CAPITULO DOS: Primeras palabras

En el salón principal se celebraba una cena en honor del cumpleaños de la dama Nienna. El señor Celeborn y la dama Galadriel habían asistido a la celebración, ya que eran muy cercanos a la dama Nienna y el señor Haldred. Todos se encontraban riendo cuando un llanto de niño inundó la habitación, era el pequeño Haldir quien ya contaba con 10 años (por cada 10 años los niños elfos crecen un año fisicamente hasta cumplir los 250 o sea 25, que dejan de envejecer). Nienna se puso de pie para ir personalmente por el bebé pero Galadriel la detuvo, había decidido ir ella misma a buscar al pequeño.

Minutos despues, llegaba Galadriel con el pequeño Haldir en brazos. Él había dejado de llorar y se limitaba a ver a Galadriel feliz, ella lo mecía y paseaba por la habitación ante el júbilo general, todos sabían de la especial predilección de Galadriel por Haldir. Nienna miraba complacida la escena al igual que su marido...Haldir era su orgullo y el de su pueblo, todos sabían que crecería para convertirse en un gran señor y pondría muy en alto el nombre de Lorién.

El pequeño Haldir reía ante las atenciones de Galadriel, quien se había sentado a lado de Nienna. Los demás adultos se encontraban conversando sobre los últimos acontecimientos, algo se estaba agitando en el este y sabían que su hermoso hogar estaba en peligro. Haldir miraba a su papá, era pequeño, pero entendía que algo no estaba bien, su carita se contrajo en una mueca de disgusto y comenzo a llorar de nuevo.

"Estan poniendo al bebé nervioso, Haldred. Él sabe que algo no esta bien" -dijo Galadriel

Haldir alzo los brazos para alcanzar a su padre. Haldred sonrío levemente y tomo al niño de el regazo de Galadriel, el bebé dejo de llorar en cuanto entro en contacto con su padre, era bien sabido que el niño adoraba a su padre y este a Haldir. El pequeño había venido a alegrar sus vidas y a completarlas.

Los elfos ahí reunidos habían continuado con la gran cena. Hablaban sobre diversos temas, incluso habían comenzado a narrar historias de grandes batallas, ante el regocijo de los pequeños elfos que habían asistido con sus padres a la celebración, aunque esto no era lo acostumbrado por las reglas de etiqueta la dama Nienna había invitado también a los niños debido a su hijo, ya que no deseaba excluirlo en ninguna forma y consideraba que este disfrutaría mas de la compañía de niños pequeños.

Cuando las historias terminaron, los niños elfos salieron a la terraza a jugar, el pequeño Haldir los miro salir y al verse abandonado entre elfos adultos, un ligero temblor se hizo presente en sus pequeños labios, primero ligeramente y fue aumentando de intensidad hasta convertirse en un gran puchero y de sus hermosos ojitos azules las lágrimas empezaban a desbordarse. Aunque Haldir no lloraba abiertamente no tardo en llamar la atención de los presentes, quienes sentían que su corazón se encogía ante tan conmovedora imagen. Galadriel de inmediato entro en acción.

"Celebrian, ven aquí"- dijo sin levantar demasiado la voz, a lo que enseguida la niña respondió.

"¿Si mamá?- preguntó Celebrian

"Lleva a Haldir a jugar con ustedes, ha empezado a llorar"- dijo Galadriel conmovida por el semblante del niño

Celebrian sonrío al ver como el pequeño Haldir le tendía los brazos, por lo que ella lo levanto y se lo llevó a la terraza con el resto de los niños. Media hora después, la conversación entre los adultos había vuelto a la normalidad, hablaron sobre la forma en que los Galadhrim deberían responder en caso de un ataque de Mordor. Un grito atrajo su atención y el sonido de niños corriendo hacia la mesa. Celebrian llegó emocionada frente a Haldred con el pequeño Haldir en brazos.

"¡Tío Haldred! ¡Haldir habló!" -dijó la niña con la emoción desbordandose

"¿Que dices Celebrian?¿Estas segura?"- dijo Nienna sin podersela creer, mientras su marido tomaba en brazos a Haldir.

"si tía, él dijo "luna" cuando estabamos jugando y veíamos el cielo" -dijo la niña con una gran sonrisa

"Haldir di papá"- dijo Haldred a su hijo

El niño se río suavemente al ver la emoción de los adultos.

"Papá...." - dijo el pequeño mientras su padre reía de felicidad - "mami"- dijo el niño alzando los brazos para que su madre lo cargara

Los elfos presentes soltaron exclamaciones de alegría ante las primeras palabras de Haldir. Daban palmadas en la espalda del orgulloso Haldred para demostrarle que compartían su felicidad. Así continuaron un par de horas mas, hasta que Nienna se levantó a llevar a su cama al pequeño Haldir quien ya cabezeaba, Galadriel se levanto para acompañar a Nienna. Ambas se dirigieron a la habitación del niño, una vez ahí su madre depositó suavemente a Haldir en su cuna de ébano. Nienna contempló a su hijo dormir con el corazón lleno de felicidad y orgullo. Ella se inclino hasta estar muy cerca de Haldir.

"duerme, mi bebé"- susurró Nienna a su oído, mientras que el pequeño Haldir sonreía entre sueños.