Error#16: Secretos.
Si alguien le preguntara a Yashiro sobre cómo se encontró en su posición actual, ella diría con franqueza que todo comenzó cuando se maldijo a ella misma por la escama de una sirena y fue salvada por el hermano menor de su nuevo enamoramiento.
Luego de su plan fallido en las escaleras de Misaki descubrieron que existía un séptimo misterio escolar que era desconocido incluso para Minamoto-senpai y los estudiantes.
Para descubrir más del séptimo misterio, Kou-kun y ella entraron al dominio del quinto misterio escolar "La biblioteca de la 16 en punto". Donde no solo descubrieron quien es el séptimo si no que hasta lo conocieron en persona.
Ahora ¿Cómo llegaron a esto?
Luego que Yugi-san les pidieran que les ayudara a buscar a la persona que ha estado cambiado los rumores a su beneficio Minamoto-kun acepto sin dudarlo con ella de apoyo.
- ¿En serio me ayudaran? – Pregunto sorprendido a pesar que fue él quien se los pidió no esperaba que aceptaran tan rápido.
-Por supuesto que sí, no podemos dejar que se salgan con la suya – Dijo el exorcista novato con una gran sonrisa. – Además el deber de los senpai es ayudar a sus kouhai -
-Entonces que debemos de hacer Yugi-san – Pregunto Yashiro pero en sus adentros esperaba que no sea otra pelea con otro misterio.
-Solo tenemos que hacer una cosa – Dijo Amane con una sonrisa en lo que extendía sus brazos. - ¿Qué pasaría si … ¡Hacemos desaparecer a los misterios escolares! –
- ¿Cómo haremos esto Yugi-san? – Pregunto la albina sin comprender a lo que se refería con desaparecer.
- Todos los misterios tienen un dominio que gobiernan junto con su yorishiro, si nuestro yorishiro es destruido, perdemos el título y poder como misterios – Explico el sensei desde arriba de una telaraña. – Acaso ¿Planeas destruir los yorishiros antes que otro misterio sea controlado, Yugi? -
-Sabes lo que pasara si lo haces, ¿cierto? – Quiso afirmar Yako desde el hombro del chico. Eliminar a los misterios escolares sería peligroso para ambas partes del mundo.
- Tranquilos todo estará bien – Calmo Amane a los misterios. – Hablare con No.1 al respecto si tanto les incomoda-
A pesar de intentar calmarlos los dos misterios tenían sus dudas, los dos humanos se quedaron en silencio en el intercambio sin saber que decir al respecto.
-Entonces Tsuchigomori-sensei, ¿Me darías tu yorishiro? – Pidió el pelinegro en lo que extendía sus manos a su maestro.
-Por supuesto, te daré mi yorishiro pero con una condición – Dijo el quinto con una sonrisa siniestra.
- ¿C-condición? – Repitió Yashiro en lo que un escalofrió recorrió en todo su cuerpo.
- Soy un espectro curioso y si quieres quitarme esta biblioteca – Dijo mirando al trío, su sonrisa se convirtió en una sonrisa llena de dientes afilados. –Entonces exijo saber un secreto de uno de ustedes –
Desde entonces Kou y ella han estado contando sus secretos a su sensei. Ante la amenaza de que, si perdían, contaría sus más oscuros secretos ante la escuela.
Así empezó la guerra de secretos.
-Escribo poemas-
-Odio los libros viejos-
-Nombre a un rábano Minamoto-senpai-
-No soy bueno en ciencias-
-Bese a una rana y me enferme-
-Ahh … me aburro- Bostezo el maestro de secundaria.
- ¡Maldición! ¡Amane di algo también! – Reprocho el rubio al otro niño quien no había dicho ningún secreto.
Amane quien solo se había dedicado a hacer una montaña con los mokkes alejado de ellos, él solo alzo su mirada para verlo y se encogió de hombros.
- Dudo que sea de ayuda, él ya sabe mis secretos – Respondió aterrorizado el pelinegro, recordando la vez en que el quinto revelo sus secretos ante los otros misterios. – Mínimo ustedes pueden salvarse -
- ¿Acaso tienes más secretos que no sepa Yugi? – Se burló Tsuchigomori riéndose junto con Yako. Ambos aun recordaban como el humano quedo rojo cuando todos sus secretos fueron revelados -
El pelinegro iba a hacer un comentario sarcástico al respecto, pero dos pares de manos lo agarraron de cada brazo.
- ¡Tu escuchaste los míos, así que ahora déjame escuchar de los tuyos! – Reclamo Yashiro al borde un colapso.
-¡Eso es! Habla rápido – Apoyo Kou sintiéndose avergonzado al respecto.
- ¿En serio quieren saber de mí? – Bromeo Amane sobre el tema, pero no espero que los dos tomaran cada una de sus manos.
- ¡Por supuesto que sí! – Gritaron.
El menor se quedó en shock ante la respuesta, nadie quería saber de él en mucho tiempo.
-… donas… - Susurro en voz baja, Kou y Yashiro tuvieron que inclinarse para escucharlo mejor. - …. Me gustan las donas…. –
El silencio cubrió en toda la habitación, los dos misterios solo observaban a su pupilo sonrojarse ante las preguntas de sus senpai. Era raro ver al chico relacionarse con personas de su misma edad, estaban más acostumbrados verlo sonreír jugando hanafuda con los mokkes.
-Parece que se acabó el tiempo – Dijo el quinto interrumpiendo el interrogatorio sobre las donas. Los dos humanos se tensaron ante cuál sería su castigo. En cambio, el maestro sonrió ante los estudiantes para calmarlos - No te preocupes, ya he visto algo interesante –
El quinto misterio solamente avanzo recto hasta quedar enfrente de unas estanterías.
-Sígueme- Dijo Tsuchigomori en lo que jalaba un hilo unido a un mecanismo para abrir dos estanterías - Te llevaré a mi Yorishiro –
…..
Luego que Tsuchigomori-sensei eligiera a Yashiro para destruir su yorishiro en lo que Amane guiaba al otro humano fuera de la frontera.
- Oh, cierto sensei - En el camino Yashiro decidió preguntarle algo a su sensei. - ¿Puedes cambiar el futuro de alguien? Es que en mi libro hubo cosas que me hicieron sentir mal –
- Lamento decirlo, pero no hay forma de reescribir el futuro – Respondió Tsuchigomori a la chica sabiendo que no era lo que quería escuchar. – Pero lo he visto… -
- Eh? – Exclamo la albina.
-El cambiar el futuro – Dijo el espectro llegando a una puerta. – He visto a alguien reescribir su futuro -
Después de una larga caminata por un área cavernosa, pudieron acceder a los alcances más internos. El lugar donde residía el yorishiro, una habitación llena de hermosas joyas colocadas sobre libros, en exhibiciones de museo.
Yashiro quedo maravillada ante la vista. Incluso preguntándose cuál de estas seria el yorishiro de su maestro.
Mientras que la chica admiraba la vista, Tsuchigomori simplemente paso de largo las joyas para dirigirse a un pupitre sucio, metiendo su brazo en el interior del pupitre saco una pequeña piedra sucia con un sello negro.
…
Curiosidad que mata#17
Anteriormente pensaba no agregar la roca como el yorishiro de Tsuchigomori. Otras opciones que pensé fueron un álbum, su pipa o algo relacionado a la enseñanza.
Pero tuve un sueño y todo se arruino.
Fecha de creación: 26/04/2020 - Fecha de edición: 29/06/2020
