HALDIR
Capitulo uno: NacimientoUn grito de dolor inundo toda la habitación, un hombre alto de cabello rubio daba vueltas por el corredor intentando ocultar su nerviosismo, su esposa, su amada esposa estaba dando a luz a su primer hijo, varios hombres mas estaban ahí acompañándolo, un parto era un motivo de dicha para Lothlorién, después de todo era una forma de continuar la raza y participar de la felicidad de los nuevos padres. Un elfo de cabellos plateados y aspectos señorial se acerco a Haldred y puso una mano en su hombro mientras le dedicaba una sonrisa de apoyo.
"Lord Celeborn" - Haldred hizo una reverencia y le devolvió la sonrisa a su señor
"no tienes que inclinarte Haldred, hemos sido amigos desde hace mucho tiempo, somos como hermanos" -Celeborn sonrío ligeramente
La puerta de la habitación se abrió y salío una elfa con una gran sonrisa, hizo una ligera reverencia a los señores elfos mientras les informo:
"Lord Haldred, me enorgullece informarle que Lady Nienna acaba de dar a luz a un varón" - la doncella no pudo terminar porque se vio envuelta en el abrazo de Haldred, estaba loco de alegría, se dirigió a su amigo y le dio también un abrazo.
"Anda, ve a ver a Nienna y a tu hijo" - dijo Celeborn a su amigo
Haldred no lo pensó dos veces e inmediatamente entro a la habitación para encontrarse con su hermosa esposa recostada en su cama y con su bebe en brazos, durante un momento vacilo, no estaba seguro de acercarse ya que el bebe estaba dormido y no deseaba perturbarlo pero su esposa lo tranquilizo y le hizo señas para que se acercara. Haldred obedeció y se sentó en una orilla de la cama a lado de Nienna, se miraron sin decir una palabra y ella deslizo al bebe en los brazos de su padre. Haldred estaba visiblemente asustado ya que temía lastimar a su bebe pero el miedo se desvaneció cuando el niño abrió los ojos, el gran elfo miro al niño embelesado, era hermoso, su piel blanca aperlada y unos hermosos ojos azules.
"¿ Como lo llamaremos?"- pregunto Nienna a Haldred
"Lo llamaremos Haldir"- Haldred se levanto mientras acunaba a su hijo en sus brazos y se acercaba a la ventana para mostrarle a su bebe la lluvia dorada de los árboles de Lorién cambiando su follaje.
"Mira tu hogar, mi querido Haldir"-le susurro Haldred a su recién nacido y luego le dio un beso en la frente.
Haldred volvío a lado de su esposa y se recostó de nuevo a su lado, así se durmieron los tres, Nienna apoyada en el hombro de su esposo, mientras que Haldred recargaba su barbilla en la cabeza de su mujer y el pequeño Haldrid entre los brazos de sus padres.
