Error#4: Mokke

Había seguido a los mokkes hasta el viejo edificio, pero de un momento a otro estos habían desaparecido de su vista.

-Tienes que estar bromeando, no se supone que actuaran según su rumor- Dijo entre dientes, hasta que la compresión llego de golpe a su cabeza.

El rumor de los mokke debió de haber cambiado para que actuaran así, ahora solo tenía que averiguar qué fue lo que cambio para ayudar.

-Más fácil decirlo que hacerlo- dijo deprimido al recordar que desde que asiste a la escuela no ha hecho ni un solo amigo, ni sus compañeros de clase se relacionaba con él. Y no los culpaba por no querer hacerlo, sus brazos siempre estaban envueltos con vendas y no ayudaba que su piel se estaba volviendo cada vez más pálida. Talvez debería empezar a relacionarse con sus compañeros para evitar estos casos.

Sin quererlo, los recuerdos de cómo todos lo trataron como si no existiera paso por su cabeza, dudaba mucho que algo cambiaria si fuese más abierto con ellos.

Entonces estaba perdido sobre qué hacer, no sabía a quién preguntar sobre rumores y tampoco podía dejarlo así, si un estudiante le pasara algo por su culpa estaría en su conciencia por la eternidad.

Hubiese seguido con sus pensamientos melancólicos de no ser por la voz de una chica que lo saco de su trance. Mientras seguía a la voz, los ojos del niño se posaron en una toalla húmeda que yacía en el suelo junto a un bento.

- ¿Un bento? Porque estaría aquí, los mokke suelen esconderlos- Dijo mientras caminaba por el pasillo, Amane se encontró con muchos otros artículos, como una figura y la bolsa de otra persona.

Cuanto más avanzaba más cosas iba encontrando. Incluso encontró un libro de texto y un estuche. Al doblar la esquina, sus ojos se abrieron al notar que sus llaves estaban entre las cosas perdidas. ¡Los malditos habían vuelto a robar sus cosas!

¡Una vez termine esto el los obligara a comer dulces de limón!

Estaba a punto de agacharse para recoger otro objeto en el suelo, pero antes de que pudiera, un ruido susurrante llamó su atención. Sintiendo otro escalofrío por la espalda, dobló la esquina y vio a una chica a punto de entrar al cuarto de referencia.

Sin embargo, antes que la chica abriese la puerta él ya la estaba llamando. Si los mokke estaban aquí, podía ser peligroso que se quedara más tiempo.

- ¡Oye senpai, que estás haciendo ahí! - Grito Amane a la vez que alzaba una mano.

La chica se dio la vuelta rápidamente dejando que el chico la examinara aun de lejos. Por su uniforme negro fue fácil darse cuenta que era del sector secundaria. No la había reconocido como de los de primer año, así que puede ser que la chica se encontraba en segundo o tercero.

Su cabello largo de color crema claro y verde de las puntas, pero en su opinión lo que más destacaba en la apariencia de la chica eran sus gordos tobillos.

"Son como dos daikons" Pensó Amane al ver las piernas de la joven.

-Yo s-solo estaba b-buscando mis cosas- Dijo la joven sin darse cuenta que sacaba al chico de sus pensamientos sobre los daikon- No creí que el rumor de Yousei-San fuese cierto.

- ¿Yousei-San? – Pregunto el más joven entre los dos.

La chica al ver lo confusión de su Kohai no dudo en ayudarlo. En sus espaldas aparecía un telón – Es un rumor que todos hablan en la escuela, el rumor dice…

¿Has perdido algo con lo que estabas seguro que tenías cuidado, o encontraste algo que faltaba en su lugar habitual, justo cuando lo necesitabas? Eso debe ser obra de Yousei-San.

Pero nunca debes de verla…. Si lo haces…. Tomará también tu vida….

Las figuras que representaron el rumor desaparecieron cuando el telón imaginario se cerró.

Terminando de relatar la chica, pero no pudo evitar un escalofrió al recordar los extraños sucesos que le seguía ocurriendo desde ese día, volteándose para el chico se sintió decepcionada al notar que el chico no se asustó.

Por otro lado, Amane ya estaba trabajando en una forma para cambiar el rumor. Así que buscando entre sus bolsillos un caramelo para dárselo a su superior.

-Sabes, tal vez la conozca de otra manera, si bien en la parte que has perdido algo por su culpa sigue igual, sé que si llevas un dulce entre tus cosas este lo tomara y te dejara tus cosas en paz- Dijo Amane con una sonrisa.

- ¿En serio, si le doy un caramelo dejare de perder mis cosas? - Pregunto la chica entusiasmada aceptando el caramelo. – Tengo que decírselo a Ao-Chan.

Y sin querer perder otro segundo la chica se fue corriendo mientras gritaba un agradecimiento al chico.

El otro ya se encontraba caminando en dirección a la puerta que iba entrar hace rato la chica. Tocando dos veces la puerta para llamar la atención del espectro en su interior.

-Soy yo, Amane. No tiene de que temer, mira incluso tengo algunos caramelos- Susurro a la puerta a la vez que se agachaba para colocar los mencionados caramelos.

Unos momentos después algunos mokkes empezaron a salir del aula donde se escondían. Los mokke empezaron a saltar a su alrededor agradeciendo por cambiar su rumor.

- ¡Muchas gracias!

- ¡Nos quedamos!

- Ten un dulce – le ofreció un dulce de fresa al humano.

Amane acepto con gusto el dulce, pero no se equivoquen no ha olvidado que le han vuelto a robar sus cosas. Después de todo la venganza es un plato que se sirve frio.

- … Es mejor que vuelva a clases – Murmullo en voz baja. Levantándose del piso se dirigió a su salón de clases.

Con paso lento pero seguro camino en los pasillos de la escuela, todos estaban en clases a excepción de él, estaba seguro que tendría un castigo por saltarse las clases, incluso si no fue su intención.

"Que extraño" Pensó al empezar sentir como todo su cuerpo empezaba a sentirse pesado. Su respiración se hacía cada vez más difícil, de un momento a otro se desmayó en el pasillo de los de primero.

..….

Curiosidad que mata#5

También evite un enfrentamiento ya que Amane sigue siendo humano y no hay por el momento un misterio que se encargue de deshacerse de las apariciones malvadas.

Fecha de creación: 15/04/2020 - Fecha de edición: 07/06/2020