Error#21: La insólita fiesta de té

- Yo… lamento mucho no haberte notado – Se disculpó sinceramente Kou. – Has cambiado mucho desde que nos conocimos en primer año –

Mitsuba se quedó asombrado por su sinceridad, él realmente no esperaba que alguien se disculpara por olvidarlo.

- Te ves tan diferente a como eras en primero que no te reconocí – Dijo Kou con una gran sonrisa. – Así que ya no tienes que ser tan duro contigo, solo se tú mismo –

- Si, incluso con tu actitud de mierda, nosotros no te odiamos – Agrego Amane burlonamente.

- ¡Tu también tienes una mala actitud, Amane! – Regaño el Minamoto al menor.

El pelinegro simplemente saco la lengua en broma para luego subir rápido las escaleras cuando noto que el rubio estiraba sus brazos hacia el para tomar represalias. Mitsuba se reía por las payasadas de estos dos, con lentitud subió las escaleras hasta toparse con el bello atardecer del cielo.

Sacando su cámara, empezó a tomarle fotos al cielo. Mientras que Kou a un lado suyo admiraba el paisaje y Amane al lado contrario para poder lanzarle a los pájaros lo que le quedaba del pan de yakisoba.

- … ¿Creen que podíamos ser amigos, si yo aún estaría vivo? – Pregunto tímidamente él peli rosado sin saber cómo reaccionarían a su pregunta.

- Podemos seguir siendo amigos, aunque ya estés muerto – Respondió Kou sonrojado. Para evitar que el otro notara su sonrojo, se fue a lado del pelinegro quien ya había terminado de lanzar pan a las palomas.

Mitsuba observo a los dos y no pudo evitar sonreír. Caminando hacia ellos, lanzo un brazo hacia los hombros de Amane, ya que era el más bajo de los dos, en lo que su otro brazo estirado posicionaba la cámara hacia ellos.

En un instante se tomó una fotografía de los tres con el fondo del atardecer detrás de ellos.

- ¿Q-que fue eso? – Pregunto confundido el rubio.

- ¿Quién sabe? Algo precioso para mí – Dijo Mitsuba con una gran sonrisa volteándose a verlos. – O al menos eso creo –

El fantasma sin decir nada más, empezó a empujar a los dos humanos a la puerta para poder revelar las fotos.

- ¡Entonces, sigamos mañana! – Exclamo Amane.

- De acuerdo, solo espérame en la entrada – Respondió Mitsuba. Sería difícil revelar las fotos cuando aún está el sol, deberá esperar hasta la noche para hacerlo y sin hacer mucho ruido para no alarmar al guardia de seguridad.

Estaban tan tranquilos que no notaron el peligro.

No hasta que fue tarde.

De un momento para otro, Amane se estaba desplomando en el suelo en lo que una fuerza inhumana golpeaba al novato exorcista a la pared, dejándolo inconsciente.

- Tus acciones me lo han hecho difícil, neh Mit ~su ~ba – Tatareo alegremente su nombre. El extraño era el mismo que había interferido con Amane en la azotea hace poco.

El chico con mascara de Oni era desconocido para ellos, pero para Mitsuba sabía quién era y que tan grande era su poder.

- …Tsukasa- kun – Murmullo su nombre con temor. – Yo… ¡Yo no he hecho nada en contra de nuestro trato! –

- Esto no tiene que ver contigo – Dijo secamente el enmascarado. Quitándose la máscara de demonio, solo para rebelar un rostro igual que él pelinegro que yacía desmayado en el piso.

Nadie podía negar que no eran gemelos idénticos.

- E-entonces… si esto no tiene que ver para nada conmigo. Entonces ¿Porque los atacaste de esa manera? – Pregunto nerviosamente. Cuanto quería agarrar a sus amigos y correr de allí.

- No te concierne, pero solo te diré que es mejor que te quedes callado por ahora – Solo dijo eso antes que un humo negro rodeara el patillo.

