'…' pensamiento
"…" diálogo
--EL REGALO PERFECTO--
Conversaron animadamente con té de por medio. Al acabarse la primera ronda Akane se dispone a pararse para buscar más y servir los dulces que llevó Kasumi. Toca la rodilla de Ranma y le da un cálido beso en la mejilla. Ranma se tensa completamente, sintiendo que sus mejillas iban a quemarse del calor. Akane aparece al rato con una bandeja llena de dulces y las deposita en el centro de la mesa. Sirve el té a cada uno de la familia y continúan con su animada charla.
A las dos horas la familia comienza a irse cada uno a sus respectivas casas. Nabiki se pone a hablar con Ranma en el jardín. –"Más vale que pensés en algo rápido y bueno para comprarle antes de que Akane se de cuenta que no tenías idea de la fecha de hoy. "
"No tengo idea de que comprarle ¿vos podrías acompañarme a elegir algo? No se que pueda gustarle a tu hermana."
"Tengo cosas que hacer, así que no voy a poder acompañarte. Igualmente, primero que nada no te olvides de la docena de rosas. Por lo demás no creo que te tengas que preocupar, yo creo que a Akane le va a gustar cualquier regalo que le des."
"Gracias Nabiki, voy a hacer eso". Cambia a una mirada acusadora. –"Decilo¿Cuánto?"
"Ranma-kun¿vos me creés capaz de cobrarte algo?"
Ranma acentúa aún más su mirada, dándole a entender que si la cree capaz de cobrarle, conociéndola Nabiki no da información ni consejos sin un billete a cambio.
"Mirá hoy no te cobro nada porque la felicidad de mi hermana está en medio, además seas o no el Ranma de esta época te pareces mucho al Ranma que yo conozco y al fin y al cabo somos familia ¿no?"
Se despiden y Ranma vuelve a la casa. Busca algo de dinero de su billetera y avisa a Akane. -"Akane, salgo un rato, vuelvo en seguida."
"Bueno amor, no te tardes mucho."
Ranma se puso a recorrer el distrito comercial buscando el regalo para Akane. En ese momento se para frente a un negocio y observa su reflejo en el vidrio. Su cuerpo no era muy diferente a lo que solía ser, era un poco más alto y estaba más marcado, estaba mucho más lindo que antes y sus rasgos y facciones varoniles bien marcadas. Ranma pensó que tendría unos 22 años quizá.
Finalmente cuando pensaba que iba a rendirse vio lo que estaba buscando. –"Creo que este sería un buen regalo para Akane."
Akane estaba relajándose en la bañera cuando entró Ranma. Al escucharlo se apresura por salir y cambiarse. Ranma escucha los pasos de Akane bajando por las escaleras y la ve aparecer en una salida de baño amarilla. Ranma escondió las rosas en su espalda, olvidando que las traía consigo. Pero al ser un ramo bastante grande podían verse y quedó más como un juego que como un intento porque no descubra su regalo. Akane saltó llena de alegría sobre él dándole un fuerte abrazo. Ranma sintió su cuerpo flojo y un gran rubor le subió a la cara. Akane lo suelta un poco para mirarlo a los ojos esbozando esa sonrisa por la que Ranma se enamoró de ella.
"Muchas gracias amor…me hiciste sufrir mucho…en un momento pensé que te podrías haber olvidado."
Ranma ríe nervioso –"no Akane, como me voy a olvidar. Fe…feliz aniversario."
"Feliz aniversario."
Toma las rosas de las manos de Ranma y las huele cerrando sus ojos.
Ranma la mira detenidamente, sintiendo como su corazón aceleraba sus latidos.
Akane lo mira a los ojos.
"Te amo Ranma."
Ranma quedó shockeado, jamás pensó en escuchar esa palabra de los labios de Akane. Tan pronto ella terminó de pronunciarlas se paró en punta de pies, lo abrazó por el cuello y lo besó suavemente en los labios. Ranma ni siquiera cerró los ojos, quedó paralizado ante la tormenta de emociones y sensaciones que llenaron su estómago. –"Mariposas…"-dijo para sí. Akane lo mira divertida y le ofrece su sonrisa.
