liam nuevamente tomó a los perros y los colocó bajo una deformada placa de metal y se unió a la lucha.

Como pasó con Clyde y Lincoln, esa batalla también fue ganada por CGO y lograron expulsar a todos los Locust, pero mientras que los demás soldados celebraban su triunfo, Liam se enfocó en curar la herida de esa perra.

-De nada. Fue un placer ayudarles- dejó que ella le lamiera la cara y se retiró con sus cachorros generándole una sensación de gozo y satisfacción que no sentía desde hace mucho tiempo.

-Muchacho- casi se cayó cuando Tai se le acercó -vi que trataste de huir con esos perros.

-Eh… no, no, Señor. No intentaba huir, es… es solo que…- creyó que le daría una severa reprimenda.

-Descuida, no estoy molesto contigo. Solo quiero saber por qué lo hiciste- le sonrió con confianza para que se calmara.

-Ah… bueno… es que yo de chico le ponía mucho empeño a cuidar a los animales de mi granja, así que al ver a esa pobre perra y a sus cachorros en peligro mortal…- detuvo su explicación al no saber que más decir.

-Nació en ti el instinto de proteger a aquellos inocentes que estén en peligro mortal- terminó Tai de hablar por él -¿Eras granjero? Ummm… te recuerdo, eres el mismo chico que hallé en esa ocasión en esa granja devastada.

-Oh… sí, el mismo. Creo que nunca le di las gracias, señor…

-Tai, Tai Kaliso. ¿Tú nombre cuál es?

-Miller, Liam Miller. Gracias por haberme encontrado y a mi hermana esa vez, le debemos mucho.

-Descuida, no fui yo el que los ayudó, sino el destino al ponerme en el lugar correcto en el momento correcto. Todo ocurre por una razón y esa fue que años después de eso, tú el día de hoy me salvaste la vida y acabaste con ese Brumak dándonos la oportunidad de ganar esta batalla.

-Solo… solo cumplía con mi deber- en realidad Liam no sabía decir ante tal halago.

-Como muchos otros que en algún mañana harán aquello por lo que la vida los puso en este mundo. Ahora toma- le arrojó la pistola Boltok de ese Dron.

-¿Por qué me da esto?- apenas pudo reaccionar para atraparla con las dos manos.

-Ese Dron fue el primer enemigo que mataste en combate, ¿Verdad?- el pelirrojo asintió al recordar que cuando lucho para salvar su finca en realidad no mató a ningún Locust -entonces quédatela. Siempre hay que conservar el instrumento de muerte del primer enemigo al que derrotas en combate para nunca olvidar como iniciaste tu vida como guerrero y aquello por lo que luchas.

-Eh… está bien, como diga, Señor.

-Llámame por mi nombre, si así lo deseas.

-Entendido, Se… Tai- corriéndose a último segundo, ambos rieron.

Ese fue el inicio de una especie de relación de maestro y alumno entre los dos. Con el pasar del tiempo el pelirrojo logró aprender un poco de la filosofía de Tai sobre que todo ocurre por alguna razón y que nada es al azar, sino porque el destino así lo quiso y que cada ser vivo que existe tiene una misión que cumplir y que si muere es porque ya la llevó a cabo.

También aprendió a cómo controlar la ira y dolor que le generaron la pérdida de su hogar, de sus padres y animales y canalizarlas en el momento adecuado sin dejar que esas emociones lo dominen (Al menos la mayoría de veces) siendo mucho más prudente que un soldado promedio logrando también ser un buen consejero y dedicarle sabias palabras de apoyo y aliento a aquellos que pasen por una situación crítica para que no sucumban por alguna grave herida en sus almas.

Aún por más que las suyas propias se han mantenido frescas y sangrantes por tanto tiempo y que solo se curaran cuando le de muerte al que las generó.

Fin del flash back.

-Pronto… muy pronto, Gork… terminaremos lo que dejamos pendiente. Te lo juro…- en sus ojos celestes tenía ese leve destello de ira que pocos han visto de su parte.

Pero tuvo que dejar de lado sus pensamientos por una explosión que ocurrió afuera del Centauro. Resultó ser que RAAM los siguió montado en un Reaver, mucho más grande que uno promedio y que podía aguantar en vuelo su enorme masa corporal, escoltado por otros Reavers ocupados por Jermad y Guardias Theron.

-¡¿Ese cara de verga nunca se cansa de joder?!- expresó Cartman.