Tan pronto como se despejará, solo se veía a Kou aun inconsciente sin rastro de los demás.

…

- ¡M-muchas gracias, Minamoto-senpai! – Agradeció Yashiro al exorcista por salvarla de aquellos peces. – Pero, ¿Era necesario matarlo? –

- No sabes cuándo volverán nuevamente, Yashiro-san – Le dijo amablemente. Sería un gesto que le haría sentir segura, de no ser porque el mayor se encontraba limpiando su espada de la sangre de aquel pez.

La albina evito mirar el charco de sangre a lado suyo, en donde aquel pez globo fue cruelmente cortado por un muy furioso Teru.

…

El dulce aroma de varios pasteles fue lo que despertó de su profundo sueño. El pelinegro con gran esfuerzo abrió los ojos, solo para ver que se encontraba en algún tipo de frontera.

Bajando su mirada se dio cuenta que todo el piso se encontraba repleto de agua confirmando su teoría, pero no solo eso noto. Alguien le había cambiado de ropa, en lugar de su uniforme de secundaria, llevaba puesto una camisa de botones de manga larga de color blanco junto con un chaleco negro con corbata del mismo color, un pantalón holgado negro que le llegaba debajo de las rodillas y, por último, zapatos cerrados negros.

Un escalofrió le recorrió por todo su cuerpo al darse de eso. Con todo su esfuerzo intento hacer memoria al darse cuenta de algo importante.

¿Qué ropa interior trajo hoy a la escuela?

En lo que el pelinegro rezaba internamente de no haber traído un bóxer vergonzoso a la escuela, una figura se acercaba a él a la mesa de té.

- ¿Estas bien? ¿Te duele en alguna parte? – Le pregunto cuidadosamente una joven de cabellos verdes, la cual vestía un elegante vestido de lentejuelas negro con un broche rojo en la parte de su pecho.

- … ¿Quién eres? – Le pregunto duramente, ignorando sus preguntas.

La chica en lugar de ofenderse, ella solo le sonrió tranquilamente.

– Perdón por mi grosería, Yugi Amane-kun – Dijo la peliverde. El pelinegro se tensó al saber que esta chica sabia su nombre. – Me llamo Nanamine Sakura y al igual que tú, yo también puedo ver lo sobrenatural –

Miles de alarmas sonaron dentro de su cabeza por lo último. Observando más de cerca, era obvio que la tal Sakura no era un exorcista o alguien con este don, eso solo significaba dos cosas.

O esta chica está a punto de morir o la más probable en como lucia la situación, ella tiene un contrato con un espectro.

- En unos momentos unos amigos míos traerán los aperitivos – La voz tranquila de Nanamine lo saco de sus pensamientos. - ¿Quieres tu té con azúcar o miel? –

El pelinegro ni le contesto, él solo la ignoro completamente. El tiempo pasaba y solo se escuchaba el sonido de las tazas de cerámica, los dos no habían hablado incluso con la insistencia de la chica.

Fue en ese mismo instante que dos personas entraron al salón de té con un carrito repleto de golosinas. El que empujaba el carrito era él más alto de los cuatro de cabellos castaños, por su uniforme era fácil deducir que era de su misma escuela.

El ultimo le puso nervioso al instante, un joven vestido con el gakuran y la máscara de oni.

- ¡Nos vemos de nuevo, Amane ~! – Exclamo el extraño con mascara de oni con alegría.

…...…

Curiosidad que mata#22

Como Amane no está maldecido por la escama de sirena, tuve que ingeniármelas para que pudieran secuestrarlo. Además, en varios rol reverse que he leído, siempre es Yashiro quien termina en la fiesta.

Y como nadie le interesa, la ropa que lleva puesta Amane en la fiesta, está inspirada en el vestuario de Yuuki Natsuno del manga Shiki, más precisos, en la portada del capitulo 34.