"Yo también tengo un regalo para vos, pero quiero darteló después."
"Creo que puedo esperar" –dijo Ranma sonriendo dulcemente.
Akane se dirigió a la cocina para poner sus flores en agua y hacerse un té.
Ranma se sentó e inhaló profundamente, se llevó su mano a sus labios y los rozó recordando el beso, los cálidos labios de Akane. La sensación en su estómago. 'Este es un sueño del que no me gustaría despertar'. Se levantó y se dirigió al baño. Se quitó la ropa, miró la ducha de agua fría y se sentó en el banquito para ducharse antes de meterse al furo. –"¿Seguiré convirtiéndome en mujer?"- Su cuerpo no cambió. –"Definitivamente, no quisiera despertar."
Después de ducharse se metió en el furo. Sintió que la puerta del cuarto de baño se abrió y vio a la figura de Akane ingresando al pequeño cuarto donde Ranma estaba relajándose. –"Akane, estoy yo dentro."
"Ya sé, por eso vine."
Akane estaba vestida cargando una botellita de un líquido amarillento que olía muy bien. –"Vengo a darte parte de mi regalo."
Se colocó a espaldas de Ranma, sus hombros salían por arriba del agua del furo. Akane se sienta detrás de él, coloca su trenza por sobre su hombro hacia su pecho cuidadosamente. –"Relajate, vengo a hacerte un masaje."
Ante esto Ranma sólo se tensionó más, el color rojo volvió a teñir sus mejillas con furia. Mientras sentía las delicadas manos de Akane frotándole el líquido que resultó ser un aceite aromática en la espalda y hombros, estrujándolo amablemente, proporcionándole un suave masaje. Después de rato, Ranma se encontraba entregado a las suaves caricias de su prometida, ahora esposa.
"Tengo otro regalo aparte de las rosas." –dijo ruborizado.
Akane, sin dejar de darle su masaje. –"Decime."
"Vestite muy linda, vamos a comer en un restaurante."
"¿De verdad?"
"Sí, hice la reserva antes de venir. No es la gran cosa pero pensé que podíamos salir un rato."
"¡Ya mismo me visto!" –Dejó de darle el masaje y salió corriendo hacia su habitación.
Ranma suspira aliviado como sacándose una gran carga de encima, se para y sale del furo. En ese momento siente unos brazos que lo abrazan por la espalda y un tierno beso en el cuello. – "Gracias."
Al segundo la presión que sintió había desaparecido y sintió una puerta cerrarse. Supuso que era de la habitación de Akane. Ranma empezó a sentir su propio cuerpo nuevamente y tomó una toalla que se la ató a la cintura. Salío del baño y se dirigió al pasillo en busca de su ropero para vestirse. 'Supongo que Akane y yo debemos compartir el dormitorio ahora'.
Encontró una puerta por la que se veía un fino hilo de luz por debajo, supuso que esa era su habitación ahora. Antiguamente era la habitación de Akane. Entró y vio que la pieza había cambiado bastante, era mucho más grande. Se había eliminado una pared que separaba al cuarto del de Nabiki, creando un solo espacio. Ropa de todas las formas y colores sobre la cama y un ropero abierto de par en par en donde Akane se encontraba escogiendo que usar. Ranma sonrió para sí y se acercó a una puerta que estaba cerrada. Allí encontró ropa interior, perfumes y demás accesorios. En las puertas que estaban abiertas se encontraba el resto de la ropa. –"Que lío hiciste marimacho, ahora no puedo encontrar que usar yo". Corrió dos o tres prendas hacia los costados buscando algo suyo para poder vestir. Akane sin apartar la vista de sus vestidos alzó la mano y señaló un rincón de la cama -"Ahí en la cama puse ropa que te quedaría muy linda". Eran una camisa blanca de cuello chino o mao (Ranma se distingue por estos cuellos, así que se puede decir que eran estilo, deportivo y juvenil) con un pantalón pinzado azul marino y un saco haciendo juego. Mira la ropa y la considera adecuada para la ocasión, comienza a vestirse y ve que Akane aún no se había decidido.