-¡Son peores que ratas hambrientas tras el último pedazo de queso!- manifestó Zach.

-¡Chandler, tú sigue adelante pero no te alejes de nosotros!- ordenó rápidamente Clyde para que el incompetente Teniente no hiciera alguna estupidez que comprometiera el camión de las BML.

-¡Esta vez sí acabaré con ese hijo de perra!

Sin perder tiempo alguno, Lincoln tomó el control del cañón y disparó varias veces intentando fallidamente atinarle al General Locust que sin problemas eludía los tiros y les ordenó a sus acompañantes que dispararan flechas explosivas al mismo tiempo que controló a los Krill cercanos para que los siguieran hasta el fin del mundo de ser necesario.

-¡Esto es imposible!- arrimándose desde una escotilla, Kyle quería apuntarles con su rifle Sniper pero los Krill que asediaban el tanque se lo impedían.

-¡¿Cómo vamos a perderlos?!- preguntó Stella pero nadie sabía que decir al respecto y lo único que se podía hacer en esa situación era seguir moviéndose esquivando lo mejor posible las flechas y demás explosivos que les mandaban los jinetes de los Reavers.

Hasta que inesperadamente RAAM y Jermad se detuvieron en pleno aire, como si hubiesen recibido una alarmante noticia.

-El hijo de Adam colocó el Resonador en esa fábrica de Imulsión- informó el secuaz que mató a tiros a la mamá de Lincoln.

-Pisa Suelos inmundo…- eso colocaba de peor humor al General -regresar a la Hondonada. Ustedes conseguir los explosivos humanos- dejó el trabajo a los Therons y se retiró con su cómplice.

-¿A dónde va ese hijo de puta maldito?- a Lincoln y a los demás Gears les pareció supremamente raro que abandonara la persecución cuando se supone que estaba empeñado en apoderarse de las Bombas de Masa Ligera a cualquier precio.

Sea lo que sea que desvió su atención, bastó para aligerarles la carga a los dos equipos dentro del Centauro que continuaron su recorrido intentando perder a los demás Reavers.

Hasta que otro colosal Corpser emergió del suelo justo debajo del camión de Chandler haciéndole volar decenas de metros por el aire y se estrellase duramente contra el piso.

-¡LAS BOMBAS DE MASA LIGERA!- gritaron varios de ellos a la vez.

-¡CHANDLER! ¡¿ESTÁS BIEN, GRAN PENDEJO IMBÉCIL?!- intentó hacer contacto Lincoln pero no obtuvo respuesta alguna.

-¡No podemos dejar que les pongan las manos encima!- Liam atropelló a muchos Locust y puso el tanque en medio para que recibiese todos los disparos del batallón que acompañó al gigante arácnido y nada más le ocurriera a lo que podría cambiar el curso de la guerra.

Nadie se esperó que otro Corpser saliera atrás del tanque para apresarlo con sus enormes patas e inmovilizarlo de tal manera que el cañón del tanque disparara solamente a estribor no pudiendo apuntarle para quitárselo de encima.

-¡¿Cuántas malditas trampas como estas esos hijos de puta pueden tenernos preparadas?!- dijo Cartman cuando se arrimaron desde las escotillas para dispararles con sus armas normales al coloso pero no lograban herirlo lo suficiente.

-¡Todas las que tengan en su repertorio con tal de quedarse con esos putos explosivos!- contestó Lincoln.

-¡LOS DEMÁS VAN POR LAS BOMBAS!- avisó Kenny al ver como el otro gigante y los demás engendros se dirigieron al ya inservible camión de las BML; desde esa distancia se pudo oír claramente un grito de terror por parte de Chandler que disparaba a lo loco pidiendo ayuda.

-¡HAY QUE HACER ALGO YA!- la cordura de todos se acercó a sus límites al ponerse a pensar en lo que esos monstruos serían capaces de hacer al tener en su poder tales armas de destrucción masiva.

¿De nuevo recibirán una inesperada y beneficiosa ayuda?

Saltando desde la cima de un edificio de cinco pisos, hizo acto de presencia un tanque de guerra Tauro. Este era diferente porque no era a cuatro ruedas, sino orugas, como armamento principal poseía dos enormes ametralladoras a sus costados, no poseía torreta y su cañón era fijo.

