Error#17: Roca lunar.

El quinto solo se quedó viendo como la chica miraba confusa la roca.

- ¿No se supone que los yorishiro son la posición más preciada de un misterio? – Pregunto Yashiro aun con duda al respecto a la roca que le fue entregada.

-Bueno, si… los yorishiro son objetos están llenos de recuerdos – Respondió el maestro con una sonrisa al mirar la roca.

- ¡¿Acaso te lo dio tu crush?! – Grito la chica emocionada.

- No – Fue la respuesta del espectro decepcionando a la chica. – Pero si me lo dio alguien, aunque fue un chico –

- Sense-i ¿Usted es ga-

- Una palabra más y hare que te arrepientas de seguir viviendo – Interrumpió el misterio con un rostro oscuro que inmediatamente cambio a una neutral. – El que cambio su futuro me lo dio. Estaba sorprendido en ese momento de que, entre todo, esto se volviera mi yorishiro –

La albina escuchaba atentamente en lo que examinaba la roca. - ¿Qué tipo de roca es? –

- Ah, es una roca lunar – Respondió Tsuchigomori sentándose en una silla cercana al pupitre.

- … ¿F-falsa…? – Dudo la albina.

- No, no lo es – Dijo con un tono nostálgico. – Es real –

Yashiro veía a su maestro, cuando se conocieron actuó tan sarcásticamente y peligroso, pero cambió radicalmente al hablar sobre la persona que le dio la roca. Era obvio que esa persona era importante para el si la roca se convirtiera su yorishiro.

- Es suficiente de tanta charla – Dijo Tsuchigomori notando el tiempo que han estado hablando. – Lo único que tienes que hacer es retirar el papel del sello –

Yashiro nerviosamente despego el sello de la roca hasta retirarla por completo.

El límite a su alrededor se rompió en fragmentos de vidrio.

Cuando abrió los ojos se encontró con un techo blanco y el olor a desinfectante, fueron estas pistas que cayó en cuenta que se encontraba en un hospital.

El pensamiento de que algo malo le paso al retirar el sello llego a su mente, pero lo descarto al sentir el frio de las baldosas del pasillo, dudaba que los médicos lo hubiesen dejado tirada, decidiendo levantándose del piso vio por el rabillo del ojo a Tsuchigomori-sensei entrar a una habitación.

- Ah! ¡Espera sensei! – Grito Yashiro corriendo en el pasillo del hospital para alcanzar al maestro de ciencias.

Al entrar a la habitación vio la sombra a su maestro a lado de la única camilla de la habitación. No había más camillas por lo que debía ser una habitación privada, contaba con una televisión de pared, un armario, un sofá y otra puerta, seguramente era el baño.

Claramente la persona estaba bien acomodada económicamente para pagar este tipo de habitación, desviando la vista se topó con una cortina para más privacidad. Al acercarse más solo escuchaba las voces amortiguadas de su sensei y el paciente.

"¿Será esto una memoria del quinto?" Pensó Yashiro al notar que a pesar de estar cerca de ellos las voces se escuchaban como si estuvieran amortiguados por un muro de agua y no una cortina de tela.

Con timidez aparto la cortina revelando a la otra persona.

- Deja de poner esa cara … - Escucho decir al Tsuchigomori del recuerdo al pelinegro postrado en la camilla. – Yugi –

El chico que conoció en la biblioteca no reconoció su presencia, observo con atención como el menor estaba con la típica ropa de hospital que se le daba a los ingresados.

Su apariencia estaba descuidada desde su cabello grasoso a las ojeras que decoraban su rostro, hablando de su rostro era de un color pálido enfermizo.

Las lágrimas caían de sus ojos, que le había pasado al pobre chico para acabar en tal situación ya que no importes por donde lo mires, tenía el aspecto de alguien que va a morir.

- ¿Vas a estar callado de nuevo? – Dijo el maestro interrumpiendo los pensamientos de la chica. – Has descuidado tu salud y no has hecho ningún amigo en la escuela ¿Me estas escuchando? Yugi Amane –

- Eres tan molesto Tsuchigomori-sensei – Reclamo el chico sentándose en la orilla de la camilla, la cual tenía varias libretas de tarea sobre ella.

