Error # 35: Hechizo de buenos sueños
Tan pronto como llegó al hospital en donde se encuentra internado su hermano, lo primero que hizo que volver a leer el mensaje que le envió hace una semana antes, pero por la escuela y sus clases suplementarias de las tardes no le dio tiempo de revisar su correo hasta ayer en la noche.
Apretó la caja de donas que trajo como disculpa y se adentro al hospital hasta llegar al área de recepción para preguntar por la habitación de su hermano.
Incluso dudaba que sea horas de visitas, era casi las seis de la tarde cuando logró venir en taxi al hospital y casi no veía a nadie que no eran doctores o pacientes en el área.
Con duda se acercó a la recepción y espero que la secretaría lo notara.
No paso mucho cuando la secretaria levantó la mirada al notar su presencia, lo que pasó a continuación fue inesperado. La señora se puso pálida por un momento, pero pronto recompuso su postura.
- B-bienvenido, ¿en que puedo ayudar? - Preguntó la secretaria acomodando sus lentes en su nariz para ocultar mejor su nerviosismo.
- Oh yes. Vine para visitar a mi hermano - Hablo sin darle mucha importancia a su comportamiento. - Su nombre es Yugi Amane, se escribe como 'Fu', pero se pronuncia 'Amane' -
Espero a que la señora buscará el nombre de su hermano en su computadora en el sistema, sin embargo, solo se quedo mirando la pantalla por breves momentos para después alzar la mirada para verlo.
La señora tenía una mirada triste al igual que sonrisa.
De un momento a otra se encontraron en la sala de la morgue, viendo un cuerpo pequeño que era cubierto por una sábana blanca.
Las palabras de la secretaría y de las enfermeras resonaban en su cabeza una y otra vez.
- Falleció la semana pasada por problemas respiratorios -
- Intentamos contactamos con su familia, pero nadie nos respondía -
- Un maestro de su escuela llenó los formularios de defunción -
- Venia casi todos los días para que no se atrasara en la escuela -
- Pero no podemos permitir que saque su cuerpo sin el permiso de sus familiares -
Cada palabra que decían, era una cuchilla que se enteraba cada vez más profundo de su corazón.
Un nudo se formó en su garganta tan rápido que él sabía que en cualquier momento se quebraría y comenzaría a llorar,
Tsukasa quería gritar y llorar del dolor.
Apretó con fuerza la caja de donas que estaba seguro que ya estarían todas aplastadas por la presión que ejercía en ellas, las mismas donas que trajo para su hermano.
- No lo sabía, nuestros padres se divorciaron y hemos estados separados por años - Dio una tan patética excusa por no saber de su muerte. Sin embargo, siguió hablando con la voz quebrada y las lágrimas caían por su rostro. - Debí haber venido cuando me lo pediste, Amane -
Rompió en llanto mientras el dolor crecía y no daba señal que se iba a detener, había perdido a alguien que amaba y lo había dejado morir solo.
¿Tuviste miedo?
Debiste de hacerlo, saber que seria tu ultima noche con vida y no poder respirar correctamente para decir que te dolía, debió ser tan horrible.
Pero seguro lo fue más, al saber que nadie estaba a tu lado al momento de irte.
Su hermano murió solo.
Y él no estuvo ahí para consolarlo.
Sus padres lo ignoraron al punto que no les importo saber cómo estaba o si le iba bien en la escuela.
Su cuerpo seguía sin ser reclamado y estaba seguro que si no fuera porque se molestó en venir, Amane había sido enviado a la fosa común.
- Tsukasa -
La voz de su hermano lo sobresaltó, su cuerpo temblaba por el miedo de escuchar llamarlo como si aún estuviera vivo.
- ¿Que Paso? ¿Por qué estás llorando? - Pregunto el ser misterioso que imitaba la misma voz de preocupación de su gemelo.
Las lágrimas empezaron a asomarse en sus ojos y cayeron por sus mejillas mientras intentaba recordarse que su hermano ya estaba muerto y que no había nada que él pudiese hacer para evitarlo.
- Debes estar realmente triste - Mencionó la voz triste.
Pero no le hizo caso y la ignoro.
Unas manos heladas como el hielo se posaron en sus mejillas para limpiar los rastros de lágrimas, lo hacía de una manera tan gentil que le hizo recordar todas las veces que Amane lo consolaba de la misma manera.
Fue así que levanto la mirada y vio el cuerpo de su hermano sentado de la fría camilla de metal con solo la sábana para cubrir su regazo.
El tono de piel era tan gris, tan antinatural que le hizo darse cuenta de la situación.
Sus ojos se abrieron a más no poder como la cantidad de lágrimas caían con más fuerza de tan solo recordar lo que le dijo las enfermeras.
Lo que él confirma al bajar a la morgue.
Su hermano estaba…
- Me alegro mucho que vinieras - Agradeció el cuerpo de su hermano con una sonrisa de gratitud. - Por un momento pensé que no vendrías -
Eso no estaba pasando.
- Tsu… Tsu… -
Que alguien le diga que esto no es cierto.
- ¡Tsu…! -
- De verdad, muchas gracias - Siguió agradeciendo el cadáver hasta su piel comenzó a tonarse oscura y surgieron gusanos en esas áreas.
- ¡Tsuk…! … ¡como un! -
No podía cerrar los ojos para evitar ver como el cuerpo de su gemelo se mantuvo pudriendo, solo podía ver cada momento con una desesperación enorme que le hacia desear morir de una vez para que pudiese terminar.
Él solo quería…
Él solo quería que acabara.
- ¡TSUKASA! -
El grito lo hizo despertar de su pesadilla e inmediatamente se incorporó sobre el futon, con la camisa de la pijama toda mojada por el sudor y con la respiración agitada.
Solo había sido una pesadilla.
Una horrible pesadilla que él quería evitar a toda costa que se cumpliera.
Era por eso que interfiere con los misterios escolares, cambiaba sus rumores, buscando espectros para engañarlos y usarlos para sus planes.
No quería que ese futuro se cumpliera y lo pudo evitar, pero no por completo.
Sólo necesita más tiempo para recolectar espectros y entonces él podría…
- ¡Tsukasa! - Lo llamó nuevamente Amane preocupado por su gemelo, incluso había unas pequeñas lágrimas asomándose en el rabillo del ojo. - ¿Estas bien? ¿Tuviste una pesadilla? -
Se había despertado en medio de la noche al escuchar a su hermanito llorar entre sueños y se preocupo que tuviese una pesadilla lo suficiente mala para hacerlo llorar y gritar.
En cuanto Tsukasa, tan pronto vio a su hermano mayor, respirando y radiando la calidez de un cuerpo vivo, no dudo en lanzarse para abrazarlo.
- Espera, Tsukasa - Intento decir Amane, pero la sensación de humedad que sintió en su hombro derecho lo detuvo de seguir hablando.
Cambio sus manos que estaban sobre los hombros de su gemelo para detenerlo y acomodo sus brazos para poder abrazarlo mejor, rodeando sus brazos alrededor de su cuello.
Lo que sea que haya pasado, lo descubrirá después.
Ahora su hermano lo necesita.
... ...
Curiosidad que mata # 36
Hasta la parte de que Tsukasa ve el cuerpo de su hermano revivir en un tipo zombie, ese era el destino original de Amane en este AU. Pasó una semana para que su cuerpo fuera reclamado por sus padres.
Y en cuanto quien llenó el acta de defunción, creo que todos sabemos que fue Tsuchigomori quien completó los documentos necesarios, pero al no ser familiar de Amane, se le fue imposible sacar el cuerpo para velarlo como era debido.