El tiempo pareció ralentizarse cuando cayó sobre el Corpser que casi se apoderó de las BML aplastándole la cabeza y no se demoró en despedazar con sus armas tanto a las tropas Locust como a los Reavers que aún revoloteaban por el oscurecido cielo y por último le dispararon en la cara al otro coloso para que se apartara del Tanque Centauro y así este lo pudiera despedazar de un tiro directo al pecho.

-¿Quiénes son ellos? ¿Tai? ¿Escuadrón Z?- supuso Liam cuando todos se juntaron alrededor del dañado camión de BML una vez que ese tanque lo enfocó con una potente Torreta V.

-Y yo que creí que llegamos tarde a la fiesta, ¡Cuando está justo acaba de empezar!- habló el primero en bajarse de ese vehículo -¿Qué cuentan, locos?

-Gracias por salvarnos, pero, ¿Quiénes son ustedes?- quiso saber el Sargento Marsh.

-Oh, ¿Dónde están mis modales? Soy Alarcón, el Sargento Luis Carlos Alarcón líder del Escuadrón Latín y estos son mis amigos Fernanda, Coyote y Robato- se presentó y a sus compañeros.

-¿Escuadrón Latín? Sí, creó que oí algo sobre su equipo que es mandado a misiones en las Tierras del Sur- Lincoln hizo memoria -¿Qué hacen por acá?

-Recibimos una orden de emergencia por parte de Hoffman y Prescott diciéndonos que dejásemos nuestra misión y viniéramos cuanto antes a estas tierras para ayudar a los que custodiaban las Bombas de Masa Ligera. Habíamos captado el mensaje de un equipo que se refugió en una escuela pidiendo ayuda pero perdimos la comunicación y por eso rondamos por los alrededores intentando hallarlos hasta que oímos los ruidos de su batalla- explicó el llamado Robato con un tono incluso más inexpresivo que el de Clyde, tanto así, que su voz era casi robótica.

-Y llegamos a tiempo a salvarles el trasero. De nada, muchachones- dijo la única mujer del grupo.

-Como diría Tai: en el momento correcto y en el lugar correcto- suspiró Liam riendo levemente.

-¿Pero solo son ustedes? ¿No hay más equipos?- preguntó el más alto de esa formación que era muy parecido a Luis pero más delgado.

-Hay otros que se quedaron atrás para pelear contra unos batallones de Locust y no nos sigan, pero no sabemos cómo se encuentran ahora- el más grande del Escuadrón Serpiente miró a la lejanía preocupado por el bienestar de su mentor.

-Entonces sígannos. Jacinto nos espera- enderezando el transporte de las BML y uniéndolo al Centauro, retomaron nuevamente su marcha.

-¡¿Por cuánta mierda más vamos a tener que pasar?!- preguntó al aire Chandler apegando su Lancer al pecho temblando sin control y su armadura negra de Ónix estaba manchada de algún líquido… en la zona de la entrepierna.

-¿En serio quieres la respuesta a esa pregunta, Chancletas?- Lincoln no se demoró en burlarse de él y todos, incluyendo los niños, empezaron a reírse estruendosamente pudiendo quitarse parte del enorme estrés y presión al que han sido sometidos.

Capítulo trece completado el 20/02/2021.

Y así acaba el episodio de hoy. Espero que no se hayan traumado mucho con el trágico pasado de Liam y como él lo perdió todo. Con razón odia tanto a Gork, ¿Verdad? De milagro no perdió la cordura al ver en primera fila como sus padres (Cuyos nombres y el de su hermana no son Canon y me los inventé) y todos sus animales fueron masacrados sin piedad alguna.

También espero que les haya gustado las muchas mostradas aquí, el por qué él es como es ahora gracias a la influencia de Tai (Personaje canónico en los videojuegos de GOW aclaro) y la también repentina ayuda de ese Escuadrón Latín (La apariencia mía se basa en la imagen de mi perfil XD)

En realidad esa parte no solo fue un modo para insertarme en el cuento, sino en homenajear a mis tres compañeros de equipo que en mis tiempos en el Fandom de South Park fueron algunos de mis mejores amigos y a quiénes todavía aprecio ;)

Lógicamente, el siguiente capítulo será enfocado en Zach, pero, ¿Ahora sí podrán llegar a Jacinto sin mayores complicaciones o les esperarán muchas más sorpresas desagradables junto con las apariciones de nuevos personajes? Eso claro está lo sabrán más adelante ;D