Yashiro mira una libreta abierta la cual tenía la fecha de este año. "Entonces esto paso en principios de marzo"

- Idiota – Gruño el maestro cruzándose de brazos. – Solo decía que estaba preocupado –

- ¿Estas preocupado … por mí? – Pregunto Amane inseguro en lo que se señalaba a sí mismo.

El rostro severo del misterio cambio a una triste, como si tuviera una idea de lo que pensaba el otro.

- Yo... Em… sensei – Intento decir el menor para aligerar el ambiente. – S-sabes yo… ¡Tengo una roca lunar!

El grito sorprendió tanto el maestro que soltó un simple "Uh" a lo que el humano salía de la camilla hasta un ropero el cual saco una mochila llena de broches de temática de astronomía.

Una vez que encontró lo que buscaba fue a dirección a su maestro.

- Era de noche cuando cayó de repente algo enfrente de mi – Relato Amane en lo que enseñaba a su maestro una roca. - ¿Me creías si le dijera que es real? –

- … No – Respondió Tsuchigomori, no importaba por donde lo miraba solo parecía una roca normal.

- Ah ¡lo sabía! – Dijo Amane con una sonrisa. – Sin embargo, si nosotros de verdad creyéramos que es real… tal vez, esta piedra sea en verdad una piedra lunar sin que importara lo que dijera la gente –

El chico solo tomo la mano del adulto para colocar la roca en su palma.

- Sabes... me gusta creer que esta roca haya viajado 380.000 kilómetros. Seria agradable pensar que algo tan insignificante recorrió un largo camino hasta aquí – Conto con una sonrisa triste. – Este es mi tesoro –

El espectro solo miraba a su alumno contar sobre su tesoro, él suspiro en lo que cerraba los ojos recordando sobre el tema de la salud del chico. – No creas que te salvaras de ser regañado, las enfermeras ya me han contado que no quieres comer –

Cuando abrió los ojos se dio cuenta que Amane ya no se encontraba enfrente de él, levantándose de su asiento de golpe buscaba al menor con la mirada.

Lo encontró sobre el alfeizar de la ventana de espaldas, no falta decir que se encontraban en el cuarto piso del hospital.

- Sensei ya podemos ver la luna – Menciono el pelinegro solo sosteniéndose en los lados de la ventana. – Sabes, yo quiero ir a la luna porque estoy seguro que sería un lugar increíble –

- Tu idiota ... ¡Es peligroso! – Grito Tsuchigomori corriendo para alcanzar al menor. - ¡Apúrate y baja de ahí! –

Amane solo sintió como unos brazos lo abrazaban de su cintura para jalarlo al pecho del quinto misterio. El equilibrio de los dos provoco que cayeran al suelo, siendo Tsuchigomori el amortiguador del golpe del pelinegro.

El mayor se encontraba jadeando por el susto que se llevó, el menor solo se hizo a un lado observando a su maestro. No había pensado que reaccionara así.

Yashiro también había gritado al observar como Yugi-san se había subido al alfeizar como si eso no pudiese salir mal.

Amane seguía acostado en el lado derecho de su maestro con el brazo de este rodeándole sus hombros.

- Sensei, tu estas preocupado por mi ¿verdad? – Susurro el menor ganando un asentimiento del espectro. – Entonces, aunque sea egoísta… ¿Podrías escuchar una petición? Solo una –

El maestro ya calmado afirmo a la pregunta del chico. – um … claro –

- Podría aceptar mi roca – Dijo Amane sentándose del suelo ante la mirada de su maestro. – Yo… siento que puedo ir cualquier lugar que quiera al ver esta piedra, pero… –

El sonido de fragmentos de vidrios resonó en toda la habitación.

- He decidido que no iré a ningún lugar nunca más – Dijo con la voz quebrada. – No es como si pudiera de todos modos -

Su alrededor se rompió en fragmentos de vidrio.

Curiosidad que mata#18

Tsuchigomori se encontraba visitando a Amane para entregar sus tareas.

El flashback es alrededor del tiempo de Error#5: Grave recaída. La cual tuvo lugar en comienzos de marzo, en la actualidad es medianos de mayo.

Fecha de creación: 27/04/2020 - Fecha de edición: 29/06/2020