"No pensés tanto en que vas a ponerte, aunque la mona se vista de seda, mona queda."
Akane hizo milagrosamente para Ranma, oídos sordos a su comentario y tomó un vestido largo y violeta, ajustado al cuerpo. Resaltando cada una de sus curvas. Nuevamente Ranma se encontraba embobado mirándola. Se puso unos aritos plateados y una fina cadena con un dije en forma de corazón.
"¿No me vas a decir nada?"
Ranma salió de su trance. "¿Qué te tengo que decir?"
"Bueno, estoy usando el dije que me regalaste con nuestras iniciales. Hacía mucho que no lo usaba…bueno, hacía mucho que no salíamos tampoco."
Ranma se acerca a ella y toma el dije en su mano, lo mira de cerca y ve grabadas una R y una A. Se quedó mirándolo pensativo. Akane aprovecha su distracción y le toma la cintura del pantalón aún sin abotonar. Se lo baja hasta los pies de golpe mientras lanzaba una carcajada. Ranma pega un grito y se agacha levantándose el pantalón. Akane desde la otra punta del cuarto continuaba riéndose.
"¿Por qué hiciste eso!"
"Es que tenías una cara tan seria…no me pude resistir, ajajajaja."
"kawaikune"- Ranma mirándola de reojo comienza a abrocharse el pantalón y terminar de arreglarse.
El restaurante no era un lugar muy lujoso, había pocas mesas y poca gente, sin embargo apenas se pasaba el umbral de la puerta podía percibirse un delicioso aroma a comida. La música era suave y tranquila, la luz tenue. La mayoría de los clientes eran parejas jóvenes como ellos. Un mozo se acercó a recibirlos ofreciéndoles una mesa junto a la vidriera del lugar.
"¿Te gusta el lugar Akane?"
"Me gusta muchísimo. ¿Cómo lo elegiste?"
"Estuve caminando por acá esta tarde y me pareció que podía a llegar a agradarte un lugar así."
"Y no te equivocaste."
El mozo les alcanzó dos menús y comenzaron a leerlos.
"Todo parece muy rico…no se que elegir. ¿Por qué no elegís algo por los dos?"
"¿Entonces me dejás guiar a mí esta noche?" –dijo Ranma con una sonrisa seductora.
"Sólo mientras estemos acá" –contestó Akane con la misma sonrisa.
Comieron conversando animadamente, entre risas llenas de calidez y alegría.
"Akane…"
"¿Sí Ranma?"
"este…eh…" 'decilo ahora o no lo vas a hacer nunca'. Ranma cerró los ojos y exhaló sonoramente. "Estoy…estoy muy feliz… de estar con vos así…acá…eh…"
"Yo también Ranma" –rió de una manera que hizo aliviar un poco la tensión de Ranma –"como sos, eh. Tres años casado conmigo, y todavía sos malísimo con las palabras" –ahora rió un poco más fuerte. Cariñosamente y con una sonrisa le dio su clásico insulto -"baka".
"¡A quién le decís baka!" –reaccionó Ranma.
Akane rió más fuerte sin verse afectada por su contestación, parecía encontrarla divertida.
'Realmente las cosas son muy diferentes, no nos peleamos ni una sola vez en todo el día, Akane lo único que hizo fue evadir todos mis insultos, no usó su mazo ni su mal carácter…esta todo el día sonriendo…ojalá pudiera tenerla todo el tiempo sonriéndome como lo hace ahora…'
Akane interrumpió sus pensamientos. –"¿Y ahora que hacemos?"
"Eh, pago la cuenta y nos vamos a casa, podemos ver una película mientras tomamos un té"
Dicho esto, pagaron y se fueron del restaurante tomados de la mano.
AN: Para quienes no entienden mucho de japonés:
Furo: es la bañera
Kawaikune: es el insulto más clásico de Ranma...no podía faltar . Es algo así como desagradable...es muy difícil traducir un insulto porque depende mucho de la cultura, persona, tono que se usa...en fin...
Baka: clásico insulto de Akane (en realidad es Ranmano Baka la versión completa), significa algo así como bobo, idiota, tonto...elijan :P
